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Botazas : el otro lado y la retaguardia.

en Sexo con maduros

Y Don Tomás , como no podía ser de otra manera, se despertó ….entre la alcoholemia , que apenas había descendido, y lo que le transmitieron sus ojos, se sintió tremendamente confuso.

¿ Dónde estaba?

Parecía estar en una especie de túnel , ya que advirtió una oscuridad justo encima de su rostro, y la luz entraba por abajo y por arriba ; de aquel techo goteaba una sustancia húmeda, que le resultaba bastante apetitosa , y rápidamente reconoció el sabor de la mayonesa , precisamente el de la que había elaborado su vecina y anfitriona.

Por cierto, tenía un fondo que le recordaba al marisco, cuando le parecía recordar que la ensaladilla no lo llevaba..

Y entonces la oyó…una sucesión de gemidos y grititos entrecortados .

Y en ese instante, la luz aumentó , y le pareció reconocer el sofá donde estaba echado….Dios mío, se había quedado dormido , qué vergüenza ,después de haberle invitado a comer ; igual su vecina le había echado algo por encima, pues le pareció percibir cierta suavidad alrededor de su cara , alguna manta o cobertor , y quizá se le había deslizado hacia arriba…

Y aquellos gemidos…..¿ se estaría riendo ella, al verle dormido?

Sintiéndose cada vez más cohibido, no se atrevió a moverse siquiera , mientras pensaba qué hacer, si seguir haciéndose el dormido o simular despertarse poco a poco.

Pero…no terminaba de identificar el tejido que tenia sobre su rostro ….pero ….cuando le rozaba, era cálido, suave ….

Hubo un instante en que se separó lo suficiente para que pudiese enfocar su visión , coincidente con una de aquellas risas…¿ o era un gemido?

No entendía nada….

-          Ay , ay ,ay…Don Tomás, por Dios…qué gusto…esa lengua…maldita sea, no queda más mayonesa…- escuchó , de pronto, casi en un susurro.

Y de pronto, desapareció toda aquella oscuridad , y advirtió que un par de piernas, si, un par de piernas, se separaban de su cabeza , y se deslizaban hasta posarse en el suelo, con un sonoro taconazo.

Su mente rápidamente integró todas aquellas sensaciones ….no se lo podía creer…

¿ Un coño…aquello era un coño ….una tía abierta de piernas había estado sobre su cara?

Debía ser un sueño .El vino, la comida, el tiempo que hacía que no estaba con una mujer…

Pero si , allí había estado : un señor coño ; una vez que  comenzó a orientarse , identificó al recordar al completo todas las estructuras : la rajita, el clítoris, la depilación brasileña ….

Las veces que había participado en un 69 , estando él debajo, aquella era la visión que tenía…

Pero…..¿ quién era? Intentó recordar a la amiga del capitán , que iba a montar con frecuencia a su picadero y más de una vez había terminado solazándose con él entre la paja del establo …

Pero si estaba en casa de la vecina….

¿ Su vecina? Aquella mosquita muerta que le miraba con cara de asco la mayoría de las veces que se cruzaba con ella en el ascensor…no, no podía ser.

El ascensor…claro…recordó la caída , la correspondencia , la charla, la discusión con el portero y el administrador …y ella tan amable, tan solícita…

Le había invitado a comer …había bebido mucho vino…

Y ahora …¿ era ella quien había estado con su chocho sentada casi sobre su cara?

Y su voz… aquella frase ….

No cabía duda .Era su vecina quien había dicho aquello.

Se sorprendió tanto ,que casi se asustó, decidiendo , inmediatamente , mantener cerrados  los ojos, hasta que escuchó que aquel sonido, parecido a unos tacones, se alejaban.

Le pareció que llevaba botas , por el ruido.

Botas…entonces sintió una extraña sensación en sus pies…estaban …como desnudos….

¡ No tenía las botas puestas!

No podía ser….y se decidió a abrir los ojos : efectivamente, estaba sobre el sofá , sin las botas ; estaba casi tumbado, ya que vio que estaba subido en posición de relax.

Chasqueó la lengua, y volvió a saborear la mayonesa…el sabor a marisco….

No era marisco .Era sabor a coño .Al coño de su vecina.

Su vecina se había subido a su cara, estando dormido , para que le chupase el coño ….

La mayonesa….había sido capaz de untarse el coño de mayonesa para que se lo chupase…

La perplejidad le invadió, y una rabia que crecía, al saberse tan manipulado, se sintió ridículo , a merced de aquella doctora….se sentía profanado…casi violado, atreviéndose a pensarlo, sobre todo …¡ porque le había despojado de sus botas!

Y lo que mas rabia le daba era habérselo perdido, no haber sido consciente.

Se lo podría haber pedido, que él ,gustoso, lo hubiera hecho sin problema …la verdad es que le gustaba comer coños, y hacer sentir placer a la poseedora que lo disfrutase.

Y esta desvergonzada lo había disfrutado , pero sin darse él cuenta …

¡ Y le había quitado sus botas…sus queridas botas de montar …menudo ultraje …!

Se dio entonces cuenta de que estaba empezando a sentirse muy excitado, con una erección plena …y se imaginaba follándose a aquella maldita vecina…ya se enteraría de lo que era un buen pollazo en su higo…

Como le molestaba la posición que había adquirido su erecto miembro dentro del pantalón, acertó a desabrocharse el cinturón , para meterse la mano y colocarlo hacia arriba, lo que le procuró un inmenso alivio.

Y entonces oyó el taconeo ; a pesar de todos sus pensamientos, la vergüenza lo invadió de nuevo, y recordando que no llevaba calzoncillos ( le gustaba ir a pelo con sus pantalones de montar, era mucho más cómodo ) , se imaginó que su erección seria más que evidente.

Y como todavía no se atrevía a hacer nada , porque estaba hecho un lío, decidió continuar haciéndose el dormido, pero boca abajo….para dejar a su erecta polla a buen recaudo.

En aquella postura, se permitió abrir los ojos , entrecerrados, lo justo para poder verla : efectivamente era ella, que llegaba con el bote de mayonesa en la mano , dispuesta a seguir con su juego .

¡ Venía con sus botas puestas! ¡ Se había puesto sus botas!

Pero bueno, aquella tipeja le descolocaba continuamente …y ahora la veía, con cara de desconsuelo, al verle boca abajo , y de esa manera no poder seguir con su lascivo entretenimiento.

Desapareció de su campo de visión , y sintió una mezcla de incertidumbre  y placer …¿ qué iría a hacer ahora?

-          Jooooder….- musitó su anfitriona , casi en un susurro- menudo culo tiene Don Tomás…

Y casi inmediatamente , notó cómo la mano de aquella desvergonzada se posaba en sus glúteos , comenzando a acariciarlos , arriba y abajo ; Don Tomás no pudo evitar un dulce cosquilleo y dejarse llevar por una increíble sensación de estar a disposición de ella, a su antojo, provocándole una mezcla de ira y de placer que le confundía .

De repente , dejó aquel lascivo masaje, y el supuestamente dormido vecino quedó expectante ante el siguiente movimiento de su anfitriona.

Sintió las manos alrededor de su cintura….y comenzó a dar tirones , tras introducir los dedos por el borde del pantalón.

¡ Le quería bajar los pantalones!

Don Tomás quedó de nuevo estupefacto, pero seguro de que esta vez no iba a salirse con la suya , ya que su cinturón lo impediría…

Pero…el pantalón estaba cediendo a los impúdicos movimientos de aquella desvergonzada…lo había olvidado…

Instantes antes se  había desabrochado el cinturón para acomodar su dura polla…y ahora aquella maniobra, de la cual ella obviamente no sabía nada, se aliaba para facilitar su próximo objetivo…

Que no era otro que dejarle el culo al aire.

Y centímetro a centímetro, iba notando el frio aire sobre su piel, que adquirió rápidamente el aspecto de piel de gallina , erizando todo su vello.

Ya el pantalón bajaba inevitablemente ( mientras siguiera haciéndose el dormido , claro ) , y alcanzó la parte superior de la raja de su culo.

-          Oooohhhh ..- oyó casi susurrar a su manipuladora vecina- pero qué hermosura esconde Don Tomás bajo sus pantalones….

Y continuó el progresivo descenso; el poseedor de aquel contundente culo comenzó a sentir un placer nunca sentido antes, conforme iba descubriéndose su retaguardia , amplificado porque estaba comenzando a sentir una deliciosa tracción sobre su durísima polla, y que no era otra cosa que el efecto palanca que ésta estaba haciendo sobre la parte delantera del pantalón ; a cada intento de seguir bajando , su polla impedía la maniobra , y el roce de la tela de los pantalones de montar , unido a la presión que ejercía el borde del cinturón , le estaba provocando tal cascada de sensaciones que pensaba iba a correrse en cualquier momento.

Ella, que era obstinada y estaba completamente decidida a descubrir aquel maravilloso culo , pensaba que el obstáculo era la posición , es decir, el propio peso de la victima de sus impúdicos manejos , y antes de aumentar  la fuerza del descenso , se paró a pensar que podría hacer , para facilitar que aquellos malditos pantalones siguiesen bajando , pero sin despertar a su dueño.

Admiró, satisfecha, su obra a medio ejecutar , ya que prácticamente se le ofrecía la mitad del culo de Don Tomás , y como aquella contundente rajita le llamaba poderosamente la atención , se imaginó poder meter un dedo por ella; le contuvo la prudencia, pero lo que si se atrevió a hacer fue a despegar un poco la tela justo a la altura de aquel delicioso pliegue interglúteo , comprobando que podía separarla , pero no bajarla más .

Don Tomás percibió cómo el aire se introducía por aquel camino expedito , sintiendo una deliciosa sensación de frescor sobre sus cojones , ya que aquel preciso movimiento provocó que se ventilase toda aquella oculta y delicada área, alcanzando la parte posterior de su escroto ; la sensación de turbación y placer lo invadió de nuevo , casi mareándolo de gusto.

Y ella,  justo en ese instante , notó un almizclado olor  que  invadió su pituitaria, provocando que gran parte de su prudencia se disolviese, imitando con su dedo, el recorrido de aquella corriente de aire que había dejado que percibiera aquel aroma, que no era otro que el de los cojones de Don Tomás.

Y en esta ocasión, al atribulado huésped no pudo evitar dar un respingo al percibir el dedo de su vecina recorrer aquella recóndita parte de su anatomía , notando como la uña alcanzaba su esfínter; aquel roce le provocó algo parecido a un orgasmo y una deliciosa contracción en su próstata  , y consiguió reprimir un gemido ahogándolo contra uno de los cojines en los que se apoyaba.

Ella, sorprendida  ante aquella reacción, fue capaz de retenerse dentro de su excitación , pero aprovechó la ventaja que le producía aquel estremecimiento y casi de un tirón , logró bajar por completo los malditos pantalones.

Y allí tenía , entero para su disfrute , el enorme y precioso culo de Don Tomás; además, al estar con las piernas ligeramente separadas, podía apreciar la deliciosa y aterciopelada oscuridad de sus testículos , entre sus piernas, en una posición muy parecida a cuándo lo pilló meando en su casa.

Sin poder evitarlo, se acercó, y le dio un beso en su glúteo izquierdo.

Lo que ella no sabía, por supuesto, era que el poseedor de aquellas maravillas estaba percibiendo aquella caricia de sus labios, y que , al bajarle el pantalón, había dejado su polla directamente sobre la tapicería del sofá , poniéndola perdida de liquido preseminal , el cual no paraba de producir ante tamaña manipulación.

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