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Cristina y los visitadores .Capitulo 9.

en Sexo con maduros

Cristina se quedó paralizada; se sentía terriblemente avergonzada y no sabía que decir , sin atreverse a moverse, ya que se percató de que iba sin bragas.

Don Rafael la miraba sorprendido , con los ojos muy abiertos y la boca muy apretada , de puro enfado que tenia.

-          Pero bueno, Cristinita , ¿ es que acaso me estabas espiando…mientras me ducho? – de nuevo lo invadió la sorpresa, ya que no le entraba en la cabeza que una jovencita fuese a espiarle para verle en pelotas.

-          Ay, Don Rafael, disculpe, es que yo llegué , estaba dormido …y …- casi se iba a echar a llorar , haciendo terribles esfuerzos por no hacerlo .

-          Si , si , ya veo que te aprovechas mientras duermo , o mientras me ducho….pero si no te he escuchado ….¿ dónde estabas escondida, desvergonzada?

Don Rafael se sentía muy enfadado, ya que en ese momento veía a Cristina como una especie de maldición del cielo , que le habían enviado para perderlo  y dejarle caer en la  tentación …..pero es que menuda tentación….recordando con rapidez, siempre estaba ella por allí, tomando la iniciativa .

Cristina se descubrió de pronto ingeniosa , recordando sus clases de la facultad, e intentó esgrimir una excusa , por lo que se atrevió a decir :

-          Ay , Don Rafael, es que tenía  pendiente una práctica de Anatomía, y , al verle , no he podido evitar abusar de usted – se notaba cómo se estaba poniendo colorada por instantes , porque resultaba de lo más ridícula, pero algo tenía que decir ....

Don Rafael se quedó de una pieza al escucharla , perplejo y más sorprendido todavía …¿ él como elemento de una práctica de Anatomía? Esta Cristinita era el colmo ….

-          Pero, ¿ que estás diciendo? ¿Yo te voy a  servir de qué en una práctica de Anatomía? Te estás quedando conmigo …

-          Si , Don Rafael…de modelo ….

-          Pero , mujer , por Dios….de modelo…no me hagas reír ,que uno ya tiene sus años…mira que eres cachonda…- añadió, con un fondo de amargura .

Don Rafael estaba realmente enfadado , y a ella le pareció más guapo todavía …y le resultaba especialmente atractivo viéndole allí, sólo con los calzoncillos beige puestos , los cuales permitían que a cada movimiento , sus apreciados atributos se movieran bajo el leve sostén del fino algodón , haciendo que temblasen ligeramente …ella sintió un irresistible deseo de tocar aquel magnifico paquete .

Y de pronto, recordando que aquellos calzoncillos los había restregado contra su coño después de mear , le hizo de nuevo sentirse poderosa, y la visión de Don Rafael enojado la excitaba aún más .

-          Ahora mismo te marchas de aquí- dijo Don Rafael, casi gritando-voy a hablar con Mariano y te buscamos una habitación donde sea …aunque sea con el catedrático de rayos…

Y se fue hacia la habitación, cogiendo los calcetines que tenia para ponerse , sentándose en la cama , y comenzando a ponerse el del pie derecho .

Cristina salió del baño, decidida a no perder un instante , y se sentó a su lado , en el borde de la cama .No sabía muy bien  porque lo hacía, pero si tenía claro que , o lo llevaba ya a cabo, o perdía lo oportunidad de estar más tiempo con Don Rafael , y que surgiera lo que tenía que surgir….desde luego, con Don Manuel, el catedrático , no quería estar ahora mismo , y el miedo que sintió cuando cabalgó sobre el paquete del dormido Don Rafael había sido sustituido por una certeza que no se cuestionaba : entregarse a aquel hombre.

-          Pero bueno, se puede saber qué haces …te he dicho que esto no puede….- y se quedó callado de golpe.

Se había dado cuenta de que no llevaba bragas , y se quedó embobado mirando hacia la entrepierna de Cristina, observando su chochito depilado a la brasileña , dejándole con el otro calcetín en la mano, presto a ponerlo en el pie izquierdo ; ella, aprovechando el instante de desconcierto de Don Rafael, apoyó su mano sobre el expuesto paquete , maniobra que facilitó el tener la pierna ligeramente flexionada para ponérselo .

-          Uh …- fue lo único que pudo articular el atónito visitador , mirando alternativamente la mano izquierda y la cara de Cristina, con la boca abierta y el ceño fruncido.

Lo que si era muy elocuente era su polla, que ella percibía a través de la atrapada bragueta , aumentando de tamaño y de consistencia , mientras que su dueño, soltando el calcetín, comenzó a relajarse , echándose hacia atrás en la cama.

-          Muy bien ,muy bien…- dijo Don Rafael, que había cambiado su expresión de perplejidad por otra de complacencia – si esto es lo que quieres, lo tendrás … - y terminó de dejarse caer en la ancha cama, hasta que se tumbó completamente, quedando a merced de las manipulaciones de Cristina.

“ Joder, menudo putón está hecha Cristinita ….¿ se habrá acostado ya con mi hijo? “ ,pensó el acosado Don Rafael, y aquella posibilidad le puso todavía más cachondo, pensando en que a ella le gustase montárselo con padres e hijos .Tomó un enorme cojín, y se lo puso en los hombros , porque no quería perderse ver cómo ella se empleaba con su polla y sus huevos ….¿ qué sabría hacer? Las universitarias algunas veces eran muy salidas, e igual a Cristinita algo le había enseñado el catedrático de Rayos ; menudo elemento estaba hecho Don Manuel, y esa idea, la de quitarle a su amante por una tarde, también le gustaba y le resultaba más morbosa todavía …

Cristina estaba loca de contenta, sabiéndose libre para poder tocar lo que quisiera el paquete de Don Rafael, sin temor a despertarle ni a que la pillase ( porque pillarla la había pillado bien ) , y disfrutaba de verlo allí, tumbado para ella, sólo con aquellos malditos calzoncillos que tan bien le sentaban y el calcetín derecho puesto, que por supuesto, era Ejecutivo y de color marrón .

Y continuó con la manipulación  del paquete de Don Rafael, el cual no había soltado en ningún momento desde que puso su mano sobre él, percibiendo divertida cómo la polla iba alcanzando un buen tamaño ,y decidió que valía la pena contemplar aquello, retirando la mano para observar, curiosa , como la polla casi saltaba como un resorte levantando el fino slip, formando bajo el algodón un buen bulto que tiraba de la tela hacia el lado izquierdo, haciendo que la  bragueta se abriese y pudiera contemplar la deliciosa visión de su vello ; recordando el agujero de los calzoncillos celestes , probó a introducir su dedo índice por aquella abertura , recorriendo con pasión la hirsuta zona entre la empalmada polla y los ocultos huevazos ,comenzando un pequeño masaje y jugando con la palpación de los testículos, haciendo que uno bajara, que otro subiera …

Don Rafael estaba desconcertado , ya que no esperaba aquellos prolegómenos por parte de ella, y además le recordaba a los juegos que le gustaba hacer a su esposa , al igual que lo del agujero  de los calzoncillos celestes …joder, por un lado pensó que parecía que su mujer le hubiese dado a Cristina unas lecciones de lo que le gustaba , y le hizo sentirse un poco inseguro ; luego, pensando en que eso era bastante poco probable, ideó la teoría de que igual había un determinado tipo de mujeres a las que él pudiese gustar , y con ello aquel gusto por tontear con su ropa interior …y es que era mucha casualidad que a su mujer y a Cristinita les gustasen los mismos juegos, y que las dos se sintiesen atraídas por él.

Porque era evidente , a la luz de todo lo que le había acontecido con Cristina, que no le era precisamente indiferente , y había sido ella la incitadora de aquella situación …..y , aunque por momentos le estaba invadiendo una enorme seguridad en sí mismo , el fondo de extrañeza que le generaba la actitud de la compañera de carrera de su hijo le seguía creando desconfianza …..es que a ratos le parecía todo tan fácil como si fuera una película porno que él hubiese escrito como guionista.

Pero era real, y ahí estaba Cristinita, que miraba con autentica admiración su paquete , y con un delicioso arrobo cuando lo hacía directamente a los ojos …Don Rafael se sintió un hombre deseado , y se relajó completamente .

Cristina, loca de deseo, no paraba de jugar con el ofrecido paquete de Don Rafael, y se dejó invadir por la tentación de meterse literalmente en la boca todo lo que veía o tocaba su mano, como si fuera una dulce piruleta o un delicioso helado ….de nuevo recordó el símil del helado de corte , y ahora tenía ante sí el paquete de Don Rafael envuelto en los calzoncillos Abanderado beige , que se le asemejaba a una  gran copa de vainilla , con tres bolas jugosas , dispuestas a ser chupadas …o más bien una especie de banana Split, con dos buenas bolas de vainilla y un enorme plátano sobre ellas ; miraba de reojo al entregado visitador, que no perdía detalle de lo que ella estaba haciendo con sus nobles atributos , arrobado, con la boca entreabierta y respirando aceleradamente .

Ella atacó al oculto paquete directamente con su boca, pero a través del calzoncillo, sintiendo la turgencia de la polla de Don Rafael sobre su lengua, pero cubierta por  la fina tela , que  cada vez se mostraba más empapada  por su saliva y el liquido preseminal de su entregado visitador , el cual comenzó a gemir ante aquellas perturbadoras maniobras.

Y es que el sorprendido delegado farmacéutico nunca había sentido nada como aquello , y le estaba resultando muy placentero , alternando las comidas de la polla y sus huevos ( hostia, que deliciosas cosquillas al notar la lengua y los labios de Cristinita recorriendo sus cojones , todavía con los calzoncillos puestos) , junto con tocamientos impúdicos ; no sabia que le gustaba más, pues el dejar de sentir la boca de ella y que comenzase a acariciar, presionar , mover y hasta ….joder , darle un pellizquito justo en la punta de la polla , uf….que esfuerzos estaba haciendo por no correrse de nuevo .

Cristina se afanó en  recorrer la polla desde su base hasta su punta , con el dedo…qué respingo había pegado su adorado macho de las cavernas al pellizcar lo que correspondía a la punta de la polla, así que intentó ser más suave …ay, que rico estaba todo, como disfrutaba adivinando su tamaño, su forma , su consistencia , aquella elasticidad y dureza a la vez ; era como adivinar un regalo antes de abrirlo .

Se decidió a introducir su dedo por la ingle, justo bajo el ajado slip, recorriendo con placer aquella recóndita zona de la anatomía de Don Rafael, percibiendo la suavidad de la piel , donde empezaba el vello púbico, dónde comenzaba la deliciosa rugosidad del escroto, que albergaba su testículo, deteniéndose en palpar su forma, notar como se movía dentro de aquella bolsa , aquella glándula ovoide que era responsable de la virilidad del padre de su amigo Rafa …

Y entonces, Don Rafael, pleno de excitación y delicioso abandono, notó como su polla llegaba casi al máximo de erección , y ésta resbalaba a través de la apertura de la bragueta, próxima a dejarse ver ; Cristina, que seguía con su juego inguinal , advirtió el movimiento del enorme miembro bajo el estirado algodón , semejando una tienda de campaña, y , siguiendo las leyes de la Física más elemental, resbalaba , lenta pero inexorablemente, hacia la zona de menor resistencia , que no era otra que la apertura de la bragueta de los calzoncillos de Don Rafael ; si éstos hubieran estado más nuevos , hubiese dificultado aquella espontánea y graciosa traslación, pero el uso y los lavados ( amén de la humedad que la lengua de Cristina estaba aportando ) , hicieron que pudiera estirarse sin oprimir su delicado contenido ; lejos de ello, Don Rafael estaba cercano al éxtasis por dos motivos :

-          Primero , porque estaba siendo invadido por una deliciosa mezcla de vergüenza y entrega, al saber que Cristina iba a ser testigo de su fabulosa virilidad en erección .

-          Y segundo, porque el roce de la fina tela , conforme la polla iba resbalando hacia la abertura , provocaba en la sensible piel de su glande ( expuesto tras la retirada del prepucio ante la  erección ) una sensación terriblemente excitante , controlando, con ímprobos esfuerzos, no correrse en ese momento .

Y ante ella, apareció , emergiendo en todo su esplendor, la polla de Don Rafael, entre la abierta bragueta de sus fieles calzoncillos, dando un pequeño respingo al liberarse , y caer, por su propio peso , sobre el vientre del delegado .Un pequeño gemido del propietario de aquella maravilla de la Naturaleza acompañó el descubrimiento del viril miembro al aire de la habitación del hotel.

Ella se quedó extasiada, comprobando su longitud , ya que la punta llegaba al ombligo , recordando de nuevo las clases de Anatomía y de Urología , e intentaba cotejar, sin éxito, lo que ahora contemplaba con lo que había visto anteriormente de su miembro en reposo, cuando estaba escondida tras el biombo , y especialmente cuando lo espiaba tras la puerta del baño, mientras se estaba secando aquellas maravillas que tenia entre las piernas ; se quedó sorprendida ante cómo cambiaba de tamaño la polla , creciendo en longitud y grosor ,y especialmente cómo el  glande había quedado al descubierto, tan rosadito , al retraerse el prepucio ; le parecían dos pollas diferentes, e , imaginado que aquella tremenda tranca podía introducirse en su chochito virgen, de nuevo le invadió un cierto temor, y se incorporó , alejándose un poco de Don Rafael, y mirándole , tumbado e incorporado sobre el cojín. Éste la miraba con absoluto arrobo, ruborizado, y frunció el ceño ante su leve retirada; ella se sintió invadida por una oleada de respeto y temor, y se atrevió a preguntarle:

-          ¡¡Madre mia !!…Don Rafael ….¿ puedo tocarla?- dijo ,mirando alternativamente a la polla y a su dueño .

Don Rafael ,perplejo, se incorporó, ahora con la boca completamente abierta de pura sorpresa .El movimiento transmitió a la polla un gracioso balanceo , que no pasó inadvertido a Cristina ,mirándola embobada ¿ Qué le ocurría a Cristinita ahora, a qué venían esos remilgos?

-          Pero, Cristinita, que cosas tienes – dijo mirándola, entre extrañado , divertido y un poco enfadado- si quieres, pues claro que puedes hacerlo…

“ Joder con la niñata” , pensó Don Rafael, bastante frustrado por la interrupción , intentando  que no se le notara , ya que  después de tirarse un buen rato chupándole la polla y los huevos con los calzoncillos puestos , con aquellos toqueteos que lo estaban volviendo loco ….y ahora salía con esto….quizás era una técnica más de juego, pero a él lo había pillado fuera de onda.

A Cristina le pareció en ese momento tan irresistiblemente guapo y atractivo, que su temor disminuyó y fue a posar su mirada sobre el enhiesto miembro, el cual , ante el  parón, había comenzado a disminuir de tamaño , y ello le resultó tremendamente divertido ,sobre todo al advertir el arrugado y oscuro prepucio comenzando a trepar y rodear al glande ; así que se atrevió a poner su dedo sobre la polla de Don Rafael ,recorriendo su cara ventral , y ésta , como si tuviese vida propia, volvió a aumentar su tamaño y grosor al volver la atención de Cristina hacia ella ,dando un gracioso salto  y de nuevo cayendo sobre el vientre de Don Rafael ;esta vez, al contemplar directamente aquel prodigio , viendo cómo se expandía ante sus ojos, como el glande emergía como una flor al retraerse el prepucio , dejando la pequeña lengua de piel correspondiente al frenillo al aire , la excitación la invadió plenamente , a la vez que sentía su vagina completamente húmeda y fresca ; parecía que al comprobar que aquella tiesa polla provenía de la otra polla en reposo, la tranquilizaba , y , loca de deseo , miró intensamente al expectante Don Rafael, a la vez que a su polla , la cual no paraba de pegar pequeños saltitos de empalme y relajación , tocando con la punta de su dedo el delicioso frenillo que adornaba la cara ventral del hermoso miembro.

Don Rafael , viéndose tumbado en aquella habitación del hotel, con sus calzoncillos beige puestos , y su polla tiesa como un junco emergiendo por su abierta bragueta ,a merced de aquella estudiante de Medicina , se sentía terriblemente excitado , como nunca antes se había sentido .Y entonces Cristina , deseosa de contemplar todo aquello en su conjunto, decidió que los calzoncillos ya habían cumplido su función , y , de un tirón, tomó los calzoncillos por la cintura a ambos lados de las caderas de Don Rafael, y se los bajó , hasta llegar hasta las rodillas del sorprendido delegado de laboratorio.

Don Rafael, pillado de nuevo por sorpresa, observó y notó cómo su polla, empalmada hasta el límite , atravesaba el orificio de la bragueta al bajar sin contemplaciones sus queridos calzoncillos , y el roce de la abertura,  junto a la rapidez del movimiento, le provocaron tal placer  sobre la longitud total de su viril miembro , desde la raíz hasta la punta del glande, que de nuevo tuvo que contenerse con todas sus fuerzas para no correrse a borbotones delante de aquella maldita manipuladora que lo estaba sometiendo a aquellos momentos de entrega y placer, ya que estaba disfrutando como nunca lo había hecho con una mujer.

-          Hostia ….- fue lo único que musitó, el desnudado visitador , tras aquella brusca pero deliciosa bajada de calzoncillos a que lo había sometido.

-          Ay, Don Rafael, perdone….¿ no se habrá hecho pupa?

Cristina contempló, preocupada, la ahora todavía tiesa polla de Don Rafael , inspeccionándola  sin recato, siendo consciente en ese instante de la esplendida vista que le ofrecía su compañero de habitación .

Y es que Don Rafael, tumbado de espaldas, permanecía con las piernas ligeramente separadas, y entre ellas, bajo su blanco y lampiño vientre, una espesa mata de vello marrón claro, de un tono ligeramente más claro que el escaso que le circundaba la calva , rodeaba el excelso miembro , y debajo colgaban, hermosísimos, sus dos huevos , ligeramente ovoides, cubiertos del mismo vello pero más ligero, apoyándose en las blancas y almidonadas sábanas ; Cristina se dejó invadir por una sensación de calor delicioso al ver a Don Rafael de aquella manera, y se descubrió confusa, pues siempre pensaba que cuando estuviese ante un hombre desnudo, no iba a ser algo que fuese a gustarle …y estaba encantada. Y Don Rafael, a juzgar por la expresión de su cara, también .

Cristina retomó la exploración que había dejado pendiente , tomando la ofrecida polla del delegado por su punta, lo que de nuevo provocó un espasmo de placer en su propietario.

-          Vamos a ver, Don Rafael, que creo igual le he hecho daño ….- y  volviendo a sus clases de anatomía, logró identificar la uretra, por donde rezumaba un liquido claro y transparente , que se atrevió a tocar, llevándose en el dedo un pequeño hilo del elixir que emitía sin parar la expuesta polla.

-          Ahhhhh…..-gimió Don Rafael, sin poder evitarlo, al percibir el dedo juguetón de Cristina recorriendo su uretra, lo que ahora hacia con pequeños movimientos circulares , pareciéndole una laboriosa abeja que estuviese recolectando liquido preseminal a modo de néctar .

-          ¿ Le duele , Don Rafael? Ay, no me diga que le he hecho daño en esta zona tan sensible – le dijo, mientras le miraba dulcemente , intentando poner cara de fingida preocupación .

-          No…no….creo que no, Cristinita, pero igual un poco de saliva no vendría mal …- y la miró, pensando si no se había pasado en su sugerencia .

Pero Cristina no se amilanó , y , presurosa, sacó su lengua y la aplicó , obediente, sobre el glande de la polla de Don Rafael , deslizándola levemente .

-          ¡Jo….joder ¡- casi gritó Don Rafael, echando la cabeza hacia atrás al notarla

-          ¿ Cómo está , Don Rafael? – preguntó ella, mirándole seria.

-          Mu…mucho mejor …- y miró con ternura y pasión a Cristina, que le sonreía con picardia.

-          Uy, vamos a comprobar que todo está bien….- añadió ella, exultante ante aquel juego de médicos al que se estaba prestando su admirado visitador ,centrando su atención de nuevo en el liquido que la polla de Don Rafael no paraba de destilar.

El , dentro del placer delicioso que estaba sintiendo, la miraba, curioso, cómo contemplaba con delectación la punta de su polla, cómo posaba su dedo en el agujerito que lo centraba , y como miraba , curiosa , el producto de su exploración , despegando los dedos índice y pulgar, comprobando la viscosidad del lubricante , ya que recordó de pronto, de sus clases de la facultad, que ésa era la función de aquella especie de emulsión.

E, invadida por su espíritu científico, quiso comprobar su función , y , sin dudarlo, se llevó sus exploradores dedos a su coño , restregando el liquido preseminal de Don Rafael sobre sus labios mayores , sintiendo su efecto al instante …¡ qué bien resbalaban sus dedos sobre su rajita! …..y , de pronto, sintió una enorme necesidad de que fuera el propio Don Rafael , el que comprobase, con sus dedos , si el lubricante era el adecuado .

-          Don Rafael…- dijo de nuevo, asustando de nuevo al interpelado, a ver qué iba a decirle o preguntarle- me gustaría que fuese usted quien comprobase si este liquido que emana de su pene, es adecuado como lubricante vaginal…- y le miró , divertida.

El deseado delegado contemplaba embelesado a Cristina, con aquel gesto de llevarse sus dedos pringados de su presemen directamente a su coño …y ahora le preguntaba aquello…esta tía lo estaba poniendo a mil , nunca habían hecho con él tales cosas .

-          Ahora mismo , Cristinita, por supuesto….- y se incorporó, haciendo que su durísima polla se balancease al aire, para volver a caer sobre su vientre, acompañada de los huevos , que ahora colgaban en libertad .

“ Splash “ , se escuchó al volver a caer el erecto miembro sobre el vientre , pues el peso del mismo hizo que volviese a aquel lugar, que lo albergaba y acogía a modo de refugio , llegando a meterse literalmente el glande en el ombligo , pues Don Rafael había adquirido una postura ligeramente más sentado , para poder cumplir el deseo de Cristina ; ella se quedó absorta ante aquellos movimientos que le ofrecía , pues si estaba encantada viendo y tocando aquellas butragueñas pertenencias de Don Rafael envueltas en sus hermosos calzoncillos, el verlas al aire, moviéndose de aquella manera, le hacia sentir la imperiosa necesidad de volver a tocarlas, esta vez sin tela por en medio , a la vez que su coño no precisaba precisamente de más lubricante del que tenia, pues casi chorreaba flujo vaginal ante aquella visión .

-          A ver , a ver….- dijo Don Rafael, muy serio , ignorante del entusiasmo que habían despertado en ella los  movimientos de  su polla y sus huevos.

Así que sin quitar ojo del coño de Cristina, le separó ligeramente las piernas , y viéndolo tan húmedo , quedó alucinado .

-          ¡¡Coño….!!- dijo, mirando boquiabierto la húmeda rajita que le ofrecía Cristina ,quien a su vez no dejaba de vigilar la polla incrustada en el ombligo de Don Rafael .

“ ¿Será así como se mete la polla en la vagina? “ , pensaba Cristina, observando meticulosa el enhiesto miembro .

 “ Madre mía, nunca una tía se ha mojado tanto conmigo , solo por verme desnudo….como es esta Cristinita , qué bien debe entrar mi polla en su chochito ….” , pensó Don Rafael, y a continuación la miró a los ojos y  ella , advirtiendo su atención , hizo lo propio, mirándose ambos con intensidad .Cristina se vio terriblemente atraída ahora por la boca de Don Rafael, pensando : “ Por Dios que me comería esa boca ahora mismo…”.

Y con estas reflexiones de ambos , sonrieron a la vez , y acercaron sus rostros, dándose un beso que se transformó rápidamente en una introducción de la lengua de Don Rafael en la boca de Cristina , empezando ella a comérsela, mientras se la metía casi hasta la campanilla , haciendo ella alcanzar un éxtasis delicioso ; en mitad del húmedo beso, Don Rafael, que había decidido seguir con la iniciativa, deslizó su mano en la entrepierna de Cristina , hasta llegar al empapado coño ; entonces, al percibir aquella humedad , Don Rafael no pudo evitar separar sus labios de los de ella, porque quería ver de cerca aquel magnifico chochito lubricado , sin dejar de acariciarlo ; Cristina comenzó a gemir al sentir los dedos de Don Rafael explorando su más intima anatomía , recorriendo su raja de arriba abajo .

Don Rafael seguía jugando con sus dedos, deslizándolos por la vulva de Cristina , atrapando los jugos y haciéndosele la boca agua , decidiendo que lo siguiente seria comerle bien el coño ; ella , con dificultad por el tremendo placer que estaba sintiendo y por la postura que estaba adoptando , no quería dejar de tocar la polla y los huevos de su pareja, y deslizó su mano hacia la tiesa polla , sacándola de su enclave en el ombligo ; Don Rafael se apercibió de la maniobra , y se separó un poco de Cristina, la cual se dedicó a rebañar, como si fuera un óleo prodigioso, el liquido preseminal que había acumulado el ombligo de Don Rafael , que se mostraba brillante ante aquella humedad.

-          Creo que no hace falta que lubriquemos más esta zona- le dijo, mirándola con intensidad- nunca había visto a nadie mojarse tan rápido , joder….- y volvió a su masaje sobre los labios mayores de Cristina , deleitándose en su frescura y elasticidad , separándolos levemente para descubrir, rojos y brillantes, los labios menores que protegían .

“ Este coño está pidiendo a gritos que le clave la polla de una vez “ , se dijo, borracho de deseo , “ Pero primero habrá que catarlo con la lengua…seguro que le gustará …” .

Cristina, a su vez, no quería soltar la polla de Don Rafael, y decidió sobarle bien los huevos, que habían quedado un poco ocultos entre los muslos al estar medio sentado , tirando levemente de la bolsa escrotal , hasta tenerlos a mano y comenzar a sopesarlos y agarrarlos ; Don Rafael , apercibiéndose de la situación , y sintiendo un cosquilleo delicioso al notar los dedos de Cristina andando en su escroto ,especialmente con las uñas ,decidió que sería  mejor cambiar de postura, y separó ligeramente sus fuertes muslos , lo que ella aprovechó inmediatamente para emplearse a fondo con aquel maravilloso paquete.

Así que estaban uno sobándole a fondo los genitales al otro : Don Rafael masajeando arriba y abajo sus labios mayores y menores , recorriéndolos con delicadeza y evitando el clítoris para dedicarse a él plenamente un rato más tarde, mientras Cristina agarraba la durísima polla del delegado, presa que abandonaba por momentos para abarcar el escroto y presionarlo ligeramente hasta sentir sus huevos moverse dentro , para dedicar unos instantes a acariciar el espeso vello que rodeaba todo aquello y volver de nuevo a agarrar la enorme tranca que portaba el visitador ; de vez en cuando se miraban , divertidos , y se empezaban a comer la boca , entre suspiros y gemidos de placer .

Curiosamente , Don Rafael se dio cuenta que aún no estaban al aire sus tetas , y recordó la presión de sus pezones en su pecho, a través de la camisa, y abandonó por un momento el masaje sobre la húmeda rajita de Cristina y , mientras miraba a la desconcertada amiga y compañera de su hijo, que le miraba expectante ,le sonrió con picardía , y con mano experta, le desabrochó el sujetador que todavía portaba; era de los que se abrochaban por delante , y sus pechos quedaron libres ante él, temblando ligeramente ; sus pezones , al contacto con el aire , se le pusieron erectos , y Don Rafael, mirando con ojos brillantes de deseo sus ahora expuestas areolas mamarias , la volvió a besar con pasión y dulzura , para volver a admirarlas ; ella se sentía deliciosamente vulnerable y entregada ante aquel hombre , esperando a que las tocase, las besase, las lamiese , las succionase ….

-          Cristinita , mira que estás buena, joder ….- dijo , sin quitar los ojos de sus pechos , relamiéndose mientras sonreía .

-          Usted si que  está bueno, Don Rafael ….- le respondió ella, casi gimiendo .

Y Don Rafael redobló  su ímpetu ante aquel tratamiento en tercera persona , sintiéndose tremendamente deseado y poderoso , volviendo a besarla y de nuevo atacando su entrepierna , dejándola a ella expectante ante a ver qué iba a hacer con sus glándulas mamarias ;Don Rafael, que estaba disfrutando de la visión de aquellas tetas tan formidables  que tenia  Cristina, quiso hacerla esperar para hacerle más placentero aún cuando comenzase con un leve masaje de sus areolas y pezones, algo que nunca fallaba , y se imaginaba su consistencia, su elasticidad, su suavidad ….

Entretanto, volvió a separar los labios mayores de su vulva, y de nuevo hundió ligeramente los dedos entre los menores, buscando introducir levemente el dedo índice por su vagina …..y su sorpresa fue mayúscula.

El dedo no avanzaba …..había algo que no se esperaba …un obstáculo ….

Y entonces entendió ….¡¡¡ Cristinita era virgen!!!

Se paró en seco en sus lúbricos manejos, y se separó de ella, mirándola desconcertado .

-          Pe…..pero….no me lo puedo creer ….- le dijo, boquiabierto, mirándola alternativamente a sus ojos ya su vulva .

Cristina, que no entendía nada, lo miraba extrañada y un poco asustada .

Entonces Don Rafael se acercó de nuevo, la abrió un poco de piernas y acercó la cara a su indefenso coño , separando bien los labios , y comprobando , al verlo , que el himen de Cristina estaba intacto .

-          Pero ….¡ si eres virgen! – le dijo, sonando como una acusación .

-          Pues si, Don Rafael, nunca he estado con un hombre ….- se atrevió a decir , desconcertada y algo avergonzada .

Don Rafael la miró , entre sorprendido y enojado, pensando en cómo una jovencita tan de buen ver como Cristina no se hubiese acostado con ningún tío , fuese estudiante o catedrático , y ahora estuviese dispuesta a hacerlo por primera vez con él .

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