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Un penique por tus pensamientos

en Textos educativos

El guión largo (—) y los diálogos de los personajes: http://www.todorelatos.com/relato/130640

Máquina automática de acotaciones: http://www.todorelatos.com/relato/130688

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UN PENIQUE POR TUS PENSAMIENTOS: EL USO DE LAS COMILLAS («»)

Aunque en la (inmensa) mayoría de los relatos de http://www.todorelatos.com se suele escribir en primera persona, a menudo los autores precisan exponer los pensamientos y las reflexiones internas de los personajes que no se expresan abiertamente en voz alta.

Existen dos maneras distintas de hacerlo, el estilo indirecto y el estilo directo:

Estilo indirecto: Estuvieron caminando más de dos horas y todos comenzaban a inquietarse. Maite comenzó a pensar que el pueblo estaba más lejos de lo que habían previsto.

Estilo directo: Estuvieron caminando más de dos horas y todos comenzaban a inquietarse. «El pueblo está más lejos de lo que habíamos previsto», pensó Maite.

* * * * *

El estilo directo es un recurso estilístico típico de la novela que deriva directamente de los soliloquios teatrales. Una forma de llamar la atención al lector y permitirle “leer la mente” del personaje sobre lo que acontece en la novela.

En todos los libros (de papel) que he leído, esta clase de incisos suele seguir una estructura parecida a la de los diálogos pero marcada con otro signo que no es el guión largo (—) sino las comillas angulares («»), para poder distinguirlos con total claridad. En raras ocasiones suele indicarse este texto escrito en cursiva, una clara intrusión del estilo anglosajón de redacción o bien una falta negligente de muchas editoriales al traducir y publicar best-sellers al poco de su estreno.

En la mayoría de las novelas suele indicarse utilizando las comillas angulares («»), también llamadas comillas españolas. Según la RAE se supone que debería de ser la norma, pero no he visto que se aplique a rajatabla.

Aunque sí he visto combinar las comillas angulares («») con el texto escrito en cursiva, valga la redundancia.

JAMAS he visto sobre el papel utilizar las comillas altas (“”), pero en la mayoría de los relatos de http://www.todorelatos.com y en muchos otros sitios de fanfics parece ser el estilo por defecto. Normalmente, según la RAE, las comillas altas (“”) o las semicomillas (‘’) se suelen reservar para títulos o motes, indicar sarcasmo y otros usos variados.

Personalmente, cuando empecé a escribir fanfics utilizaba las comillas rectas ("") y el texto redactado en cursiva. Más que nada porque, a veces, al Copiar-y-Pegar para publicar los fics, el formato de texto enriquecido, como el alineado, el centrado, las sangrías, el subrayado, las palabras en cursiva y negrita se perdía en el camino (Ya sabéis, los duendes/gremlins de imprenta). Un fenómeno extraño que también sucede a menudo en http://www.todorelatos.com.

Supongo que la mayoría de los que estéis leyendo esto, también empleáis algún método para resaltar los pensamientos de los personajes cuando escribís. Y que no empleareis las comillas angulares («») porque no las encontráis en un teclado QWERTY.

* * * * *

Las principales maneras de OBTENER estas comillas son muy tediosas:

Utilizar el Mapa de caracteres de Windows, copiar (ya sabéis, Control+C) y luego pegar (Control+V). Es el más arduo y absurdo.

Utilizando el menú Insertar y luego la opción Símbolo del editor de textos, cada vez que se precise. Igual de tedioso que el anterior.

Haciendo uso de la combinación especial de carácter especiales de Windows (Alt+X). Para ello escribid el siguiente código alfanumérico, resaltadlo con el cursor y pulsad el atajo (Alt+X):

00AB se convertirá en la comilla de apertura («)

00BB se convertirá en la comilla de cierre (»)

Usar la opción de Buscar y Reemplazar del editor de textos para intercambiar todas las comillas altas (“”) por comillas angulares («»).

Pero el método más simple (y el que emplean muchos escritores, por lo que he buceado en Internet, inclusive yo) es asignar una combinación de caracteres en la lista de autocorrección.

El ejemplo más práctico es usar dos veces el símbolo de menor que (<) que está situado a la izquierda de la letra Z, para el comilla de apertura («) y dos veces el símbolo de mayor que (>), que se obtiene manteniendo la tecla Mayús a la vez que se presiona la anterior tecla, para la comilla de cierre (»).

¿Por qué “dos veces” os estaréis preguntando?

Así os asegurareis de que estas comillas tan útiles aparecen cuando queráis y no porque se os haya resbalado el dedo en el teclado.

* * * * *

Pero, ¿cómo se UTILIZAN estas comillas? Su uso es parecido al del guión largo (—), consultad el tutorial que elaboré al respecto, excepto por una salvedades.

Siempre que comienza se escribe la comilla de apertura («), sin espacios en blanco seguidos. De la misma manera que con el guión largo (—) en los diálogos. Sin embargo al final de la entrada en la que se redacta el pensamiento se pone la comilla de cierre (») sin espacio en blanco.

Además las normas de puntuación relacionadas con el punto (.), la coma (,), y los signos de cierre de interrogación (?) y exclamación (!), etc…, son distintas.

Si el final de la oración señalada con las comillas angulares («») termina en punto (.), en coma (,) o punto y coma (;), tanto si es el final o no del párrafo en si. Se pone el signo en cuestión después de las comilla angular de cierre (») nunca antes.

También se aplica esa norma cuando la oración es interrogativa y/o exclamativa y termina con uno de estos signos, colocándolo antes de la comilla de cierre (») y todo junto sin espacios en blanco.

Es posible que esta construcción aparezca señalada como falta gramatical en los correctores de los editores de texto. Pero ignoradlos olímpicamente porque han sido programados por extranjeros que escriben con otro estilo narrativo muy diferente.

Aquí os pongo un ejemplo, de un extracto de la novela La Quinta Ola de Rick Yancey.

[…]

—¡Ben! —chillo, pero no me oye por culpa de los gritos, los estallidos y la ensordecedora implosión de doscientas toneladas de roca derrumbándose en el vacío creado por los Ojos.

La sombra borrosa que se dirige a nosotros se solidifica en una forma concreta, hasta que se convierte en un Humvee repleto de torretas para ametralladoras.

Qué cabrones más insistentes.

Ben ya lo ha visto, pero no tenemos elección: no podemos parar, no podemos dar media vuelta. «Al menos, el agujero también se los tragará a ellos», pienso.

Entonces, me caigo.

No sé bien por qué; no recuerdo la caída en sí. Estoy corriendo y, de repente, tengo la cara pegada al suelo y pienso: «¿De dónde ha salido esta pared?».

[…]

* * * * *

Existe otro uso de las comillas angulares, en concreto de la comilla de cierre (») que se me olvidó añadir en mi tutorial sobre los diálogos de los personajes. Cuando el dialogo es tan extenso que puede abarcar varios párrafos se divide encabezándolo con la comilla de cierre (»).

Esto se hace para evitar que los ojos del lector se pierdan entre tantas líneas. Un bloque de veinte líneas formando un parrafo enorme resulta molesto de leer, tanto en el ordenador como sobre el papel. Por la misma razón, en las novelas de papel, se suele añadir una sangría en la primera línea o en http://www.todorelatos.com se pone un espaciado automático tras cada salto de carro, para facilitar que los ojos se orienten instintivamente sobre el texto.

Al poner la comilla de cierre (») se indica que el mismo interlocutor sigue hablando y que es parte del diálogo. Es completamente incorrecto, y puede dar lugar a confusiones, poner otro guión largo (—) al dividirlo en distintos párrafos, tal y como he visto en muchos autores de http://www.todorelatos.com.

Pues cada vez que un párrafo comienza con este símbolo se suponer tácitamente que es el pie para que otro personaje hable.

Esta estructura puede parecer enrevesada, pero procede de las viejas obras de teatro que acabaron por evolucionar en lo que hoy conocemos como narrativa.

Aquí os pongo un (largo) extracto de la novela La Huésped de Stephenie Meyer para que veáis que el discurso de un personaje al relatar una historia se ve mejor al separarlo usando juiciosamente la comilla de cierre (») tanto en la pantalla del ordenador como en una página de papel con la ayuda de la sangría en la primera línea.

No hace falta os lo leáis entero, sólo ojeadlo por encima para ver el espaciado de los párrafos.

[...]

Mi corazón dio un brinco doloroso, y tuve que tragar saliva antes de poder responder.

—Sí, lo he hecho antes. En una emergencia, no aquí.

—¿Dónde? —preguntó—. ¿Cuál era la emergencia?

Era una historia que nunca les había contado por razones obvias. Era una de las mejores, con mucha acción. A Jamie le habría encantado. Suspiré y empecé a hablar en voz baja.

—En el Planeta de las Nieblas. Estaba con mi amigo Harness Light y un guía cuyo nombre he olvidado. Me llamaban allí Moradora de las Estrellas. Ya tenía por entonces una cierta reputación.

Jared soltó una breve carcajada.

—Estábamos haciendo un peregrinaje a través del cuarto de los enormes campos de hielo para ver una de las más famosas ciudades de cristal. Se suponía que era una ruta segura, y por eso íbamos sólo tres... A las bestias con garras les gusta cavar pozos y enterrarse en la nieve. Ya sabes, un camuflaje para montar trampas. No había nada aparte de la nieve llana e interminable, y un segundo después pareció que todo el campo blanco explotaba hacia el cielo. Un oso adulto tiene por término medio el volumen de un búfalo, pero una bestia con garras completamente desarrollada se acerca más al de una ballena azul, y aquélla era más grande que la mayoría.

»No podía ver al guía. La bestia con garras había aparecido entre nosotros, de cara a Harness Light y a mí. Los osos son más rápidos que las bestias con garras, pero ésta tenía la ventaja de la sorpresa. Sus enormes pinzas pétreas cayeron en picado y partieron a Harness Light por la mitad antes de que supiera qué estaba pasando.

Un coche descendió despacio por el aparcamiento y permanecimos en silencio hasta que hubo pasado.

—Vacilé. Debería haber echado a correr, pero mi amigo se estaba muriendo en el hielo. Yo también tendría que haber muerto a causa de esa vacilación si la bestia con garras no hubiese estado distraída. Descubrí más tarde que nuestro guía (¡ojalá pudiera recordar su nombre!) había atacado la cola de la bestia con la esperanza de darnos una oportunidad de salir corriendo.

»El ataque de la bestia con garras había levantado tanta nieve que aquello parecía una ventisca. La falta de visibilidad nos ayudaría a escapar. Él no sabía que ya era demasiado tarde para que Harness Light escapara. La bestia con garras se volvió hacia el guía y su segunda pata izquierda nos golpeó, mandándome por los aires. La parte superior del cuerpo de Harness Lightcayó a mi lado y su sangre derritió la nieve...

Estremecida, detuve un instante mi relato.

—Mi siguiente acción carecía de sentido, porque no tenía cuerpo alguno para Harness Light. Estábamos a mitad de camino de cualquier ciudad, demasiado lejos para correr hacia ninguna. Probablemente era cruel sacarlo sin analgésicos, pero no podía quedarme allí y verlo morir en la mitad despedazada de su oso anfitrión.

»Usé el dorso de la mano, el lado de cortar el hielo. Era más grueso que una cuchilla, causaba mucho daño. Sólo podía esperar que Harness Lightestuviera tan desvanecido que no pudiese sufrir el dolor añadido. Lo saqué del cerebro del oso con la parte interior de los dedos...

»Aún estaba vivo. Me detuve lo mínimo para cerciorarme. Le metí en el receptáculo para los huevos que había en el centro de mi cuerpo, entre los dos corazones más calientes, para que no muriera de frío, pero sólo duraría unos pocos minutos sin un cuerpo. ¿Dónde iba a encontrar un cuerpo anfitrión en aquel desierto?

»Pensé que podía intentar compartir a mi anfitrión, pero no sabía si podría mantenerme consciente durante el procedimiento de introducirlo en mi cabeza. Además, sin medicinas moriría enseguida. Con todos aquellos corazones, los osos se desangraban rápidamente. La bestia con garras rugió y yo sentí que el suelo vibraba a medida que sus enormes patas lo golpeaban. No sabía dónde estaba nuestro guía, ni si estaba vivo.

»Tampoco sabía cuánto le costaría encontrarnos, medio enterrados en la nieve, a la bestia con garras. Yo estaba al lado del oso destrozado, por lo que la sangre brillante atraería los ojos del monstruo... y entonces se me ocurrió una idea loca.

Me paré para reírme en silencio

—No tenía un oso anfitrión para Harness Light, y no podía usar mi cuerpo; el guía estaba muerto o había huido...

»Sin embargo, había otrocuerpo sobre el suelo helado. Era una locura, pero en lo único en lo que podía pensar era en Harness Light. Ni siquiera éramos íntimos amigos, pero yo sabía que estaba agonizando lentamente entre mis corazones y no podía soportarlo.

»Oí rugir a la enfadada bestia con garras y corrí hacia ese sonido. Pronto vi su dura y blanca piel. Corrí hacia su tercera pata izquierda y me lancé sobre ella tan alto como pude. Era una buena saltadora. Usé mis seis manos por el lado cortante para avanzar por el costado de la bestia. Rugía y giraba, pero eso no le servía de nada. Imagina un perro persiguiendo su cola. Las bestias con garras tienen cerebros muy pequeños y una inteligencia muy limitada.

»Llegué a la espalda de la bestia y trepé por la doble columna, aferrándome allí con mis cuchillas para que no pudiera desprenderse de mí sacudiéndose. Sólo me llevó unos segundos llegar a la cabeza de la bestia, pero ahí era donde residía la mayor dificultad. Mis cuchillas de hielo eran sólo... tan largas como tu antebrazo, quizá, y la piel de la bestia unas dos veces más gruesa. Impulsé la cuchilla tan fuerte como pude, cortando la primera capa de piel y membrana. La bestia con garras gritó y se levantó sobre las patas traseras. Estuve a punto de caer.

»Fijé cuatro de mis manos en su piel, y la bestia gritó y se sacudió, y con las otras dos manos corté más profundamente dentro de la herida que había practicado. La piel era tan gruesa y dura que no sabía si podría ver a través de ella. La bestia enloqueció. Se sacudía con tanta fuerza que lo único que podía hacer era sujetarme, pero el tiempo de Harness Lightse acababa. Introduje las manos en el agujero e intenté abrirlo. Entonces la bestia con garras se lanzó boca arriba sobre el hielo. Si no hubiéramos estado sobre su guarida, la fosa que había cavado para enterrarse, me habría aplastado, pero, aunque quedé conmocionada por el golpe, la caída en realidad me ayudó. Como mis cuchillas ya estaban en el cuello de la bestia cuando caí en el suelo, su peso las hundió más profundamente de lo que necesitaba...

»Ambos estábamos aturdidos, yo medio asfixiada. Sabía que tenía que hacer algo enseguida, pero no podía recordar qué era. La bestia empezó a rodar, atontada. El aire fresco me despejó la cabeza y recordé a Harness Light. Protegiéndolo del frío tanto como pude, lo saqué de mi bolsillo y lo introduje en el cuello de la bestia, que corcoveó, aturdida. Fue entonces cuando salí volando, porque había dejado de sujetarme para introducir a Harness Light.

»La bestia con garras estaba enfurecida. La herida de su cabeza no la mataría, pero sí le molestaba. La nieve se había asentado lo suficiente para que yo fuera perceptible a simple vista, sobre todo porque estaba cubierta con la sangre de la bestia. Era de un color muy brillante, un color que no tenéis aquí. Levantó las pinzas y las lanzó contra mí. Pensé que ahí se acababa todo, pero estaba tranquila porque al menos había muerto intentándolo.

»Entonces, las pinzas se clavaron en la nieve, a mi lado. ¡No podía creer que hubiera fallado! Me quedé mirando aquella cara enorme y atroz y estuve a punto de... bueno, no de reír, porque los osos no se ríen, pero así me sentía. Porque aquel feo rostro se había llenado de confusión, sorpresa y disgusto. Ninguna bestia con garras había tenido una expresión así antes.

»A Harness Lightle había llevado unos minutos adaptarse a la bestia con garras, ya que era un área muy extensa y había tenido que estirarse mucho, pero ya tenía el control. Se sentía torpe y lento, porque no tenía un cerebro muy grande con el que trabajar, pero bastaba con que supiera que yo era su amiga. Tuve que montarlo hasta la ciudad de cristal para mantener cerrada la herida del cuello hasta que encontráramos un sanador, lo que causó algo de revuelo.

»Por un tiempo me llamaron la Jinete de la Bestia, cosa que no me gustaba. Les pedí que volvieran a usar mi anterior nombre.

Mientras contaba la historia, había estado mirando al frente, hacia las luces del hospital y las figuras de las Almas cruzándose frente a ellas. Ahora me giré para mirar a Jared por vez primera. Estaba boquiabierto, con los ojos clavados en mi rostro, abiertos como platos.

Realmente erauna de mis mejores historias. Tenía que conseguir que Mel prometiera que se la contaría a Jamie cuando...

—Tal vez hayan terminado ya de descargar, ¿no crees? —dije rápidamente—. Acabemos con esto y volvamos a casa.

Siguió mirándome durante un minuto y sacudió lentamente la cabeza.

—Sí, acabemos con esto, Wanderer, Moradorade las estrellas, Jinete de la Bestia. Robar unas cuantas cajas sin vigilancia no supone un desafío muy grande para ti, ¿a que no?

[...]

* * * * *

¡Hasta que nos leamos!

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