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Mi prometida ninfómana 3

en Dominación

MI PROMETIDA NINFÓMANA 3

Cris continuo con su relato, que no dejaba de asombrarme. Así después de una pausa continuó.

“ Al día siguiente nos preparamos María y yo para el viaje, llevamos una muda de ropa, pues el plan era regresar al día siguiente, después de desayunar y mientras esperábamos la llegada de Alfonso y Sebas, nos sentamos a platicar y le dije que en ese viaje quería que se sintiera libre de cualquier moral, que quería que se volviera una jovencita moderna libre de tapujos y cursilerías, ella se rio y me dijo que exactamente era lo que quería, y me preguntó que si yo la cuidaría, le dije que por supuesto que la cuidaría y que sería su preceptora en ese viaje. Me confesó que le había encantado sentirse dominada por mí, que se excitó muchísimo cuando le estaba azotando, y que le gustaría que durante ese viaje le hiciera repetir esas sensaciones. Le pregunte si quería que fuera su ama durante esos dos días, y me respondió rápidamente que nada la haría más feliz. ¿Y estás de acuerdo en obedecerme en todo lo que te ordene? Le pregunté, --Si Cris haré todo lo que quieras, ¿así sean cosas pecaminosas? —Así sean las peores cosas, eso me excita mas--¿Cosas sucias? —Si, cosas sucias y repugnantes--¿Con el o los que te ordene que te lo hagan? —con los que quieras--. Muy bien María, así será, pero no hay vuelta atrás, y le di un beso diciéndole que esto sellaba el pacto de ama a esclava.

Llegaron por nosotras alrededor de las diez de la mañana, Alfonso se quedó extrañado de que María estuviera acompañándome, y le dije que yo la había invitado y su abuelo había accedido a este paseo que iba a ser de enseñanza para su nieta, al decir esto le guiñé el ojo y el comprendió de inmediato cuales era mis intenciones perversas con la niña.

Caray Cris, eres más perversa de lo que me imaginaba ja ja, le dije mientras saboreaba un trago de champagne esperando a oír hasta donde iba a llegar Cris en su enseñanza para emputecer a la pequeña María. Y continuó.

--Después de despedirnos del abuelo y recibir toda clase de recomendaciones sobre el cuidado de su nietecita, partimos en el jeep que había llevado Alfonso, él y Sebas iban adelante y nosotras nos sentamos en la parte de atrás.

En cuanto nos alejamos un poco de las cabañas le dije a Alfonso y a sebas que María sería mi esclava durante todo el viaje, y que cualquier cosa que quisieran de ella primero tendrían que pedírmelo a mí, y tendría que depender de mi aceptación. Los dos comprendieron bien, sobre todo que ya me conocían lo suficiente, el primero en hablar fue Sebas, que me sugirió que me pasara al asiento de delante y así tendría un mejor panorama de la selva y él se pasaría atrás con María, yo, sabiendo por donde iba la cosa le dije que me parecía buena idea, así que Alfonso detuvo el Jeep e hicimos el cambio ante el beneplácito de los dos viejos y sobre todo de Sebas que puso cara de lujurioso. Después de un rato y viendo que Sebas no le quitaba la vista a María, le dije que podía tocarla si quería, el inmediatamente puso una cara de felicidad mientras que María no sabía que hacer, por lo que le dije en tono autoritario, “Quítate las bragas para que el señor pueda tocarte a gusto”, ella obedeció de inmediato permitiendo a Sebas meter la mano y empezar a tocarla con lujuria. María cerró los ojos y empezó a gemir con pasión incitando a Sebas a seguir, mientras tanto Alfonso mirando por el retrovisor estaba sudando más que de costumbre y veía como se le levantaba el short con su erección. —me volteé hacia atrás y dije. si quieres puedes usar también la boca y la lengua Sebas, pero nada más., no se lo dije dos veces, inmediatamente se arrodilló delante de María y metió la cabeza mientras separaba las piernas de la pequeña que ya no aguantaba las ganas de algo más y empezó a gemir y decir “mas, más dame más por favor, Cris por favor dile que me meta algo que ya no aguanto”. Yo ya estaba también con mucha calentura y mi morbo me iba subiendo, pero me gustaba la situación de ver a la pequeña suplicando por sexo, así que le dije que todavía no era su turno, que lo único que tenía para satisfacerse era la lengua de don Sebas, y que si se portaba mal le daría una zurra, así, le dije a Sebas que cuando se cansara se podría cambiar de lugar con Alfonso, la verdad era que el pobre Sebas tampoco aguantaba su erección, así que me compadecí de él y le dije que parara para cambiarse de lugar y que yo le daría alivio. Se hicieron a un lado del camino y pararon la máquina para cambiarse de lugar, cuando Sebas se puso a mi lado le dije que se lo sacara, que quería darle un premio, no bien lo tuve en la boca y explotó con tres grandes descargas que me tragué para mi satisfacción, ahora si ya puedes manejar más tranquilo ja, ja. le dije.

Así entonces Alfonso pasó al asiento de atrás para satisfacer oralmente a María por otro rato, y para no hacerlo sufrir le dije a María, “Sácale la verga y mastúrbalo, pues el señor tiene ganas y para eso están las putas”, María obedeció y empezó a masturbarlo mientras Alfonso se recostaba y cerraba los ojos con placer--¿Puedo chuparlo un poco Cris? Me dijo---nada de eso, nada más con la mano, todavía no te mereces tener una verga en la boca, así que mastúrbalo y cuando vaya a correrse lo echas en esta botella de agua vacía, que de aquí en delante va a ser lo que vas a tomar cuando tengas sed ¿Me oíste puta? —Si Cris lo que tú digas, me dijo la pequeña pícara con cara de viciosa.

El camino a las ruinas Mayas no era muy largo pero al ser de terracería no permitía ir muy rápido, María y Alfonso estaban dormitando cuando Sebas me dijo que iba a parar un momento para descargar su vejiga, así que, cuando paró le dije a María que tenía que ayudar al señor a mear, ella me miró con cara de asco, pero le dije que la labor de las putas era eso, así que sin chistar más se bajó del jeep y acompañó a Sebas a un lado del camino y le dije—“ arrodíllate y saca su verga y se la mantienes hasta que acabe de mear y luego la puedes limpiar con tu boquita”.—Si Cris.  Sebas se tiró una gran meada y justo antes de acabar María acercó su carita y se la metió hasta el fondo en su boca recibiendo todavía un buen chorro, pero se lo tragó con el mayor de los gustos, y al terminar le dije ¿Que se dice cuando una recibe un favor? —Gracias, muchas gracias señor Sebas por darme un poco de sus meados. —Muy bien pequeña, ya vas aprendiendo.

Como a las doce del día llegamos a las ruinas de Quiriguá, eran realmente espectaculares , estuvimos recorriéndola por más de dos horas, durante los cuales dejamos a un lado el rol de ama esclava y nos dedicamos a admirar las ruinas y prestar atención a las explicaciones de un guía que estaba en esos lugares, como era entre semana éramos los únicos visitantes, así que todavía nos divertimos más, ya cuando estaba por caer la noche Alfonso nos estaba apurando pues no quería que nos agarrara la noche en el camino que nos dijo que era peligroso, así que comimos en una pequeña fonda que estaba a la entrada. Mientras comíamos le hablé a Alfonso para que me siguiera a un lugar en el que no pudieran oírnos, le dije que hablara a Puerto Barrios y que consiguiera dos putas del lugar y algún mulato bien dotado pues tenía un plan para María en cuanto llegáramos y que me gustaría una sesión con ellos antes de ir al club de sexo. Alfonso entendió enseguida y me dijo que prepararía un cuarto especial con las dos putas y el negro para las enseñanzas de María.

El viaje a puerto barrios duró unas dos horas, así que llegamos como a las ocho de la tarde, la casa de Alfonso era una casona vieja en las afueras de la ciudad, bastante grande y contaba con tres dormitorios, también tenía un cobertizo en el patio que estaba en la parte trasera de la casa que nos dijo que había arreglado para que pasáramos un buen rato. Allí estaban dos mujeres mulatas, bastante guapas, aunque bastante llenitas, por no decir gorditas, y un mulato imponente, tenía como treinta años y fuerte y alto como un roble, por mis adentros pensé que los habían escogido bien, pasamos a nuestro dormitorio pues queríamos asearnos y descansar un momento, en realidad quería platicar un rato con María para ponerla al tanto de mis planes perversos.

Estando en nuestra habitación tomé a María y le di un apasionado beso la tomé cariñosamente de la cara y le dije: “Esta noche tengo todo preparado para que te conviertas en toda una mujer, vas a sentir por primera vez un miembro de macho dentro de ti, ¿Estas nerviosa?”

--No, en realidad no, estoy esperándolo, lo necesito tanto como unos azotes de tu parte.

----Ya los tendrás querida, y también tendrás no una verga sino varias penetrando tu coño y tu culo.

---¿Varias? —

Si, varias. De distintos tamaños colores y sabores

 ---¿Pero estarás tú también?

---Si querida estaré ahí, estaré dándote ordenes que tu obedecerás sin chistar.

—Quiero que también me insultes, me excita que me llames de todo…

. Si, mi putita guarra, te voy a insultar y te ordenaré que hagas guarrerias, cosas sucias, cosas asquerosas.

 ---si, si, vamos ya, que no aguanto más.

La desnudé y le puse un collar de perro que traía conmigo para estos casos, ella estaba un poco turbada y me pregunto: “¿Tengo que salir así, desnuda? Es que no los conozco bien y me da vergüenza.”

—Así quiero, que te avergüences, quiero que vean lo puta que eres.

Yo me puse únicamente una blusa y atravesamos el patio en dirección al cobertizo en donde nos esperaban, cuando entramos, Alfonso, Sebas y el mulato se quedaron boquiabiertos viendo a esa belleza adolescente mostrando su desnudez, parecía una diosa. En el cobertizo estaban además las dos mulatas semi desnudas, cuando entramos llamé a las mulatas y les dije que mi esclava necesitaba un castigo pues se había portado mal, ellas entendieron inmediatamente y tomándola de la correa la ataron a unas argollas que estaban junto a unos colchones tirados en el suelo, una vez atada le comenzaron a azotar con un fuete que me había llevado de casa del viejo Anselmo, María chillaba, no de dolor sino de placer al sentirse azotada y observada por todos los presentes, después de que sus nalgas quedaron marcadas, hice una señal y pararon el castigo, me acerqué y desatándola la acosté en los colchones y les dije a las putas que la hicieran gozar, una de ellas se puso en cuatro con su cara en el sexo de María y comenzó a comerle el coño mientras la otra en cuclillas encima de su rostro le colocó el coño en su boca, mientras le decía que lamiera el coño de la puta. La pequeña viciosa se retorcía del placer que le suministraba la boca de una de las putas, y lamia el coño y el ano de la otra con verdadera pasión y euforia, yo me acerque y le pregunte que es lo que más deseaba, ella, despegándose del coño de la mulata me dijo casi en sollozos que ya quería ser mujer, que necesitaba una verga perforando su coño. Le hice una señal al mulato que se acercó a la cara de la niña y haciendo un lado a la mulata le acercó el gran falo negro a su pequeña boca y le preguntó “¿Quieres una verga como esta puta?”

—Si, si, métemela toda.

---¿En dónde la quieres guarra?

---en mi coño y después en mi culo.

Casi no terminó de decir esto cuando el negro metió casi la mitad de su gran falo en su boca, haciendo que casi se ahogara, el negro la sacó y montándose en ella, la penetró por completo en la vulva que estaba inundada de sus secreciones, aquello era todo un espectáculo, las dos figuras contrastaban, una belleza adolescente casi niña, perfecta en todas sus dimensiones y el gigante negro que le sacaba más de una cabeza de altura, estuvieron por más de diez minutos follando mientras todos estábamos absortos en aquel espectáculo que parecía de la bella y la bestia, hasta que se oyó un sonido fuerte y gutural del negro convulsionándose, mientras María jadeaba de placer., quedaron así uno sobre el otro unos minutos hasta que fui y le dije al mulato que tenía que dejar el paso a los otros, María me miró con cara de interrogación, y le dije que ahora le tocaba a su culo ser desflorado, ella me susurró:

…si, quiero una verga en el culo, quiero que me rompan en dos.

 Llamé a Alfonso y le dije que era su turno, él ya estaba más que listo , La chiquilla se puso en cuatro y Alfonso sin más preámbulos quería perforarla, pero le dije que primero había que prepararla, y acercando mi boca a su culo lo empecé a lamer, mientras ella se contoneaba pidiendo más, entonces le hice una seña a Alfonso y le dije que ya estaba lista, empezó a perforarla y aquello se veía casi imposible, pues la verga de Alfonso era realmente gruesa y larga, lo ayudé sacándola y metiéndola en mi boca lubricándola para facilitar la tarea, y así, al segundo embiste se la metió hasta los huevos mientras María lanzaba un grito, le dije a Sebas que aprovechara para meter su sucia verga en la boca de la pequeña que ya no se fijó en lo sucia que estaba y la empezó a chupar cual si fuera una paleta, después Alfonso intercambió lugares con Sebas y María efectuó su primer culo a boca, tuvo tres orgasmos y después de la eyaculación de Sebas en el culo ya dilatado de la pequeña María, esta cayó casi desvanecida, por lo cual El mulato la cargo y la depositó en la cama para reposar su primera follada. La dejé dormir como dos horas y la desperté con un beso sensual, ella me miró con los ojos aun llenos de lujuria y me dijo que había sido la experiencia más maravillosa de su vida, le dije que todavía faltaba más esa noche.

--¿vamos a ir al lugar de la mulata? —

Claro querida, tan pronto comamos unas ligeras viandas nos vestiremos apropiadamente para ir--¿Y que es lo más apropiado para ir a ese lugar?

—una falda transparente, una minifalda y sobre todo nada de bragas, ja, ja.

—Me abrazó y me dijo que no aguantaba las ganas de visitar ese lugar, le dije que a partir de que saliéramos iba a cambiar de amo.

--¿Ya no vas a ser mi ama, Cris?

—No querida, ahora vas a ser la esclava de Alfonso y yo seré la esclava de Sebas, que ya se lo prometí.

--¿Y podrá ordenarme cualquier cosa?

—Claro, y tu deberás obedecerlo, es parte del juego.

--¿Me pedirá cosas sucias?

—ja, ja, claro que te pedirá guarrerias, Alfonso es un viejo verde y le gustan las cosas sucias, pero veo que ya te estas volviendo más guarra que yo.

—Si, quiero ser bien guarra, Cris.

Esa noche cenamos un platillo especial que nos había preparado Alfonso, ostras frescas rociadas con la eyaculación del mulato y que nos funcionó como afrodisiaco. Nos vestimos como lo había planeado y salimos cada una con nuestro collar de perro y la correa jalada por nuestros respectivos amos. El local estaba en la zona de tolerancia del puerto, una zona en donde abundaban malvivientes, putas baratas y vagos pidiendo dinero para su droga. Todos nos volteaban a ver, pues no era frecuente que dos jovencitas con tipo de pijas anduvieran en esos lugares, más de uno se acercaba y nos ofrecía dinero por una mamada, pero sebas y Alfonso, que eran bien conocidos en esos lugares y respetados, los alejaban con alguna patada en el trasero.

Llegamos al local que buscábamos, se llamaba “La trampa”. Bajamos por unas escaleras estrechas que daban a un salón lleno de humo con un escenario pequeño y rodeado de mesas, todas estaban ocupadas y pensamos que nos teníamos que ir a buscar otro lugar, pero entonces un tipo gordo y sudoroso se acercó extendiendo los brazos y gritó “ Señor Alfonso, que gusto de tenerlo por acá, ahora mismo le tendré la mejor mesa” y haciendo un gesto llamó a un empleado que haciendo gala de su fuerza sacó a cuatro individuos que estaban en una mesa al frente del escenario.” Ahí tiene su mesa Señor Alfonso, espero que sus adorables…”. Esclavas, se apuró a decir Alfonso, “Si, si, usted y sus jóvenes esclavas y su amigo Sebastián estén lo mejor servidos, por lo pronto les mandaré una botella de nuestro ron especial”.

En todo el tugurio, las únicas mujeres éramos nosotras, eso me hacía sentir algo turbada pero también me dio mucho morbo imaginándome lo que pensaban los tipos, la mayoría eran gente mayor, había de todo, desde tipos que parecían obreros o pescadores hasta tipos que parecían salidos de alguna mafia del lugar, yo me divertía doblando las piernas para mostrarles mi rubia pelambre púbica y le murmuré a María que hiciera lo mismo, esto pareció divertirle pues lo hizo todavía más descaradamente e hizo que casi se le salieran los ojos a toda la audiencia. Entonces apareció una mulata espectacular, tenía como veintiséis o treinta años, alta y con un cuerpo de vedette y cara de muñeca, con labios ligeramente gruesos que la hacían aún más excitante, se acercó y extendiendo sus brazos hacia Alfonso le dijo: “Mi adorado Alfonsito, estoy feliz de que vengas a verme, saludó también a Sebas con un beso y dirigiéndose a Alfonso le dijo: “Pero mira nada más, que buena compañía traes, estas niñas no serán tus sobrinitas ¿verdad? Ja, ja.

—No, respondió, son mis putas y esclavas sexuales.

—Mmmm, se acercó a mí y se sentó a mi lado abrazándome, y tú, ¿de dónde eres, mi niña rubia? Porque seguro no eres de aquí.

-- soy española, y estoy aquí para servir a Don Sebastián.

—Pues que suerte de Sebas, y dime ¿que te ha obligado a hacer este señor?, porque acá Don Sebas tiene fama de ser muy perverso y cochino, ja, ja., dime Sebas, ¿que hace tu chiquilla rubia, para complacerte?

—Todo lo que le diga, ella me complace en todo absolutamente, hazle una prueba Salomé, dime que quieres que haga.

---Pues de principio que se quite toda la ropa y que quede toda desnudita para disfrute de nuestro auditorio.

¿y que más?

–Mmmm, luego te diré, quiero que me acompañe al escenario cuando me toque el turno y que haga lo que le ordene hacer…Muy bien. ¡Trato hecho!, Cris desnúdate para que vean que clase de mujer es mi esclava.

---Si, mi amo, (le dije sumisamente), y acto seguido me quedé completamente desnuda para deleite de todo el público que aplaudió. Salome dijo “Caray que buenas tetas y culo tiene tu güerita”, y dime: ¿te gusta mamar vergas?

—Si claro, lo que me ordene mi amo.

—Y ahora tú, jovencita, dijo Salomé refiriéndose a María, ¿de dónde eres preciosa?, porque, aunque eres un poco morena tus rasgos son diferentes de las nativas-

--Sí, contestó María, mi padre era de aquí y mi madre de Tailandia.

—Pues vaya mezcla que hicieron, pareces una modelo chiquilla, y dime, ¿eres la esclava de don Alfonso?

—Si, soy su esclava y hago todo lo que mi amo me diga.

—Uahuuu, pues también quiero que te desnudes como tu amiguita.

---Si me lo ordena mi amo contesto maría.

—Claro por supuesto, a ver puta, cumple los deseos de mi amiga, y de todo lo que te diga. Entonces María comenzó a desnudarse para beneplácito de todos los presentes que se quedaron atónitos con la belleza y juventud de María. —Bien chiquilla también quiero que pases conmigo a escena cuando te lo ordene.

—Lo que usted diga señora, le dijo María.

Quiero que me hagas una prueba de obediencia, ¿puedo don Alfonso? —claro, claro, María te obedecerá en lo que le pidas, je, je.

--Primero los voy a invitar a que pasemos al palco especial.

--Diciendo esto nos llevó a una especie de palco con cortinas situado también a un lado de la pista del espectáculo, tenia puerta de suerte que daba privacidad, había varios sillones en las que nos acomodamos, entonces Salomé se dirigió a María.

 –Mira María, ¿ves ese jovenzuelo todo sucio que anda pidiendo limosna en las mesas para drogarse?

María lo vio poniendo una carita de terror y le dijo—si, si le veo.

—pues bien, lo voy a llamar para que le des alguna limosna.

—Salomé se levantó y dirigiéndose al joven mendigo lo tomó de la mano y lo llevó al palco diciéndole “a ver jovencito, ¿que es lo que buscas?”

—Algunos centavos para comprar algo para comer

—bien, bien, mira, te voy a dar esto, y sacando un billete de cinco dólares se lo enseñó al mendigo, este alargó la mano, pero la mulata se lo quitó inmediatamente, y le dijo, primero te lo tienes que ganar, ¿ves esta jovencita? Le dijo señalando a María, el jovenzuelo asintió con la cabeza—Pues se ha portado muy mal y necesita unos buenos azotes, ten esta fusta y dale en las nalgas hasta que te diga, Salome entonces le dijo a María que se arrodillara encima del sillón en que estaba sentada recargándose en el respaldo, de tal manera que mostraba su pequeño culo, Salomé le dio la fusta al joven y le dijo, ¡ Azótala!, el joven indigente empezó a azotar a la pequeña María, mientras Alfonso miraba con cara libidinosa como ella gozaba cada vez que la fusta azotaba sus nalgas, después Salomé le dijo que ya bastaba y que ahora  tenía que hacer gozar a la niña con su boca, María se sentó y abriéndose de piernas permitió que el joven vago se hincara y metiera su boca en el sexo de la joven que empezó a gozar intensamente cuando sintió la lengua del muchacho penetrar su sexo húmedo, no tardó en tener un orgasmo y le pidió a Salomé que le ordenara al mendigo que se la follara, Salomé se rio y le dijo que tenía que aguantar al show, pero agarrando la verga sucia del muchacho le dijo que lo único que podría tener era su leche, y tomando la verga del muchacho empezó a masturbarlo  hasta que este empezó a descargar copiosamente dejando un gran charco de esperma en el suelo, cuando hubo terminado, Salomé le dio los cinco dólares prometidos y lo despachó riéndose, y dirigiéndose a María le dijo, que ahora tenía que limpiar el piso. El ver a la pequeña María en tal grado de humillación hizo que despertara en mí el deseo perverso de verla cada vez más degradada, así que me puse encima del charco de semen y solté un pequeño chorro de orina, Sebas se unió también echando una gran meada seguido de Alfonso que escupió varias veces. Entonces para coronar, Agarré a María de su preciosa melena haciendo que cayera de bruces en el piso con su rostro encima de aquella mezcla asquerosa y sin decirle nada empezó a lamerla hasta dejar el piso sin rastro. Después tomé a la pequeña y levantándola la besé en sus labios saboreando los restos y le dije que era maravillosa, me miró con una cara de sumisión que todavía aumentó el morbo de verla más humillada.  Salomé se volteó hacia Alfonso y le dijo.

 ---“Alfonso, tienes una perla virgen en esta muchachita, déjamela una noche y te prometo que ganaras una fortuna “

…Alfonso le dijo que esa noche era nada más de él, pero que ya iban a haber otras más, en eso se obscureció el local y empezó una música tropical, mientras anunciaban a Salomé, como la más caliente de Guatemala. Salomé salió al escenario y empezó a hacer un strip tease mientras la audiencia gritaba obscenidades, cuando terminó de quitarse la última prendas, salió a escena el negro que la acompañaba, completamente desnudo  mostrando una tranca inmensa en completa  erección, todos aplaudían y entonces Salomé anunció que esa noche tenía una sorpresa y acercándose a nuestra mesa nos llamó, Alfonso y Sebas estaban muy entusiasmados y cuando subimos a la tarima se oyó una exclamación de asombro y luego aplausos al ver nuestros cuerpos juveniles completamente desnudos, Salomé entonces le dijo a María que se acostara boca arriba mientras ella con movimientos voluptuosos se fue acomodando sobre ella en posición sesenta y nueve y empezaron a gozarse mutuamente con sus lenguas mientras el negro se colocaba detrás de Salomé y la empezaba a sodomizar, mientras eso sucedía me hizo una señal de que me acercara y me susurró que le lamiera el culo al negro para que se calentara más, así pues, la escena era completamente lujuriosa mientras todo el auditorio gozaba y gritaba obscenidades como “ Enculate bien a Salomé” o cosas por el estilo, después el espectáculo empezó a subir de tono cuando el negro empezó a sacar la verga del culo de la mulata para llevarlo a la boca de María que ella tomaba golosamente para limpiarla, después el negro la sacó del ano de la mulata y empezó a gritar “ Sultán, ven “, y salió un perro enorme, creo que era un gran danés que el negro agarró de la correa y lo llevó a montar a la mulata formando un espectáculo completamente morboso y guarro, Salomé y María mamándose en sesenta y nueve , el perro follándose a Salomé dejando la boca de la niña a centímetros del sexo de la mulata y del miembro canino que entraba y salía escandalosamente y que María aprovechaba para lamerla con los jugos de la mulata , el negro enculando al perro y yo, la última, lamiendo el culo del negro, esto duró varios minutos, en los cuales el público gritaba enardecido, por otro lado María estaba disfrutando al máximo su actitud de mamadora que era recompensada a ratos haciéndole lamer la verga del perro chorreando de jugos de la mulata , yo también por supuesto estaba muy caliente con toda esta escena y tomaba la verga del negro que sacaba del culo del can y me lo metía a la boca sin más preámbulo lamiéndola toda para volverla a meter, así estuvimos un rato, hasta que los machos soltaron su eyaculación, el perro en el coño de la mulata, y el negro en el culo del animal, después Salome se sentó en la boca de María y le soltó toda la lefa que ella degustó golosamente, yo, por mi parte, me puse a chupar la lefa del negro directamente del culo del animal. En fin, toda una animalada.

Así, salimos del antro apestando a semen por todos los poros, María estaba irreconocible y pedía más, me dijo que necesitaba que una verga la perforara, esto lo oyó el degenerado de Alfonso que nos llevó a un callejón en donde se juntaban los vagos y los borrachos y le dijo a María, “Si quieres más verga, aquí hay bastantes”. Me di cuenta de que ya era mucho para una noche, así que muy a pesar de María, de Alfonso y de Sebas, les pedí que nos llevaran a casa pues al día siguiente teníamos que ir a casa de María donde Anselmo nos esperaba, María me rogó que la dejara otro rato pues quería ser follada por alguno de esos desarrapados, y le dije que al llegar a casa de Alfonso podía darles una mamada a ambos, eso pareció dejarla satisfecha, así que cuando llegamos, Alfonso estaba más que dispuesto, ambos se sacaron sus pollas mientras la pequeña se arrodillaba, se había convertido en una auténtica mamona!, tomaba la verga de uno y pasaba a la otra de una manera muy sensual, yo la observaba con envidia, pues a mí también me apetecía, pero era mucho para los dos vejetes, pues cuando eyacularon en la boca de la niña quedaron completamente agotados, esa noche nos fuimos a dormir muy satisfechas pero antes de eso y ya recostadas, me pregunto si ya se había convertido en una buena puta, le dije que era fantástica, que era una mamona profesional, y que teníamos que planear bien de que manera involucrábamos a su abuelo, que ya tenía alguna idea….

continuara...