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Mi prometida ninfómana 5

en Trios

MI PROMETIDA NINFÓMANA V

Agradecería sus comentarios. y sugerencias gracias.

Pasaron algunos días, y llegó el día esperado. Esa tarde acudimos al aeropuerto a esperar a María.

Cris estaba muy emocionada, y yo con mucha curiosidad y morbo de conocerla después de lo que Cris me había contado, era la primera vez que teníamos una visita en casa, y esta prometía ser muy especial.

Cuando salió del control de llegadas, la reconocí de inmediato, era tal y como la describía Cris, o mejor dicho se había quedado corta, María era una belleza exótica, delgada, con pechos pequeños, no media más de 1.60 y tenía una cara de niña traviesa con nariz pequeñísima, ojos grandes y verdes, ceja tupida, pelo lacio y negro que le llegaba a los hombros, y un color canela de su piel que le daba realce a su belleza.

Cris la alcanzó dándole un abrazo y un beso, la atrajo a mí y me dijo.

---Jordi, te presento a mi mejor amiga.

María se adelantó y dándome un beso en la boca, me dijo con una voz cálida y encantadora.

---Hola Jordi, encantada, estoy feliz de estar con vosotros. Y dirigiéndose a Cris le dijo.

--Tu novio es guapísimo Cris, me encanta.

No pude evitar sonrojarme, ni tampoco evitar una erección que trataba de disimular sin éxito, tanto así, que Cris me susurró al oído.

---Mmmm, se te ve muy emocionado, ja, ja.

En el trayecto a casa, la plática se centró en su experiencia en el avión (era la primera vez que volaba) y en preguntar cómo había dejado al abuelo, María contestaba, pero no dejaba de mirar todo lo que pasábamos, estaba fascinada.

 Cuando llegamos al departamento se quedó admirada del lujo y tamaño de las habitaciones, Cris la llevó a la habitación que había preparado para ella, y le dijo que si quería, podria reposar un rato y tomar una ducha o un baño de tina de hidromasaje. María estaba estupefacta, y abrazó nuevamente a Cris casi con lágrimas en los ojos de la emoción.

Esa tarde comimos un ligero refrigerio y brindamos con champagne por nuestra invitada.

Estuvimos charlando varias horas, el champagne comenzó a mezclarse dentro de nosotros y empezamos a sentirnos más relajados, cosa que permitió a Cris encausar la plática hacia el tema que deseaba, que era el sexo.

---Yo creo que hay dos tipos de mujeres fogosas, las sumisas y las dominantes, o sea, esclavas y amas. —Dijo Cris, dirigiéndose a María, quien escuchaba atentamente.

--Yo me catalogo de ambos tipos, a veces me gusta ser esclava y otras veces ama, y, tú, María, ¿a cuál de ellas perteneces?

María, al principio pareció turbarse, pero contestó sin mostrar duda alguna.

--Yo creo que ya sabes la respuesta, amiga, ja, ja. —contestó dirigiéndose a Cris.

--Definitivamente soy sumisa, me encanta el papel de esclava y de un amo que me dé ordenes, me excita muchísimo que diga guarrerias, e incluso que me azoten—

María desvió la mirada hacia mí, y sentí como su pie se posaba en mi entrepierna haciendo más inaguantable la presión ocasionada por la tremenda erección que tenía.

Cris se dio cuenta de la avanzada de María, y tomándome la cara me dio un beso sumamente apasionado, y dirigiéndose a María le dijo.

---¿Te apetecería que esta noche fuéramos tus amos, Jordi y yo?

--creo que nada me haría más feliz, es más, lo vengo deseando todo el viaje.

Cris se levantó de su asiento aproximándose a María y tomándola suavemente de las mejillas la beso apasionadamente mientras con una mano me indicó que me acercara.

--Ven mi amor, nuestra invitada está esperando tus besos.

Me acerqué y la besé lujuriosamente mientras mi mano bajaba a su entrepierna en donde noté la humedad en su pubis descubierto.

---Ven querida---dijo Cris tomándola de la mano. ---vamos a prepararnos con la indumentaria adecuada.

Pasaron unos minutos, suficientes para desnudarme y ponerme una bata japonesa negra que Cris me había regalado para usarla en ocasiones especiales, me dirigí a su habitación, y cuando abrí la puerta, me encontré con ese espectáculo fascinante, María, completamente desnuda, con excepción del collar de perra, que Cris conservaba siempre a mano, tenia una correa que Cris sostenía, la figura de María era indescriptible, sus pechos pequeños con sus diminutos pezones completamente erguidos, su sexo mostraba una ligera pelusa negra que lo hacían todavía más apetecible, Cris también estaba desnuda a excepción de unas botas negras hasta casi las rodillas.

--Mira, Jordi, esta puta que ves, es nuestra esclava esta noche, hará todo lo que le pidamos, sin excepciones, ¿Verdad, puta?

--si mi ama, si mi amo, haré todas las guarradas que me pidan, mi sexo, mi culo y mi boca estarán a su disposición, seré el receptáculo de todos sus antojos por más sucios que sean.

Entonces Cris, agarrándola por la correa, la hizo arrodillarse y me dio la fusta.

--¡Ahora azótala Jordi, que esta marrana necesita eso para comportarse como lo que es!

Agarré la fusta y comencé a azotarla en sus nalgas morenas, en cada fustazo, maría pedía más, gritando.

--¡Dame más duro cabrón, sácame sangre, dime que soy una marrana!

Por primera vez, hacía una cosa como esta, azotar a una linda jovencita, no lo creía, pero me estaba excitando cada vez más. Cuando Cris se dio cuenta que empezaba a pegarle más duro, me hizo la señal de parar.

 La atrajo sibilinamente hacia ella y la besó en la boca, y la hizo que se pusiera en cuatro patas en la cama ofreciéndome su culo, Cris se acostó bocarriba opuestamente y debajo de María, de tal manera, que su cara quedaba frente a su vulva palpitante de deseo, y empezó a besarla y lamerla, yo me arrodillé detrás del culo ofrecido, aparté sus nalgas suavísimas y contemplé fascinado el espectáculo de su pequeño ojete azul que cubrían unos delicados pelitos. Apoyé la lengua y lamí ese fabuloso y oloroso pozo. Cris, mientras tanto, chupaba con avidez ese coño núbil, inflamado de deseo.

El espectáculo era soberbio, y mientras Cris seguía chupando y lamiendo ese coño adolescente, yo la penetré por detrás, dejando que Cris tuviera todo el espectáculo de esa fantástica cópula, justo arriba de sus ojos, María gemía lentamente musitando palabras inaudibles, entonces Cris, tomó mi verga y la metió en su boca mezclando los sabores de su coño, de mis secreciones seminales y de su culo, no dilató mucho para volverla a insertar, y sacarla nuevamente, más empapada y olorosa. Cuando Cris imaginó que estaba a punto, sacó la verga y la metió en su boca sedienta para recibir todos los chorros de mi esperma y tragarlos golosamente.

 Cris se apartó y acostó a María bocarriba, le hizo levantar las piernas ofreciéndome su coño, mientras la besaba suavemente y se ponía en cuatro patas con la cara arriba de su sexo esperando el acoplamiento de mi verga que ya estaba preparada para el segundo embiste.

El coño de maría era agradable, tenia la calidad de una boca. Y que bien sabía usarlo, cogió mi ritmo inmediatamente y movía en círculo sus ancas con ligeros espasmos, mientras, el coño de Cris estaba pegado a la boca de la niña, ella me besaba apasionadamente y se movía tratando de que María introdujera todavía más la lengua en su vagina.

--Eres un hijo de puta---exclamó María separando momentáneamente su boca del coño hambriento de Cris, mientras ella nos miraba con placer y movía su coño nuevamente a la boca glotona de María.

De pronto, noté la sacudida del placer, María contrajo sus músculos y yo empujé mi polla con toda la fuerza que pude. Noté como el chorro caliente de mi semen entraba en sus entrañas. Miré como María se sacudía por su orgasmo, y también Cris hacia lo mismo sobre la boca de la pequeña. Nos quedamos los tres calmos y satisfechos, Cris se levanto ligeramente y empezó a echar un gran chorro de orina en la boca de María, a ella le tomó de sorpresa, e instintivamente hizo a un lado su cara, pero luego recapacitó, y volteó, abriendo la boca y tragando los últimos chorros del líquido ambarino. Nos quedamos los tres ovillados, radiantes y felices.

--Sois la hostia---dijo de pronto María—la pura hostia.

Todos nos echamos a reír. Cris se levantó y fue a servir unas copas, volvió a la cama y dijo dirigiéndose a María.

--Por ti, mi pequeña y ninfómana amiga, feliz estancia en España. —

--¿Por qué no me la chupáis las dos? Les pedí.

--Si mi amo, dijeron las dos chicas al unísono.

Cris se levantó y tomó una botella de amaretto, se echó un poco en los dedos y me cubrió la polla del licor, entonces empezó a lamerla delicadamente, y le indicó a María que se pusiera con ella a la dulce tarea. La imagen era divina, Mis dos chicas arrodilladas chupaban al unísono mi verga que iba recuperando su prestancia. Primero Cris chupaba la cabeza mientras María lamía todo el tronco, luego las dos se pusieron a chupar la columna entera, había un ruido erótico del chapoteo de sus bocas, la saliva chorreaba por mi verga inundando sus manos y mis muslos, notaba la inminencia del chorro ardiente arrancar, subiendo polla arriba. Entonces, dejé que mi rio brotase contra la boca y nariz de María, Cris le arrebató el juguete y chupó con avidez, Después María la tomó entre sus labios y compartieron el esperma aun caliente. Nos quedamos quietos, las cabezas de las dos bellezas, reposaban junto a mi verga goteante, y sus bocas estaban brillantes de semen. Entonces me vino una idea malsana, me levanté, con mi polla flácida apuntando a sus rostros que me miraban interrogantes, y empecé a lanzar un gran chorro de orina, apuntando a sus lindas boquitas que ellas abrieron como perritos esperando su premio, fue una de las meadas mas gratificantes que he tenido, las dos tragaron hasta la última gota, y después se besaron y seguidamente me hicieron compartir el sabor que aun quedaba en sus bocas.

Después de esa noche, todos los días dormíamos los tres en la misma cama, María era como un perrito mimoso, si me levantaba en la noche a mear, María me acompañaba y se hincaba a un lado del váter mientras sostenía mi verga, y al final la chupaba con devoción, después de la primera vez que lo hizo, siempre guardaba las ultimas gotas para su boca, lo mismo hacia con Cris, se hincaba delante de ella y después ya no tenia que usar papel higiénico, a veces, al despertar, sentía la boca de María envolviendo a mi verga semi erecta, como un bebé con su chupete.

Por las mañanas, recorríamos Valencia, le encantó la ciudad de las artes y las ciencias y nos hizo acompañarla dos días seguidos, María resultó ser una joven inteligentísima, su cerebro era una esponja que recogía todo lo que veía. Por mi parte nunca me sentí mejor, acompañando a dos bellezas, y veía como me miraban con envidia todos los que pasaban a nuestro lado.

Dos días antes de salir a Barcelona a reunirnos con Abdul y compañía, Cris, durante la cena, nos platicó cuales eran los planes que había acordado con sus amigos. Cuando llegáramos ya tenia reservada una suite en un hotel en el barrio gótico, los dos primeros días nos dedicaríamos a turistear para mostrarle las bellezas de la ciudad a María, y el tercer día había invitado a sus amigos a comer y después en la noche, Abdul ya tenia la función lista en el local en donde la conocí, esta vez la actriz principal sería María, y el guion era mas o menos semejante a lo que hacia Cris, y nosotros seriamos también parte del elenco, yo no estaba muy a gusto con mi participación, pero Cris me insistió y convenció diciéndome que iríamos con antifaz ambos, pero que María no tenia caso que lo usara pues nadie la conocía.

Continuará….