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La novia ninfómana III La historia de Cris

en Sexo con maduros

La novia ninfómana

Capítulo 3

La historia de Cris

 

Al día siguiente, la vi, estaba como siempre, despampanante, con esa carita angelical, provocativa y sensual que conquistaba a todos los que pasaban a su lado, fuimos a la cafetería de costumbre, tomamos un café mientras yo trataba de disimular toda mi inquietud y rabia interior, por fin, me animé y empecé con mi plan elaborado durante toda la noche. Le dije que me habían prestado una peli porno y le pregunté si le apetecía verla conmigo, me miró con asombro, se rio y me dijo que no tenía idea que me gustaba el porno, le dije que de vez en cuando se me antojaba, y que podíamos ir a su casa y verla mientras me invitaba una cerveza.

“Ok, me hace ilusión la idea de ver una peli porno contigo.” me dijo con una sonrisa encantadora.

Por raro que pareciera nunca había entrado a su casa, o más bien nunca me había invitado a pasar, las veces que la acompañaba me despedía con un beso amoroso en la puerta y ya, pero esta vez fue diferente, me invitó a pasar y me quedé asombrado del lujo con que vivía, nunca me lo pude imaginar, era un piso bastante grande, le calculé unos 150 metros cuadrados, la estancia estaba amueblada con un estilo muy moderno toda recubierta en piel, y un gran mueble con todo tipo de electrónica con tecnología de punta, desde una televisión de 60 pulgadas hasta lo último en sonido y reproductores de video, los muros tenían una gran cantidad de obras de arte que pensé que valdrían una fortuna.

--“Bueno, pues aquí tienes todo lo necesario para ver tu peli porno, y, es más, si te apetece puedo hacer unas palomitas de maíz, (risa)”, me dijo lanzándome una mirada cómplicey pensé, con la rabia que me carcomía, que en un momento se le iba a quitar la risa.

“Bueno, estupendo, por cierto, tienes un piso maravilloso”. Le dije
“Si, algún día te contaré como lo conseguí”.
Yo por mis adentros pensé irónicamente que seguramente habría sido puteando.
Nos sentamos en el sofá y puso el DVD que le había traído sentándose a mi lado y abrazándome cariñosamente. No bien hubo empezado el video, cuando vi cómo, su preciosa carita se iba descomponiendo y empezaba a palidecer, en seguida detuvo el DVD y se paró delante de mí, con el rostro descompuesto, nunca la había visto de esa manera, estaba calmada pero su cara reflejaba ira y una angustia interior, cuando se dirigió a mí, con mucho coraje y lágrimas en sus ojos. En ese momento me sentí el ser más ruin de este planeta.
“Ya veo que me has jugado una broma muy pesada, me lo merezco, pero ahora que me conoces vas a tener que decidir si quieres seguir conmigo tal como soy o nos despedimos para siempre, pero antes debes saber que te amo inmensamente, que eres el hombre de mi vida, y si decides lo primero es que me amas y me aceptas como soy, así como yo te he aceptado siempre como eres… Tú decides mi amor”.

A medida que hablaba iba calmándose y tomando otra actitud.

“Antes, te voy a decir que ya había resuelto contarte como era yo en realidad, me ilusioné la vez que me dijiste que no te importaría si yo tuviera otras costumbres diferentes a las tuyas, únicamente estaba esperando a que madurara nuestra relación un poco más y no te dejaras guiar con moralidades estúpidas de gente envidiosa, por eso mi insistencia en que leyeras los libros de los grandes escritores de la literatura erótica”.

Su respuesta me dejó frio, nunca me imaginé que fuera a reaccionar de esa manera, en cuestión de segundos pasé de acusador a inculpado, de justiciero a insensato, ella, al ver mi turbación se acercó, y tomándome en sus brazos me dijo:

“Perdóname Jordi., nunca quise burlarme de ti, yo pensé que algún día disfrutarías de tenerme tal como soy, viéndome tener sexo con otros y disfrutando de mi placer y hacerlo tuyo. Y pensé que aún disfrutarías más, sabiendo que yo sabía que estabas allí viéndolo, sabiendo que yo quería que vieras y disfrutaras.

Te amo., y nunca haré algo que te haga infeliz... De hecho, si no fueras tan tímido yo haría cosas que te hicieran feliz más allá de tu imaginación. Y créeme que ya tengo idea de que tan extremos podrían ser tus sueños, mi único deseo es que me disfrutes,”

- “¿Te acuerdas cuando te pregunté qué harías si yo fuera ninfómana?, pues eso es lo que soy, Jordi, soy ninfómana, hipersexual, así nací y no puedo vivir de otra manera”.

En ese momento todo ese mundo que había imaginado se desmoronó, toda mi sed de venganza se terminó, me había desarmado completamente y la ira que se había adueñado de mí desapareció, y en su lugar, me sentí inmensamente mortificado por mi mezquindad, pero agradecido por lo que me decía y la oportunidad que me brindaba de seguir juntos, le aseguré que estaba locamente enamorado de ella y que no la dejaría por nada del mundo.

... “Oh, Jordi, me haces tan feliz, mira, escucha, hay tanto gozo esperando por ti. Mi dinero te comprará todo el placer que esta tierra te prodiga y todo lo que tu imaginación de hombre puede ofrecerte. Y lo que el dinero no pueda comprar, te lo daré yo misma usándome para ello. Un poeta dijo que la tierra era un lugar para amar, y así es. Si solamente eres honesto contigo mismo, te sacudirás de todas esas reglas chabacanas que la gente infeliz e hipócrita inventa en su mediocridad. Debes dejar de sentir lo que la gente te haya dicho que debes sentir y empezar a tener conocimiento de lo que genuinamente sientes en la parte más secreta de tu corazón. ¿Por qué no vivir tus emociones, en lugar de las de ellos?”

“Oh, yo sé que no es fácil al principio” siguió diciendo. “Puedo entender un poco que tan avergonzado te sientes”.

Ella se acarició a si misma a través de su blusa de seda, se estaba poniendo intensamente excitada. Metió su mano en la blusa y empezó a pellizcarse los pezones.

“Quiero que las veas y también que mires mi coño sin ninguna vergüenza”.

Cris deslizó su otra mano bajo su falda. Su voz se volvió más gutural.

“Mira, ahora tengo mis dedos en el coño, ¡Dios, estoy tan húmeda! Si quieres, me recuesto y me subo la falda para que veas como me acaricio por el tiempo que quieras, ¡Me hare correrme yo misma para que veas mi orgasmo!”.

Ella me tomó de la muñeca, y gentilmente me empujó en el sofá

“Solo piensa mi amor, que para el resto de tu vida podrás usarme de cualquier forma que desees. Todos esos pasajes húmedos y especiales de mi cuerpo están a tu servicio. ¡Inclusive mi coño que podrás usar sin ninguna protección! ¡Todo lo que quieras probar, no importa que tan sucio, no importa que tan pervertido, solo tienes que pedírmelo y lo haré y gozaré haciéndolo!, en tan solo unos días, estarás chupando mis pezones y lamiendo mi coño, follaras mi coño y follaras mi boca y follaras mi culo, si, también mi culo; y, lo que, es más, te encantará, de la misma manera que me encanta a mí. No te mientas a ti mismo Jordi., es algo que no te puedes engañar, Que seas tímido y que te avergüence que esté hablándote de esta manera es correcto, es natural. Pero sé cándido en esa parte de ti mismo en donde nadie sabe que estás pensando. Si puedes ser honesto contigo mismo, entonces podrás tener todo el milagro de este extraño y especial universo que te estoy ofreciendo. Ese mundo que la gente persigue sin encontrarlo y que de pronto se encuentran con que es demasiado tarde, y que ya están viejos.

Así, podrás estar en este paraíso, podrás disfrutar follando mi culo. Y podrás admitir cuanto regocijo te dan los usos que me podrás dar. Me podrás mostrar a tus compañeros de la facultad, y si quieres, me los follaré. ¡NO TE CONMOCIONES!, admite que hay algo dentro de ti que te emociona imaginar viendo cómo se follan a tu novia! Yo serviré a tus amigos, puedes incluso intercambiarme para que te ayuden a follar a sus hermanas, y tantas otras cosas…Podemos arreglar para que me espíes en el elaborado ritual de un hombre seduciéndome, también que mires como hago el amor con otras mujeres, o llevarme algún vagabundo, el más sucio que encuentres y que despierte tu morbo al ver como hago las cosas más bizarras y sucias con él, me veras lamiendo su asquerosa verga y limpiando la suciedad de su culo con mi lengua y … verás a hombres azotándome, y descubrirás que tú también quisieras azotarme, y me azotarás, y gozarás viendo como disfruto que me castiguen, y que después de ser flagelada estoy aún más sexi...

¿Quieres saber cómo fueron mis inicios en volverme la mujer completa que soy?, escucha con atención. Pero antes quiero que me digas algo con toda franqueza.

 

--Dime, le dije, claro que lo haré.

 

“Bien, por lo que veo, viste completo el DVD que trajiste y tal vez otro más, pero dime ¿Te excitó?,¿Te gustó?”. Me dijo tomando mi cara con sus dos manos, mientras me dirigía una mirada llena de amor.

 

Pensé bien en lo que iba a responder, quería ser franco con ella, pero a la vez no quería insultarla así que le dije:

“Me dejó en shock, Cris, en realidad me pareció sumamente perverso, sucio y degradante”.

“Pero… ¿Te excitó?”

Pues sí, tengo que admitir que me excité mucho viéndolo, le dije bajando la cabeza y apartando su mirada.

“Dime ¿Cuántas veces te masturbaste viéndome hacer esas perversidades sucias que dices?”.

 

No pude contenerme y levantando la cabeza y mirándola fijamente le dije exaltado- “¡TRES!, si Cris, tengo que admitirlo que me masturbé tres veces.”

 

“¿Ves querido, como a ti también te excitan las porquerías? Ja, ja, pues te confieso que tuve varios orgasmos haciendo ese video, además me excita verme degradada”.

 

En ese momento, se quitó completamente su ropa, y me hizo una señal que comprendí y también me desnudé, tenia una erección de caballo, pero no me sentí cohibido, ella me abrazó y me dio el beso más sensual y pasional que me habían dado en mi vida, su lengua cobró vida en mi boca, me llevó a su dormitorio y caímos revolcándonos en su gran cama, hicimos el amor por primera vez. Yo me sentía en la gloria, su vagina estaba completamente húmeda, tuve el orgasmo más placentero que había sentido jamás. Estuvimos un rato abrazándonos sin hablar hasta que Cris, dándome un beso me dijo que la había hecho muy feliz y me preguntó si me había gustado, le dije que nunca en mi vida había sido más feliz, agarró mi verga amorosamente y se la metió en su boca dándome una mamada de ensueño hasta hacerme correr una vez más, depositando mi semen en su boca que ella ingirió de una bella manera llena de voluptuosidad.

“Me encanta comerme tu semen, te amo” me dijo amorosamente y sentándose junto a mi prosiguió.

“Pero sigamos con mi historia, quiero que conozcas todo sobre mi, no te ocultaré nada:

Yo siempre fui una niña precoz, desde muy pequeña me gustaba y me excitaba ver como los chicos de mi clase o los hombres mayores se regocijaban viendo mi cuerpecito tan sexi que desarrollé desde muy temprana edad, despedía una sexualidad inherente en mí…En ese entonces vivía con mis padres en un edificio de apartamentos en una zona no muy privilegiada de Torrent.

Recuerdo que, cuando mi padre recibía la visita de algún amigo, me encantaba sentarme en sus piernas, abrazarlo y sentir su picha por debajo de mi culito, ellos se sentían turbados, pero yo gozaba imaginando su verga escondida en sus pantalones, después, en mi dormitorio, me metía el dedo en mi almejita imaginándome que era la picha del señor.

En la azotea vivía un viejo que era el portero del edificio y que a la postre se convirtió en mi preceptor del arte de la sexualidad.

Cuando regresaba de la escuela, siempre me miraba con ojos de deseo, era muy feo y un poco sucio, aunque después supe que era un hombre estudiado y había sido incluso catedrático de la Universidad de Valencia. Había algo en él que llamaba mi atención, yo, aunque pequeña, me daba cuenta que le gustaba, todos los días saliendo del colegio subía a espiarle, escondiéndome, para verlo a través de la ventana de su covacha… yo sabía a qué horas se sentaba en su sillón frente a la TV a ver películas porno y luego se sacaba su polla, que a esa edad me parecía enorme y empezaba a masturbarse, en ese entonces no sabía muy bien que es lo que hacía, pero me excitaba ver lo que creía que era algo prohibido, yo, mientras tanto, también lo hacía con mi cuerpecito, acariciándome con el dedo mi rajita, esto se me volvió una obsesión, y no faltaba día que no subiera a verlo... Un día, cuando llegué a la azotea, me lo encontré fuera de su casa, estaba avergonzada y no sabía en dónde meterme, entonces me llamó para decirme si lo ayudaba a buscar una aguja que se le había caído en su sala, ya que no tenía buena vista, yo me puse muy contenta y entré en esa covacha toda sucia y desordenada, él aprovechó para tocarme disimuladamente el culo diciéndome lo bonita que estaba y que ya tenía un cuerpecito de señorita, yo le sonreí pícaramente y el aprovechó para tocar más descaradamente mis nalguitas y me dijo que ya me había visto cuando lo espiaba viendo la tele, me preguntó si me gustaba ver ese tipo de películas, yo me avergoncé, pero de inmediato asentí con la cabeza, me preguntó si quería sentarme con él a verlas, yo le dije que sí pero que no le dijera a nadie.

Ese fue el principio… Cada día, después del cole, subía corriendo las escaleras a ver esas películas que me excitaban en donde unas chicas lindas follaban con uno o varios hombres con unas pollas impresionantes, desde la primera vez le pregunté si, cuando fuera mayorcita me podrían meter vergas como esas y disfrutar como hacían esas chicas, él me dijo que sí, pero que tendría que ir aprendiendo poco a poco para que no me hiciera daño, le pregunté si podría enseñarme, no esperó nada para decirme que sí, yo me puse muy contenta y le abracé y besé, así fué como comenzó mi aprendizaje, me dijo que me desnudara para enseñarle mis partes íntimas y ver que era lo más apropiado para enseñarme, yo, feliz, me quité toda la ropa y sin ningún pudor me acosté en su cama abriendo mis piernitas como él me había indicado y tal como se ponían las chicas de las películas, entonces me dijo que tenía que probar como estaba mi almejita para empezar, yo toda entusiasmada le dije que sí, entonces el comenzó a lamerme y yo empecé a sentir muy rico, le decía que no parara, me dijo que por ese lugar todavía no debía dejar que me metieran nada hasta que creciera un poco más, pero que me iba a enseñar a gozar dejándome que le diera placer con la lengua, yo le dije de inmediato que sí, pero me sentí muy decepcionada de que no me pudieran meter el rabo como en las películas, viendo mi cara de frustración, me dijo que había otra forma de que me la pudieran meter sin peligro, pero tenía que ser por el agujero del culo y necesitaría entrenarme para que no me hiciera daño, le pregunté muy inocentemente ¿Por dónde hacemos caca?, me dijo que si, que ese hoyito también servía para otras cosas como dar placer, rápidamente le pedí que me enseñara. .. Escucha… me desnudaba completamente y me acostaba en la cama, se arrodillaba delante y metía su cabeza entre mis piernas, luego metía la lengua en mi rajita y empezaba a lamer y chupar, sabía exactamente qué lugar me gustaba más, yo sentía la gloria, incluso empezaba a temblar de placer, después caí en cuenta que habían sido mis primeros orgasmos, en esos momentos deseaba que hubiera tenido una lengua más larga y que me la metiera más profundo, me hacía gozar dos o tres veces y cada vez sentía como se me mojaba mi cuevita, la primera vez creí que me había orinado cuando sentí como escurría un líquido en mis piernitas, pero el viejo me explicó que era el néctar del placer y que a él le gustaba beberlo, que era delicioso.

Todos los días esperaba con ansiedad llegar a su covacha, tumbarme en la cama y sentir esa lengua maravillosa que me daba tanto placer. A los pocos días, después de haber experimentado varios orgasmos ( él me enseñó que así se llamaba ese éxtasis tan placentero y también me dijo que yo era una criaturita multiorgásmica) me mencionó que me iba a enseñar lo que me había dicho anteriormente y que también me iba a gustar, yo me puse muy contenta, pues sabía que se refería a lo del culito, le dije que en la escuela había ido a cagar y que tal vez estuviera algo sucio, pero me dijo que no importaba que le gustaba lamer los culitos sin limpiar y que después también me gustaría hacerlo, me intrigó, pero me gustó la idea, empezó lamiendo el coño y luego me alzó más las piernas y bajó con su lengua hasta llegar a mi culito, recuerdo que me avergoncé un poco al principio, pero le dejé hacer, me dio un morbo especial y me gustó mucho, me metía la lengua todo lo que podía en el ojete y yo gozaba y deseaba que la metiera más, yo me agarraba las nalgas y las separaba para que pudiera meterla todo lo que pudiera.

A partir de entonces me hacía tener orgasmos gozando con mi coño y con mi ojete. Después me dijo que, para poder meterme algo más grande tenía que empezar a acostumbrar y agrandar el ojete, así que me explicó que me iba a meter una velita en el culo todos los días antes de ir al colegio y que tendría que aguantar con ella adentro hasta que saliera de la escuela y que entonces él tendría que ver si seguía en su sitio, y así tenía que hacerlo varios días, cada vez con una vela más grande y gorda, hasta que fuera una del tamaño de las vergas de los hombres que veía en las pelis. Yo estaba muy contenta y le dije que empezáramos de inmediato.

En dos semanas ya me metía unas velas muy gordas y cada vez disfrutaba más, también llevaba pelis con diferentes cosas, una vez, llevó una donde una chica muy bonita disfrutaba chupando la verga de un negro y después de chuparla un rato le salía una especie de nata que ella tragaba golosamente, a mí me gustó mucho y le dije que quería hacer eso y le pregunté si me dejaba chuparle su pito, él se sentó en la cama y me dijo que me arrodillara en el piso frente a él, entonces se sacó su verga, que así me enseñó que se llamaba, me tenía extasiada, me gustó como era y como olía, le dije que despedía un olor como a marisco y orines, él se rio y me preguntó si me gustaba, yo le dije que sí, entonces me explicó cómo se levantaba el pellejo y dejaba descubierto el glande, cuando lo hizo todavía olía más fuerte pero me excitó más, noté una especie de nata que tenía lo cual me dijo que se llamaba queso de hombre y que a las mujeres les gustaba comérselo, yo empecé a lamer aquel hongo y a lengüetear el glande y probar la cremita que desde el principio me gustó mucho porque me daba un morbo especial, le dije que si me iba a echar la leche en mi boca como salía en las películas y me dijo que sí, que tenía que chupar muy bien para sacarla, como mi boquita era muy pequeña apenas si podía meter la cabeza, pero eso bastó para que me echara grandes chorros de leche que tragué glotonamente, me sentí muy contenta cuando me dijo que iba a ser una gran mamadora.

Llegó el día en que por fin me metió la vela más grande que tenía, y compró un dildo negro con forma de polla, me dijo que era como las que tenían los negros, la tuve en el culo todo el día, entonces me dijo que en unos días más estaría lista para recibir vergas reales en el culo, yo estaba feliz…pero antes… déjame contarte… llevó una película en que a una joven le pegaban con una correa y aunque gritaba, se veía que le gustaba y pedía más, cuando la vi, puse una cara de admiración que no pasó desapercibida para mi maestro, y con cara de picardía, me dijo que, si alguna vez llegaba con la vela afuera de mi culo me daría de azotes en las nalgas, yo no dije nada, pero al día siguiente, con toda la intención de recibir los azotes, me saqué la vela antes de llegar a su covacha, cuando la vio, me dijo que había desobedecido, y yo le dije ¿Y no me vas a azotar las nalgas por desobedecer?, a él le brillaron los ojos, entonces me puso boca abajo en sus piernas y me empezó a dar de nalgadas, desde el principio me gustó, y cuando dejó de azotarme le pregunté¿ nada más?,¿ no vas a seguir?. A partir de ese día, siempre tenía mis azotes, incluso compró una especie de fuete con varias correas con el que me azotaba y que me gustaba que siguiera hasta dejarme las nalgas rojas, desde ese entonces me gustó la flagelación.

Recuerdo muy bien la primera vez que me enculó, estaba muy nerviosa y excitada, me puse en cuatro patas en la orilla de la cama, y Don Jacinto ( que así se llamaba el viejo portero) me untó mi ojete con mantequilla y cuidadosamente me empezó a meter la verga, en realidad se deslizaba muy fácil, ya que mi ojete se volvió muy flexible por la práctica del dildo y logró meter más de la mitad de su gran herramienta, yo gocé muchísimo, cuando la tenía bien adentro empezó a meter y sacar, sentía que me iba a cagar y tuve varios orgasmos antes de sentir como descargaba su semen en mis entrañas, cuando salió de mí, me arrodillé ante él rápidamente y me metí su verga en la boca así como estaba, toda embarrada, no me importó su sabor fuerte, tampoco me dio asco, la chupé hasta dejarla bien limpia, desde entonces no hay nada que me guste más, que la verga vaya del culo a mi boca.

Fueron varias las semanas en que todos los días, después de clases, iba con Don Jacinto, incluso algún fin de semana pedía permiso a mis padres para dormir con alguna amiguita, pero en realidad pasaba el día con él, cada vez llevaba películas mas pervertidas que a mí me gustaban mucho, incluso algunas de zoofilia que le excitaban mucho y que a mí también llegaron a excitarme y a desear incluso experimentar. También llevó una peli en que una chica era meada por un hombre, eso sí que lo experimente con él, ¡y me gustó!¡mírame!, descargaba toda su meada en mi boca, después ya se me quitaba la sed.

 

--¡Cris eso es asqueroso, no puedo creer que hicieras todo eso a esa edad!.

“¿Es asqueroso?, pero mira como estas de excitado, también te excitan las porquerías, ja, ja. En realidad, eres como yo, pero no quieres admitirlo, pero sigamos con mi relato cariño.

Había pasado ya más de un mes desde mis inicios, iba todos los días y entonces, al ver que cada vez me gustaban más las cosas morbosas y bizarras, me dijo que, si quería, la siguiente vez invitaría a un amigo suyo, y como sabía que me gustaban las vergas grandes y con mucho requesón por eso había escogido a este joven hippie y que además le gustaría ver si ya había aprendido bien y me había hecho una mujercita, yo me entusiasmé y le dije inmediatamente que sí, que estaría preparada y no le quedaría mal.

Fue entonces cuando ocurrió el accidente fatal de mis padres y tuve que mudarme a vivir con unos tíos que actuaron como mis tutores, ya no volví a ver al viejo portero, pero todavía lo recuerdo con cariño pues fue mi primer amante.

 

Sin embargo, las enseñanzas de Don Jacinto, hicieron de mí una jovencita libre de prejuicios, y a los escasos doce años era ya toda una experta en mamadas, fui famosa en la escuela como Cris la mamadora, y yo estaba orgullosa de ese mote. A esa corta edad ya me habían tirado por el culo todos mis compañeros de grupo y algunos otros de cursos más avanzados.

Fue en esa época cuando mis tíos me colocaron en una pensión para niñas aquí en la ciudad ya que vivían alejados, en Alginet, además que querían tenerme lo más lejos posible, ya que estaban hartos de mí y escandalizados de las habladurías del pueblo por mi comportamiento en la escuela.

Estaba muy recortada económicamente por mis tutores, pues no lo sabes, pero eran muy tacaños con relación a mis gastos.

Cuando tenía apenas trece años ya contaba con un cuerpecito muy desarrollado para mi edad y que daba envidia a muchachas tres o cuatro años mayores que yo, me gustaba la ropa de marca y otros gustos que no me podía dar, así que, recién entrada en la secundaria, necesitaba dinero, mucho dinero, para poder darme los gustos que yo deseaba, sobre todo en mi vestuario, así que me vendí yo misma a un club de millonarios degenerados (de un grupo sado-masoquista que me informé a través de internet en una página prohibida) por una semana. Tuve que hacer todo lo que ellos querían, absolutamente todo…Eran cinco hombres, todos maduros. Parte del tiempo estaba con cadenas... Esa semana fue fantástica y me sirvió para descubrir la parte de mi ser que había estado oculta durante mucho tiempo, el placer de sentirme humillada…de la flagelación…si mi adorado Jordi, además de mi ninfomanía gozo en extremo al sentirme humillada, degradada, castigada, es mi verdadero Yo.

Hice de todo, desde dejar que usaran todos mis orificios para la satisfacción de sus más oscuros deseos, hasta dejarme azotar para placer de alguno de ellos. …y también mío, incluso usar diferentes objetos o animales como anguilas vivas que metían en mi culo o vagina, también…una noche trajeron dos babosas que les gustaba observar mientras se masturbaban… Eran puestas en mi ombligo y les hacían un camino de semen hacia mi vagina hasta que entraban, y mientras, yo tenía orgasmo tras orgasmo… Así es como conocí a Walter. Era un hombre adorable y se enamoró de mí y yo de él, déjame describirlo, tenía como sesenta años, delgado y muy elegante, con un sentido muy especial del erotismo y la habilidad para dar placer y conocer las debilidades de su pareja, pero sobre todo para sacar a flote todos los vicios que tenemos ocultos en nuestra maravillosa naturaleza para dar y recibir placer, … así, a la semana siguiente me envió una nota para una cita, yo accedí de inmediato, me ordenó ir vestida únicamente con un chubasquero y sin nada de ropa interior.

 

El trayecto hasta su casa fue un infierno maravilloso. Sentía que todo el mundo me observaba, me dio por pensar que sabían que iba desnuda bajo el chubasquero, que por su color llamaba la atención más de lo deseado. Cualquier movimiento acentuaba mis sospechas. Me sentía muy húmeda, el miedo y la vergüenza se habían transformado en euforia, yo estaba segura de que era capaz de realizar cualquier cosa que se me ordenara.

Tomé el metro que me había especificado en su nota, bajando en la parada indicada, había una casa de estilo modernista de 3 pisos de altura y un pequeño jardín detrás de una valla. Me abrió la puerta un mayordomo, el vestíbulo de la casa era de mármol con unos muebles antiguos, se oían voces que salían de una sala continua, no estábamos solos, el mundo se me vino encima, un montón de dudas aparecieron, ¿me habría equivocado al leer la nota?, estaba nerviosa, la angustia crecía en mí. Entonces apareció Walter y me tranquilicé, me besó en la mejilla y me hizo pasar a una salita, decorada con lacas chinas, el mobiliario también era chino y salvo un sillón parecido a un trono, solo había cojines en el suelo, unas vigas de madera sobresalían del artesonado del techo, y de ellas me pareció ver colgadas unas argollas de hierro. Me pidió el chubasquero, mi duda interna era muy grande quería obedecer y quitármelo, pero pensaba en las voces que si me veían desnuda me moriría de vergüenza, y eso parece ser lo que quería él.

La segunda vez que me lo pidió, me lo quité y se lo di. Se quedó mirando mi vestuario o más bien mi desnudez. Su rostro seguía inescrutable, no sé si le gustaba o no lo que veía. Me vendó los ojos con un pañuelo de seda negro, se llevó mi chubasquero y me dejo desnuda en medio de la salita inmersa en un mar de dudas............

 

 

Debió pasar una hora más o menos y seguía sola en la habitación, ya no se oían voces, no sé si se habían ido o estaban todos callados, tampoco podía ver que sucedía. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, notaba el miedo, todavía no sabía por qué, si por mis pensamientos o por mi calenturienta imaginación, no lo sé. De repente el sonido de una voz cálida me tranquilizó, era él, me cogió de la mano con suavidad, me llevó junto a un sillón, me hizo poner de rodillas y él se sentó, recuerdo sus palabras, “hoy es un día muy importante, sé por qué has venido y tú también lo sabes, si decides quedarte no saldrás de aquí en una semana, serás castigada sin motivo alguno y aprenderás a obedecerme. Hay que forjar tu carácter. Si no estás segura puedes irte ahora mismo”. Mis miedos no se habían disipado, aun creía que había más gente, su tono paternalista me hacía sentir segura. Todo mi ser bullía de excitación, ahora era capaz de aguantar cualquier infierno, le dije que me quedaba, que haría todo lo que mandara.

La primera noche recibí un fuerte castigo, me azotó los muslos, las nalgas y los riñones, con un látigo primero y con una vara más tarde, notaba su aliento en mi mejilla cada vez que se acercaba y eso era suficiente para darme valor y aguantar..........

........Me llevo a un cuarto pequeño, contiguo a la sala china, parecía la celda de un monasterio, una cama de barrotes de bronce, un pequeño armario y un reclinatorio, en la pared de enfrente una puerta que luego averigüé que era un cuarto de baño, no tenía ventanas al exterior. Esperaba de pie en medio de no sé cómo llamarlo, tanto lujo en un sitio y esto tan austero, oí el ruido del agua al caer y un perfume suave y agradable empezó a inundar mi nuevo aposento, mis muslos y nalgas me dolían, pero no me atrevía a mirarme ni a tocarme, se puso delante de mí, no había perdido la compostura, su cara seguía igual, su traje inmaculado, me ordenó quitarme los zapatos, y las calcetas, totalmente desnuda me guío a la estancia contigua, era muy amplia, mayor que la habitación, todo de mármol, suelo y paredes, el techo de espejo reflejaba mi cuerpo, en medio, una gran bañera redonda también de mármol se llenaba de agua y espuma, el calor que desprendía llegaba hasta mí, detrás de la bañera un espejo con dos lavabos delante, a la izquierda un retrete y frente a él un bidé. La forma de guiarme, suave, me hacía dudar, tan frío y cruel hace unos momentos y tan cálido y cariñoso ahora. Me sumergí en el agua, al rozar la zona afectada por los azotes sentí un escalofrío, como si otro latigazo acabara de estrellarse contra mi cuerpo. Me explicó que el causante era la esencia de hierbas que había en el agua, me harían sentir bien, me relajarían y reducirían las zonas inflamadas. Frotó mi espalda con suavidad y pasión, mi excitación estaba por las nubes, pensaba en tenerle dentro, cuando salí de la bañera, una inmensa y suave toalla cubrió mi cuerpo con una agradable caricia, el me secó, salió y me dejo sola, estaba segura de que lo hizo para darme un poco de intimidad, aproveché para hacer mis necesidades, me apresuré, si volvía y me veía así..., me ruboricé solo de pensarlo. Salí al cuartucho, había preparado unas muñequeras y unas tobilleras que había sujetado a la cama. Me dijo que dormiría todas las noches atada. Me tumbé de espaldas y me ató en cruz. Todavía tenía esperanza de que utilizara mi cuerpo, no solamente mi cuerpo sino a mí entera. Apagó la luz y se marchó. Esa noche el orgasmo no fue físico, ni tan siquiera me rozó, mi cabeza empezó a elucubrar y todas mis fantasías surgieron sin ningún esfuerzo, no sé cuántas veces me penetró y me utilizó en mi imaginación, esa noche mi placer fue inmenso….

Ese segundo día, vino al cuartucho, encendió la luz, iba perfectamente vestido con traje azul y corbata de tonos rojos y dorados, traía una bandeja con zumo, café y leche y unas pastas. Soltó mis ataduras y masajeó mis tobillos y muñecas, me hizo levantar y me acompañó al cuarto de baño, esta vez no se marchó, se quedó mirando como hacía mis necesidades, ya no sentí vergüenza, al contrario, me gustó que me viera, no había visto una puerta en el rincón, era una ducha.

Abrió los grifos y el agua comenzó a correr, me duché y él me secó con suavidad y dedicación. Volvimos al cuarto donde desayuné, al terminar me acompañó hasta la salita china. Me dijo que esas tres estancias era a todo lo que podía aspirar en esa semana, la única que tenía ventanas al exterior, las tenía tapadas con unos gruesos cortinajes de terciopelo negro, nada de luz se filtraba del exterior. No sabía si era de día de noche, o que hora podía ser, ningún reloj me aclaraba mi incertidumbre. Me ató a las argollas que pendían del artesonado, las conocería bien, en días futuros serían una cita ineludible para mí. Una vez sujeta de pies y manos en forma de X comenzó a azotarme, lo hizo con una banda de goma de unos 10cm. de anchura.

Comenzó por la parte trasera de mis muslos por encima de mis rodillas subiendo hasta mis riñones entreteniéndose más tiempo en mis nalgas. Los golpes eran secos y muy fuertes, las gomas se adaptaban perfectamente a mi cuerpo y el golpe era en toda su dimensión no en un punto concreto. La parte delantera tampoco se libró de los golpes, fueron menos en número y en intensidad principalmente en pechos y muslos, quede extenuada. Antes de soltarme aplicó una pomada por mi zona afectada que mitigó la calentura y el escozor. Me tendió en los cojines del suelo, me dijo que tenía que ir a trabajar. Sabía perfectamente que no me levantaría hasta su regreso. Antes de salir me cubrió con una suave tela, no hacía frío, pero la agradecí.

A su regreso se sentó en el sillón a mi lado. Me hizo poner frente a él arrodillada y sentada sobre mis talones, con las rodillas muy separadas. Hablamos largo tiempo acerca de la sumisión, me aclaró dudas y temores y me dijo:

- “A partir de ahora, tu cuerpo me pertenece, solo yo o los que yo designe te tocaran con objeto de producirte placer...Te entregarás a cualquiera que yo escoja y harás para mi todas las perversidades que nunca te has atrevido a hacer, con él solo objeto de darme el placer visual, Te arrojaré a hombres sucios y perversos que no hayan descargado sus huevos en semanas y te entregaras a ellos como la más puta de las hembras y gozarás sabiendo que me masturbo observando”.-

Sus palabras me excitaron, le prometí que así sería y que no le fallaría. Comprendí que uno de sus vicios era el voyerismo y estaba dispuesta a complacerlo.

Ese día me ató a una mesa estrecha, larga y un poco alta, con mis rodillas flexionadas mis piernas quedaban colgadas, todo el cuerpo sobre la madera, me mantenía pegado a ella una correa a la altura de la parte superior de mi espalda, en esa posición mis nalgas y mi sexo quedaban al aire, mis brazos los ató a lo largo de las patas delanteras. Por primera vez en esa visita, vi la herramienta de mi Amo, la metió en mi boca, estaba henchida de placer, por fin había decidido ofrecerme algo suyo, me afané en la mamada dificultada por la posición, solo tenía el juego del cuello, después me folló largo rato por el culo. Nunca en la vida había disfrutado tanto. Me soltó, comí un poco de fruta y permitió que me aseara y volvió a atarme en la cama. Metió un consolador en mi ano, me extrañó el cablecito que salía de él. Me besó en la boca, un beso profundo. Apagó la luz y se marchó, me dejó sumida en mis pensamientos.......Regresó pasadas dos horas, se acercó a mí, me desató y musitó a mi lado:

“¿Recuerdas lo que te dije de entregarte a otros hombres para satisfacerme viéndote cómo te tratan como la peor de las putas?”. Le dije que sí, que lo haría gozar viéndome hacer las peores cosas.

Enseguida, se dirigió a la puerta y llamó a alguien, no lo podía creer, era un hombre de unos cincuenta años fornido y sucio, completamente desnudo, parecía un indigente, tenía una cara perversa que se ocultaba tras una barba desaliñada. El olor que llegaba era de mezcla de alcohol, sudor y suciedad. Recuerdo perfectamente cómo Walter se dirigió a mi señalándome y diciéndole:

” Esta es la puta de que te hable. Cumple tu trabajo, si me satisface lo que vea te pagaré bien”. Se sentó en un sillón y prendió las cámaras de video que se escondían en todos los rincones de la habitación preparándose a observar y a masturbarse por mí.

-Me acerqué al hombre, inmediatamente el olor fuerte que despedía a alcohol,

mugre y macho en celo despertó mis sentidos, tomé su cabeza y empecé a besar lentamente la frente llena de sudor, seguí con sus orejas que lengüeteé largamente para seguir a su boca, lo besé como si se tratara de mi amante, metí mi lengua y pude catar el sabor fuerte que tenía, mientras tanto, el hombre no se movía, estaba como en éxtasis, volteé ligeramente para ver a Walter que estaba ensimismado observándome, tenía la verga completamente enhiesta, el observar que lo estaba excitando me hizo seguir con más pasión mi tarea, empecé a besar su torso peludo y chupar sus pezones llenos de mugre, me afané en chuparlos, cosa que hizo que se excitara más, para seguir con sus sobacos apestosos a sudor, lamí largamente volteando de vez en cuando para observar a Walter, lo llevé hacia la cama haciéndolo sentar en el borde y me arrodillé ante él, de reojo, pude ver la cara de satisfacción de mi amo y eso me hizo representar mi papel lo mejor que podía. Tomé uno de sus pies y empecé a besarlos para después tomar sus dedos uno a uno y chuparlos apasionadamente, metiendo la lengua en todos sus resquicios sin importar la suciedad que guardaban, le dije que se volteara, y tomando sus nalgas con mis manos, empecé a besarlas separándolas para llegar a su ojete, todo su culo era peludo, con restos de heces secas, el olor a mierda y mugre se acentuó, pero en lugar de repelerme incrementó mi deseo perverso, lamí su ojete y metí la lengua todo lo que pude, aquella bestia se retorcía de placer cada vez que mi lengua se adentraba en él. Le hice voltearse y tomé su verga que estaba en completa erección, sin embargo, todavía estaba con el prepucio cubriéndole el glande, lo tomé amorosamente y empecé a lamerlo empezando por sus grandes testículos, hasta tomar parte de aquella verga dentro de mi boca, con mis labios subí su prepucio dejando al descubierto un glande casi negro lleno de esmegma amarillento, producto de varios días o semanas sin asear, el olor de marisco y orines invadió toda la habitación, tomé la verga y se la mostré a Walter para que viera como, con mi lengua tomaba esa pasta del pliegue que forma el prepucio y el glande y enseñarle como la saboreaba antes de tragarla como si se tratara del manjar más delicioso

. Volteé para ver como mi amo se regocijaba masturbándose y eso hizo que pusiera más empeño en mi tarea, que por otra parte me daba un placer indescriptible y me había provocado ya varios orgasmos…entonces, el hombre me agarró de la nuca y empujó salvajemente, sentí que me atravesaba la garganta, pero soporté y empecé a lamer de arriba abajo hasta sus testículos. Se empezó a convulsionar y de repente lanzó un fuerte grito, y metiéndola otra vez hasta el fondo de mi boca, descargó un torrente de semen en mi garganta, volví la cabeza para que mi amo viera como lo tragaba y pude ver como eyaculaba sobre el piso, me abalancé para lamerlo, pero me detuvo.

 

-” Déjame, ya me proporcionaste placer, ¿Quieres darme más?”.

 

Le contesté que sí. Se levantó y acercándose al hombre le empezó a decir algo en voz tan baja que no pude escuchar. Solo pude ver la sonrisa perversa de aquel hombre cuando le decía otras cosas a Walter a las que él asentía.”

 

--“Cris, regreso en uno o dos días, atiende bien a nuestro huésped, ya miraré los videos para ver que tan bien lo atendiste”. Me dijo Walter en un tono entre autoritario y amoroso.

Me dejó a solas con ese hombre, en esos dos días no hubo cosa alguna que no me hiciera hacer con él o con los amigos que llevó y a los cuales me vendió.

Después supe que, cuando Walter me dejó sola con ese malviviente, salió en busca de los hombres que este le había recomendado por lo bajo, se encaminó a los muelles, hacia la calle del bar que le mencionó...cuando vio a dos negros que le ofrecieron droga en un callejón del barrio chino, inmediatamente supuso que eran ellos, los hombres ideales capaces de todas las perversiones, vulgares y sucios...Recuerdo muy bien sus expresiones cuando me vieron amarrada a las argollas, desnuda y azotada por el vagabundo...

- para mí, ese video fue la prueba de mi entrega absoluta a Walter. Me dijo que lo llevaría a todas partes para masturbarse viéndome…Recuerdo muy bien que después de haberme dejado con aquel hombre, este me amarró a la cama y comenzó a azotarme, así estaba cuando entraron aquellos negros, me alarmé, pero en seguida me sentí segura pensando en que Walter no permitiría que me hicieran daño. Siempre tuve la certeza de estar vigilada. Me sentí el objeto de su placer y deseaba ser usada de todas las formas por aquellos infames para satisfacer a mi amo no presente...me esmeré siendo toda ternura ante aquellos brutos, mi cuerpo fue el receptáculo de todos sus deseos, aún los más viles, penetraron todos mis orificios, recorrí todos sus cuerpos sin dejar un solo lugar que no probaran mis labios, mi lengua lamió todos sus sucios resquicios, bebí lo mismo su semen que su orina. Durante 10 o 12 horas me usaron como quisieron, lo mismo besaba y lamía sus pies empapados de los orines que habían regado en el suelo con toda intención para que yo los lamiera, o sus culos con restos de mierda que no limpiaban después de haber defecado. Fui el retrete humano para esos infelices. Me sentía sucia y al mismo tiempo deseaba que Walter me viera así, deseaba ser la puta que satisficiera todas sus morbosidades mientras se masturbaba viéndome como hacia todas esas perversidades.

Después de esa semana me pidió que me mudara con él, estaba feliz con esa nueva vida, llena de lujos y extravagancias y, sobre todo, estando al lado del hombre que amaba. Era verano y no tenía que atender a mis clases, cosa que por otro lado no me importaba en lo absoluto.

Muchas fueron las noches en que nos acostábamos desnudos y veíamos esa filmación, gozaba cuando yo le preguntaba que parte le excitaba más, me decía la parte en que aquellos desgraciados meaban en mi boca, o en la que se veía como metía la lengua en sus culos y metía un dedo completamente para después sacarlo todo sucio y meterlo en mi boca para chuparlo hasta dejarlo sin restos de suciedad.

Después hacíamos el amor en todas formas y gozaba plenamente.

Cada fin de semana invitaba a diferentes amigos, inclusive parejas con los cuales hacia todo tipo de perversidades que se les ocurría. Otros fines de semana me llevaba a alguna ciudad de su predilección, Londres, Berlín, Ámsterdam o París. Nos hospedábamos en hoteles lujosísimos en donde me presentaba como su nieta, asistíamos a conciertos y comíamos en los mejores restaurantes, después, ya entrada la noche, me llevaba a recorrer los peores sitios en donde pululaban individuos malvivientes y en donde le gustaba ofrecerme por uno o dos euros para darles mamadas completas, hincada en la calle satisfacía a veces hasta diez hombres…me bebía todo…Una vez en París…me llevó a una de las boutiques mas exclusivas, me compró un vestido precioso y exclusivo, esa noche llamó a una persona especializada y me puso un maquillaje excepcional, me llevó a uno de los restaurantes más lujosos en donde nos esperaba un amigo suyo, era un fotógrafo profesional muy famoso y buscado por casi todas las celebridades del mundo del espectáculo, le encanté y me tomó varias fotos..¿Quieres verlas, mi amor?..

 

--Se levanto y se dirigió a un armario en donde buscó en una de las gavetas y se aproximó a mí con un sobre.

- “te mostraré las fotos de esa noche”.

 

--Sacando unas fotos del sobre se recostó a mi lado y me mostró varias de las fotos, no daba crédito a mis ojos de la belleza de Cris, había varias en distintas poses, todas dignas de concurso—

-“Esas fotos las tomó en los jardines del restaurante, después cenamos exquisitamente mientras Pierre,( así se llamaba el fotógrafo) no dejaba de mirarme, después de la cena, Walter me dijo que Pierre tenía preparada otra sesión de fotos que también me iban a gustar y me pidió quitarme la ropa interior…ya era bastante noche…me llevaron hasta un lugar apartado a orillas del cena…casi no había iluminación, el pasaje estaba lleno de basura, había varios malvivientes durmiendo pegados a una sucia pared en donde habían hecho una fogata para guarecerse del frio, escucha… eran como seis o siete hombres que al vernos, se levantaron para pedirle dinero a Walter, el les dijo algo que no entendí… se acercaron a mí y me rodearon tocándome con sus sucias manos, mientras Pierre tomaba varias fotos en todos los ángulos…mira te voy a mostrar algunas”—

--me mostro un fajo de fotos en donde aparecía Cris siendo manoseada por aquellos infelices, en todas, indescriptiblemente, mostraba una sonrisa de satisfacción, las fotos eran en verdad bellísimas pese a lo mórbido de las escenas, mostrando ese contraste de lo bello y lo feo, lo limpio y lo sucio—

“Escucha… en ese momento, me dijo Walter que me desnudara para no ensuciar mi vestido, y quedé completamente desnuda ante la mirada atónita de los vagabundos, sin necesidad de que me lo dijera, intuí lo que quería Walter, así que me arrodillé delante de cada uno y bajándoles los pantalones empecé a besar sus vergas que goteaban de líquido preseminal…terminaron rodeándome mientras mamaba el miembro de cada uno hasta que eyacularon copiosamente en mi cara, a todo esto Pierre tomaba las fotografías mientras Walter se masturbaba…míralas ¡¡”

 

Me enseñó otro fajo de fotos en donde se veía a Cris mamando las distintas vergas y al final varias de la cara de Cris cubierta de semen mientras sacaba la lengua obscenamente para lamer los restos de semen de sus labios.

- “¿Te gustan querido?, cada vez que las veo me excito, esas fotos ganaron un concurso privado de fotografías eróticas junto con otras que me tomó un día después en su estudio, pero déjame contarte…después de esa aventura en las orillas del Sena, nos fuimos los tres al hotel y tuvimos un sexo increíble, era la primera vez que hacía un trio con Walter, Pierre se enamoró de mí y le rogó a Walter que me dejara un día completo con él en su estudio para hacerme una sesión de fotografías, Walter me miró pidiendo mi consentimiento y yo le dije que estaría feliz si él lo permitía, al día siguiente fui a su estudio en el barrio latino, pasamos todo el día follando y haciendo fotos, me comentó que Walter le había contado de las sesiones de sado maso en donde me conoció y de la parte con las babosas y anguilas las cuales le habían excitado de sobremanera y que había preparado todo para hacer una serie con ese tipo de animales, esas fotografías fueron las que le merecieron un premio a las mejores fotografías eróticas, pero déjame mostrártelas…

Cris sacó otro sobre de fotografías para mostrármelas, todas era verdaderas obras de arte, en unas se veía únicamente el pecho desnudo de Cris, del pecho hasta el pubis, a la altura del ombligo se veían dos babosas dejando su rastro sobre el pecho y enfilándose hacia el pubis, eran varias fotos en donde uno de aquellos asquerosos animales estaba al borde de la vagina núbil de Cris. Después en otro folio, eran fotos semejantes, pero con sanguijuelas, y al final un conjunto de fotos en donde aparecía la vagina abierta de Cris con un caracol de tierra tratando de penetrar, aquello era bizarro, asqueroso y perverso, pero no dejaba de ser excitante, morboso y bello a la vez.

“No te imaginas lo excitante que fue toda esa sesión, cada vez que repaso las fotos recuerdo la serie de orgasmos que me provocaron, después, viéndolas con Walter hacíamos el amor apasionadamente mientras le narraba mis sensaciones eróticas durante las fotos…así era Walter, y así lo amaba, respecto a Pierre, se obsesionó conmigo y constantemente me insistía a tener otra sesión de fotos y otras cosas, pero no fue hasta un tiempo después ya estando sola que accedí a pasar un fin de semana con él, se obsesionó con uno de los videos que me hicieron en Túnez de tipo zoo que luego veremos, las fotos de esa ocasión te las mostraré después.”.

“Pero siguiendo con mi relato de mis días con Walter, escucha…una noche, me llevó a un pequeño puerto de pescadores, me quedé ligeramente atrás mientras Walter discutía con un marinero en el muelle, entonces vi como el hombre le dio unos euros a Walter y regresó hacia mí diciéndome:. “Subirás a ese pequeño barco y pasaras tres días con los marineros. Carecen de mujeres cuando salen de pesca al mar. Obedece sus deseos, te he vendido como la puta más guarra que hayan visto, esto me excita, me hace sentirte más mía, les preguntaré como te has portado cuando regreséis, y si vales lo que pagaron por ti”. Le abracé y le dije que me excitaba ser vendida por él y que tuviera la certeza de que les iba a dar todo lo que pensaban que valía y más. Le dije que necesitaría algunas cosas para asearme y entonces él me dijo “No te llevaras nada. y no te lavaras en todo ese tiempo, quiero verte y olerte cuando venga por ti”.

“Entonces me abandonó sin más palabras, yo estaba nerviosa y excitada a la vez, me volteé y le susurré que haría de todo y que después le contaría. Él sonrió y se alejó. Me embarqué con el capitán y los cinco marineros que estaban de pie en la cubierta, todos ellos eran hombres rudos de diferentes etnias había negros y latinos, me hicieron bajar a un cuarto debajo de la cubierta mientras me tocaban y me decían palabras obscenas que a mí me excitaban. En la obscura bodega, había cajas y toneles por todas partes, el nauseabundo olor a pescado podrido invadió mi nariz, allí, el capitán me obligó a sentarme en unos sacos sucios y me dijo “Esta es tu cama, aquí permanecerás todo el tiempo, atenderás a mis hombres en todo lo que quieran que por eso pagué”, entonces me arrancó la falda y me dijo que ahí no la iba a necesitar. En esos tres días me follaban dos o tres veces cada uno, lo que más les gustaba era follarme el culo y la boca. Terminé con la vulva y el intestino rebosantes de semen, durante esos tres días me alimenté casi exclusivamente de semen de los marineros y de algún pedazo de pescado o pan que me dejaban cuando ellos comían y que rociaban de esperma o, cuando hacían caldo de pescado me pasaban un tazón en el cual previamente habían orinado y que les hacía reír cuando les decía que estaba delicioso, ellos no sabían que a mí me excitaban más cuando era humillada de esa manera.

Cuando regresé, Walter me estaba esperando en el muelle. Me abrazó tiernamente y besó mis labios que despedían un olor a marisco, semen seco y orina. Al llegar a casa me dijo que no me bañara todavía, que le contara con detalle lo sucedido en el barco mientras hacíamos el amor con mi cuerpo sucio y apestoso.

Durante las siguientes semanas tuvimos varias aventuras, lo que no se le ocurría a Walter se me ocurría a mí que ya me había convertido en la mujer más pecaminosa y lujuriosa.

Una noche…la recuerdo muy bien. Walter me dijo que me pusiera una falda corta y no llevara bragas. Salimos cerca de media noche hacia uno de los barrios del puerto, allí estaba un billar … me dijo que ahí trabajaba un conocido suyo que había sido su sirviente en alguna época. El local estaba casi vacío, había unos seis hombres jugando al billar, todos ellos eran trabajadores de los muelles. Walter se aproximó al encargado del bar, mientras él hablaba con aquel hombre, yo veía coquetamente a los que estaban jugando mientras me hacían señas obscenas que aumentaban mi calentura, cuando regresó, me dijo que esa noche le iba a servir a la clientela, cada vez que quisieran usar el WC yo los iba a acompañar y los tenía que satisfacer en sus deseos. Se dirigió a los tipos que estaban jugando y les dijo que yo era su esclava sexual y que esa noche iba a ser también la esclava del que quisiera usarla, pero únicamente en los servicios, los hombres aplaudieron y empezaron a decirme obscenidades. William se salió y me dijo que pasaría por mí en dos o tres horas.

Cuando regresó por mí, me llevó a casa,

Una vez ahí, me desnudó y me pidió que le contara con detalle todo lo que me hicieron hacer.

Le dije que todos habían usado el WC, los que pasaban a mear me ordenaban que les sostuviera la verga frente al orinal y después yo les limpiaba con la boca, incluso uno de ellos me ordenó que lamiera el orinal y lo hice. Me preguntó si alguno había orinado directamente en mi boca, le dije que dos de ellos lo hicieron y que me había tragado hasta la última gota, esto le excitó mucho y me pregunto si alguno había usado el retrete para cagar, le dije que sí y le describí como me hincaba frente a él mientras cagaba y me metía su verga en la boca. y como, cuando terminó, se volteó y le limpié el culo con mi lengua…, incluso le metía el dedo en el ojete para limpiarlo bien y luego lo chupaba.

Durante esos meses que viví con él, los dos sabíamos muy bien nuestros vicios, le sugerí que, ya que le gustaba tanto ver el video que grabó la primera semana, que deberíamos grabar varios DVD con diferentes perversiones, esto le hizo mucha ilusión, y así, durante casi dos meses, grabé decenas de videos, que gozábamos viéndolos juntos y que también quiero gozar contigo mi amor. Los tengo todos aquí, clasificados por tipo de perversión, tengo una serie con viejos, otra con mendigos, otra con varios hombres y mujeres, hay una serie que se filmó en Túnez en donde hice de todo incluso con animales., en esa serie de siete videos me podrás ver haciendo todo tipo de perversiones, y también claro, los que grabé con mis amigos negros de Barcelona y …algún otro, ya me estoy excitando solo de recordarlo.

¿Te acuerdas del vago que vimos una vez en el parque?, no te lo dije en esa ocasión, pero este tipo fue uno de los que llevó Walter para hacer un DVD, por eso es que me reconoció.

Fue en este periodo cuando cierto día llegó con dos amigos Tunecinos, escucha…nunca había conocido a tipos tan degenerados, la primera vez que los vi me sentí un poco aterrorizada, uno de ellos tenía como cincuenta años, estaba medio calvo y lucía una buena barriga, el otro era más o menos de la misma edad aunque era muy delgado y tenía una cara de maldad que daba miedo, ambos tenían pasión por el voyerismo y esto lo sabía Walter, por lo que les mostró el video que había sacado en mi primera vez en su casa y que él tenía como su más preciado tesoro y el cual si deseas te mostraré más tarde, les encantó ver como una chica tan joven y bella y casi una niña, respondiera tan sumisa a todas las perversidades que se le asignaban hacer y convencieron a Walter de llevarme una semana a Túnez, que tenían varios amigos con distintas preferencias sexuales y que sería de gran enseñanza para mí y, para deleite de ellos y de él, se filmarían todos los actos a que me sometieran, le dijeron que sus huéspedes eran unos fetichistas de todo lo perverso y lo sucio, unos tenían preferencia por la flagelación y el SM , otros eran amantes del bestialismo, y otros más de otros vicios más extremos como la escatología.

Cuando me contó esto Walter, me nació un deseo profundo y morboso como nunca había experimentado, me dijo que iría, siempre y cuando estuviera de acuerdo, ya que él no podría ir, pero le entusiasmaba la idea de que filmaran todas las aventuras sexuales que pudiera tener, que cuentan con fotógrafos profesionales para las filmaciones, no pude disimular la cara de entusiasmo y deseo, le dije que, si eso le daba placer lo haría muy contenta, que deseaba hacer una por una todas las perversidades que quisieran y darle placer viendo a su puta siendo degradada.

Me embarqué hacia Túnez quince días después, William ya había encargado de que todo tendría que estar filmado y me hizo prometerle que obedecería en todo, haciendo énfasis en todo, repitiéndome que en esas zonas eran muy aficionados al bestialismo, a la escatología y otras perversidades extremas, me dijo que una vez estando allá no había vuelta atrás, yo le aseguré que estaba ansiosa de experimentar todas las excentricidades sexuales que le satisficieran, y la verdad es que Walter gozó muchísimo viendo los siete videos que se grabaron en Túnez, durante cinco semanas seguidas después de mi retorno, los veíamos dos o tres veces hasta que vino el desafortunado accidente que acabó con su vida…

Le estaré agradecida toda mi vida por el tiempo que estuvimos juntos, lo amé casi como te amo a ti, no solamente por todo lo que me heredó y que es mucho, no solamente es esta casa, hay otras más, y dinero para que lo disfrute toda la vida, o lo disfrutemos juntos.

Ahora mi adorado Jordi quiero que compartamos esos videos como en su tiempo lo hice con Walter, ven a pasar este fin de semana y pasaremos dos días completos haciendo el amor como nunca has experimentado mientras vemos mis videos.

 

Continuará.