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La ahijada sumisa 3

en Amor filial

LA AHIJADA SUMISA 3

 

Después de la experiencia en el sex shop, Amy estaba sedienta por probar nuevas perversiones que saciaran sus más bajos deseos lúbricos, se acercó deseosa, abrazando a su amante padrino cuando estaba recostado en su cama y empezó a besarle la oreja muy sensualmente, metiendo ligeramente la lengua para excitarlo y voluptuosamente le susurró al oído:

--¿Cuándo me enseñaras otras perversiones mi Amo?, estoy ávida de que me enseñes cosas nuevas, pon tu dedo en mi coño para que constates que mojada estoy pensando cositas malas y perversas--.

Jaume la miró sonriendo, y con mirada malvada, le dijo que se pusiera el mismo vestido del sex shop y sin nada abajo.

-- voy a llevarte a un sitio especial—Le dijo, acariciando con los dedos la vulva completamente anegada de sus jugos de amor.

--¿A dónde quieres que vaya contigo querido Padrino? ¿Conozco esos sitios? ¿Acaso son esos lugares en donde violan a las jovencitas que se portan mal? –le preguntó poniendo la carita inocente que tanto excitaba a Jaume.

--No tanto, aunque no dudo, por lo caliente que estas, que te gustaría ser violada hasta por perros—

Amy sonrió y le dijo lujuriosamente:

--¿Perros grandes que me den por el culo?

Jaume se rio de la ocurrencia de su ahijada y le preguntó:

--¿Has estado en un cine de películas porno? —

--Tú sabes que no permiten entrar a jovencitas inocentes y menores como yo—Le dijo pícaramente.

--¿Te gustaría ir conmigo? —Le preguntó Jaume

--Me encantaría, me fascina el porno, me pone muy excitada, me da más morbo verlo en cine que en internet, pero, sobre todo, me excita ir contigo y que me metas mano mientras vemos la película, y, ¿Qué vamos a ver? ¿Pelis de orgias? ¿de bestialismo? ¿De SM? —

--Eso es lo de menos querida, lo que importa es lo que puedes experimentar en esos cines—le dijo con la sonrisa malévola que le caracterizaba cuando le invadían pensamientos perversos.

Amy se sintió satisfecha con lo que le dijo su padrino, aunque sentía mucha curiosidad por lo que dijo de experimentar.

Salieron rumbo a un poblado cerca de la costa y aparcaron en una zona de bares con anuncios de sexo. Había un cine que exhibía películas XXX.

La sala era pequeña, sucia y decadente como la mayoría de los cines XXX en la actualidad, estaba obscura, pero se distinguían sin problemas los asientos, había no más de cuatro o cinco hombres sentados de manera dispersa, eran el tipo de individuos que frecuentan estos cines en la actualidad, maduros y viejos jubilados, excepto un jovenzuelo que estaba en una esquina bebiendo un pomo.

Jaume la llevó hasta unos lugares casi en medio de la sala, Amy estaba emocionada, para ella era una nueva experiencia, se sentía adulta y le resultaba morboso, se sentía sucia en esos lugares.

 La película era de un negro enorme que le estaba metiendo la verga a una rubia muy menudita, la pequeña estaba fascinada y no quitaba la vista de la película.

--¿Te ponen caliente las películas de negros con grandes vergas? —Le preguntó Jaume

Amy le sonrió y le dijo al oído que siempre había ansiado sentir una verga de esas en el culo y se rio, tomándole de la cara y dándole un beso mientras su mano bajaba hasta sentir su pene ya en erección a través de su pantalón.

. --Mmm…parece que te excita imaginar a tu niña mamando una verga negra—

--Abre la bragueta y arrodíllate delante de mí—Le ordenó Jaume

 Ella volteó hacia todos lados y le dijo al oído.

--¿No te preocupa que nos vean?, parece que el viejo que está sentado unas filas atrás no nos quita la vista de encima —

--No me importa en absoluto, al contrario, de eso se trata, me excita que vean semejante bomboncito mamándole la verga a su Amo--

 Amy no esperó más, se hincó, desabrochó su bragueta y le sacó la verga que ya estaba en completa erección y sin mayores preámbulos se la metió en la boca golosamente.

Jaume se volteó buscando al hombre que había dicho su ahijada que los estaba observando, entonces, con la mano, le hizo una seña para que se acercara,  el hombre se levantó de inmediato y se sentó a su lado, en el lugar que había estado sentada Amy, el tipo era medio gordo rondando los cincuenta, el olor a alcohol y suciedad llegaron hasta el olfato de la nena que alzó la vista sin soltar la verga de su amante, se la sacó de la boca un instante y le lanzó un beso provocativamente.

Jaume acercó su cara al hombre y le preguntó susurrándole en el oído si le apetecía una mamada de su puta.

El hombre movió la cara en señal de aprobación jadeando como animal en brama.

Jaume tomó la cara de la niña y le dijo:

-Aquí el amigo también quiere una mamada, sigue con él y trátalo bien, demuéstrale lo puta que eres.

Amy estaba ya muy excitada, el hecho de que su amante le viera mamando la verga de otro hombre le excitaba, siempre había tenido deseos de ser observada, y ahora se sentía sucia y deseada, dócilmente, se pasó al frente de aquel hombre y haciendo la misma operación que había hecho a su padrino, se metió su hedionda verga en la boca y se la mamó con tal pasión como si de su amante se tratara.

En ese inter, Jaume les hizo una señal a los demás hombres que ya se habían percatado de lo que estaba pasando, para que se acercaran, en unos instantes, todos estaban rodeando a la pareja, mientras tanto, la lujuriosa jovencita ponía todo su empeño en satisfacer al hombre que le había designado su amante, haciendo los sonidos clásicos del chupeteo, lo que excitaba todavía más a los espectadores que en ese momento hacían caso omiso a la película. Amy sintió los estertores del gordo anunciando la inminente eyaculación y se metió lo más profundo que pudo aquella polla anónima preparándose para tragar todo lo que descargara en su hambrienta boca.

La chica recibió el esperma, que estaba espeso, aunque poco abundante, y mantuvo un rato la verga en su boca, saboreando aquella lefa y mirando de reojo a su Amo esperando su aprobación.

Jaume la tomó del brazo y la levantó mientras el gordo hacia lo mismo subiéndose la bragueta. La joven se percató de que los demás espectadores estaban rodeándolos y se sintió un poco abochornada, aunque pudo más el morbo que la vergüenza de ser observada, despertando los deseos libidinosos de aquellos tipos.

Jaume se levantó y tomándola de la mano caminaron hacia el lugar señalado de los servicios, seguidos por los tres hombres que los habían estado rodeando.

Amy estaba nerviosa pero emocionada, se estaba haciendo realidad una de sus fantasías, y el escenario no podía ser mejor, un cine de barrio, decadente y apestoso, y unos individuos groseros, feos y malolientes tras ella, como buitres tras su presa. Se sentía la actriz estrella de una peli porno.

El cuarto del servicio era asqueroso, el piso estaba encharcado de orines y aquello olía fatal, Jaume pensó que tal vez le recordara a Amy su historia de la niñez en el aseo de los niños que, según contaba, la excitaba mucho.

--¿Te excita este lugar, preciosa? ¿Esta tan sucio como el que recuerdas de tu cole? —

Por toda respuesta Amy le estrecho la mano y le dijo:

--¡Mucho más asqueroso! Ja, ja, ¡No puede estar mejor!

--Entraron seguidos de los tres tipos, el aseo tenía una pared con cuatro urinales y dos casetas para los retretes, Amy se percató que una de las casetas estaba ocupada, seguramente por alguno de los espectadores que no se había dado cuenta de todo lo que había pasado en la sala.

Jaume se dirigió  su ahijada y con voz fuerte le dijo:

--Bien putita, ahora te vas a poner en pelotas para que no ensucies tu vestidito—

Amy, fingiendo, con cara de niña buena, le respondió:

--Pero…me da vergüenza que me vean en pelotas—

Jaume se sacó el cinturón y le atizó con él en sus nalguitas.

--¡No, por favor, no me pegue, haré lo que me ordene! —fingió.

 Amy aprovechó para hacerlo de una manera muy sexi, como si estuviera haciendo un strip tease, cosa que dejó sin aliento a los tipos que ya se habían sacado sus vergas y empezaban a masturbarse suavemente, cuando la niña quedó completamente en pelotas, aquellos infelices quedaron boquiabiertos al ver aquel cuerpo perfecto de la jovencita, era como alguna de las modelos que veían en las revistas pero mejor aún, y no salían de su estupor de la suerte que tenían esa tarde, además, se veía que la niña era algo así como una ninfomaníaca, pues tenía una cara de vicio como nunca habían visto en sus desgraciadas vidas, y estaba ahí, esperando sumisamente para hacer lo que quisieran.

--Ahora ¡híncate, perra! —le gritó Jaume.

--Pero…pero…el suelo está muy sucio, lleno de orines—

--Por eso te ordené que te quitaras el vestido, ¡PUTA! —

Amy se hincó poniendo una cara fingida de asco. En el fondo, ella gozaba sintiéndose sucia, incluso al hincarse puso a propósito sus manitas sobre los meados.

--Bueno, ¿Que esperan?, acerquen sus vergas para que la niña escoja quien va primero a probar su boquita—Les dijo Jaume riendo, mientras él también se sacaba su miembro erecto del pantalón.

--A ver puta, ¡Demuéstrales a mis amigos lo buena mamadora que eres! -

--¡Vamos pequeña puta!, ¿cuál de estas vergas quieres chupar primero? —Le dijo Jaume tomándola de la cara y escupiéndole el rostro.

A la joven, esto la tomó por sorpresa, no se imaginaba este acto denigrante, pero la excitó todavía más de lo que estaba, y tomando el escupitajo con los dedos los lamió lujuriosamente y chupó hasta dejarlos limpios, al mismo tiempo, volteaba a ver a sus espectadores y les movía la boca eróticamente para mostrar el placer que le causaba.

--Ya ven que cochina es la niña, es una golfa y una puta asquerosa—les dijo a los hombres que estaban como hipnotizados viendo lo sumisa que era la jovencita.

--¿Cuál verga quieres chupar primero? —le preguntó con malicia.

--Quiero empezar por la más sucia—Le dijo a su padrino.

--¡Eres una cerda! Ja, ja, ¡vamos cabroncetes!, acerquen sus vergas para que escoja esta puta a quien satisface primero—Les dijo Jaume a los tipos que seguían estupefactos viendo la sumisión de esa niña bellísima.

Todos se acercaron a la cara de la nena que los esperaba con ansias. Amy se regodeaba inspeccionando cada cipote detenidamente, subiendo el prepucio y viendo la cantidad de suciedad que se escondía al descubrir el glande de los penes no circuncidados y sin ningún aseo. Lo olfateaba detenidamente e incluso tomaba parte de pasta acumulada en los pliegues y lo probaba ligeramente, todo esto mostrando una cara de placer y gusto. Cuando todos pasaron la revisión, Amy le fue señalando el orden a su padrino y este los acomodó a su alrededor.

 Comenzó con un viejo gordo que era el más asqueroso, se hincó delante de él y le quitó los pantalones y los calzones que estaban bastante sucios y con manchas de orina y de marrón, los tomó con ambas manos y los llevó a su nariz olfateándolos profundamente e incluso pasando la lengua por las partes más sucias, aventó la ropa a un lado y levantándose lentamente, empezó a lamer la barriga que estaba toda sudada, chupando suavemente sus pezones haciendo que se retorciera de placer, fue bajando lentamente, siempre lamiendo, hasta llegar a su verga completamente erecta mientras agarraba sus nalgas con ambas manos y se las separaba, Él separó las piernas para facilitar el acceso. El olor a mierda invadió el pequeño cuarto cuando dejó el ojete abierto y a la vista de los espectadores, con los dedos de una mano empezó a jugar con su ano, mientras, su boca había llegado a la meta esperada, tomó la verga que estaba goteando de líquido pre seminal, le subió el prepucio completamente y descubrió el glande que estaba lleno de una pasta amarillenta y que despedía un olor fuertísimo y la lengüeteó todo alrededor buscando todos los resquicios hasta dejarla limpia, mientras tanto, el dedo que tenía en el culo ya se había introducido totalmente en el mierdoso agujero, lo sacó y lo olió aspirando lujuriosamente y se lo llevó a la boca mirando de reojo a su padrino mientras lo chupaba voluptuosamente.

 Los demás hombres no decían una palabra, estaban extasiados viendo a la caliente niña hacer las cosas más perversas y sucias que habían visto jamás, después, sacó el dedo de su boca dándole los últimos lengüeteos mostrándoles lo reluciente que había quedado, para inmediatamente, tomar la verga a punto de estallar y engullirla casi completamente, pues era demasiada larga y gorda para poder introducirla en su totalidad, en su pequeña boquita adolescente.

 Aquel desgraciado jadeaba y sudaba a chorros, agarrándola de su cabeza como si la estuviera follando en la boca, Amy sintió ahogarse, pero resistió hasta que sintió como se convulsionaba y le soltaba sendos borbotones de lefa que inundaron su cavidad bucal. Cuando sintió que el tipo había terminado, volteó la vista hacia su amado, se despegó de la verga que tenía atrapada en su boca y la abrió frente a Jaume para mostrarle la cantidad de esperma que aquel hombre le había depositado, para después, cerrarla, y haciendo un gesto de placer, tragó aquella sustancia como si se tratara del mejor manjar, se acercó gateando hacia Jaume y abrió la boca lascivamente para mostrarle que no quedaba ningún resto, luego volteó para mostrarlo a sus espectadores como lo hacen en los videos porno.

El siguiente era un hombre de unos cuarenta años, con tipo de obrero, rudo y bastante fornido, la tez curtida por el sol y con una barba espesa que le daba un aspecto feroz, ya se había quitado toda su ropa mostrando un cipote enorme y completamente erguido, tenía vellos por todo el cuerpo dándole un aspecto más imponente.

 Amy se acercó a él gateando sobre el suelo sucio y acercó su rostro angelical a los pies sucios y renegridos de mugre del monstruoso individuo, y sumisamente, los empezó a lamer como si se tratara de una gatita, aquel tipo grosero dejó entrever una sonrisa burda y la levantó como si se tratara de un saco de plumas, la chica le tomó la cara barbuda y le empezó a lamer lascivamente los pómulos para después llegar a su boca, el bruto aplastó su linda cabecita contra sus labios metiendo toda la lengua aguardientosa en su boca que ella acogió con placer, haciendo lo mismo con su lengua. Después, la nena empezó a besar y lengüetear sus pechos vellosos y fuertes, siguiendo por sus axilas llenas de sudor, el sabor acido se impregnó en su boca, pero ella siguió bajando y ya hincada, lamió aquel falo gigantesco no dejando ningún resquicio que su lengua no probara, levantó su verga y metió en su boca uno a uno sus enormes testículos, que ya estaban bien cargados de simiente y de vez en vez su lengua juguetona llegaba al ano del bruto para su deleite.

El tipo no aguantó más y tomó groseramente a la chiquilla insertando su falo erecto en la boca sedienta de la niña hasta depositar una buena dosis de esperma.

Amy siguió el mismo ritual que con el hombre anterior para mostrar a su Amo la cantidad de esperma que había depositado en su boca y lo mucho que le gustaba ingerirlo.

Antes de que le tocara el turno al ultimo de los espectadores, se abrió la puerta de la cabina ocupada y dejó ver al tipo que estaba sentado en el retrete cagando y gozando del espectáculo que estaba presenciando.

--¡Vaya, vaya!, ¡pero miren de lo que se está perdiendo este hombre!, --Exclamó Jaume riendo, acompañado de la risa de los demás.

--A ver putita, quiero que vayas y le des su premio al señor por estar tan calladito observando—

La chiquilla se quedó viendo a Jaume, dudando de la orden que le había dado.

--¿Qué no oíste cerda?, ve hasta el señor ¡Y mámasela! —le gritó Jaume.

El tipo del retrete se estaba levantando, pero Jaume se dirigió a él diciéndole:

--Quédese en donde está, no se levante, que la gatita irá gateando para recibir la lechita que le va a dar, ja, ja. —

Amy, increíblemente, puso cara de satisfacción ante las ideas salvajes de su Amo, y lejos de resistirse ante la orden perversa de su padrino, empezó a gatear hasta situarse frente al tipo del retrete, y sin asquearse del olor a mierda que despedía, acercó su rostro al abdomen del hombre, apoyó los brazos en las piernas largas y peludas del sujeto y se metió dulcemente en la boca la verga totalmente empinada que tenía enfrente, el hombre, que ya estaba a punto de correrse viendo el espectáculo que había brindado la joven, no tardó mucho en descargar su semen copiosamente en la boca de la chica que degustó largamente antes de ingerirlo ruidosamente.

Cuando terminó e iba a retirarse, Jaume le gritó:

--Espera, puta, que ese hombre esta esperando que le limpien el culo—

Esta vez Amy le miró como pidiéndole que le cambiara la orden, pero entonces Jaume se acercó con el cinturón en sus manos y le azotó las nalgas tan fuertemente que la hizo gritar. La chica volteó hacia él, esta vez con mirada sumisa y le dijo:

--Si, mi Amo, lo que usted ordene—

El tipo se levantó del retrete y se volteó agachándose ligeramente y separando las nalgas con ambas manos, Amy tomó un pedazo de papel sanitario y limpió ligeramente el culo mierdoso, y cuando iba a retirarse, oyó el grito de Jaume—

--¡Termina de limpiarlo bien!¡ Ahora con la lengua!

Amy tal vez estaba esperando esa orden perversa, porque no dudó en separar ella misma las nalgas y acercando su precioso rostro sacó la lengua y empezó a lamer el ojete todavía sucio.

--¡Mete bien la lengua, marrana! ¡Déjalo tan limpio por fuera como por dentro! —le ordeno Jaume soltando una carcajada.

El desgraciado gemía de placer mientras la lengua de la nena le sodomizaba.

Al terminar, regresó gateando hacia su padrino que le indicó que faltaba uno de los espectadores y que esperaba su turno.

 Era un adolescente con tipo de malviviente que tendría a lo mucho veinte años y que tal vez, por su juventud, y después del último espectáculo no aguantó más y cuando se acercaba para ponerse frente a la chica sumisa, eyaculó copiosamente en el suelo, mezclando su semen con los meados allí almacenados, todos los demás se rieron burlonamente al ver el fallo y la inexperiencia del jovenzuelo, mientras, este se ruborizaba con ojos llorosos, entonces, sucedió algo inusitado, la nena se levantó y tomándolo de la cabeza lo besó dulcemente en los labios para enseguida bajarle completamente los pantalones y quitárselos, luego, poniéndose a cuatro patas, le quitó los zapatos y empezó a lamerle los pies que estaban renegridos de suciedad y empezó a chupar uno a uno todos sus dedos buscando con la lengua la mugre almacenada entre ellos, después, con la cara encima de donde había caído aquel cúmulo de esperma bien espeso, se inclinó hasta poner su boca a centímetros del suelo en donde estaban todos los grumos flotando sobre los meados y empezó a lamerlos suavemente saboreando cada centímetro, volteando de vez en cuando para mirar a su padrino el cual, con cara lujuriosa  se masturbaba frenéticamente.

Jaume no aguantó más, y quitándose la ropa, se hincó detrás de la joven y sin más preámbulos le encajó en el culo su pene que estaba en completo estado de erección y a punto de estallar.

Amy estaba frenética y le empezó a gritar a su amante:

--¡Métela toda!, ¡Párteme el culo!, ¡Insúltame!, ¡Pégame!, ¡Dime que soy una puta! —

Al ver esta escena voluptuosa, el joven había recuperado sus fuerzas, e hincándose frente a la niña, le tomó su cara y le metió la verga en su boca abierta que clamaba por mamarla. El espectáculo no podía ser más obsceno y aberrante.

Sus dos amantes descargaron su semen casi al unísono para satisfacción de la chiquilla, quien ya había tenido a su vez varios orgasmos.

 Cuando ambos hombres se separaron, la chica cayó sobre el piso ensuciando todo su cuerpo. Jaume la tomó en sus brazos, y despidiendo a los sujetos, la vistió y salieron hacia el auto. Amy estaba a punto de desmayarse, había sido demasiado para la joven, ya en el auto, abrazó a Jaume y le dijo:

--Gracias, padrino, nunca había gozado tanto en mi vida, nunca me había sentido más marrana y más puta, tuve como diez orgasmos, estoy agotada, pero por mí estoy dispuesta a más, quiero que hagas más cosas, cada vez más sucias y depravadas, mientras más asquerosas sean gozare más --

Jaume se le quedó mirando unos instantes, veía la luz de la lujuria en los ojos de la niña, eso le despertó aún más, los deseos de verla completamente pervertida, deseaba que la poseyeran y que le hicieran las cosas más asquerosas que podía imaginar.

--¿En verdad quieres hacer cosas más depravadas?

--Si, quiero hacer las marranadas que me órdenes y que goces viéndome como me degrado—

--Te voy a llevar a un lugar que conozco, espero que no me decepciones—

--Llévame a donde quieras, eres mi Amo y yo soy tu esclava, si quieres entrégame a un grupo de salvajes, o a una jauría, me da igual, quiero hacer las cosas más viles—

Continuará…