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En un baño público

en Gays

Nunca me había pasado nada como eso

 

Nunca me había pasado nada como eso. Me entraron ganas de mear y lógicamente me dirigí a los baños. Justo detrás de mi entró otro chico, mas o menos de mi edad y aunque había mas urinarios libres se colocó justo a mi lado. Yo atento a la complicada maniobra no le presté atención. Pero él no perdía detalle de cómo me abría la bragueta, bajaba el ajustado slip que llevaba ese día y me sacaba la polla
. Él realizaba unas maniobras similares pero en vez de mear se dedicó a acariciársela lentamente haciendo que se le pusiera morcillona. De reojo podía observar perfectamente la maniobra pues la realizaba un poco girado hacia mí. Pensaba :

 -Este maricón se va a masturbar mirándome. Pero la situación se veia extrañamente morbosa y eso que yo nunca había pensado en acostarme con otro chico. Sin querer me estaba excitando y mi pene reaccionaba a eso poniéndose duro. Como él lo estaba mirando de forma descarada lo notó de inmediato y con voz enronquecida por la excitación me dijo:

 - Me gustaria comerte esa polla tan hermosa que tienes.

 Si lo llego a pensar mas no lo hago, pero se me escapó una mirada a los cubículos. Lo notó y cogiéndome de la mano con las pollas fuera, me arrastró a uno de ellos y lo cerró por dentro. Mirándome a los ojos me agarró la polla y comenzó a pajearme despacito y ella me traicionaba poniéndose cada vez mas dura apretada en su mano.

Con la otra me acariciaba los testículos suavemente. Sabía como ponerme muy cachondo. Sin dejar de mirarme a los ojos y con una media sonrisa ladeada en sus finos labios se sentó en el wc y me empujó hasta quedar con la espalda apoyada en la puerta.
Besó el glande, sentí como una corriente eléctrica recorria mi columna hasta base del cráneo. Sin soltarme los huevos se la metió entera en la boca. Como todavía no había alcanzado su máxima dureza le resultó relativamente fácil. Pero allí se empezó a poner consistente de verdad y notaba como echaba la cabeza hacía atrás despacio mientras la consistencia de la verga le obligaba a ello. Pero sin dejar de apretar el tronco con los labios bien cerrados.
Hasta ahora lo había hecho todo con mi aparato saliendo por la bragueta, pero con las habilidosas manos procedió a desabrocharme los pantalones y bajarlos por mis muslos y hacer lo mismo con el slip de licra. A la vez apretaba los labios alrededor del tronco haciendo que yo lo sintiera como si la tuviera metida en una trituradora. Por fin solo tuvo el glande en la boca duro como un diamante rojo apretándolo contra su paladar y con la punta de la lengua en el frenillo la movia de lado a lado. La sacó del todo de la boca y fue recorriéndola hacia abajo justo por la parte inferior pasando los labios apretados fuerte y llegando hasta los huevos.
Se metió uno en la boca como si fuera un caramelo mientras ahora con las dos manos me pajeaba despacio. Atónito y sin decir palabra solo podía admirar la perfección de sus movimientos mientras de vez en cuando me clavaba su vista azul. Nunca me habían comido con esa maestría y elegancia en los movimientos y las oleadas de placer e recorrían de la polla al cerebro. Pasó a lamer el otro testículo.
Soltó el rabo que solito se mantenía apuntando al techo para meterme mano entre los muslos y obligarme a separarlos. Mientras me acariciaba el perineo y con la otra levantar el escroto lo mas posible y a pesar de la dificultad de la postura logró deslizar la lengua por allí por el lateral de mi pene subió mordisqueándolo y volvió a lamerlo por arriba hasta volver al capullo. Paseó la lengua por todo el frenillo. de vez en cuando cerrando los labios y besándolo.
Todo ello sin que sus manos se separan de mi piel allí donde no tenía puesta la boca. Me estaba dando el gustazo de mi vida y yo solo podía deslizar mis dedos por su cabello sintiendo como a veces me fallaban las piernas. Él tenía otros planes. Me agarró por las caderas y me dio la vuelta esta vez apoyaba en la puerta la cabeza y los antebrazos. Tirando de mi pelvis me hizo sacar el culo respingón hacia afuera y empezó a lamerme las nalgas, las mordisqueaba y las humedecía con la lengua cada vez mas hacia la raja. Las separó con las manos y deslizó un lametón rápido entre ellas.
Se puso en pie para besarme la oreja y cómo todavía tenia fuera la polla la sentí en mi culo. Como no le habíamos dedicado ninguna atención no estaba dura del todo, pero a mi me faltaba la fuerza de voluntad. Si él hubiera querido me la hubiera clavado en ese mismo momento. En vez de ello y aunque se había estado comportando de forma completamente activa se puso a besarme el cuello y lamerme la oreja pasando sus manos por mi cintura para agarrarme la polla. Directamente al oído me dijo:

 - Tienes una polla muy hermosa la quiero en mi culito. A mi no me gusta penetrar.

 Pensé que había librado mi virginidad de milagro. Así que cambiamos los lugares yo me senté y él dándome un impresionantemente bello culo se apoyó en la puerta, se quitó el cinturón y abrió los ajustados vaqueros que llevaba y se los bajó hasta las rodillas , Allí me llevé la enésima sorpresa del día  su perfecto, blanco y voluminoso culo solo lo tapaba o mejor dicho lo destapaba un tanga de chico que yo solo había visto en algunos programas de la tele hasta ese día.

Sin quitarle la prenda aproveche la desnudez para lamerle las nalgas y y besarlas como había hecho él conmigo. Ahí pisaba terreno un poco mas firme pues si le había hecho besos negros a una chica con la que salía . Aparté la tira del tanga y metí la cabeza entre sus cachetes que por la forma en que olían parecía recién salido de la ducha. Sin mas preliminares deslicé la lengua por la raja buscando con la punta el ano para penetrarlo con ella.
Él mismo se abría el culo lo mas posible con las manos parecía como si quisiera rompérselo para que yo alcanzara lo lo mas profundo. Quise devolverle algun favor y pasando las manos entre los muslos le acariciaba los primeros huevos que tocaba en mi vida aparte de los propios. Suspiraba fuerte como había hecho yo antes cuando el ruido de la puerta de fuera nos asustó. Se mordía el antebrazo para intentar guardar silencio y con su mano volvió a llevarme la cabeza al culo.
Así que aun sabiendo que alguien allí fuera podía darse cuenta de lo que estábamos haciendo redoblé mis esfuerzos en hacerlo gemir. Lo que me daba aún mas morbo y seguí con el trabajo de lengua clavándosela lo mas posible en su ojete o lamiendo el esfínter con autentica glotonería. Cuando el de fuera terminó de lavarse e irse, me dijo con voz ahogada.

 - vas a follarme ya mismo.

 Se agachó para sacar de su bolsillo un preservativo y un tubito de aceite de masaje lo que me clavó aun mas su culo en la cara. Me lo tendió y le puse una buena cantidad en el ano donde le metí un dedo para extenderlo. Ya puesto de pie el primer dígito parece que le entraba bien, y casi sin pausa le enchufé el segundo extendiendo el aceite lo mejor posible por toda la zona.

Con la otra mano procuraba engrasarme el instrumento a lo que él colaboraba extendiéndolo con su mano. El morbo de la situación y el haberle comido el culo hasta que la poca dureza que había perdido se recuperó de inmediato y en cuanto lo tuvimos todo bien engrasado saqué los dedos y aplique la punta del rabo al orificio que lo esperaba. Ejecutando la presión necesaria fui perforando hasta introducir el glande donde paré para comprobar si existia algun daño en el receptor. Me dijo:

- Sigue.

 Y como soy bien mandado de un solo empujón se lo envié hasta el fondo hasta que mis huevos dieron en sus muslos. Echó el culo para atrás él mismo hasta que la penetración fue todo lo profunda que podíamos. Volví a  parar para lamerle el cuello y la oreja y por fin me decidí a cogerle la polla que ahora si estaba tan dura que parecía a punto de reventar.

La primera polla que tocaba aparte de la mia. Lo masturbaba al mismo ritmo de la follada . Si fuerte parecía que quería arrancársela, si bajaba el ritmo y lo hacia suave le acariciaba con cariño los genitales. No sé cuanto duré, supongo que poco por que la excitación y el morbo eran máximos mientras le oia suspirar suavemente. Así me dijo:

 -córrete dentro, como la saques te mato. Yo obedecí y dejé el condon lleno de semen mientras el guiaba la cabeza y me ofrecía la lengua para que se la chupara .

Ya metido en faena lo hice dándole saliva con ganas y a la vez sentí como llenaba mi mano y la puerta con su corrida. La dejé dentro que relajada salió por sus propios medios mientras seguíamos besándonos casi con desespero. Cuando mi polla salió del agujerito nos asomamos discretamente a ver si había alguien para asearnos. Cambiando los teléfonos nos despedimos con un beso, un tórrido y lascivo beso con lengua.