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Dominando a Nasha I

en Dominación

El otro día, trabajando en el club, uno de los porteros me dijo que tenia una visita. Eran una pareja de marroquíes de piel oscura, un chico y una chica bastante mas joven que él. Iba vestido de forma normal, ni muy arreglado ni en harapos y ella llevaba un traje tipo túnica pero sin cubrirle la cara.

 

Les pregunte que querían y el chico me respondió que buscaba trabajo para su hermanastra. Explique a la pareja que no necesitábamos camareras y que en aquel lugar solo trabajaban chicas dispuestas a acostarse con los señores clientes. Él chaval me respondió que ya lo savia, que él mismo havia sido cliente de nuestros servicios y que lo que quería era que su hermanastra entrase a formar parte de las chicas.

 

- Aquí no aceptamos chicas con "protector". todas las que trabajan aquí lo hacen libremente y no necesitamos chulos que las protejan. Si tu lo eres, no me interesa la chica.- le dije.

 

- No problema - me contesto- Nasha es libre de trabajar aquí. Yo solo hermanastro y no quiero problemas con nadie. Dinero que ella consiga aquí, mandar a Marruecos para nuestra familia.

 

- Si lo que necesita tu hermana es dinero, hay sitios en los que se necesitan camareras normales y no es necesario prostituirse - Continué charlando con el chico, ya que ella no abría la boca para nada.- Quiero que sepas que esto no es precisamente un camino de rosas y que pese a que nuestro publico es seleccionado a la entrada, aquí el cliente manda. Lo que pidan se hace sin rechistar. ¿Será capaz?. Nuestros clientes son muy importantes y el que se marcha descontento no regresa y se lleva con él como mínimo a tres mas.

 

- Ella obediente. Ella no problema con hacer lo que diga

 

- Aquí también a veces se piden los servicios de dos chicas para que jueguen delante del cliente mientras el participa o no ¿Lo ha echo alguna vez?.

 

El chico miro a su hermanastra y ella negó con la cabeza ligeramente.

 

- No problema, ella aprende rápido. No problema.

 

- Ok. ¿Cuanto tiempo lleva ella en España y que experiencia laboral tiene?.

 

- Ella aquí cuatro meses. Venir con contrato de trabajo para restaurante. No buen sitio. Mucho trabajo, poco dinero. Esto mejor.

 

- Dejadme ver la documentación de los dos- Les dije. No quiero nada que ver con los inmigrantes ilegales. Luego en una inspección te encuentran alguna y la que te lían es poca; además, si contratas ilegales, tarde o temprano te piden mas dinero o te amenazan con denunciarte a la policía.

 

Me los dio y los comprobé. No tenían nada raro ella tenia el permiso de trabajo y residencia y tenia 19 años cumplidos hacia tres meses, así que los fotocopie como medida de seguridad y los guarde. Acto seguido hice levantar a Nasha y le hice dar un par de vueltas sobre si misma. No era la figura que tenemos aquí como cuerpo perfecto, estaba mas bien algún que otro kilito por encima de su peso, al menos eso parecía por la indumentaria con la que vestía, pero me parecía que un toque de exotismo no iría mal al local. Les explique que en el club, las chicas cobraban  para ellas en función de sus servicios y que nosotros solo nos quedábamos el precio de la habitación y de la manutención si no tenían casa propia y que cada tres meses, tenían que pasar una revisión medica que garantizase su salud.  Lo comprendieron y les pareció bien.

 

- Si no te parece mal, entraremos en materia - Le dije al chico. Este asintió con la cabeza fuertemente y después le dijo dos palabras a su hermanastra en marroquí. - Nasha, como esto es una casa de citas, tengo que comprobar la mercancía, así que desnúdate completamente. ¿Me entiendes?.

 

La chica se quito por la cabeza el vestido, el sujetador que tendría que ser de una talla cien como mínimo y las bragas que podrían ser de mi abuela. Le hice dar dos vueltas sobre si misma otra vez para verla ahora sin ropa; si bien el potencial no me desagrado, tenia que pulir muchas cosas de aquella nueva zorrita. Lo primero que teníamos que hacer era depilarle las piernas, las axilas y el coño, donde tenia una frondosa mata de pelo negro y rizado que impedía ver sus labios vaginales.

 

Desnuda como estaba le hice salir del despacho y cruzando el club fuimos los tres a una de las habitaciones donde las chicas trabajan. Allí hice que se duchase y una vez limpia me acerque hacia ella y empecé a tocar la mercancía. Las tetas eran mas bien blandas debido a su gran tamaño, nada que no se pudiese corregir con algo de gimnasia. La hice poner en pie, en medio de la habitación y que se cogiese los tobillos sin doblar las rodillas, para poder ver bien su coño y su culo. Los labios mayores eran mas bien abultados, pero se juntaban de una forma muy graciosa. Su culo era también algo caído y tenia pelo dentro de la raja cuando la abrí para mirársela. El resto del conjunto no estaba mal del todo; algo de barriga que ya puliríamos, y tres o cuatro detalles sin importancia.

 

Le dije que no se moviese de aquella postura y me fui otra vez al despacho a buscar un condón de sabores. Tengo por costumbre probar a todas las chicas que entran a trabajar para mi, si no valen en la cama, el cliente se aburre y no regresa. Cuando pase por la barra, le pedí a un camarero que me diese un guante de látex, de los que se usan para limpiar la barra al cerrar. Pertrechado con el guante y el condón, regrese a la habitación.

 

La encontré tal como la havia dejado: en pie, las manos agarrando las muñecas y con las piernas ligeramente separadas. Su hermanastro se encontraba sentado en una silla, detrás de ella y sin perderse detalle del coño y el ojete de su familiar. Me coloque detrás de ella, me puse el guante de látex y saque del cajón un pote de vaselina que hay siempre en todas nuestras estancias. Antes de mojarme la mano con el liquido, comprobé con la mano izquierda si la chica estaba lubricando o no. Metí el dedo anular y comprobé que aquello estaba seco como el desierto. Bueno, teniendo lubricante quien necesita flujo.

 

Unté el guante de vaselina y empecé a meter los dedos por los agujeros de aquella chica. comprobé que ya no tenia himen y al preguntarle al chico como lo perdió, me contesto con naturalidad que ella era hija de una segunda nupcia a de su padre con una mujer a la que se le murió el marido, o sea el padre de la chica, y como que no era su hija pero era una mujer que habitaba en su casa, tenia todos los derechos sobre ella. O sea que el padre se cepillaba a la chica: viva el coran, si señor. Me encontré que su coño aceptaba bien dos e incluso tres dedos, así que ya tenia diámetro para una polla normal. Saque los dedos de su coño y me concentre en su culo.

 

Al ir a introducir uno de los dedos, ella dio un respingo y se echo hacia adelante. Le dije que se relajase y lo volví a intentar y dio otro salto adelante. Mire al chico y le dije que en mi club, todas las chicas tragan por todos los agujeros y evidentemente ella no seria una excepción, así que teníamos dos opciones, o se dejaba hacer o se buscaban otro club menos competitivo. Me explico que era virgen del ojete y que nunca le havia tocado nadie esa parte del cuerpo, así que era nuevo para ella. Me puse delante de ella y le dije:

 

- Mira Nasha te voy a meter los dedos por el culo. Es posible que no te guste, pero si das otro salto hacia adelante, te largas. ¿Has comprendido?. - asintió con la cabeza y me puse otra vez detrás de ella.

 

Esta vez, en lugar de intentar meter el dedo meñique como antes (el agujero era virgen todavía), decidí que tenia que empezar a ver quien mandaba allí, así que me unte bien los dedos de vaselina y le metí el dedo gordo hasta la raíz de un solo golpe. Mediante el espejo que tenia en la cabecera de la cama pude ver como se le transformaba la cara y como abría desmesuradamente los ojos. Aquello le dolió, pero si se hubiese estado quieta desde un buen principio se lo podría haber ahorrado, así que ella misma se lo busco. Estuve un buen rato metiendo y sacando dedos de aquel agujero virgen hasta que se me puso la polla como el hierro, así que le saque los dedos del culo y me quite el guante. Ella pareció agradecerlo porque se relajo un poco.

 

Me senté en una silla y me puse el condón. Le dije que viniese gateando y que empezase a chuparme la polla lo mejor que supiese. Que lastima. Se veía en un par de segundos que no lo había echo demasiadas veces por su falta de experiencia. No movía la lengua, no hacia succión ni nada, así qué le dije que dejase la boca abierta, y yo haría el resto. La cogí por los laterales de la cabeza y empecé a bombear como si me estuviese follando su boca. Ella babeaba y de tanto en tanto tenia arcadas al tocarle la cabeza de mi polla la garganta, pero en ningún caso se quejo. Al cabo de un rato le dije que me acariciase los cojones y continué follándomela, ahora cogiéndola por la nuca. Unos quince minutos después sentí como me iba  a correr y pare de bombear y le saque la polla de la boca; tenia la cara llena de babas y respiraba con algo de dificultad. Le pregunte si alguna vez havia probado el semen y ella negó con la cabeza.

 

- Bueno, pues hoy lo harás. Abrirás la boca y dejaras que me corra dentro de ella quedándote quieta. Luego cuando yo te lo diga la cerraras y te tragaras todo. Esto solo lo harás cuado yo te lo mande y jamás a los clientes normales, ¿Has entendido?.- Afirmo otra vez y abrió la boca,- Bien, sígueme acariciando los cojones.

 

El hermanastro se havia levantado y estaba a nuestro lado sin perderse un solo detalle. Se veía claramente que tenia el rabo tieso y que le ponía ver como su hermanastra se la chupaba al que seria su nuevo jefe. Yo me quite el condón y empecé a masturbarme sobre su boca, al tiempo que cogía una de sus tetas y la apretaba con fuerza. Ella ponía cara de dolor, pero no cerraba la boca. Seria una puta excelente. Acelere el ritmo de mi paja y sin decirle nada me corrí abundantemente dentro de su boca. Al principio se sorprendió, pero aguanto el golpe y se quedo allí, de rodillas con la boca abierta y mi leche dentro.

 

Me levante, me metí el cipote dentro del pantalón y me arregle la camisa. Me lleve al hermano al despacho y le di la tarjeta de visita de un doctor amigo mío para que le hiciese una revisión a Nasha. Si las cosas iban bien, mañana podía empezar a trabajar. Una vez de acuerdo, regresamos a la habitación y comprobamos que seguía allí: de rodillas, con la boca abierta y mi leche en ella. Me acerque por detrás, le metí un dedo en el lubricado culo y le dije "traga".

 

Lo hizo sin dilación aunque poniendo cara de asco, pero que le íbamos a hacer, ya se acostumbraría. La hice vestir y marchar con su hermano. Tenia mucho trabajo con ella antes de presentársela a los clientes y estaba dispuesto a empezar mañana mismo.