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Mi vida, mi sufrimiento

en Confesiones

MI VIDA, MI SUFRIMIENTO.

Soy Carla, una mujer que ya paso de todo, paso lo malo y lo bueno, pero pasé de todo.Cual fue mi pecado?, es lo que me pregunto todos los días cuando me acuesto, difícil de encontrar una explicación, difícil. Pero es así, tal vez mi madre tenía razón cuando me decía que yo no servía para estar sola, y a veces es preferible estar sola.

Tengo 35 años, soy normal, nada del otro mundo, pero siempre codiciada, y por hombres de los mas bajos mundos. Mi pelo es castaño oscuro, mis ojos son azules también oscuros, mis tetas son medianas,mis piernas firmes, mi cola redonda, soy tirando a rellenita sin que me sobre nada por ahora, trato de cuidarme porque estoy muy al límite, la ropa me queda justa, unos kilos de mas y ya no entra.

Fui madre muy joven, a los 18 años, tuve una nena, Andrea, que tiene 17 años, es rubia, de ojos azules mas claros que los mios, su cabello ondulado, pechos chicos, linda cola, muy paradita, y tímida. No vio a su padre, él se acostó conmigo en un rato de esos en que me creí que estaba enamorada, pero que cuando le dije que había quedado embarazada no lo vi mas.

Nos ayudó mi padre hasta que falleció, de ahí trabajé en lo que podía, la crié a Andrea y conocí a Julio y comenzó el infierno.

Julio al principio era un dulce, y decía que trabajaba de operario en una fábrica, pero cuando fuimos a vivir juntos todo cambió. Me llevó a una villa, con un ambiente de terror, a cada rato venía la policía a buscar a alguien, nuestra casa era una casilla, todo estaba junto, la cocina, donde comíamos y donde dormíamos, el baño estaba afuera. Hacíamos el amor al principio cuando Andrea iba a dormir a la casa de alguna amiga, pero después todo se dio vuelta.

Julio tomaba mucho, y su actividad era la de robar, me di cuenta después, y cada día que pasaba la cosa se ponía peor, ya me pegaba a veces por nada, para tenerme dominada, para empezar a realizar sus verdaderas perversiones ocultas hasta ahí.

Una noche, es el comienzo de lo que sería conocer el infierno en la tierra.

Llegué de trabajar como personal de limpieza de un supermercado, eran las 8 de la noche, y estaba Julio sentado con Andrea comiendo, ya se había tomado una botella de vino. Me serví la comida y cuando terminé me levanté para lavar los platos. Julio se levantó atrás mío y me tomó de la cintura desde atrás y me besó. Tenía un aliento asqueroso a vino y me comenzó a desabrochar el pantalón. Le dije que estaba Andrea, que fuéramos a otra parte si quería hacerme el amor y se puso loco. Empezó a gritar, Andrea le tenía terror, y decía que de ahora en adelante las cosas se iban a hacer como él quería. Julio era un tipo de contextura mediano, el pelo negro corto y morocho, pero cuando se enojaba daba mucho miedo y borracho mas.

Gritaba que me iba a coger cuando quisiera y que Andrea se tenía que acostumbrar a vernos cogiendo, que él quería que fuera así. Como yo sabía que si decía algo me iba a golpear, me quedé callada.

Después que estuvo media hora diciendo cosas incoherentes, propias de su borrachera me tomó de nuevo de la cintura y me volvió a desabrochar el pantalón.

Andrea miraba pero no decía nada, estaba muy asustada.

A mi se me cayeron las lágrimas viendo que todo se degeneraba, y Julio, luego de luchar con el pantalón lo desabrochó y me lo bajó hasta las rodillas, me bajó la bombacha, y sacó su pija que era corta pero muy gruesa, siempre me hacía doler, me dio vuelta de espaldas a él y me hizo inclinar contra la pileta, me abrió las piernas y antes de penetrarme, dijo algo que me puso helada. Miró a Andrea mostrándole su pija muy gorda y le dijo " Te gusta nena?, es linda no?, ya va a ser tuya". No reaccioné pero me di cuenta que Andrea era su objetivo, no tuve tiempo de nada porque sentí la cabeza de su pija en mi vagina y me afirme contra la mesada. Yo abría bien las piernas para que mi vagina se abra porque costaba que entre al ser tan gorda, lancé un grito cuando sentí que empezó a entrar, siempre me dolía mucho, y aguantaba como podía cuando la sentí entrando, lancé otro grito cuando la metió toda, no podía contenerme, y gritaba en cada entrada cuando me bombeaba.

Era terrible aguantar esa pija y parada peor. Me tuvo 15 minutos dándome hasta que la sacó y me la quiso poner en el culo, algo que nunca pudo hacer porque no entraba, solo me ponía la cabeza y acababa.. Probó de ponerla mas al nunca haberlo intentado parados y largue un terrible grito al sentir que la presión hizo entrar un poco mas que la cabeza. No aguantaba mas, creí que me hacía encima, trate de moverme un poco y por suerte acabó.

Se fue a acostar sin limpiarse y me di vuelta, me subí el pantalón y lloraba de vergüenza al ver que mi hija había visto todo eso.

Mi terrible preocupación era que Julio le tenía ganas a Andrea, y la iba a agarrar tarde o temprano.Podía haberme ido con ella, pero no tenía adonde ir y si hubiera tenido él me buscaría y sería peor.

Por eso, un día me senté hablar con mi hija, Julio no estaba y le explique lo que podía suceder, lloramos las dos, pero ella no dijo nada.

Una noche trajo a un amigo a cenar. No lo conocía pero al verlo me di cuenta que era de la misma calaña que Julio.

Se llamaba Guillermo, era gordo, alto, con el pelo entrecanoso largo atado con una colita atrás, y con un bigote muy espeso, tendría unos 40 años y ni bien entró nos miró a Andrea y a mí de manera no amigable, mas bien con lujuria.

Se tomaron cuatro botellas de vino barato, no se como estaban de pie, el gordo era de terror, comía como un cerdo y eructaba en la mesa, una bestia, un asqueroso.

Yo estaba lavando los platos y el gordo fue al baño de afuera y Julio se paró a mi lado y me dijo al oído " te gusta el gordo?, vos a él le gustas mucho. Tenés que ser buena con él porque es mi nuevo socio. Váyanse conociéndose de a poco para entrar en confianza, despacito, sin apuro, después ustedes ven. Yo ahora cuando se vaya te voy a decir que lo acompañes hasta su auto, vos anda, que yo me quedo con la nena para que no se de cuenta", me dijo con un aliento a vino que me tiraba y yo pensé que me estaba entregando, algo que esperaba sabiendo como es él, y encima con ese tipo inmundo, repugnante, era horrible.

El cerdo volvió del baño después de haber hecho unos ruidos terribles, tomó un café y dijo que se iba. Estaba colorado y los ojos parecían inyectados en sangre. Julio me dijo que lo acompañe y me levanté. Salimos, el auto estaba como a tres cuadras, era una noche horrible, fría, y lloviznaba. El gordo caminaba tambaleándose, no se como iba a manejar así. Llegamos al auto y no lo podía abrir, se lo abrí yo, hablábamos de idioteces incoherentes, lógicas por su estado. Antes de entrar me miró y me dijo " Sos muy linda, muy bonita, voy a soñar con vos esta noche, quiero soñar con vos, me das un besito de despedida?".

Le di un beso en la mejilla, pero me agarró y me dio un beso en la boca. Le respondí abriendo mi boca y recibiendo su lengua. Era un asco, realmente casi me desmayo.

El cerdo, al ver que respondía me apretó y me besaba mas fuerte, yo lo tomé del cuello y respondía a sus besos, entonces me dijo "Vení, entra un ratito al auto". Me senté al lado de él y se me vino encima. Me besaba inclinado sobre mi y me metió una mano en la teta apretándola, gemía cuando se desprendía de mi boca y me decía que me deseaba, bajó su mano a mi concha y me la frotaba por arriba de mi pantalón. Sentí un calor por el cuerpo y gemí agarrándolo del cuello, el orgasmo había llegado. Me volcó contra la puerta y me apoyaba el bulto en la pierna, no vi cuando saco su pija porque yo estaba con los ojos cerrados, pero cuando me llevó la mano a tocársela, abrí los ojos y la vi. No era gruesa como la de Julio pero si muy larga y cabezona. No llegué a agarrarla, saque mi mano y le dije "No, todavía no, es muy pronto, necesito mas tiempo, entendeme". Me miró y riéndose mientras guardaba la pija de nuevo me dijo "Sos guacha, me dejas para la paja, pero te entiendo, ya va a llegar nuestro momento hermosa, mañana vuelvo a cenar".

Me dio un beso en la boca y me bajé. Mi sorpresa fue cuando me di vuelta mientras el gordo arrancaba y lo vi a Julio parado con Andrea mirándome. Julio estaba sonriente y Andrea miraba seria. Caminamos los tres hacia la casilla y una vez adentro Julio me dijo "Bien amor, esa es mi mujer!!!, hacelo mierda al gordo que nos viene de perlas, dale su merecido en la cama, demostrale como te preparé", me dio un beso en la boca. A la hora y mientras Andrea dormía me cogió muy fuerte, teniendo que morder la almohada para no gritar.

Al otro día, vino el gordo y dijo que el fin de semana nos esperaba a todos en su casa, que la íbamos a pasar muy bien y que él tenía comodidades para que nos quedáramos a dormir.

Sabía que el gordo me iba a coger en su casa, de eso no tenía dudas, lo que me asustó que era el lugar indicado para que Julio agarre a Andrea, y el pensar eso me dio un frio que me recorrió todo el cuerpo.

Lo volví a acompañar al auto, me volví a sentar a su lado y me volvió a manosear, pero tampoco le agarré la pija diciéndole que faltaba poco, que aguante, tenía mi cabeza en otro lado, en mi pobre hija.

Le hablé de nuevo a Andrea diciéndole que el sábado algo iba a pasar y que no podíamos hacer nada. Ella no me hablaba de eso, me desviaba la conversación a otro lado.

Llegó el sábado a la tarde y el gordo nos pasó a buscar. Llovía como nunca pero el gordo en el viaje decía que iba a hacer igual el asado porque el quincho que tenía era cubierto.

La casa era de material en una zona despoblada con un jardín todo desarreglado atrás y el quincho en el fondo. Tenía dos piezas con revoque y el piso de cemento, un comedor chico y un baño completo.Era un palacio al lado de la nuestra.

El gordo y Julio se pusieron a hacer el asado mientras nosotras estábamos poniendo la mesa adelante, y yo sabiendo lo que se venía, trataba de darle indicaciones a Andrea para su primera vez. Me asustaba la pija de Julio, con semejante grosor desvirgando a mi hija, me estremecía al pensarlo.

Las dos estábamos con pollera. Andrea con una blanca por arriba de la rodilla, no era minifalda pero bastante corta y yo con una azul a mitad de pierna.

Nos llamaron y fuimos a traer la carne. Era impresionante la manera de tomar vino de ellos, no tenían fondo.

Después que terminamos y lavamos todo con Andrea, nos sentamos, el gordo puso música y al rato me invitó a bailar. Sabía que ya había empezado lo peor. Bailábamos lento en el medio del comedor y el gordo me tiraba el aliento en la cara que me daban ganas de vomitar. Julio se sentó al lado de Andrea y le hablaba vaya a saber de que.

Al tercer tema el gordo me empezó a besar y nos paramos. Nos estábamos besando y empezó a levantarme la pollera. Julio miraba a Andrea que nos miraba.

El gordo una vez que me la levantó toda, me dijo que la tenga y con las manos me tocaba el culo sin dejar de besarme. Yo estaba teniendo mi pollera levantada y Andrea bajó la cabeza, pero Julio la tomo con un dedo de la barbilla y le levantó la cabeza para que mire.

El gordo ahora me metió la mano en la concha por arriba de la bombacha celeste que tenía y me hizo estremecer, solté la pollera y lo agarré del cuello gimiendo porque venía el primer orgasmo. Julio le agarró la carita a Andrea la giró hacia él y le dio un beso en la boca. No intenté decir nada porque veía una paliza a las dos descomunal.

El gordo me frotaba la concha y cuando me sintió mojada, me sacó la pollera y la bombacha, quedé con la remera solamente.

Julio tenía la mano en la tetita de Andrea y la besaba apasionadamente, despacio bajó la mano y le empezó a acariciar la pierna subiendo, levantando la pollera, miró la bombacha blanca que tenía puesta ella, le dijo algo y apoyó su mano en la virgen vagina comenzando a frotarla.

A todo eso el gordo había sacado su larga pija y me la apoyaba en la concha. Gemía y me estrellaba contra él. Me frotaba la cabeza por la concha y me metía un dedo en el culo, yo lo tenía agarrado de la nuca ya con un espasmo de la calentura.

El gordo me soltó teniéndome de la mano y le dijo a Julio. "Nos vamos a la pieza, Julito andate a la otra para estar mas cómodo". Julio agarró de la mano a Andrea, se levantaron y le dijo al gordo " Gordo te encomiendo el culo, abriselo a ver si se la puedo meter yo después porque no le entra". Hablaban como si fuéramos mercadería para probar. Una repugnancia, pero sabía que ante cualquier queja nos pegaban y en el estado que estaban tal vez se les iba la mano.

Nos metimos cada pareja en una pieza, y el gordo se desnudó, yo me saqué la remera y nos acostamos. El gordo enseguida me pidió que se la chupe y me agarré de ese palo y se lo empecé a chupar. Se dio cuenta que mi cabeza estaba en la otra pieza y me dijo. "Ya se lo que te pasa, pero va a estar bien. Mirá vamos a hacer una cosa, vamos a verlos así te quedas tranquila y me caliento mas".

Me agarró de la mano, y desde el pasillo mirábamos por la puerta de ellos entreabierta, el gordo se ubicó atrás mio agarrándome de la cintura.

Julio estaba en el medio de la cama boca arriba y Andrea le estaba besando la gorda pija, él la tenía con las dos manos de la cabeza y nos vió parados allí, hizo una sonrisa y siguió gimiendo.

Andrea estaba solamente con la tanga blanca, Julio la sacó de su pija y acomodó a Andrea boca arriba y puso su cara en la vagina de ella empezando a chuparla. Ella sintió algo porque cerró los ojos y le tomó la cabeza a él. Julio estaba con su cara enterrada en la vagina y chupaba frenéticamente y ahora Andrea levantaba las caderas gritando.

El gordo, que veía eso, estaba que explotaba y se arrodilló atrás mio y me empezó a chupar el culo.

Me movía para atrás y adelante, ya sentía mojarme de nuevo y quería ser penetrada.

En eso, veo que Julio se pone crema en la pija, se acomoda arriba de Andrea y le empieza a poner la pija en la vagina. Andrea gritó cuando la empezó a sentir adentro, y se agarraba del cuello de julio que trataba de meterle la cabeza. Con mucho esfuerzo la cabeza entro y ella largó otro grito desgarrador, teniendo él que sujetarla.

La presionó un poco mas y ahora Andrea empezó a llorar.

El gordo viendo eso, me tomó de la mano y me llevó a la pieza, me acostó boca abajo y me la empezó a poner en el culo. Me agarré de los barrotes de la cama cuando la cabeza entró y largue un grito cuando sentí que el hijo de puta la metía.

En la otra pieza Andrea también estaba a los gritos llorando.

El gordo me la mandó toda adentro casi de un saque haciéndome estremecer del dolor, y comenzó a moverse metiendo y sacando a mucha velocidad. Sentía que el culo se me partía y encima escuchaba los gritos desgarradores de Andrea.

Ya me dolía mucho el ritmo del gordo, estaba aferrada de los barrotes y la cama se movía de tan fuerte que me daba, sentía puntadas atrás y el culo que parecía explotar, era mucho el dolor, me la metía toda, la sacaba casi toda y empujaba hasta el fondo con fuerza, el gordo gritaba en cada empujón adentro, pero no acababa. Con ese sufrimiento me olvidé de Andrea que la volvía a escuchar gritar.

A duras penas paré el culo para que acabe, pero el gordo era duro, me estaba rompiendo y no eyaculaba, intenté moverme para atrás para que al tenerlo parado el gordo la meta bien y termine, por fin acabó, sentí mucha leche caliente adentro de mi culo, y después que la sacó el dolor seguía, pero le dije que iba al baño y fui a ver a Andrea.

Mi hija ya estaba desvirgada, Julio la tenía ahora como perrito con la gorda pija adentro de la conchita de Andrea que bramaba del dolor, él la sostenía de la espalda para que no se de vuelta y la clavaba un poco mas en cada movimiento. Me dio una sensación horrible ver esa cosa tan gorda adentro de esa conchita tan tierna, pero ahí estaba. Julio despacio se empezó a mover y ella lloraba del dolor. Dentro de toda la desgracia, Julio la trataba suave, ya bastante tenía que se estaba comiendo una nenita tierna.

Julio aumentó el ritmo y le metió un dedo en el culito, y gemía ante la concha que por fin cedía al aparato, ella mantenía un grito continuo ahogado. Por fin Julio vio que había mas facilidad y ya le daba mas rápido, ella aumentó el grito pero luego se aplacó, su concha ya abierta aceptaba al intruso y le daba calor.

Julio levantó un poco su torso y ya le daba con todo y ella lloraba, gritaba pero también gemía, lo que provocaba que él aumente el ritmo y la penetración.

Estuvo un buen rato dándole bomba hasta que le acabó en la espalda, se cuidó de no acabarle adentro.

Cuando vi que quedaron acostados volví a la pieza. El gordo me esperaba otra vez con la pija dura, me besó mucho, por todos lados, me acomodó de espalda y me clavó la concha.

Me molestaba porque era larga y entraba muy profundo pero me adapte al rato y levanté bien la cadera para que tuviera un orgasmo rápido. Así fue, al rato que nos movíamos los dos acabó adentro, pero yo me cuidaba por lo tanto no temía por nada..

Me quedé dormida al lado del gordo.

Me desperté a la madrugada porque me estaban acariciando el culo, me dí vuelta y lo ví a Julio. Me besó y me dijo "Bueno linda, ahora el gordo te ablandó el culo, vamos a ver si te comes la mía de una vez por todas.".

Le dije que iba al baño para ir de cuerpo y estar mas vacía, y pasé por la pieza donde estaba Andrea. El gordo la tenía boca abajo y la sujetaba con la pija enterrada en el culito de ella, ya se lo había desvirgado. Se empezó a mover cuando vio que ella paró un poco de gritar y moverse, y se veía que se había puesto mucha crema y la pija caminaba fácil entrando y saliendo. Ella gritaba pero con menos intensidad y de a poco empezó a gemir en cada metida.

Los dejé y volví a la pieza. Julio me acomodó en cuatro, se lubricó ese aparato grueso y empezó a metermelo en el culo. Era terriblemente gordo y por mas que me había comido la del gordo esta era diferente. Comenzó a presionar y metió la cabeza, traté de no ponerme dura ni de hacer fuerza porque iba a ser peor. Pegué un grito cuando empezó a entrar el gran tronco adentro, sentía que me desgarraba atrás que no se abriría mas, Respiraba hondo para recibir al pedazo y sufrir lo menos posible, pero pegue otro grito y me fui para adelante cuando entro mas adentro. Julio me tenía agarrada y dio otro empujón para adentro y yo casi no aguantaba mas, parecía que me estaban metiendo un tronco por ahí y grite de nuevo, intentaba facilitar la entrada para aplacar el dolor pero era imposible, era un dolor terrible y ahora sentía un buen pedazo adentro, el culo estaba abierto al máximo, mas no podía, y sentí que se metía mas, ahí Julio me dijo "Así corazón, te la comiste toda, la tengo toda metida adentro de tu hermoso culo", yo estaba que reventaba, con el culo totalmente roto, y él empezó a moverse adentro mío y yo parecía que perdía el conocimiento, me subió el ritmo y yo lloraba del terrible dolor y las puntadas que sentía, era terrible aguantar esa cosa adentro, no podía.

Para colmo estuvo como una hora dándome, estaba excitadísimo, muy caliente. No me acostumbré a eso pero traté de moverme para acelerar el orgasmo de él. Hasta que acabo y me sentí aliviada cuando la sacó de ahí.

Al otro día ya se transformo en una orgía con mi hija y conmigo, nos dieron en el comedor, ni siquiera esperaron para llevarnos a la pieza, salvo cuando Julio se llevó a Andrea, yo estaba tan cansada y dolorida que no me di cuenta, pero cuando la escuché gritar, y fui, vi que Julio se la quería poner en el culo sin resultado.

Paso el tiempo y ya cansada pensé en ir a la policía y hacer la denuncia y escaparnos a algún lugar lejos y trabajar, pero mi sorpresa fue cuando la misma Andrea dice que nos quedemos.

MARCEL MILORD

Milord148@hotmail.com