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Mi hermana Lorena

en Hetero: Primera vez

MI HERMANA LORENA

Tiempos difíciles son los que vivimos, muy difíciles, y mi familia no es la excepción, es parte de la crisis.

Por eso nuestros padres están en lucha diaria para que sobrevivamos, para tener lo mínimo indispensable para crecer. Trabajan todo el día, vienen cansados y están pendientes de que no los despidan, porque la crisis afecta a todos en mayor o menor intensidad y lo primero que sufre es la familia.

No están casi con nosotros, solo preguntas de cómo fue nuestro día, como si fuéramos amigos que nos encontramos para ver que tal estamos, no como padres con hijos.

Con mi hermana Lorena nos arreglamos prácticamente solos, salvo una tía que viene unas horas por día, que vive cerca nuestro y que está desocupada desde hace 2 meses.

Yo tengo 19 años, me dicen Lito, me llamo Jorge, nunca supe por que me dicen así, de chiquito estoy acostumbrado a ese sobrenombre pero tampoco me interesó mucho cambiármelo.

Mi hermanita Lorena, tiene 17 años recién cumplidos, menudita, de 1,52 metros, tirando a flaca, pocos pechos en comparación con algunas compañeras de ella del colegio, fina cinturita y una colita que es redonda y sobresale bien si ella se pone pantalones muy ajustados, en resumen, cuerpo frágil. Bonita de cara, los ojos de papá verdes y el cabello de mamá rubio claro ondulado con un mechón que le cae sobre la frente. Es muy tímida, nunca se le conoció novio, ni siquiera amigos varones, no va a bailar, casi no sale, le cuesta mucho entablar una conversación, solo mira con esa cara de muñequita y como escondiéndose. Es buena en el colegio, nunca trajo notas bajas aunque tampoco muy altas.

Faltaba poco para terminar el ciclo escolar para ella y para mi que luchaba con el ingreso a la facultad.

No solo por tercer año no íbamos a ningún lado estas vacaciones sino que una noche nuestros padres aparecieron con que una tía que era viuda y vivía sola en el interior estaba muy enferma y que les pidió si la podíamos visitar porque quería conocernos por si le pasaba algo y de paso ayudarla un poco. Nunca la habíamos visto porque estaba bastante lejos y papá y mamá aparte de darle el gusto a la tía pensaron que por lo menos íbamos a ir a algún lado en estas vacaciones y no estar encerrados en casa por falta de plata.

Quedaron que iríamos todo Enero, después de las fiestas y Lorena y yo estábamos de acuerdo, salir un poco de la rutina nos iba a hacer bien por mas que fuera a cuidar a nuestra tía, era cambiar de aire, aunque luego maldiciera ese cambio.

Terminamos el año escolar, la tía mandó los pasajes en micro, pasamos las fiestas, que era una fecha que podíamos estar con nuestros padres porque los fines de semana descansaban y casi siempre dormían.

El 2 de Enero, salimos a lo de nuestra tía.

Tuvimos como 6 horas de viaje y llegamos a una Ciudad no muy grande. Tomamos un remis y después de media hora estábamos frente a la casa de la tía. El barrio era tranquilo parecía, muy poca gente en la calle y con casas de bajo, no se veían edificios como en la terminal.

De afuera la casa de la tía parecía bastante vieja pero estaba bien pintada y cuidado el frente. Tocamos timbre y al rato apareció la tía. Era una mujer de unos 60 años que estaba demacrada pero se notaba que habría sido linda de joven. Estaba con una salida de cama y cuando nos vió nos beso a los dos, y contenta nos hizo pasar.

La casa estaba muy bien cuidada por dentro, los ambientes eran como se hacían antes, con techos muy altos y muy grandes las habitaciones. El baño principal estaba hecho a nuevo y el de servicio muy bien arreglado.

Era muy luminosa y me ubicó a mi en una pieza pintada de verde clarito con una cama de una plaza y con muebles nuevos y a Lorena en una pieza al lado de la mía , con una ventana grande que daba a la calle, pintada de rosa claro, y con muebles de madera clara.

Mi pieza no tenía ni la mitad de ventana que la de Lorena y encima yo tenía un árbol enorme en la vereda frente justo a mi pieza. O sea, abría mi ventana y me saludaba el árbol.

La tía nos preparó te cuando terminamos de sacar nuestras cosas de la valija. Nos decía donde podíamos ir para ver lugares lindos de ahí.

Por suerte la tía estaba dentro de su enfermedad bastante bien, pensábamos encontrarnos con una mujer postrada ,pero no era así.

Los primeros dos días casi no salimos porque la tía nos tenía hablando y mostrando todo, solo fuimos al supermercado a comprar la comida para varios días porque ella hacía así. Y caminamos unas cuadras para ambientarnos, pero nada mas.

Al tercer día comienza el infierno.

Esa noche, le dije a la tía que íbamos con Lorena a tomar algo cerca del centro. Me dijo que nos cuidáramos y fuimos.

Lorena no estaba para nada llamativa, nunca vestía de una manera provocadora. Tenía un pantalón negro que era ajustado y una remera amarilla no muy ajustada, hacía calor, y nos metimos en un bar que estaba en una esquina de una avenida muy poco transitada y una calle oscura.

Adentro había poca gente, una pareja de unos 30 años , tres tipos muy bien vestidos, que se notaba que salieron de trabajar y estaban hablando de negocios, un tipo de unos 40 años con un nenito de no mas de 6 años y en un rincón un tipo de unos 45 años, pelado, con unos bigotes muy finos, las cejas muy tupidas, vestido con una camisa abierta casi hasta abajo negra y un pantalón que brillaba de lo gastado también negro. Se notaba que estaba pasado de copas por los movimientos torpes.

Lo que noté que apenas entramos le fijó la vista a Lorena, y no por curiosidad, mas bien era por otra cosa.

Mientras estábamos tomando dos gaseosas, el tipo la seguía mirando y en un momento que ella miró para ese lado le sonrió dejando ver que le faltaban bastantes dientes.

No intenté nada, ni siquiera decirle nada a mi hermana, porque pensé que el tipo estaba borracho y aparte su figura y su cara me decían que era un tipo pendenciero, de mala entraña.

Me sentí incómodo y le dije a Lorena que tenía ganas de irme de ahí, mi hermana nunca decía nada, así que pagué y nos fuimos.

Caminamos un rato por el centro y volvimos, las últimas 6 cuadras antes de llegar a la casa de la tía eran bastante oscuras y yo me daba vuelta a cada rato porque tenía la sensación de que alguien nos seguía. Pero no veía a nadie.

Entramos con la llave que nos dio la tía y como estábamos cansados nos fuimos a acostar.

Me quedé un rato leyendo un libro que había llevado y me pareció ver en la ventana como que alguien se había parado y siguió. Pensé que era alguien que pasaba, se detuvo por algo y continuó.

Volví a sentir ruido en la calle, y me levanté y fui a mi ventana a ver, vi en la ventana de Lorena que había algo que se movía pero como estaba oscuro y mi ventana era chica no distinguía bien y no pensaba abrir mi ventana para ver mejor, a ver si era un ladrón y se metía.

Fui a la pieza de Lorena para ver de allí. Entré y estaba todo apagado pero la ventana abierta por la mitad, por el reflejo que entraba de afuera vi a mi hermana durmiendo boca abajo, destapada y solo con una bombachita blanca. Y noté como si hubiera alguien afuera y salió enseguida que me vio entrar.

La tapé a Lorena con la sábana a pesar que hacía mucho calor, fui hacia la ventana y miré afuera pero no vi nada, la bajé y me volví a mi pieza.

Al otro día le pedí a la tía si tenía ventiladores porque Lorena se quejó que pasó calor y me reprochó que bajé la persiana .

La tía nos dio dos ventiladores viejos y chicos, no era la solución pero antes que nada algo era.

Ese día fuimos con Lorena a caminar por un parque muy grande que había y tomamos algo y nos volvimos. Otra vez tuve esa sensación de que alguien nos miraba y nos seguía.

Pero no veía a nadie por eso seguimos con lo nuestro.

Esa noche el calor era grande y le dije a Lorena que tenía ganas de tomar helado, lo que ella aprobó enseguida.

La tía nos dijo donde estaba la heladería mas cercana que era como a diez cuadras, fuimos con mi hermana, pedimos los helados y nos volvíamos tomándolos cuando de la oscuridad de la calle apareció el borracho que estaba en el bar el día que fuimos con otro tipo mas viejo pero muy grande. Nos quedamos los dos parados del susto de la aparición y el borracho, que estaba vestido igual que el día que lo vimos, le dijo a Lorena que estaba con el helado en la mano, "Que bien que chupas el helado muñeca!!, así chuparas la pija?", y tanto él como el otro estallaron en risa.

Me salió como un reflejo putearlo y amagar que lo empujaba a un costado, y el grandote me dio una trompada en el estómago que me sacó de circulación.

Lorena gritó pero el borracho le tapó la boca y le dijo "Nada de gritos muñeca, ya vas a tener motivos para gritar, ahora les digo que los vamos a estar vigilando y si se les ocurre ir a la policía antes de que me agarren ustedes van a aparecer flotando en el río de las afueras. Ahora escuchen, la nena me gusta muchísimo y es justo que tengamos nuestra luna de miel, pero no es el momento por eso te recomiendo que te prepares, dejame la ventana de la pieza abierta para que en estos días te pasemos a buscar, estamos preparando el nido de amor. No lo olviden, si denuncian y vemos un movimiento raro son cadáveres", terminó de decir eso y sacó un revólver apuntándonos, lo guardó y se fueron desapareciendo en la oscuridad.

Lorena estaba pálida del miedo y yo estaba agarrándome el estómago que me dolía del terrible golpe que recibí.

Al rato seguimos caminando, yo con dificultad, y le dije a Lorena que me espere en la pieza que íbamos a hablar, mientras tanto no teníamos que decir nada y menos a la tía.

Entramos y por suerte la tía estaba durmiendo en su pieza, fui al baño y me mojé bien la cara, cuando me enderezaba me dolía la zona golpeada pero estaba pasando. Fui a la pieza de Lorena y estaba llorando. La calmé como pude y después de mucho hablar me dijo que ella tenía miedo de denunciar eso, y que tampoco nos podíamos volver porque estábamos vigilados. Le dije si era conciente de lo que el borracho ese quería de ella, y me dijo que sí, que la quería coger, palabra que jamás pensé escuchar de su boca ya que nunca decía ese tipo de cosas. Le expliqué que no iba a ser como en las novelas que ella leía, y me dijo cortante "Nene, vos queres que nos maten?, le viste la cara a ese tipo?, da pánico verlo y es capaz de cualquier cosa. Lito, no tenemos escapatoria, mejor dicho no la tengo yo que ya se lo que va a ser estar con él", terminó de decirme eso y me abrazó y se puso a llorar de nuevo.

Empecé a pensar que debía de haber una manera de salir de esto, pero enseguida escuchamos un golpe fuerte en la ventana y una voz que dijo "Abran o les disparo pendejos". Nos miramos con Lorena y ella me hizo un gesto para que abriera.

Me levanté y subí un poco mas la persiana, corrí la cortina y abrí la ventana.

Estaba el borracho con el revólver apuntándome y el otro.

El borracho repugnante dijo "Vinimos para recordarles que esto no es joda, los miramos en todos lados. No te preocupes muñeca por mi amigo, él es impotente, yo soy tu novio. Ahora para antes de que me vaya a dormir te recuerde, cambiate despacito, quédate en bombachita y acostate a hacer noni que se viene un lindo baile". Otra vez por impulso quise meterme y el borracho me agarró del cuello estirándose un poco para adelante y me dijo "Correte pendejo de mierda, esto es para nosotros no para vos imbécil" y me tiró a un costado.

Lorena me hizo señas para que me quede ahí y se empezó a sacar la remera, después se desabrochó el corpiño y se lo sacó, el borracho miraba relamiéndose. Lorena se desabrochó el pantalón, se lo bajó, se lo sacó y lo puso en la silla, quedó nada mas que con una bombacha chiquita amarilla, se acostó y en ese momento, el borracho que estaba babeando le dijo "Sos virgen amor?", mi hermana le dijo que sí, dieron media vuelta y se fueron.

Cerré la ventana y bajé toda la persiana. Lorena se tapó con la sábana y antes que diga algo me dijo "No digas nada Lito, ya está, paciencia, hay que aguantar y va a terminar en algún momento".

Salí y me fui a mi pieza.

No pude dormir en toda la noche, pero no encontraba la manera de salir de esto, sabía que Lorena iba a sufrir, y la veía tan tierna, chiquita, pero a la vez tenía miedo que le pasara algo si intentaba hacer alguna cosa.

Al otro día no nos movimos de ahí, solo fuimos a comprar algunas cosas al supermercado sin decir nada para que la tía no sospeche. Preguntó por qué no salíamos y le dijimos que estábamos cansados.

Como a eso de las 5 de la tarde, entre a mi pieza a buscar una remera porque la que tenía estaba muy traspirada y Lorena entro a la suya a buscar una toalla para bañarse y sentí que me llamó.

Fui y me mostró un papel que habían tirado por la ventana que estaba abierta, lo abrimos y decía "Mañana es la fiesta de verano que se hace en el club de la ciudad, díganle a su tía que van a ir, acá les mando el folleto donde la anuncian, dura toda la noche y al otro día termina a las 12 de la noche. Convenzan a su tía que van a quedarse allí para no volver, la gente descansa en el mismo club, eso es tradición acá, ella lo sabe. Que la nena venga bañadita y preparada, a las 9 de la noche los veo allá"

El día había llegado. Lorena no decía nada pero yo sabía que estaba con mucho miedo por dentro y lo quería disimular.

Al otro día la convencimos a la tía y nos dijo que nos divirtiéramos.

A las 8 salimos para allá. Lorena estaba con un pantalón azul oscuro y una remera negra, y sus cabellos rubios que le resaltaban.

Cuando entrábamos al club vi a dos policías parados en la puerta, disminuí el paso y los miré pero Lorena me dio un pellizcón en el brazo y me hizo con la cabeza seña que no.

Adentro había mucha gente, alguna ya estaba bailando y la mayoría tomando.

A las 9 en punto estábamos parados junto a una columna a un costado del bar y sentimos que nos tocaban de atrás. Nos dimos vuelta y eran ellos. El tipo me dijo que me quedara y que se llevaba a Lorena, que mañana la traía acá, le dije que yo quería ir, que sino llamaba a la policía y me arriesgaba a que nos mataran, me dijo "Como quieras", y nos señaló para donde debíamos ir.

Caminamos bastante y en el estacionamiento, que no había nadie me dijo "Bueno, un momento, no piensan que les vamos a dejar ver en que vamos y a donde". El otro tipo, el grandote, sacó como un poncho y le tapó la cabeza a Lorena y mientras yo miraba eso, el borracho de atrás dijo "Que lástima, no traje nada para taparte a vos", sentí un golpe en mi cabeza, que todo giraba y perdí el conocimiento.

Cuando desperté, estaba en el piso atado con Lorena a mi lado también atada.

Miré y era una habitación muy grande y vi una sola puerta que supuse era la de salida, me di cuenta que era el único ambiente, porque la otra puerta que había estaba abierta y se veía el baño.

Había una cama mediana en un costado contra la pared, una mesa con dos sillas que era donde estaban ellos sentados comiendo, un aparador de un metro y medio de alto mas o menos con dos puertas y una ventana totalmente cerrada. Todo iluminado por un velador de pie con una lámpara roja.

Todo se veía confuso por la poca intensidad y el color de la lámpara, encima el velador estaba cerca de la cama que era lo que mas nítido se veía.

Ellos terminaban de comer y era empezar a escuchar eructos y gases que se tiraba el borracho asqueroso ese. Nos dieron un espectáculo inmundo, rematado por el borracho que fue al baño, y con la puerta entreabierta defecó con ruidos terribles y al rato invadió el ambiente un olor a podrido que me dieron ganas de vomitar, ante la risa del otro que estaba sentado con un dedo en la nariz. Se habían tomado como 4 botellas de vino berreta y estaban haciendo todo para asquearnos.

El borracho salió del baño y me dijo mirando a Lorena que estaba pálida "Bueno pendejo, te recomiendo que te duermas enseguida porque no creo que te guste ver lo que viene. La cosa es así, mi amigo tiene el arma, al pendejo si se le ocurre hacerse el héroe se come un culatazo en un ojo y si sigue un tiro en la pierna, o sea nena linda vos haces todo lo que yo quiera con la mayor alegría. Pueden gritar si quieren de hecho la nena algún grito va a pegar, nadie escucha acá, solo les recomiendo que no me gustan los gritos, salvo los de placer, si me canso, el pendejo la liga.

Bueno amorcito, mi amigo te desata y vení con papito".

El grandote se paró con dificultad, fue a donde estaba Lorena y la desató. Después vino a mi lado y con el arma del otro lado se sentó contra la pared a mirar el espectáculo que se aproximaba, me puso un pañuelo en la boca para que no hable y Lorena se paró.

La pobrecita temblaba y el borracho le dijo "vení nenita hermosa, vení a los brazos de papi que está muy nervioso, vení amor, vení". Ella me miró y fue, se paró frente a él, le llegaba un poco mas arriba del pecho, el borracho que ahora estaba serio y respiraba agitado la tomó de la cintura agachándose un poco, puso sus labios junto a los de ella, le dijo bajito "mi nenita", y la empezó a besar. Lorena no tenía nada de experiencia en eso, abrió su boca y él le metió la lengua adentro. Entre cada beso le decía algo, como "chiquita", "sin miedo hija", "meteme vos la lenguita adentro mami", "sos mía bebita".

Mas de media hora así besándola y hablándole. Tenía las manos en la espalda de ella y se las frotaba allí , pero muy despacio mientras la tenía besando las fue bajando. Cuando llegaron al borde del pantalón le dijo muy despacito y con sus labios pegados a los de ella "a ver que hay acá hijita", la besó y bajo las manos despacio hasta apoyarlas en el culo de Lorena. Ella por reflejo se quiso separar y él le dijo siempre con los labios pegados "No, nenita, no, tranquilita, quietita, sin miedo, dejame hacer lo que tengo que hacer, flojita, ya está mami, ya está", la volvió a besar y le empezó a acariciar las nalgas. De a poco le empezó a manosear bien el culito, y dijo "Que lindo culito preciosa, que lindo que és, dejame apreciarlo bien porque me molesta este pantalón malo", estaba empezando a sacarse y gimiendo y hablando solo cosas que no se entendían, le empezó a desabrochar el pantalón bajándoselo hasta mitad de las piernas. Lorena quiso parar las manos de él que le dijo "Mami, portate bien, no seas rebelde que papi se va a enojar, ya está, ya quedó el culito libre, quietita", se volvió a apretar contra ella y volvió a besarla y metió las dos manos en el culo por arriba de la bombacha rosa que tenía mi hermana.

Ya le apretaba el culo y le bajó la bombacha, y le pasaba el dedo mayor por la rayita de arriba abajo y con la otra mano empezó a tocarle la vagina. Lorena estaba con los ojos cerrados y hacía ruidos con la boca mordiéndose los labios.

El borracho frotaba la vagina y le acariciaba el agujerito del culo ya levantando temperatura.

La soltó y le dijo "Sacate el pantalón y la bombacha nena, y después la remera que están jodiendo".

Ella lo hizo y quedó desnuda, él la admiraba diciendo asquerosidades y se agacho y comenzó a chuparle las tetitas como un bebé. Lorena gemía y agachando la cabeza le miraba la pelada y se la empezó a besar. Eso calentó mas al tipo, el ver a mi hermana que se estaba excitando, bajó mas y le empezó a chupar la vagina y ahora ella estaba caliente. Casi otra media hora estuvo chupando la conchita y el culo de ella que gemía agarrándole la cabeza.

Se paró , la miró y le dijo "Ya queres debutar nenita hermosa, bueno mamita, desabróchame el pantalón despacito y bájalo", ella empezó a hacerlo y cuando los dejó abajo contra el piso, iba levantando la vista, miraba esas piernas flacas y muy peludas y llegó a un enorme bulto escondido tras un slip rojo. El borracho le dijo que le besara el bulto por arriba del slip, ella lo besaba hasta que él le dijo que le sacara el slip. Ella los bajaba con las dos manos de los costados, el slip se trababa en lo que iba a aparecer pero el borracho lo destrabó y se liberó una terrible pija larguísima y gruesa, bastante curvada para arriba, con una terrible cabeza bien roja, que al verla cerré los ojos y me puse a llorar.

Lorena la miró y se fue para atrás espantada y él le dijo "No mami, tenes que quererla, ella va a entrar en tus cuevitas, la vas a tener adentro de tu conchita y tu culito, no tenes que tenerle miedo, tócala hijita, dale besitos , pásale la lengüita, dale mamita, hacelo que está muy dura".

Se sacó el pantalón y el slip, la camisa dejando ver que era todo huesudo y peludo y quedó desnudo.

Lorena arrodillada besaba ese pedazo curvo. El borracho le decía que le pase bien la lengua por toda la pija y ya como loco le dijo "Los huevitos tambien nenita chupalos bien, y mi culo, pasale bien la lengua, dale nena que ye te calmo el ardor". Lorena estuvo mucho tiempo ahí abajo chupando todo, hasta que la levantó, la besó en la boca y le dijo "Bueno hijita, vamos a empezar a abrir tu conchita que va a llevar tiempo, lo vamos a hacer despacito hasta que me la coma toda, despacito".La tomó de la cintura y la llevó a la cama, la hizo acostar, tomó un frasco grande de crema que se notaba que era nueva y sin etiqueta, se puso bastante en toda la pija mirando a Lorena a los ojos, le dijo a ella que agarre un poco y se ponga en la concha, la hizo abrir de piernas y se empezó a acomodar arriba de ella.

El grandote que estaba a mi lado se acomodó sabiendo que venía algo fuerte y yo empecé a lagrimear viendo semejante pedazo que iba a entrar en el cuerpecito de mi hermana, iba a ser una masacre y con sangre.

Estando arriba de ella, entre las piernas, le acarició la cara y le dijo "Ahora bien flojita, respira hondo, no te pongas dura y recibí la pija, ayudame para que entre, aguantá el dolor porque sino no vamos a poder meterlo, tranquilita", miró la conchita de ella, la tocó con la mano, se agarró la pijota, la puso en posición, y empezó a empujar.

La cabezota maldita esa comenzó a luchar para abrir la concha y gracias a la crema comenzó a hacerse paso, mi hermana cuando la sintió entrar gritó y puso las manos en el pecho de él y quería empujarlo para atrás, pero el borracho era muy fuerte y empujó mas diciéndole "Ya mamita, ya entra querida, déjala, flojita, estas muy dura y es peor, flojita mi amor", y Lorena gritó comenzando a caérsele lágrimas y tratando de empujarlo.

Esa pija asquerosa curvada ya empezó a meterse y Lorena parecía que la estaban matando, decía "ayaaaaa noooo, sacalaaaaaa". El borracho suspiraba y seguía y ahora mi hermana le pegaba con sus manitos en el pecho empezando a toser atragantada.

Pero él seguía como si nada, la cabeza de la pija ya no se veía y ahora era el tronco el que se empezaba a esconder. Lorena era un mar de lágrimas, gritos, manotazos y movía las piernas desesperada. La pija se detuvo un poco en lo que supongo sería la telita de la virginidad, pero el borracho empujó y siguió su camino. La corrió un poco para afuera para mirar y vio la pija manchada con sangre, la miró a Lorena que estaba en estado de locura y le dijo " bebita, ya está ahora tu conchita se tiene que acostumbrar a mi pija, flojita para que entre", y volvió a la carga contra la concha ya desvirgada.

Lorena estaba roja y se notaba que no aguantaba, gritaba y se le caía saliva de la boca bien abierta que tenía y las lágrimas eran incesantes.

El borracho seguía metiendo la pija despacio pero sin pausa y ella le pegaba con los puños en el pecho pero ya con fuerza disminuida. Un buen pedazo de pija ya estaba adentro de ella y metió hasta donde seguro encontró tope, se quedó ahí, mientras le sacaba con una mano el pelo de la cara a Lorena que de tanto mover la cabeza no se le veían los ojos, y después que la peinó con la mano y siempre con la pija adentro la empezó a besar. La besaba y despacio empezó a mover la parte de abajo sacando la pija y volviéndola a meter. Ella estaba desesperada y él le decía cosas dulces, le pasaba la lengua por los labios y los cachetes de la cara de ella y aumentaba despacio el ritmo.

Ya estaba moviéndose a un ritmo considerable y la pija se veía ensangrentada cuando salía, aumentaba el movimiento al encontrar lubricación y Lorena seguía llorando y le volvía a pegar diciéndole que basta.

Ya la pija hacía ruido y se veía encremada y sangrienta y el borracho ahora le empezaba a dar mas fuerte y le decía "ya está nena, viste que lindo?, movete para arriba un poquito, recibila que ya te abrí, vamos linda, ya sos mujer", y le empezó a dar empujones que la hacían gritar como nunca.

Trataba de imaginar lo que sentiría la pobrecita de mi hermana con esa pija deforme, curvada para arriba, perforándola, escondiéndose casi toda adentro de ella, y pensé la capacidad de la concha de ella, que tan chiquita se estaba comiendo semejante pedazo.

Pasó una hora desde que empezó todo y ahora la veía a Lorena mas tranquila, se notaba mucho dolor en los empujones para adentro del borracho que le daba muy duro, pero ella ya no le pegaba, y si bien seguía llorando ahora sus manos se apoyaron en los brazos de él y lo apretaban.

El borracho gemía como loco y no había miras de que fuera a acabar, seguí cogiéndola a gran ritmo y ella empezó a inclinar las rodillas para arriba hasta apoyar sus pies y se abrió bien de piernas como queriendo recibirlo bien. Despacio empezó a gemir y a mover la cadera para arriba en cada embate de él. Al rato el borracho la clavaba con fuerza y velocidad hasta el fondo y ella lo recibía con la cadera bien levantada, ya gozaba con esa pija adentro.

Por fin después de mucho el borracho gritó y acabó y ella también gritó cuando recibió por primera ves el semen caliente en su interior.

La dejó un rato adentro hasta que la sacó, con semen, crema y sangre. Se la hizo limpiar a ella con la boca y le preguntaba si le gustó a lo que ella tímidamente asentía con la cabeza.

La tuvo abrazada una hora y media, besándola, hablándole, chupándole las tetitas y de a poco la pija se empezaba a levantar de nuevo hasta estar rígida otra vez.

Ella se la agarró con una mano y sola bajó y se la chupaba. Mientras ella se la lamía toda el borracho le dijo " Hijita ahora la vamos a meter en tu culito precioso, sin miedo que va a ser tan lindo como por la conchita, vos portate bien y prontito la vas a tener toda adentro y te vas a empezar a mover", ella lo miró con esa carita, con ese mechón rubio que le caía sobre la frente y con esa vocecita de nenita le preguntó inocente "va a doler mucho?". El borracho con cara paternal pero mirando fijo ese culito chiquito que pronto iba a romper le contestó "Un poquito sí va a doler, pero si haces lo que te digo, si te quedas bien flojita, no me hacés fuerza para afuera y respiras bien hondo, enseguida va a pasar".

La dio vuelta poniéndola boca abajo, le abrió bien las piernas, le tocó un buen rato el culito, acariciándole las nalgas y el agujerito todavía cerrado ,hablaba tan bajo que no se le entendía nada y cada tanto cerraba los ojos y ponía la cabeza mirando al techo, se puso mucha cantidad de crema en la pija, le puso en el agujero metiendo un poco el dedo adentro, se acomodó arriba de ella, con la mano llevó la pija a apoyarse en el agujero y muy despacio empezó a desvirgar ese preciado tesoro.

Lorena sintió la cabeza empezando a meterse por ese nuevo agujero y se dio cuenta que el dolor era mayor que en la otra penetración, este agujero estaba muy cerrado y se resistía mas a ser invadido.

Empezó de nuevo con los gritos desesperados y las lágrimas de nuevo comenzaron a invadirle la cara. Le pedía suplicando que la saque, que no entraba, pero el borracho no estaba dispuesto a hacer concesiones con la cosa que mas deseaba y lo calentaba. La cabeza después de mucha lucha abrió la entrada y empezaba a esconderse y Lorena aullaba del dolor, era terrible escucharla, le imploraba que basta, que no aguantaba eso ahí. Pero el borracho, diciéndole cosas dulces le pedía que no hiciera fuerza y que respire.

Ella lo hizo y él la metió mas adentro aprovechando que se aflojó.

Lorena levantó la cabeza y estaba con la boca totalmente abierta buscando aire, parecía ahogada, los ojos fijos sin parpadear. El borracho le acarició el pelo y la clavó un poco mas ella otra vez le gritó "Ayaaaaaaaa, sacala papiiiiiiiii", el borracho le puso la boca en el oido de ella luego de correrle el cabello y le dijo " No puedo amorcito, sino no te vas a acostumbrar nunca a mi pija en el culito que yo tanto deseo. Aguanta bebé, te la estoy metiendo muy despacito pero es peor así, sufrís mucho, voy a darte un empujoncito mas fuerte así adelantamos", le apoyó una mano en la espalda de ella y empujó. Esta vez la pija entro un buen pedazo en el culito de ella y Lorena lanzó un aullido terrible que me hizo cerrar los ojos, hasta el grandote cerró los ojos ante ese cuadro.

El borracho aguantaba apretándola de la espalda los movimientos bruscos de mi hermana que quería como sea sacarse eso de ahí atrás. La miraba fijo y cuando ella aflojó un poco la terminó de clavar. Mi hermana entre todos los gritos que largaba decía que sentía unas ganas terribles de ir de cuerpo, que sentía que explotaba y él le decía que era una sensación nada mas.

Era un espectáculo de terror verla a ella toda clavada por el culo pegándole con sus manos en los brazos de él y llorando atragantada. Con paciencia el borracho aguantaba que pase ese tembladeral para seguir adelante pero sin sacar un centímetro la pija de adentro del culito, la miraba y corría la cara cuando alguna mano de ella pasaba cerca. Por fin se fue aplacando y el borracho despacio se empezó a mover. Empezó a soplar cuando la metía y ella era un grito vivo. En un momento la sacó y a ella se le escapaban gases de atrás a lo que él la acariciaba con una sonrisa y se la volvió a meter. Iba una hora y media ya y el borracho cada tanto se la sacaba para que ella descargue y volvía a galoparle el culo que ya estaba como florecido. Se lo estaba deformando, la cogía fuerte ahora pero ella no se acostumbraba como por adelante y seguía llorando, recién diez minutos antes de que acabe ella se calmó y se empezó a mover muy poco. Sintió la leche por otro agujero nuevo, la tuvo adentro un rato, se la volvió a limpiar con la boca y el borracho la ayudó a que fuera al baño metiéndose con ella.

Se acostaron y se durmieron abrazados. Yo me dormí ahí.

Me despertaron no se a que hora pues había perdido noción del tiempo allí, los ruidos, miré y la vi a Lorena sentada en la pija del borracho que estaba acostado boca arriba y le explicaba como debía hacer. Al rato ella se estaba clavando gritando de placer mientras él le tocaba las tetitas con sus dos manos. Lo cabalgó mas de una hora hasta que se la clavó toda cuando sintió que él acababa.

Le pidió que me soltara y me dijo que no haga nada, que estaba todo bien. Me soltaron y me quedé quieto, veía que Lorena sentía algo por el borracho que la había desvirgado, lo acariciaba, lo besaba, le dijo algo al oído, él se rió, ella se puso como un perrito arriba de la cama y él le clavó el culito. Lorena gritaba del dolor y lloraba pero no le decía que la saque y al rato se movía.

Nos llevaron a lo de la tía y le explicamos a ella que la pasamos muy bien, mintiéndole sobre la fiesta que no vimos.

Todos los días que faltaban para irse, el borracho se veía con Lorena, se iban a coger mientras yo los esperaba en el centro.

Nos volvimos a casa, pero Lorena insistió tanto que en las vacaciones de invierno y las del verano ella fue a lo de la tía. Yo sabía para que y me resigné a que mi hermana estuviera enamorada del tipo que la hizo mujer.

MARCEL MILORD

Milord148@hotmail.com