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Carlos, me entregaste

en Interracial

CARLOS, ME ENTREGASTE

Con mis 25 años tengo una vida movida pero plena, estudio Abogacía, tengo un buen trabajo, mi departamento, chico pero propio, voy al gimnasio dos veces por semanas, salgo, disfruto, como dije, una buena vida.

No salí con muchos hombres, solo con los que realmente me atrajeron, no soy de salir por salir con alguien si no siento algo.

No se como describirme, diría normal, Rubia, de 1,58 metros, mis pechos son mas bien chicos, o eso me parece a mi, mi cintura fina y una pronunciada cola, que era mi orgullo, pero a veces me trae problemas al tener que soportar cosas que me dicen en la calle, por eso trato de tapármela, en verano uso las camisas afuera, no me gustan los problemas, aparte soy bastante tímida. Con mis ojos verde oscuro les completo mi descripción, creo que dije bien al decir normal.

Solo me resta decir que mi nombre es Cristina, que me dicen Cristy y vamos a los hechos.

Un sábado no tenía ganas de salir, hacía mucho frío y estaba cómoda en mi departamento, con la calefacción y con ganas de ver películas a la noche, estaba bien. Pero apareció la única amiga que tengo, Silvia, y con su palabrerío que a veces aturde, me convenció para que fuéramos a bailar a un boliche donde pasan salsa.

Con visible desgano le dije que está bien, combinamos la hora y el lugar donde nos encontraríamos, se fue y molesta me dirigí a darme un baño.

Me puse un vestido corto enterizo azul con una polera blanca abajo, hacía frió y yo puteaba mientras me cambiaba. Me miré al espejo, arreglé mi cabello un poco ondulado con el cepillo, vi que si me agachaba mucho se levantaba el vestido y se me veía la tanga blanca que elegí para ponerme pero estaba tan fastidiada que no le di importancia.

Esperé que se hiciera la hora, me puse un tapado largo azul, me levanté el cuello y puteando por el ascensor fui al encuentro de mi amiga.

Nos vimos y yo estaba congelada, le dije que vayamos al boliche porque tenía mucho frío, como estábamos a pocas cuadras llegamos enseguida, entramos y me aclimaté al calor de adentro, me saqué el tapado, lo puse en el guardarropa, agarré el número y fuimos a la barra a tomar algo. Pedí un trago con alcohol y nos quedamos paradas alli esperando que empiecen a bailar y me saque alguien que me gustara.

Le dije que no a varios hasta que se acercó un negro, de unos 30 años, me gustó la manera en que me habló y salí con él a la pista a bailar.

No sabía bailar casi salsa, pero vi que la cosa era mover la cola y como cola me sobra empecé a moverla. Los que me miraban no se si era porque me salía bien el paso y porque mi cola llama a ser mirada y mas en pollera, sobre todo si ésta se levanta.

Bailamos unas cuantas piezas y le dije que estaba cansada, entre el alcohol y los zapatos con tacos, estaba para sentarme. Me dijo que si lo acompañaba al salón de arriba que tiene sillones, le dije que si, me tomó de la mano, subimos y por fin me pude sentar.

Me dijo que se llamaba Carlos, que era descendiente de africanos y que se sentía a gusto en este país y mas cosas. Pedí otra vez un trago largo para tomar y fue un error, el efecto de tanto alcohol potenciado al haber bailado me dejó media mareada, tirando a bastante., y me incliné sobre él, algo que no dejó pasar por alto y me tomó del hombro, me llevó mas hacia él, inclinó su cara y me beso en los labios. Yo no se si era por el alcohol, o porque realmente me caía bien, que le tomé la mejilla con mi mano y me prendí en el beso.

Estuvimos casi una hora a los besitos y cuando vi que estiraba la mano hacia mi pierna, le dije que ahí no quería , que por algo mío no me gustaba que me miraran. Quedó mirándome como diciendo que podíamos hacer, y luego de pensarlo le dije que si quería iba a un hotel, porque a casa no llevo hombres. Me levantó de la mano, buscamos a Silvia para avisarle, me puse el tapado y fuimos caminando a un hotel bastante lindo que estaba a dos cuadras.

Pensaba en la fama de los negros, en su GRAN fama y me daba un poco de temor, y encima se decía que adoraban los culos y yo no iba a entregar el mío.

Pero cuando se cambió mientras miraba maravillado mi culo ahora solo con la tanga, sacó un arma muy normal, hasta diría que chica, vi mas grandes de blancos, o sea que me calmé al saber que era manejable. Nos besamos, nos chupamos nuestras zonas bajas, me subí arriba de él y lo cabalgué casi una hora hasta que eyaculó junto conmigo. Fumamos un cigarrillo mientras hablábamos, vi que se le ponía rígido de nuevo, y pensé, que ahora iba por el preciado trofeo, o sea mi parado y carnoso culo, pero no, volvió a la vagina, esta vez él arriba mío. Fue menos que la primera vez hasta que acabamos.

Pasó el invierno y yo salía con Carlos, me esperaba a la salida de la facultad, del trabajo, era atento y ahora ya venía a casa.Estábamos bien, teníamos relaciones tres veces por semana y llegaron los calores.

Parecía que había encontrado a mi novio ideal, un negro que era muy bueno conmigo, aunque yo seguía preguntándome porque no lo atraía mi culo, pero después me olvidé y disfrutaba en nuestras relaciones.

El calor apretaba, y un día tomando unas copas a la salida de mi trabajo, me dijo "Cristy, el sábado hay una fiesta de negros en el salón de nuestra cofradía y me encantaría que vinieras. Como sabía que lo deseaba en serio le dije que si.

Me decía muchas veces que me vaya con pollera corta porque allí todas estaban así, sin pensar , me puse un vestido blanco con vivos verdes muy corto y que depende como se viera me trasparentaba la tanga., no me puse medias, y unos zapatos de tacos, me peine tirandome algunos pelos sobre la frente, agarré mi cartera y me fui a encontrar con Carlos.

Nos encontramos en la puerta de una confitería , me tomó de la mano y fuimos a la fiesta.

Entramos y vi un salón grande con toda gente negra, solo unas pocas mujeres blancas pero mas grandes que yo. Nos sentamos en una mesa cerca de la pista de baile, y nos trajeron una bebida alcohólica bastante fuerte que era oriunda de su país.

Al cuarto sorbo parecía que volaba. Salimos a bailar y me extrañó que Carlos me colocó de espalda a una mesa con cuatro personas,dos mujeres y dos hombres que no pude ver bien por el juego de las luces.

Me decía que mueva bien el culo, cosa que hice inocente, no tenía idea que me estaba exhibiendo. Bailamos cinco piezas y le dije que estaba cansada, en realidad esa bebida que nos dieron me cayó mal.

Nos sentamos en una mesa y vi que Carlos miraba por sobre mi a alguien, me di vuelta y vi a un negro como el carbón, pelado con la cabeza que le brillaba, un aro grande en una oreja, otro en las nariz, un amuleto muy grande en el pecho. Era altísimo y flaco pero con músculos, tenía una camisa blanca que sobresalí con su oscurísimo cuerpo.

Carlos lo miraba serio,como con respeto o mas, como con miedo.

El negro saludó muy gentilmente, y pidió permiso para sentarse. Carlos se lo concedió sin siquiera mirarme a mi para ver que decía, era evidente que ese negro tenía mucho poder en la colectividad.. Se sentó al lado mío y me hablaba de cosas como para romper el hielo. Realmente no me gustaba ese negro y hasta diría que me atemorizaba, esa argolla en la nariz, después cuando empezó a hablar de la esclavitud y que ellos tenían esa sensación de venganza contra las blancas, era muy raro, no me gustaba. Y lo que mas me llamo la atención es que Carlos no de metía para nada, escuchaba serio lo que decía Jasón (así se llama), eras como que le temía y mucho.

Yo me sentía incómoda y Carlos se daba cuenta pero no decía nada como para irnos, estaba mudo. Por fin el negro se levantó me saludó y se fue mirándome. Tal vez se dio cuenta que le di poca bola.

Pasaron los días y el verano ahora se hacía sentir, llegaron las vacaciones en la facultad y también pedí en el trabajo pues me debían días del año pasado. Me tomaba todo el mes, y pensaba disfrutar y descansar.

El mismo lunes que empecé las vacaciones, Carlos me propuso ir por 15 días a una quinta en las afueras. Me dijo que tenía pileta y una gran arboleda, que era retirada y muy tranquila, la idea me sedujo y cuando le pregunté de quien era ahí puse cara de bronca. "Es la quinta de Jasón", me dijo. Cuando vio la cara que puse me dijo que me pasaba, si Jasón no me había hecho nada. Le dije que es cierto, que no me había hecho nada pero que me molestaba que lo mande como un corderito y que él le tenía pánico a ese negro. Después de ver la cara de Carlos, me dio lástima, estaba con la cabeza gacha, y me arrepentí de lo que le dije.

Lo abracé y le dije que pasaba, que me cuente, quien era ese negro al que todos temía.

Me explicó que Jasón es descendiente directo de esclavos africanos y que estaba con odio hacia los blancos,pero aparte que él, era el que estaba al frente de la "Fraternidad negra", como se llamaban ellos.

Entendí en parte pero no quería seguir con esto, así que le pregunté quienes iban a estar el la quinta, a lo que él me respondió que Jasón solo y nosotros. Menos me gustó la idea pero no tenía ganas de amargarlo mas, así que le dije que arregle todo que iba.

Carlos pareció volver a la vida, y me dijo que iba a ayudarme a hacer mi bolso.

Vino el viernes a casa y me eligió la ropa que quería que lleve. Me puso en el bolso las bikinis mas chiquitas que encontró, y las tangas mas finitas. Vestidos de playa muy cortos y shorts muy cavados. Yo inocente pensé que era para que me viera él y aceptaba.

Al otro día nos pasaron a buscar muy temprano con un remis, yo tenía sueño pero ni abrí la boca.

Ni me di cuenta por donde íbamos, y ahora estábamos en un camino de tierra desde hacía rato Por fin llegamos a una puerta doble, el chofer la abrió y entramos. Me extrañó que no estaba Jasón, pero no me importó mucho. La quinta era linda, una pileta grande,muchos árboles, bien arreglada, la casa tenía tres piezas abajo, cocina ,comedor y dos baños.

Al rato que estábamos desempacando apareció Jasón. Estaba solamente con un slip celeste, y en el cual se le marcaba un bulto tan grande que dije éste si hace honor a lo que me dijeron de los negros, ahora que lo veía bien era negro como el carbón en serio, con su pelada y todos los aros colgando mas el amuleto en el cuello. Se le veían las costillas y muy alto.

Me saludó con una sonrisa y me dijo que dispusiera lo que quisiera.

Ese día me acosté a dormir, estaba cansada y carlos no vino conmigo, se quedó hablando con Jasón en la cocina y luego salieron y se sentaron al borde de la pileta. Carlos era mas claro que el otro, mucho mas claro.

Ese día fue todo normal, a la noche después de cenar, Jasón no permitió que lave los platos diciendo que venía una mujer a hacerlo, y me fui a dormir, de nuevo Carlos se quedó hablando con Jasón.

Pero esta vez estaban sentados en la galería de adelante, y sin querer cuando me puse cerca de la ventana escuché y me quedé para ver que decían.

Escuché que Jasón le decía a Carlos "Es tierna de atrás?, porque lo tiene muy paradito y carnoso, es hermoso." Carlos respondió, "Yo no lo toqué Jasón, creo que es mas que tierna".

Jasón le dijo parándose "Bueno, pensá lo que vas a decir y tenés tres días".

Yo no entendía de que hablaban, ni supuse que era de mí, para nada.

Al otro día hacía un día hermoso y Carlos me despertó y me dijo que fuéramos a la pileta..

Fui al baño y cuando salí Carlos me esperaba con una bikini a lunares blanca y azul súper chiquita, primero la miré, y me la puse, después de todo la había comprado yo para la playa.

La parte de atrás se me metía en el culo, y yo la estiraba para que lo cubriera algo, pero era inútil, o la bikini era muy chica o mi culo grande, creo que las dos cosas.

Cuando salí y fui a la pileta, Jasón que estaba sentado con el slip en la reposera me clavó la mirada en el culo y me extrañó que Carlos desde la galería miraba al negro como esperando algo, una orden. Me puse arriba de una lona al lado de la pileta boca abajo para tomar sol en la espalda, y de reojo veía que Jasón estaba mirando siempre mi culo con una sonrisa.

Carlos no vino al lado mío, se quedó mas atrás como para que yo quede sola y no molestar la visión del negro, era como que adentro de la quinta Carlos me rehuía.

Estuve casi una hora así y me di vuelta con el negro siempre mirándome.

Cuando no estaba en bikini, estaba con los shorts apretados o los playeros muy cortos.

Hasta que llegó el otro día a la noche y Carlos en la pieza mientras nos acostábamos me dijo. "Cristy, se que te vas a enojar pero el llamado por teléfono de hoy era de mi mamá diciendo que tengo a mi papá muy enfermo y voy a tener que volver por unos días.", "Yo me vuelvo con vos", le dije, y él molesto me dijo "No quédate acá, disfruta, no tenes porque venir si la estas pasando tan bien, quedate por favor", "Me vas a dejar sola con él?" le pregunté. "Vas a estar bien amor, sino no te dejaría". Al principio me puse mal, pero después con bronca por lo que Carlos estaba haciendo le dije "Está bien, me quedo, anda solo" y seguí tomando mi copa que me había llevado.

Carlos no dijo nada, miró abajo como con impotencia, me dio un beso pero le corrí la boca, o sea que lo dio en la mejilla, y se acostó.

Al otro día, a media mañana lo vino a buscar un remis y me saludó, yo no me paré, me quedé tomando sol y le hice señas de donde estaba.Estaba enojada, pero el estaba triste, se lo veía abatido.

Me quedé tirada tomando sol mientras Jasón estaba en la reposera tomando sol. Iba a comenzar un juego donde yo era la presa.

A la noche Jasón pidió la comida y yo fui a la mesa con un short bien chiquito blanco, una tanga negra chiquita que se veía a través del short y una remera muy cortita azul.

El negro estaba con el slip blanco que le marcaba un bulto que daba terror y una remera también cortita blanca. Estábamos sentados uno frente al otro y casi no hablábamos.

Después de estar un rato ahí, dije que tenía sueño y me fui a mi pieza. Pero como a la hora sentí gemidos en la pieza del negro. No podía creer que se había llevado una mujer, pero los gemidos eran como de relaciones, aunque me extrañó que eran de él solo.

Ya eran mas fuertes y aparte se sentía mover la cama. No aguanté mas, me puse una camisa grande porque estaba nada mas que en tanga y salí para decirles que por lo menos cierren la puerta que no me dejaban dormir. Pero vino la sorpresa. Abrí la puerta y como la pieza del negro estaba enfrente hice nada mas que unos pasos y me paré al ver lo que vi.

Estaba Jasón masturbándose a todo ritmo con una tanga mía que yo había dejado colgada después de lavar, la estaba chupando y se la pasaba por lo que me dejó helada. No pude evitar de ver que tenía un pene descomunal. Tenía mano grande pero igual el recorrido desde la base hasta la cabeza era largo, no se cuanto mediría pero no soñé que podía haber algo así, y el grosor era de terror, gordísimo, todo negro, bien negro con una cabeza que no creo que muchos agujeros aguanten eso.

Me vio que yo estaba ahí congelada, me miró y aumentó el ritmo de la masturbación gimiendo de manera que me asustó, di media vuelta y me encerré en mi pieza con llave.

Me dio miedo verlo así pero yo sabía que miedo realmente me dio esa cosa terrible, ese tronco negro que me daba escalofrío al recordarlo.

Al otro día no quería tomar sol, tenía miedo, para colmo la quinta estaba alejada de todo, a donde me iría pero lo que yo no quería pensar, tenía ganas de irme?.

Hacía un día hermoso, y después de pensarlo, me puse la bikini blanca y salí con mi toalla a tomar sol.

El negro esta vez estaba en una lona tirado boca arriba, me puse relativamente lejos, me pasé la crema protectora y me tiré. Ninguno de los dos habló de lo de anoche, ni siquiera le dije nada de mi tanga que no vi donde la había puesto.

Yo estaba de espalda y como a la hora sentí algo, giré mi cabeza y lo vi arrodillado a mi lado, me dijo "Esto es tuyo" y puso al lado de mi cara, la tanga que había usado para masturbarse llena de semen, toda mojada". No dije nada y di vuelta la cara para otro lado.

Sentí que me apoyó una mano en la espaldo arriba de las tiras del corpiño y giré automáticamente, me dijo "Te voy a pasar crema , te vas a quemar sino", "No me toques" le dije. El contestó "Eh. Que chica desagradecida, solo quiero evitar que te quemes.".

Me quedé mirándolo y algo dentro mío me molestaba, ni quería pensar que era calentura, pero estaba como con cosquillas y antes que se levante dije "Bueno, perdona, pasame la crema".

Volví a poner mi cara contra la lona y en seguida sentí su mano que me pasaba la crema por la espalda. Era evidente que mi culo estaba apuntando para arriba y mas evidente que él lo estaría mirando. Me pasaba muy suave la crema, en círculos y el contacto con mi piel me daba cierta cosa, bajó la mano a la parte baja de la espalda, estaba justo arriba de la cola y frotaba y sentí un dedo que estaba en la tanga, siguió frotando y muy suave me dijo "Te gusta?", no contesté, no quería que me viera que me gustaba. Despacito su mano se posó donde la raya del culo se pierde con la espalda, sin querer suspiré y bajó su mano a un cachete, tiré mi brazo y se la agarré, sin mirarlo le dije "No, hasta ahí no mas, no sigas".

Se puso a mi lado y me dijo susurrando "Estas necesitando un hombre en serio, y vos lo sabes, ya vas a pedirme que esté con vos". Le dije que yo era la novia de Carlos y él lanzó una carcajada y me dijo que ese estúpido no existía para mí, que pregunte porque se fue, que Carlos la enganchó porque él lo mandó, pues él me vio ese día en el boliche de salsa y le gusté, pero que primero la tenía que agarrar otro y prepararla, que así era en la cofradía.

Entendí que Carlos me había entregado, que era una mentira lo de su padre que era para dejarme sola con el negro que elegía las mujeres que quería y los otros iban y las conquistaban, pero Jasón me dijo que me quería para su mujer, para la madre de sus hijos.

Yo tenía una pelea interna, tenía odio a Carlos pero inexplicablemente no a Jasón.

Después de escucharlo le dije "No es como vos queres, no soy una cualquiera y no quiero ser tu mujer, lo lamento, mañana me voy" y me empecé a levantar, pero me agarró de la cintura y me dio un beso en la boca, no se si por instinto o porque abrí mi boca y recibí su lengua. Me apretó contra él y yo lo tomé de su cintura, sentí su bulto enorme en mi estómago, estaba durísimo pero cuando sentí sus manos en los cachetes de mi culo le dije, "No, no quiero, por favor", no dijo nada y me soltó, fui a mi pieza, cerré la puerta y me noté casi temblando, sentir ese bulto me puso mal, en el fondo quería acostarme con él.

Fui al baño a mover el intestino y mientras estaba sentada miré y lo vi mirando por la ventana del baño, le dije que se fuera, sonrió y se fue.

Esa noche fui a comer con un vestido floreado que apenas me tapaba el culo, pero no tenía nada abajo, no se porque lo hice, estaba como hechizada.

El vino con una camisa blanca muy larga y muy ancha, pensé que tenía el slip abajo.

Comimos mirándonos en silencio, cuando terminamos no decíamos nada, pero nos mirábamos, fui a la cocina a buscar una cosa me agaché, mi culo desnudo quedó al aire, y sentía que se levantó de la silla rápidamente y enseguida lo tenía atrás mío.

Me tomó de la cintura y me beso el cuello, le dije que no, pero me dijo que porque no me había puesto nada abajo y no respondí. Me siguió besando el cuello mientras me acariciaba la barriga. Me apoyó el bulto en la cola y ahí me di cuenta que él tampoco tenía nada debajo de la camisa, el pene estaba terriblemente duro, sentía como un tronco allí.

Le tomé el cuello, giré mi cabeza y lo esperé con los ojos cerrados y los labios abiertos , me besó y sentí su mano en mi culo apretándolo y pasando el dedo por la raya y masajeando luego el agujero

Me di vuelta quedando frente a frente y lo miré a los ojos, lo tomé con mis dos manos del cuello y le dije casi rozándonos los labios "Despacio, te lo pido por favor, sé lo que queres y no puedo resistirme, por eso te pido que seas muy suave, sabes lo que tenés y recién tocaste y viste que soy estrecha, de ambos lados, por eso te suplico, te imploro, muy despacito y yo te ayudo". Me dijo que sí y empezó a desabrocharme la camisa y yo la de él.

Quedamos los dos desnudos, y le agarré ese tronco negro y venoso con mi mano que nunca terminaba de recorrerlo, le agarré los huevos y despacio se los apreté mientras él tenía una mano en mi vagina y la otra en mi culo.

Apretaba esa pijota y parecía que apretaba un fierro, y ahora él me estaba chupando las tetas y yo veía venir un orgasmo, paró y me tomó de la mano llevándome a la pieza.

Me dijo que vaya al baño y que vaya de cuerpo, sabía que me quería tener vacía para cuando llegara la penetración anal.

Fui, me limpié bien, y volví a la pieza, él estaba boca arriba con ese mástil parado esperándome.

Me acosté y fui derecho a su pija, la tomé con una mano y con mi lengua la chupaba como un helado. Gemía y me agarraba los pelos. Luche bastante pero pude meterme en la boca la cabezota eso y la chupaba. No se porque estaba sí, pero ese negro me excitaba muchísimo, sabía que con ese tronco la iba a pasar mal pero igual lo quería dentro mio.

Seguí chupándole la pija y me acomodé para que él me pueda chupar a mi.

Después de un buen rato de chuparnos y gemir como animales no aguanté mas y me subí. Me miró sonriente y me dijo "No vas a poder pero inténtalo", tenía razón, la primera vez no me podía clavar para cabalgarlo, me dolía cuando hacía fuerza para abajo y me levantaba enseguida a pesar que estaba mojada.

Entonces me acosté boca arriba y lo recibí encima mío, abrí bien las piernas mientras él se ponía un poco de crema y se tiró contra mi y besándome me comenzó a penetrar. Sentí gran dolor cuando entró la cabeza forcejeando con los labios de mi estrecha vagina que no se querían abrir. Grité tomándolo de la espalda y le pedía que despacio, metió un poco mas y volví a contorsionarme sintiendo una puntada abajo, pero quería recibirlo, quería tenerlo adentro mío por eso respiré hondo y traté de abrirme mas y levantar un poquito la cadera para ayudar a que entre, entró mas, casi la mitad y sentí unos dolores terribles que me hicieron gritar, pero estaba como loca, fuera de mi y le dije "No la saques, dejala, me tengo que acostumbrar, empuja despacio, dámela toda"y empujó mas, no entraba toda quedaba un poco afuera y yo me sentía explotar con eso adentro, era muy grande, le apretaba la espalda, hasta se me cayeron lágrimas pero quería tenerla.

Gritaba con eso ahí adentro y él me besaba en las mejillas pasándome la lengua por toda la cara.Cuando le aflojé un poco la espalda se empezó a mover despacio, la sacaba un poco y la volvía a meter y yo bramaba del dolor, pero lo empujaba hacia mí, me dijo "Estas muy caliente cariño, y te voy a aplacar esa calentura". Comenzó a empujar mas, sacaba y ponía mas y mas rápido, me dolía pero me trataba de mover para acompañarlo, me daba fuerte ahora y sentía las puntadas, pero quería seguir, y gemía y gritaba y le decía que me diera y me daba.

Se apoyó con las manos en el colchón, levantó un poco el torso y me daba como un ariete, sentía ahora el tronco entrar y salir y dolía, me tomé con las manos de los costados de la cama y aguantaba las embestidas que eran fuertes. Gritábamos los dos en cada entrada y después de lo que creo había pasado mas de una hora me acabó llenándome de su tibia leche. Quedamos abrazados, yo estaba muerta del cansancio todavía faltaba lo peor, faltaba mi culo que él tenía terribles ganas de hacérmelo y que yo sabía que me lo iba a romper.

Paso una hora y media y yo seguía derrumbada de costado y sentí en el culo la cabeza del tronco que noté que estaba durísimo de nuevo, y claro, venía el manjar, y se preparaba para comerlo.

Me tuvo apoyada la cabeza en el agujero, me chupó el culo un buen rato para ablandarlo y me dejó de costado, me corrió la pierna de arriba bien adelante, sentí que me ponía crema en la entrada del agujero, estiré mas la pierna, casi la dejé colgando afuera de la cama y me agarré del colchón esperando el dolor.

Sentí la cabeza , la presión y traté de contenerme pero largue el grito, era terrible, no quería entrar, me aflojé la volvió a poner y otra vez se trabó presionando.

Se volvió a poner crema en el tronco y en mi agujero, me pidió que me afloje bien, que estaba dura, volví a llevar la pierna bien adelante, paré el culo y me agarre de nuevo del costado con las dos manos. Volvió la presión, cerré los ojos y apretaba los labios, y entró, largue un grito terrible sentí un dolor terrible, me quería mover pero el negro la dejó adentro dando un empujón que metió casi la mitad del pijón en mi culo. Sentía que todo me daba vueltas, y me desmayé del dolor. Al rato recobré el conocimiento y Jasón me dijo que me bombeó un poco desmayada, y que ahora iba a entrar mas fácil. Me dejó reponerme media hora acariciándome el culo y besándome, y ahora me puso boca abajo con las piernas bien abiertas y se colocó en medio de ellas y me apuntó y ahora entró mas fácil.Grité de nuevo pero traté de mantenerme floja, y sentía que entraba y no se cuanto entró pero parecía que me tocaba el estómago, estaba ahogada pero aguanté y me empezó a bombear

Sentía un dolor terrible pero al rato sentí que el culo se iba a adaptando al tronco, y muy despacio me empecé a mover, a sacar el culo para arriba y llevar el ritmo.

Fue eterno lo que tuve la pija gigante esa en mi culo,hasta que sentí el semen adentro desbordándome.

Al día siguiente me dio en la pileta y en la cocina, y a la noche me volvió a hacer el culo en la pieza.

Vino Carlos, y su cara era de tristeza cuando me vio abrazada a Jasón , quiso decirme algo cuando me tuvo sola, pero le dije "No digas nada Carlos, me entregaste".

MARCEL MILORD

Milord148@hotmail.com