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Mi amiga Carmen me incitó

en Lésbicos

____Mi amiga Carmen me incitó_____

Ya había notado varias veces la forma en que mi amiga me miraba,

como entre bromas siempre estaba a mi lado rozándose y queriendo mantener algún contacto conmigo, aunque jamás hubiese pensado que en realidad a ella le iban las chicas.

Aquel día estábamos en una de esas reuniones, en las cuales solíamos juntarnos todo el grupo, seriamos unas veinte personas todas chicas. Formamos un buen conjunto y todos los jueves solemos ir a tomar café y charlar de nuestras cosas, Carmen y yo siempre nos sentamos juntas, somos muy amigas y nos comprendemos bastante bien, siempre estamos alborotando al resto y haciendo payasadas, yo le sigo el juego y así nos vamos quedando con toda la peña.

Llegamos a tal punto de complicidad que con solo una mirada ya sabemos que seguidamente vendrá la broma y así, empezamos el juego. Las demás se quedaron perplejas ante nuestro comportamiento, ni decir tiene que lo que yo creí era una broma para ella fue algo mas.

Ambas somos maduras, no somos ya ningunas niñas y ante ese descubrimiento, a la fuerza algo tuvo que cambiar entre nosotras.

Estábamos hablando de los programas de la tele y en la moda de que ahora todos se saludaban dándose un pico, a lo cual nosotros después de esa mirada cómplice dijimos que nosotras también, ni cortas ni perezosas nos dimos uno bajo la cara de asombro de las demás, ese día todo quedo ahí, pero yo note como la cara de mi amiga cambió.

Una vez al año siempre por navidad nos reunimos a comer todas juntas, y este año toco ir a un hotel a comer, a lo cual ella y yo fuimos a contratar la comida y organizar todos los preliminares de esta, esos días que andamos juntas organizándolo todo, la note rara me miraba mas que de costumbre y no perdía oportunidad para abrazarme o rozarse y no sabia mas que decirme, lo bien que me sentaban los kilos que había perdido (ya que había estado a dieta y perdido unos kilitos), y que parecía otra. La verdad es que me sentía otra y así estuvimos varios días preparando el evento.

Y llegó el día de la comida, nos esperamos a la puerta del hotel todas juntas, mientras esperamos a que fueran llegando las amigas, el tiempo transcurría entre halagos y bromas, yo estaba muy contenta, cuando llegaron todas entramos al hotel, nos recibió el relaciones publicas y nos acompaño al salón donde se servia el aperitivo, todas se veían satisfechas de cómo estaba organizado ese año, les gusto el sitio y estaban contentas con el contenido del menú, así que con ganas empezamos la velada con buen pie.

Empezamos a tomar unos canapés y un rioja tinto que estaba muy rico, la conversación se hizo mas animada cada vez, y nos tomábamos fotos para recordar aquella velada, después pasamos al salón donde nos sirvieron la comida. Así paso la comilona entre risas y bromas, y entre el vino y la comida pasamos a un punto mas intimo cada una hablaba con la otra de sus cosas de comentarios y de un sin fin de cosas personales de cada una.

La velada termino y nos dispusimos a abandonar el hotel, algunas se dispusieron a volver a sus casas, pero Carmen y yo decidimos explotar el día e irnos a tomar unas copas por ahí, cogimos el coche y pensando donde iríamos le dije, porque no nos vamos a mi casa pues me parece que el vino me ha puesto un poco indispuesta y estoy embriagada, ella acepto de buen gusto y fuimos a mi casa.

Entre risas y bromas recordando la jornada, entramos en mi casa, ella se sentó en el sofá mientras yo servia la penúltima dijimos, y con el baso en la mano me dirigí hacia ella, se lo ofrecí extendiendo mi mano, la cual ella asió entregándome una caricia que sentí en mi mano calida y sentida, me miro a los ojos fijamente y me dijo que estaba un poco mareada también, por lo que dejamos la copa en la mesa y nos relajamos un poco hablando de los hechos acontecidos en la comida.

Le dije que estaba mareada y que me iba a duchar que si me esperaba, ella dijo que también le apetecía ducharse con lo cual sin pensarlo dos veces la invite a ducharse primera. Pero ella dijo que si me daba corte de ducharnos juntas, que ya nos habíamos visto desnudas en los vestuarios de la piscina, la verdad a mi me daba un poco de corte pero sin pensármelo le dije que no me importaba.

Pasamos al baño y empezamos a desnudarnos, note como me miraba, como con sus ojos me daba un buen repaso, y vi como su boca se entreabría y mordía sus labios diciéndome: me parece mentira lo bien que te has quedado después de perder esos kilitos pareces otra, estas mucho mejor, yo reía aunque me daba corte mirarla pues notaba su excitación, así nos dispusimos a entrar en la ducha.

Abrí el agua caliente y entramos estaba un poco fría, por lo que mis pezones se pusieron duros y mi piel se empezó a erizar, nos mojamos la cabeza ella cogió la esponja y sin pensarlo me empezó a enjabonar, se acerco a mi rozando sus pechos a mi espalda yo me quede quieta estaba empezando a sentir unos cosquilleos dentro de mi que estaban haciendo que me pusiera caliente, creo que ella se dio cuenta se acerco lentamente a mi retirando el pelo de mi cuello, y con un leve roce me beso y me dijo déjate llevar; hace tiempo que te deseo ya se que esto es de locos, pero me atraes con una fuerza desmesurada, no es que sea lesbiana no me gustan ni me han gustado nunca las mujeres ,!solo me gustas tu!.

Siento hacia ti una atracción especial desde el día en que nos dimos aquel beso, note como en mi se despertó algo, una sensación extraña y excitante que me envolvió y desde ese día solo pienso en ti, en estar a tu lado, rozarte, sentirte, hasta he soñado como seria poder olerte, sentir tu piel en mis manos, sorber tus efluvios, tus senos, tu ser.

Yo me quede perpleja no sabia que contestar solo sentí como mi cara se ruborizaba, como el contacto de sus manos en mi me hacia estremecer, entonces cerré los ojos y me deje llevar por aquel sentimiento que me estaba arrastrando a una situación algo embarazosa.

Me di la vuelta y la mire por primera vez, me fije en su cara y me mire en sus ojos, mientras el agua caía por nuestros cuerpos, derramándose y queriendo ocultar el goce que surgía de ellos.

Carmen subió sus brazos a mis hombros, acaricio mi cara y acercándose lentamente me beso, sentí sus labios como tímidamente rozaban los míos, como no queriendo herir mi sensibilidad, nunca antes sentí tanta dulzura, el calor de sus labios se poso en los míos los note suaves, relajados, tiernos. Sin darme cuenta entreabrí los míos, notando como su lengua se iba posando en mi boca, entrando y paseándose largamente, saboreando, mezclando nuestras salivas, mientras sus manos rodearon mi cintura abriéndolas y bajando hasta mis glúteos, nuestras respiraciones estaban tan exaltadas, que ambas supimos en aquel momento, que estábamos aceptando la situación y que aquello no había echo mas que empezar.

Cogí el gel de baño y lo deje caer sobre sus pechos y con mis manos empecé a extenderlo por su piel, ella cerro los ojos mientras sus manos exploraban mi cuerpo, sus dedos recorrían mis hombros bajándolos por mis brazos, por mis costados hasta llegar a mis cachas, hundiendo sus dedos por mi canal, mientras nuestros cuerpos resbalaban trémulos, juntando pechos, vientre y sexo. Me abrace fuertemente a ella, sentía como mis pechos se apretaban en la dulzura de los suyos ¡Dios! exclame, y en ese momento ella fue introduciendo sus dedos hasta llegar a mi vagina, la cual se había impregnado de un flujo espeso que había lubricado toda esa zona, resbalando por mis labios y mis ingles.

Ella notó ese fluido y como una loca se agacho frente a mí lamiéndolo con ansia, note como la pasión la poseía, lamió, sorbió, y mordió mi concha como una desesperada. Yo gemía como una loca dejándome ir en su boca, sintiendo como su lengua entraba en mi interior, probando cada pliegue, cada pared, cada poro.

Al momento se levanto e introdujo en mí sus dedos, dos de ellos el corazón y el anular, mientras con la palma de la mano rozaba mi clítoris llevándome a la locura de nuevo. Mi boca gritaba su nombre Carmen, Carmen y ella la tapaba con besos apasionados que hacían que mi alma deseara más y más.

Como no tenia experiencia en hacer el amor con una mujer solo me dedique a imitarla, así que baje mis manos hasta su sexo, y lo sentí mojado y calido, latía duro bajo mis dedos, era toda una experiencia sentir el sexo de una mujer, lo apreté con mi mano y en un sube y baja, mi dedo fue resbalando por entre sus labios, abriéndolos y separándolos hasta que en una de esas bajadas, mi dedo penetro dentro de su vagina.

Cerro los ojos y se dejo caer sobre mi pecho, lamiendo mi pezón cual bebita en los brazos de su madre, la ducha se convirtió en un hervidero de gemidos y pasiones, movía mis dedos dentro de ella descubriéndola en un sinfín de formas desconocidas para mi, ella de nuevo metió sus dedos en mi vagina, y las dos llegamos a un orgasmo increíble nuestros pechos se juntaron nuestros brazos se abrazaron y nuestras bocas se unieron en la calidez de esa satisfacción que nos hizo ser mas que amigas.

Seguidamente nos miramos y nos sonreímos, nos enjuagamos y salíamos de la ducha, con la incertidumbre en el corazón y la vergüenza en el rostro, pero satisfechas de haber intercambiado sentimientos, que ya nunca más se realizarían, pero que se ubicarían en nuestros corazones como una experiencia más, en nuestro largo caminar de amigas.

Ahí empezó y termino todo, las familias, las vidas y el respeto, hizo que aquella historia se quedara en una no tan simple experiencia.

Ahora cada vez que nos vemos seguimos con nuestra amistad, de vez en cuando nos miramos con deseo, pero ambas sabemos que todo debía quedar allí bajo la ducha, como si el agua pudiera hacer desaparecer, las pasiones que en un momento surgen en la vida.

 

Evelyn45

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