Suavemente
Siento la suavidad de tus palabras, como deleitan mis oídos y penetran en mi mente, tus manos sobre mi cuerpo vuelan planeando, levantando el sedoso césped de mi piel.
Mi cuerpo responde a tus caricias, esas que me hacen estremecer, las siento en mí, como alas de mariposa que revoloteando cosquillea mi piel casi rozándola, pero siento tu energía llenándome de suaves toques, que se me antojan calidos y dulces. No hay tocamientos solo me dejo llevar por el deseo de tenerlos, de sentir tus manos sobre mi.
Pero se que disfrutaré de mis latidos, que en ese deseo que se revuelve dentro de mí, hace que brinque, que lata con fuerza y que mi pasión, haga que dentro de mi nazca esa sensación de desasosiego, que llega a hacerme sentir predispuesta a recibirte.
Invitante mis piernas se entreabren, te muestro mí más oscuro y escondido rincón, después mis muslos se cruzan en el aprisionándolo, oprimiendo esa zona que se deleita en ese latido que me envuelve, que me arrastra a placeres humanos, donde sin darme cuenta me voy metiendo. Entonces me dedico a apreciar como mi vientre, en desaforado intento se revuelve haciendo que mis caderas se levanten, se giren buscando tu cuerpo . pero solo siento un ligero roce, noto como mi sexo se humedece, como mi pecho sube y baja en alocado afán, y deseo tenerte dentro de mi.
Pero solo te pienso, tú eludes mi pedida y te vas recreando en mis sensaciones, miras mi cara, mis gestos, y sigues meciendo mi piel con caricias que se me hacen eternas.
Introduces tus dedos entre mi pelo, y en leves movimientos me deleitas; bajas hacia mi nuca y con tu mano levantas mi cabeza acercándome tus labios, besas mi frente delicadamente, posas tu boca en mis ojos y con tu lengua separas mis pestañas.
Bajas por mi nariz rodeas mis labios con tu lengua, provocándome a abrirlos y estos se entreabren, deseo saborearte degustar en mi paladar la miel de tu boca, sentir como sorbes mis labios y como paseas tu lengua en mi paladar, tu notas mi lengua juguetona, mientras mis piernas se agarran a tu cintura, en loco afán de poseerte, las aprieto a tus nalgas y me froto en tu vientre, levantando mis caderas y buscando tu sexo ¡locura me das! y la reflejo en mi rostro, que se desespera en esa demencia por poseerte.
Ahora mi corazón late más fuerte, tu boca baja hasta mis pechos, que se pasean galopantes y erectos bajo tu boca, me giro de un lado a otro, rozando mis pezones en tus labios. Deseo que los metas en tu boca, que lamas y sorbas mi sabor, mientras siento sin remedio tu pene sumergido en mi concha, paseando por entre mis muslos, cuando ya sin remedio ¡lo alcanzo! y con un movimiento maestro, levanto mis caderas haciéndolo penetrar, y en ahogado silencio siento como rozas mi interior despacio, lentamente. Dejándonos ir en la suavidad sedosa de nuestro amor.
Ahora suavemente caemos sobre nosotros mismos, nuestros gemidos pululan en el aire, entrecortadas nuestras respiraciones se van recuperando, mientras nuestras manos se agarran denotando la complicidad del goce recibido. De pronto el silencio nos envuelve y bajo la oscuridad y rompiendo el silencio un ¡te amo! suena al unísono cortando el silencio.
Evelyn45