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Los secretos de la mente (1)

en Hetero: General

Los secretos de la mente (1: la vida de Daniel)

Daniel es un hombre de 50 años, 1,74 de altura, rubio, con algunas canas, que lo hacen mas atractivo si cabe, su constitución delgada. Sus ojos son azules, grandes y rajados, sus negras pestañas hacen, que su mirada sea profunda, sus labios son finos y cuando sonríe asoman a su gesto, unos dientes blancos y perfectos, y su nariz algo prominente, sin llegar a ser grande ni desagradable. Siempre y debido a su trabajo…va con traje y corbata, cosa que odia, pero a la que se ha acostumbrado, después de veinte años ejerciendo la psiquiatría.

Su vida en algún momento había sido feliz, pero en este período de su vida se le antojaba monótona y vacía. Después de haberse divorciado dos veces, se había convertido en un hombre solitario dedicado por entero a su profesión, (la cual le entusiasmaba) y se volcaba en ella.

Esta había sido la causa de sus dos divorcios, ya que Daniel dedicaba a esta la mayor parte del tiempo, y aún después de veinte años de ejercer la psiquiatría, no podía desconectar de los problemas que a él le llevaban sus pacientes, eso lo habían convertido, en un ser, que a menudo se perdía en sus pensamientos, ensimismado en como resolver los problemas de estos.

Había llegado a ser una persona solitaria, la cual pasaba el tiempo, dando vueltas a su mente, envuelto en miles de pensamientos que a su sentido, se le antojaba un barullo de ideas de cómo él, podría transportar los males del alma de todas aquellas personas que llegaban a él con sus problemas.

Constantemente estaba investigando la mente humana, su comportamiento sus necesidades y sobre todo como solucionar, esos problemas que hacen caer, en lo mas profundo de ese pozo que es la depresión.

Había escrito varios libros, sobre el tema de la depresión y sobre el hipnotismo; de cómo el poder de la mente era tan grande, que con solo desear, podíamos penetrar en la mente de otra persona, apoderándonos de su voluntad, eso lo tenia claro, lo había puesto en practica muchas veces con sus pacientes y la cura había sido un éxito. Así que su clientela era mucha y muy variada con casos realmente complejos. Así se convirtió en un siquiatra reconocido.

Aquel día llegó a su consulta impecablemente vestido con un traje gris marengo, camisa blanca y corbata gris plomo, al entrar en la consulta se acerco a Gloria (su secretaria, su amante y su eterna enamorada).ella, con el tiempo se enamoro de él.

Debido a su atractivo, Daniel se había dejado llevar más de una vez, por las constantes invitaciones de Gloria, para satisfacer su libido, pero en el fondo no sentía nada por ella, solo era alguien que estaba dispuesta a hacerlo disfrutar.

Ella estaba sentada en la recepción hablando por teléfono, la saludo con la mano para no interrumpirla, y se dirigió hasta su despacho, saco su americana y la colgó en el perchero se sentó en su sillón de piel negro, acerco la silla haciendo girar las ruedas de esta y acomodándose en ella, se situó acoplado a su mesa, sobre ella la agenda, la cual asió repasando las citas que hoy tendría, y los historiales de cada uno de los enfermos que iría visitando.

En ese momento, Gloria entró en el despacho para informarle de que el primer paciente había llegado, y que a ultima hora llegaría una nueva paciente, que venia de parte del doctor García, y que no estaba en la agenda anotada. Esta bien Gloria cuando llegue le haces el historial y me la pasas. De acuerdo Daniel así lo haré.

Gloria, salió del despacho dirigiéndose de nuevo a la recepción, y haciendo pasar al primer paciente del día.

Sonó el timbre de la puerta y Gloria se levanto para abrirla:

G-Hola buenos días pase.

M-Hola buenos días me envía el doctor García.

G-¡Ah!... si pase usted es la nueva paciente verdad.

M-Si soy yo

G-Su nombre por favor

M-Maria

G-Gloria siguió tomando los datos de Maria, rellenando así su historial.

La invito a sentarse en la sala de espera, allí Maria se sintió perdida, pero bien era cierto que necesitaba ayuda si quería volver a ser una persona normal.

Paso una media hora, cuando se abrió la puerta de la consulta de Daniel y salió una persona que supuso era un paciente, Gloria pasó al despacho de Daniel, entregándole la ficha de Maria y no tardando mucho la hizo entrar en ella.

Para Daniel era una paciente más, aunque la cara de Maria denotaba una tristeza profunda en su rostro, sus ojos aparecían ante su vista, cansados, ojerosos, sin brillo, sin vida.

Daniel la observaba, su mirada perdida, la cabeza agachada, sin querer dar la cara. Escondiendo el dolor que dentro de ella tenía, era una mujer hermosa se dijo, y siguió hablando con ella, (la historia de Maria ya la conté en "El descubrimiento del ser", así que eludiré todos los hechos que no acontezca en la historia de Daniel). Al terminar la hora Maria se marchó, con lágrimas en los ojos salió de allí un poco mas aliviada de la carga que llevaba.

Daniel estaba escribiendo en su historial, los conflictos internos de aquella mujer, era un caso claro de adicción al sexo, requería mucha terapia y confianza en sí misma, para no sucumbir a esos deseos que la estaban haciendo perderse, en ese para ella "paraíso sexual" que se le antojaba atractivo a su interior, sin que ella supiera hasta donde la estaba llevando.

Mientras escribía vino a su mente los ojos de esa mujer, la tristeza que vertían y lo hermosa que era, recordó su imagen allí sobre el diván, con el sol cayéndole sobre su pelo cobrizo, y como sus rizos parecían muelles dorados, cayendo en picado desde su sien hasta su pecho reposando en estos, mientras su pecho agitado subía y bajaba, dejando rozar esos pezones, que noto salidos a través de la blusa de Maria, sin darse cuenta notó como algo se abultaba dentro de su pantalón y dijo, ¡coño! Que me esta pasando, convenciéndose que había sido la historia, que Maria le había contado lo que lo había puesto de esa manera, y no la visión que de ella habían recibido sus retinas.

En ese momento entró Gloria, charlaron sobre las visitas del día siguiente, y le dijo a esta paciente la llama y le das cita para la próxima semana, creo que la veremos por aquí a menudo.

Gloria tiene treinta años, fue paciente en su tiempo de Daniel, y terminando la consulta y quedarse solos, Daniel aprovecho para coger a Gloria por la cintura, esta mirándolo a los ojos sonrió, dejándose hacer, él bajó la mano hacia su culo, metiéndola por debajo de la falda, y descubriendo que Gloria no llevaba ropa interior, asió su culo y lo apretó emocionado por la calentura, Gloria se sentó sobre sus piernas y empezó a aflojarle el cinturón, sus pechos estaban justo a la altura de la boca de Daniel, que refugiaba allí su cara entre esas montañas que se les ofrecía calidas y acogedoras.

Abrió la cremallera del pantalón se levantó y ayudo a Daniel a bajárselos, después le quitó el slip, dejándolos caídos sobre el suelo a la altura de los tobillos, se arrodillo frente a Daniel, asiendo su duro pene con su mano y metiéndolo en su boca, lamiéndolo y mirando el gesto de placer, que él estaba sintiendo en aquel momento. Así se llevo un largo rato, después se metió dos dedos en su vagina la cual estaba muy lubricada y comenzó a masturbarse, los gemidos eran continuos por parte de los dos.

Daniel se levanto del sillón la cogió por las axilas levanto sus brazos y la volvió contra la pared, estaba con la falda subida hasta la cintura y la blusa abierta, abrió sus piernas haciendo que Gloria fuera una x sobre la pared, ella rozaba sus pechos contra el tabique, sacando su culo para que Daniel tuviera acceso a su raja. Daniel agarro su poya, y la ensarto en aquella raja húmeda y caliente, en la cual tras unos leves movimientos, dieron lugar a gritos de placer dejándose ir los dos.

Para Gloria aquello era normal y lo hacia con gusto, ya que amaba a Daniel, aunque sabia que él solo la utilizaba para satisfacer sus instintos, eso la dejaba un poco mal, pero era lo único que disfrutaba de él y no quería perderlo por nada. Se arreglaron y salieron de la consulta cada uno a sus vidas.

Después de un día agotador, fue a comer decidió ir al club, allí se distraería un poco antes de volver a su solitaria casa, además allí seguramente estaría Sergio y jugarían un partido de tenis, para soltar las cargas emocionales, que le habían llegado durante la mañana en la consulta, a menudo eso lo relajaba.

Efectivamente estaba allí Sergio, comieron juntos y jugaron un partido de tenis, cuando volvía a casa mientras conducía la imagen de aquella mujer volvía a su mente, aquellos ojos y aquel cuerpo se le habían quedado grabados en la mente a fuego vivo, igual que el color de pelo de Maria.

Aquella imagen lo estaba volviendo loco, tenia que conseguir a aquella mujer como diera lugar, y así empezó a estudiar la forma de conseguir, que esa mujer fuera para él "la mujer perfecta", él la adiestraría a su manera para acoplarla a sus deseos ……

 

Evelyn45

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