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Mi hermanito 7

en Gays

(( Capitulo 7 - Hermanos de leche ))

Nos separamos y nos miramos el uno al otro.

-Yo te amo, -mi hermano me cogió de la mano- Y eso no ha cambiado ni cambiará nunca.

-Yo también, pero, estás con Jesús...

-¿Que dices? No somos novios, solo follamos, pero no hay amor...

-Entonces...

-Si, eres mi hermano, pero también mi novio.

Miré con los ojos abiertos como platos a mi hermano.

-¿Tu novio?

-Si, y esta noche lo celebraremos.

Cogidos de la mano volvimos juntos a casa.

-¡Ya hemos llegado! -mi hermano avisó a mi madre, pero las luces estaban apagadas, nos acercamos a la cocina y había una nota, ya se fueron a dormir-

-Creo que tardamos demasiado -susurré en voz baja a mi hermano-

-Si, eso parece, voy a ducharme e irme a dormir, que mañana hay que madrugar.

-¿Nos duchamos juntos?

Mi hermano me miró con una sonrisa pícara y subió las escaleras, yo le seguí hasta su cuarto.

Nos metimos en la ducha y bajo ella nos enjabonamos mientras nos tocábamos el uno al otro nuestro cuerpo desnudo, explorando cada rincón.

Nuestros labios se fundían bajo el agua templada y mi hermanito empezó a tocarme el culo.

-Sabes, quiero follarte, si, quiero ser yo el que folle tu culo.

-¿Lo dices enserio? Pensé querrías que te follara yo a ti.

-No, me di cuenta que me pone mas meterla, quiero someterte y follarte.

Nos dirigimos a su cuarto y me guió hasta la cama, cerro la puerta con cerrojo, me subió encima de la cama y me empezó a besar el cuello, no se como lo hacia pero sus besos me la ponían muy dura, estaba muy caliente y ya quería que me follara ahí mismo, que me la metiera y me penetrara de forma brutal, que me hiciera suyo, era su juguete, eso quería ser esa noche y las del resto de mi vida.

-¿Cuanto te mide exactamente? -me surgió la duda por el temor del dolor que podría sentir y por el morbo del momento-

-¿Por que? ¿Tienes miedo? Si quieres podemos dejarlo...

-Solo quiero saber cuanto mide la polla que va a meterme mi hermanito pequeño por el culo.

Rubén me miró sorprendido por mis palabras y se la sujetó con la mano.

-Me mide 14cm pero puedes medirla tu con tu boca, además esa boca tiene pinta de haber sido utilizada mas de una vez, no solo con el entrenador, reconozco a los putitos.

 

 

 

Rubén se arrodilló y se metió mi polla en la boca, me la lamia toda, huevos incluidos y comenzó a hacerme una mamada espectacular, increíble, yo guiaba su cabeza mientras notaba su lengua a través del tronco de mi pene, no podía aguantar mas y sin avisar me empecé a correr en su boca, lejos de desagradarle empezó a succionar mi pene tragándose mi corrida por completo.

 

 

 

-Uff deliciosa tu leche hermanito, eres perfecto.

 

 

 

Me inclinó hacia atrás y comenzó a lamer todo mi cuerpo, mi pecho, mis pezones, mis axilas, todo, estaba lleno de saliva hasta que llegó a mi boca y nos fundimos en un ardiente beso.

 

 

 

-Hermanito, fóllame -jadeante le pedí a mi amor que me follase, no podía mas, mi ano pedía ser profanado por su polla-

-¿Quieres ser follado?

-Si, por favor, fóllame.

-Fuiste un nene muy malo, mereces un castigo.

-Lo he sido, he sido un niño muy malo, castigame.

 

 

 

Mi hermano se incorporó y me dio la vuelta, me puso a cuatro patas encima de la cama, el detrás me apunto con su polla hacia mi culo, el cual separaba yo mis nalgas. Comenzó a metérmela despacio, el dolor empezó a aparecer pero no quería decírselo, me dolía y con mis dientes intentaba no gritar, debía aguantar. Su polla iba entrando a costa de mi dolor, me sentía muy fatigado, mis piernas perdían fuerza, estaba como cansado pero debía aguantar, debía hacerlo. Poco a poco Rubén la fue introduciendo hasta que noté como su cintura se pegaba a mi culo.

 

 

 

-Ya esta dentro, ¿estas bien?

-Si, pero no te muevas, espera un poco.

 

 

 

Estuvimos así un rato mientras mi hermanito me acariciaba y me masturbaba. Estaba pensando en la situación, una situación que yo mismo busqué, estaba en la cama de mi hermano pequeño, a cuatro patas siendo follado por el, tenia su polla metida hasta el fondo de mi culo.

Rubén comenzó a sacar su polla de mi, mis quejidos no se hicieron de rogar.

 

 

 

-Ahhhhhh

 

 

 

La sacó hasta la mitad y la volvió a introducir lentamente, la sacaba y la metía, la sacaba y la metía, cada vez mas deprisa, el dolor daba paso al placer, Rubén sacaba su polla de mi interior y la volvía a meter dentro de mi. Me sujetaba de la cintura para poder clavármela bien profundo, mi pene se volvió a erectar mientras mi hermanito me follaba ya mas salvajemente, sus embestidas eran casi frenéticas, sus huevos chocaban con mis nalgas, era delicioso, placentero, estaba ya por correrme.

 

 

 

-Ahhh no pares hermanito..., si..., así...

-Ahh ¿te gusta ehh hermano mayor? Si yo sabia que te gusta la polla ahhh, ¿que se siente ser sometido por tu hermanito pequeño?

-Si..., me encanta..., soy reputo, tu puto, solo tuyo y de nadie mas, dame todo, no te detengas, ¡¡dame duro!!

 

 

 

Mi hermanito Rubén seguía embistiéndome con todas sus fuerzas, estuvo varios minutos follándome y se detuvo.

 

 

 

-¿Por que paras?

-Date la vuelta, quiero ver la cara que pones cuando te folle y me corra dentro de ti.

 

 

 

Me gire posicionandome boca arriba, mi hermanito sujeto mis piernas y las puso en sus hombros, se inclinó hacia abajo y me la comenzó a meter otra vez.

 

 

 

-Ahhh, joder que culo tienes, tan apretado..., ufff.

-Es tuyo Rubén, solo tuyo, lo tienes para ti, gózalo.

 

 

 

Rubén continuó follándome bruscamente, mi polla daba botes mientras me embestía duramente, me metía la polla muy rápido y con fuerza, no pude aguantar mas y comencé a correrme sin parar mientras sentía su polla salir y entrar de mi interior, estaba corriéndome mientras mi hermanito pequeño me follaba.

 

 

 

-Ahhhh me corro -mi corrida salpico en mi estomago-

-Mira como te corres puto, te gusta tanto que te folle tu hermanito que te corres sin tocarte, como lo puta que eres.

 

 

 

Sus palabras me ponían mas todavía, se inclinó a mi y comenzamos a besarnos cuando noté como sus convulsiones se hacían mas fuertes y secas, incluso noté como su pene se hinchaba y se corría dentro de mi, me la clavó hasta el fondo y con varias embestidas terminó de llenarme las entrañas de su leche caliente, fue algo indescriptible, delicioso.

Se separó y se vistió, mientras yo estaba en la mesa, estaba extasiado, reventado y llenito de leche, rica leche.

Mi madre siempre decía que la leche era buena que debía tomarla todos los días y en abundancia, hoy día mi hermanito me deja bien adentro su leche, calentita, también me gusta tragarla, simplemente deliciosa.

 

 

 

Terminó de follarme y bajó hasta mi polla, lamió mi corrida y se la tragó, después se acercó a mi y nos fundimos en un largo y profundo beso que duró hasta que agotados nos dormimos, llenos de leche, saliva y felices.

(Continuará...)

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