(( Capitulo 6 - Cobrado en piel ))

Los primeros días fueron muy duros para Max, sobretodo porque Maria ya no estaba en ese colegio tras graduarse, de nada servia salir con chicas o distraerse jugando al fútbol, el quería a Tomi de nuevo a su lado, quería que todo fuera como antes de aquel día en el que le robo la inocencia sin el haberse dado cuenta, se arrepentía mucho, demasiado, nunca se perdonaría el daño que le causo a Tomi.

-¡Max!

El grito del profesor lo devolvió a la realidad.

-Te hice una pregunta.

- El profesor miro desafiante a Max, que aun no entendía la pregunta, estaba como hipnotizado.

-Perdón profesor me encuentro muy mal, ¿puedo ir al baño?

-Si claro Max, pero no tardes o te perderás la clase.

Max salio del salón y se dirigió al baño, su mirada estaba perdida en el suelo, pero entonces escucho unos murmullos, una de las voces le resultaba muy familiar.

-Sabes que te pagare tío, solo dame un poco mas de tiempo.

-Mira chaval, yo necesito cobrar la pasta, porque si no la cobro el jefe se enfada y si el se enfada yo pago las consecuencias y si yo las pago vendré a por ti y me cobrare el dinero de tu piel,¿lo has entendido?

-Si.

-Te juro que mañana tendrás el dinero.

Max pudo ver escondido en la esquina de la pared que se trataba de Tomi y un chico de ultimo curso, es decir, dos años mayor que ellos.

-Toma -el chico le metió a Tomi una bolsa pequeña blanca en el bolsillo.

-Mañana ya sabes.

El chico se alejo y Tomi se dirigió al baño, Max fue detrás y espero un rato para al fin entrar, una vez dentro, jamas pensó lo que iba a ver, Tomi se estaba drogando.

-¡¡Que haces!! ¡¿Te volviste loco?¡

-¿Max?, ¿Me estas siguiendo?

-No.

-Yo venia al baño, ¿te estas drogando?

-¿Y a ti que cojones te importa chaval?

Max se dio cuenta lo cambiado que Tomi estaba, era encarado y mal hablado, además vestía muy diferente, parecía un chulo de esos barrio bajeros, ya no quedaba nada de su mejor amigo, nada...

Tomi se guardo la droga y se disponía a salir del baño cuando Max le sujeto del brazo y le quito la droga.

Inmediatamente Tomi saco una navaja del bolsillo y le apunto al cuello.

-No vuelvas a tocarme nunca, jamas, si no...

-¿Si no que? ¿me vas a rajar?

Tomi le quito la droga y se guardo la navaja.

-Mira, yo cumplí mi parte y me aleje de ti, hazme el favor y dejame en paz.

-Pero Tomi yo te quiero, eres mi mejor amigo, no te quiero perder, por favor.

Tomi miro con tristeza a los ojos de Max, las ojeras de Tomi denotaban que había sufrido mucho, Tomi lo miro como si quisiera aceptar sus disculpas pero no fue así.

-¿Perder? ¿Que sabrás tu lo que es perder algo? Solo eres un niñato egoísta de mierda, que siempre ha pensado en si mismo, hazme el favor de una puta vez y alejate de mi, me da asco, repulsión ver tu cara, lo que llegara a sentir por ti en el pasado se ha convertido en odio, asco y repulsión.

Acto seguido abrió la puerta, se giró mirando a Max, escupió en el suelo y salio del baño.

Max se quedo allí mirando al espejo, su mirada era impotente, todo esto lo causo el, sabia que si el sufrió por su perdida, Tomi debió sufrir mucho mas aun por como lo trato y como lo repudio, de sus ojos empezaron a escaparse pequeñas lagrimas mientras se imaginaba como Tomi llego a ser como era ahora, un chico tan inocente y bondadoso, tan bueno con los demás, y ahora Max se sentía miserable, ojalá pudiese dar tiempo atrás.

Los días siguieron pasando y Max aun tenia la esperanza de recuperar la amistad del que una vez fue su mejor amigo, pero a cada día que pasaba sabia que seria mas difícil, tenia que primero hacer ver a Tomi que su vida actual lo mataría.

Mientras tanto Tomi estaba en Internet, en su tristeza y soledad ahogaba sus penas navegando por las webs, era por la tarde, la lluvia no cesaba a finales de septiembre, de repente le llego un correo a su bandeja de entrada, el remitente era de desconocido.

El mensaje decía:

Hola Tomi llevo mucho tiempo observándote, me gustas mucho y me gustaría poder demostrarte mi amor hacia ti, se que no sabes quien soy, pero dentro de ti se que vendrás a la dirección de abajo, dentro de una hora, te espero.

Tomi estuvo pensando.

Era Max, sin duda, solo el sabia que era gay, se vistió y se marcho hacia el destino que le dijo, cuando llegó, era un edificio abandonado muy tétrico, entró dentro y empezó a indagar, pero por mucho que mirara no había nadie, se estaba burlando de el.

-Sabia que vendrías.

Una voz provenía del fondo de la oscuridad, se podía ver una figura alta y bastante esbelta, era el chico que antes le paso la droga.

-¿Que haces tu aquí? -Tomi estaba sorprendido y a la vez asustado, dentro de el temía que algo malo iba a ocurrir.

-Tomi, quiero hacerlo contigo, aquí y ahora.

Alejandro se abalanzó sobre Tomi y le intentó besar en los labios, éste puso un poco de resistencia pero dejó de hacerlo.

Deivid lo noto y siguió besándolo, y tocándole.

Unos segundo antes quizá Tomi se hubiera negado y hubiese salido a la estampida de allí, pero ahora como un abyecto esclavo, se quitó los zapatos y los calcetines.

-Ven, hay un colchón aquí, lo traje yo solo para nosotros.

Luego se quito la camisa y los pantalones, con cada prenda que sacaba, Tomi notaba como iba cayendo más y más, bajo su control.

-¿Me lo quito todo? -La voz de Tomi era un jadeo y una súplica, como si no desease hacerlo.

Dentro de el no quería hacerlo, pero lo estaba dejando pasar.

-¡Si! -Deivid se desnudo por completo-

Tomi se quitó la camiseta y los bóxer, ahora, desnudo, notaba que realmente no tenía otra elección que aceptarlo todo.

La voz de Deivid se había tornado amenazadora, y aunque una parte de el le gustaría hacerlo con el, otra parte no y no sabia porque.

-¡Ponte de rodillas!

Entonces Tomi se arrodilló y pensó que iba a obligarlo a chupar su pene.

-¡No!-la voz de Tomi se había tornado quebradiza y aguda.

Tomi no sabia porque le contestó eso, quizá sentía miedo pero la verdad es que tenía tantas ganas de chupársela.

Sacó la lengua y le susurró, con los labios tocando su oreja.

-Vas a dejar que te meta la polla en la boca, se que lo estas deseando Tomi.

-Si.

Tomi se dejaba llevar, al instante le rodeo y se puso adelante de el.

La cálida y lujuriosa cabeza de su pene tocó los labios de Tomi, el cual abrió mucho la boca para poder tragársela.

Se la metió, era tan grande que solo la punto parecía llenar su boca, debía medirle mas de 18cm, notaba su suave piel contra su lengua y labios, su boca había estado seca por la excitación, pero ahora se despertaron las glándulas salivares y cubrieron de saliva la cabeza y los cinco centímetros de su herramienta. La sacó hasta que solo el extremo quedó junto pegado a sus labios saboreando la punta, luego la volvió a empujar hacia dentro, más profundamente, hasta que el extremo de su polla, palpó la entrada de la garganta de Tomi.

-¡Vale, vale!, dijo Deivid, sacándola un poco.

-Poco a poco te vas a tragar mi polla entero, pero no será esta noche, esta noche voy a soltar mi caliente leche en tu bonito culo.

Tomi se quedo perplejo unos segundo, Deivid se sentó de nuevo e hizo poner la espalda de Tomi contra el suelo, abrió sus piernas y se arrodilló entre ellas.

-¡No se si quiero hacerlo!

-Si quieres, solo estas nervioso porque es tu primera vez Tomi -Deivid ignoro a Tomi, se puso un condón, lo unto en crema y le levanto el culo.

Agarrándole las piernas por detrás de las rodillas, las abrió aun más y tiró de ellas hacia arriba, hasta que sus rodillas quedaron por encima de sus hombros, y se inclinó sobre el.

Tomi notó como sus dedos se paseaban sobre su erección y sobre sus pelotas, agarró éstas con fuerza y dio un ligero tirón.

Deslizó sus dedos por debajo, siguiendo la hendidura, hasta el agujero de su culo.

Tomi estaba muy nervioso, tenia miedo y a la vez excitación, pero no estaba seguro de lo que hacia.

-¿Estas preparado?

Entonces Tomi noto la suave presión del pene de Deivid, intentando abrirse en el.

-Calmate Tomi -le dijo con ternura y desesperación por penetrarlo-

Tomi sintió como el músculo de su culo se estiraba de un modo aterrador., la punta estaba a punto de entrar y entonces pensó en el, Max, se acordó de su mejor amigo, del cual estaba enamorado, el cual le había hecho tanto daño, pensaba en el mientras Deivid intentó avanzar de nuevo, la punta empezó a entrar.

-¡No!, ¡No puedo!

Tomi se levantó de un golpe y empujó a Deivid en el colchón, recogió su ropa del suelo y se marchó corriendo dejándolo allí sin mirar atrás, antes de salir del edificio se volvió a vestir y secó sus lágrimas.

Una vez hecho esto salió del edifico corriendo, se sintió muy mal por lo que hizo, se sentía sucio y horrible, se dirigió al parque donde antes siempre jugaba al fútbol con Max.

Se metió en uno de los columpios y empezó a llorar desconsoladamente sin poder evitarlo, su corazón se desgarraba segundo tras segundo, quería morirse, le chupo la polla y casi se deja coger, lo que hizo fue asqueroso, estuvo a punto de ser follado y encima con Deivid, no quería vivir, no podía estar sin Max, si, lo amaba, amaba a Max y saber que jamas estaría con el y que ya no era como antes, que perdió todo cuanto tuvo por ser gay, por ser diferente, odiaba ser un maricón.

Se acurrucó y siguió llorando durante horas hasta que se quedó dormido.

Al día siguiente Max se dirigía al colegio y se encontró con Deivid, estaba hablando con otros chicos.

-Hola, ¿tu eres Deivid verdad?

-Depende de para que me buscas.

-La mirada del chico intimidaba a cualquiera, era una mirada fría y sin corazón.

-Toma, esto es tuyo.

- Max alargo la mano y saco unos billetes del bolsillo, extendiéndola sobre la mano de Deivid.

-¿Que es esto?

-Lo que te debe Tomi, ¿es suficiente con eso?

-Si, pero ya me pago el ayer, aunque no fue con dinero -e inmediatamente soltó una carcajada-

-¿A que te refieres? -la mirada de Max se tornó desafiante y agresiva-

-No fue con dinero precisamente, digamos que me cobre con su piel -y acto seguido volvió a reírse-

Esa frase dejo a Max sin palabras, mientras Deivid se iba alejando con el dinero, Max salió corriendo hacia la casa de Tomi, algo dentro de el le decía que le pasó algo malo.

Los ojos de Tomi empezaron a abrirse, en el suelo vio como algo brillaba, parecía un cristal roto, aún con lágrimas en los ojos estiró la mano y cogió el trozo de cristal, lo apretó con fuerza, haciendo que su mano sangrara y se lo acercó lentamente...

Continuará...

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