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Mi hermanito 5

en Gays

 

(( Capitulo 5 - Nada es lo que parece ))

 

Los rayos de luz entraban por mi ventana y yo instintivamente me tumbé boca abajo, pero ya me había espabilado, me puse a pensar en todos los acontecimientos que habían pasado estos días, joder, eran demasiados y no podía asimilarlos bien, por un lado estaba la llegada de mi hermano, el cual estaba cambiado y que me insinuó sin querer que abusaron de el en el correccional, esa misma noche tenemos nuestra primera relación, la cual fue espiada por mi primo, que se corrió viéndola, todo esto sin mi hermano saber nada, aunque habría una segunda vez que nos espiaría y joder...

 

Me gire y mire por la ventana, estaba soleado, seguí pensando, pasaron mas cosas, mi hermano cuando se entero que nuestro primo nos espiaba se fue de casa enfadado, entonces nuestro primo Jesús se lo folló a cambio de dinero, días después mi amigo me cuenta que lo han visto varias noches en el parque con otros follando por dinero, vamos, un chapero, cuando me dijeron eso yo no me lo creí o no quería creérmelo, hace unas noches lo seguí con la desgracia que me confundieron a mi con un chapero, pero al fin y al cabo, a mi me excito esa situación, pero, ¿y ahora que?

 

Llamaron a mi puerta despacio.

 

-¿Si?

 

Abrieron la puerta y entro mi hermano tras ella.

 

-¿Podemos hablar? -me miro con mucho rubor y pena.

 

-Es que recién me levanto y...

 

Mi hermano cerro la puerta y se sentó en mi cama.

 

-Escucha...

 

Mi hermano bajó la mirada y sus ojos se mostraban un poco llorosos.

 

-Se que anoche me seguiste, así que será cuestión de tiempo que te enteres.

 

-¿Como sabías que te seguí?

 

-Pues, bueno, da igual, eso es lo de menos, el caso es que logré perderte de vista.

 

-No hace falta que sigas, se a donde fuiste.

 

-¿Lo dices por...?

 

-Si...

 

-Quería contártelo pero no sabía como.

 

-Bueno, ya da igual, el caso es que si esa es la vida que quieres...

 

-Pero tu me dijiste que no era tan malo, que era algo normal ser así.

 

-¿Que? Una cosa es ser gay y otra un puto chapero.

 

Mi hermano me miro extrañado, incluso yo mismo me extrañe con lo que dije, pero ¿que podía decir?

 

-Porque si te gusta y te excita esas situaciones, yo no te lo impediré.

 

-¿Que estas diciendo? Yo no me vendo por dinero, es amor.

 

Mi hermano bajo la mirada y se levanto.

 

-Si no aceptas lo nuestro es tu puto problema.

 

Yo ya estaba confundido, o estábamos hablando de algo distinto o me estaba vacilando.

 

-¿Lo nuestro?

 

-Si, lo mío con Jesús.

 

-¿Que? ¿Estas con Jesús?

 

-¿No decías que lo sabías?

 

-Eh..., si, osea, no, quiero decir...

 

-Entonces no te metas mas, es mi vida y ya soy mayorcito.

 

Mi hermano salio de la puerta y yo un poco frustrado me metí en la ducha y me pegue una ducha con agua fría, necesitaba estar despierto para lo que iba a hacer ahora. Mi hermano estaba con Jesús, entonces no era chapero, todo fue una confusión, en parte me alegraba que no fuese así, pero otra me sentía mal, Jesús me había robado a mi hermanito, ¡¡me lo había robado!!

 

Entonces recordé la noche que fui tras el, si, la noche que me confundieron a mi con un chapero...

 

-Uff eres mio blanquito y mañana te follare a esta misma hora, quiero llenarte como ahora, ahhh...

 

Me empezó a bombear con mas fuerza y no pude evitar gemir de placer, me estaba llevando al éxtasis y comencé a correrme sin tocarme mientras el también se corría, pero dentro de mi, no se cuantas veces note sus chorros entrar dentro de mi, pero me dejo lleno.

 

Me la saco y me beso en la boca.

 

-Sabes, jamas había follado un culo como el tuyo.

 

Diciendo esto se subió el pantalón y se fue. Yo me subí el pantalón y miré hacia donde estaban antes los otros dos follando, pero ya no estaban ,joder, espero que nadie me haya visto o reconocido, estaba a punto de salir pero unos gemidos me lo impidieron, me eran conocidos.

 

Me dirigí hacia ellos y lo que vi me heló la sangre, me entró temor y miedo a la vez, jamas imagine ver lo que vi.

 

Mi entrenador de fútbol se estaba follando a uno de los chaperos, yo no supe reaccionar, me quede congelado, lo peor de todo es que estaba de frente, me miro y se dio cuenta de que era yo, me guiñó un ojo y siguió follándose al chapero. Estuvo viendo como me follaba el negro sin yo saberlo, lo peor es que el chapero era uno de mis compañeros de equipo, no lo podía creer.

 

-Ven, únete con el.

 

Sus palabras no las logre encajar bien y salí corriendo de allí. Corrí todo lo que pude, estaba cansado y el culo me ardía, llegué a casa, entré por la ventana que dejé previamente abierta y subí hasta mi cuarto, me duché y me eché en la cama, solo quería dormir y que todo hubiera sido una pesadilla.

 

Hoy tocaba entrenamiento, y no me quitaba la imagen de la cabeza, mi entrenador viendo como un chico negro follaba mi culo mientras el se follaba a mi compañero de equipo.

 

Me preparé con la equipación del entreno y bajé abajo, no estaban mis padres, lo mas seguro es que salieron, busque a mi hermano y tampoco lo encontré, así que salí al campo de entrenamiento, habían algunos ya calentando, entre ellos me fijé en el entrenador, un hombre de unos 35 años, con melena larga oscura y unos ojos que se fijaron en mi en cuanto llegué.

 

Pasó el tiempo y el entrenamiento terminó, fuimos a las duchas y todo fue con normalidad, me dispuse a salir y el entrenador me detuvo.

 

-Espera Tomi, necesito hablar contigo, quedate.

 

Estuve en silencio, no me atrevía ni a abrir la boca.

 

Me quedé en el banquillo esperando a que mis compañeros se fueran, entonces salió el entrenador y con un gesto de su mano me hizo adentrarme en su despacho.

 

-Toma asiento.

 

-No, gracias, estoy bien así.

 

-Bueno hijo, ¿como la pasaste anoche?

 

-¿Que..?

 

-Digo, los chavales de hoy en día se la pasan por ahí de fiesta, tu no serás distinto.

 

Yo lo mire extrañado, el me miraba con una sonrisa entre pícara y de asesino en serie.

 

-¿No dices nada?

 

-No se que decir míster...

 

-Bueno ya basta de tonterías hijo, anoche vi algo que creo que tus padres deben saber.

 

-¿Como?

 

-Quiero decir, un chaval de tu edad no puede ir por ahí dando su culo a cualquier desconocido.

 

-Yo, yo..., no, no se de que me habla.

 

-Claro que lo sabes -hizo una pausa y levantándose de su silla se acerco a mi, se puso detrás y apoyó sus manos en mis hombros-

 

-Yo soy una persona comprensiva y con necesidades, me gusta mucho el fútbol, pero me gusta mas los que lo practican, ¿sabes por que?

 

-No..., míster... -el entrenador presionó sus manos para que me quedara de rodillas, miré hacia arriba y sonreía como un lunático-

 

-Pues, porque me gusta sentir que los jóvenes futbolistas luchan por un puesto titular, y para ello que mejor forma que demostrarlo así.

 

Se bajó el cierre del pantalón y su polla salió erecta directa a mi cara.

 

-Chupa, haz un buen trabajo y anoche no vi nada, ni pasará mas nada.

 

Tenía miedo de su reacción si lo rechazaba, pero también de ser pillados, así que cuanto antes terminara esto mejor, tonto de mi al pensar que con esto el entrenador dejaría todo estar, que ingenuo fui al pensarlo, ya que el ceder solo demostraría que me tenía en sus manos.

 

Metí su polla en mi boca, la tenía bastante grande, hice lo que pude, quería que terminara cuanto antes para no ser pillados, movía mi lengua por su tronco mientras masajeaba sus huevos, le chupaba la base de la polla y movía mi lengua hasta la punta, metía de nuevo su polla en mi boca y se la comencé a mamar.

 

El entrenador sujetaba mi cabeza y gemía de placer a la vez que me follaba la boca como el quería, me sujetaba del pelo y me hacía mirarle a los ojos mientras le comía la polla.

 

-Así me gusta, si sois todos iguales, dais la boca y el culo por cualquier cosa, y mientras me ofrezcas tu boca sabré agradecértelo, serás el capitán del equipo.

 

Yo seguía chupándosela mientras me trataba de manera despectiva, como si yo fuese de su propiedad, me agarro con fuerza y me la clavó hasta el fondo, notaba como su polla se hinchaba y su corrida entraba sin parar dentro de mi boca, no pude evitarlo y tuve que tragarme todo el néctar de mi entrenador, me sacó de la boca y se la guardo.

 

-Bueno, no esta mal, ya puedes irte, el Jueves no olvides pasarte por aquí de nuevo después del entrenamiento.

 

Me levante, cogí un pañuelo de su mesa y limpié como pude mi boca, salí del despacho y cerré la puerta, no podía creer lo que acaba de pasar, no puede ser esto, desde que llegó mi hermano todo se ha descontrolado de una forma inverosímil, pensaba que hacer mientras salía, en la entrada una voz me detuvo.

 

-Lo he visto todo -me giré a la izquierda de donde provenía la voz y me quedé petrificado-

 

No, no puede ser, trágame tierra...

 

(Continuará...)

 

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