((Capitulo 2 - Amistad rota))

Ya atardecía, Max esperaba nervioso a Tomi, estaba a unos metros de la escuela, esperaba con todas sus fuerzas que el plan resultara.

-Ya llegué -dijo Tomi con desgano, Max se abalanzó sobre el-

-¿De que te disfrazaste? -Tommy lo miro serio-

-Es un traje de brujo, ¿y el tuyo?

Max saco una mascara de su bolsillo y se la puso en la cara.

-Yo soy un zombi.

Tomi miro a Max con cara extraña.

-¿Así vas a enamorar a Sarai?

-Bueno, habla, ¿Qué paso? ¿Acepto? ¿Sarai va a ir? -Max hacia una pregunta tras otra mientras lo zarandeaba de los hombros, era una mala costumbre que tenía prácticamente desde que conocía a Tomi, quien después de tanto tiempo ya se había acostumbrado a esa manera de interrogación-

Suspiró profundamente y se quitó las manos de Max de encima.

-Si, acepto -el desgano en el rostro y palabras de Tomi era evidente pero Max ni se fijó, solo arqueo una ceja para que Tomi se apurara a contarle lo que realmente él quería saber- Si, tu futura novia del semestre si va a ir y le pareció bien que un amigo mío fuera para que sea más divertido, ¿Satisfecho?

Max por supuesto ni se dio cuenta del tono sarcástico del último comentario de Tomi

-Por fin -dijo Max- Sarai es la más linda, hace tiempo que quiero salir con ella-

Y Max se fue a su casa sonriendo como un bobo y pensando en esa chica, Tomi resignado fue caminando al lado de Max, rogando para quedar sordo y no tener que escuchar las idioteces que iba diciendo su mejor amigo, y preocupado también por no saber cómo reaccionar ante el coqueteo de esa niña, el realmente no estaba interesado.

-Te recuerdo que tienes que presentarme, no se te vaya a olvidar o Sarai va a sospechar de que se trata todo esto y...

-Max -lo interrumpió Tomi alzando levemente la voz- Por favor ya basta con eso, me lo has repetido todo el camino, no soy un idiota como para no recordar algo tan sencillo.

-Está bien -dijo Max- Lo lamento, es que estoy muy nervioso.

-Todo saldrá bien, no te preocupes mas -Tomi echó la mirada al suelo un poco cabizbajo-

Max distinguió a lo lejos a las dos chicas salir del bus.

-¡Ahí esta! -Max se tapó la boca con una mano-

-Cállate idiota, se supone que no las conoces -le susurró Tomi a Max, el susodicho se dio cuenta de su error y no pudo evitar llamarse a sí mismo idiota.

-Buenos días -saludo la tímida Soraya, era la chica con la que Tomi tenía que salir, iba vestida de princesa.

-Hola -dijo Sarai, que iba vestida de Ada.

-Hola Soraya -respondió Tommy y mirando a la chica de Max le habló también- Hola Sarai, mira, él es mi amigo, de quien te hable -y señalo a Max, quien antes de poder saludar fue interrumpido por Sarai.

-Ey, yo te he visto, tú vas a nuestra escuela ¿verdad?

-Si -dijo Max y titubeando un poco pregunto haciéndose el tonto- ¿Tu estas en el equipo de animadoras cierto?

-Así es -respondió alegremente Sarai, así ella y Max se pusieron a conversar animadamente.

Tomi veía la escena y se decía para sus adentros, "lo sabía, ese tonto no necesitaba que hiciéramos todo esto", se dio cuenta de que Soraya lo miraba y recordó el plan que Max le había hecho memorizar

-¿De que vas disfrazado Tomi, de pirata? -pregunto Soraya.

-No como crees, ¿Estas tonta? Soy un brujo.

-La chica se quedo fija mirándole por llamarla tonta y Tomi se dio cuenta de su error.

-Perdón, es la costumbre, es que no suelo hablar mucho con chicas -se disculpaba Tomi, Max se desesperaba y decidió intervenir.

-Chicos, ¿Les parece si vamos al cine ahora? -pregunto Max intentando cambiar el rumbo de la conversación.

Todos asintieron, y así empezó la cita doble, Max y Sarai se estaban llevando muy bien, pero entre Tomi y Soraya no parecía haber nada de química, y los tímidos intentos de Soraya no eran percibidos por el despistado de Tomi, durante la pelicula, Soraya intentaba tocar la mano de Tomi, pero este la apartaba rápido, en cambio se fijaba que Max y Sarai se llevaban muy bien y bebían del mismo batido.

Al salir del cine caminaron por la avenida hasta llegar a una cafetería, se sentaron en una mesa en el centro, a pesar que Max y Sarai querían estar en una mesa al lado de la ventana, con una simple mirada de Tomi y de Soraya recordaron que se trataba de la cita de los cuuatro y no la de ellos dos.

Pidieron unos batidos y pasteles, excepto Tomi que pidió un helado a pesar de que afuera hacia mucho frio y el clásico viento de otoño en Halloween.

Cuando ya todos estaban disfrutando de su pedido Soraya intento nuevamente entablar una conversación con Tomi, pero el parecía querer saborear cada molécula de su helado, pues le prestaba más atención a eso que a lo que su "cita" le decía, a todo lo que Soraya le decía él contestaba con un "si..." "mm..." "aja" "claro", Soraya bajo la vista muy triste y por supuesto que Sarai se dio cuenta y miro enfadada a Tomi, ante eso Max intento arreglar la situación.

-¿Nos disculpan un momento? -dijo levantándose de su asiento, tomando a Tomi del brazo y arrastrándolo hacia el baño de hombres-

Una vez allí, asegurándose que no había nadie más se enfrentó a Tomi

-¿Se puede saber qué te pasa? Podrías prestarle un poco de atención a tu cita, la tienes abandonada, ¡Estás haciendo que todo se arruine!

-Mira, yo te dije que no iba a ser amable con ella, no quiero darle falsas esperanzas, en verdad no estoy interesado -replico Tomi

-Pero si es muy bonita...

-No estoy interesado -repitió Tomi

-¿Pero por qué? Es guapa y simpática, no lo entiendo.

-No me gusta, !Solo no me gusta y ya esta!

-Vale, no te gusta, pero por lo menos compórtate y haz que la cita termine bien.

-Pero estoy harto de estar fingiendo, siento que la estoy engañando -y antes de que Max replicara, Tomi le encaró- además solo vine porque tú me suplicaste que lo hiciera, te dije desde un principio que no estaba interesado.

-Tu sí que eres imbécil, esa chica es muy bonita y está enamorada de ti, no sé cómo no aprovechas una oportunidad así.

Ante esas palabras Tomi desvió la mirada, algo en su pecho le hizo sentir mal, pero Max parecía no darse cuenta, estaba mas pendiente de que su cita con Sarai saliese bien y estaban afuera esperándoles sentadas.

-¡Vamos! -Insistía Max- ¡Dime que te pasa!

Tomi tenía su mirada clavada en el piso, no quería responder

-¿Acaso estás enamorado de alguien más? -pregunto Max algo incrédulo.

-No -murmuro y levanto la mirada hacia Max.

-¿Entonces qué es? -pregunto ya desesperado Max, mirando fijamente a su mejor amigo, no podía entender que le pasaba-

-Es que...-murmuro Tomi bajando nuevamente la vista, Max espero en silencio, Tomi apretó con fuerza sus manos-

-A mi... -y levanto valientemente la vista- ¡A mí me gustas tu! -dijo de golpe Tomi, alzando un poco la voz y mirando fijamente a Max

El silencio absoluto se hizo en el baño, solo se escuchaban las gotas goetando del lavabo, el resto, silencio.

Max estaba aturdido, las palabras de Tomi habían entrado tan rápido a su cabeza que no era capaz de entenderlas, se quedó ahí, de pie frente a Tomi, con sus ojos muy abiertos y su boca temblando como incapaz de articular palabra alguna

Entonces Tomi lo vio, una sombra cruzando por el rostro de Max, frunció el ceño y sus ojos claros miraron a cualquier parte menos a Tomi, parecía que las palabras por fin se habían ordenado en su cabeza, pero aún era incapaz de entenderlas del todo

-¿Qué? -fue todo lo que dijo y sin mirar a Tomi.

-Yo...-dijo Tomi asustado por la reacción de Max, aun no sabía cómo lo iba a tomar- Soy gay, me gustan los chicos en lugar de las chicas -explico mirando atentamente a Max, esta vez las palabras Max las había entendido perfectamente-

-¿Eres maricón? -dijo dando un paso hacia atrás, con la vista fija en el suelo del baño.

-No, no es así... -dijo Tomi acercándose dos pasos hacia Max.

-¡No te acerques! -Tomi se detuvo inmediatamente, Max por fin levanto la vista, estaba claramente enfadado, asustado, asqueado-

-¡Eres un anormal! -le dijo y automáticamente los ojos de Tomi se llenaron de lágrimas- ¿Me has estado engañando todo este tiempo? ¡Eres asqueroso! Yo, yo dormía en tu casa muchas veces, ¡Quien sabe qué clase de cosas me habrás hecho sin que yo lo supiera!

-¡Claro que no! -Tomi por fin sacaba la voz- Yo jamás te haría algo así, eres mi mejor amigo.

-¿Amigos? -replico Max con sarcasmo- Los amigos no se ocultan algo así y encima te gusto yo, eres un anormal.

- No me digas así, ¡No soy anormal! ¿Crees que para mí es fácil? ¿Crees que fue sencillo descubrir que soy así? -el rostro de Tomi estaba bañado en lágrimas, Max se agarraba la cabeza, estaba completamente en shock y no escuchaba lo que Tomi le decía-

-¡Dime! ¿Qué cosas me hiciste? ¿Qué me hiciste mientras dormía? -Max miraba con furia en sus ojos al pobre Tomi-

-Ya te dije, yo nunca te hice nada, además -dijo caminando hacia la puerta del baño- aunque me gustases jamas andaría con mi mejor amigo, siempre fuiste para mi eso, nunca desee nada sexual contigo.

Se secó las lágrimas y salió del baño, se acercó a la mesa donde estaban las chicas, parecía que nadie en el local había escuchado la discusión, pero eso no le importó, tomo su chaqueta, dejo algo de dinero y se fue sin despedirse, salio corriendo lo más rápido que pudo.

Max se quedó solo unos minutos, se sentía extraño, no sabía qué hacer, recordó a Sarai, tendría que terminar la cita ahora, no quería hablar con nadie, solo quería estar solo, salió del baño y fue a hablar con las chicas, antes de que el pudiera hablar, Sarai lo interrumpió.

-Tu amigo se fue y ni siquiera se despidió.

Max respiro profundo.

-Es que tuvo un problema, lo mejor es que dejemos esto hasta aquí, lo siento mucho, yo pagaré la cuenta -luego de pagar se despidió de las chicas en la puerta de la cafetería, cuando ya iba a marcharse a su casa, Sarai le habló.

-Oye, la pase muy bien contigo, me gustaría que volviéramos a salir, pero esta vez sólo los dos.

En otras circunstancias Max habría aceptado de inmediato, pero aún estaba aturdido y confundido por lo de Tomi

-Si eres capaz de esperar unos días, estaría encantado.

-¿Por qué? ¿Hay muchas chicas antes que mí? -respondió enfadada Sarai- Olvídalo entonces -y se fue enfadada junto con Soraya-

Max no le dio importancia, tenía cosas más importantes en las que ocupar su mente, que en una chica, se fue a su casa y se quedó en su habitación hasta el día siguiente, ni siquiera se molestó en bajar a cenar.

(Continuará...)

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