(( Capitulo 5 - Cambio Radical))

Los días de verano fueron pasando y el calor se hacía cada vez mas insoportable.

Max al principio quiso salir y divertirse, conocer chicas nuevas y tal vez hacer nuevos amigos, pero no importaba a donde fuera todo le recordaba a Tomi, el parque que estaba cerca de su casa, a Tomi le encantaba ir allí a jugar al fútbol, lo recordó cuando volvía de hacer las compras que le ordenó su madre, ya era tarde y volvió a su casa.

Paso noches muy malas pensando en Tomi, pero las cosas empeoraron, cuando sólo quedaban dos semanas de vacaciones, ya no era necesario que Max pasara por algún lugar donde tuviera recuerdos de importancia con Tomi, ahora solo bastaba con ver la televisión, comer algo o el simple hecho de despertar, no había caso, lo echaba mucho de menos, ya no lo aguantaba más.

Recurrió a la única fotografía que no había roto, una que había escondido en lo más profundo de su billetera, porque en el fondo sabía que no lo soportaría, que lo extrañaría mucho, miró esa foto en la que Tomi salía sonriente, el día de su cumpleaños, esa sonrisa que tanto extrañaba, esa actitud despreocupada que tanto añoraba, y comenzó a llorar desconsoladamente, acostado en su cama, con más pena aun ya que sabía que no vendría nadie a consolarlo, que nadie le diría que todo iba a estar bien, como tantas veces lo había hecho Tomi, cada vez que lo encontraba llorando en su habitación, esos días en que sentía que su vida era miserable.

Recordó mirando la foto que ese día de su cumpleaños jugando a las luchas le rompió el brazo, se paso semanas de recuperación, se sintió muy mal pero cuando fue al hospital a verle, Tomi le recibió con una sonrisa.

-Sabia que vendrías. -Tomi tenía una sonrisa a pesar de tener el brazo escayolado-

-Tomi, siento lo que te paso, no fue mi intención...

-Max, fue sin querer, jamás dejare que nuestra amistad se pierda por nada, te quiero mas que nada, eres mi mejor amigo.

Max se sentía fatal, siempre fue el quien daño a Tomi ya que era muy rebelde y de carácter fuerte y en cambio Tomi era mas sensible y mas pacifico, pero a pesar de todas esas veces que le daño Tomi siempre le perdono.

-No sé cómo pudo perdonarme ese día, debí perder su amistad hace mucho tiempo -dijo Max, sollozando en su habitación, ya lo había decidido, necesitaba a Tomi de vuelta en su vida, quería a Tomi de vuelta en su vida, es mucho más importante de lo que había pensado, al diablo con que sea gay- Lo necesito, porque es mi mejor amigo.

Pasaron las últimas semanas de vacaciones y Max había decidido disculparse con Tomi en la escuela, le daba mucha vergüenza y miedo tener que ir hasta su casa, en especial porque no sabía si los padres de Tomi sabían que él era gay y no quería arriesgarse a meter la pata.

Tuvo que irse corriendo al colegio, decidió dormir un rato más ya que Tomi siempre llegaba tarde, pero se le pasó la hora y ya solo faltaban cinco minutos para que empezaran las clases, iba tan rápido y preocupado de no llegar tarde que no se fijó que al doblar la esquina había alguien ahí.

Ambos chicos se chocaron y cayeron de culo al suelo.

-¡Ayyyy!

-¡Auch!

Max se puso a recoger sus cosas cuando esa persona le dijo de forma muy antipática

-Deberías tener más cuidado.

-Tú fuiste el culpable -contestó Max y miro hacia arriba, se sorprendió al ver que esa persona le tendía la mano para que se levantase, sin pensarlo la tomó y se puso de pie- Gracias, debo irme, llego tarde –dijo sin mirar

-Es raro que llegues tarde, creí que tu récord era llegar cada día a las siete y media.

Max se detuvo, había algo familiar en esa voz, y el hecho de que supiera esos detalles, se volvió lentamente y miro al muchacho que le hablaba, era de su misma altura, puede que incluso algún centímetro mas alto, su pelo estaba desaliñado y tenía las puntas teñidas en rubios, sus ojos verdosos oscuros y una algo triste, su voz sonaba desafiante, como si hubiese pasado por un gran dolor, en la cara se podía ver una marca de cicatriz fina su mejilla derecha, como si de un corte se tratara.

-¿Tomi? –pregunto incrédulo Max.

-Sí, así me llamo -respondió sin rodeos.

Max se sorprendió, no esperaba verlo así, tan alto, tan decidido, se sentía aturdido, no lo había pensado, habían pasado casi diez meses desde que lo vio por última vez en esa fila, todo pálido, delgado y rapado, al estar en cursos y alas diferentes era fácil no toparse y además parece que Tomi supo evitarlo en todo momento, así que no vio como su mejor amigo cambiaba de aspecto con el paso de los meses y eso aún le dolió mas, se perdió su crecimiento, no estuvo a su lado, pero este era el momento de pedirle una disculpa.

-Tomi, yo lo siento mucho, no sabes lo arrepentido que estoy por lo que paso aquel día, no debí tratarte así, fui muy cruel y...

Se detuvo de golpe, Tomi no lo estaba escuchando, de hecho caminaba tranquilamente hacia la escuela, dejándolo a él atrás.

-¡Hey, espera! -corrió a alcanzarlo y detenerlo- Estoy tratando de disculparme...

-Lo sé -dijo tranquilamente- Y yo te estoy ignorando.

-Pero...

-¿Pero qué?, Sabes, cada día, cada minuto, te esperé, esperaba verte, que llegabas y volveríamos a ser amigos, que olvidaríamos lo que paso y todo sería como antes, todos los días te observaba, como seguías con tu vida, con tus amigos, tus novias, como si nunca hubiese pasado nada.

-Tomi yo...

-Calla, no terminé, como decía, te esperé todos los días, tenía la esperanza de que mi mejor amigo volvería a estar conmigo, que no se alejaría de mi por algo tan estúpido, pero los días pasaban y eso nunca llegaba, me odié, me daba asco, quería morirme, dejé de comer, dejé de estudiar, solo quería morir.

Max lo escuchaba todo con lagrimas en los ojos, pero se aguantaba el llorar, no quería llorar, estaba cerca de la escuela y no quería que lo vieran así, se aguanto y siguió escuchando a su amigo Tomi.

-Yo, se que me equivo...

-¿Sabes? -le cortó Tomi, y se acercó al oído de Max- ¿Ves esta cicatriz? Este verano trate de suicidarme, fue el último día de clases, cruce la carretera cuando pasaba un coche, mi madre pensó que fue un accidente -Tomi se levantó la camiseta, tenía otra cicatriz en la parte baja de la cintura- Una pena que logré sobrevivir, lo hice debido al dolor y la pena que sentía

Se alejó para ver el rostro de Max, que estaba sorprendido y asustado por esa revelación

-Pasé semanas en el hospital, y estando allí mi madre se enteró de que no eras mi amigo, porque intentó llamarte y se lo impedí, y aunque no lo creas, me dio un gran consejo, ella me dijo "a veces es mejor alejarse de quienes nos hacen daño, no puedes vivir en el pasado, que hayan sido amigos antes, no significa que lo deban ser ahora, sigue con tu vida", y ¿Sabes qué? Eso es lo que hice y lo que pienso hacer de ahora en adelante, ¿No querías que me alejara de ti? Pues eso hice, y ahora espero que tú hagas lo mismo, no acepto tus disculpas, ve a buscarte otro imbécil que te aguante todas tus tonterías -y diciendo eso prosiguió su camino-

Max lo miro desde la acera, vio como a cada paso se iba alejando una de las personas que más quería en el mundo, como a cada paso se le iban clavando cientos de agujas en el corazón y sus ojos se llenaban de lágrimas y bajaban por sus mejillas, lentamente se fue alejando sin apartar la mirada, no le importaba ya nada, lo había perdido todo.

-Fui un idiota... -murmuró, se fue a su casa a llorar escondido entre las sabanas de su cama, sus padres no estaban y no le importaba igualmente-

(Continuará...)

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