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Un hijo aprovechado II

en Amor filial

Después de ese tremendo polvazo de madre e hijo, los delincuentes seguían asombrados. Los delincuentes seguían cachondos y morbosos, habían dejado a madre e hijo hasta comprobar a dónde podrían llegar.

Encapuchado 1: Los dejamos solos un momento, pero no intenten nada, los estamos vigilando – dijo aún con su polla fuera.

Todos los delincuentes salieron con sus pollas fuera de sus pantalones y dejaron solos a madre e hijo que aprovecharon para hablar.

Eva: ¿Era tu primera vez? – dijo curiosa sin poder aguantarse.

Ángel: Sí – dijo vergonzoso – Siento si no te gustó.

Eva: ¡No, claro que me gustó! – dijo cogiéndole la cara y dándole un beso en la boca – Sinceramente ha sido el mejor polvo que me han echado nunca – le confesó mirándole a los ojos - ¿Tantas ganas me tenías? – dijo divertida.

Ángel: Sí – dijo vergonzoso – no podía creer que te tuviera así – dijo señalándola.

Eva: ¿Desnuda?

Ángel: Sí y abierta de piernas para mí – dijo sincero – era un sueño hecho realidad – le confesó.

Eva: ¡Oh, cariño! Me parece muy bonito lo que hemos hecho – dijo sincera – aunque haya sido por esos imbéciles – dijo riendo – Me gusta la idea de haber sido tu primera mujer – dijo besándolo.

Ángel: Siempre soñé con esto, claro que me lo imaginaba diferente – dijo divertido.

Eva: Bueno, luego me contarás con lujo de detalle – dijo pícara – pero ahora quiero que sepas que más que nunca el trato sigue en pie. Sigue follándome cuantas veces digan y hazme lo que quieras, no te preocupes por nada – dijo abrazándolo - ¿Qué te gusta más de mí? – dijo curiosa poniéndose delante de su hijo.

Ángel: Bueno, eres preciosa, pero tienes un buen par de tetas y un culo que quita el hipo – dijo sincero mientras su madre se daba una vuelta sobre sí misma para mostrarse.

Eva: Me alegra que te guste – dijo sonriente – A mí también me gustas tú – dijo sincera – Me encanta que seas musculado y eres muy guapo, por no hablar de ese culito prieto que tienes y esa polla que me encanta – dijo sincera - Bueno, me voy a limpiar un poco.

Ángel observó como su madre se levantaba y se limpiaba la cara con su propia camiseta con cara de asco.

Eva: No me ha gustado que esos estúpidos se hayan corrido en mi cara – dijo al ver la cara de su hijo – Si hubieras sido tú seguramente ahora estaría relamiéndome – dijo divertida y sorprendiendo a su hijo.

De pronto, Ángel observó las armas que había en un rincón, dónde habían estado los delincuentes y se le ocurrió una idea. Raudo, se levantó sorprendiendo a su madre y cogió varias armas para colocarlas a un lado del sofá, dónde no se veían.

Eva: ¿Qué haces? – dijo curiosa y espantada viendo a su hijo con esas armas.

Ángel: Guardarlas para luego – le informó – Mira, es muy fácil – dijo al ver la cara de su madre – nosotros los entretenemos, le hacemos caso en todo, que se olviden de por qué están aquí, y cuando más relajados estén les sacamos las armas y les echamos de aquí – le contó.

Eva: ¡Pero eso es muy peligroso! – dijo susurrando con miedo.

Ángel: Es nuestra única salida, porque seamos sinceros mamá, ninguno de nosotros sabe lo que puede hacernos esta gente – dijo serio – Nuestra única opción es hacernos los dóciles y acceder a todo lo que nos digas que hagamos y luego, ¡zas! Les damos de su propia medicina.

Eva: Está bien, como tú digas, cariño – dijo abrazándolo.

Ángel: Todo saldrá bien – dijo seguro.

En ese momento, entraros los delincuentes aún con sus pollas fuera. Al ver cómo estaban madre e hijo se burlaron ellos, pensando que estaban arrepentidos de haber follado y se sentían humillados por obedecer.

Encapuchado 1: ¡Oh, que monos! ¿Ya te has dado cuenta de tu error, muñeca, y vas a dejar que los hombres de verdad te follen? – dijo burlón y chulo.

Eva: Al contrario – dijo con odio – Estaba felicitando a mi hijo por ser el mejor macho que me haya follado nunca – dijo seria y sincera.

Encapuchado 1: ¿Ah sí? ¿Eso quieres, zorra, que te siga follando el niñato de tu hijo? – dijo burlón.

Eva: ¡No es ningún niñato, es más hombre que todos vosotros juntos! – le espetó – Y sí, quiero que me siga follando – dijo sorprendiendo a todos sin dejar de abrazar fuerte a su hijo.

Encapuchado 1: Bien, entonces dejaremos que sea tu hijito el que te rompa el culo – dijo burlón.

Eva: ¿Qué? – dijo sorprendida.

Encapuchado 1: Lo que has oído – dijo burlón – Queremos ver cómo tu hijo te rompe el culazo que tienes. O te lo rompe él o te lo rompemos nosotros, muñeca – dijo burlón.

Eva: ¡Me lo va a romper mi hijo! – dijo decidida y dejando de nuevo a todos sorprendidos, sobre todo a su hijo.

Encapuchado 1: Pues venga, ¡empezad! – les ordenó.

Eva: Espero que os guste el espectáculo – dijo burlona mientras empezaba a morrear a su hijo.

Eva comenzó a besar apasionadamente a su hijo, aún sorprendido, pero Ángel pronto salió de su asombro y comenzó a devolverle el beso con mayor pasión, mientras comenzaba a soltarse y le amasaba las tetas a su madre o le agarraba fuerte el culo, sorprendiendo a los delincuentes. Eva se dejaba hacer mientras le acariciaba el pecho a su hijo.

Encapuchado 2: ¡Será zorra! Le gusta que su hijo le meta mano – dijo sorprendido.

Encapuchado 4: No solo eso, le pone que su hijo se la cepille – dijo asombrado.

Eva siguió a lo suyo y empezó a lamerle la cara y el pecho, pasando por su cuello, de su hijo. Al llegar por su cuello hacía su oreja, aprovechó para hablar con su hijo.

Eva: Mi amor, tranquilo, haz lo que dicen – dijo gimiendo en susurros en su oído – Saca lo que llevas dentro, hazme lo que quieras, pero hazlo con cuidado, soy virgen por ahí – dijo lamiendo su oreja.

Ángel, morboso y envalentonado, llevó a su madre hasta la mesa del salón y la colocó con sus tetas apoyadas en la mesa, la abrió de piernas y empezó a lamerle el cuello.

Ángel: Tranquila, puta, voy a hacer que disfrutes como nunca antes – dijo susurrando haciendo gemir a su madre.

Ángel comenzó a bajar por su cuello, lamiendo cada centímetro y sacando suspiros y gemidos a su madre. Luego fue bajando por su espalda, suavemente mientras le tocaba las tetas como podía. Cuando llegó a su espalda baja, comenzó a besar su culo con mimo, con lujuria, ese culo que había sido el centro de muchas de sus pajas. Ángel, con un golpe suave en los muslos de su madre, le ordenó que abriera las piernas, cosa que hizo encantada.

Encapuchado 1: Mira que avispado a salido el cabrón del nene – dijo burlón.

Ángel: No sabes cuánto – dijo burlón mientras le miraba al encapuchado al mismo tiempo que azotaba a su madre.

Ángel, dejando sorprendido a todos, siguió con lo que estaba haciendo y comenzó a lamer el culo de su madre, pero para su sorpresa, bajó por sus piernas y tras levantarle los pies, comenzó a lamerlos y a chuparle los dedos.

Eva: ¡Oh sí, cariño, sigue, nunca nadie me hizo eso, me encanta!

Ángel, siguió con lo que estaba haciendo y luego de un par de minutos notando como su madre gemía más y más, comenzó a subir de nuevo lamiendo sus piernas, pero esta vez acompañando a sus manos que no paraban de tocarla. Cuando llegó a su entrepierna le dio un sonoro azote a su madre.

Ángel: ¡Saca más el culo, puta!

Eva: ¡Sí, cariño, como mandes! – dijo sumisa y cachonda.

Ángel, comenzó a pasarle los dedos por el encharcado coño de su madre al mismo tiempo que volvía a lamer y besar su culo. Luego de unos segundos que a Eva se le hicieron eternos, Ángel empezó a lamer el coño de su madre mientras le amasaba el culo.

Eva: ¡Oh sí, cariño, sigue, lo estaba deseando! ¡Qué bien usas la lengua, me encanta!

Ángel, comenzó a lamerle el coño a su madre de arriba abajo, llegando hasta el ojete. Eva se dejaba hacer, temblando de placer. Luego de unos segundos, Ángel intensificó su comida de coño a su madre, mientras comenzaba a tocar con sus dedos su ojete.

Eva: ¡Oh sí, cariño, no pares, me encanta, qué placer!

Ángel, siguió con la comida de coño que le estaba dando a su madre al mismo tiempo que empezaba a dilatarle el ojete con sus dedos. Luego de unos minutos, notando la incomodidad de su madre con los dedos en su culo, cambió de estrategia y sacó sus dedos de su ojete para cambiarlos por su lengua y comenzar a masturbar a su madre al mismo tiempo que le metía un par de dos en su coño y la lengua en su ojete.

Eva: ¡Oh sí, cariño, eso está mejor, no pares, oh sí, no tardaré en correrme, me siento muy guarra, muy puta, oh sí, no pares, dame más, méteme más dedos, no pares, me corro, sí, más!

Ángel, viendo el efecto que tenía en su madre, siguió con su tarea de dilatar su ojete sin dejar de masturbarla ni dedearla cada vez con más intensidad y con más dedos, llevando a su madre a un delirio constante de placer. Luego de unos minutos, notando como el ojete ya había dilatado lo suficiente cómo para empezar a meter su polla, Ángel se apartó y le empezó a restregar su polla contra su coño y su raja del culo.

Eva: ¿Qué em haces, cariño? ¡Méteme ya tu polla, no me dejes con las ganas!

Ángel: No has que me lo supliques, puta – dijo autoritario mientras le daba un sonoro azote.

Encapuchado 1: Ya has oído a tu hijo, ¡suplícale, zorra! – le ordenó.

Eva: ¡Vamos, mi semental, méteme tu gran polla en mi culo – dijo girando la cabeza y mirando directamente a su hijo a los ojos – parte el culo de mami en dos con tu pollón!

Ángel: ¡Así me gusta, que seas una puta obediente! – dijo agarrándola de los pelos - ¡Ahora vas a tener tu premio, te voy a partir tu culazo en dos a base de pollazos, puta! – dijo colocando su polla en la entrada de su ojete y metiendo la punta de su polla.

Eva: ¡Oh sí, dios! – dijo al notar como le empezaba a meter su hijo su polla por su culo.

Ángel, comenzó a meterle la polla poco a poco por el culo a su madre que no dejaba de gemir. Eva sentía cómo le abría el culo su propio hijo, se sentía una puta, una guarra, la puta de su propio hijo y eso le gustaba, la ponía cachonda. Ante la atenta mirada de los delincuentes, Ángel le metió entera la polla a su madre en su culo de una estocada lenta y suave para no hacerla daño.

Eva: ¡Oh sí, mi semental, me duele, pero me encanta, no pares, reviéntame el ojete, demuéstrame el macho que eres! – le imploraba sin dejar de mirarle de reojo con deseo.

Ángel, comenzó a subir la intensidad de la follada de culo que le estaba dando a su madre, poco a poco, haciéndola gritar de placer. Luego de unos minutos en los que la follada se convirtió en una follada bestial a un ritmo vertiginoso, Eva no paraba de correrse como nunca antes.

Eva: ¡Oh sí, mi semental, me corro, no pares, dame más, así, me corro, eres el mejor follador del mundo, oh sí, dame más, así, que placer, me matas de gusto, sigue!

Ángel: ¡Toma polla, puta, toma rabo, te voy a dejar sin poder sentarte en un mes de la follada que te voy a meter, oh sí, toma pollazo!

Eva: ¡Oh sí, no pares, me encanta como suena eso, sigue, sigue, cumple tu promesa, sí, me corro otra vez, sí!

Ángel, comenzó a lamerle el coño a su madre de arriba abajo, llegando hasta el ojete. Eva se dejaba hacer, temblando de placer. Luego de unos segundos, Ángel intensificó su comida de coño a su madre, mientras comenzaba a tocar con sus dedos su ojete.

Eva: ¡Oh sí, cariño, no pares, me encanta, qué placer!

Ángel, cogió las manos de su madre, colocándoselas en su espalda como si estuviera esposada, obligándola a doblar la espalda y echar el culo más para atrás, haciendo más profundas sus penetraciones y haciéndola gritar enormemente de placer. Tras unos minutos de intensa follada, Ángel sintió que no aguantaba más y se lo hizo saber a su madre.

Ángel: ¡Me encanta tu culo, guarra! – dijo azotándolo - ¡Me encanta como me exprime la polla, oh sí, toma rabo, no voy a tardar en correrme!

Encapuchado 1: ¡Córrete en su culo, llénaselo de leche caliente! – le ordenó.

Eva: ¡Oh sí, mi semental, me encanta como me follas, a mami le encanta como su macho la folla entera, lléname el culo de ti, dame tu leche en el fondo de mi culo, haz que cague tu leche durante una semana, oh sí, me corro, dámela toda, así, sí!

Ángel: ¡Oh sí, me corro, en tu culazo, puta, toma mi leche, toma toda mi leche! – dijo clavándole la polla en el fondo de su culo - ¡Vas a cagar mi leche durante un mes, guarra, toma leche, oh sí!

Ángel, se corría como loco en el fondo del culo de su madre, llenándola de leche que ella recibía con sumo placer, al mismo tiempo que se corría de nuevo. Luego correrse y para evitar que su madre se cayera al suelo, Ángel agarró a su madre de la cintura, le sacó la polla suavemente dejando caer en el suelo restos de heces, y semen, y tumbó a su madre boca abajo en el sofá para sentarse a su lado.

Encapuchado 1: ¡No ha estado mal! Nos has sorprendido gratamente, chaval – dijo riendo.

Ángel: Gracias – dijo cansado – Mi madre necesita una crema para su culo y necesitamos limpiar eso – dijo señalando los restos del suelo – Además de que tenemos hambre, estamos agotados.

Encapuchado 1: ¡No estás en condiciones de pedir nada! – dijo serio.

Ángel: Lo necesitamos, por favor – suplicó – Si tienes miedo de que nos vayamos o algo, no te preocupes, no podemos con nuestra alma.

Encapuchado 1: Está bien – dijo pensando – Os traeremos algo de comer y la crema – dijo señalando a varios de sus hombres – Y una fregona para limpiar el suelo – le dijo a otro – Tú, vigílalos en la puerta – dijo saliendo.

Ángel: Gracias – dijo escueto.

Cómo dijo, los dejaron solos. Uno de ellos les vigilaba desde la puerta del pasillo que daba a la cocina, pero no podía oírlos. Eva estaba muy cansada, pero tremendamente satisfecha, como nunca antes. Estaba descubriendo cosas de sí misma y de sus sentimientos que ignoraba que existieran. Recuperando algo de fuerzas, empezó a hablar con su hijo.

Eva: Gracias, mi amor – dijo susurrándole cuando se incorporó un poco.

Ángel: No te levantes, descansa – dijo culpable – Siento haberme excedido, pero no he podido controlarme.

Eva: No tienes nada de lo que disculparte, mi amor – dijo mirándole con amor – Has hecho lo que tenías que hacer, lo que tu cuerpo te pedía, lo que yo te he pedido que hicieras – dijo sonriendo débilmente – Me ha encantado, ha sido el mejor polvo de mi vida – le confesó.

Ángel: ¿En serio? – dijo sorprendido.

Eva: Sí, mi amor – dijo sonriendo sincera – Gracias a ti he descubierto el verdadero placer. Tú sigue como hasta ahora. Y gracias por preocuparte por mí – dijo sonriente.

Ángel: Siempre me voy a preocupar por ti – dijo sincero y serio.

En ese momento llegó uno de los delincuentes con la crema para Eva. Ángel la cogió y comenzó a aplicársela suavemente por alrededor de su ojete y por dentro. Eva gemía entre el dolor y el placer al sentir las caricias de su hijo. Ángel también le aplicó crema en su culo, que estaba rojo de tanto azote.

Encapuchado 1: Bueno, aquí tenéis algo para reponer fuerzas – dijo entrando con sus secuaces con bandejas de comida, de sándwich y agua – Espero que pronto estéis listos, esto aún no ha acabado – dijo riendo.