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Tradición familiar VIII

en Amor filial

Luego de unos minutos de descanso, toda la familia volvió a la habitación. Una vez allí, madre e hijo se sentaron en la cama y padre e hija en las sillas.

José: Bueno campeón, ¿aún te quedan fuerzas?

Víctor: Por supuesto – dijo sonriendo autosuficiente.

José: ¿Y a ti, mi amor?

Alejandra: Aún puedo ordeñar a tu hijo – dijo sonriendo.

José: ¿Y a qué esperáis?

Tras reírse, Alejandra se agachó y comenzó a comerle la polla a su hijo a un ritmo salvaje, como una tigresa. Víctor comenzó a follarle la boca como un poseso.

Víctor: ¡Oh sí! ¡Me encanta! ¡Qué boca tienes, puta! ¡Eres una buena puta, traga pollas! ¡Vamos puta, trágate la polla de tu hijo!

Alejandra siguió un rato más siendo follada por la boca por su hijo, de manera salvaje, parecía que le iba a incrustar la polla en la garganta mientras José y Virginia observaban todo. Luego de unos minutos, Víctor le sacó la polla de la boca a su madre y le dio un descanso.

Alejandra: ¿Te gusta la mamada, cielo? – dijo cogiendo aire.

Víctor: ¡Me encanta lo puta que eres, mami!

Víctor la colocó en la cama a cuatro patas, y sin ningún miramiento, a la vez que le daba un sonoro azote, le incrustó su polla de una estocada, pero suavemente, en el coño, y cuando la tuvo totalmente dentro, empezó a follarse a su madre de una manera salvaje.

Alejandra: ¡Mi cielo, folla mi coño, cielo, dame bien fuerte! ¡Vamos mi cielo, lo estoy deseando mi vida! ¡Folla mi coño! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí, mi cielo! ¡Qué placer, mi vida, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Qué bien follas mi cielo, dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame! ¡Oh sí!

Víctor complacía a Alejandra mientras la follaba el coño, prácticamente la taladraba el coño con su polla y mientras la cogía del pelo para follarla de la forma más salvaje posible. Víctor se follaba a su madre de perfil hacia su padre y hermana, para que no se perdieran detalle.

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Qué coño tienes zorra! ¡Oh sí, toma polla! ¡Qué apretadito lo tienes y que gustazo follarlo puta! ¡Oh sí! ¡No voy a parar hasta reventártelo, zorra!

Víctor la cogió y sin sacarle la polla del coño, la depositó tumbada boca abajo con las piernas abiertas, le volvió a incrustar su polla de una estocada en el coño, y siguió follándose a su madre de una manera salvaje mientras no paraba de azotarla y pellizcarle los pezones. Virginia masturbaba a su padre mientras José le hacía un dedo al encharcado coño de su hija.

Alejandra: ¡Mi cielo, me matas de placer! ¡Vamos mi cielo, folla mi coño! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí, mi cielo! ¡Qué placer, mi vida, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Qué bien follas mi cielo, dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame, pellízcame, destrózame! ¡Oh sí!

Víctor siguió follando a su madre por el coño, mientras no paraba de azotarla, marcando el ritmo de la follada. Alejandra recibía la follada de su hijo feliz. Víctor, después de unos minutos, empezó a correrse dentro del coño de su madre.

Alejandra: ¡Mi cielo, folla mi coño, cielo, dame bien fuerte! ¡Vamos mi cielo fóllame! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares, reviéntame mis agujeros! ¡Oh sí, mi cielo! ¡Qué placer, mi vida, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Qué bien follas mi cielo, dame polla, así, sigue, más duro, así! ¡Oh sí!

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Qué buena estás, putón! ¡Oh sí, toma polla, oh sí! ¿Quieres que te llene el coño de leche, puta?

Alejandra: ¡Oh sí, mi cielo, quiero tu leche en mi útero! ¡Qué placer, mi vida, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí!

Víctor: ¡Toma polla, puta! Si quieres mi leche en el fondo de tu coño, ¡pídemelo!

Víctor giró a su madre para colocarla boca arriba con las piernas abiertas y flexionadas y empezó a follarle con violencia el coño a su madre. Alejandra le hizo la pinza con las piernas apretándole bien su culo contra su coño para que no pudiera sacar su polla de dentro de su coño.

Alejandra: ¡Oh sí, quiero tu leche en mi útero! ¡Dame toda tu leche en el fondo de mi coño, hijo! – dijo para ponerle más cachondo - ¡Vamos, mami está esperando toda tu leche en su coño de puta! ¡Dámela toda, vacía tus huevos en el coño de mami!

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Toma toda mi leche en tu coño, mami! ¡Oh sí, me vacío los huevos en tu coño, puta! ¡Tómala toda, oh sí, toda mi leche!

Víctor se corría dentro del coño de su madre y lo hacía más cachondo que nunca al hacerlo delante de su hermana y su padre, por lo que soltó una cantidad de corrida enorme, más que las veces anteriores. Alejandra se corrió como una loca entre gritos de placer al sentir la descarga de leche de su hijo en el fondo de su coño. Cuando terminaron de correrse, acabaron tumbados en la cama exhaustos y abrazados, mientras José y Virginia seguían masturbándose mutuamente. Cuando descansaron, a Víctor se le ocurrió algo. Sin decir una palabra, cogió a su madre y se la llevó a la cocina, y la puso mirando para la vitrocerámica. Padre e hija los siguieron intrigados y excitados y vieron como Víctor colocaba a su madre en posición para follarla a lo bestia.

Alejandra: ¡Víctor! - dijo caliente – Estás juguetón, ¿eh?

Víctor: Sí, mami – dijo incrustándole la polla de una estocada en el encharcado coño de su madre.

Alejandra: ¡Sí, cielo, sí! ¡Fóllame! ¡Folla a tu puta! ¡Sí, así, no pares, sí! Qué bueno eres cielo ¡Sí, más, más, no pares, más duro, más! ¡Me corro, sí!

Víctor le agarró las tetas y empezó a pellizcar se las mientras no paraba de follarla. José, colocó a su hija encima de la mesa de la cocina y sin miramientos le incrustó la polla en su coño de una estocada, causando un gran placer a su hija.

José: ¡Toma polla, putita! ¡Qué buena estás, perrita! ¡Oh sí, toma polla! ¡Qué apretadito tienes el coño y que gustazo follarlo putita! ¡Oh sí! ¡No voy a parar hasta reventártelo, zorrita! – dijo mientras seguía follándose a su hija de una manera salvaje mientras no paraba de azotarla y pellizcarle los pezones.

Virginia: ¡Papi, me matas de placer! ¡Vamos papi, folla mi coñito, el coñito de la putita de tu hija! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí, papi! ¡Qué placer, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Qué bien follas papi, dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame, pellízcame, destrózame! ¡Oh sí!

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Qué buena estás, puta! ¡Sí toma polla, sí, esto sí que es una buena forma de empezar el día! ¡Oh sí! ¡Te voy a llenar de leche! ¡Sí!

Alejandra: ¡Si, cielo como me gusta, sí! ¡Sigue mi cielo, no pares, sí cielo, más, más! ¡Me corro! ¡Vamos cielo, dame tu leche en mi boca, dámela toda! ¡Lléname la boca con tu deliciosa leche, mi cielo, dame de beber mi desayuno! ¡Oh sí!

Víctor: ¡Sí puta, sí! ¡Te vas a llevar mi leche en tu boca! ¡Oh sí! ¡Toma leche, puta, tómala toda! ¡Oh sí, me vacío en tu boca de puta! ¡Sí, toma leche!

Cuando Víctor sacó la polla del coño de su madre, Alejandra se colocó de rodillas en el suelo y Víctor le incrustó la polla hasta la garganta, comenzando a follarle la boca, hasta que se corrió como un bestia en la boca de su madre, que recibía con gusto tanta leche de su hijo y se corrió simultáneamente mientras se tocaba el coño. Tras la corrida, copiosa y abundante de él, y la corrida simultanea de ella, Alejandra le mostró su corrida en su boca, para con una sonrisa, tragársela. Padre e hija seguían follando hasta que José, al ver como su mujer se tragaba la corrida de su hijo, se corrió como un bestia en el coño de su hija, que recibió gustosa la leche de su padre.

José: ¡Oh sí, putita, toma leche, toda la leche de papi, en tu coño, perrita! ¡Oh sí, me corro!

Virginia: ¡Oh sí, papi, dame tu leche, oh sí, me encanta! ¡Me corro!

Cuando terminaron de follar, la familia al completo se fue a lavar de nuevo al baño, pero esta vez se metieron madre e hijo en la ducha, mientras padre e hija esperaban fuera, mirando. Dentro de la ducha, madre e hijo comienzan a enjabonarse mutuamente. Alejandra se entretuvo pajeando a su hijo mientras Víctor no dejaba de magrear las tetas y el culo de su madre. Alejandra se dio la vuelta y Víctor aprovechó para meterle la polla por el culo, suavemente, pero de una estocada.

Alejandra: ¡Mi cielo, folla mi culo, cielo, dame bien fuerte por el culo! ¡Vamos mi cielo, sigue así! ¡Folla mi culo! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí, mi cielo! ¡Qué placer, mi vida, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Qué bien follas mi cielo, dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame! ¡Oh sí!

Víctor complacía a Alejandra mientras la follaba el culo, prácticamente la taladraba el culo con su polla y mientras la cogía del pelo para follarla de la forma más salvaje posible y le azotaba el culo, marcando el ritmo de la follada.

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Qué culazo tienes zorra, que estrecho! ¡Oh sí, toma polla! ¡Qué apretadito lo tienes y que gustazo follarlo puta! ¡Oh sí! ¡No voy a parar hasta reventártelo, zorra!

José, colocó a su hija sobre el lavabo y le incrustó la polla en el coño, de nuevo, empezando a follarla bestialmente.

José: ¡Toma polla, putita! ¡Oh sí, toma polla! ¡Qué apretadito tienes el coño y que gustazo follarlo putita! ¡Oh sí! – dijo mientras seguía follándose a su hija de una manera salvaje mientras no paraba de azotarla y pellizcarle los pezones.

Virginia: ¡Papi, me matas de placer! ¡Vamos papi, folla mi coñito, el coñito de la putita de tu hija! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí, papi! ¡Qué placer, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Papi, dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame, pellízcame, destrózame! ¡Oh sí!

Madre e hijo seguían follando debajo del agua de la ducha, mientras José follaba ahora el culo y el coño a su hijo y no dejaba de comerle las tetas. Luego de unos minutos intensos de sexo en familia, todos se corrieron casi a la vez entre gritos de placer.

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Toma toda mi leche en tu culo, mami! ¡Oh sí, me vacío los huevos en tu culo, puta! ¡Tómala toda, oh sí, toda mi leche! ¡Me encanta follarte, putón!

Alejandra: ¡Oh sí, quiero tu leche en mi culazo de puta! ¡Dame toda tu leche en el fondo de mi culo, hijo! – dijo para ponerle más cachondo - ¡Vamos, mami está esperando toda tu leche en su culo de puta! ¡Dámela toda, vacía tus huevos en el culo de mami! ¡Me encanta tu polla! ¡Vamos mi semental, dame tu leche!

José: ¡Oh sí, putita, toma leche, toda la leche de papi, en tu culito, perrita! ¡Oh sí, me corro!

Virginia: ¡Oh sí, papi, dame tu leche, oh sí, me encanta! ¡Me corro!

Cuando terminaron de follar, esta vez sí, se lavaron y descansaron todos en el salón, Alejandra y José en un sofá abrazados y Virginia y Víctor en otro sofá, mirando a sus padres.

José: ¡Enhorabuena, campeón! Eres todo un semental, ¡ese es mi hijo! – dijo eufórico.

Víctor: Gracias papá – dijo riendo.

Alejandra: Es la verdad cielo, me has llenado de leche 9 veces, 3 cada agujero, en un solo día. ¡Felicidades, cielo!

José: A partir de ahora ya sabes que puedes follarte a tu madre, pero debes pedirme permiso, ¿ok?

Víctor: Lo sé, papá, y tranquilo que lo pediré.

Alejandra: Y si queréis, podéis follar entre vosotros – dijo señalando a los hermanos.

Virginia: A mi me encantaría probar la polla de mi hermano – dijo relamiéndose.

José: Bueno, ero con cuidado, no queremos embarazos – les avisó.

Víctor: Tranquilo papá, nos cuidaremos – dijo abrazando a su hermana riendo.

Alejandra: Bueno, voy a preparar la cena. Virginia, ayúdame.

Madre e hija se fueron a preparar la cena, mientras padre e hijo veían la televisión y charlaban animadamente. Ese día no pasó nada más entre ninguno de ellos, pero a partir de ese día, todo lo hacían en familia. 

Al día siguiente, no había clases y José tenía el día libre, por lo que como planearon mientras hacían la cena, madre e hija madrugaron y se vistieron con un disfraz de criada, cada una. Así las encontraron padre e hijo en el salón, mientras les preparaban el desayuno a ambos. Llevaban un vestido de porno chacha muy corto, con tacones y sin ropa interior que no dejaba nada escondido.

José: ¿Y esto? -dijo sorprendido.

Virginia: Hola amo, ¿desea algo?

Víctor: Mola -dijo divertido.

Alejandra: Nos hemos vestido así porque esto es lo que somos, vuestras esclavas, vuestras putas que están dispuestas a serviros siempre.

José: ¿Eso queréis? -dijo cachondo.

Virginia: Sí amo, eso deseamos, poder serviros siempre.

Víctor: Me gusta cómo suena eso -dijo cachondo.

Alejandra: Desde este momento, podéis usarnos cómo queráis, dónde queráis y cuándo queráis, además de por dónde queráis. ¿Desean algo los señores? -dijo provocativa.

José: Una mamada – dijo guiñando un ojo a su hijo.

Alejandra: Sí, amo -dijo encantada.

Alejandra y Virginia se pusieron delante y cada una se situó delante de una polla, Virginia delante de la de su padre y Alejandra delante de la de su hijo. Empezaron a lamerles las pollas y los huevos sin tocarlos.

Víctor: ¡Oh sí!

José: Qué bien usas tu lengua. ¡Oh sí!

Alejandra y Virginia siguieron lamiendo las pollas un rato más, hasta ponerlas bien duras, no dejaron de lamer hasta que Alejandra dio el banderazo de salida a su hija guiñándole un ojo. Alejandra se tragó entera la polla de su hijo despacio, mientras que Virginia se tragó la de su padre imitando a su madre.

Víctor: ¡Oh sí, así! Despacio, métetela toda. ¡sí, como tragas polla puta, sí. así, oh sí!

José: ¡Oh sí, que boca tienes puta, oh sí! ¡Eres toda una traga pollas! ¡Vamos, demuéstrame qué sabes hacer puta, con esa boca!

Alejandra y Virginia siguieron comiendo las pollas un rato más, mientras ellos disfrutaban de una comida de polla espectacular.

Víctor: ¡Oh sí, así! ¡Trágate mi rabo, puta, métetela toda! ¡Oh sí, como tragas polla puta! ¡Sí, así, sí, toma rabo, zorra!

José: ¡Oh sí! ¡Vamos puta, sigue así! ¡Qué boca tienes puta! ¡Oh sí, eres toda una traga pollas, puta! ¡Oh sí!

Alejandra y Virginia siguieron comiendo las pollas un rato más, hasta que consiguieron que ambos se corrieran con sus mamadas. Víctor y José se corrieron dentro de la boca de su madre e hija, respectivamente. Cuando acabaron de correrse ambos se sentaron exhaustos en el sofá, mientras Alejandra se acercó a Virginia, que estaba en el suelo, y también exhaustas empezaron a besarse. Alejandra y Virginia se tragaban las corridas de sus hombres. Cuando ya notaron que no salía más corrida de ellos pararon y se tumbaron en el sofá con ellos.

Alejandra: ¿Os ha gustado?

José: Mucho – dijo riendo – pero ya es hora de hacer algo.

Después de la mamada, padre e hijo fueron a vestirse, pues tenían planes: se iban a jugar al baloncesto. Virginia aprovechó y se fue con su novio a pasar el día, llegaría casi en la cena. Alejandra se quedó sola en casa, recogiendo y colocando. A la hora de la comida llegó Víctor, cosa que sorprendió a su madre.

Alejandra: ¿Y tu padre?

Víctor: Ha ido a comprar algo para la cena – le informó - Llevo un rato cachondo, mami, por eso he venido antes – reconoció – Tengo ganas de follarte.

Alejandra: Bueno, en ese caso, dejaremos libre a tu “amigo” – dijo divertida mientras le quitaba el pantalón a su hijo y salía la polla como un resorte – y mami se ocupará de él – dijo mientras le daba un morreo y quitándose toda la ropa.

Alejandra se colocó de rodillas en el suelo con las piernas abiertas. Víctor se colocó delante de ella, con la polla tiesa enfrente de su cara. Alejandra sonriendo agarró la polla de su desesperado hijo y sin dejar de mirarle comenzó a masturbarle agarrando su polla con las dos manos. Luego de unas sacudidas, mientras le masturbaba la fue lamiendo de arriba abajo. Víctor gemía disfrutando de la mamada. Alejandra comenzó a meterse en la boca la polla de su hijo, entera, sin dejar de mirarle a los ojos.

Alejandra: ¿Te gusta lo que te hace mami, cielo? – dijo sacándose la polla de su hijo de la boca.

Víctor: Eres genial, mamá – dijo sonriendo lascivo - ¡Me encanta! No pares de comérmela.

Alejandra: Me alegro de que te guste – dijo sonriendo – mami te va a ordeñar, cielo – dijo lujuriosa.

Víctor: Sí mamá, ¡ordéñame!

Alejandra comenzó a imprimir a la mamada una velocidad más rápida, viendo la cara de placer de su hijo. Alejandra, sin perder la sonrisa, comenzó a calentarlo.

Alejandra: ¿Te gusta cómo te la come mami? Vamos, ¡dime que te gusta! Complace a mami, dile lo que te gusta, ¡vamos!

Víctor: ¡Oh sí, mamá! ¡Me encanta que me la chupes, puta! ¡Me pone mucho! ¡Oh sí, sigue así, perra! Me vas a hacer correrme.

Alejandra lo miraba con cara de puta que sabía que le pondría más cachondo a su hijo, mientras no dejaba de chuparle la polla ahora a una velocidad de vértigo. Víctor estaba en el cielo y pronto comenzó a mover su cadera buscando más. Cuando llevaba unos minutos follando la boca a su madre, Víctor la levantó y la colocó encima de la mesa del salón, con las piernas bien abiertas. Víctor empezó a meter sus dedos despacio en el coño de su madre, mientras acariciaba a su madre en las piernas.

Alejandra: Está mi hijo juguetón, ¿eh? -decía mientras se abría más de piernas para facilitar las maniobras de su hijo.

Víctor aprovechó para tocarle el coño a su madre. Luego de unos minutos así y de comprobar que su madre estaba chorreando, Víctor la empezó a lamer el coño.

Alejandra: ¡Oh si cielo, sigue, no pares! ¡Oh sí!

Víctor le siguió lamiendo y tocando el coño, pero esta vez aprovechó para meterle un dedo dentro.

Alejandra: ¡Oh si cielo! ¡Sigue, no pares! ¡Oh sí! ¡Méteme más dedos, no pares de frotarme el coño! ¡Sí! – dijo mientras se dejaba hacer hasta que no pudo más de tanta calentura - Vamos cielo, sigue haciendo eso a mami, pero ahora usa también la lengua -decía hirviendo en calentura.

Víctor bajó su cara con una sonrisa pícara y cuando llegó a su coño comenzó a lamerlo de arriba abajo hasta el culo disfrutando de los gemidos de su madre. Alejandra gemía de placer, estaba muy caliente.

Alejandra: Cielo, ¡me matas de placer, sí! Por favor ¡cómemelo, sí! – le suplicó - ¡No pares, más, más, sí! Méteme los dedos, ¡vamos, sí, no pares, sí, más, más! ¡Me corro!

Víctor le comía el coño con gula, con ímpetu, sin dejar de meterle un dedo en su coño llevando a su madre al límite una y otra vez. Alejandra se corría sin parar disfrutando de la comida de coño que le daba su hijo.

Alejandra: ¡Sí, mi cielo, más, más! ¡Me corro! ¡Sí, mi cielo, más, más! ¡No paro de correrme! ¡Sí!

Víctor se volvió más descarado y le metió un dedo en el culo a su madre mientras con la otra mano le torturaba el clítoris como a ella le gustaba.

Alejandra: Cielo me matas de placer… ¡Sí! Por favor, ¡cómemelo, sí! ¡No pares…más más! ¡Sí! ¡Qué bien usas la lengua, cielo! Méteme los dedos en mi culo, ¡vamos, sí, no pares, sí, más, más! ¡Me corro! ¡Me encanta! ¡No paro de correrme! ¡Oh sí!

Luego de unos minutos de comida de coño intensa, Víctor cogió a su madre y la colocó con las piernas en sus hombros, para, después de mirarla de manera lujuriosa, meterle la polla de una sola estocada en el encharcado coño de su madre, haciéndola gemir de placer.

Alejandra: Eso cielo, ¡fóllate a tu madre, a tu puta! ¡No pares cielo! ¡Oh sí! -decía deseosa.

Víctor: Si mamá, te voy a follar puta, no voy a parar hasta que no te puedas sentar en una semana zorra…toma polla puta…

Alejandra: ¡Oh sí, no pares! ¡Cómeme las tetas! ¡Oh sí, dame más, más duro, más! ¡Oh sí! ¡Eres todo un semental, cielo!

Víctor la follaba de manera salvaje, penetrando en el coño de su madre de manera dura y fuerte mientras le comía las tetas y le pellizcaba los pezones. Luego de unos instantes, Víctor, sin sacarle la polla a su madre del coño, la levantó y la llevó hasta el sofá, y la puso esta vez con ambas piernas a ambos lados de él. Víctor al principio la follaba lento para hacer sufrir un poco a la puta de su madre que no paraba de correrse y de pedir más. Alejandra no aguantaba más y tiró a Víctor al sofá y sin sacar su polla de su coño comenzó a cabalgarlo a una velocidad endiablada. Víctor seguía comiéndole las tetas y tocando y azotándole el culo. Víctor empezó a volver a follarla de manera salvaje. Empezó a comerle las tetas y la boca mientras no paraba de follarla.

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Qué buena estás, puta! ¡Oh sí, toma polla, sí! ¡Qué gustazo follar tu coño de puta! ¡Oh sí!

En ese momento, ambos oyeron la puerta de casa, y Víctor, muy hábilmente colocó de nuevo a su madre encima de la mesa sin sacar su polla de su coño. José al entrar, oyó los gemidos y gritos de su mujer y se imaginó que estarían follando. Fue al salón y se los encontró follando como locos, encima de la mesa. Vio que su hijo reventaba el coño de su madre con ganas y eso le puso muy cachondo, le daba mucho morbo ver a su mujer follada como una puta por su propio hijo y disfrutándolo. Víctor lo vio en la puerta y le guiñó un ojo sonriendo. José entró en el salón.

José: Veo que lo estáis pasando bien.

Alejandra: ¡Oh sí, no pares! ¡Tu hijo es todo un semental! ¡Cómeme las tetas! ¡Oh sí, dame más, más duro, más! ¡Oh sí! ¡Quiero polla!

José, tras guiñarle un ojo a su hijo, se desnudó y le incrustó la polla a su mujer en la boca, que empezó a chupársela con ansia.

José: ¡¡ Alex!! ¡Si mi amor, sí! ¡Qué bien lo haces, mi vida, sí, así puta! ¡Oh sí! Eres la mejor chupapollas ¡Sí! Vas a hacer que me corra, ¡puta! ¡Sí! ¡Te vas a hartar a polla, putón! – dijo chocando los cinco con su hijo - ¡Te vamos a dar polla hasta que no puedas tragar más leche!

José comenzó a follarle la boca a su mujer al mismo tiempo que Víctor, sin previo aviso, sacó la polla del coño de su madre y se la ensartó en el culo, despacio, pero hasta el fondo, sacando gritos de placer a Alejandra.

Alejandra: ¡Sí, oh, sí! ¡Follarme! ¡Follar a vuestra puta! ¡Sí, así, no paréis, sí! Qué buenos sementales sois ¡Sí, más, más, no paréis, más duro, más! ¡Me corro, sí! ¡Sí, más duro, más fuerte, no paréis nunca, más salvaje, darme más! ¡Me corro, sí! ¡Darme más fuerte, no hagáis sufrir a vuestra puta! ¡Sí, más, más, no paréis, más duro, más! ¡Me corro, sí!

Padre e hijo seguían follando la boca y el culo y el coño de Alejandra sin descanso. Víctor comenzó a alternar el coño y el culo de su madre. Luego de unos minutos y tras mirarse complicemente, padre e hijo intercambiaron puestos y José comenzó a follar salvajemente a su mujer por el coño y el culo mientras Víctor le follaba la boca a su madre, que estaba en el cielo.

Alejandra: ¡Sí, oh, sí! ¡Follarme! ¡Follar a vuestra puta! ¡Sí, así, no paréis, sí! Me volvéis loca de placer ¡Sí, más, más, no paréis, más duro, más! ¡Me corro, sí! ¡Sí, más duro, más fuerte, no paréis nunca, más salvaje, darme más!

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Qué boca tienes zorra! ¡Oh sí, toma polla!

Emilio: ¡Toma polla, putón! ¡Qué culazo tienes zorra, que estrecho! ¡Oh sí, toma polla! ¡Qué apretadito tienes el coño y que gustazo follarlo puta! ¡Oh sí!

Padre e hijo seguían follando a Alejandra sin descanso. José comenzó a alternar el coño y el culo de su mujer, a follarlos como nunca, salvaje, duro, azotando el culo de su mujer marcando el ritmo de la follada mientras Víctor le follaba la boca a su madre y le pellizcaba los pezones y azotaba sus tetas. Luego de unos minutos, padre e hijo intercambiaron puestos y Víctor comenzó a follar salvajemente a su madre por el coño mientras José le follaba la boca a su mujer.

José: ¡Toma polla, puta! ¡Qué boca tienes, putón! ¡Oh sí, toma polla! ¡Cómete mis huevos, perra!

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Qué coño tienes zorra! ¡Oh sí, toma polla! ¡Qué apretadito tienes el coño y que gustazo follarlo puta! ¡Oh sí! ¡Me encanta! ¡No voy a tardar en correrme, perra!

Alejandra: ¡Sí, follarme bien follada, sí! ¡Follar a vuestra puta sin descanso! ¡Sí, así, no paréis, sí! Qué buenos sementales sois ¡Sí, más, más, no pares, más duro, más! ¡Me corro, sí! ¡Córrete en el coño de mami, echa tu leche en el fondo de mi coño, cariño! – le dijo a su hijo - ¡Me corro, sí! ¡No hagas sufrir a mami! ¡Sí, más, más, no paréis, más duro, más! ¡Me corro, sí! Vamos mi amor, ¡dame tu leche en boca, en mi cara de puta, dámela toda! ¡Lléname con tu deliciosa leche, mi amor! – le dijo a su marido - ¡Oh sí! ¡Me corro!

José: ¡Sí puta, sí! ¡Te vas a llevar mi leche en tus tetazas, en tu boca! ¡Oh sí! ¡Toma leche, puta, tómala toda! ¡Oh sí, me vacío en tu boca de puta! ¡Sí, toma leche!

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Oh sí, toma polla! ¡Te voy a llenar el coño de leche, puta! ¡Me voy a correr en el fondo de tu coño, mamá, eres un putón! ¡Oh sí, me corro!

José se corrió en la boca y tetas de su mujer y Víctor en el coño de su madre. Alejandra sintió la abundante corrida de su hijo en el coño y su marido en su cara, boca y tetas y colapsó en un orgasmo brutal, como nunca antes. Cuando terminó de correrse Alejandra se desmayó por tanto placer. Luego de unos segundos, Alejandra reaccionó, y los tres se sentaron en el sofá a hablar.

Alejandra: ¿Os ha gustado?

José: Mucho – dijo sonriendo – me ha dado mucho morbo follarte junto con nuestro hijo – le confesó.

Víctor: A mí también me ha dado mucho morbo.

Alejandra: Me ha encantado que me folléis juntos, mis dos hombres – dijo sonriendo y besando a ambos – era una de mis fantasías – le confesó a su marido – Por cierto, menuda corrida hijo, me has llenado entera – le alabó.

José: Normal, es mi hijo – dijo orgulloso.

Alejandra: Bueno, espero que se repita – dijo sincera a su hijo y marido.

José: Cuando él quiera – dijo sonriendo.

Víctor: Gracias papá – dijo dándole un abrazo contento – gracias mamá – dijo morreándola y riendo.

Alejandra: Y ahora, voy a hacer la comida, ir a lavaros un poco – dijo levantándose y yendo hacía el baño.

Después, padre e hijo comieron, y Víctor se fue con sus amigos a dar una vuelta después de comer. Alejandra se quedó con su marido y comenzó a prestarle toda la atención que no había podido prestarle antes. Estaban en la cama cuando Alejandra se puso juguetona y comenzó a tocarle la polla a su marido. José besó a su mujer apasionadamente mientras la metía mano, sin aguantar la calentura. Le tocaba sus preciosas tetas y el culo. Alejandra se dejaba hacer encantada mientras ella también lo tocaba en el pecho y el culo. Cada vez estaban más calientes.

Alejandra: Mi amor, esto necesita cuidados de tu puta -dijo pícara.

José: Y a qué esperas zorra ¿una invitación? -dijo cogiéndose la polla con la mano.

Alejandra empezó a masturbarlo.

Alejandra: Mi amor, me encanta mi vida -dijo lujuriosa mientras la lamía.

José: vamos zorra demuestra lo bien que la chupas…

Alejandra: Agárrate mi amor que vienen curvas -dijo empezando a comerle la polla.

José: ¡¡Alex!! ¡Si mi amor, sí! ¡Qué bien lo haces, mi vida, sí, así puta!

Alejandra: ¿Te gusta mi amor? -dijo parando de chupársela y volviendo a chupársela ahora más profundo.

José: ¡Oh sí! Eres la mejor chupapollas ¡Sí! Vas a hacer que me corra, ¡puta! ¡Sí!

Alejandra quería llevar a José al límite, quería que la tratase como lo que se sentía, una puta, su puta, su mujer, su esclava sumisa, su todo. No dejaba de chuparle la polla cada vez más rápido y profunda haciéndolo enloquecer.

José: Ven aquí, puta – dijo cogiendo a su mujer y colocándola boca arriba en la cama – Voy a llevarte al cielo -dijo con deseo.

José la empezó a tocar las tetas mientras la besaba apasionadamente. Alejandra se dejaba hacer encantada. José la tocaba todo el cuerpo delicadamente, la besaba el cuello y bajaba a sus tetas, las comía, mordía, lamía, estrujaba, pellizcaba, le hacía de todo mientras con la otra mano la tocaba el coño.

Alejandra: ¡Sí, mi vida, sigue, así! ¡Cómeme el coño, sí, que gusto mi amor! ¡Qué bien lo haces, sí, me encanta!

José seguía a lo suyo sin dejar de comerle las tetas, empezaba a bajar poco a poco hasta su coño. Cuando llegó a su coño comenzó a lamerlo de arriba abajo hasta el culo disfrutando de los gemidos de su puta. Alejandra gemía de placer, estaba muy caliente.

Alejandra: Mi amor me matas de placer… ¡Sí! Por favor, ¡cómemelo, sí! ¡No pares…más más! ¡Sí! ¡Qué bien usas la lengua, mi amor! ¡Más, más, no pares, así, sigue! ¡Me corro!

José le comía el coño con gula, con ímpetu, llevando a su mujer al límite una y otra vez. Alejandra se corría sin parar disfrutando de la comida de coño que le daba su macho.

Alejandra: ¡Sí! ¡No pares…más más! ¡Sí! ¡Más, más, no pares, así, sigue! ¡Me corro!

José se tragaba la corrida de Alejandra con gusto. Luego de unos minutos José se colocó encima de ella y la penetró de una estocada, despacio para no hacerla daño.

Alejandra: ¡Sí, mi amor, sí! ¡Fóllame! ¡Folla a tu puta! ¡Sí, así, no pares, sí! ¡Qué bueno eres follando a tu puta, mi amor! ¡Sí, más, más, no pares, más duro, más! ¡Me corro, sí!

José se la follaba cada vez más rápido, a un ritmo salvaje, duro, sin descanso y sin dejar de comerla las tetas. Alejandra no aguantaba más y colocó a José debajo suyo con habilidad y sin sacar su polla de su coño comenzó a cabalgarlo a una velocidad endiablada. José seguía comiéndole las tetas y tocándole el culo. En ese momento, apareció Virginia en la habitación de sus padres, que no la habían sentido llegar a casa.

Virginia: ¿Puedo participar? – dijo desnudándose.

José: ¡Ven aquí, putita, tengo hambre de tu coño! ¡Y tú sigue cabalgando, putón!

Virginia se desnudó rauda y se colocó sentada en la cara de su padre, que empezó a comerle el coño con gula, mientras Alejandra seguía cabalgando a su marido, a un ritmo salvaje, duro, sin descanso y comenzó a comerle las tetas a su hija.

José, luego de unos minutos, quitó a su mujer de encima y puso a cuatro patas a su hija y se colocó entre sus piernas y al ver que estaba cachonda le metió la polla de un empujón mientras le empezaba a comer las tetas. Virginia esperaba ansiosa que su padre la follara, tenía el coño hirviendo. José esta vez no tuvo miramientos, le metió la polla de una embestida y empezó a follarla.

Virginia: ¡Papi, me matas de placer! ¡Vamos papi, folla mi coñito, el coñito de la putita de tu hija! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí, papi! ¡Qué placer, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Papi, dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame, pellízcame, destrózame! ¡Oh sí!

José: ¡Toma polla, putita! ¡Oh sí, toma polla! ¡Te voy a reventar el coño a pollazos, perrita! ¡Oh sí! – dijo mientras seguía follándose a su hija de una manera salvaje mientras no paraba de azotarla y pellizcarle los pezones.

José la follaba de manera salvaje, penetrando en el coño de su hija de manera dura y fuerte mientras azotaba su culo y le pellizcaba los pezones. Alejandra se masturbaba viendo la escena desde los pies de la cama.

Virginia: ¡Papi, me matas de placer! ¡Vamos papi, folla mi coñito, el coñito de la putita de tu hija! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí, papi! ¡Qué placer, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Papi, dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame, pellízcame, destrózame! ¡Oh sí!

José: ¡Toma polla, putita! ¡Oh sí, toma polla! ¡Qué apretadito tienes el coño y que gustazo follarlo putita! ¡Oh sí! – dijo mientras seguía follándose a su hija de una manera salvaje mientras no paraba de azotarla y pellizcarle los pezones.

José la siguió follando en esa posición, pero luego de unos minutos de follada intensa, viendo que se iba a correr, cambió de postura a su hija, la tumbó en la cama y levantó sus piernas colocándolas sobre sus hombros para follarla el culo. La penetró de una embestida.

Virginia: ¡Papi, me matas de placer! ¡Vamos papi, folla mi coñito, el coñito de la putita de tu hija! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí, papi! ¡Qué placer, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Papi, dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame, pellízcame, destrózame! ¡Oh sí!

José: ¡Toma polla, putita! ¡Oh sí, toma polla! ¡Oh sí! – dijo mientras seguía follándose a su hija de una manera salvaje mientras no paraba de azotarla y pellizcarle los pezones - ¡Vamos putón, calla la boca a la putita de tu hija!

Alejandra veía como follaban su marido y su hija, y aún que, aún sentía celos, le daba muchísimo morbo verlos follar y más pensar que su marido se correría dentro de su hija, mientras ella se masturbaba. Hizo caso a su marido y se colocó con las piernas abiertas en la cara de su hija.

Alejandra: ¡Vamos cómeme el coño! A ver como usas esa lengua -dijo caliente- ¡Oh sí, dame lengüetazos en el coño, así, más, más, no pares mi niña, sí, sí, así! ¡Me corro, no pares!

Virginia se esmeraba en comerle el coño a su madre. José viendo que se iba a correr y que su hija ya estaba dispuesta a recibir su corrida dentro de su coño, volvió a follarle el coño a su hija. Virginia apartó el coño de su madre mientras la hacía un dedo metiéndole 3 dedos dentro del coño.

Virginia: ¡Papi, me matas de placer! ¡Vamos papi, folla mi coñito, el coñito de la putita de tu hija! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí, papi! ¡Qué placer, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Papi, dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame, pellízcame, destrózame! ¡Oh sí! ¡Dame toda tu leche!

Alejandra: ¡Qué bien usas tus dedos mi niña! -dijo caliente- ¡Oh sí, dame lengüetazos en el coño, así, más, más, no pares mi niña, sí, sí, así! ¡Me corro, no pares!

José: ¡Oh sí, putas, me ponéis mucho, perras! ¡Poneros de rodillas que os daré mi leche en vuestras caras de putas!

Raudas, madre e hija se colocaron de rodillas en el suelo y José se corría en las caras de su mujer y su hija, que recibían con gusto tanta leche de su padre y su marido. Tras la corrida, copiosa y abundante de él, ellas se tumbaron al lado de José, que cayó rendido al lado suya. Madre e hija no paraban de relamerse.

Alejandra: ¿Os ha gustado?

José: Mucho – dijo sonriendo.

Virginia: A mí también me ha dado gustado mucho.

Alejandra: ¿No has tenido sexo con tu novio, hija? – dijo curiosa.

Virginia: No, y no por que no haya querido, es que no hemos podido.

José: No pasa nada, ya te follo yo – dijo riendo.

Alejandra: Bueno, espero que se repita – dijo sincera a su hija y marido.

José: Cuando queráis – dijo sonriendo.

Virginia: Gracias papá – dijo dándole un morreo – gracias mamá – dijo abrazándola y riendo.

Alejandra: Y ahora, voy a hacer la cena, ir a lavaros un poco – dijo levantándose y yendo hacía el baño.

Alejandra y José se fueron a lavar mientras Virginia remoloneaba un poco. Luego se lavó Virginia. Cuando llegó Víctor, cenaron tranquilos, vieron una película en familia y se fueron a descansar.