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Tradición familiar III

en Amor filial

Luego de unos minutos de descanso y viendo que su hijo no paraba de tocar sus tetas y su culo, Alejandra le preguntó que quería hacer.

Alejandra: Bueno cielo, ¿estás listo para otro asalto? -dijo colocándose en posición de misionero.

Víctor: Siempre -dijo divertido y caliente, colocándose sobre su madre.

Víctor empezó a meter sus dedos despacio en el coño de su madre, mientras acariciaba a su madre en las piernas.

Alejandra: Está mi hijo juguetón, ¿eh? -decía mientras se abría más de piernas para facilitar las maniobras de su hijo.

Víctor aprovechó para tocarle el coño a su madre. Luego de unos minutos así y de comprobar que su madre estaba chorreando, Víctor la empezó a tocar el coño.

Alejandra: ¡Oh si cielo, sigue, no pares! ¡Oh sí!

Víctor le siguió tocando el coño, pero esta vez aprovechó para meterle un dedo dentro.

Alejandra: ¡Oh si cielo, no me esperaba eso de ti! ¡Sigue, no pares! ¡Oh sí! ¡Méteme más dedos, no pares de frotarme el coño! ¡Sí!

Alejandra se dejaba hacer hasta que no pudo más de tanta calentura.

Alejandra: Vamos cielo, sigue haciendo eso a mami, pero ahora usa también la lengua -decía hirviendo en calentura.

Víctor bajó su cara con una sonrisa pícara y cuando llegó a su coño comenzó a lamerlo de arriba abajo hasta el culo disfrutando de los gemidos de su madre. Alejandra gemía de placer, estaba muy caliente.

Alejandra: Cielo, ¡me matas de placer, sí! Por favor ¡cómemelo, sí! – le suplicó - ¡No pares, más, más, sí! Méteme los dedos, ¡vamos, sí, no pares, sí, más, más! ¡Me corro!

Víctor le comía el coño con gula, con ímpetu, sin dejar de meterle un dedo en su coño llevando a su madre al límite una y otra vez. Alejandra se corría sin parar disfrutando de la comida de coño que le daba su hijo.

Alejandra: ¡Sí, mi cielo, más, más! ¡Me corro!

Víctor se tragaba la corrida de Alejandra con gusto. Se atrevía a más y le metía ahora hasta tres dedos dentro de su coño.

Alejandra: ¡Sí, mi cielo, más, más! ¡No paro de correrme! ¡Sí!

Víctor se volvió más descarado y le metió un dedo en el culo a su madre mientras con la otra mano le torturaba el clítoris como cientos de veces había visto hacerlo en las películas porno.

Alejandra: Cielo me matas de placer… ¡Sí! Por favor, ¡cómemelo, sí! ¡No pares…más más! ¡Sí! ¡Qué bien usas la lengua, cielo! Méteme los dedos en mi culo, ¡vamos, sí, no pares, sí, más, más! ¡Me corro! ¡Me encanta! ¡No paro de correrme! ¡Oh sí!

Cuando Alejandra creyó que era conveniente paró a su hijo.

Alejandra: Cielo para, que quiero tener tu polla dentro de mí, en el agujero que quieras -decía exhausta.

Víctor: Vale puta, como tú quieras, pero te pienso follar dónde me dé la gana, quiero hacer realidad algunas fantasías contigo zorra -decía totalmente desinhibido, cosa que puso más cachonda a su madre.

Alejandra: Claro cielo, dónde quieras, como quieras, y por dónde quieras -decía deseosa.

Víctor cogió a su madre y la colocó con las piernas en sus hombros, para, después de mirarla de manera lujuriosa, meterle la polla de una sola estocada en el encharcado coño de su madre, haciéndola gemir de placer.

Alejandra: Eso cielo, ¡fóllate a tu madre, a tu puta! ¡No pares cielo! ¡Oh sí! -decía deseosa.

Víctor: Si mamá, te voy a follar puta, no voy a parar hasta que no te puedas sentar en una semana zorra…toma polla puta…

Alejandra: ¡Oh sí, no pares! ¡Cómeme las tetas! ¡Oh sí, dame más, más duro, más! ¡Oh sí! ¡Eres todo un semental, cielo!

Víctor la follaba de manera salvaje, penetrando en el coño de su madre de manera dura y fuerte mientras le comía las tetas y le pellizcaba los pezones. Luego de unos instantes, Víctor, sin sacarle la polla a su madre del coño, la levantó y la llevó hasta el mueble del espejo, y la puso esta vez con ambas piernas a ambos lados de él. Víctor al principio la follaba lento para hacer sufrir un poco a la puta de su madre que no paraba de correrse y de pedir más. Alejandra no aguantaba más y tiró a Víctor a la silla y sin sacar su polla de su coño comenzó a cabalgarlo a una velocidad endiablada. Víctor seguía comiéndole las tetas y tocándole el culo. Víctor empezó a volver a follarla de manera salvaje, tirando unas decoraciones de encima del mueble del espejo. Empezó a comerle las tetas y la boca mientras no paraba de follarla.

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Qué buena estás, puta! ¡Oh sí, toma polla, sí! ¡Qué gustazo follar tu coño de puta! ¡Oh sí!

Víctor la colocó a cuatro patas sobre la cama y se puso a jugar con su polla en su coño. Cuando empezó a meterle la polla por el coño Alejandra suplicaba más.

Alejandra: ¡Sí, cielo, sí! ¡Fóllame! ¡Folla a tu puta! ¡Sí, así, no pares, sí! Qué bueno eres cielo ¡Sí, más, más, no pares, más duro, más! ¡Me corro, sí! ¡Sí, más duro, más fuerte, no pares, más salvaje, dame más! ¡Me corro, sí! ¡Dame más fuerte, cielo…no hagas sufrir a mami! ¡Sí, más, más, no pares, más duro, más! ¡Me corro, sí! Vamos mi cielo, ¡dame tu leche en mis tetas, dámela toda! ¡Lléname las tetas con tu deliciosa leche, mi cielo! ¡Oh sí!

Víctor: ¡Sí puta, sí! ¡Te vas a llevar mi leche en tus tetazas! ¡Oh sí! ¡Toma leche, puta, tómala toda! ¡Oh sí, me vacío en tus tetazas, puta! ¡Sí, toma leche!

Víctor se corría en las tetas de su madre, que recibía con gusto tanta leche de su hijo, se corrió simultáneamente. Tras la corrida, copiosa y abundante de él, y la corrida simultanea de ella, ambos se tumbaron en la cama abrazados de nuevo.

Alejandra: Eres todo un semental.

Víctor: Gracias, tú eres toda una puta mamá -dijo mirando lascivamente a su madre.

Alejandra: Gracias mi cielo. ¿Deseas algo más? -dijo traviesa.

Víctor: Quiero follarte el culo puta -dijo caliente.

Víctor comenzó a comerle las tetas mientras Alejandra le masturbaba. Se colocaron en posición de 69 y mientras Alejandra le comía la polla dejándola bien ensalivada para cuando la follara mientras le tocaba los testículos, Víctor le comía el coño y le metía dos dedos por el culo haciéndola gemir. Él después de unos minutos le metía prácticamente el puño por el culo, ella gritaba de placer.

Alejandra: ¡Oh si mi cielo, como me gusta! ¡Sí, sigue mi vida, no pares! - Víctor le mordía el clítoris mientras le lamía el coño y le metía dos dedos dentro de su coño, haciéndola correrse- ¡Oh sí mi cielo, más, más! ¡Me corro!

Alejandra se corrió en la boca de su hijo mientras lo masturbaba. Cuando se corrió, Víctor la colocó a cuatro patas sobre la cama y se puso a jugar con su polla en su culo. Cuando empezó a meterle la polla por el culo Alejandra suplicaba más.

Alejandra: ¡Mi cielo, folla mi culo, cielo, dame bien fuerte por el culo! ¡Vamos mi cielo, no te preocupes, lo estoy deseando mi vida! ¡Folla mi culo! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares!

Víctor estaba muy caliente oyendo a Alejandra suplicar que se la follara por el culo. La penetró despacio, pero de una sola vez. Alejandra comenzó a gritar mientras su hijo la follaba despacio al principio para poco a poco aumentar el ritmo de la follada a un ritmo vertiginoso, endiablado, salvaje a petición de ella mientras la azotaba el culo y le pellizcaba los pezones.

Alejandra: ¡Oh sí, mi cielo! ¡Qué placer, mi vida, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Qué bien follas mi cielo, dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame, pellízcame! ¡Oh sí!

Víctor complacía a Alejandra mientras la follaba el culo, prácticamente la taladraba el culo con su polla y mientras la cogía del pelo se la empezó a follar de forma más salvaje posible.

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Qué culazo tienes zorra, que estrecho! ¡Oh sí, toma polla! ¡Qué apretadito lo tienes y que gustazo follarlo puta! ¡Oh sí! ¡Te voy a llenar el culo de leche! ¡Sí, me corro!

Alejandra se corría una y otra vez, sin descanso, cuando sintió que Víctor la rellenaba el culo de leche caliente y espesa se corrió por última vez y ambos cayeron rendidos a la cama.

Alejandra: ¿Te has quedado a gusto mi cielo? ¿O quieres más? -dijo deseosa y complaciente.

Víctor: No ha estado mal mamá, pero antes de acabar quiero que me hagas una cubana con esas tetas grandes que tienes -dijo con deseo mientras la acariciaba.

Alejandra: Con mucho gusto mi cielo -dijo sensualmente.

Después de unos minutos de descanso, Víctor se sentó en la cama y Alejandra se colocó entre las piernas de Víctor y le rozaba con las tetas su polla. Comenzó a chuparla con pasión, a lamerla con fruición y deseo, cuando estuvo bien lubricada se la metió entre las tetas y empezó con la cubana mientras le lamía la punta de la polla.

Víctor: ¡Oh sí, puta, así! ¡Qué buena zorra eres, mamá! ¡Oh sí, como me gusta, no pares! ¡Oh sí!

Alejandra poco a poco aumentaba el ritmo y la presión que ejercía en la polla de su hijo.

Alejandra: ¿Te gusta, cielo? A mami le gusta mucho la polla de su hijo, es grande, gorda… ¡mmmmm que rica! - decía para calentarlo más - Ahora verás cielo - dijo con picardía y travesura.

Alejandra comenzó a comerle lo que sobresalía de la polla de su hijo mientras lo masturbaba con sus tetas llevando a Víctor al cielo. Víctor se corrió en la boca de Alejandra que se tragó la leche de su hijo con gula, pasión y deseo.

Víctor: ¡Oh sí! ¡Trágatelo todo puta! ¡Oh sí, toma leche! ¡Qué bien lo haces! ¡Oh sí!

Cuando Víctor se corrió se tumbaron en la cama abrazaditos y desnudos ya dispuestos a descansar de la noche tan ajetreada que tuvieron.

Alejandra: Mi cielo eres todo un campeón, espero que te haya gustado la noche de hoy, me ha encantado que te corrieras tanto, me estas enviciando cielo.

Víctor: Me ha encantado mami, pienso follarte mucho puta -dijo tocándole las tetas y besándola.

Así se durmieron, entre besos y caricias, ambos abrazados y Víctor agarrando las tetas de su madre.