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Tradición familiar IX

en Amor filial

Unos días después, José se fue a trabajar, como cada mañana, se acabó el fin de semana. Víctor se quedó en casa con su hermana y su madre. Cuando estaban almorzando y mientras veían la tele, estaban aburridos, pero Alejandra estaba muy cachonda. Estaba sola con sus hijos y le apetecía probar un trio con ellos. Aprovechó que iban desnudos por la casa.

Alejandra: Oye hija, ¿alguna vez has hecho una paja con los pies? -dijo curiosa.

Virginia: No mamá -dijo algo sorprendida por la pregunta.

Alejandra: Pues estás de suerte, mira que hoy vas a aprender -dijo poniéndose sentada recta en el sofá- ven Víctor, ponte en este silla -dijo señalando la silla que tenía enfrente.

Víctor hizo caso a su madre. Cuando ya estaba delante suya, Alejandra comenzó a tocarle con los pies la polla a su hijo.

Alejandra: Mira cariño, tienes que empezar pasando el pie así por toda la polla y los huevos, despacio, luego colocas la polla entre tus suelas de los pies y empiezas suavemente a subir y a bajar – le explicó mientras lo hacía.

Víctor: Tienes los pies fríos mamá, pero me gusta – dijo gimiendo.

Alejandra: Y luego te va a gustar más, cielo -dijo lujuriosa.

Virginia miraba atenta como lo hacía su madre. Cuando ya llevaba un rato y la polla de Víctor estaba dura a reventar, Alejandra le dijo a su hija que lo intentara ella.

Alejandra: Vamos cariño, ahora inténtalo tú – dijo apartándose.

Virginia se sentó dónde estaba su madre y ella se levantó para guiarla. Virginia repitió todo lo que hizo su madre sintiendo la dureza de su hermano entre sus pies.

Víctor: Tus pies son más delicados que los de mamá, hermanita, me gusta – dijo gimiendo.

Alejandra: Puede que mi hija sea mejor que yo haciendo pajas con los pies, pero no es mejor chupapollas que yo.

Víctor: Eso hay que comprobarlo -dijo pícaro.

Angelina: ¡Pica rúelo! Virginia, tu hermano quiere que le comamos la polla, ¿le damos gusto?

Virginia: Claro mami, no podemos dejarle así -dijo lujuriosa mientras le cogía la polla con la mano.

Alejandra: Pues empecemos.

Virginia cogió la polla de su hermano y se puso a lamerla de arriba abajo mientras su madre le acariciaba los huevos.

Alejandra: Los tienes cargados, ¿eh cielo? -dijo provocándolo.

Víctor: Comprobarlo vosotras cuando me saquéis toda la leche, putas. ¡Oh sí, que bien hermanita, sigue así! ¡Me encanta como me tocas los huevos, mami!

Virginia comenzó a meterse la polla de su hermano en la boca, despacio, saboreándola, sin prisa. Víctor se dejaba hacer encantado, cogió la cabeza de su hermana y le incrustó la polla entera en la boca, haciéndola gemir. Alejandra comenzó a darle de comer sus tetas.

Alejandra: Tranquilo cielo, que la vas a ahogar -dijo traviesa- comete mis tetas. ¡Oh sí!

Víctor: Esta puta no se ahoga. ¡Oh sí, así, más, más, no pares, sí, sí, así! ¡Dame teta, puta!

Alejandra le daba una teta y luego otra mientras Virginia se dedicaba a tragarse la polla de su hermano sin miramientos, haciéndole una garganta profunda. Luego de unos minutos así Alejandra quitó de un empujón a su hija y se puso ella a comerle la polla a su hijo.

Alejandra: Quita de ahí, que es mi turno -dijo metiéndose la polla de su hijo hasta la garganta de una vez y dejándola ahí unos segundos para volver a sacarla y repetir el proceso sin dejar de mirarlo a los ojos.

Víctor: ¡Oh sí, mamá! ¡Me encanta que me la chupes, puta! ¡Me pone mucho! ¡Oh sí, sigue así, perra!

Virginia: Esta puta es mejor chupapollas que yo porque tiene más entrenamiento, pero a ti te encanta más mi culo que el suyo, que me lo miras más.

Víctor: Tu culo es más joven putita. ¡Oh sí, mami traga polla, sí! Eres la mejor chupapollas ¡Oh sí!

Luego de unos minutos Alejandra se levantó y cogió a su hija del brazo y se puso a cuatro patas en el sofá, haciendo que su hija se pusiera en la misma posición, con el culo en pompa fuera del sofá.

Alejandra: Vamos cielo, folla a estas putas como se merecen. Dadnos polla.

Víctor se dirigió hacía su madre y se la clavó en el coño, sin miramientos mientras Virginia se masturbaba esperando su turno.

Alejandra: Eso cielo, ¡fóllate a tu madre, a tu puta, no pares cielo! ¡Oh sí, dame más, no pares, así, sigue! -decía deseosa.

Víctor: ¡Oh si, te voy a follar puta, no voy a parar hasta que no te puedas sentar en una semana zorra! ¡Toma polla, puta!

Alejandra: ¡Oh sí, no pares! ¡Azótame! ¡Oh sí, dame más, más duro, más! ¡Oh sí! ¡Eres todo un semental, cielo!

Víctor la follaba de manera salvaje, penetrando en el coño de su madre de manera dura y fuerte mientras azotaba su culo y le pellizcaba los pezones. Virginia esperaba su turno mientras se masturbaba. Luego de unos minutos así, Víctor decidió cambiar su objetivo: se dirigió a Virginia. La cogió de los hombros y se la metió de una embestida.

Virginia: ¡Oh sí, hermanito, fóllame más, más fuerte, sí, más duro, más, sigue, sigue, más, no pares, oh sí!

Víctor: Toma polla perrita. ¡Oh si, te voy a follar puta, no voy a parar hasta que no te puedas sentar en una semana zorra!

Víctor la siguió follando en esa posición, pero luego de unos minutos de follada intensa, viendo que se iba a correr, cambió de postura a su hermana, la sentó en el sofá y levantó sus piernas para follarla el culo. La penetró de una embestida.

Virginia: ¡Hermanito, me matas de placer! ¡Vamos, folla mi coñito, el coñito de la putita de tu hermana! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí! ¡Qué placer, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame, pellízcame, destrózame! ¡Oh sí!

Víctor: Toma polla puta. ¡Oh si, te voy a follar puta, te voy a reventar a pollazos, puta!

Alejandra veía como follaban sus hijos mientras ella se masturbaba. Víctor miró a su madre y, después de dejar de follar a su hermana al verla casi desmayada por el placer, colocó a su madre en la misma posición y empezó a follarla el coño y el culo alternativamente, al igual que a su hermana.

Alejandra: ¡Mi cielo, folla mi culo, cielo, dame bien fuerte por el culo! ¡Vamos mi cielo, sigue así! ¡Folla mi coño! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí, mi cielo! ¡Qué placer, mi vida, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Qué bien follas mi cielo, dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame! ¡Oh sí!

Víctor: ¡Oh sí, putas, me ponéis mucho, perras! ¡Poneros de rodillas que os daré mi leche en vuestras caras de putas!

Raudas, madre e hija se colocaron de rodillas en el suelo y Víctor se corría en las caras de su madre y su hermana, que recibían con gusto tanta leche de su hijo y hermano. Tras la corrida, copiosa y abundante de él, ellas se tumbaron al lado de Víctor, que cayó rendido al lado suya. Madre e hija no paraban de relamerse.

Alejandra: ¿Os ha gustado?

Víctor: Mucho, tenía ganas de follarte, hermanita – dijo sonriendo.

Virginia: A mí también me ha dado gustado mucho, también tenía ganas de que me follaras – dijo dándole un morreo.

Alejandra: Bueno, pues podréis follar cuando queráis, pero con cuidado – les advirtió – Ahora cada mochuelo a su olivo, ¡venga!

Ese día fue normal, dentro de lo que cabe. Unos días más tarde, Alejandra se tuvo que ir al hospital con su madre y Virginia se quedó a solas con su padre y hermano. Llevaba días con una fantasía en la cabeza: que se la follarán su hermano y su padre a la vez. Se fue al salón, dónde encontró a su padre y hermano, desnudos, viendo la televisión. Se sentó entre medias de ambos.

Virginia: Bueno, mis sementales, ¿quién me va a dar polla hoy? ¡Estoy hambrienta de polla! – dijo cachonda.

José: Sírvete tú misma, putita – dijo señalando divertido la polla de su hijo y la suya.

Virginia comenzó a meterse la polla de su hermano en la boca, despacio, saboreándola, sin prisa, mientras pajeaba a su padre. Víctor se dejaba hacer encantado, cogió la cabeza de su hermana y le incrustó la polla entera en la boca, haciéndola gemir. José comenzó a comerle sus tetas y acariciar su coño.

Víctor: ¡Oh sí, que bien hermanita, sigue así! ¡Me encanta como me tocas los huevos, hermanita! Esta puta no se ahoga. ¡Oh sí, así, más, más, no pares putita, sí, sí, así! ¡Dame teta, puta!

Virginia dejó de comerle la polla a su hermano y comenzó a comerle la polla a su padre mientras Víctor le comía las tetas a su hermana.

José: ¡Toma polla, putita! ¡Oh sí, toma polla! ¡Qué buena chupapollas eres, putita! ¡Oh sí!

Virginia siguió comiendo polla un rato más, alternando la polla de su padre y su hermano. Luego, su hermano la colocó a cuatro patas en el sofá y le incrustó la polla en su coño de una estocada, mientras su hermana no dejaba de comerle la polla a su padre.

Virginia: ¡Oh sí, hermanito, fóllame más, más fuerte, sí, más duro, más, sigue, sigue, más, no pares, oh sí!

Víctor: Toma polla perrita. ¡Oh si, te voy a follar puta, no voy a parar hasta que no te puedas sentar en una semana zorra!

Víctor la siguió follando en esa posición mientras Virginia se tragaba la polla de su padre como posesa, pero luego de unos minutos de follada intensa, viendo que se iba a correr, cambió de postura a su hermana, se sentó en el sofá y la colocó encima suya a horcajadas para que se penetrará ella sola, cosa que hizo son vacilar.

Virginia: ¡Hermanito, me matas de placer! ¡Vamos, folla mi coñito, el coñito de la putita de tu hermana! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí! ¡Qué placer, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Dame polla, así, sigue, más duro, así, azótame, pellízcame, destrózame! ¡Oh sí!

José se levantó y se puso de pie al lado de su hija, colocando su polla en la boca de su hija que se la seguía chupando con gula. Luego de unos minutos de intensa follada y muchos orgasmos de Virginia, ella se levantó, se dio la vuelta, y de una estocada, despacio se penetró el culo con la polla de su hermano.

Virginia: ¡Hermanito, me matas de placer! ¡Vamos, folla mi culo! ¡Oh sí, dame, dame, dame más, mucho más, no pares! ¡Oh sí! ¡Qué placer, sigue, dame más duro, sigue, no pares por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Vamos papi, folla mi coñito!

José no se hizo esperar y, tras colocarse delante de su hija, le incrustó la polla en su coño, empezando a follarla acompasado con su hijo mientras le comía las tetas a su hija.

Virginia: ¡Me matáis de placer! ¡Vamos, folladme bien follada! ¡Oh sí, darme, darme, darme más, mucho más, no paréis! ¡Oh sí! ¡Qué placer, seguid, darme más duro, seguid, no paréis por favor! ¡Oh sí! ¡Me corro, sí! ¡Darme polla, así, más duro, así, oh sí!

Víctor: Toma polla perrita. ¡Oh si, te vamos a follar bien follada, puta, no vamos a parar hasta que no te puedas sentar en una semana zorra!

José: ¡Oh si, qué coñito más estrecho tienes, perrita, te vamos a reventar entera! ¡Te vas a llevar toda nuestra leche en tu culo y coño, putita!

Siguieron follando un buen rato más en esa posición, hasta que José y Víctor no aguantaron más y le rellenaron el coño y el culo de leche a Virginia, que se corrió por última vez al recibir tal descarga de leche en sus agujeros, desmayándose.

José: ¡Sí puta, sí! ¡Te vas a llevar mi leche en tu coñito! ¡Oh sí! ¡Toma leche, puta, tómala toda! ¡Oh sí, me vacío en tu coño de puta! ¡Sí, toma leche!

Víctor: ¡Toma polla, puta! ¡Oh sí, toma polla! ¡Te voy a llenar el culo de leche, puta! ¡Me voy a correr en el fondo de tu culo, hermanita, eres un putón! ¡Oh sí, me corro!

Luego de correrse y ver que estaba desmayada, ambos la sentaron en el sofá y se colocaron a su lado. Cuando despertó, estaba feliz.

Virginia: ¿Os ha gustado? Yo he cumplido mi fantasía gracias a vosotros – confesó abrazándolos.

Víctor: Me ha encantado, eres una buena puta hermanita – la alabó.

José: Sí, eres una puta de primera – dijo riendo.

Luego, estuvieron tranquilos, esperando a Alejandra. Cuando llegó le contaron todo y se alegró por su hija. La vida pintaba maravillosa para toda la familia.

FIN