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La mejor madre IX

en Amor filial

Al día siguiente, Laura se despertó primero al sentir la erección de Iker en su culo. Se levantó sigilosamente y se colocó entre las piernas de Iker luego de ladearlo suavemente. Laura comenzó a lamerle la polla de arriba abajo y pasando por los huevos.

Iker: ¡Mmmhmm!

Laura, sabiendo que le gustaba a su amado, comenzó a meterse la cabeza de la polla en su boca. Poco a poco Iker comenzó a despertar.

Iker: ¡Así, mi puta, cómeme la polla entera, prepáramela para follarme a la puta de mi madre!

Laura: ¡Sí, mi amo, tengo ganas de ver a esa puta con barriga!

Mientras Laura se encargaba de comerle la polla y ponérsela bien dura, Iker le comía las tetas a su madre suavemente haciéndola gemir en sueños.

Isabel: ¡Mmmh, hijo, sigue! – dijo en sueños haciéndole sonreír a Iker.

Laura se tragaba entera la polla de su amado mientras Iker seguía despertando a su madre, esta vez comiéndole el coño. Isabel despertó cuando sintió que se iba a correr y vio a su hijo comiéndole el coño mientras Laura le comía la polla.

Isabel: ¡Mi amor, que me haces, sigue, cómeme el coño, oh sí!

Iker siguió comiéndole el coño y pellizcándole los pezones a su madre. Laura estaba absorta comiéndole la polla a su amado, que se corrió sin darse cuenta. Iker se dio cuenta y le dio varios azotes en el culo divertido. Luego de unos minutos, Iker apartó a Laura y se colocó entre las piernas de su madre que se colocó bien abierta de piernas para recibirlo.

Iker: ¿Lista para que te preñe, puta? – dijo pasando su polla por su coño.

Isabel: ¡Siempre, mi amor! – dijo agarrándole el culo a su hijo y empujándolo dentro de su coño - ¡Oh sí, mi amor, me encanta tu polla, oh sí, dame más, más, hazme un hijo, dame más polla, oh sí, más, más!

Laura: ¡Vamos mi amor, dale bien fuerte a esta puta, quiero que grite como nunca en su vida!

Iker: ¡Toma polla, putón! ¡Oh sí, toma rabo, perra, te voy a preñar, tu hijo te va a preñar por puta! ¡Tú – dijo a Laura – ponle el coño en la cara y báñasela en flujos!

Laura: ¡Encantada, amo!

Iker empezó a follarse a su madre como un animal en celo, le ponía muy cachondo la situación, tener dos mujeres para él solo. Laura se colocó de espaldas a Iker y apoyándose en el cabecero de la cama, se sentó en la cara de Isabel, dándole todo su coño en la boca.

Laura: ¡Vamos puta, cómeme el coño que te voy a dar de beber!

Iker, divertido y cachondo le dio un sonoro azote en su culo a Laura mientras se follaba sin parar a su madre. Isabel se corría sin parar, al igual que Laura que le encantaba esa situación. Luego de unos minutos de follada intensa, Iker se corrió en el fondo del coño de su madre.

Iker: ¡Me voy a correr puta! – dijo pellizcándole duro sus pezones.

Laura: ¡Vamos, amo, dale toda tu leche a esta puta, que está deseosa de recibirla, oh sí!  ¡Qué bien comes mi coño, puta, me corro!

Isabel: ¡Mmmmhmmmm!

Iker: ¡Me corro, oh sí, putas, toma leche mamá, toda mi leche, oh sí, te lleno todo tu útero, toma leche!

Iker se corrió rellenando el coño de su madre de leche, mientras sus dos mujeres se corrían a la vez. Laura le llenó la cara de flujos a Isabel que se relamía gustosa. Iker se tumbó entre ellas cuando se separaron.

Isabel: ¿Satisfecho, mi amor? – dijo relamiéndose.

Iker: De momento sí, ¿Y vosotras?

Isabel: ¡Muchísimo, mi amor! – dijo sonriendo feliz – Voy a ducharme – dijo levantándose.

Laura: Yo no del todo – dijo melosa - ¿Vamos a desayunar?

Iker: Sí, vamos – dijo besándola.

Iker y Laura fueron a la cocina a desayunar. Iker se fijaba que Laura movía su culo muy sensualmente. Iker se colocó detrás de ella y la puso contra la encimera, restregando su polla dura de nuevo por su culo.

Iker: ¿Te he dicho ya lo mucho que me gusta tu culo? – le susurró en el oído al mismo tiempo que le agarraba sus tetas.

Laura: Sí, mi amor – dijo gimiendo – pero no me canso de escucharlo.

Iker: ¡Quiero follártelo, puta! – dijo azotándolo.

Laura: ¡Es tuyo, mi amor – dijo gimiendo – puedes usarlo cuando quieras y cómo quieras! – dijo mirándolo a los ojos con amor y deseo mientras echaba su culo para atrás, rozando aún más la polla de su amado.

Iker, comenzó a restregarle la polla por su encharcado coño, haciéndola gemir y cuando ya tuvo la polla lubricada, se la metió poco a poco, pero entera, dentro de su culito respingón a Laura, que gritó de deseo.

Laura: ¡Mi amor, métemela entera, quiero que me partas el culo en dos, mi amor!

Iker le metía la polla poco a poco, lento, haciéndola sufrir un poco. Laura, impaciente, echó su culo para atrás clavándose entera la polla de Iker.

Laura: ¡Oh sí, mi amor, por fin te tengo dentro, entera tu polla dentro de mi culo, oh sí, me duele, pero me encanta, fóllame!

Iker: ¡Eres una puta viciosa, y me encanta! – dijo azotándola fuertemente el culo - ¡Prepárate para disfrutar, puta!

Iker comenzó a follarle el culo a un ritmo lento, haciéndolo cada vez más intenso, más duro, mientras la azotaba y le pellizcaba los pezones. Laura se corría como loca cada vez que sentía cómo Iker le taladraba el culo con ansia, con fuerza, incrustándole toda la polla.

Laura: ¡Oh sí, rómpeme el culo amor, sí, me matas de placer! – dijo sintiendo una mezcla de placer y dolor - ¡Me encanta como me taladras mi culito, amor, no pares!

Iker: ¡Y a mí me encanta taladrártelo, puta! – dijo con su boca pegada a su oído - ¡No te vas a poder sentar en una semana cuando acabe de reventártelo, perra!

Laura: ¡Oh sí, mi amor, no pares, dame más, rómpemelo, azótame, dame, dame, no pares!

Iker comenzó a moverse aumentando el ritmo de la follada hasta hacerla salvaje, dura, fuerte, con un ritmo vertiginoso y haciendo gritar a Laura, que se corría cada vez más intensamente.

Laura: ¡Oh sí, sigue así, no pares, me matas de placer, oh sí, más, más, darme más, oh sí, me corro! ¡No pares nunca de follarme así, amor! ¡Dame más, oh sí!

Iker la azotaba el culo mientras se lo follaba bestialmente. Isabel apareció en ese instante en la puerta de la cocina y se quedó viendo como su hijo se follaba a su mujer. Iker miró a su madre y le guiñó un ojo para correrse como un loco dentro del culo de Laura.

Iker: ¡Oh sí, puta, me voy a correr en tu culito! – dijo azotándola.

Laura: ¡Dame tu leche, mi amor, dámela toda en mis intestinos, oh sí, me corro, no pares!

Isabel: ¡Vamos, mi amor, dale toda tu leche a esta putita viciosa! – dijo sonriente desde la silla, dónde preparaba el desayuno de todos.

Iker: ¡Oh sí, me corro, toma leche puta, tómala toda, oh sí!

Iker se corrió en el culo de Laura que se corrió al sentir como le llenaba de leche su amado el culo. Isabel miraba con una sonrisa cómo ambos disfrutaban mientras terminaba de preparar unas tostadas y zumo para el desayuno. Cuando terminaron de correrse, Laura exhausta se giró y abrazó a Iker, besándolo apasionadamente.

Laura: Nunca dejes de follarme así, mi amor, me encanta que me hagas enteramente tuya – dijo entre besos.

Iker: Nunca lo haré, mi amor. Vamos a desayunar.

Isabel, Laura e Iker desayunaron tranquilamente, se vistieron Laura e Iker y se fueron, Laura a clase e Iker se fue al trabajo del padre de Laura, se despidieron con un beso apasionado para asombro de los compañeros y compañeras de ambos en clases. Iker, después de guiñarle un ojo, sabiendo que Laura estaba marcando territorio se fue a la empresa, dónde Camilo lo esperaba en la oficina.

Camilo: Buenos días – dijo sonriendo dándole la mano – Eres madrugador.

Iker: Buenos días – dijo devolviéndole el apretón de manos – Tengo dos buenos despertadores.

Camilo: Ya imagino – dijo riendo – Bueno, ¿listo?

Iker: Listo – dijo solemne.

Camilo le explicó y formó en cómo iba la empresa. Iker se aclimató rápido y poco a poco se iba encargando de más cosas en la empresa por la debilidad de salud que tenía Camilo. También se encargaba de cuidarlo y de que siguiera su rigurosa dieta y medicación, cómo le pedían Laura y Marina. Siempre le decía lo miso cuando Camilo protestaba.

Iker: Esto no tienes que hacerlo por ti, es por tu hija y tu mujer. Ninguna quiere que te vayas de su lado – decía serio - ¡Dales ese regalo, lucha hasta el final!

Camilo: No me equivoqué contigo, muchacho, eres digno sucesor y digno hombre para mis mujeres – decía sincero y solemne.

Camilo hacía caso a Iker siempre después de esta mini conversación. Y Camilo luchó y peleó hasta el final, hasta que no pudo más y la enfermedad se lo llevó. Cuando llegó el día fatídico en el que Camilo falleció, Laura y Marina estaban destrozadas. Fue casi seis meses después de que Iker comenzara a trabajar en la empresa. Nadie pudo ayudarlo cuando lo encontraron tirado en el suelo del baño. Lo enterraron un par de días después, pero su testamento sorprendentemente se leyó el mismo día de su fallecimiento, en dónde el heredero universal era Iker. Iker, llevaba tiempo echándole un ojo a una casa más grande. Cuando se leyó el testamento se encargó de comprar esa casa y vender las que ya tenía. Las mujeres estaban sorprendidas, pero no discutieron. Iker se llevó todas las pertenencias de Camilo a la nueva casa. Cuando llegaron todas las mujeres se quedaron sorprendidas.

Iker: ¿Os gusta?

Isabel: Sí, mi amor, es muy grande – dijo sonriendo con una barriga de 5 meses de embarazo.

Iker: Quiero lo mejor para mi familia – dijo serio mientras acariciaba el vientre de su madre.

Marina: Es muy bonita – dijo mirando la casa – Gracias por traer las cosas de Camilo – dijo llorosa.

Laura: Sí, mi amor, gracias – dijo medio sonriendo medio llorando.

Iker: No hay de qué, es lo que había que hacer – dijo restándole importancia, pero sin entender el brillo en los ojos de las tres mujeres.

Iker no quería presionar a ninguna mujer para tener sexo. Solo Isabel fue follada ese día mientras lo bañaba. Su sorpresa fue, al día siguiente, cuando llegó de trabajar, se encontró a las tres mujeres en la casa, disfrazadas.

Iker: ¿Qué es esto? – dijo alucinado.

Marina: Una sorpresa, amo – dijo sonriendo vestida de porno chacha, con un escote que prácticamente se le salían las tetas y un vestido tan corto que se le veía el coño. Se notaba que no llevaba ropa interior.

Isabel: Es que cada una hemos aceptado nuestro rol en esta familia, amo – dijo sonriendo vestida de enfermera sexy, con una abertura en el vientre dónde salía su barriga de embarazada. Tenía un escote pronunciado y era igual de corto que el vestido de Marina. Tampoco llevaba ropa interior.

Laura: ¿Te gusta, amo? – dijo vestida de colegiala, con una falda muy corta que no le tapaba nada y una camisa abierta que se le veían sus tetas, sin ropa interior.

Iker: Sí, pero creía que ibais a guardar el luto un poco más – dijo sorprendido.

Marina: Estamos cumpliendo la última voluntad de Camilo – dijo seria entregándole un sobre.

Iker: ¿De verdad estáis de acuerdo con esto? – dijo sorprendido.

Marina: Sí, amo. Camilo era muy comprensivo y sabía nuestros deseos. Le queríamos mucho, pero nuestro amor le pertenece a otro – dijo mirándolo intensamente.

Iker: ¡Pero esto es demasiado! ¡No puedo aceptarlo!

Isabel: Mi amor, piensa que todas nosotras no podemos vivir sin ti. Sabemos lo que sientes, y que te causa dolor el tocar a Laura y Marina por respeto a Camilo. Pero deja que te demuestren lo que sienten – dijo seria.

Marina: Amo, yo le pido que me dé una oportunidad – dijo de rodillas.

Iker: ¡Levántate! – dijo autoritario, Marina obedeció al instante - ¿Por qué?

Marina: No pude evitarlo, amo. Siempre he oído por boca de Laura lo buena persona y el gran corazón que tenías, y al verte con mi hija me parecías guapo, pero nada más. Pero al conocerte más, al pasar tiempo contigo cuidando a Camilo, me enamoré de ti – dijo mirándolo enamorada – perdidamente.

Iker: ¡Pero eso no puede ser!

Laura: Sí puede, mi amor, nos ha pasado a todas – dijo sonriendo – por eso queremos que la aceptes cómo tu mujer además de cómo esclava – le pidió refiriéndose a la carta.

En la carta, Camilo le pedía dos cosas: la primera que cuidara a todas sus mujeres, ellas le amaban y se desvivirían siempre por hacerle feliz; y la segunda era que, además de tener a Marina cómo esclava, le diera un papel en su vida cómo una de sus mujeres. Eso escandalizó a Iker, pues no podía creer cómo después de ver lo celoso que era Camilo con su mujer, se la cediera a él y menos después de que él estuviera con su hija.

Iker: Tengo que pensarlo – dijo serio.

Marina: Amo, ¿me deja acompañarlo y relajarlo? – dijo mirándolo amorosa.

Iker: No creo que sea adecuado.

Laura: Mi amor, déjala. Nosotras estaremos preparando la cena – dijo besándolo apasionadamente.

Iker no dijo nada, simplemente se giró y fue a la habitación. Sabía que Marina iba detrás suya, pero no dijo nada. Cuando llegó a la habitación, la rubia fue al baño y le preparó la bañera mientras él se desnudaba en la habitación. Marina le esperaba en el baño, de pie. Iker llegó desnudo al baño y pasó por alto la mirada de extremo deseo que tenía Marina mientras se lo comía con la mirada.

Iker: Gracias por prepararme el baño – dijo serio.

Marina: De nada amo, ¿me permite lavarlo?

Iker no dijo nada, se metió en la bañera que estaba llena y Marina tomo su silencio cómo un sí. No podía negar que el agua estaba perfecta. Marina se dedicó a mimar a Iker, a lavarlo suavemente. Iker se dejaba hacer y no pudo evitar mirar esas enormes tetas que salían del vestido de la mujer. Marina lo notó y encantada se abrió más el vestido, sacando sus tetas del todo y dejando ver sus pezones erectos.

Iker: ¿Estás cachonda?

Marina: No sabes cuánto, amo – dijo amorosa.

Iker no hizo ningún comentario y se dejaba hacer, notando cómo Marina, aunque deseosa, no hacía nada por tocar más de la cuenta la polla de Iker. Lo lavó entero e Iker salió del baño, dejando su polla a la altura de su boca mientras Marina estaba de rodillas. Estaba como hipnotizada y no pudo evitarlo, sin pedir permiso, engulló entera la polla aún no erecta de Iker.

Iker: ¡Ya te estabas tardando, puta! – dijo acariciando su pelo.

Marina, viendo que Iker no estaba molesto por su atrevimiento, comenzó a comerle la polla con amor, con deseo, con ansia. Iker se dejaba hacer hasta que cuando tuvo la polla bien dura, le agarró la cabeza y le incrustó la polla hasta la garganta haciéndola dar arcadas.

Iker: ¿Qué pasa, puta, no estás acostumbrada a mi tamaño? – dijo humillándola.

Iker continuó follándola la boca sin descanso. Marina lo miraba a los ojos medio llorosa por la follada de boca, pero feliz y cachonda por cómo la trataba, tanto, que se corrió sin poder evitarlo, cosa que Iker notó.

Iker: ¿Te has corrido, puta? – dijo sacando su polla de la boca.

Marina: ¡Sí, amo, perdón! – dijo sabiendo que no le había dado permiso.

Iker: ¡Luego te castigaré, perra! – dijo acariciando su culo, haciéndola estremecer - ¡Ahora haz que me corra, puta!

Marina: ¡Sí, amo! – dijo con auténtico deseo.

Iker volvió a ensartar su polla en la garganta de Marina, que lo recibió gustosa y se dejó follar la boca. Iker dejó la polla un momento fuera de su boca y ella sola se la empezó a follar.

Iker: ¿Qué pasa, puta, te gusta que te folle la boca? – dijo sacando su polla de nuevo de la boca.

Marina: ¡Sí, amo, me encanta tu polla y que me folles la boca! – confesó - ¡Estoy deseando que me revientes todos mis agujeros y que me estrenes el que queda!

Iker: ¿Eres virgen del culo, puta? – dijo entendiendo.

Marina: ¡Sí, amo! – confesó.

Iker se dejó hacer, al ver cómo Marina volvía a engullir su polla entera ella sola. Parecía ansiosa por agradar y deseosa de complacer. Iker estuvo unos minutos observando como Marina le comía la polla con ansia, y con experiencia, llevándolo al máximo placer.

Iker: ¡Sigue así, puta y tendrás toda tu leche! ¿Quieres mi leche? – dijo y por toda respuesta Marina comenzó a comerle la polla con más ansia mientras gemía - ¡Toma leche, puta, me corro, bébetela toda, no dejes ni una gota, oh sí!

Iker se corrió en la boca de Marina, que recibió gustosa toda su leche en su boca. Cuando terminó de correrse, Marina haciendo un gran esfuerzo porque no se le saliera ni una gota de la leche de Iker de su boca, le miró con deseo y ante sus ojos se tragó toda su leche después de enseñársela en su boca.

Iker: Buena puta – dijo acariciando su cabeza – Pero esto aún no ha terminado – dijo cogiéndola del brazo y llevándola a la habitación dónde ya estaban Laura e Isabel esperando sentadas - ¿Qué hacéis aquí? – dijo divertido.

Isabel: Venimos a ayudarte con esta puta, mi amor – dijo sonriendo.

Laura: Sí, sabemos que esta puta aún no está acostumbrada a ti y queremos enseñarla – dijo besándolo.

Iker: Está bien – dijo sonriendo – Tú – dijo señalando a su madre – desnúdala y vete a por los juguetes que más te gusten – dijo sabiendo lo sádica que era su madre – y tú – le dijo a Laura – ayúdame a preparar su culo para rompérselo.

Laura/Isabel: Sí, mi amor.

Isabel desnudó rauda a Marina, que quedó totalmente expuesta a Iker, que la miraba con lujuria, eso a Marina le puso muy cachonda. Laura, ayudó a su madre a colocarse a cuatro patas en la cama, dónde Iker esperaba con la polla erecta en la mano. Isabel salió de la habitación y volvió con unos juguetes para probarlos en Marina.

Iker: Ahora vas a saber lo que es ser de mi propiedad – dijo azotando sus tetas – Ponte tumbada boca arriba en la cama.

Marina obedeció sin rechistar y Laura e Isabel la ataron de pies y manos a la cama. Marina observó como Isabel le colocó pinzas en los pezones y un plug en el culo mientras que Laura le colocaba en la boca un glumjob para abrirle bien la boca.

Iker: ¡Tienes prohibido correrte, puta! – ordenó.

Marina se quedó quieta esperando lo que le iba a hacer Iker. Iker, las miró a Isabel y Laura y les asintió, subiendo las cuerdas y elevando el cuerpo de Marina unos centímetros. Iker, se colocó de rodillas entre sus piernas y le comenzó a acariciar las piernas, sin llegar a tocarle el coño. Marina gemía.

Iker: Mamá, siéntate en su cara y que te coma el coño. Laura, cómele las tetas a esta puta – les ordenó.

Ambas, sin decir nada se colocaron donde les pidió Iker.

Isabel: ¡Saca la lengua, puta, que te vas a hartar a comerme el coño! – dijo obedeciendo a su hijo.

Laura: ¡Tienes unas tetas muy grandes, puta, y muy sensibles! – dijo sin parar de comerle los pezones al ver que se ponían erectos.

Iker comenzó a lamerle el coño, para aumentar su excitación y llevarla al límite. Marina, al sentir cómo Iker le comía el coño, hizo un gran esfuerzo para no correrse, aunque le resultaba muy complicado teniendo a Isabel corriéndose en su cara continuamente y a su hija comiéndole las tetas junto con Iker devorándole el coño con su habilidosa lengua y sus dientes. Iker le comía el coño chorreante al mismo tiempo que le metía varios dedos en su coño y le daba mordiscos en el clítoris. Luego de unos minutos, comprobando que cumplía con la orden de no correrse, Iker decidió premiarla y se apartó de su coño para, de una embestida sorprendiéndola, clavarle toda su polla en su coño y empezar a follarla como un bestia.

Marina: ¡Mmmmhhmmmhhh, mmmmhhmmmgggmmhh, mmggghgghmmmmm! – gemía sin dejar de comerle el coño a Isabel.

Isabel: ¡Oh sí, mi amor, sigue follándote a esta puta, que ahora me lo come mejor, oh sí, cómeme el coño, puta, no pares!

Laura: ¡Dale fuerte, mi amor, demuéstrale a esta puta el semental que debe complacer! – dijo besándolo con pasión.

Iker: ¡Toma polla, puta, oh sí, que coño más ajustado tienes, te lo voy a partir, oh sí, toma rabo, guarra, perra, toma polla!

Marina intentaba aguantar el placer que sentía con la polla de Iker, nunca jamás lo había sentido. Luego de unos minutos muy intensos, Marina se corrió como una loca, como nunca antes, en un orgasmo brutal. Iker se dio cuenta al ver cómo un auténtico geiser brotaba del coño de la rubia madura. Sacó su polla de su coño, luego de dejársela enterrada en el fondo unos segundos, prolongando su éxtasis.

Iker: Colocar a esta puta a cuatro patas ya atarla – ordenó.

Isabel y Laura, raudas, desataron a Marina, que estaba exhausta y se dejaba hacer. Marina, miró con tanto deseo y amor a Iker, que él se pensó en el castigo que la esperaba, pero decidió dárselo. Laura amarró a su madre a la cama, mientras Isabel se colocaba detrás y le quitaba el plug del culo, sabedora de las intenciones de su hijo.

Iker: ¿Nunca te has enseñado a obedecer órdenes, puta? – dijo azotándola duramente - ¡Ahora vas a aprender a cumplirlas!

Iker, sin ningún miramiento, llevó su polla al culo de Marina y se la incrustó entera. La polla entró como un cuchillo en mantequilla, ante el grito de dolor y placer de Marina. Iker, sabedor de que era virgen, la humilló.

Iker: ¿Nunca te lo habían roto, puta? ¡Ahor vas a saber lo que es que te rompan el culo a pollazos, perra! – dijo azotándola – ¡No te vas a poder sentar en una semana!

Marina: ¡Me duele, pero me encanta! ¡No pares, amo, folla a tu puta, márcala, reviéntala, oh sí, amo, soy tuya, completamente tuya, sí, sí, me corro!

Isabel: ¡Vamos, mi amor, revienta el culo a esta puta, que lo estás deseando!

Laura: ¡Sí, mi amor, rómpele el culo a tu nueva puta, demuéstrale el placer que le vas a dar!

Iker empezó a follarla aumentando el ritmo hasta hacerlo salvaje, muy duro, muy intenso. La follaba como un animal en celo y Marina no paraba de correrse. Iker le empezó a marcar la follada con azotes, dejándole el culo rojo. Viendo que no iba a durar mucho follándola, se agarró a sus tetas y a su pelo y la utilizó de montura, llegando aún más a fondo de su culo.

Marina: ¡Oh sí, amo, dame más, no pares, me encanta, me corro, oh sí, me corro, dame más, oh sí! – gritaba mientras comenzaba a acompañar la follada de Iker moviendo su culo.

Iker: ¡Toma polla, puta, te voy a rellenar los intestinos de leche, perra, oh sí, toma leche, puta, toma polla!

Marina: ¡Oh sí, amo, relléname con tu leche mi culo! ¡No pares, amo, dale toda tu leche a tu puta, sí, sí, me corro!

Isabel: ¡Vamos, mi amor, inunda su culo con tu deliciosa leche!

Laura: ¡Dale toda tu leche a tu puta, mi amor!

Laura e Isabel se estaban masturbando contemplando la escena. Iker se corrió como un loco en el culo de Marina, que recibía encantada la leche de su amo mientras se corría de nuevo en un orgasmo violento. Isabel y Laura se corrieron al ver cómo Iker le rellenaba el culo de leche a Marina. Cuando todos terminaron, exhaustos, se tumbaron en la cama luego de desatar a Marina.

Iker: ¿Te ha gustado tu castigo? – dijo acariciando su culo.

Marina: ¡Mucho, amo! Espero más cómo este – dijo riendo feliz.

Iker: Pásame la crema – pidió a Laura - ¿Nunca te habían roto el culo?

Marina: No, amo. A Camilo no le gustaban esas cosas – explicó – Gracias, amo – dijo mirándolo con adoración y amor cuando vio que le aplicaba crema en su rojo culo y en su ojete maltrecho.

Iker: No hay de qué, es deber de un amo el cuidar de sus esclavas sumisas – dijo sonriendo.

Marina: ¿Entonces, me aceptas? – dijo contenta.

Iker: Sí – dijo riendo por su cara de felicidad – No pienso desaprovechar la ocasión de follarme a un putón cómo tú – dijo riendo.

Laura: Me alegro, mi amor – dijo besándolo – Haces honor a mi padre – dijo feliz - ¡Te amo!

Iker: Para diferenciaros os voy a llamar diferente – pensó – A ti te voy a llamar “puta” – dijo a su madre – a ti te llamaré “putita” – dijo a Laura – y a ti “putón” – dijo a Marina.

Marina/Isabel/Laura: Vale, amo – dijeron sonrientes.

Esa noche Iker se folló a su madre y a Laura además de a Marina. Comenzaron a vivir en familia, delante de la gente, Laura era su mujer y Marina su suegra e Isabel su amorosa madre, pero en casa eran un amo con sus sedientas putas.