¡Qué manera de follarme ! Dilatado como estaba, después del beso negro, su polla me entraba sin problemas, la sacaba,la metía... aumentaba el ritmo, lo bajaba
Cuando saco el vigoroso miembro de su prisión, liquido preseminal empapa mis dedos. A pesar de la oscuridad, al agachar la vista puedo ver que no está descapullado...
.. mi amigo y yo, en un acto de plena complicidad, nos volcamos en darle placer a el buen cipote del gallego y le prominamos unos lametones ¡de padre y muy señor mío!
¡Hostias, que alaridos pega el gallego, cuando siente nuestras dos lenguas, mimar al unisono, el buen carajo que Díos le había dado!
Con la cabeza pegada a su ombligo, observo el viril cipote, me recreo en notar como el capullo se asoma y desaparece bajo mis dedos, como las venas se hinchan, como los huevos se encogen y dilatan al paso de mi mano por el vigoroso miembro.
Para facilitar aún más la entrada de aquel mástil en mi esfinter, le eche las piernas sobre los hombros. La cara del mecánico era un soneto, tan libidinoso, como pasional...
Mi siguiente sensación es que aplasta algo contra mi semidilatado ano. Ese algo, poco a poco termina por penetrar en mis entrañas. El objeto extraño es empujado bruscamente a lo largo de mi recto, para después permanecer inmóvil en su interior.
Episodio X: La procesión (va por dentro) Este episodio, aunque independiente, se coloca cronológicamente tras "El sexto sentido"
Me estaba dando una muy buena comida de culo, y todos aquellos a los que alguna vez nos la han practicado, sabemos cual es la diferencia, entre un buen beso negro y uno que no lo es.
Cuando la cabeza, de aquel gordo cipote, paso a lo largo de mi recto, un dolor me invadió las entrañas... El paró su embestida aguardando que mi esfinter se dilatara, cuando fue consciente de este cambio bombeó su cuerpo contra el mio, despacio al principio, después un poco más rápido....
Ramón lubricó concienzudamente mi ano, ya tenía experiencia en ello y sabía como hacerlo dilatar con facilidad... Yo desde donde estaba veía como se masturbaba para poner su nabo bien duro
¡Es que es muy fuerte!, el tío tiene planta de leñador, le entras y cuando lo escuchas hablar, con vocecita de niña, se te agacha para una semana....
Cambiaron de posición, el muchacho se subió a un andamio que habia por allí, se echo de espaldas sobre el y levantando las piernas incitó a su compañero diciéndole: ¡Veras como así entrá mejor! El gigantesco albañil se acoplo, se colocó las piernas sobre sus hombros y empezó a empujar su cuerpo.
Su camisa era un decálogo para la imaginación y los pantalones se ceñían a su cuerpo, insinuando un culo de pecado y un mejor paquete.
Si el me abrazaba mientras me besaba, yo lo abrazaba a él con más ímpetu; si el buscaba mi polla, yo hacia lo mismo con la suya...Estaba muerto de miedo, porque nunca había pasado una noche con nadie
Ramón era mi amigo de la infancia, con el que había compartido todo; buenos y malos momentos. De un tiempo a esta parte, no hace ni un año, compartimos hasta momentos sexuales
Había pasado de la soledad, a tener dos cuerpos que tocar y cuatro manos que me magreaban.... El pene del regordete era de dimensiones considerables, el de su amigo, algo más pequeño, pero muy grueso...
Mi boca avanzó en pos de su impoluto agujero, volví a apartar sus glúteos, pero esta vez lo que introduje fue la lengua; un suspiro placentero fue la contestación de Ivan...
Chupe mi dedo índice lubricándolo con mi saliva y tras unos breves masajeos circulares, este atravesaba su esfinter. El joven peludo ni se inmutó, y seguía chupando mi polla como si en ello le fuera la vida.
Cuando llegue al lugar de la cita el estaba esperándome, me sorprendió la guisa con la que me le encontré llevaba un uniforme que parecía de conductor de autobús(sólo verlo me puso burro, los uniformes de trabajo me molan taco) , me acerque, nos saludamos con un apretón de manos
Deje de masajear su ano, para buscar su polla, esta no era muy grande, pero cuando pasee mis dedos por ella y percibí sus protuberantes venas,... ¡Que gusto, Dios mio!.....Me zafe de su abrazo para ver aquella maravilla, para segundos después dejarla entrar a ensalivarse en el interior de mi boca.
...decidió pasar su lengua por mi agujero; tensando los músculos de ésta para imprimir cierta dureza en los lametones que me propinaba; yo estaba en la gloria, y mi polla vibraba como respuesta al gozo suministrado.
Si hay algo donde Juan José sea incapaz de contener su homosexualidad ( aparte de un buen nabo con las venas marcas como él dice) es ante un escaparate....
El tío traía el uniforme de trabajo puesto; era la primera vez que podía deleitarme abiertamente y sin tapujos en como se ceñía aquella tela a su cuerpo, como le marcaba el pecho, los hombros, su paquete (que como yo bien sabía, no era fruto de una talla más pequeña...)
Dilatado como estaba de unas horas antes, mi cuerpo se abrió rápidamente ante su empuje dejando pasar su grueso miembro a través de mi esfinter