(Este relato es continuación de “El bosque de Sherwood”)
Lo que ha pasado hasta ahora: M. está en la playa de fin de semana con su familia. Pero el calor de su entrepierna le es insoportable (calentura “pollina” que se dice), así que se despista y se va a unos pinares de cruising, cerca de una playa de Rota (Cádiz)... Allí consigue echar un semiexhibicionista polvo con un jovencito... Recien terminado, suena el móvil: Es Ramón
No sé si mi familia se trago que quería volver temprano para que no me cogiera la caravana, pero al decir verdad me daba igual; ¡Ramón me había llamado!, tenía su mujer en la playa y como había tenido que trabajar no se había podido ir con ella; en resumen que tenía todo el día para mi. Espero que entendáis porque renunciaba a un día de playa ( los que no, leerse, por favor,”Celebrando el partido” y algo pillareis... je je )
Habíamos quedado para almorzar en mi casa, no es que yo sea muy buen cocinero pero no hay nada más socorrido que los tapers de comida congelada.Tan puntual como siempre, Ramón se presenció en mi casa, cuando lo vi, casi me quedo sin respiración, el tío traía el uniforme de trabajo puesto; no es que no lo hubiera visto otras veces de esa guisa, pero si era la primera vez que podía deleitarme abiertamente y sin tapujos en como se ceñía aquella tela a su cuerpo, como le marcaba el pecho, los hombros, su paquete ( que como yo bien sabía, no era fruto de una talla más pequeña...) y su culo, espectacular y hermoso, que se presentaba ante mí como un delicioso manjar prohibido.
Le alargue la mano para saludarlo, pero este se abrazó a mi dándome un tímido beso en los labios
( Joer , que éste no es mi Ramón que me lo han “cambiao”- me dije para mis adentros)
Mis ojos denotaron asombro por partida doble, circunstancia que fue percibida por mi ocasional amante que terminó diciendo en ese tono que lo caracterizaba:
-Quillo, es que he “venio” directamente del curro “paca”, no me ha dado tiempo de cambiarme...
-No, si no me importa- le respondí con una sonrisa, que concluyó en sus labios... esta vez en un prolongado beso, que no encontro resistencia por su parte.
Su lengua entró en mi boca, mientras sus brazos rodeaban mi fornida espalda como en un intento baldío de unir nuestros cuerpos en uno solo, pude sentir la dureza de su entrepierna chocar contra la mía.. Cuando concluyó el dilatado beso, sostuvo mi cara entre sus manos, me miró fijamente a los ojos, como queriendo decir algo... pero sus labios no emitieron ningún sonido.
Mientras poníamos la mesa, hizo ademán de quitarse el uniforme pero yo le pedí que no lo hiciera:
-A sus ordenes- me dijo en tono jocoso- hoy no tengo un “no” para usted
La comida transitó por una conversación distendida, solo hacíamos una breve pausa para tocarnos y algún pequeño beso. Cuando le pregunté que a que venía ese cambio, que el nunca había querido besarme ;me dijo con su habitual descaro:
-Es que tenía una duda ¿ Este tío besara igual de bien que la chupa?
Me volvió a besar y esta vez mucho más apasionadamente, desde ese momento supe que el almuerzo no concluiría; pues mi pícaro acompañante había decidido otro tipo de postre. Tiro de mi con una golfa sonrisa a la que no le podía negar nada, y cuando me quise dar cuenta estábamos en mi dormitorio. Me tiró sobre la cama e hizo ademán de quitarse la ropa...
-Ese no es el trato, Sr Ramirez vd. había dicho que estaba a mis ordenes. Así que haga vd. el favor de ponerse de píe.
Al levantarse de la cama, su abultado paquete quedo a la altura de mi cabeza, lo acaricie por encima del uniforme y mirándolo a los ojos desde la posición en que estaba le dije:
-Ahora estese quietecito, no se ponga nervioso...
Me incorpore , sin dejar de masajearle el paquete , comencé a desabotonarle muy despacito la camisa , descubriendo que bajo esta llevaba una camiseta blanca de tirantes.
Me separé para observarlo mejor y exclamando un espontáneo joder,le pedí que se quitara la camisa y mi lívido comenzó a acampar por sus anchas, la camiseta le quedaba magnifica, marcaba su pectoral, sus hombros y su incipiente tripa se veía hasta más atractiva.
Musite varias veces unos entrecortados “joder” y me fui agachando muy despacio ante él...mi boca paseo por su bulto, regando de saliva esa parte de su uniforme, como si de una coreografía mil veces repetidas se tratara, desabroche la hebilla de su cinturón...Olí los boxers buscando algunos efluvios a orina en ellos, pero estos olían solamente a detergente y suavizante... Libere su polla de toda atadura y esta salto como un resorte ante mi cara; olía a limpio, como recién duchado... El cabrón no venía directo del trabajo, se había puesto el uniforme a consciencia; ¡estaba demostrando ser casi tan morboso como yo...!
Chupe la cabeza del cipote para darle después unos golpecitos contra mi lengua, segundos después su glande casi acariciaba mi garganta. Puse en práctica lo aprendido del joven de los pinares de Rota; con tal maestría que no pude llegar diferenciar por los jadeos de Ramón, cuando sentía mayor placer, si cuando chupaba su polla casi hasta el tronco, o cuando lo masturbaba con la mano ensalivada. Deje que su pantalón cayera hasta los tobillos y aferre mis dos manos a su apretado trasero para empujar a su polla en su viaje a través de mi boca; por momentos el transito de entrar y salir recordaba una penetración... ¡estaba haciendo que Ramón me follara la boca !
Era tanto el placer que nos estábamos intercambiado, que sólo me permití parar leves segundos para respirar y por las pequeñas arcadas, la boca se me adormecía pero no quería que aquello terminara... la enorme polla que tenía ante mí babeaba,inundando mis labios, con una mezcla deliciosa de líquido preseminal y saliva... Pero en el sexo todo tiene su fin, y cuando su pene explotó de gozo. Ramón apretó mi cabeza contra su pelvis evitando que me zafara y vaciando todo el contenido de sus huevos en mi garganta....
Me miró como buscando mi aceptación, encontrando solo por respuesta mi extasiado rostro....Tiro de mi para que me incorporara, cuando estuve a su altura me beso mezclando su saliva con la mía y los restos de su esperma.... Me arrancó la ropa casi de manera violenta y me tendió sobre la cama, levantando mis piernas , se coloco mi hoyo frente a su boca, para poder introducir su lengua en él... sólo detuvo la salvaje comida que me estaba metiendo para incitarme a que me masturbara... En aquella complicada postura, casi en volandas, pues solamente mis hombros y mi cabeza sostenían mi cuerpo , masajear mi polla era una tarea difícil...¡ pero no imposible...!
Minutos después mientras la lengua de Ramón se introducía levemente en mi ojete, mi cuerpo se sacudía llenando todo mi pecho de semen, llegando algunas gotas inclusive hasta mi cuello....
Me volvió a besar, esta vez más tiernamente....
Recogí el cuarto un poco, mientras esperaba que el se duchara para hacerlo yo después... cuando volví de el baño, Ramón dormía desnudo sobre la cama....El pobre, después de trabajar toda la noche, estaba que no podía más... Me tendí junto a él, despacio sin hacer ruido; él estiró su brazo y me acercó a su pecho.
Bueno, espero poder escribir la continuación en breve, como siempre se admiten vuestros comentarios....Hagamos que la comunicación funcione...
Continuara en “After Siesta”.... Tampoco es que me haya quebrado mucho la cabeza con el título.