SEXO, VIAGRA Y UNOS PANTALONES ANCHOS DE CINTURA ( 1ª PARTE DE 2)
(Este relato es continuación de “ El Buen Gourmet”)
Lo que ha pasado hasta ahora: JJ y M se han ido de vacaciones a Galicia. La primera noche en Vigo, JJ conoce a un gallego en la Roy Black y deciden irse al hotel para “conocerse” mejor. El único problema está en que la habitación la comparte con M, así que queda en llamarlo una vez terminen... M se queda más tirado que una colilla en espera de la dichosa llamada, pero la noche tampoco se le presenta mal, primero un polvo “rapidín” en los wc de la disco (con un supuesto hetero), después uno en un hotel con un ejecutivo de Burgos...
Buenos días guapo... Que lo despierten a uno así, tiene su magia. Y más si quien lo hace, pocas horas antes te ha regalado todo el placer que otro ser humano te puede dar.
Los buenos días fueron seguidos por unos besos en el cuello y unas caricias en el lóbulo de la oreja; este directivo de Burgos sabía donde tocarme para que bajara todas las defensas. A pesar, de que sólo habíamos dormido unas escasas tres horas, mi cuerpo volvía a tener ganas de ser cabalgado por aquel semental peludo. Alargue mi mano , hacia su pelvis y pude comprobar que su gordo cipote estaba bien duro. Acto seguido él empezaba a pasearlo por el canal de mis glúteos; me hizo tenderme boca abajo en la cama y muy suavemente paso sus brazos por debajo de mis axilas, irguiendo levemente mi tórax, sin que su polla dejara de hacer el trayecto comenzado. Soltó brevemente mi cuerpo y poniéndose en cuclillas a la altura de mi culo, escupió sobre mi raja, y siguió masajeando los cachetes de mi culo con su pene. Cuando más complacido estaba por lo que Roberto estaba regalando a mi cuerpo este se aparto diciendo:
-Nene, vamos a hacer las cosas bien- y acto seguido cogió el lubricante y un preservativo.
Dilatado como estaba de unas horas antes, mi cuerpo se abrió rápidamente ante su empuje dejando pasar su grueso miembro a través de mi esfinter; al principio me dolió un poco e intente echarlo fuera de mi, pero pocos segundos después todo su cuerpo caía sobre mi, haciéndome llegar a lugares donde el placer todavía no me había llevado.¡Como me gustaba! Su pelvis se flexionaba al final de mi espalda, introduciendo su nabo cada vez con más fuerza dentro de mi ano.... Mis manos intentaban aferrarse a la cama, como si quisieran con ello dirigir a mi descontrolado cuerpo. Y si al principio mi agujero se resistió a la entrada de aquel dolmen de carne, ahora parecía pedir que más parte de él exploraran mis interiores
-Más, más mi vida, no pares – musitaba entrecortadamente mis labios
-Si! no pienso parar!, si! te voy a dar todo lo que ese culito tuyo se merece.
Llegado a un punto, mi cuerpo pareció implosionar,no quería que aquello acabara, mis sentidos querían un poco más de lo que se le estaba proporcionando... Pero los deseos poco tienen que ver con la realidad y un quejido casi sordo salio de la boca de Roberto, cuando se derramó en mi espalda... Me puse a cuatro patas sobre la cama y comencé a masturbarme, y tras unos intensos minutos en los que Roberto llegó a meterme hasta tres dedos en mi hoyo, mi boca profería incomprensibles insultos a la vez que llenaba las sabanas de semen. … Extenuados nos besamos.
No sé durante cuanto estuve adormilado, me saco de mi duermevela la voz de Roberto diciendo:
-Duchate! Que tengo que ir a currar
Cuando salí de la ducha, el corazón se me agito ante lo que se le presentaba a mis ojos, mi fogoso amante se habia ataviado con un impoluto y elegante traje negro de rayas. ¡ Joder ,el tío estaba de toma y pan moja con él! Y lo mejor, es que no hacía falta que me lo imaginara desnudo.
Una vez, me vestí, bajamos a desayunar, el último beso me lo dio en el ascensor; al abrazarme sentí como su polla se volvía a endurecer con nuestro mero contacto... la palpe como despedida , un pequeño murmullo de placer escapo de sus labios.
El desayuno fue rápido, pues tenía bastante prisa, me dio un correo electrónico para que estuviéramos en contacto... Yo apenas probe bocado, no sé si porque todavía no había asimilado las peripecias de la noche o porque el tío que en principio, ni me atraía lo suficiente, me tenía anonadado con sus gestos, su porte, sus palabras....Yo por aquel entonces, no había aprendido a aprovechar la fugacidad de estos encuentros, y no podía evitar que en el estomago me invadiera una sensación de tristeza.
Nos despedimos con un apretón de manos en la puerta del hotel, el se cogió un taxi y yo me fui caminando. Mire el teléfono, tenía un montón de llamadas perdidas de Juan José , la primera a las siete de la mañana, ¿El cabronazo este donde esperaba que yo pasara la noche?
Espero os haya gustado, si habeís llegado hasta aquí ¡Gracias por leerme! Y anda no seas perezoso y valorame., “porfa”... si te sientes generoso, enviame un comentario.. Siempre son bienvenidos y tenidos en cuenta.
La continuación en una semana o siete días ( lo que pase antes)