miprimita.com

Los albañiles.

en Gays

¡Hola!

 

Mi nombre es Juan José, JJ para los amigos. Aunque nací hace cuarenta y dos años en un pueblo de Badajoz (de cuyo nombre ni quiero acordarme) ; hago mi vida desde hace casi veinte años en Sevilla. Vine en principio por una temporada, pero la ciudad me sedujo con sus encantos y aquí me tienen... Que ya hasta suelto hasta algún que otro “miarma” como cualquier sevillano que se precie.

 

Actualmente tengo novio... ¿ novio? Ah , que no lo he dicho, mis preferencias sexuales son las que vulgarmente se llaman las de un maricón... Siiii, ya sé que esta palabra no es muy políticamente correcta... ¡Pero es que yo no lo soy!. Sé que hay palabras más adecuadas para designar a las personas que les gusta una polla en vez de un coño, pero a mi la palabra maricón, me suena fuerte y solemne.

 

Como podéis haber supuesto estoy fuera del armario, bueno creo que nunca he entrado en ese sitio. Pero si pensáis que soy la clásica “loca” que va haciendo alarde de su condición a todas horas; erráis. Yo le doy la misma importancia a mis apetencias sexuales, que a mis gustos gastronómicos; si a alguién que conozco de entrada no le digo que me gustan los spaguettis con nata, no tengo porque decirle, si a la hora del sexo, me gustan los caracoles o las almejas .... Lo que yo siempre digo; ¡quien quiera saber que compre un libro!

 

 

Bueno, a lo que iba contando, que me pierdo. Aunque actualmente tengo novio... Uno muy guapo y que me quiere mucho, mi existencia sexual ha estado llena de muchas experiencias, unas muy bonitas y otras no tanto ( algunas rozaron lo horrible), pero es lo que tiene esta cosa que se llama vida... ¡Hay que exprimirla todos los días!, porque lo peor es que si no la aprovechas después no te devuelven el dinero.

 

Yo pienso que me gustan los hombres desde siempre. Era todavía  muy pequeñito y ya andaba  curioseando en los pitos de los muñecos, pero a estos les pasaba como a los angelitos: nasti de plasti.

 

A mi parecer existe una errónea creencia que considera a los niños pequeños, unos seres asexuados y según yo lo veo, nada más lejos de la realidad. Y con esto, no quiero decir que esté de acuerdo con esos depravados que para llegar a tener un orgasmo necesitan un ser inocente, ¡no!, lo que quiero decir es que los niños tienen su propia sexualidad , la cual viven a su manera, y que los mayores no debemos inmiscuirnos en ella; aunque creamos que ellos son consentidores de nuestros favores.

 

Hasta donde mi memoria alcanza, siempre he tenido una fijación con el sexo; concretamente con el que cuelga, que el otro siempre me la ha traído floja. Mi curiosidad era a veces obsesiva, y a la vez que iba creciendo , ésta obsesión se hacía mayor.

 

Mi primer descubrimiento de lo que podía ser el placer, me llego a los 8 años. En aquel entonces yo era un niño regordete e introvertido, tenía pocos amigos y me pasaba las horas muertas jugando a solas. Pero el que fuera tímido, no quería decir que yo fuera un chico poco travieso...¡ Era un trasto y de mucho cuidado !

 

Había una obra en el solar colindante con mi casa, y raro era el día que no me saltaba la tapia de mi patio y me colaba entre los pilares y materiales de construcción. ¿ Qué buscaba allí? Enredar, que a mí eso me ha gustado siempre un montón. Eso si, era tan astuto que nunca los albañiles que allí trabajaban fueron conocedores de mi presencia. Bueeeno....Tengo que decir,en favor de los pobres trabajadores, que yo me colaba cuando suponía que no había nadie.

 

Aquel día como tantos otros, yo creyendo la obra vacía como de costumbre, me di mi rondita de rutina por ella. Pero, tanto va al cántaro a la fuente hasta que se rompe, y aquel día había dos albañiles dentro todavía. Me escondí como pude, tras de un montón de ladrillos, cuyos orificios me permitían observar los movimientos de los dos trabajadores. Éstos lejos de marcharse pronto, parecían que tenían para rato, pues acompañaban a su animada charla con unas cervezas.

 

Desde mi tamaño, yo veía a los dos hombres como dos gigantes, dos inmensas moles de musculo y pelo; eso sí uno era más corpulento que el otro. Por lo que recuerdo, uno de ellos aparentaba tener unos cuarenta y largos años, el otro veintipocos. El cuarentón era un tio enorme, le sacaba al otro por lo menos una cabeza, con unas anchas espaldas y un pecho peludo como un osito. El más joven era también un tío regordete, pero con el vientre más plano que su compañero. Eso si, con el uniforme de trabajo, ambos lucían un culo, que ya a mi corta edad se me antojaba atractivo.

 

La charla de los dos hombres parecía no acabar , ¡para mi suplicio! ( pues no quería que me pillaran y me echaran la bronca en casa ). Y venga charlar, y venga charlar.... y yo sin poder moverme, creo que se me quedo dormida hasta la pierna.

 

En un momento determinado el mayor se levanta, “ ¡Por fin se van a ir !” pensé; pero que va, deja allí sólo al otro un momento y vuelve con algo en la mano. El tío trae una revista guarra,sabía que lo era por que mi hermano siempre tenía una debajo del colchón. Los albañiles se callaron por un momento y empezaron a pasar las páginas de la publicación, parándose de vez en cuando para decir palabrotas ( Si mi madre estuviera aquí, seguro que les reñía- me dije para mis adentros) Lo que no entendía es porque se tocaban la parte del pantalón donde tenían su pilila , y cada vez más, como si les picara. No sé que paso o dijeron, pero el cuarentón se desabrocho el pantalón, y saco de dentro de los slips su cosa . ¡Y que cosa! Yo por aquel entonces no tenía mucho con lo que comparar, pues los únicos pitos que había visto eran: el de mi hermano de trece años, el de algunos niños de mi edad en la piscina y el mio. Así que me parecio enorme, y por lo que se me viene a la memoria lo debía ser , porque su manaza no conseguía abarcarla por completo. Aquella gigantesca pilila , me llamo la atención en demasía, no por su tamaño (que también) sino por su gran cabeza rojiza y por la cantidad de pelos que adornaban sus huevos. Al poco, el joven hizo lo mismo, se saco el pito y comenzó a moverlo de arriba a abajo como si le picara; todo ello sin dejar de mirar la revista que tenían ante sí.

 

No sé que paso, que el más alto, en un momento determinado, empezó a rascarle el pito al otro; debía de ser parecido a cuando mi madre me rascaba la espalda, porque el jovencito suspiraba aliviado. A éste le tuvo que gustar mucho, porque en agradecimiento, se puso a frotar con la mano la pilila de su compañero. .

 

Pero al cuarentón no debía hacerle mucha gracia, que se la rascara, porque le quito la mano, ¡eso si también dejo de hacerlo con la del joven...! Lo que no entendí, es porque hizo que el chaval se agachara y se pusiera de rodillas, me dio la sensación de que lo estaba castigando; y la pena consistía en meterse el pipi del hombre mayor en la boca.... Esto parecía que le gustaba muchísimo al gigante peludo, porque le decía cosas como” ¡Que bien lo haces!¡Yo sabía que te gustaba!” y cosas parecidas.

 

La boca del joven albañil debía ser muy grande, pues se había tragado toda la churra del hombre de golpe. De vez en cuando la sacaba y podía ver que ésta se había puesto más grande que antes y muy mojada. Pero el joven albañil  sólo la dejaba un breve  instante fuera, con lo que no me daba tiempo de contemplar aquel cacharro, todo lo bien que me hubiera gustado.

 

Como al hombre que estaba de píe le agradaba tanto lo que el muchacho le estaba haciendo, y al joven parecía no digustarle. Pensé que no debería ser un castigo, que debería ser un juego: Un juego de mayores.

 

Cuando parecía que habían terminado la partida, el mayor le pidió al joven que se levantara; le bajo los pantalones hasta la rodilla y le hizo apoyarse sobre un inconcluso tabique. Circunstancia que hizo que no me aclarará con lo que estaba pasando, porque al principio pensé que era un castigo pero como los dos se lo estaban pasando bien, no podía serlo: tenía que ser un juego Pero entonces, si estaban jugando ¿ Porque lo castigaba de cara a la pared? ¡Ufff, qué lío!

 

El gigante peludo se agacho tras el muchacho y empezó a mirarle el culo (No sé habrá limpiado bien -pensé- ¡ jolines, pues ya es mayorcito, para que no sepa hacerlo!) Una cosa que me llamo mucho la atención del trasero del joven fue: la cantidad de pelos que tenía. Unos vellos risados y negros que se me antojaba acariciar, al igual que lo hacía el cuarentón con sus enormes manos. A su castigado compañero parecía gustarle como le tocaba, pues suspiraba de forma placentera. Tras un rato de dale que te pego con sus manos en el trasero peludo, el hombre mayor aparto las cachas del culo de  éste e hizo una cosa que me pareció asquerosa en principio: metió la lengua en el agujero. Después pensé que debería estar muy limpio, porque para eso, se había llevado un buen rato comprobando como  estaba. Por lo que se ve, el que te metieran la lengua ahí, debía ser otro juego de mayores, porque el joven le pedía a gritos que siguiera, que no parara.

 

 

Me deleite en mirar como la descuidada barba del gigante se paseaba por el velludo agujero, su lengua parecía que chupaba una piruleta; ¡Que lengua más grande tenía el albañil! De un lenguetazo pasaba por entero por el hoyo del joven...De vez en cuando con sus manos apartaba los glúteos de su amigo, como si quisiera chupar la parte interior del culo. Cada vez que hacía esto el muchacho gritaba como si le hiciera daño, pero no debía dolerle mucho, porque le seguía diciendo que siguiera, que no parara. Mientras tanto, yo que no paraba de observar al hombre que estaba agachado, de arriba a abajo, de abajo a arriba; me percate que su churra se le había puesto todavía más grande y que temblaba como un flan, un flan tieso como un palo ¿Estaría igual de duro? Tengo que reconocer que se me antojaba acercarme a el, para comprobar como estaba de firme. Pero contuve mi capricho ( no vaya a ser que se enfadaran, y se lo dijeran a mis padres.)

 

A la vez que le chupaba el culo, el gigante se empezó a tocar el pito, de arriba a abajo, de abajo a arriba,como si le picara, de buenas a primeras se echo un escupitajo en él; ¡Debía molestarle mucho! Mi madre cuando me picaba una avispa me juntaba una especie de pomada y se me iba el escozor. Pues al hombre parecía que no se le pasaba el picazón, por que otra vez su mano para arriba, para abajo, para arriba... Es que no debía ser lo mismo la saliva que la pomada, pero como decía mi madre: el comer y el rascar...

 El gigante dejo de meter la lengua por el agujero, llevaba tanto rato que ya se le debía haber pasado el sabor; a los chicles les pasa eso, al principio están muy ricos pero al rato ya no saben a nada.

 

Pero el muchacho  no se enteraba de que su culo había perdido el gusto, pues seguía apoyado contra el muro, de cara a la pared; como esperando que el cuarentón le siguiera comiendo el agujero.

 

Lo que paso a continuación me dejo totalmente ensimismado, el hombre más mayor, se coloco a las espaldas del muchacho y empezó a pasarle la churra por la raja del culo. (Otro juego de mayores-pensé) Era muy bonito ver como la cabeza roja subía y bajaba por aquella especie de montaña de carne. Al joven albañil parecía que no le disgustaba el juego (Debería ir ganando-me dije)

 

Y cuando ya pensé que la forma de divertirse de los dos albañiles no me podía sorprender más, pasó algo que me dejo petrificado. El gigante comenzó a intentar meterle el pito, por el agujero del culo al muchacho... Con lo grande que era ¡Eso no entraba por ahí! ¡Era imposible! Los ojos se me pusieron como platos cuando vi lo que ví, el enorme pito empujo y empujo contra el hoyo peludo, tanto que en una de las veces termino por meterlo... El más joven me tenía desconcertado, lo mismo se quejaba de que le dolía, que le pedía por favor que se la metiera más adentro... ¡No se aclaraba para nada ! Yo creo que por eso su compañero de trabajo, en vez de dejarla dentro todo el tiempo, se la sacaba y se la metía... Al principio, el ritmo con el que lo hacía era muy lento, tanto que cuando estaba fuera yo veía la churra en su totalidad, después comenzó a hacerlo más deprisa y ya no me daba tiempo ver como entraba y salía.

 

Cambiaron de posición, el muchacho se subió a un andamio que habia por allí, se echo de espaldas sobre el y levantando las piernas incitó a su compañero diciéndole: ¡Veras como así entrá mejor! El gigantesco albañil se acoplo, se colocó las piernas sobre sus hombros y empezó a empujar su cuerpo contra él. La postura parecía más cómoda, pues el chico suspiraba más y mejor. Lo malo es que donde yo estaba, ya no podía ver entrar la pilila del cuarentón en el culito peludo, pero en cambio, si podía ver plenamente el enorme trasero del albañil mayor. Era delicioso, ver como aquella masa de carne redonda y velluda, se contraía en cada movimiento, cuando empujaba se vaciaba, cuando se echaba hacia atrás: se inflaba. Parecía un balón, al que estuviera inflando con una bimba. Observar ese culo contraerse e hincharse, me tenía muy emocionado... Tanto, que cada vez me entraban más ganas de tocar a ese hombre Pero... ¿ y si se enfadaba?

 

Seguí mirando como los dos albañiles jugaban, por como se quejaban y suspiraban ,me era imposible saber quien iba perdiendo y quien iba ganando. ¡Van empatados!- me dije completamente convencido.

 

Pasaron un rato así, a mi lejos de hacerceme pesado; cada vez me gustaba más, me encantaba como el peludo trasero se movía hacia delante y hacia atrás, como las piernas del muchacho se agarraban a su cuello en una especie de tijeras.... Y sobre todo, lo que me gustaba era las palabrotas que se decían;¡ como me hubiera gustado ser mayor en aquel momento, para poder decirlas y que mi madre no dijera que me iba a lavar la boca con jabón!

 

Cuando menos me lo esperaba el albañil cuarentón, se paro y le preguntó una cosa que me dejó claro que se trataba de un juego: ¿ Dónde me corro?

 

- Correte en mi cara- le dijo el jovencito.

 

El jovencito se volvió a poner de rodillas, ante el enorme albañil. Este movio su pito ( su cabeza estaba roja a más no poder), de su cabeza salio un liquido que parecía leche que lleno por completo la cara del muchacho, pero la pilila del gigante peludo seguía escupiendo  y ésta le resbaló hasta el pecho. El arrodillado albañil empezó a rascarse su cosita. Ésta era también grande, no tan enorme como la de su compañero,aunque lo suficiente para que  ocupara toda su mano. Su puño subía y bajaba por el rígido trozo de carne; cada vez me apetecía más acercarme y ayudarle con sus picores. Pero de buenas a primera paro y al igual que el pito del gigante, empezó a escupir el líquido blanco.... Durante más tiempo y más cantidad.

 

El albañil que estaba de píe, tiro de su compañero por las axilas para ponerlo de píe. Cuando estuvo a su altura le limpio la leche de su rostro con la manga de su uniforme de trabajo,lo miro durante unos breves segundos. Cogio su cara entre sus dos manos y le dio un beso de novio. ¡Fue uno tan largo como los de las películas!

 

Tardaron un poco en irse, pero ya no siguieron jugando. Estuvieron charlando todo el rato y a mi eso me aburría.... Pero tenía que esperar a que se fueran.

 

Aquella tarde había aprendido tres cositas:

 

  1. Los mayores tienen unos juegos muy extraños.

  2. Las churras de los señores mayores no sólo echan pipí, también echan leche.

  3. Ver jugar a los mayores es muy antojadizo, mi pipi se había puesto grande y me habían entrado ganas de rascarme como ellos.

 

La pena, es que como tardaron mucho en irse. Mis padres descubrieron que me colaba en la obra y a partir de aquel día, me vigilaron más estrictamente. Por lo que ya no pude ver jugar más a los albañiles ¡ Con lo bien que me lo había pasado!

 

 

Si has llegado hasta aquí, gracias por leerme.

 

Y por favor, antes de salir, tu valoración y comentario son importantes.

 

( Proseguirá dentro de quince días con “Jugando a los médicos”)

 

 

Mas de machirulo

El Blues del autobús

Mr Oso encula a la travestí gótica

Hombres calientes en unos baños públicos (2 de 2)

Hombres calientes en unos baños públicos (1 de 2)

Desvirgado por sus primos gemelos

Un camión cargado de nabos

Cruising entre camiones

Mi primera doble penetración

Un ojete la mar de sensible

Un nuevo sumiso para los empotradores

Once machos con los huevos cargados de leche

Un buen atracón de pollas

Por mirar donde no debía, terminó comiendo rabo

Aquí el activo soy yo

Estrenando un culito muy delicioso

El mirón de las duchas

Una doble penetración inesperada

Amarrado, cegado y follado hasta la extenuación

Polvo rápido en el baño

La duquesa del coño insaciable (4 de 4)

La duquesa del coño insaciable (3 de 4)

La duquesa del coño insaciable (2 de 4)

La duquesa del coño insaciable (1 de 4)

¡Pero qué buenos están estos dos hermanos!

Una doble penetración inesperada

El mecánico siempre descarga sus cojones dos veces

Son cosas que pasan

Sexo grupal en el vestuario

La fiesta de las Coca-colas

Un casquete después de la siesta

Pepe se lo monta con sus primos gemelos

Serrvirr de ejemplo

Comer y follar todo es empezar

Con mi ojete preparado para un rabo XL

Al chofer del bus, le sale la leche por las orejas

Mamándole el ciruelo a mi mejor amigo

De cruising en la playa de Rota

Cinco salchichas alemanas para mi culo estrechito

Un mecánico con los huevos cargados de leche

El descomunal rabo del tío Eufrasio

Follado por su tío

Meter toda la carne en el asador

Míos, tuyos, nuestros… ¡De nadie!

Encuentros furtivos en el internado

Antonio y la extraña pareja

Fácil

Bolos, naranjas y bolas.

Vivir sin memoria

El libro de la vida sexual

Reencuentro con mi ex

Punta Candor siempre llama dos veces

Hombres Nextdoor

Mundo de monstruos

Dejándose llevar

Guía de lectura año 2017

Dejar las cosas importantes para más adelante

Una proposición más que indecente

¡No hay huevos!

Ignacito y sus dos velas de cumpleaños

El chivo

La mujer del carnicero

Iván y la extraña pareja

El regreso de Iván

Guerra Civil

Las tres Másqueperras

Toda una vida

Objetos de segunda mano

Follando con el mecánico y el policía (R) 2/2

Follando con el mecánico y el policía (R) 1/2

Ni San Judas Tadeo

La invasión Zombi

Seis grados de separación

¡Arre, arre, caballito!

La más zorra de todas las zorras

Un baño de sinceridad

Barrigas llenas, barrigas vacías

No estaba muerto, estaba de parranda

Dr. Esmeralda y Mrs. Mónica

Yo para ser feliz quiero un camión

Tiritas pa este corazón partio

Corrupto a la fuga

Un polaco, un vasco, un valenciano y un extremeño

El de la mochila rosa

La jodida trena

Tres palabras

Hagamos algo superficial y vulgar

Pensando con la punta de la polla

Quizás en cada pueblo se practique de una forma

Gente que explota

Guía de lectura año 2016

En unos días tan señalados

Desátame (o apriétame más fuerte)

De cruising en los Caños

Putita

Sé cómo desatascar bajantes estrechos

Este mundo loco

Como conocí a mi novio

No debo hablar

El secreto de Rafita

¿De quién es esta polla cascabelera?

Me gusta

Me llamo Ramón y follo un montón

Doce horas con Elena

El pollón de Ramón

Dos cerditos y muchos lobos feroces

El ciprés del Rojo

Follando por primera vez (R) 2/3

Follando por primera vez (R) 3/3

Follando por primera vez (R) 1/3

Estrenando un culito muy delicioso

El mirón de las duchas

Orgia en el WC de los grandes almacenes

Once pollas para JJ

Prefiero que pienses que soy una puta

Homofobia

Adivina quien se ha vuelto a quedar sin ADSL

¡Terrible, Terrible!

Bukkake en la zona de descanso

Mi primera vez con Ramón

Tu familia que te quiere

Si no pueden quererte

Mía

Infidelidad

Dos adolescentes muy calientes

Ocho camioneros vascos

Parasitos sociales

El pollón del tío Eufrasio

Violado por su tío

Talento

Somos lo que somos

Sexo en Galicia: Dos en la carretera

Tres pollas y un solo coño

De amor se puede vivir

Duelo de mamadas

¡Se nos da de puta madre!

Dos hermanos

¿Dónde está la oveja de mi hermano?

¿Por qué lloras, Pepito?

El MUNDO se EQUIVOCA

Todo lo que quiero para Navidad

Como Cristiano Ronaldo

Identidad

Fuera de carta

Los gatos no ladran

Su gran noche

Instinto básico

TE comería EL corazón

La fuerza del destino

La voz dormida.

Como la comida rápida.

Las amistades peligrosas.

El profesor de gimnasia.

Follando: Hoy, ayer y siempre (R)2/2

Follando: Hoy, ayer y siempre (R) 1/2

El ser humano es raro.

La ética de la dominación.

¡Ven, Debora-me otra vez!

La procesión va por dentro.

Porkys

Autopista al infierno.

El repasito.

José Luis, Iván, Ramón y otra gente del montón.

El sexto sentido.

Cuando el tiempo quema.

Mi mamá no me mima.

La fiesta de Blas.

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Sin miedo a nada.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

¡Qué buena suerte!

El rumor de las piedras.

Dios odia a los cobardes.

Tres palabras.

Guía de lectura segundo semestre 2.014.

Como un lobo.

Solo Dios perdona.

El padrino.

Perdiendo mi religión.

Adiós Francisquito, adiós.

Pequeños descuidos.

La sombra de una duda.

Mis problemas con JJ.

Unos condones en la guantera.

La voz dormida.

Follando con mi amigo casado.

Si pudieras leer mi mente.

Bésame, como si el mundo se acabara después.

Si yo tuviera una escoba.

Guía de lectura primer semestre dos mil catorce.

¡Cuidado con Paloma!

La lista de Schindler.

Nos sobran los motivos.

La masticación del tito Paco.

Viviendo deprisa.

El blues del autobús.

¿Y cómo es él?

¡Voy a por ti!

Celebrando la victoria.

Lo estás haciendo muy bien.

Vivir al Este del Edén.

Hay una cosa que te quiero decir.

Entre dos tierras.

Felicitación Navideña.

37 grados.

El más dulce de los tabúes.

Desvirgado por sus primos gemelos

Las pajas en el pajar

Para hacer bien el amor hay que venir al Sur.

Tiritas pa este corazón partio

Valió la pena

1,4,3,2.

Sexo en Galicia: Comer, beber, follar....

¡Se nos va!

En los vestuarios.

Lo imposible

Celebrando la victoria

La procesión va por dentro.

El guardaespaldas

El buen gourmet

Mariano en el país de las maravillas.

Tu entrenador quiere romperte el culo(E)

Retozando Entre Machos.

Culos hambrientos para pollas duras

La excursión campestre

¡No es lo que parece!

Mi primera vez (E)

Vida de este chico.

Follando con mi amigo casado y el del ADSL? (R)

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón

Trío en la sauna.

Nunca fuimos ángeles

Desvirgado por sus primos gemelos (E)

Como la comida rápida

La misión

Follando con mi amigo casado

La churra del Genaro

Uno de los nuestros

Sexo en Galicia: Tarde de sauna (R)

2 pollas para mi culo

El cazador.

Los albañiles.

Jugando a los médicos.

Algo para recordar

Mis dos primeras veces con Ramón (E)

A propósito de Enrique.

Guia de lectura y alguna que otra cosita más.

Culos hambrientos para pollas duras

En los vestuarios (E)

Celebrando la derrota

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (Epilogo)

No quiero extrañar nada.

Punta Candor siempre llama dos veces.

4,3,2,1....

2 pollas para mi culo

Adivina quién, se ha vuelto a quedar sin ADSL

El MUNDO se EQUIVOCA

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón (R)

Historias de un follador enamoradizo.

Living la vida loca

Sexo en galicia con dos heteros (R)

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Comer, beber... charlar.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

Regreso al pasado

Follando con mi amigo casado (R)

“.... y unos osos montañeses)”

El padrino

... Bubú.....

El blues del autobús (Versión 2.0)

El parque de Yellowstone (Yogui,....)

After siesta

Sexo, viagra y ... (2ª parte) y última

Before siesta

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (1ª parte)

El bosque de Sherwood

El buen gourmet

Como la comida rápida

Pequeños descuidos

¨La lista de Schindler¨

El blues del autobús

Celebrando el partido