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Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón (R)

en Gays

Finales de Julio 2010

 

 

 

Aquel verano, como todos los verano; antes de irme de vacaciones, lleve el coche al taller, para una rutinaria puesta a punto...

 

Al ser período estival, el concesionario solo abría hasta las tres. Por lo cual, tuve que dejar el coche por la mañana temprano, para recogerlo a la salida del trabajo.

 

Como no tenía medios para volver al curro, cuando pregunte por el número de parada de taxis más cercano, el encargado del taller pidió a uno de los mecánicos que me acercara.

 

El mecánico era un tío de unos treinta y pocos años, con cara de buena gente, bastante brutote hablando y tosco en los modales. Lucía un cabello corto, negro como el azabache. La descuidada barba de dos o tres días le daban un toque de morbosa masculinidad . Pero lo que más llamaba la atención eran sus grandes ojos negros, lo cual predominaban sobre la redondez de su rostro.

 

Bueno, miento. Lo que más llamaba la atención de él, no eran sus ojos. Era la capacidad, para enlazar un palabra con otra. ¡El mecánico era charlatán como el sólo!

 

En los escasos diez minutos que había en coche; desde el polígono, donde estaba el concesionario a mi lugar de trabajo, me narró su vida entera. Me contó que estaba casado que tenía una niñita de dos años, que estaba en el taller sustituyendo las vacaciones de un compañero... .Me pregunto todo lo que vino en gana, y yo que aquella mañana no tenía mucha ganas de cháchara por problemas que venía arrastrando de los últimos días, contestaba de manera poco cordial.

 

 

Una vez en mi destino, se despidió de mi con un apretón de mano, como si me conociera de toda la vida y quedamos en vernos a las tres.

 

Pero como el hombre pone y Dios dispone, se me torcieron las cosas y por más que yo quisiera, me iba a ser imposible, estar allí a la hora convenida. Así que no tuve más remedio, que llamar a las tres menos cuarto, pidiendo que me esperaran unos diez minutos, pues antes no podía llegar...

 

La persona que me cogió el teléfono, dijo que no habría problema, que me esperarían...

 

Pero como siempre, que uno depende de otras personas para presentarse a los sitios, llegaba bastante más tarde de lo diez minutos de rigor previstos...

 

Telefoneé de nuevo, a las tres y diez y me lo cogió Ivan (que era el mecánico que me acerco por la mañana ) el cual  me contesto muy alegremente:

 

  • No te preocupes “pare”, llamo a la parienta y yo te espero.

 

 

Eran las tres y media cuando llegue al concesionario. Muerto de vergüenza por la tardanza, llame a un timbre que habia en la puerta y a los pocos minutos salió Ivan con el torso al descubierto, daba la sensación que se había estado lavando, me disculpe abochornado por la tardanza, a él no pareció importarle y volvió a darme la mano de esa modo suyo tan afectuoso...

 

 

 

Me dio la factura y me explico brevemente lo que le habían hecho al coche. Mientras lo hacia se pasaba su mano por su pecho peludo y se tocaba levemente el paquete... aquello me escamo y lo mire extrañado:

 

- No te preocupes estamos solos

 

No salía de mi asombro ante el descaro del mecánico, así que hice ademan de irme pero éste, haciendo alarde de su poca vergüenza, me dice:

 

-Si te esperas, me ducho y me voy contigo y nos tomamos unas tapitas por ahí, que para cuando llegue al pueblo, va a ser hora de merendar.

 

Sintiéndome obligado por el inmenso favor que me había hecho, no me pude negar...

 

Tras esperar quince minutos y ver que Ivan no venía, me adentre en el fondo del taller a buscarlo...

 

Vi un cuartito donde habia luz.. Así que me asomé.. La puerta estaba abierta, dejando ver al mecánico desnudo pajeándose bajo la ducha... No pude evitar deleitarme con la imagen de ese macho peludo dándole al manubrio … El tío tenía unas buenas espaldas, un culo apretado y redondito y por lo que dejaba ver su mano; un buen cipote... Cuando fue consciente de mi presencia, dejo de masturbarse y me dijo:

 

-Quillo, es que ando “mu” caliente y tengo a la parienta con el “me”

 

No supe que decir. Los colores se me subieron, él siguió hablándome con esa verborrea que lo caracterizaba y como si me conociera de toda la vida. Todo ello, sin quitarse la mano de la polla, la cual tenía mirando al cielo.

 

Mientras mi brutote mecánico hablaba sin parar, me pare a observar el ejemplar de macho que tenía ante mi y la verdad es que no tenía ningún desperdicio, ancho de pecho, musculado pero sin ser excesivo , un pelin de barriga, anchas piernas y un nabo que sin ser nada fuera de lo común, estaba pidiendo comeme... Lo mire a la cara y me dije: Mariano, no intentes nada, que el bestia este te parte la boca. Pero el inconsciente es muy mal compañero, y a pesar de los buenos consejos que me yo daba para no meterme en un lío, mi hermano pequeño empezó a crecer, marcándose bajo mi pantalón de nilo.

 

-¡”Pare”, esto tiene que ser contagioso, a ti se te ha puesto también dura!- dijo Ivan alargando, de forma descaradada, su mano hacia mi paquete, para cerciorarse de lo que decía.

 

Un cumulo de sensaciones invadió mi ser, alargue mi mano hasta su pollón y este respondió vibrando entre mis dedos... No habían pasado ni diez segundos, cuando su cipote estaba entre mis labios, debía ser verdad lo de que andaba “fartito” pues se corrió al poco. Lo mire desencantado , mis ojos se encontraron con un rostro pícaro que me decía:

 

-¡Pero no te pares, si aún tengo más en el depósito.!

 

Ante tal invitación, seguí mamándole la polla...Una polla que a pesar de haberse vaciado segundos antes, seguía dura como un hierro. Me la saqué de la boca, y la observe por unos segundos, era bastante gorda y cabezona, aunque no muy larga. Solo deleitarme en su visión, me puso a más de mil y proseguí chupando aquel manjar sexual...Pase la lengua por su glande, para terminar de limpiarle los restos de semen y después me la introduje hasta el tronco a lo que él, que no sabia estar callado, me decía obscenidades, tales como como : ¡así me gusta!, ¡la mamas del carajo!, ¡me la vas a mamar hasta que te de asco!, ¡me vas a sacar el tuétano de los huesos si sigues chupando así...! Sintiéndome jaleado como los jugadores de fútbol, puse más empeño en el partido... aunque mi interés final no era el gol...

 

 

Por lo que se veía, mi brutote mecánico, pasada la calentura inicial, tenía muy buen aguante... y soportaba bastante bien mi vertiginosa mamada... yo succionaba su glande, pasaba la lengua por sus huevos mientras lo masturbaba, la saliva goteaba aquel martillo de carne que entraba en mi boca hasta tropezar con la campanilla... él se retorcía de placer mientras con sus manos, empujaba mi cabeza contra su pelvis...

 

 

Apartó mi cabeza de su polla, casi de manera brusca y mirándome a los ojos, de la manera más descarada que lo habían hecho nunca, me dice: “ ¿Te gusta que te follen?, porque yo te follaba ahora y me quedaba como nuevo”

 

Le dije que si, pero que sintiéndolo mucho, no venía preparado.

 

Me miro extrañado y me dijo: ¿No?, y entonces la bolsa que tienes con lubricante y preservativos en la guantera

 

Le hice un gesto de perplejidad al que responde:

 

-En los condones pone no sé que de Gay, y la crema es lubricante anal... Por eso te he “entrao” que o si no, .. ¡Quillo, que tú pareces hasta normal!

 

 

¡Joder que despiste! Eso lo deje olvidado, la última vez que estuve en la sauna, ya no me acordaba ¡si hacia ya, por lo menos un mes....!

 

-Entonces que¿ hay tema o no hay tema ?- me dijo el cabrocente magreándome los glúteos con sus rudas manos...

 

Como cosas como estas, te suceden muy pocas veces y el tío estaba para dejarlo que te follara, no una, sino mil veces. Agarré su polla, fuertemente entre mis dedos y le dije :

 

-Para esta polla tan rica, tengo yo no un tema; un libro entero si hace falta.

 

No sé si el gañan que tenía conmigo, pillo la tontería que acababa de decirle o no , el caso es que poco después, con mi culo bien lubricado y su polla vestida de latex y apoyado sobre el capo de un coche, comenzó a cabalgarme como si la vida le fuera en ello, sus entradas y salidas en mi ano eran salvajemente rudas, como si se empeñara en meterme los huevos... El dolor y el placer se cebaban en mi cuerpo, cada embestida dilataba mas mi agujero y parecía que lo dejaba pasar un poco más...Me apretaba la cintura fuertemente y arremetía una vez y otra vez.. su verga se me clavaba, como si en cada empujón creciera de tamaño y se pusiera más dura... de vez en cuando yo alargaba mi mano hacia sus huevos , los cuales chocaban aplastándose contra mis glúteos, los estrujaba suavemente entre mis dedos y unos gemidos escapaban de sus labios... cuando se canso de la postura me hizo tenderme sobre el capo del coche con las piernas hacia arriba y siguió penetrándome.

 

-Te gusta como te doy “comia”, eh- me dijo con una expresión supercachonda y calenturienta, la cual me puso con más ganas de jarana.

 

Tendido sobre el capo, podía ver la cara que ponía mientras empujaba su cuerpo contra mi, su expresión de morbosa satisfacción me ponía más a mil, con lo que la penetración era todavía más placentera... Cuando estaba a punto de correrse me dice: ¿ Donde quieres la leche?

 

Me agache ante el, y le pedi que se corriera en mi cara, de su gordo cipote salieron varios trallazos de esperma, dando como resultado una descomunal mancha de semen, que me impregno hasta los ojos... Me masturbe y me corrí, mientras su leche, resbalaba por mi rostro hasta mi pecho . Mientras me vaciaba sobre el suelo del taller, mire a Ivan, su herramienta todavía escupía liquido seminal, el mecido por el gozo; gruñía entrecortadamente como un animal....Verlo, en aquel estado, hizo que mi orgasmo, fuera aún más pleno.

 

Pasado el momento del éxtasis y mientras nos limpiamos me miro con esa expresión picarona que tanto me ponía y me dice:

 

-”Pare” me parece que ya no nos dan de comer en ningún sitio, eh...

 

Yo me reí, pensando que nunca me había alegrado tanto de quedarme sin comer... y todo por un pequeño “descuido”.

 

Nos despedimos con un fuerte apretón de mano, prometiéndonos mutuamente, que aquello había que repetirlo. Cuando volví de las vacaciones, me pase con una excusa tonta por el taller, para provocar un encuentro. Pero, como bien me dijo; sólo estaba en aquel concesionario, supliendo unas vacaciones... Como no tuve el valor de preguntarle al encargado, por él ; me quede sin saber, como funcionaría el tal Iván en un segundo encuentro...( o por lo menos, eso fue lo que pensé durante un tiempo)

 

 

 

22 de julio del 2012

 

 

Eran las doce y media de la mañana, más o menos, mientras el resto de la familia se tostaba al sol, mi hermano y yo decidimos dar un paseo desde Regla a las Tres Piedras. Si hay algo que me guste de la playa, son las caminatas con mi hermano, sus conversaciones son amenas y siempre te hacen pensar... Ensimismado como estaba en las elucubraciones de mi acompañante, no me di cuenta que alguien nos saludaba desde lejos y se nos acercaba …Era un tipo moreno de unos treinta y tantos años ,que se me antojaba atractivo, ancho de espalda, con algo de barriga y unas buenas piernas . Al principio, pues no lo conocí, creí que era alguien conocido de mi hermano; pero ya al escucharlo con más atención, supe quien era : Iván, el mecánico   . La verdad es que lo había visto sólo un par de veces y había engordado...¡Pero su desparpajo era inconfundible!.... Me saludó con esa familiaridad suya, como si te conociera de toda la vida.

 

 

- ¿Qué pasa tío? ¡ Qué de tiempo sin verte! No te veo por Sevilla y te veo aquí en la playa. ¡Desde luego!- me dijo con esa efusividad suya; su expresión rezumaba alegría por todos lados,sonreía hasta con los ojos; no podía disimular, que se alegraba de verme.

 

 

- ¿De fin de semana? - le dije intentando asimilar tanta afectividad desmesurada.

 

-Si, nosotros tenemos casa aquí en Chipiona, pero con esto de la crisis, este año, solo hay euros para los fines de semana.

 

 

Para romper el hielo, le presenté a mi hermano, este ni corto ni perezoso nos enseño a su hija, nos presentó a su esposa y a su suegra; acto seguido dejo a la niña con la señora mayor, y nos invitó a mi hermano y a mí a tomar algo con él y su mujer, en un chiringuito cercano.

 

 

-Pues del concesionario me despidieron

 

-¿ Y ahora que estás haciendo? ¿ En el paro? 

 

-No, he “montao” un taller por mi cuenta. Por cierto “pare” te voy a dar el teléfono … Niño, me dejas un bolígrafo- dijo dirigiéndose al camarero del bar, cuando este se lo dio, apuntó el teléfono en una servilleta y me lo dio- Ya sabes, si te hace falta algún repasito en el coche, me llamas y yo te digo donde estoy... La misma garantía que en la casa... ¡Si era yo él que te lo arreglaba ! Y como te lo deje la última vez... Flama

 

 

El tal Ivan, tenía un morro que se lo pisaba; sólo me había hecho una puesta a punto en el coche y hablaba,como si él, particularmente, se hubiera dedicado, al mantenimiento de mi vehículo. Y sólo él y yo, sabíamos, a que se habia dedicado de modo particular. Por eso, lo que estaba haciendo, no podía rozar mas lo surrealista; me estaba dando su teléfono, para que lo llamara delante de su mujer y mi hermano, con toda naturalidad... Intenté no ponerme nervioso, y le seguí la conversación. Dos cervezas más tarde abandonamos el chiringuito y nos despedimos de ellos.

 

-Un personaje este Iván- me dijo mi hermano

 

-Si ¡Todo un personaje!- le conteste riéndome

 

 

30 de Julio del 2012

 

 

Había dado cincuenta mil vueltas a la idea de llamar a Iván, pero por cada motivo que me impulsaba a marcar su número, había otro que me empujaba a no hacerlo. El polvo del taller había sido de los más morbosos de mi vida; pero el tío era un garrulo de marca mayor, en otras palabras un poquito troglodita. Y esto, por mucho que me hiciera disfrutar; siempre era un inconveniente.

Pero como pudo más el deseo, que la prudencia. Me arme de valor, cogí el teléfono e hice la llamada pertinente. Sabía que con ello estaba abriendo una puerta, lo cual me podría dar problemas. El mecánico era un jeta nato y la sutileza no era precisamente su estilo. Al otro lado del auricular sonó su voz.

 

-Sí, dígame

 

-Hola Iván, soy..Mariano....,¿ puedo llevar el coche hoy para la revisión?. Es que quiero que lo veas antes de irme a la playa

 

-“Pare”, tengo la cosa “jodidilla”, pero tratándose de ti te cojo.- dijo con su actitud dicharachera, añadiendo en un tono casi susurrante- Yo te cojo a ti como sea.

 

 

Una vez me dio la dirección donde estaba el taller, colgué. Cada vez tenía más claro las pretensiones del mecánico, y yo iba directo a caer en su “trampa” ( Cosa que, dicha la verdad, tampoco me importaba mucho)

 

 

El taller estaba en un polígono industrial a las afueras de su pueblo; donde Cristo perdió el sombrero. Me costó localizarlo pero después de un par de indicaciones telefónicas más, conseguí llegar; deje el coche en la puerta y entre en el local, era un garaje donde cabían tres o cuatro coches a lo sumo. Me acerque a Iván que estaba de espaldas a la puerta, intentando descifrar lo que le ocurrían a las tripas del coche que tenía ante sí. Lo observé detenidamente, el mono de trabajo le hacía una buena espalda; aunque holgado, le hacia un trasero atractivo y...¡Qué piernacas! Sólo, de pensar, lo que haríamos una vez cerráramos la puerta del taller, hizo que mi polla vibrara en el interior de mis boxers y comenzará a ponerse como una piedra.

 

 

-Buenos días Iván.

 

 

El mecánico dejo lo que estaba haciendo y cuando se volvió hacia mí, pude comprobar que no era Iván. ( ¡Vaya chasco!) . La verdad es que era un error fácil de cometer, el individuo tenía una complexión física muy parecida a éste, un corte de pelo similar; hasta los rasgos de la cara guardaban cierta coincidencia... Pensé que debería ser algún familiar... Me saludo, brevemente con un gesto, y pegó una voz para que lo oyeran al fondo del taller.: ¡Iván, te buscan!

 

 

Al momento apareció Iván, secándose las manos a la vez que sonreía plácidamente; si algo recordaba de él, era esa expresión de buena gente, tan fresca y cautivadora. Me dio un fuerte apretón de mano, a la vez que me presento al otro mecánico:

 

 

-Ya has conocido a Daniel, mi socio.... Daniel este es el muchacho del que te hable.

 

 

El comentario “del que te hable”, me dejo perplejo, pero deje a un lado mi suspicacia y saludé al tal Daniel. El cual, todo había que decirlo, tambíen era merecedor de un buen “repasito”. Tras las presentaciones “mi” mecánico me pidió las llaves del coche:

 

-Hasta la tarde no te lo voy a tener

 

-No importa- le dije entendiendo, que el “repasito” no tendría lugar hasta llegada esa fracción del día.

 

-¿ Tienes con quien irte para tu pueblo?

 

-La verdad es que no -dije poniendo cara de circunstancia.

 

-¡Daniel, te dejo sólo! ¡Voy a acercar a este hombre! Y si has terminado con ese, y yo no he llegado, haz el favor y le metes mano a su coche... Le tienes que hacer la revisión de los 50,000 km... Las llaves están puestas

 

Nos montamos en su coche y salimos dirección a mi pueblo.

 

-¿Por que parte vives?

 

Le indique mi dirección, preguntándole si conocía la zona.

 

-Si, la conozco, yo paso por allí mucho... ¡Anda que si lo sé!

 

-¿El qué?- pregunte extrañado.

 

-Que vivías por allí... ¡Anda que no tenia ganas de verte, “gachón”!- dijo apoyando su mano sobre mi rodilla, circunstancia que me turbo un poco – Fui e buscarte hasta donde trabajabas...

 

-Ya no estoy allí – le dije en un tono poco cordial

 

-Ya lo sé, fui unas cuantas veces y nada

 

Lo tuve que mirar con un talante bastante inquisidor, porque antes de que pudiera decir nada y con el desparpajo que lo caracterizaba me dijo :

 

-¡Tranqui, colega! Que fui más “disimulao” que la “mar”. Que yo tengo más que perder que tú.

 

Tengo una teoría con los bisexuales casados, los hay de dos tipos, los que saben a ciencia cierta que le gustan los tíos y hacen todo lo posible por buscar la ocasión para tener encuentros esporádicos, a pesar del riesgo que les suponga para su vida familiar y los que son tan calientes, que son capaces de tirarse a todo bicho viviente que se le ponga por delante. Pero lo dicho, es una teoría particular... y que no pienso perder el tiempo en constatar, como comprenderéis.

 

Yo al tal Iván lo encuadraba en el grupo de estos últimos, ocasionalmente se la había abierto una puerta desconocida conmigo, y no pensaba dejar que se le cerrara. Por eso, lo de buscarme, para un segundo encuentro.

 

-Si me vas a buscar al trabajo, tengo tanto que perder como tú- le increpé

 

-No te enfades hombre. Me he “acordao” mucho de aquella tarde- me dijo con una mirada de cordero degollado, que me embaucó completamente.

 

-Yo también- le dije con la mejor de mis sonrisas

 

-No te vayas a creer que a mi me gustan los tíos...- dijo intentando justificarse- A mi me gustó hacerlo contigo y punto... A mi las mariconas no me van... Pero tú tienes planta de macho.

 

 

 

 

-En esa casa, es – le dije señalandole con el dedo, quitando con ello importancia a su último comentario, porque si le decía, lo que estaba pensando, íbamos a salir discutiendo y el polvo de la tarde iba a ser que no. Así, que me mordí la lengua... ¡Todo fuera por un buen polvo!

 

-¿Vives sólo?

 

-Ahora mismo si, tengo la familia en la playa

 

Lo invité a pasar, pero me dijo que tenía que volver al taller, que no quería dejar al socio solo mucho tiempo.

 

 

 

 

-Como ya se donde vives. Y que vas a estar solo. Sobre las seis que termino en el taller, te traigo el coche... Y ya más tranquilito, me pego una ducha.  ¿ Si no te importa?

 

¿Quien se podía resistir ante esa proposición?

 

 

30 de julio 2012 05:55 P.M

 

 

El teléfono sonó con la melodía que había personalizado para Iván... Cerraba el taller y me traía el coche... “el tiempo de llegar”....

 

 

Cuando apareció, llevaba puesto el mono y traía colgando de los hombros una bolsa de deportes... Olía a gasolina quemada y tenía las manos y la cara un poco grasientas... Sólo verlo de esta guisa, hizo que mi “hermanito pequeño” empezara a vibrar dentro de mis slips.

 

 

-¿Buena hora...?- dijo con una de sus sonrisa embaucadoras – Para que veas que cumplo.

 

-Si, tú eres muy cumplidor- las palabras salieron de mis labios rebosando sarcasmo.

 

-Espero que no tengas queja

 

-Ninguuna, cuentista.¡ Anda ve a ducharte!- a la vez, que le decía esto, le pegué un cariñoso empujón en el hombro.

 

-¿ No te duchas conmigo?

 

-Ya te vale- le dije riéndome

 

 

Cuando llegamos al cuarto de baño, mi pene estaba a reventar con solo lucubrar lo que me aguardaba...

 

 

-Anda, quitate la ropa...¡Quiero ver ese culito!

 

-Y yo quiero ver esa polla tuya...

 

-Si la vas a ver...- a la vez que decía esto se agarraba de forma vehemente su paquete - y de bien cerca...

 

 

Me desprendí de la ropa, descubriendo mi calenturienta desnudez. ¡ Estaba empalmado a mas no poder! La morbosa mirada del mecánico, el cual estaba ataviado aún con su ropa de trabajo , no hacía sino acrecentar mi libido.

 

 

-¡Qué follada te voy a meter!.-comento sin dejar de tocarse el paquete por encima del mono-Se ve que sigues yendo al gimnasio. Estas más fuerte que la última vez, no?

 

La verdad es que llevaba razón, me había pegado un curre bueno desde este invierno en el gimnasio y tenía los pectorales marcados, unas piernas como Dios manda y hasta había conseguido perder la barriga, para mis treinta y siete años no estaba nada mal.

 

 

Se vino hacia mi, me apretó fuertemente los cachetes del culo, refregando su bulto contra mi erecto pene, añadiendo: ¡ Jo tío, llevo “empalmao” desde que me llamaste esta mañana!...

 

No sé si como decía, llevaba con la polla empalmada desde por la mañana, pero de que no había duda, era de como estaba en el momento actual: tiesa como un martillo ... Le baje la cremallera de su prenda de trabajo hasta la cintura, dejando a la vista una enorme pelambrera, que me puso a cien completamente.... Tire de la prenda hacia atrás, su pecho quedo completamente al descubierto... Hundí mi cabeza en su pectoral, olía a sudor y a taller, pero sobre todo a taller... Sus encallados dedos empezaron a buscar mi agujero proporcionándome dolor y placer por igual. Cuando una de mis manos logró llegar hasta su miembro, mis dedos se pringaron del liquido seminal que emanaba de su glande. Su cipote reaccionó como si tuviera propia, ante mi leve caricia... Estaba supercortado, aunque tenía deseos de abrazarlo y de besarlo, ignoraba si esto le agradaría, y no quería estropearlo; así que me resistí....

 

 

Nos metimos bajo el agua de la ducha, entre caricias nos enjabonamos; la única parte de mi anatomía que parecía existir para Ivan era mi culo, a mi sin embargo todo de él se me antojaba como un plato delicioso. Su espalda era ancha y voluminosa, su peludo pecho, poco musculado,pero vigoroso como él solo; su culo redondo y duro, se me apetecía como manzana del Edén; sus velludas piernas, emanaban una masculinidad fuera de lo común... Si hasta sus bastas manos, despertaban en mí los deseos más recónditos. Ante mi, tenia un macho, de los que ya no se fabrican...

 

 

-Lavame la espalda..- me pidió, añadiendo, casi riéndose- pero dejate de “mariconas”.

 

 

El agua resbalaba desde su cuello hasta su trasero, formando al llegar a éste una especie de catarata; mis manos pasaban la esponja por sus omóplatos, masajeando su piel a la vez que quitaba cualquier resquicio de suciedad , cuando la espontanea friega termino en la zona lumbar, me detuve...

 

 

-Sigue por favor , si me estas lavando mucho mejor que lo hago yo.- sus palabras carecían de picardía alguna, como si lavarle esa parte de su anatomía no tuviera carga sexual alguna.

 

Devolví la esponja a sus riñones, y proseguí la tarea...

 

 

-Mas “pabajo”,eso ya está limpio.- a la vez que decía esto encorvaba un poco la espalda y sacaba un poco el pompis hacía fuera.

 

 

Puse la esponja bajo la ducha y la empape de agua, para apretarla después, sobre el canal de sus glúteos... Mi mecánico, soltó un apagado gemido, como respuesta.... Separé tímidamente las cachas con una mano,mientras con la que tenía la esponja me abría paso hacia su agujero... Limpié concienzudamente aquel resquicio; cuando lo consideré oportuno, abandoné aquel cometido, y continué mi paseo, a través de las piernas; me agaché para acicalar sus pies; su trasero quedo, a la altura de mi boca; sabía a lo que me arriesgaba, podía no gustarle...

 

 

Acerqué mi boca a sus posaderas, posé mis labios sobre ellas; aguardé unos segundos en espera de una respuesta por su parte... No obtuve ninguna... Mi boca avanzó en pos de su impoluto agujero, volví a apartar sus glúteos, pero esta vez lo que introduje fue la lengua; un suspiro placentero fue la contestación de Ivan....Roto el hielo, olvide toda sutileza, y chupe un poseso aquella delicia. Mi lengua viajo desde la marcada raja de sus peludos glúteos, hasta su perineo, haciendo una placentera y larga parada en el manjar de su agujero. Cuanto más saboreaba aquella exquisitez, mas prolongados eran los suspiros de mi acompañante... Que casi por sorpresa se volvió, derramando su esperma sobre mi cara.

 

 

Cuando ya se sobrepuso del placer, exclamo con convicción:

 

 

-¡”Pare”, esto lo habia visto en una pelicula, se lo hizo una tía al Rocco Siffredi ! ¡Pero no sabía que estaba tan bueno!

 

 

Yo que me limpiaba en aquel momento mi cara del blanquecino liquido, no pude evitar soltar una carcajada.

 

-No te rías, hombre que me “acharas”

 

-Sí, tu eres de un tímido que te cagas- le conteste con total socarronería.

 

Desnudo como estaba, me lo lleve a la habitación, cuanto más observaba a aquel tío más me gustaba... Era un machote, machote... A pesar de haber engordado, esto no le restaba atractivo, al contrario se lo añadía. Le pedí que se sentara en la cama, me agache delante de él y comencé a chupar su flácida polla.... Sentir como crecía dentro de mi boca, me puso super cachondo e hizo que me entregara con más ganas... Devoré aquel cipote desde la cabeza hasta el tronco, animado por la verborrea de mi rudo amante.

 

 

-Tío, ya se me había “olvidao” lo bien que la chupas... sigue,,, sigue... que yo aguanto... y si no, después te echo otro... sigue...¡ que me gusta!...asi, asi, que bien....

 

 

Con los años y la práctica he mejorado, y mucho, mis técnicas “mamatorias”....Pero eso es como todo, unas veces te sale peor y otras mejor... Pero tengo que reconoce,r que con Iván me estaba luciendo de lo lindo... Levante la vista para observar su expresión, y ésta rebosaba de satisfacción.

 

 

-“Pare”, como la chupas... Pero no me vayas a hacer correr así... Yo he “venio” a follarme ese culito tan durito...

 

-Algo tendré yo que opinar en eso

 

-Anda, si estas deseando... -dijo con una sonrisa con la que se le ilumino hasta la mirada.

 

 

¿ Por qué seré tan facilón? Quizás, porque cuando un tío me gusta demasiado, como el carota que tenía delante, bajaba todas las defensas; y tenía sólo un objetivo en mente: hacer que aquel polvo fuera inolvidable para él. ( He de reconocer que muchas veces uno pone empeño, pero no resulta; cosas de la vida...)

 Mientras me untaba la crema en el ano, lo observé detenidamente, de nuevo. ¡ Cómo de caliente me pone ese tío! ¿ De qué lo conocía ?

¿ Qué me impulsaba a plegarme a sus deseos? Sólo sabía que su imagen sentado en la cama, con el cipote mirando al cielo y mirándome, con una pícara sonrisa en la cara; se me quedaría grabada, por mucho tiempo en la memoria....

 

Después de lubricarme a conciencia me tendí boca arriba en la cama, levante las piernas, exhibiendo mi culo del modo más voluptuoso que pude. La mirada de Iván ardía en deseo, por un momento se quedo callado, alcanzó un preservativo y vistió su erguido nabo con él. Me toco el agujero con sus rudos y trabajados dedos, cuando comprobó que no estaba dilatado, se echo crema en ellos y con una delicadeza impropia de él, empezó a abrirse paso por la estrecha cavidad...

 

 

-Tio, aquí lo pasamos bien los dos, o no lo pasamos bien ninguno- me recalco, sonriendo con la mayor naturalidad del mundo.

 

 

Me relajé y dejé que sus dedos exploraran mi agujero... Poco después, lo parte de la anatomía de mi acompañante que entraba en mi interior , era bastante mayor y me proporcionaba muchísimo más placer. Para facilitar aún más la entrada de aquel mástil en mi esfinter, le eche las piernas sobre los hombros. La cara del mecánico era un soneto, tan libidinoso, como pasional... Cada vez que empujaba su cuerpo contra el mio, una expresión de total gozo llenaba su rostro , el cual él adornaba con una sonrisa. ¡ El cabrón se lo estaba pasando de puta madre! Y me estaba haciendo gozar como pocas veces lo habían hecho....

 

 

Mi cuerpo se acomodaba al suyo, mi pasividad contrastaba con su fogosidad, que se derramaba en forma de gotitas de sudor desde su cabeza hasta mis piernas.. Su miembro se hundía cada vez más adentro, arrancando de mis labios unos ahogados quejidos; su sonrisa... su maravillosa sonrisa me hacia rendirme más a sus encantos a cada empujón que su pelvis me arremetía...Hubo un momento que suavizo los envites, y los transformo en unos movimientos de cadera zigzagueantes.

 

-Vamos a parar un poquito, que con el tiempo que llevo esperando esto no va ser un “ay y yaesta” como los chinos- a la vez que hablaba sonreía, creo que no dejo de sonreír, en ningún momento desde que empezó a follarme

 

 

No supe que decir, ya me había rendido sin condiciones, me deje arrastrar por aquel huracán de gozo que estaba demostrando ser el tal Iván y disfruté.. ¡Y como disfruté!

 

 

No sé cuanto tiempo estuvimos enzarzados en aquella batalla sin perdedores, el placer invadía todos mis sentidos, su cipote entraba y salia de mi culo con total facilidad, por tercera vez una gotas de semen escaparon de mi glande ¡la satisfacción me rebozaba!..El cuerpo de Ivan se contrajo en pequeñas convulsiones, breves suspiros salieron de sus labios....Se había corrido.

 

 

Yo me masturbe para acompañarlo... segundos después una mancha de semen pringaba mi barriga.... El tiempo pareció detenerse, al compás de unas respiraciones descompasadas...

 

 

-”Pare” esto hay que repetirlo-dijo a la misma vez que se desperezaba.- Me ha gustado mas que la otra vez

 

 

No dije nada, el desparpajo de este tío me dejaba sin palabras... El como se las ingeniaba para a pasar de ser un absoluto bestia a un tío sensible, me tenía perplejo. Y os puedo asegurar que dejarme a mi sin argumentos no es fácil.

 

 

Media hora después, tras una merecida ducha, lo acerqué al taller, donde tenía su coche. Una vez allí, se despidió de mi con un apretón de manos de los suyos, afectuoso cien por cien; como si te conociera de toda la vida...

 

 

-¿Entonces ya no vuelves hasta el mes que viene? ¡Que suerte tienes “gachón”! Pues pegate un par de bañitos por mi, vale? Y en Septiembre ya te pasas por el taller, que seguro que hay que darle otro “repasito”...

 

 

Le pegue un cariñoso pescozón en la cara y casi riéndome, le dije: ¡ Tú tienes un morro que te lo pisas! No te preocupes, ya te llamare para que me des el repaso...

 

 

Lo que son las cosas, a mi cuando con alguien tengo sexo fortuito, no me gusta repetir... La magia de la primera vez se pierde y un buen recuerdo se transforma en uno no tan bueno. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas... Eso lo dicen los que no han visto “El padrino” del gran Francis Ford Coppola ; la segunda es mucho mejor que la primera, y la tercera no te digo...( Porque con el “brutote” de mi mecánico os aseguro que habrá una tercera vez, ¡Por lo menos! Je je)

 

 

 

30 de julio 2012 10:00 PM

 

 

Estaba chateando un poco, intentando asimilar lo que había pasado aquella tarde; el mecánico Iván me había pedido seguir viéndonos, y yo habia aceptado. El tío era un gañan de cuidado, pero era buena persona y sobre todo un follador nato. Tenía claro, que no es que fuéramos a ser novios ni nada por el estilo, pero un buen polvo de vez en cuando lo tenía asegurado...Si a eso le sumamos mis folladas intermitentes con mi amigo Ramón, el bueno de Ramón, el futuro en el plano del sexo, no se me presentaba incierto. Tenía motivos para estar contento...pero ¿por qué en el fondo de mi estomago, sentía como si no estuviera haciendo lo correcto.? ¿Sería porque el sexo sin amor, nos deja resacas como la del Whisky de garrafón? ¿ Sería porque aunque lo busco es amor, al final lo que siempre encuentro es sólo sexo?

 

 

Fuera lo que fuera una llamada de teléfono, interrumpió mis pocos productivos pensamientos; era Ramón, últimamente el cabrito parecía que tenía un sexto sentido y como si hubiera un pacto no escrito de fidelidad entre nosotros; me telefoneaba cada vez que follaba con otro.

 

- Si. Dime

 

- Hola tío, ¿que pasa.?- su voz sonaba llena de vida y alegría.

 

- Nada aquí... de vacaciones ¿ y tu?

 

- El jueves tiro para Málaga, hasta después del puente de la virgen...

 

- Pues Yo me voy mañana para Sanlucar...

 

- ¿ Te da igual irte el miercoles?

 

- Tío, es que me voy a comer todo el tráfico de primero de mes...

 

- ¡Anda enrollate...! que quiero verte mañana, venga “porfa”.. Cuando termine mi turno, te recojo, nos tomamos unas cervezas con unas tapas y hablamos.

 

 

Ramón me conoce desde crío, hemos sido buenos amigos, confidentes, el apoyo el uno para el otro en momentos difíciles …. Pero desde hace poco menos de un año, habíamos llegado a ser hasta  amantes... ¡ Posibilidad que ni de la manera más remota , se me hubiera pasado ni por la cabeza ! Bueno, tengo que reconocer, que siempre me había atraído como hombre. Y aunque durante toda nuestra existencia habíamos compartido ducha, cama y demás lugares, donde la lívido se desata .. Si alguna vez el deseo caminó por mi mente, le detuve el paso... Y sabe Dios, que si no hubieran confluido todas aquellas circunstancias, que confluyeron aquella noche de octubre. Nuestros cuerpos, nunca se hubieran fundido en uno. Y el destino, me habría negado así, sentir uno de los mejores placeres de los que había disfrutado a lo largo de mi vida.

 

 

8 de Octubre del 2011

 

 

Lo peor de acercarse a los cuarenta es ver como la juventud se te escapa, nos volvemos nostálgicos y queremos revivir aquellos momentos que nos hicieron sentir bien. Uno de estos intentos de volver la vista atrás, son las reuniones de antiguos alumnos. Aquel Otoño hacia veinte años que habíamos terminado la E.G.B, y alguien con el suficiente tiempo y empeño, consiguió dar con la mayoría de los compañeros de aquel octavo.

( ¡Cuánto bien ha hecho Facebook, a estos eventos!)

 

 

La verdad es que este tipo de reencuentros tienen su encanto, volver a ver gente con las que has compartido tanto tiempo de inocencia, tantos descubrimientos... Pero sobre todo lo que más me gustó fue  comprobar, como todos,   por unas escasas horas; parecimos volver a la adolescencia...

A los populares los seguíamos viendo como los más guays, los frikis nos seguían dando un poco de repelús y los empollones,como yo, despertabamos un sentimiento de envidia-pena.

 

El caso es que para tales eventos, todos nos emperifollamos y sacamos nuestro mejor yo a relucir. Los que eran alguien en la época de escuela, para que no se notara su declive; los que eramos poco más que nada en aquellos días, para mostrarles a todos el maravilloso ser adulto en que nos habíamos convertido. Todo un acto de culto a esa religión social en la que el parecer, es mejor que el ser.

 

 

 

 

Para complacencia de mi ego, yo me había ataviado con un jersey de rayas, que sin ser ajustado, dejaba al descubierto todos mis logros en las interminables horas de gimnasio. Más de una antigua compañera alabó mi físico, y lo distinto que me veía de cuando era un crío. La verdad que era una imagen muy diferente a la del tímido empollón, que ellas recordaban. Alguna, en un acto de poca vergüenza, me llego a decir que con lo feo que era de niño; parecía mentira que me hubiera convertido en un tío bueno.

 

Pero por muchos halagos que recibiera mi persona, no era nada comparado con los que recibía Ramón. El magnetismo que irradiaba mi amigo, no tenía parangón. Y es que el don de gente se tiene o no se tiene. Y mi amigo, en este aspecto iba sobrado.

 

Los hombres lo miraban llenos de admiración, las mujeres con ojos, donde se pintaba el deseo. Y es que es un tío del que cuesta mucho decir algo negativo, excelente conversador, buena persona, siempre antepone las necesidades de los demás a las suya y de una forma natural, sin buscar reconocimiento. Todos los allí presente, recordaban deberle algún favor desinteresado y lo mejor era, que él parecía haber olvidado que existiera tal deuda.

 

Y si ese era su interior, lo que se mostraba a los demás, no podía ser más agradable: Una magnética sonrisa se pintaba en su rostro, emanando simpatía sin proponerselo. Y aunque no es guapo, es tanto su don de gente que esta carencia pierde importancia. Y luego esta su físico, tiene un cuerpo moldeado por muchas horas de deporte: unos hombros anchos, un buen pectoral, unas buenas piernas... ¡Si hasta su pequeña barriga cervecera le suma atractivo!

 

Aquel día iba radiante, se veía que estaba disfrutando con el reencuentro y sus ojos estaban cargados de un brillo especial; estaba feliz , a más no poder, y no podía disimularlo.

 

Todo el mundo se había puesto sus mejores galas para la ocasión y él con una chaqueta gris, unos pantalones chinos y una camisa blanca, hizo alarde de una elegancia que ensombreció a todos por igual. Su camisa era un decálogo para la imaginación y los pantalones se ceñían a su cuerpo, insinuando un culo de pecado y un mejor paquete.

 

Se convirtió sin querer el protagonista del momento de la noche. Éste fue, cuando la profesora de Matemáticas, una señora de sesenta y pocos años; se pidió bailar con él, como pago a todos aquellos exámenes en los que le paso la mano. Fue uno de los momentos más divertidos y emotivos de la velada.

 

Como la cena se celebró en un pueblo cercano al nuestro, Ramón y tres compañeros más, sabiendo que yo no bebo,hicieron de mi su chófer.. Me argumentaron que una vez que se veían no iban a estar sin beber, y máxime libre de mujeres y niños....En fin que allí iba yo a las cinco de la mañana, (hora en que nos echaron del local donde se celebró la fiesta) cargado con cuatro compañeros de infancia que habían cambiado el balón por unos cuantos cubatas de más.... Todos estaban muy tranquilitos, ( medio dormidos, diría yo) salvo Ramón, que estaba revolucionado: no paraba de pedir tomarse la última, pero los otros tres hicieron caso omiso de sus peticiones y uno por uno los fui dejando en su respectivos hogares; cuando nos quedamos solos, mi buen amigo siguió insistiendo en ir a tomar una copa, pero esta vez añadió la palabra “puticlub”. Tenía ganas de echar un casquete; nunca había visto a Ramón de aquella guisa, y eso que más de una borrachera, ya la había dormido en mi casa.

 

Estaba pesadísimo con lo de las putas, entre eso y que era tarde, mi paciencia llegó a su límite.

 

-Ramoncito, sabes que si hay algo que soporte poco, es un pesado y un borracho,....¡Y tu estas siendo las dos cosas!-le increpe intentando llamarlo al orden

 

-¡A sus ordenes mi general!,- dijo llevándose una mano a la frente como los militares- pero sepa usted que estoy muy caliente, y como no eche un polvo esta noche me van a doler los huevos durante una semana ….¡ Anda enrollate, nos vamos y nos tiramos a las dos mejores putas... ! Si tú no le tienes que dar explicaciones a nadie.

 

 

Esto último me termino tocando los huevos, pero por el cariño que le tenía me calle...Pero su obstinación no tenía limite, y siguió erre que erre.

 

- ¡Joer tio,!que quiero echar un polvo..! andaaa! ¿ por qué no te vienes?

 

-¡ Porque me gustan los tíos, coño!-dije aparcando el coche en seco en doble fila.

 

El mundo pareció detenerse por unos segundos en el interior de mi coche, no sé quien de los dos estaba más sorprendido por mis palabras, si Ramón o yo....pero mi dicharachero acompañante reacciono con más prontitud. Su embriaguez pareció esfumarse y con una entereza impropia, me dijo:

 

-¿ Te gustan... los tíos?- sus palabras sonaron, como si se deslizaran a través de un túnel en forma de espiral.

 

-Si- conteste como al gato que han pillado con el pájaro en la boca

 

-¿ Yo te gusto?

 

-Si, un poco- ¡Mentira cochina! ¡Me gustaba muchísimo!

 

-Si quieres me alivias y todos contento- a la vez que hablaba se rodeaba con la mano su paquete de forma casi indecorosa

 

 

Acabamos en un escampado poco transitado, a las afueras del pueblo, la circunstancia rozaba lo kafkiano; dos colegas de toda la vida en un coche lanzándose de cabeza al abismo del sexo. Los nervios me apretaban el estomago; a mi lado tenía a mi mejor amigo desabotonándose los pantalones y no sabía que decir ni que hacer. ¡El corazón parecía que se me iba a salir por la boca!

 

 

-¿Me pajeas, me la mamas o prefieres que te de por culo?- era el alcohol el que hablaba por él, nunca lo había escuchado ser tan borde, ni tan bruto

 

 

No dije palabra alguna y tire del slip hacia abajo; aunque yo sabía que su miembro tenía dimensiones considerables, nunca lo había visto en su máximo esplendor y me sorprendí un poco ( con el tiempo descubriría que la borrachera había hecho merma en su virilidad, y tampoco aquella noche estaba al cien por cien). Ante mis ojos, tenía una de las mas enormes pollas que había podido ver. Un capullo perfecto, un amplio tronco sobre el cual se marcaban unas amplias venas moradas y colgando de ellas dos enormes bolas.

 

 

 

- Esto no me entra por el culo, ¡ni de coña!- pensé mientras acercaba aquella hermosa verga a mi boca , observé su gran cabeza durante unos segundos y sin mediar palabra me puse a succionarla.

 

 

-¡Joder tío! ¡No te cortas un pelo! ¿ein?...Aggg.... que bueno!- las dos ultimas palabras, fueron pronunciadas entre suspiros.

 

 

Paseaba mi lengua de forma circular por el capullo, en pos de proporcionarle placer y disfrutar yo también del momento. No deseaba que se corriera muy pronto, y bebido como estaba,¡ esto era harto difícil …! Chupaba aquel trozo de carne, muy despacio, ensalivandolo desde la cabeza hasta el tronco... mis babas resbalaban a lo largo de ella... Mi entrega apasionada repercutía en la dureza de aquella polla, que vibraba intermitente en el interior de mi boca. De vez en cuando, sin interrumpir mi tarea, alzaba la vista para ver a Ramón, estaba con los ojos cerrados con un gesto de total complacencia. Mis labios resbalaban por aquel cipote, sin contemplaciones, parando cuando la garganta hacia de tope... De vez en cuando me detenía dando golpecitos con su glande en mi lengua;chupaba su capullo, como un niño lame una piruleta; todo intentando evitar que llegara al orgasmo.

 

Él los agradecía casi en silencio, con unos suspiros profundos que inflaban su pecho. Mientras tanto, yo seguía, lo mejor que podía, envolviendo  aquel inmenso falo con mi cavidad bucal; de vez en cuando unas gotas de liquido preseminal eran saboreadas por mi paladar... Me detenía, me relamía, en pos de prolongar el momento.

 

Contuve lo inevitable, todo lo que me fue posible, hasta que en un momento de los labios de Ramón salieron un casi ininteligible “me corro”.... Mi boca se lleno de un espeso y abundante liquido blanquecino... Me lo trague sin pensar en la consecuencias...dejando bajar por mi garganta un sabor mezcla entre amargo y salado....Ramón, me miro, sin decir palabra, se subió los slips y el pantalón y se paso a la parte delantera del coche... Poco después, lo deje en su casa, pronunciando un “adíos” como únicas palabras en todo el viaje.

 

 

Llegue a mi casa, estaba cansado y los huevos me dolían, desistí de hacerme un pajote para aliviarlos, pues no me encontraba con ánimos... No terminaba de asimilar lo sucedido, había cruzado un puente sin retorno y todo lo que se me ocurría que podía acontecer, nada era halagüeño... Le había pegado una mamada a mi colega de toda la vida; colega que estaba casado y con hijos, el sabor que perduraba en mis labios, era señal de que él se lo habia pasado bien; pero después, ha callado; haciéndome sentir culpable... Un pitido del móvil, avisándome que tenía un mensaje, me saco de mis vagas cavilaciones.

 

 

Ramón:

M ha gstado mucho

habra q repetir

tu AMIGO

 

 

Las palabras que leí en la pantalla del teléfono, me dejaron perplejo, pero feliz.... ¡Creo que aún puede que me hiciera esa merecida paja¡ ¿ Por qué no? .

 

 

 

 

 

 

31 de julio 11:00 pm ( más o menos, tampoco mire el reloj)

 

 

Mezclar el amor con la amistad es un juego peligroso, siempre acaba mal. Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro... Yo lo que digo es que cuando encuentras uno de verdad, de los que nunca piden ni te juzgan,no hay que perderlo.. Y si alguien además de Ramón, para mí, tiene el calificativo de amigo con mayúsculas, ese es : JJ.

 

Desde que Juan José se echó novio formal, quedábamos menos, y no porque su pareja fuera posesiva, ni nada por el estilo. Si no nos veiamos más a menudo, era porque Guillermo y él, estaban “encoñaitos” el uno con el otro y siempre era poco el tiempo, que pasaban juntos... Nuestras salidas a cenar, al cine etc habían disminuido, pero lo que no había menguado, eran nuestras charlas por teléfono, raro el día que no hablábamos para saber como nos trataba la vida...

 

 

JJ: Pero es que creo que le das demasiada importancia; además como pretendes jugar con fuego y no quemarte

 

 

M: Si, pero tu sabes que yo no quiero nada de esto...

 

 

JJ: Ya lo sé – sus palabras estaban cargadas de cierta acritud.-Pero todo el mundo no es como Enrique.

 

 

M: ¡Ya, gracias a Dios...!, porque con un sólo Enrique, he tenido suficiente, para lo que me queda de vida... Pero es que cuando las cosas, empiezan a ir por ese camino, me superan- mi voz estaba cargada de preocupación.

 

 

JJ: Pero tú que pretendías liándote con un tío casado y además tú mejor amigo...

 

 

M: ¡Yo no estoy liado con él...!

 

 

JJ: Noooo, tú simplemente aplazas un día tus vacaciones por estar con él. ¡Vamos a otro perro con ese hueso, guapo.!

 

 

Lo peor de los amigos de verdad, es que te conocen tan bien, que tienen la valentía de contarte aquellas certezas que tú te ocultas... Aún a riesgo, de que te enfades con ellos.

 

 

JJ: No te quedes callado, hombre... Si yo te lo digo por tu bien, para que te espabiles...Que si, que todo está muy bonito... Pero todo tiene sus consecuencias...Que no es tan grave, que veras como sabes llevarlo, ¡ Tú tienes huevos “pa” eso y “pa” mas!

 

 

M: Pero tu sabes...

 

 

JJ: Que estás “cagao” de miedo – esta vez sus palabras estaban suavizadas con una risas

 

 

Yo: Si, porque todo va a ser un problema...

 

 

JJ: Un problema es si tiene solución...

 

 

Yo: ...si no tiene solución no es un problema- termine riéndome la frase- Es menester que cambies el repertorio....

 

 

Hablar con Juan José me ayudó, pero no por ello, deje de analizar los pro y los contra, de lo que había acontecido aquella tarde con Ramón.

 

 

31 de julio 03:00 pm

 

 

-¿Te pido otra cerveza?

 

 

-No, pídeme mejor un refresco sin gas, por favor

 

 

-No, tú no te emborrachas … Heineken si fuera por ti, habría quebrado hace años.

 

- Ya, pero para eso estás tú... que haces que sus acciones se revaloricen hasta el infinito..- dije riéndome.

 

 

 

La reacción de mi amigo Ramón ante mi comentario, fue una amplia y perfecta sonrisa. ¡Qué bien le sienta al jodido reirse! Se le ilumina la cara por completo, contagiando su buen humor a aquellos que le rodea. En mí- que por mucho que yo me lo negara; me estaba empezando a enamorar de él- ese contagio de bienestar no podía ser más pleno.

 

Ramón es muy dado a  escuchar y a hacer favores, si no hubiera optado por la profesión de policía; lo hubiera hecho por otra como médico, enfermero... cualquiera en la que pudiera ayudar a el prójimo. Ahora eso sí, cuando él tenía un problema, le costaba mucho recurrir a los demás; y si había una persona en este mundo, con la que él se sintiera seguro, a la hora de pedir ayuda: era conmigo. Le costaba mucho, pero las veces que no tenía más remedio, lo hacía; aquel día era una de esas veces.

 

Además, curiosamente siempre repite el mismo ritual. Desde que lo conozco , prácticamente toda una vida, he observado en él, una particular forma de decirme que tiene que contarme algo, y es quedar a tomar unas cervezas, él y yo solos; sin más compañía. En la adolescencia, cuando algo le superaba o le preocupaba, su manera de solicitar mi ayuda era esa... Y como en aquel entonces, se tomaba su tiempo para abordar el tema... Y como entonces, lo mejor era no preguntar,  dejar que él sacara fuera, lo que tenía dentro...

 

 

-Estoy hasta los cojones de los recortes- me dijo bastante enfadado

 

 

-Un poquito “indignadito” si que te veo

 

 

-Es que cada vez trabajo más y gano menos,... Bueno,¿ que te voy a decir yo a ti ?

 

 

-¡Mira pues yo a ti de perro flauta y con los pelos a lo Melendi no te veo!- bromeé intentando quitar importancia al asunto, para que no terminara cabreandose,aún más.... Mi objetivo, quedó ampliamente cubierto, pues las risas, dieron paso a temas más triviales.

 

Mientras charlabamos lo observe detenidamente, el camino hacia la madurez,le estaba sentado divinamente; las pequeñas arrugas, que se marcaban en la comisura de sus ojos, eran un valor añadido a su varonil semblante. Las incipientes canas sobre su castaña cabellera, le daban un aire de sensatez; de saber hacer bien las cosas. Su cuerpo, lejos de parecer una sombra de una perdida juventud, daba muestras de una virilidad latente....¡ Cuanta potencia encerraba ese cuerpo!

 

 

Tras unas cuantas cervezas y tapas, con nuestros gaznates y tripas saciados, abandonamos el bar; y lo peor es que si tenía algo que decirme no lo había hecho. Ya en la puerta, me iba a despedir de él, cuando me dice en tono socarrón:

 

 

-¿Tú que piensas irte así sin más? Quillo, que ya no nos vemos hasta Septiembre...

 

 

-Entonces, tú...- lo mire sonriendo- ¡Qué hijo de puta! Podías haber empezado por ahí.

 

 

-Si, entonces no hubiera visto la cara de “pasmao” que se te ha “quedao” ja ja ja

 

 

Ni que decir tiene, que sus palabras fueron el resorte, para irnos raudos a mi casa. Una vez allí, nos desnudamos y poco después, nos refrescábamos bajo la ducha. Sus manos me acariciaban todo el cuerpo, mientras con una dura delicadeza me apretaba contra sí. Nos enjabonábamos mutuamente, mientras nuestras bocas, se entrelazaban en un prolongado beso, a la vez que nuestros penes entrechocaban, como si de dos sables se tratara.

 

 

De la ducha, pasamos al salón, hacia mucha calor y el aire acondicionado funciona mejor en esa parte de la casa, le pedí que se sentará en el sofá, con la intención de efectuarle una mamada, el se negó y me solicito que me sentara yo... Ante mi asombro, se agachó ante mi, me cogió la polla y se la puso a la altura de la boca, la miró detenidamente, como intentando capturar el momento, la masajeo un poco y tímidamente le dio varios besos. Besos que dieron paso a una pequeña chupetada del glande, como comprobando su sabor; segundos después mi verga era succionada por sus labios, primero sin premura para aumentar la velocidad poco a poco, de vez en cuando sus dientes me dañaban un poco, pero a pesar de la inexperiencia, su boca se estaba portando a las mil maravillas. Mi mente vagaba entre la estupefacción y el gozo; no me podía creer, que un tío, para el que yo, había sido una especie de sucedáneo de mujer (salvando las distancias-claro está); estuviera entregado a hacerme una felación ... Y Dios mío, ¡qué pedazo de felación!

 

 

-¿ Qué tal lo he hecho, para ser la primera vez ?- pregunto sentándose a mi lado

 

 

-Estupendamente... Pero no le llegas ni a las suelas al maestro- dije picaramente al mismo tiempo que me agachaba ante él, en pos de tragarme su enorme cipote.

 

 

No me puedo negar que me gusta comerme una polla, y era evidente que chupando la de mi amigo disfrutaba de lo lindo... Máxime cuando cada vez que succionaba su miembro, su rostro se agitaba rebosante de placer,... Es lo mejor de practicar el sexo con él: ver como disfruta. Es tan fogoso y pasional, que no puedes evitar darte por completo a él.

 

-¡Joder, tío... como la ma-mas...!

 

 

Seguí jugando con aquel maravilloso instrumento entre mis labios, saboreandolo, pringándolo con mis babas, intentando que penetrara por completo en mi boca... De vez en cuando, como queriendo darle más placer, daba gopelcitos con su cabecita en mi lengua, para volver a devorarla desde la cabeza hasta casi el final del tronco...

 

 

Deje de mamar cuando Ramón tiro de mi hacia arriba, me beso tímidamente para terminar abrazándose a mi cuerpo de una forma arrebatadora.... Mientras me besaba, sus manos se aferraron, casi violentamente, a mis posaderas, sus dedos empezaron a separar mis glúteos en busca de mi caliente hoyo... ¡ El muy cabrón, me estaba poniendo como una moto! Y lo peor, es que lo sabia....

 

 

-¿ Sabes lo que quiero?- me susurro sensualmente al oído

 

 

-Si.....

 

 

-¿ Me lo vas a dar?

 

 

-Vayamos a la habitación- conteste condescendientemente.

 

 

-No, tengo una idea mejor – dijo señalando la mesa del salón

 

 

 

Lo miré sorprendido, Ramón no dejaba de ser un caja de sorpresas para mí. Y es que, cuanto más avanzábamos en nuestra sexual relación, más facetas desconocidas de él, descubría. Y a mí, que soy un cinefilo de pro, que me dijeran que me lo iban a hacer como Jack Nicholson se lo hizo a Jessica Lange, en “ El cartero siempre llama dos veces”; me puso inmensamente cachondo.

 

Quitamos cuidadosamente todos los enseres que cubrían la mesa, y fui a mi habitación por lubricante y preservativos; me tendí boca arriba sobre ella, encogí las piernas para dejar libre acceso a mi agujero. Ramón lubricó concienzudamente mi hoyo, ya tenía experiencia en ello y sabía como hacerlo dilatar con facilidad... Yo desde donde estaba, veía como se masturbaba para poner su polla bien dura, lo que me excitaba someramente y hacía que mi ano se ensanchara con más facilidad. Cuando consideró que estaba preparado, para albergar en mi interior su miembro, empezó a introducirlo muy despacio, dejando que mi orificio fuera abriéndose poco a poco, pausadamente, sin prisas... Una vez lo considero oportuno, sus caderas se empezaron a mover, al compás de un frenético mete y saca … Paraba de vez en cuando, para ensalivarse morbosamente los dedos y tocarme con ellos los pezones.... Prosiguiendo poco después, con su dulce cabalgar, inundando mi interior de oleadas de gozo... En un momento determinado, apoyándose en sus gemelos, movió su pene en mi agujero de forma transversal. ¡ Qué manera de moverse! Yo creí, que enloquecía de placer.

 

 

-¿Estás bien?

 

 

-En la gloria – contesté entre jadeos

 

 

Estaba tan relajado, que no sé cuanto tiempo su miembro estuvo danzando en mis entrañas, varias veces tuve la sensación de que me corría; como consecuencia de ello, una mancha de liquido preseminal empapaba mi vello púbico... Mi amigo seguía moviéndose, sin dar atisbo alguno de que aquello fuera a terminar... Su rostro se estremecía en una dulce y sensual mueca, mientras me pedía generosamente que siguiera gozando... ¡ Y como gozaba! Mis entrañas parecían implocionar cuando sentía en mi interior el enorme y rígido trozo de carne, mi esfinter se abría como una amapola para albergar en todo su inmensidad aquel miembro viril. Su roce con las paredes de mi ano, me proporcionaban un placer que es difícil describir con palabras;sentir como salía y entraba aquel cipote de mi cuerpo, estaba entre las mejores emociones que había llegado a sentir.

 

 

Nos corrimos casi al unisono... su semen se mezclo con el mio sobre mi abdomen... Mientras nos recuperábamos, de la monumental paliza sexual que nos habíamos metido, Ramón mojo sus dedos en aquella amalgama de semen, que se había formado sobre mi ombligo , para después sin contemplaciones meterlos en mi boca, tiro de mi, con fuerza, para que me incorporará y poder así unir su lengua con la mía...Se abrazó a mí desenfrenadamente, como si intentara fusionar su cuerpo con el mio...

 

 

Se sentó en el sofá y me pidió que me colocara sobre sus rodillas, me siguió besando y apretando, apasionadamente mi espalda, para mi mayor satisfacción. Me abracé a él, sumido en un estremecimiento placentero; hundí mi cabeza en su pecho, donde por unos minutos, ronroneé como un gatito. Al rato, levanté la cabeza y le dije, en tono jocoso:

 

 

-Ramoncito, cada vez me follas mejor

 

 

-Yo a ti no te follo- me contesto solemnemente- Yo a ti te hago el amor

 

 

-¿ Y eso?- pregunte perplejo, pues sus palabras estaban impregnadas de una seriedad, impropia de él.

 

 

-¿ Hay que explicartelo todo? - dijo sonriendo plácidamente- Si he quedado contigo no ha sido sólo para esto , que también... Si lo he hecho es porque hay una cosa a la que llevo dándole vueltas desde Febrero; cuando te penetré por primera vez.. Me dolía la barriga sólo de pensar que eso me pudiera estar pasando a mi... Lo he meditado mucho y considero justo que lo sepas....

 

 

-¿ Por qué no dejas de irte por las ramas? - mi tono intentaba ser el más amable posible, en pos de que dijera lo que tanto trabajo le estaba costando decir

 

 

-¿ No te imaginas lo que pueda ser?

 

 

-No, pero si el problema es esto nuestro... lo podemos dejar- dije con la boca más pequeña que tengo

 

 

-¿Dejar esto? ¡ Y una mierda! ¡Con lo listo que eres para algunas cosas, que torpe eres para otras!

 

 

-¿Quieres soltar ya, lo que tengas que soltar? ¡Me estas poniendo nervioso!

 

 

-¿Desde cuando nos conocemos?

 

 

-Desde el colegio

 

 

-¿ Cuántos momentos buenos y malos hemos compartido?

 

 

-Casi todos....

 

 

-Entonces si te digo que te quiero, como no he querido a nadie ¿ sabes que te lo digo de verdad?

 

 

Mi única respuesta fue un extenso beso. Me senté a su lado, apoye mi cabeza sobre su hombro y permanecí en silencio, hasta que se marchó; cuando se fue, le dí mi vueltas al coco, analizando los pro y los contra de aquella caja de Pandora que acababa de abrir... pero en el preciso momento que me lo dijo; fui la persona más feliz del mundo...

 

Pues amar, no es aquello que queremos sentir, amar, es aquello que sentimos sin querer....

 

 Nota del autor:Apreciado lector. Acabas de leer un recopilatorio de cuatro relatos, previamente publicados en esta web.( Por eso la ® del titulo) Para este mes, he escogido cuatro, que, junto con los añadidos y mejoras, forman una historia bastante compacta. Éstos son : “ Pequeños descuidos”, “El padrino”, “¿Por qué lo llaman amor, cuando quieren decir sexo”? Y “¿ Por qué lo llaman sexo, cuando quieren decir amor ?”. Espero que te hayan gustado...

 

 

 

Si comentas y valoras el relato. Sabré lo que piensas, sobre el. Y como siempre, gracias por leerme.

 

 

 

 

 

 

Ah! Otra cosa, si quieres saber como continúan las andanzas de Mariano, esta prosiguen en “El sexto sentido”, ya en mi perfil de TR.

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Reencuentro con mi ex

Punta Candor siempre llama dos veces

Hombres Nextdoor

Mundo de monstruos

Dejándose llevar

Guía de lectura año 2017

Dejar las cosas importantes para más adelante

Una proposición más que indecente

¡No hay huevos!

Ignacito y sus dos velas de cumpleaños

El chivo

La mujer del carnicero

Iván y la extraña pareja

El regreso de Iván

Guerra Civil

Las tres Másqueperras

Toda una vida

Objetos de segunda mano

Follando con el mecánico y el policía (R) 2/2

Follando con el mecánico y el policía (R) 1/2

Ni San Judas Tadeo

La invasión Zombi

Seis grados de separación

¡Arre, arre, caballito!

La más zorra de todas las zorras

Un baño de sinceridad

Barrigas llenas, barrigas vacías

No estaba muerto, estaba de parranda

Dr. Esmeralda y Mrs. Mónica

Yo para ser feliz quiero un camión

Tiritas pa este corazón partio

Corrupto a la fuga

Un polaco, un vasco, un valenciano y un extremeño

El de la mochila rosa

La jodida trena

Tres palabras

Hagamos algo superficial y vulgar

Pensando con la punta de la polla

Quizás en cada pueblo se practique de una forma

Gente que explota

Guía de lectura año 2016

En unos días tan señalados

Desátame (o apriétame más fuerte)

De cruising en los Caños

Putita

Sé cómo desatascar bajantes estrechos

Este mundo loco

Como conocí a mi novio

No debo hablar

El secreto de Rafita

¿De quién es esta polla cascabelera?

Me gusta

Me llamo Ramón y follo un montón

Doce horas con Elena

El pollón de Ramón

Dos cerditos y muchos lobos feroces

El ciprés del Rojo

Follando por primera vez (R) 2/3

Follando por primera vez (R) 3/3

Follando por primera vez (R) 1/3

Estrenando un culito muy delicioso

El mirón de las duchas

Orgia en el WC de los grandes almacenes

Once pollas para JJ

Prefiero que pienses que soy una puta

Homofobia

Adivina quien se ha vuelto a quedar sin ADSL

¡Terrible, Terrible!

Bukkake en la zona de descanso

Mi primera vez con Ramón

Tu familia que te quiere

Si no pueden quererte

Mía

Infidelidad

Dos adolescentes muy calientes

Ocho camioneros vascos

Parasitos sociales

El pollón del tío Eufrasio

Violado por su tío

Talento

Somos lo que somos

Sexo en Galicia: Dos en la carretera

Tres pollas y un solo coño

De amor se puede vivir

Duelo de mamadas

¡Se nos da de puta madre!

Dos hermanos

¿Dónde está la oveja de mi hermano?

¿Por qué lloras, Pepito?

El MUNDO se EQUIVOCA

Todo lo que quiero para Navidad

Como Cristiano Ronaldo

Identidad

Fuera de carta

Los gatos no ladran

Su gran noche

Instinto básico

TE comería EL corazón

La fuerza del destino

La voz dormida.

Como la comida rápida.

Las amistades peligrosas.

El profesor de gimnasia.

Follando: Hoy, ayer y siempre (R)2/2

Follando: Hoy, ayer y siempre (R) 1/2

El ser humano es raro.

La ética de la dominación.

¡Ven, Debora-me otra vez!

La procesión va por dentro.

Porkys

Autopista al infierno.

El repasito.

José Luis, Iván, Ramón y otra gente del montón.

El sexto sentido.

Cuando el tiempo quema.

Mi mamá no me mima.

La fiesta de Blas.

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Sin miedo a nada.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

¡Qué buena suerte!

El rumor de las piedras.

Dios odia a los cobardes.

Tres palabras.

Guía de lectura segundo semestre 2.014.

Como un lobo.

Solo Dios perdona.

El padrino.

Perdiendo mi religión.

Adiós Francisquito, adiós.

Pequeños descuidos.

La sombra de una duda.

Mis problemas con JJ.

Unos condones en la guantera.

La voz dormida.

Follando con mi amigo casado.

Si pudieras leer mi mente.

Bésame, como si el mundo se acabara después.

Si yo tuviera una escoba.

Guía de lectura primer semestre dos mil catorce.

¡Cuidado con Paloma!

La lista de Schindler.

Nos sobran los motivos.

La masticación del tito Paco.

Viviendo deprisa.

El blues del autobús.

¿Y cómo es él?

¡Voy a por ti!

Celebrando la victoria.

Lo estás haciendo muy bien.

Vivir al Este del Edén.

Hay una cosa que te quiero decir.

Entre dos tierras.

Felicitación Navideña.

37 grados.

El más dulce de los tabúes.

Desvirgado por sus primos gemelos

Las pajas en el pajar

Para hacer bien el amor hay que venir al Sur.

Tiritas pa este corazón partio

Valió la pena

1,4,3,2.

Sexo en Galicia: Comer, beber, follar....

¡Se nos va!

En los vestuarios.

Lo imposible

Celebrando la victoria

La procesión va por dentro.

El guardaespaldas

El buen gourmet

Mariano en el país de las maravillas.

Tu entrenador quiere romperte el culo(E)

Retozando Entre Machos.

Culos hambrientos para pollas duras

La excursión campestre

¡No es lo que parece!

Mi primera vez (E)

Vida de este chico.

Follando con mi amigo casado y el del ADSL? (R)

Follando con 2 buenos machos: Iván y Ramón

Trío en la sauna.

Nunca fuimos ángeles

Desvirgado por sus primos gemelos (E)

Como la comida rápida

La misión

Follando con mi amigo casado

La churra del Genaro

Uno de los nuestros

Sexo en Galicia: Tarde de sauna (R)

2 pollas para mi culo

El cazador.

Los albañiles.

Jugando a los médicos.

Algo para recordar

Mis dos primeras veces con Ramón (E)

A propósito de Enrique.

Guia de lectura y alguna que otra cosita más.

Culos hambrientos para pollas duras

En los vestuarios (E)

Celebrando la derrota

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (Epilogo)

No quiero extrañar nada.

Punta Candor siempre llama dos veces.

4,3,2,1....

2 pollas para mi culo

Adivina quién, se ha vuelto a quedar sin ADSL

El MUNDO se EQUIVOCA

Historias de un follador enamoradizo.

Living la vida loca

Sexo en galicia con dos heteros (R)

¿Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor?

Comer, beber... charlar.

Los albañiles.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

Regreso al pasado

Follando con mi amigo casado (R)

“.... y unos osos montañeses)”

El padrino

... Bubú.....

El blues del autobús (Versión 2.0)

El parque de Yellowstone (Yogui,....)

After siesta

Sexo, viagra y ... (2ª parte) y última

Before siesta

Sexo, viagra y unos pantalones anchos (1ª parte)

El bosque de Sherwood

El buen gourmet

Como la comida rápida

Pequeños descuidos

¨La lista de Schindler¨

El blues del autobús

Celebrando el partido