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Se fué la luz

en Sexo con maduras

Era lo que me faltaba. Con el dia que llebava despues de no haber podido ir de vacaciones con mi familia por quedarme castigado a estudiar, llegar a casa despues de las clases de repaso del dia y que no hubiera luz en el edificio era el colmo. Mis padres me habian dejado casi sin dinero para asegurarme de que no iba a salir por ahi cada dia y ahora no iba ni a poder ver la tele.

En el portal habia un grupito de gente. La luz se acababa de ir y todavia esperaban a ver que pasaba. A los pocos segundos algunos fueron hacia la calle y yo me resigne a subir a pie los 5 pisos que me tocaban.

Al encarar las escaleras vi que la Sra. Marga, la vecina de arriba estaba indecisa entre esperar el ascensor y tambien empezar a subir las escaleras. Iba con un carro de la compra que parecia bastante pesado y no me sorprendio que le diera pereza intentar a empezar a arrastrarlo escaleras arriba.

Yo era bastante insociable en aquella epoca y procuraba evitar al maximo el contacto con los vecinos, aparte de la minima educacion de un "buenos dias/tardes" al cruzarnos, pero me parecio mal no ayudarla en aquel momento.

Nunca habia hablado mucho ni con ella ni con su marido, pero los dos parecian gente bastante agradable, que iban a lo suyo y no se metian con nadie ni cotilleaban como hacian otras vecinas sobre mis horarios o los comentarios que sobre mis estudios hacia mi madre sin mala intencion.

La Sra. Marga debia tener unos 35 años. Siempre llebava el cabello, negro y un poco canoso, muy corto. Normalmente no me fijaba mucho en ella. En el edificio habia vecinas que tenian mucho mas morbo que ella. Aparte de unos morritos muy sexis, el resto de su imagen era muy neutra. No tenia mal tipo para su edad, pero siempre llevaba ropa bastante holgada y aun con lo poco que en aquella epoca me costaba hacerme una paja pensando en casi cualquier mujer con la que tuviera un minimo de contacto, ella debia ser de las pocas que habian escapado de mi atencion. Aun asi, el hecho de que tanto ella como su marido tambien fueran considerados como "bichos raros" como yo, por no meterse en los cotilleos del barrio, hacia que me cayera bien.

"Que putada lo del ascensor, no?" le comente al pasar junto a ella

"Bastante mala suerte, con lo que pesa esto" me contesto indicando el carro de la compra.

No me hizo mucha gracia la cosa, pero no pude evitar ofrecerme a subirselo hasta su casa. Yo estaba bastante en forma, pero entre la calor y lo que pesaba aquello, llegue hasta su rellano sin parar ni un momento (no por falta de ganas, por pavonearme estupidamente delante de ella) pero sudando a la gota gorda.

Abrio la puerta y deje el carro en el recibidor. Ella tambien soplaba un poco por el ejercicio de subir las escaleras, pero no sudaba como yo.

"Estas chorreando, pesa mucho, no? Tambien es mala suerte que hoy me haya dado para hacer la compra de la semana"

"No importa, no es nada"

"Espera, te busco una toalla y te secas un poco"

Me acerco una toalla y me empece a secar la cara y el cabello.

"Que quieres tomar?" me pregunto

"Nada, es igual, gracias, me bajo ya a casa"

"No seas tonto, si no es por ti, justamente hoy que mi marido esta de viaje, o duermo en algun rellano o me muero intentando subir todo esto. lo minimo que puedes hacer es dejarme que te invite a beber algo. Va, que quieres? Coca-cola, cerveza..."

"Un poco de agua fria si tienes me iria bien"

Me hizo pasar al salon y fue a buscarla a la cocina. Como de costumbre iba vestida de manera bastante sobria. Una falda negra por debajo de la rodilla y una blusa azul oscuro, abrochada casi hasta arriba, nada reveladora. Me sorprendio una foto que vi en una estanteria. Se la veia a ella en la playa, saltando, en un minusculo biquini a rayas azules y blancas que mostraban un cuerpo voluptuoso impresionante. Intente imaginar que edad tendria entonces. Lo unico que casi no habia cambiado era su cabello moreno muy corto, que en la foto se veia sin ninguna cana y su boca carnosa con labios llenos y dientes blancos y prominentes en su sonrisa.

"Te gusta la foto?"

Me habia pillado de lleno mirandola. Me gire y sonrei. "Si, estas muy guapa"

No hizo ningun comentario mas. Me dio un vaso de agua enorme y lleno de hielo, que al empezar a beberlo me parecio fabuloso.

"Todavia estas empapado, espera, te seco" un poco por sorpresa note que empezaba a secar mi cuello y pecho con la toalla que yo habia dejado sobre el sofa.

Me desabrocho otros dos botones de la camisa y continuo moviendo la toalla en su mano hacia mi ombligo.

"Quitate la camisa" me dijo.

Yo todavia no me habia dado cuenta de que iba la cosa y como un imbecil me aparte, avergonzado porque la manera en que me estaba tocando, aunque fuera a traves de la tela gruesa de una toalla, me estaba poniendo a mil.

"perdona, necesitaria ir al servicio" le dije muy cortado.

Me indico una puerta y me meti alli, apoyandome contra la pared. Me baje la cremallera y me saque el pene, pero tarde bastante rato en ser capaz de empezar a orinar. Mientras estaba intentandolo note una presencia observandome y al girar la cabeza vi que Marga estaba junto a la puerta del servicio, con la mirada fija en mi miserable pene que todavia no habia soltado ni una gota de orina.

Viendola, lo cubri con mi mano y ella sonrio, casi soltando una carcajada "no tengas verguenza! ...va, dejame mirar" yo me quede cortado sin saber como responder y ella insistio "si tu me dejas mirar y escurrirte al final, yo te dejo hacer lo que quieras. Ok?"

Rapidamente intente pensar en como sacar el mayor partido de la situacion, pero evidentemente solo oirla decir lo que acababa de decirme ya me habia puesto la polla durisima y yo no estaba en condiciones de negociar. "me dejaras que te la meta por el culo, ok?" fue lo unico que se me ocurrio en el momento.

"Te dejare que me hagas lo que quieras. Me encanta verte asi de caliente" me cogio la polla, que estaba como una piedra, y se puso de rodillas junto a la taza del inodoro. Me bajo los pantalones y el slip. Su cara tenia la misma sonrisa que la foto del salon cuando sus labios se empezaron a tragar mi polla. Su lengua jugaba con la punta de mi pene y sus manos frotaban mis cojones. Cuando apreto mi capullo entre sus dientes y se puso a succionarlo con fuerza, no pude aguantar mas y explote de gusto en su boca. Sus labios recibieron toda mi leche con ganas y continuo chupandome hasta notar que me habia quedado completamente agotado.

Salimos del servicio y ella seguia sonriendome como si no hubiera pasado nada. "ha estado muy bien. Ahora es tu turno de hacerme lo que decias que te apetecia" fue su comentario.

Yo nunca habia tenido la oportunidad de follar un culo, y ahora que podia, no pensaba dejarla escapar. Me olvide de cualquier verguenza que me pudiera dar y le cogi el culo con una mano, apretandola contra mi y, sin pensarlo, besandola en la boca, que tenia un gusto raro por la corrida que yo me acababa de pegar.

En aquel momento sono el timbre del portero automatico. Habia vuelto la luz en un momento poco oportuno.

"Vaya, es Maite" me dijo sin perder la sonrisa. "No te preocupes, procura vestirte".

Lo unico que yo sabia era que la Sra. Maite era su amiga o pariente de su esposo. La habia visto muchas veces y a ella si que no habia manera de no tenerla presente a la hora de hacerme mis pajas. Era de la misma edad que Marga o un poco mayor y bajita, 1,50 o asi, pero siempre vestia con shorts o minifaldas que lucian sus piernas perfectas. Tenia el cabello claro rizado y ojos azules. Su sonrisa amplia hacia sus facciones aun mas atractivas. No habia hablado nunca con ella, pero mas de una vez me habia corrido pensando en ella.

Cuando Maite llego al piso, Marga nos presento. A ella simplemente como "Esta es Maite" y a mi como "suerte de el, me ha ayudado a subir la compra cuando no funcionaba el ascensor"... no exactamente lo que yo habria querido oir en aquel momento en que me sentia como un superhombre por lo que acababamos de hacer.

Me parecio que habia llegado el momento de salir de alli y bajar para casa, pero Marga lo impidio. "Esperaros aqui un momento, que voy a la cocina a preparar cafe y busco algo para picar"

Yo no sabia que decir. Maite no decia nada. Mi mirada no se podia apartar de sus piernas. Llevaba un vestido azul marino cortisimo y muy apretado. Sus pechos no eran muy grandes y debia llevar sujetador porque no se le notaban nada los pezones, pero sus piernas bronceadas y musculosas, bien torneadas, parecian pedir que alguien se lanzara a lamerlas.

Me sobresalte al oir su voz "Te gustan mis piernas?" Evidentemente, no habia sido capaz de disimular mis miradas tanto como yo pensaba y se habia dado cuenta.

"Si, claro, son impresionantes" fue lo unico que se me ocurrio contestar.

Vi como sonreia y de repente se levanto y salio del salon hacia la cocina. Estuve a punto de aprovechar la ocasion para escapar, pero en un momento Maite estaba de vuelta, sin perder su amplia sonrisa.

Para mi sorpresa, en lugar de sentarse frente a mi como antes, se sento en mis rodillas.

"Marga me ha dicho el trato que teniais y lo que habeis hecho antes" me susurro al oido.

Mi polla estaba durisima contra su culito y era evidente que ella lo sabia. Empezo a besarme en los labios suavemente. Mis manos no podian esperar mas y se pusieron a acariciarle las piernas. Mi lengua y la suya se encontraron y se entrelazaron en un recorrido inacabable de nuestras bocas.

Yo estaba a punto de empezar a bajarle su minivestido cuando Marga volvio a entrar en el salon. Yo me habia casi olvidado de ella, pero enseguida fue evidente que las dos tenian muy claro lo que querian que pasara a continuacion.

Maite se bajo de encima mio, dejando al aire mi polla erecta. Marga dejo el cafe en la mesa y empezo a quitarse la ropa.

Al quitarse la blusa pude ver que no llevaba sujetador y sus pechos firmes y redondos como manzanas desafiaban la ley de la gravedad. Se quito las bragas y empezo a levantarse la falda, tentandome. Yo me moria por arrodillarme y empezar a lamer su vagina, pero Maite tenia otros planes. Fue ella la que se puso de rodillas delante mio y empezo a chuparme la polla sin apartar su mirada de la mia. Mientras su boca se metia todo mi pene dentro, no dejaba de sonreirme. Yo me estaba volviendo loco de gusto cuando Marga empezo a meterme la lengua en la boca mientras su mano me sobaba el culo y los huevos.

No pude aguantar mas y empece a correrme en la boca de Maite mientras Marga no dejaba de morrearme y de sobarme el culo y los huevos. Disfrute de aquel momento mas de lo que nunca habria podido imaginarme y al acabar, todavia me esperaba mas.

Marga seguia besandome, su lengua lamiendo mis labios sin parar y su mano sobando mi polla, poniendome otra vez caliente aunque todavia fisicamente no podia reaccionar lo suficiente como para volver a ponerse dura.

Maite no dejaba de chuparmela. Entre las dos me estaban tocando como locas y yo intentaba corresponderles, pero no sabia muy bien como. Continue respondiendo a la boca de Marga, juntando mi lengua a la suya y recorriendo su boca con la mia. Mis manos solo podian clavar la cabeza rizada de Maite a mi polla para que siguiera chupandome y masturbar como podia a Marga, que pronto tambien decidio arrodillarse y sumar sus esfuerzos a los de Maite para volver a ponerme a mil.

Entre las dos se turnaron para chuparmela y se me volvio a poner dura como una piedra. La mano de Marga me acariciaba el culo y sus dedos presionaban ligeramente en mi ano. Las dos me lamian al mismo tiempo y sus lenguas se encontraron mas de una vez, poniendome todavia mas caliente.

Yo no lo sabia en aquel momento, pero esa no era la primera vez que las dos se lo montaban. Yo estaba un poco fuera de control. Marga se puso a cuatro patas y me pidio que se lo hiciera como al principio habiamos quedado. Su culo y sus muslos delante de mi cara fueron irresistibles y empece a frotarme la polla contra ella. Con las manos le buscaba las tetas y al mismo tiempo mi polla se coloco en el agujero de su culo.

Maite me estaba sobando los huevos y jugando con su dedo en mi culo. Yo la morreaba y al mismo tiempo le procuraba tocar las tetas, pero no podia mas.

Con decision, clave mi polla en el culo de Marga y empece a follarlo rapidamente. Al mismo tiempo, Maite se estiro debajo de ella y su boca empezo a lamer tanto mis huevos como el coño de Marga. Los tres ibamos a tope. Maite se masturbaba mientras Marga y yo explotabamos de placer, yo dentro de su culo y ella en la boca de Maite con mis dedos como ayuda.

Marga y yo quedamos hechos polvo, pegados el uno al otro. Casi de manera refleja, yo le besaba la nuca y mis manos sentian sus caderas y acariciaban lentamente su cuerpo, de la rodilla a los pechos. Mi pene no se separaba de sus nalgas, manteniendose flacido pero a punto de volver a la actividad.

Maite habia ido a ducharse y volvio desnuda y coqueta a acomodarse junto a nosotros. Mi polla volvio a ponerse dura al verla. Marga al notar otra vez mi ereccion contra su culo, se puso a reir. A mi no me hacia mucha gracia la cosa, pero ellas dos lo encontraron bastante divertido. Al cabo de un momento se estaban besando de la misma manera que yo habia estado besandome con Marga hacia poco.

En poco rato, su 69 estaba funcionando a toda maquina, dejandome muy pocas opciones. En el primer momento intente penetrarlas, primero a Marga y luego a Maite, pero apartando mi polla con sus manos me dejaron muy claro que no era lo que buscaban de mi. Al final, sin tener muy claro que hacer me puse a ayudar a Marga en su comida de coño de Maite. Mis manos tambien se sumaron al objetivo de darle el mayor placer posible y en unos minutos Marga y yo nos vimos recompensados con el jugo que el coño de Maite solto en nuestras bocas.

Despues de todo, yo no tenia nada claro como iba a acabar (o a continuar) la cosa. Me acabe de vestir y sali del piso antes que ellas. No supe muy bien como interpretar el "hasta pronto" que me dijeron las dos, pero confie en que de verdad significara que pronto volveriamos a estar juntos.