miprimita.com

Dafne

en Sexo con maduros

Que ganas tengo de irme a esquiar este fin de semana. Por fin parece que a los padres de mi novio no les molesta que les invadamos la casa de Andorra. Será la primera vez que nos la dejan para nosotros solos.

Espero que esto signifique que por fin a los padres de Alberto se han acostumbrado a lo nuestro. Lo de las diferencias de edades no lo he entendido nunca. Para mí no significa nada que él tenga 30 y yo 19. Ellos tienen mucho dinero y se creen que yo soy una buscona que sólo me intereso por el dinero de su hijo.

Sólo pensar que alguien pueda creer eso de mi me da ganas de gritar. Me gusta la buena vida, que no siempre he tenido, como a todo el mundo, pero no sacrificaría nunca mi felicidad por dinero, por mucho que tengan sus padres o vaya a tener Alberto.

A veces me da pena por él porque creo que le parece que no confio en su amor, pero me niego a aceptar que Alberto pague por estos viajes. Me cuesta, pero siempre procuro poder pagar yo mis gastos.

Cenas y asi no me importa que las pague él, pero el resto me parece que es mejor que lo paguemos a medias para no dar pie a sus padres a desconfiar aun mas de mi.

Desde que mi madre se separo de su marido en casa hemos ido un poco justas. Yo a Carlos siempre le he llamado papá, aún sabiendo que no lo era. Mi madre y él se casaron cuando yo tenía 2 años. Se separaron hace también casi 2 años. A mí me supo muy mal, sobre todo por mamá, pero también por mí.

Ahora voy a tener que ir a pedirle dinero otra vez a Carlos. Se me hace raro llamarle así. Siempre le había llamado papá. Después, desde que se separaron, mama insistió en que le llamara Carlos, porque no era mi padre biológico. No me acostumbro.

Siendo la primera vez que vamos a poder disponer de la casa de Andorra con el beneplácito de los padres de Alberto, quiero poder llevar bastante dinero en efectivo. Por si vamos de compras o lo que sea.

Mamá normalmente me da 100 euros a la semana, pero ya casi me los he gastado y para este fin de semana quiero llevar al menos 500.

No se que va a decir papá esta vez. La semana pasada le saqué 200 y no pareció importarle.

Cuando me vió entrar en su despacho me pareció que desaprobaba mi imagen. Tal vez debería haber sido mas discreta, pero me había vestido para Alberto. A él le gusta que lleve faldas cortas y blusas ceñidas. Dice que le recuerdo a no se que personaje de un libro de esos que siempre está leyendo de algun ruso.

Hoy he quedado con Alberto dentro de muy poco rato y, después de no vernos en cuatro días, quiero gustarle mucho. Me he vestido casi igual que la semana pasada. La misma blusa que ya se que se me abre en el cuarto boton y deja ver el sujetador. Eso le excita. Hoy me he puesto una falda corta muy divertida que encontré el otro dia de oferta, a cuadros escoceses rojos y negros que me parece que queda bastante bien con los botines negros que me compré el martes con el dinero de Carlos de la semana pasada.

Llego al edificio donde trabaja con los nervios en el estomago por si me dice que no me da el dinero.

Papá tiene el despacho en el sexto piso. Espero el ascensor.

Aagh. Que mala suerte! Acaba de entrar en el edificio mientras espero el ascensor el amigo de papá.

Por lo menos sé que es inofensivo. La semana pasada casi me da un ataque. Desde que entramos al ascensor me parecio que no dejaba de mirarme las piernas, el culo y los pechos.

Durante los 6 pisos estuve rogando al ascensor que sobre todo no se detuviera.

Reconozco que se comportó. No hizo ni dijo nada desagradable. Al llegar a la planta de la oficina de papá me abrió la puerta y me invitó a salir antes que él con una sonrisa. Supongo que lo hizo para poder repasarme por detrás, pero me da igual.

Aún así, aquel día algo en él me dió mal rollo. No es que no esté acostumbrada a que algunos "viejos" me miren con ganas, pero su mirada me parecía demasiado descarada.

Le pregunté a Carlos sobre su vecino. "Es un señor un poco mas joven que tu que tiene la oficina en la otra puerta. Alto. Un poco gordito"."Sergio?" papá lo identificó. "Es muy raro. No hay por donde agarrarlo, pero es buena gente ¿Por qué?" "Por nada, me ha dado recuerdos para tí" mentí.

Ahora, sabiendo que papá y él son amigos, le sonrio.

Muy educado me abre la puerta para que entre antes que él. Casi noto como se me come con la mirada. Solo le falta empezar a babear.

Otra vez la lolita!!! Esto es suerte o tortura? Como viste y como huele. Dulce. Dulce.

Este hombre es muy raro. No he entendido lo que dice, pero me parece que habla solo.

Lo que me faltaba! Se acaba de estropear el ascensor.

Bien, bien, bien. Sabia que funcionaría. No hay nada como pedir las cosas bien "por favor ascensor, esta vez te me tienes que detener y dejarnos un rato encerrados aquí, no me falles como la semana pasda"

La cara de la sensual hija de Carlos muestra desconcierto y un poco de miedo. Debe ser un poco claustrofóbica. Que suerte para mí.

Se ha puesto a apretar todos los botones. La alarma no suena. Se debe haber ido la luz del edificio. Yo pensaba que los ascensores tenían sistemas de soporte para estos casos, pero claro, este ya tiene muchos años.

Para reconfortarla, bueno, es un decir, le paso un brazo alrededor del cuello desde atras. Mis dedos rozan con disimulo uno de sus senos. Tengo la polla a mil.

Pero que hace este degenerado!!! ¿Me va a violar? "Venga, no te pongas nerviosa que ya verás como pronto nos sacan de aquí" me dice. Pues si no quiere que me ponga nerviosa que se aparte de mi. El muy cerdo con la excusa de confortarme ha aprovechado para tocarme un pecho. Se debe creer que no me he dado cuenta.

Me deshago como puedo de su abrazo y me aparto de él. Al retroceder yo, él no se ha apartado ni un milímetro. Me ha pegado la polla al culo. Como va de empalmado! Que guarro. He de reconocer que parece que tiene una buena herramienta.

Me ha clavado el culo en la polla! Que gustazo y que dolor de huevos. Otra arrimada así y me voy a correr. Me parece que se ha dado cuenta de que estoy caliente. Se ha puesto nerviosa ¿Puede ser que me haya mirado la polla? A ver si a la lolita le va a ir el morbo y al final me la voy a poder tirar.

Ay, por Dios!!! Se me ha ocurrido comprobar que el cerdo este va empalmado y me parece que me ha pillado mirándole a la entrepierna. Aún se va a creer que busco marcha ¿Y ahora por que me mira de esa manera? Le sonrío para que no se de cuenta de que le tengo miedo. Tendría que decirle algo. Doy unos golpes a la puerta del ascensor. Todavía no ha venido nadie para intentar sacarnos.

Me ha sonreído. A esta putita le va la marcha, seguro. Hago como ella y golpeo la puerta del ascensor. Igual que ella, yo tampoco le doy muy fuerte... lo último que quiero es que ahora venga alguien a sacarnos. Mis ojos le dan otra repasada de arriba abajo. Esas tetitas tan apretujadas, lo que daria por follármelas sentado sobre ella en el suelo del ascensor.

Por favor, que venga alguien ya. El tío este me está mirando los pechos como si se creyera que me va a abrir la blusa con la mirada. Es la última vez que me visto así un día que tenga que venir a la oficina de papá.

Uuuugh, que asco! El muy cerdo se ha relamido!!! Encima me mira como si fuera irresistible. La verdad es que de aspecto no está mal para la edad que debe tener. Si por lo menos no fuera tan baboso! Con esa polla que parece que le vaya a rebentar el pantalón aún tendría morbo la situación.

Me parece que la he puesto nerviosa. Se ha sonrojado ¿Que hago, me atrevo a dar un paso? Por probar no se pierde nada.

"Parece que no viene nadie. A ver si nos vamos a tener que pasar aquí el fin de semana!" le digo en broma (que más quisiera yo!)

"Espero que no!" (que más quisieras tu so guarro, antes preferiría morir de asfixia) ¿Que hace ahora?

"A ver, aquí detrás tuyo me parece que había un panel de algo" dice. Este tío es un idiota. Se me echa encima. Más de una vez algún salido me ha metido mano en el autobús creyendo que no me daba cuenta, pero nunca tan descaradamente.

Como le huele el pelo. Por fin le he conseguido tocar el culo con la excusa de hacer que se apartara. Claro que no hay ningún panel aquí detrás, pero mientrás ella se siga dejando "apartar", yo sigo buscando. Pena no poder llegarle a las tetas.

¿Que es eso? Acaba de colocarme el muslo en los huevos. Me voy a correr. Noooo, no te apartes ahora zorrita, que me tenías a punto.

Se aparta. Tiene ganas pero le da corte. Debe saber que soy amigo de su padre.

Que a gusto me habría quedado dándole el rodillazo en los huevos. Me voy a arrepentir de no haberme atrevido. Como se me vuelva a acercar esta vez si que no me voy a contener.

KLANG!

¿Que ha sido eso? POR FIN!!! Ha vuelto la luz y el ascensor se ha vuelto a poner en marcha. Salvada!

Vaya, también es mala suerte. Ahora que la lolita se empezaba a poner morbosa. Llegamos a nuestra planta.

"Bueno, pues encantado de haber compartido estos momentos contigo" Le digo abriéndole la puerta y colocándole la mano en la cintura. Bueno, lo de la cintura es un decir, porque los dedos se van para el culo sin mucho disimulo y ella no se aparta. Además al salir me ha rozado la polla otra vez con la cadera. A esta niña la próxima vez seguro que me la llevo al huerto.

¡Pero que asqueroso llega a ser! Le daría una bofetada por el descaro con el que me soba el culo ¿Que se habrá creído que soy? Paso de todo porque lo único que quiero es salir de aquí y perderle de vista. Como otro día volvamos a coincidir juro que me subo los seis pisos por la escalera.

Ademas el guarro se arrima, no me deja ni salir del ascensor. Al final empujo y paso pero noto como se me frota todo contra mi. La polla se me clava en la cadera. Solo le falta sacársela y meneársela aquí delante mío. Por fín. A ver si papá abre rápido la puerta, porque seguro que me está mirando el culo descaradamente. No me voy a girar. No quiero verle más.

Que buenísima que está la lolita! Me quedo mirándole ese culito delicioso hasta que oigo que se abre la puerta del despacho de Carlos. Entro en mi oficina y voy directamente al servicio a descargarme con una paja fantástica del morbo que me ha llegado a dar.

Por lo menos papá no ha protestado y me ha dado el dinero. Ha notado que me pasaba algo, pero por suerte tenía prisa y no ha preguntado mucho. Le he dicho sólo que era porque me había quedado atrapada en el ascensor. No he dicho nada del degenerado, no le quiero tener que dar explicaciones.

Por la noche si que se lo cuento a mi novio. Se cabrea muchísimo. Dice que le va a partir la cara al cerdo ese. Le digo que por favor no haga nada, que sólo quiero olvidarme del tema (además, Alberto no es precisamente un atleta, aún saldría perdiendo él). Le gusta que vista provocativa, pero para él. No es celoso ni nada de eso y nunca hace caso si algún tío me mira aunque sea con descaro, pero eso de que se hayan propasado conmigo le tiene indignadísimo.

Empiezo a besarle y le lamo el cuello como sé que a él le gusta. Veo que por fín se calma el cabreo y me sonríe con aprobación. Sus ojos tímidamente me indican lo que quiere, como si yo no lo supiera ya. Me arrodillo ante él y le beso la polla por encima de los pantalones. Ya la tiene dura. No es tan grande como la del cerdo, ni falta que me hace. Le bajo la cremallera y se la saco. Primero le beso suavemente el glande. Luego se lo recorro con la punta de la lengua y se estremece. Un hilillo de jugo seminal se queda colgando entre mi boca y su capullo. Eso es lo malo de Alberto. Se excita demasiado rápido y acaba enseguida. Además desde el lunes no lo hemos hecho, no me va a durar nada. Bueno, no pasa nada, seguro que más tarde lo volveremos a hacer. Consciente de que en pocos segundos voy a sentir su leche en mi boca, me meto la polla tan adentro como puedo. Aguanto así unos segundos, sin moverme. Siento el calor y los latidos del pene. Muy lentamente me lo empiezo a sacar de la boca casi por completo. Justo cuando el capullo está a punto de salírseme entre los labios, vuelvo a metermela dentro. Succiono y siento el sabor salado del semen que se acerca. Le cojo la polla con la mano y me froto los dientes con su capullo. Eso se que le vuelve loco. Con la mano le masturbo un poco y le acaricio los huevos. No falla. En cuanto empieza a correrse me meto la polla entera bien adentro y hago que me folle la boca sin dejar de estimularle los huevos. Gime de placer. Me gusta que disfrute así. Ya ha acabado. Me acuerdo como al principio me daba asco sentir la leche en la boca. Ahora ya me da igual y como se que le gusta, me trago todo lo que puedo. Me levanto para darle un beso pero, como de costumbre, me besa en los labios pero no quiere lengua. Le da cosa. En cambio no tiene inconveniente en comerme a mi tanto rato como sea necesario. Es un encanto.

Por la noche Eva, mi mujer, me encuentra raro. Le digo que no es nada, sólo que estoy un poco cansado. En el baño me hago otra paja antes de cenar, no me puedo sacar a la lolita esa de la cabeza y el morbo que me ha dado que parezca que le va la marcha. En la cama Eva se sorprende por mis efusiones "¿No decías que estabas cansado?" medio protesta en broma. Follamos a oscuras con ella encima mío. Cierro los ojos y a cada instante me imagino que quién está sentada sobre mí con mi verga entrando y saliendo de su vagina es mi sensual lolita. Me corro con su cara grabada en mi mente y no puedo dejar de pensar que a lo mejor ella tambien durante el día o esta noche en algún momento haya recordado el morbo del ascensor.