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La maquina

en Control Mental

Cuando ayer me encontré la máquina en mi oficina, no supe muy bien como reaccionar. No me lo esperaba. Ni siquiera sabía exactamente lo que podría hacer con ella, pero algo me dijo que iba a ser especial.

Procuré concentrarme en mis tareas del día y por la noche me la lleve a casa. La cena se me hizo eterna. Por suerte mi esposa decidió irse a dormr, sin quedarse a ver la televisión. Le dije que tenia algo nuevo en que trabajar.

Me encerré en mi pequeño estudio y saqué la máquina del maletín en el que la había traído a casa.

Necesitaba corriente electrica y la conecté. Algunas luces. Sonidos apenas audibles desde dentro de su estructura. No parecía peligrosa.

Junto a la máquina en mi oficina había encontrado una breve nota que, escuétamente, daba algunas de sus características. La nota terminaba con un muy optimista "¡Con esta máquina tienes que poder hacer todo lo que quieras!".

La observé detenidamente durante muchos segundos. No muy grande, negra, imponía. No había visto algo igual nunca antes.

Me atreví a tocar alguno de sus controles. Luces brillaron y signos aparecieron.

Antes de que me diera cuenta empezaron a aparecer mis sueños. La máquina transportó mis sensaciones hasta hacérmelas vivir de nuevo.

Apretando unas teclas, de repente ante mi se abrieron situaciones que me sorprendieron.

Casi fui violado por mis compañeras de universidad y por unas asiáticas con las que coincidí brevemente. Disfruté de las situaciones.

Inesperadamente, al entrar en mi casa, Ana, la deliciosa hija de Alicia, me dio un beso en los labios y pasó a besar a su madre con lascivia. Antes no había conseguido que madre e hija se enrollaran entre ellas. La máquina me lo estaba permitiendo.

Esa tarde, gracias a la máquina, Alicia y Ana se lo montaron en la piscina y yo lo disfruté con ellas.

Manipulé más teclas en la máquina y me encontré en el día de mi boda. La primera leche del novio, o sea yo, desparramada. No hubo reacciones contrarias, pero si reacciones de control de la máquina.

Unos segundos observando a una vecina que desaparece. Una gran fiesta inesperada...

Mi máquina de control mental que aún no se del todo como funciona.

Dafne se me desnuda en el ascensor y me la chupa con más afición que si yo fuera su novio.

Por fin Marta y Elena me invitan a compartir la noche con ellas. Además, se lo montan entre las dos mejor que en mis más salvajes fantasías.

Estoy muy impresionado con la nueva máquina. La que dispone del control mental.

Consigo identificarla.

Es el ordenador portatil nuevo que me han entregado hoy y tiene de todo.

No necesito tanto para lo que yo uso, pero me encanta todo lo que le sobra. Ayuda a controlar mentes, gentes y situaciones. Solo depende de lo que teclees.

Faltan algunas modernidades que permitan recepcion de imágenes, 3D y contactos en directo, pero voy a disfrutarla.

X.