Despues de unos meses de no vernos, quedar con Anne otra vez fue una recompensa para mi a la larga semana que habia pasado en Londres, lejos de casa.

Nos encontramos a la puerta del General Store de Covent Garden. Un lugar de no muy grata memoria para mi, donde unos años antes alguien me habia robado la cartera.

Saliendo de la estacion del underground, desde el otro lado de la calle pude ver que Anne ya estaba esperando alli. Casi envuelta en un abrigo negro. Apenas podia adivinar su figura. Su pelo negro estaba alborotado por el viento de la calle.

Llegue muy cerca de ella antes de que se diera cuenta de que me acercaba. Al verme su cara se ilumino: sus enormes ojos azules y sus labios carnosos enrojecidos por el frio la hacian aun mas atractiva.

Verla de nuevo me transporto al dia en que nos conocimos: yo llegaba a la casa de mis amigos donde ella se alojaba tambien momentaneamente. Ella salia. Habia oido hablar tanto de ella que solo al verla adivine que aquella guapisima morenaza tenia que ser la fantastica compañera de vivienda que el destino, y mis amigos que me ofrecian alojamiento, me deparaban. Alta, delgada, de cabello negro, piel blanca y ojos azules, la mujer mas hermosa que habia visto nunca.

Sometida al vendaval y la incipiente lluvia, su imagen era menos fantastica que la que me impresiono la primera vez que la vi, pero cuando llegue junto a ella pude comprobar que seguia siendo la mujer mas hermosa que habia visto nunca.

La bese en los labios y la abrace. Sus labios respondieron (o me lo parecio) pero sus brazos me apartaron un poco.

"Hace mucho viento ¿Donde quieres ir?" me pregunto

"Donde quieras. Tu conoces esto mejor que yo"

Fuimos a un bar-pub-restaurante en la planta inferior de Covent Garden, donde tenian un vino tinto hungaro de oferta.

La primera botella la bebimos poniendonos al dia de nuestras andanzas desde la ultima vez que nos habiamos visto. Con el ultimo brindis, yo le entregue un regalo. Una pequeña estatuilla que habia comprado pensando en ella en un viaje el verano anterior. Nada impresionante. Le gusto o fingio que le gustaba. "Yo no te he comprado nada" se disculpo. "No importa" menti.

Por compensar, o por que le era mas facil por el idioma y porque sin duda ella captaba mas la atencion de los camareros que yo, Anne fue a buscar la segunda botella de vino. Trajo ademas una bandeja con quesos y galletas saladas.

Comimos y brindamos. El resto del vino lo bebimos casi en silencio. Una mano en la copa y la otra entrelazada. Cuando apuramos la botella nuestras frentes estaban tocandose y nuestros labios casi tambien.

La impertinente campana que anunciaba la hora del cierre nos hizo plantear si valia la pena pedir una ultima bebida, pero decidimos que no.

Salimos del local cogidos de la mano.

No entramos en el underground en Covent Garden, la estacion en la que habia salido yo, porque a Anne le daban miedo los ascensores llenos de gente. Caminamos hasta Leicester Square y bajamos alli por las escaleras mecanicas.

Ambos tomamos el mismo tren de la Piccadilly line. Anne para llegar a su destino final en Ealing, yo para bajarme dos estaciones mas alla, en Green Park, lo cual, con el transbordo correspondiente, me permitiria llegar a la estacion de Victoria a tiempo de tomar el ultimo tren hasta la casa de mis amigos donde me alojaba.

Era uno de los ultimos convoyes de la noche, si no el ultimo. Iba muy lleno y la gente se apretaba a nuestro alrededor. Yo me sujetaba a la barra superior del tren. El brazo de Anne rodeo mi espalda y se agarro con fuerza a ella.

Llegamos a Green Park. Mi estacion. La bese en la mejilla. Su mano no se solto de mi espalda, agarrada con fuerza a mi abrigo. La bese de nuevo, en la otra mejilla. Sus ojos se clavaron en los mios. Me atrevi a rozar sus labios con los mios.

Me separe de ella y sali del tren justo antes de que se cerraran las puertas. Llegue justo a tiempo a cambiar de linea y a tomar el ultimo tren que me devolvio a casa de mis amigos, donde debia estar.

Menudo imbecil.