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Mitos eroticos

en Grandes Relatos

Mito Erotico

Todos hemos tenido uno o varios mitos eroticos en la adolescencia.

Al descubrir la sensualidad, creo que a todos nos ha pasado el obsesionarnos con algunas personas que, posiblemente mas debido a nuestra imaginacion que a circunstancias objetivas, llenaron nuestras fantasias, habitualmente solitarias.

No me refiero a simplemente "desear" a una persona determinada. Eso, en nuestro caso, los chicos heterosexuales practicamente podemos decir que englobaria a cualquier mujer de nuestro entorno, con una edad superior a los 10 e inferior a los 90 y un peso superior a los 20 Kg e inferior a los 150, con excepcion de nuestras madres y hermanas y tal vez alguna otra persona de la familia. Incluso a esos amplios limites encontrariamos excepciones.

En la categoria de ´mito erotico´ entrarian solo aquellas mujeres que protagonizaron de manera estelar nuestras masturbaciones a partir de los 10-12 años y durante el resto de nuestra adolescencia, hasta que empezamos a conseguir los primeros besos, colocar la primera mano en un pecho y finalmente... el dia en que nuestra novia del momento con cara entre asustada y excitada, nos hizo correr por primera vez en su mano. A partir de aquel instante nuestros objetivos se dirigieron a metas mas elevadas: que nos la chuparan y finalmente algun dia... follar!

Durante aquellos años, que a mi se me hicieron eternos, hasta que pude empezar a disfrutar de relaciones sexuales donde tambien participaban otras personas, tuve algunos mitos eroticos. Como todos, me excitaban actrices, cantantes, etc., pero mis mitos de aquella epoca fueron principalmente personas cercanas.

Mi despertar consciente a la sexualidad fue durante un verano, como le sucede a mucha gente. Tenia 11 años y mis padres y mis tios alquilaban unas casas junto a la playa donde pasabamos todos el verano juntos. Mis padres y mis tios nos dejaban bastante libertad durante el dia y ellos se dedicaban a disfrutar de la playa y la piscina de la urbanizacion. Mis tios tenian 5 hijos. Dos de ellos eran casi de mi edad (uno un año menor y uno un año mayor) y nos llevabamos muy bien. El menor de los cinco tenia 8 años y jugaba con mi hermano y mi hermana menores, que eran tambien mas o menos de su edad. Mayores que yo eran mi prima de 16 años y el mayor de todos, mi primo Sergio, de 19, que en aquella epoca era nuestro heroe, aunque el nos ignoraba casi por completo.

A principios de aquel verano aparecio con una novia nueva. Impresionante. Se llamaba Teresa y cuando la vimos, creo que tanto mis dos primos como yo y el resto del grupo de amigos que estabamos junto a la piscina, nos quedamos embobados observandola.

Tenia el cabello rubio un poco rizado, ojos azules, una sonrisa cautivadora y un cuerpo de diosa. Se me quedo grabada su imagen. Aquella primera vez que la vimos, vestia una camiseta blanca anudada sobre el ombligo y la parte inferior de un bikini amarillo que cubria con dificultad sus nalgas rotundas. Su piel estaba muy ya bronceada pese a los pocos dias que llevabamos del verano. Me parecio adivinar sus pezones marcandose bajo la camiseta, pero tal vez solo fue mi imaginacion. Teresa habia ganado algun concurso de miss local. Alguna discoteca o las fiestas del pueblo o algo asi (nada que hubiera de tener trascendencia en el futuro) y mi primo habia conseguido la pieza mas codiciada de la temporada. Nosotros no ibamos a poder hacerle nada, pero nos encanto desde el primer instante que entrara en nuestro ambiente.

En cuanto se hubieron marchado, los comentarios que hicimos entre todos sobre la nueva novia de mi primo fueron inacabables, entre carcajadas y calenturas.

Aquella noche, en el dormitorio que compartia con mis 2 primos, la cama de Toni, el mayor de los dos, no paraba de hacer un ruido ritmico. Carlos, dio la luz y solto una exclamacion de asco dirigiendose a mi "que guarro! Toni se esta haciendo una paja!" pero cuando me vio, se callo de golpe. Yo tambien estaba dedicandome a lo mismo, aunque habia conseguido mantenerme mas silencioso. Los dos vieron que yo tambien estaba en lo mismo que Toni y Carlos nos pregunto "estais pensando en Teresa, verdad?" Toni y yo nos miramos y nuestras caras reflejaron sin duda que asi era. Carlos nos llamo guarros, pero apago la luz sin mas comentarios y mas tarde pude oir como tambien de su cama salian sonidos que revelaban que el tampoco se habia podido resistir.

A partir de aquel dia, cualquier visita de Teresa a casa o cualquier encuentro con ella, generalmente acompañada por mi primo, en la playa o por el pueblo, se convertia en una situacion de recoleccion de instantes, visiones y contactos para poder incorporar en nuestras masturbaciones mas tarde.

Hubo tantas situaciones que me llevaron a masturbarme pensado en ella, que seria imposible recordarlas y relatarlas todas.

Una que recuerdo muy vividamente fue un dia en que yo llegue en bañador al bar de la playa que soliamos frecuentar. Teresa estaba sentada en un taburete junto a la barra, hablando con mi prima. Las dos eran bastante amigas desde antes de que Teresa empezara a salir con mi primo, pese a que Teresa era dos años mayor que mi prima Marta.

Yo solo habia entrado a pedir un vaso de agua, pero viendo a Teresa de espaldas a mi, con un bikini minusculo, su piel bronceada y el cabello rizado mojado que se pegaba a los lados de su cara, me acerque a ellas sin pensarlo.

Se estaban riendo de algo y ni siquiera se habian dado cuenta de mi presencia. "hey Marta" dije timidamente, manteniendome detras de Teresa y alargando la mano para tocar el brazo de mi prima. "Hola primito, quieres tomar algo?" me contesto con una sonrisa. En aquel momento Teresa se giro un poco para verme y al hacer el movimiento, su mano fue a impactar de lleno en mis partes. Como por reflejo, me aprete un poco contra ella, y su mano quedo atrapada entre su muslo y mi bañador, provocandome una ereccion de locura. Consegui responder a Marta "no, gracias, solo habia venido para ir al servicio."

Sin mas, me encerre en el lavabo y en muy pocos segundos me habia hecho una paja pensando en la sensacion que me habia producido el contacto de la mano de Teresa. Me corri de fabula e intente pensar que a lo mejor ella no se habia dado cuenta. Habian sido solo unos segundos, pero era la primera vez que sentia el contacto de la mano de una mujer acariciar mis genitales.

Durante casi un mes, entre dos y tres veces diarias, me estuve masturbando pensando en Teresa. Incluso habia llegado a conseguir un lugar de observacion desde el cual, los dias que ella y mi primo se quedaban en la piscina, me la podia cascar en directo observandola mientras tomaba el sol.

Era lo mejor a lo que podiamos aspirar en aquella epoca. Era preciosa, simpatica, llevaba siempre ropa que mostraba muchos de sus atributos y aceptaba de buen humor nuestros poco sutiles intentos de tener contacto fisico con ella.

Os tengo que confesar que incluso hoy, pasados muchos años, acabo de hacer un receso en la escritura de este relato y me he vuelto a masturbar pensando en aquel delicioso cuerpo.

Nuestro mundo se vino abajo al cabo de poco mas de un mes. Teresa ya no aparecia por ninguna parte. Una vez la vimos con mi prima en la playa, pero a los pocos dias mi primo aparecio con otra conquista.

Su nueva novia tambien era atractiva, pero no se podia comparar. Tenia la misma edad de Sergio, 19. Se llamaba Anabel. Era muy guapa de cara, alta, con un cabello negro largo muy atractivo... pero no dejaba ver nada de su cuerpo. Se notaba que era delgada y con buen tipo, pero siempre llevaba vestidos largos amplios de verano, que no permitian adivinar sus formas y mucho menos mostrarlas. Al principio nunca se bañaba con nosotros en la piscina. No era antipatica, pero era mas timida que Teresa y casi no hablabamos con ella.

Mis primos y yo comentamos la mala suerte que habiamos tenido por perder la presencia de Teresa. No entendiamos que podia ver Sergio en aquella nueva novia, pese a ser muy guapa, que la hiciera preferirla al bombon de Teresa.

Unos dias mas tarde, yo empece a entender a mi primo mayor. Anabel estaba sentada junto a una ventana, con un pie encima de la silla. En aquella postura, la falda de su vestido azul amplio se habia levantado con la pierna recogida y dejaba al descubierto sus muslos, bronceados, perfectos. El contraluz de la ventana me permitio ver la silueta de sus pechos desnudos bajo la fina tela del vestido. Sus pezones eran claramente visibles, redondos, morenos, de aureola amplia y pezon puntiagudo.

"Hola" me sonrio. Notando como la miraba, bajo las piernas y las cubrio con la falda del vestido. Respondi a su saludo y mi cara de decepcion al ver que se tapaba los muslos debio ser tan evidente que despues de una rapida mirada a su alrededor para comprobar que no la veia nadie, coloco las dos piernas encima de la silla, ajustando la falda del vestido debajo de sus nalgas, de manera que no solo podia volver a ver perfectamente sus deliciosas piernas, sino que incluso me mostraba las bragas. Me volvio a sonreir con picardia.

Desde aquel momento, vi a Anabel de otra manera y se convirtio en una nueva estrella protagonista de mis pajas. Me costo convencer a mis primos y nuestros amigos de lo muy buena que estaba y de lo mucho que sus vestidos amplios escondian, hasta el dia en que finalmente aparecio en bikini en la piscina. Todos nos bañamos con ella, jugando a lo que podiamos, observando su cuerpo saltar dentro del agua, broncearse en la tumbona y buscando cualquier excusa para poder hacer que nuestra piel entrara en contacto con la suya. No era como Teresa, que se tomaba nuestros mal disimulados intentos de tocarla medio en broma y, probablemente, con algo de morbo por las atenciones de unos crios como nosotros. Anabel procuraba hacer ver que no se enteraba, pero aunque menos divertida, su timidez nos permitia ser un poco mas descarados en nuestros contactos.

Despues de aquel dia, algunos mantuvieron su predileccion por Teresa, pero yo (y creo que la mayoria) sin olvidar para nada a mi primer mito en mis pajas, converti a Anabel en mi principal mito erotico.

Sergio, mi primo mayor, acabo casandose con ella. Mi deseo y mis fantasias con Anabel nunca desaparecieron del todo. Recuerdo que en el dia de su boda, al darle los dos besos de costumbre, mi mano descanso unos instantes sobre su pecho por encima del vestido de novia y aquella noche volvi a masturbarme pensando en ella.

Durante el invierno de aquel año de descubrimiento de mi sexualidad, otras chicas y mujeres alcanzaron tambien la categoria de mitos eroticos para mi. No siempre eran mujeres-10. A veces una situacion determinada (un roce accidental, un vestuario revelador en alguien que veia a menudo, etc) hacia que para mi se convirtieran en especiales chicas que para muchos otros hombres solo serian del monton. Creo que la mayoria de vosotros (y tal vez tambien de vosotras) me entendeis.

Sin embargo, por el momento no voy a continuar recordando aquellos años de sexo exclusivamente solitario. A veces, los mitos y los sueños toman forma real. No siempre es bueno, pues a menudo pueden defraudar las expectativas... afortunadamente, otras veces las cumplen con creces.

Este relato tal vez sea un poco demasiado largo. Me cuesta un poco estructurarlo y creo que es mejor separarlo por partes. La continuacion tiene lugar bastante tiempo despues de ese año de descubrimiento del sexo y seguira completa como la parte II de esta historia. La continuacion tambien tiene dos partes, pero aunque distintas creo que pueden ir juntas. Dejo aqui el inicio de la siguiente parte del relato:

De aquel verano de mi descubrimiento del sexo habian pasado 8 años. Yo ya tenia 19 y afortunadamente habia conseguido llegar a aquellos objetivos que en su momento me parecieron tan dificiles (si, eso que comentaba al principio de que me la chuparan y follar). Tenia novia, que a mi me parecia un poco retraida para cosas de sexo, pero supongo que cualquier chica que no quisiera estar haciendolo todo el tiempo, me lo habria parecido.

Anabel se habia integrado en la empresa familiar, buscando la expansion hacia otros paises europeos. Yo seguia mis estudios aunque sin mucho entusiasmo. Aquel invierno, casi sin saber como, me encontre acompañando a Anabel en un viaje de trabajo a Alemania. Yo habia estudiado algo de aleman (menos de lo que todos pensaban) y me pidieron que la acompañara para ayudar en lo que pudiera.

Salimos un lunes muy temprano, con retraso por culpa de la niebla que impedia el despegue de nuestro avion. A nuestra llegada, en el aeropuerto teniamos esperandonos a la persona de la empresa de alquiler de autos que habiamos contratado. Pese a que la reserva estaba a su nombre, Anabel me dejo manejar a mi, lo cual me hizo bastante ilusion en aquel momento.