SON LAS TRES DE LA MAÑANA

Esto lo escribió una amiga, que por razones que no entendí muy bien no quiso publicarlo. La convencí que lo hiciera, pero me lo mandó a mí para que yo me ocupe. Aquí esta:

Son las 3 de la mañana del domingo, estoy preparando el parcial para el lunes y estoy repodrida de estudiar y estudiar. Esta noche de sábado no salí por estudiar, aunque un amigo me llamó a la tarde con un programa "interesante" (cena, boliche y tal vez – si se daba – algo mas), igual la noche es una mierda, frío y lluvia.

Me levanto del escritorio para tomar en la cocina el enésimo café, por suerte me falta poco, no más de una hora y me voy a dormir.

El sonido de la chicharra de portero eléctrico me sorprende en el pasillo, en el silencio del edificio la chicharra suena como sirena de buque y me hace derramar el café sobre el moquete.

(Como ven yo tengo un vocabulario de Carrero, según decía mi abuela)

No reconozco la voz, ya saben los micrófonos de los porteros eléctricos son una bosta. Ya más calmada:

Rarísimo... Clarisa es una amiga – bastante amiga – de la facultad, chica del interior que está viviendo en Buenos Aires mientras cursa la carrera, no tengo la menor idea por que se aparece en mi casa a las 3 de la mañana. En fin.

Oprimo el botón y escucho el sonido de la puerta abrirse y cerrarse

Minutitos después suena el timbre del departamento. Abro y en el vano de la puerta está Clarisa, con un piloto y su paraguas, mojada como un pingüino con el maquillaje corrido por la lluvia (o las lagrimas? Pienso) tacos altos, y cartera de fiesta. Extrañísimo sigo pensando...

Ella vive a dos cuadras de mi casa en un departamentito de un ambiente que alquila... más raro.

Pasá... sacate eso todo mojado que te vas a resfriar... acomodé el paraguas en un rincón cobre el tachito que tengo preparado para estos casos mientras ella se sacaba el piloto mojado y lo acomodaba en el perchero.

No deje de sorprenderme. Clarisa tenia puesto un vestido de fiesta de satén negro, ajustado al cuerpo, que con el agua de lluvia se le había pegado como una segunda piel. Se notaba claramente que debajo no traía ropa interior, solo la débil línea de las pantie, se marcaban claramente sus tetas y los pezones gruesos que parecían atravesar la tela. El escote era generoso y la falda cortísima. En realidad era un vestido para pleno verano no para una noche de mierda de pleno invierno como esta.

Terminó el relato con una amplia sonrisa...

(Como se darán cuenta ella tiene el vocabulario de un camionero hincha de boca)

Mientras me iba para el dormitorio a buscar algo para que se ponga (mi departamento es de DOS AMBIENTES... que lujo no??) ella allí nomás en el pasillo se sacó el vestido mojado (no tenia nada debajo — confirmado) y con el vestido en la mano se fue para el baño, lo tiró en un rincón y sin cerrar la puerta se descalzó y sacó la pantie, tenia la piel de gallina del frío y el mismo frió hacia que sus pezones estuvieran erguidos… y se metió en la ducha en menos de 10 segundos...

Este diálogo de profundo contenido cultural se desarrollaba mientras ella se duchaba (con la puerta abierta y sin correr la cortina) y yo buscaba en los cajones del placard algo para que se pusiera, ella es bastante más chica que yo. Les cuento, yo mido 1,78 y mis otras medidas son 88-59-84 y ella no pasa 1,65 y sus otras medidas, la verdad no las sé, pero esta bien proporcionada, digamos que nuestros compañeros y algunas compañeras se le van los ojos cuando pasa.

Encontré un buzo y un joggin que a mi no me entraban, esto le va.

Me quedé en una pieza... que dijo?.. claro...haciendo fiaca... charlando... o quiso decir otra cosa? Mmm... no sería mala idea... noooo yo no soy les.. pero ella tampoco... pero... mmmm ella me gusta... Y allí insólitamente me empecé a calentar. Además la muy turra en la ducha se estaba pasando jabón por las tetas y se las masajeaba con cara de puta relajada mirándome de reojo...

Clarisa terminó de ducharse, se envolvió en el toallón y con el secador de pelo en la mano me contestaba a los gritos desde el baño

No tenia una gran cabellera, el pelo cortito y azabache se secó en seguida y salió del baño rumbo al dormitorio donde yo estaba revolviendo el armario en busca de un camisón de su talla.

Soltó la toalla, se quedó desnuda en la puerta del dormitorio y avanzó hacia donde yo estaba mirándola con cara de boluda con el camisón en la mano. No es que me asombre ver una mujer desnuda, ni tampoco era la primera vez que veía a Clarisa en pelotas, pero lo que veía me asustó (o no tanto). Tenía esa cara de lujuria y de gata en celo que yo le conocía cuando está tratando de cazar a un miembro del sexo opuesto para llevarlo a la cama.

- Martina… terminaste de estudiar? Porque no te das una ducha y te metes en la cama conmigo a charlar?

Agarró el camisón de mi mano, pero no se lo puso… abrió la cama y se metió desnuda entre las sabanas sonriendo con cara de "yo no fui".

Me quede dura.

A esa altura la cara de Clarissa era de una puta relajada, se pasaba la punta de la lengua por lo labios y mi tanga estaba empapada.

No lo pensé mas… no era la primera vez con una chica y tampoco sería la última. Mientras caminaba para el comedor para apagar las luces me fui sacando el pullover y la remera y mientras volvía me fui soltando el cinturón del vaquero, cuando llegué al dormitorio de vuelta mis pezones estaban duros – no solo por el cambio de temperatura ya que no tenia corpiño debajo de la remera – sinó tambien de la excitación.

Me senté en la cama a soltarme las zapatillas y clarisa me abrazó por detrás, sus manitos calientes abrazaron mis pezones y su boca se acercó a mi oreja derecha y comenzó a susurrarme una sarta de obscenidades que hicieron caer mis últimas reservas, mientras tiraba las zapatillas, medias y vaquero a lo lejos.

Y así me metí en cama… nos abrazamos y su boca buscó la mía… nuestras lenguas jugaban… Clarisa besa como los dioses (pensé) mientras sentía como su manitos calientas bajaban por mi espalda hasta la tanga, la tomaban y con suave movimiento la comenzaban a bajar… para poder sacarla Clari se fue bajando, metiéndose debajo de las sabanas y frazadas y mientas bajaba besó mis tetas, y su lengua en punta jugó con mi ombligo…

No lo podía creer… cuando me terminó de sacar la tanga y sus manos comenzaron a subir acariciando mis piernas tuve un orgasmo. Y Clari se dio cuenta…y metió tres de sus deditos en mi concha mientras entre risas decia:

Y mi manos buscaron su concha… estaba totalmente empapada, metí un dedo, pero no sentía los bordes de sus labios menores, asi que metí dos, tres y comencé a pajearla mientras mi pulgar jugaba con su clítoris

No dejamos de besarnos mientras ella logró meter cuatro dedos en mi concha y me arrancó dos orgasmos seguidos. El jadeo de ambas era espectacular y pese al frío y al invierno las sabanas y mantas volaron por el aire. Metí mis dedos en su culo mientras ella chupaba mis tetas mordisqueando mis pezones y su caliente manito izquierda abrió los labios de mi vagina para tres dedos de su mano derecha me llenaran la concha cojiendome a pleno, como pija de macho.

En cinco minutos ambas habíamos acabado tres veces y nos quedamos en silencio… relajadas y abrazadas tapaditas con las mantas gozando del contacto de nuestras pieles.

Tres semanas después se vino a vivir conmigo. El contrato de su departamento terminaba y le pidieron una barbaridad parea renovarlo.

Carpintería, maderas, ferretería, bulones.. y con un poquito de trabajo y muy poca plata hice una cama de dos plazas, compramos un colchón.. Frazadas.. Sabanas y durante dos años dormimos juntas.

Pero ni ella ni yo dejamos de hacer nuestra vida… solo que esto le salió mas caro a nuestros novios… no podían venir a casa.

Con lo que conocimos muchos y variados alojamientos y muchos y variados departamentos de solteros.

Casi un año desde que vivíamos juntas, Clarisa me planteó sus dudas sobre su sexualidad… pensaba que se había enamorado de mi y que debía abandonar a su novio para ser mi pareja permanente.

Era un tema que tenia que plantearse. Yo también me había enamorado de ella, pero me seguían gustando los hombres y a ella también, que carajo.-

Comenzamos a charlar el tema sentadas en al mesa de la mini-cocina a las 10 de la noche de un viernes. A las 11 estábamos desnudas en la cama cogiendonos frenéticamente con uno de esos consoladores de doble cabeza que ya habíamos comprado hacia tiempo. Y mientras nos besabamos y yo tenia su dedo índice en el culo mientras me montaba como un potro desbocado a una yegua en celo – en medio del tercer orgasmo – acordamos que no había porque abandonar el sexo hetero. Lo nuestro no era amor… "solo somos amigas que se llevan bien en la cama" le decía mientras retorcía sus pezones entre mis labios.

Un año después, ella terminó su carrera. Fue un lunes, ese jueves hicimos una cena con los amigos. Cuando terminó ella se fue con su pareja de ese momento a terminar de despedirse (Regresaba a su ciudad), volvió al departamento dos días después (El domingo a la tarde), mas contenta que perro con dos colas.

Yo no había perdido el tiempo. En la cena nuestra amiga Lina nos "convenció" a Maria Marta y a mi que la acompañáramos a su casa para enseñarnos su nueva colección de tangas brasileñas. Volví al departamento un rato antes que Clarisa.

Ambas estábamos muy cansadas, así que casi sin decir palabra, nos metimos en la cama a contarnos lo sucedido… (Algún día se los contaré)

Pero cuando comenzó con el viaje a Mar del Plata con su novio, tuvimos un ataque de calentura tan grande que Clarissa me tuvo que atar a la cama y amordazarme para poder cojerme y hacerme acabar tres o cuatro veces hasta que me calmé, ya que estaba tan caliente que la quería montar y culearla sin dejar de gritar, por fin me sacó la mordaza y sin soltarme… no sea que me volviera loca de nuevo, puso su concha en mi boca y en un espectacular 69 pude hacerla acabar metiendo mi lengua en su culo después de mojarla en los jugos de su concha.

Al día siguiente, mientras ella terminaba de cerrar las valijas para el regreso a su ciudad, yo la miraba desde la cama donde me había quedado desnuda.(Para excitarla de puro puta que soy) y mientras me acariciaba la concha con el vibrador cerramos el pacto de que cuando viniera a Buenos Aires vendría a "dormir" a mi casa, y así lo venimos haciendo durante estos últimos 25 años. Es un poco complicado cuando ella viene con su marido y sus hijas, pero ellos de van a un hotel y ella a mi cama, previo mandar a mi marido a dormir a la casa de su amante. En fin… que complicada que es mi vida. Pero eso es otra historia, como dice Lina.