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Fantasia (2)

en Grandes Series

FANTASIA II

El poder, el placer, el dinero y lo que la gente hace por obtenerlos.

UNO

Casi un año después de que me hice cargo del manejo de las empresas que me regaló Don Rodrigo, llegó la época de cerrar balances, ya que tanto este Hotel, como los edificios, como la galería de arte eran sociedades anónimas, y en todos los casos el paquete accionario estaba dividido en 51% de propiedad de Don Rodrigo (Ahora mío) y el resto en poder de inversores. Por lo tanto había que mantener los papeles en regla y si había utilidades repartir dividendos.

Cualquiera que esté en el tema sabe que esto no es sencillo, sobre todo con el complejo sistema impositivo de nuestro país y los retorcidos trámites múltiples que impone el estado, las decenas de formularios, presentaciones a diversos organismos (IGJ, RENTAS, AFIP, CONVENIO MULTILATERAL, los Bancos, Secretaria de Turismo), certificaciones contables, etc. etc. etc.

Junto con las empresas heredé un buen sistema administrativo-contable y mi profesión y experiencia en el tema logró aceitarlo de manera tal que no significara un problema mayor del que por si este tipo de cosas trae.

Ya les conté que dentro del equipo administrativo hay una contadora con la que me llevo a las mil maravillas, tanto en el trabajo como en la cama.-

Hoy les voy a contar algo sobre estos temas.

Diez días antes de la fecha prevista para la presentación de los balances, Marisabel (La contadora) me vino a ver a mi despacho con unas gruesas carpetas con los papeles de trabajo y los proyectos de balance para tratar "el cierre".

Señora Tati, permiso, me dijo muy formal.

Pasa Mari.

Bueno, aquí está todo, tenemos que empezar el cierre, no quiero que nos atoremos sobre la fecha y tengamos problemas.

Seguro, contame, tenés diferencias o todo te da.

No, todo me cierra, pero deberías indicarme las correcciones que debemos hacer para desviar fondos y pagar menos dividendos a los inversores.

¿Qué?

Y si, con Don Rodrigo, tocábamos un poquito los balances y algunos miles de dólares partían "raudamente" al exterior, los inversores cobraban menos dividendos, pero siempre muy buenos, y todos contentos.

Yo no estoy muy de acuerdo con eso. Dije sorprendida.

Como vos digas, pero hay margen para pagar "honorarios al directorio" de las tres sociedades o sea a vos, como para mandar como un millón a tus cuentas del exterior. Además tengo casi tres millones de pesos "en el aire" que también podemos mandar afuera.

Yo no tengo ninguna… a si… tengo una en Montevideo…

¿Qué?, Me parece que don Rodrigo no te enseñó a ser empresaria en este país. (Marisabel me miró sorprendida, no se si pensaba que lo que le había dicho era en serio en broma.)

Mmmmmmm. No se que decirte. Dejame pensar y mañana lo armamos.

OK jefa, usted manda. Aquí te dejo todo para que le pegues una revisada.

Cuando Marisabel se fue, llame a Mirta que estaba peleando por teléfono con algún proveedor desde su oficina, pegada a la mía. Entró con una sonrisa, nos dimos un corto beso de lengua y le plantee lo que me había dicho Marisabel.

Seguro, me contestó con toda naturalidad, siempre con don Rodrigo mandábamos plata para afuera, desde que yo estoy aquí, hace como 10 años, debemos haber mandado más de 30 millones de dólares.-

¿Qué? Grite sorprendida, ¿Cuanto??

Seguro, yo me encargaba, más de una vez viajé a Montevideo con un portafolio lleno de billetes. Era muy divertido, ya que nos pasábamos tres o cuatro días con don Rodrigo en un hotel de allí que es de un amigo de él y como solo hacíamos un par de trámites bancarios por día teníamos mucho tiempo libre, así que paseos, shoping, cenas, y muchoooooooo sexo…. Jajaja

Siempre puta vos, solo pensas en la cama.

Seguro. ¿Cuando viajamos? Así me voy preparando para cojerte una semana seguida sin pensar en la oficina.

No se, no había pensado en esto.

Pero mira que sos boluda. O vos te pensaste que don Rodrigo te regaló todo a vos y se fue a Europa sin un mango.

No se que hacer. Voy a llamarlo y preguntarle que quiere que haga… en definitiva la plata es de él.

No amor… es tuya… te regaló TODO, el ya hizo la suya… además, ¿que se hizo de la plata de la venta del hotel de Bariloche? … preguntale a Marisabel… la llevamos en dos valijas a Colonia en un vuelo charter con dos parejas que "iban a un congreso", Marisabel, don Rodrigo y yo, esa vez me divertí como loca, la pase de cama en cama…

¿Qué? Nunca me contaste.

Yo pensé que sabias todo, ya eras la amante de don Rodrigo en esa época y además te trajo de regalo algo que compró allá.

Si, la gargantilla de oro.

¿Y no te contó?

No, contame, sobre todo eso de "de cama en cama"…

Uff, ¿celosa?

No se, un poco.

Mi amor… (Y se me tiró encima llenando mi boca con su lengua), fue hace como dos años… ¿la situación era otra no?

Y… si (Le tuve que reconocer)

Bueno. Cuando trajo la plata del sur, me encargó armar el viaje, alquilé el avión, reservé los hoteles en Montevideo y en Punta del Este, arreglé con las parejas conocidas de don Rodrigo, todos de la gendarmería, salimos de Don Torcuato, arriba de los autos y después del avión había mas armas que en un cuartel, en Montevideo nos quedamos Marisabel y yo con una pareja de custodios y con más de un millón de dólares para depositar en tres bancos y él siguió a Punta con el resto, nunca supe bien cuanto, pero eran tres bolsos bien llenos. Marisabel y yo en un día terminamos los trámites y teníamos que esperar que don Rodrigo y los custodios volvieran de Punta y tardaron tres días. Así que nos la pasamos en la cama con Marisabel y la chica de la gendarmería cojiendo como conejas.

¿QUEEEEE? Yo no salía de mi asombro.

¿Vos no sabias?

¿Qué?

Que Marisabel era en esa época mi pareja – es el mejor y más hermoso marimacho que conocí desde la facultad - fue ella la que me hizo entrar a trabajar aquí, después nos distanciamos porque ella se encamotó con una gringa y yo me transformé en la amante de don Rodrigo, pero siempre nos seguimos gustando.

¿Y siguen acostándose a mis espaldas? Pregunté en medio de un -casi – ataque de nervios.

No mi amor, desde que vos y yo estamos juntas no. Pero ella me acompañó durante mucho tiempo, cuando don Rodrigo se iba a su casa y vos ya estabas allí en pelotas esperándolo como una loba en celo. (Y mientras decía esto se reía con es risa musical que me encanta y me contagia)

Que manga de putas somos todas… (Dije entre amargada, sorprendida y risueña)

Seguro mi amor, todas por el placer y/o el dinero.

Mierda… don Rodrigo también la tenia de amante a la contadora?

Noooooo, ella es lesbiana dominante pura, jamás aceptaría un hombre en su cama.

¿Entonces?

¿Qué?

¿Porque Marisabel se prestó a esos chanchullos?

Por varias razones: primero, porque le gusta su trabajo y esas operaciones secretas le dan a ella mas placer que cuando le saco un orgasmo; segundo, porque en cada pase algo de comisión se llevó; tercero, porque con don Rodrigo siempre ganó un muy buen sueldo y obvio no quería perderlo; cuarto, porque se acostaba conmigo y quinto; porque estar aquí – en su posición de segunda al mando - le permite andar de cacería por el hotel y meter en su cama mucamitas o pasajeras.

Poder, sexo y dinero. (Y yo pensaba, es más o menos lo que yo me puse de objetivo, poder; y dinero para tener poder, y el sexo como camino para obtener poder y dinero… no podía reprochar que otros hicieran lo mismo que yo tenia como objetivo)

Así es mi amorcito… ¿Querés que te cuente más?

¿Hay más extrañas relaciones a mí alrededor? ¿Quien más se acuesta con quien, quien me está estafando? (Yo ya no salía de mi asombro), ¿que otras turbias historias me rodeaban?

No… nadie te estafa, ni te roba y que yo sepa no hay mas turbias relaciones – bueno alguna que otra, nada importante - solo te quería contar esos tres días en Montevideo, fueron los mejores días de sexo de mi vida, antes de que decidieras que fuera tu mujer (Y riéndose, remató la frase con un nuevo beso de lengua)

Uff , respiré aliviada, aunque aun no salía de mi sorpresa.

Bueno, cuando terminamos los depósitos y todo eso y estábamos volviendo al hotel, nuestra guardaespaldas nos pidió muy sonrojada que le consiguiéramos una habitación para ella y muy en secreto nos contó que ella no era la pareja del otro muchacho, sino que era lesbiana. Así que Marisabel me miró con cara de cómplice, yo asentí y arregló que las tres fuéramos a la misma habitación. Ya cuando llegamos al Hotel, mientras tomábamos café en el bar Mari blanqueó la situación… le planteó a Margarita que ella era la activa, que yo era la pasiva y que tendríamos sexo toda la noche, que si quería se viniera con nosotras o le conseguía otra habitación. Margarita me miró, la miró a Mari y dijo muy naturalmente: "Bueno, pero con una cama aparte para mí, así después puedo dormir cómoda". Cuando subimos fue muy extraño, yo nunca había estado en un trío, pero parece que ellas si, y muy naturalmente Margarita me besó en la boca, después a Mari, y mientras dejaba el arma en la mesa de luz y se desnudaba camino al baño dijo "quien viene conmigo para que la bañe" "yo" contestó Marisabel que tiró la ropa por el aire y agregó señalándome "¿A ella también la bañas?" "Seguro mis amores, me encanta atender a dos bellezas como ustedes" Así que me desnude y corrí a la ducha donde ellas ya estaban tranzando a lo potro. Esas tres noches Marisabel nos hizo el amor a las dos como solo ella sabe y yo feliz saltaba de cama en cama, un rato en mi cama, otro con Marisabel y el resto de la noche con Margarita.

Amor… esa historia me está poniendo recaliente… quiero que me cuentes todos y cada uno de los detalles, pero ahora no. Esta noche en la cama. (Y con cara muy seria, porque no aguantaba la risa) Porque me vas a enseñar como hace el amor esa máquina de Marisabel. ¿Y a esta chica Margarita, la seguís viendo?

No… no la vi más, pero puedo ubicarla si queres (Me miró con cara de entre lujuria y sorpresa, mientras pasaba la punta de la lengua por los labios, tal y como lo hacen los gatos después de saborear un buen ratón)

Bueno, después vemos, pero volvamos a lo de antes… que hago,¿lo llamo?

Llamemos si vos queres, pero ahora son las 5 de la mañana allí.

Ta… lo llamamos después a la casa.

DOS

Mirta me dio un nuevo beso de lengua, y moviendo el culo como una puta se fue a su oficina a practicar su deporte favorito (Después del sexo, claro): pelear con los proveedores por teléfono y yo me quede re-caliente y pensando, no solo en las historias sexuales de las mujeres que me rodeaban, sino también en los balances, los fondos, las transferencias y los 30 millones de dólares (De donde los sacó, porque del hotel imposible) que mi ex amante había mandado al exterior. Muchas cosas me empezaron a cerrar: el "gesto" de don Ramiro de regalarme todo y viajar en menos de diez días. (¿Huyó? ¿De que o de quien?), la cena de negocios con aquellos ejecutivos la noche en que pase de amante-sierva-mantenida a gerente general, de lo curioso que toda la custodia de mis empresas era exclusivamente de gente de la gendarmería retirados o en actividad, de la insólita costumbre de Marisabel de guardar en la caja fuerte de la oficina todos los dólares o euros que entraban en efectivo y que nunca depositaba "Después, cuando suban y necesitemos cubrir el banco" me contestaba cuando le pedía una explicación, algunas miradas extrañas y sonrientes de Marisabel a Mirta y/o a mi, de la costumbre de mi contadora que quedarse algunas noches a dormir en el hotel con la excusa de "estoy cansada y vivo lejos", aunque vivía a 15 minutos de subte del hotel, el extraño y veloz ascenso de un par de ayudantas jovencitas a camareras de primera clase impulsado desde la contaduría.

Y tomé una decisión, en realidad tome varias, y me enfrasque en el estudio de los balances que tenía frente a mí. Hacia años que no hacia ese trabajo, que siempre me gustó y ni me di cuenta del paso del tiempo hasta que cerca de las 8 de la noche Mirta se apareció:

- Amor… son las 8 ¿hasta que hora pensas trabajar???

- ¿Que? A, si, no, ya vamos.

- Jefa - entró Marisabel - son las 8, me voy.

- Esperen… Cerré las carpetas, me saqué los lentes, encendí un cigarrillo y mirando a las dos mujeres que estaban en la puerta les dije solemne:

- Pasen, cierren la puerta y siéntense, señalando las dos sillas ubicadas frente mío del otro lado del escritorio.

- Marisabel, hoy me he enterado de algunas historias que no solo desconocía, sinó que ni siquiera imaginaba, algunas financieras y otras de sexo, que no solo me dejaron pasmada sinó que me llevaron a tomar algunas decisiones drásticas.

Las dos mujeres se miraron, me miraron y estaban por empezar ha hablar cuando las paré:

Esperen, no terminé. Primero las fáciles y dirigiéndome a Marisabel le dije: ¿Cuánto podemos llevar a Montevideo? Y a Mirta: Prepará un viaje como vos sabes. A y vamos a necesitar guardaespaldas… ¿Entendiste?

Si Señora, me contesto Mirta con esa cara de entre sorpresa, alegría y libidinosidad que pone cuando decidimos ir un fin de semana de vacaciones.

Bueno Jefa, yo diría que unos cuatrocientos ochenta y cinco mil trescientos cincuenta dólares y 30.720 euros; cuando viajó don Rodrigo retiró todas las "reservas estratégicas" que teníamos acumuladas. La maquina de calcular del cerebro de Marisabel soltó una cifra que difería en 63 dólares de la que yo tenia anotada en un papelito sobre el escritorio, fruto de una tarde de trabajo. Automáticamente con mi mente de contadora pensé: 63, 6 más 3 suma 9 una puta inversión… debo puntear las sumas…

Bien, se justifica el viaje… preparen todo para el martes que viene, ¿alcanza el tiempo?

Si jefa. La cara de sorpresa inicial de Marisabel se transformó en una sonrisa, el placer anticipado de la orquestación de las "operaciones secretas" la había embalado y ya estaba – seguramente – pensando en bancos, transferencias, depósitos, comisiones, etc.

Mirta, quiero custodia especializada, de la gendarmería ¿Entendiste?

Mirta casi estalla en carcajadas, pero se contuvo y miró a Marisabel, que si se puso a reír…

No tanta risa señoras… esto es serio. Ahora vienen las difíciles.

Ustedes dos son un par de putas… casi más putas que yo… (Arranque muy seria y luego de un largo silencio, riendo seguí) y nos vamos a divertir como locas… pero estoy bastante enojada porque nadie me contó nada… ¿así que Marisabel es "el mejor marimacho que conocí desde la facultad"? y dirigiéndome a Marisabel que me miraba con cara de terror: ¿Y Mirta que tal es en la cama?

Buenísima Jefa - contestó distendida - pero te juro que desde que es tu mujer ni nos tocamos…

Ya te lo dije amor… ni nos tocamos…

Que par de putas… ¿Y se quieren tocar? Solté la estocada que tenia pensada.

Se miraron, me miraron como las observaba sonriendo con el cigarrillo en la boca, Marisabel, más decidida, mirando de reojo a Mirta y muy seria dijo:

- Si nadie se opone…

Mi mente trabajaba a todo vapor, mientras me imaginaba la escena de esas dos hembras desnudas haciendo el amor durante horas y yo mirando (Y participando, por supuesto, y ¿Como sería la tal Margarita?)

- Yo no me opongo, ¿Vos Mirta?

Yo tampoco. Y Saltó de su silla, dio vuelta por detrás del escritorio y comenzó a besarme. Graciassssssssss amorrrrrrrrrrrr, y sin dejar de reírse miró a Marisabel:

¿Vamos a tu despacho que tiene sofá?

Paren un cachito par de putas… ya es tarde y Mirta me tiene que enseñar algunas cosas que aprendió en Montevideo.

Las tres nos empezamos a reír, me levante de mi sillón, un casto beso de lengua a Marisabel en sus labios entreabiertos (Que la dejó de una pieza por la sorpresa), mientras acariciaba su culo y tomando a Mirta de la cintura:

Hasta mañana Marisabel… por hoy trabajamos demasiado… ¿Te llevamos en el auto?

No gracias, hoy me quedo ya reserve habitación, quiero terminar algunas cositas y mañana tengo que estar temprano para empezar a organizar todo.

Nos miramos con Mirta.

¿Camarera o pasajera?

Pasajera, gringa, 26 años.

Suerte…

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Continuará