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Raimunda

en Grandes Series

-         ¡Raimunda!

Se escucho fuerte y clara la voz del AMO que acababa de levantarse de la cama, eran cerca de las 12 del medio día del sábado y el AMO había dormido de corrido desde las 12  de la noche del día anterior. Su semana había sido muy dura, la dirección general de la poderosa empresa que dirigía, y de la cual era único propietario, era un trabajo pesado. Más de una vez se preguntaba para que se mataba trabajando y se contestaba que lo hacia no solo porque le gustaba, ya que un buen día de trabajo y el haber hecho una importante ganancia le daban un placer casi tan grande como un buen orgasmo, sino también para dejarle una buena fortuna a sus dos hijos.

Don Arturo H. era divorciado, hace años, cuando los chicos todavía estaban en la primaria echó de su casa a su ex - esposa porque la sorprendió cojiendo en el garaje con  su profesor de gimnasia y dos de sus amigas.

Después de una feroz pelea tribunalicia la justicia falló a su favor y su ex no solo no recibió un solo peso de su fortuna, sino que perdió todo derecho a pensión, hereditario y sobre los hijos. Ahora casi 20 años después, su  ex regenteaba un prostíbulo de mala muerte en la provincia de Catamarca, después de haber sido pupila allí por muchos años.

En fin era, como le gustaba decir a él “una puta jubilada”.

Sus hijos vivían con la abuela materna en Bélgica, donde cursaban sus estudios, ya en la Universidad. Y por eso Don Arturo, vivía solo, bueno, en realidad no vivía solo, solo no convivía con ningún familiar.-

En la gran residencia de la zona sur de la Ciudad Don Arturo albergaba tres mujeres que estaban a su servicio, en su juventud habían sido sus amantes, ahora con 30 años mas, eran sus sirvientas – esclavas, a las que mantenía bajo su yugo no solo por la atracción que sobre ellas siempre tuvo, sino también por la promesa de jugosos legados en su testamento y también por los suculentos regalos (en dólares contantes y sonantes) que periódicamente repartía entre ellas.-

-         ¡Raimunda! Repitió

-         Voy AMO, se escucho la voz de la nombrada desde la planta baja.

-         Puta de mierda… apurate,  rápido

-         Voy AMO.

En la puerta del dormitorio apareció Raimunda (En realidad no era ese su nombre, se llamaba Clara María, pero Don Arturo le puso ese nombre porque sabia que lo odiaba, por haber sido el nombre de su madrastra, que de chica le hizo la vida imposible), Raimunda era gorda, pesaba mas de 120 kilos, aunque no era petisa, ya que media más de 1,80, pero era realmente gorda, con un par de tetas inmensas y un culo descomunal; vestía una especie de túnica blanca que apenas disimulaba su inmensa humanidad y que dejaba ver sus fornidos brazos y su cuello, adornado con un collar de cuero negro ancho, como de 8 centímetros, que lucia una placa de bronce con su nombre y una argolla de acero para sujetar la cadena.

 -         Si AMO, estoy a tus ordenes

-         ¿Qué están haciendo las putas?

-         Están limpiando y lustrando todo en los salones de la planta baja como vos ordenaste AMO.

-         Bien, quiero desayunar, que las putas me traigan el desayuno y lo sirvan en esa mesa, vos veni a bañarme…

-         Si AMO

 Y Raimunda tomo el teléfono interno e impartió las órdenes del caso, mientras don Arturo arrojaba al piso su pijama y se dirigía desnudo al baño, donde luego de descargarse en el inodoro se metió en la ducha. Su sierva le siguió y  entro en la ducha, sin quitarse la túnica y comenzó el rito del baño que hacia años practicaba diariamente con su AMO. Por supuesto que el baño incluyó un cariñoso masaje a la pija del AMO la que fue cuidadosamente higienizada, lo mismo que el culo que recibió el dedo mayor de la esclava para limpiar perfectamente en el ano para retirar los restos que habían quedado después de la voluminosa defecación.

En la habitación se sentían los ruidos típicos del servicio y la voz de otra de las esclavas (Laura) avisando que el mismo estaba listo. Don Arturo abandonó la ducha y su sierva rápidamente le coloco la salida de baño de gruesa tela de toalla. Don Arturo se dirigió a la habitación, donde parada al costado de la mesa Laura esperaba ordenes.

Laura orillaba los 50 años, era rubia natural y se mantenía en buenas condiciones, su físico bien trabajado, pechos de talle 100 algo caídos, pero aun tentadores y un culo razonable, duro y levantado como consecuencia de años de gimnasio. Vestía un corpiño deportivo blanco y un pequeño pantalón de gimnasia, de Lycra, blanco también, que dejaba bien en claro que era la única prenda que tenia. Como su compañera lucia el collar de rigor.

 -         Servime

-         Si AMO

 Y Laura se arrodilló y sirvió cuidadosamente el café y la leche en la taza de porcelana, agregó dos cucharadas de azúcar y se lo entregó a su AMO. Mientras este saboreaba la humeante infusión, acercó a la boca de su AMO una crocante media luna y luego otra que fueron devoradas, con una blanca y almidonada servilleta de hilo, Laura limpió los restos del desayuno de la cara de su AMO y se aprestaba a retirar el servicio en la bandeja donde lo había traído cuando fue interrumpida por su dueño.

 -         Amor… ¿esta todo listo para la cena de esta noche?

-         Si AMO, pero no me dijiste cuantas personas - en definitiva - vendrán para que podamos calcular adecuadamente la comida y preparar la mesa. No querrás que sobre o falte algo y quedes mal ante tus invitados.-

-         Siempre tan previsora, no como las idiotas de tus compañeras…

-         Gracias mi AMO, solo lo hago para servirte mejor…

-         Bien, vendrán cuatro personas, son dos parejas de lesbianas, a las que les prometí facilitarles un lugar para que tengan una noche de placer y sexo. Es probable que alguna o todas se emborrachen y también se quedaran a dormir hasta mañana ya que la idea es seguir la fiesta mañana en la pileta y el jardín aprovechando el sol, así que tomen las previsiones del caso, se asignará un dormitorio a cada pareja y ustedes las atenderán todo el tiempo y en todo lo que pidan. Llegaran cerca de las 9, así que la cena deberá estar lista para las 10 para que tengan tiempo de cambiarse y prepararse para la fiesta, entendido?

-         Si AMO

-         Y las quiero bien depiladas, a mis amigas no les gustan las conchas peludas.-

-         Seguro mi AMO.-

 Terminado el desayuno, Don Arturo se dirigió a su escritorio en la planta baja, mientras Raimunda, como siempre, puteba en el baño ya que tuvo que sacarse la túnica, totalmente mojada, secarse cuidadosamente y secar el baño.

 -         Este cretino que no me deja estar desnuda para bañarlo… mirá el trabajo que me da por su pelotudo capricho… (Se dirigía a Laura que estaba recogiendo el servicio del desayuno)

-         Viste amorosa… jodete por gorda… yo que el AMO te echaba a patadas en el culo…

-         Seguro porque sos una reventada, pero no creo que te convenga, si yo no estoy vos tendrías que laburar el triple… ¿y quien mierda haría la comida?

-         MMMMM. Bueno, tenés razón, mejor quedate…. (Y culminó la frase con una carcajada)

-         ¡Putas de mierda!!!! - Estalló como un latigazo la voz del AMO desde la planta baja – dejen de reírse y bajen a trabajar, si subo las voy a cagar a latigazos…

-         Si AMO, ya bajamos, repitieron a coro las dos.

 Rápidamente Raimunda se metió en la habitación de las siervas (Las tres compartían una habitación inmensa, dotada de grandes camas de dos plazas (King les llaman), para permitir que durmieran en parejas - Cosa que habitualmente hacían cuando no dormían en la cama del AMO -  aunque nunca de a tres, ya que el volumen de Raimunda impedía toda tentativa al respecto.)

Allí terminó de secarse, se sentó frente a su tocador y se peinó y maquilló luego de ponerse una túnica similar a la que se había quitado.-

Rápidamente se dirigió al escritorio del AMO, donde este sentado en su sillón hablaba por teléfono, la salida de baño se había abierto y Raimunda tuvo oportunidad de admirar la pija que – en reposo- descansaba sobre la pierna de su amo y señor.

 -         Por supuesto doctor – se escuchaba al AMO hablando por teléfono – no creo que podamos ganar ese pleito, pero usted podrá hacer que salga lo mas barato posible, ¿no?

-         Esta bien, esta tarde lo vemos en detalle en mi escritorio.

-         Salúdeme a su señora. Y colgó.

-         Veni putita…

-         Si AMO ( Y Raimunda movió su humanidad desde la puerta hasta el sillón del amo, con un ágil movimiento, casi impensable para su volumen, se sentó en el piso a los pies del amo y golosamente comenzó a chuparle la pija)   

-         Pará puta…

-         ¿Qué, no te gusta más AMO?

-         Si que me gusta, pero ahora tengo que hablar por teléfono.

-         Seguro, pero no hablas con la pija, te la puedo chupar mientras hablas.

-         Mira que sos puta, hace 30 años y no cambias.

-         Y a vos te gusta como soy, así que dame el caramelo así te lo pongo duro para que te cojas a Laura, que la estuviste mirando con ganas y ya va como dos semanas que no la atendes como se merece ese pedazo de hembra.

-         Si, pero la atendes vos, anoche vi en el circuito cerrado como se metía en tu cama en bolas y a los 10 minutos gritaba como una descocida mientras le chupabas la concha.-

-         Si, pero no es lo mismo…

-         ¡Laura!… sonó la voz del AMO

-         Voyyyyyyyyyy

  Y Laura apareció en el escritorio y sin demostrar ningún tipo de sorpresa ante el espectáculo, se acerco al sillón:

 -         ¿Me llamaste AMO?

-         Si, ¿tenés ganas de que te haga el culo?

-         No mi AMO, pero si queres, es todo tuyo en cuanto la cerda termine su trabajo y me deje esa hermosura de pija bien dura.-

 Y en un rápido movimiento se quito el pequeño short exhibiendo ante su amo su depilada concha y su hermoso culo.

Los eficaces movimientos de las manos y la lengua de Raimunda habían logrado una erección y Raimunda se retiró para dar espacio a la amante principal.-

 -         No mejor no, tengo que conservar fuerzas para esta  noche, va a ser una noche movidita.

-         Si mi AMO, como vos digas, terció Laura mientras se volvía a vestir y sin que le viera su amo, le hacia gestos obscenos a Raimunda.

 -         Raimunda, putita de mierda, esta noche te necesito diez puntos con tu lengua, así que podes ponerla a descansar. Haceme acabar entre esas tetas de vaca preñada.

 Y Raimunda obediente se desprendió la túnica y rodeando la fenomenal pija de de Don Arturo con sus voluminosos pechos, logro una eyaculación corta y rápida, mientras Laura a la que la escena algo excitó se arrodillo para besar a la “cerda” con un cupón de aquellos. Don  Arturo miraba y sonreía.

 -         Bueno putas… dejen de divertirse,  tengo que trabajar.

-         Si AMO

 Raimunda extrajo de un oculto bolsillo de su túnica un paño de hilo y ayudándose con la lengua secó totalmente la pija de su AMO y le acomodó la ropa, mientras Laura se alejaba moviendo provocativamente el culo.

                                                                    -o0o-

 -         Che Raimunda - preguntó Laura – ¿quienes son las amigas del Amo que vienen hoy? ¿Te dijo algo?

 -         No mucho, son dos parejas de lesbianas a las que le ofreció una fiesta para hacer una orgía, después se quedan a dormir y mañana la siguen en el pileta y el jardín, así que hay que tener listas dos habitaciones y seguro cada una de nosotras será asignada a una parejita para que la atendamos y creo que va ha haber sexo para todas…

-         Bueno – tercio Matilde – un poco de carne fresca no me viene mal, estoy aburrida de cojerme siempre a ustedes dos.

-         Estarás aburrida, pero bien que te venís a meter a mi cama para que te la chupe cuando el Amo se lleva a la cerda a su dormitorio, le retrucó Laura, mientras terminaba de acomodar los platos alrededor de la mesa.

-         Dije coger, no ser cojida.-

-         ¿Y pensas que te vas a voltear a alguna de las invitadas?

-         Seguro… a las 4

-         ¡Esa es mi marimacho!!! Comentó jocosamente Raimunda, mientras al pasar metió su mano debajo del delantal de Matilde y le pellizcó la nalga.-

-         Andá a cagar cerda…

-         Bueno, pero vos veni a limpiarme el culo… como a vos te gusta.

-         Si me chupas un ratito la concha antes que vengan las putas esas.

-         Hecho.

-         ¡Que par de putas!, apuntó Laura, y se fue para la cocina a vigilar la comida que estaba en el horno.-

-o0o-

 A las 9 menos cuarto, Matilde estaba desnuda sentada frente al espejo maquillándose y Raimunda, también en pelotas, se acerco por detrás, la dio vuelta (El taburete es giratorio) y se sentó en el piso frente a ella:

 -         Las promesas se cumplen… me limpiaste el culo muy bien… abrí las piernas que te voy a mandar al cielo.

-         No hace falta mi amor… verte gozar mientras te lavaba el culo me alcanzó, y seguro que esta noche nos van a dar mucho sexo… como dijo el AMO, reservémonos…

-         Bueno, a vestirse…

 Laura y Matilde se enfundaron en los trajes de mucama que habitualmente usaban en situaciones como estas: Minifalda negra, corta apenas cubriendo el final de las nalgas, blusa blanca, delantal blanco almidonado, debajo los conjuntos de tanga y corpiño de encaje al tono, los collares de cuero con las placas de bronce con su nombre bien lustradas y las botas negras de plataforma y taco altísimos. Raimunda cubrió su humanidad con una túnica negra, con vivos de plata y según su costumbre solo llevaba el collar de cuero con su nombre (Es decir descalza y sin ropa interior).

A las 9 y cinco sonó el timbre.

Laura corrió a abrir. El AMO que estaba en su escritorio vestido con el sobrio jaque negro de fiesta se acercó.

-         Hola… y señalando a su acompañante…ella es Daiana… (La que saludaba a Don Arturo era una morocha de unos 40 años, más bien alta, tal vez de 1,80; delgada, con unos senos medianos y un buen culo, sin maquillar y con el pelo cubierto con un pañuelo, vestía un jeans y un buzo, ambos blancos y zapatillas de tenis. Detrás venia, cargando un par de bolsos una rubia, de unos 25 años, vestida igual, con un excelente par de tetas y un culo que se marcaba claramente, bastante bonita la pendeja)

-         Vengo directamente del club, como me dijiste, para que hora es la cena, tengo tiempo de cambiarme no?

-         Todo el que necesites Alejandra, habíamos programado la cena para las 10 pero nuestras amigas avisaron que llegarían algo mas tarde, también vienen a cambiarse aquí, así que cenaremos 10 y media.

-         Bárbaro…

-         Laura, ayuda a la señorita a llevar el equipaje a la habitación verde… y ponete a su disposición, indicó Don Arturo

 (Laura tomo uno de los bolsos y con un gesto indicó  la joven que miraba todo con cara de admiración y como algo asustada que la siguiera, Daiana saludó con un gesto y siguió a la sierva rumbo  al habitación)

 -         Una pregunta Don Arturo

-         ¿Si?

-         Todo es conforme a lo programado ¿No? Todas de fiesta.

-         Por supuesto

-         Mi novia esta fascinada que la presente a mis amigas como su novia sumisa, me pidió como favor especial que me la coja delante de ellas, no hay problema, ¿no?

-         Ninguno querida, la idea es que todas terminen en cueros, las parejas las acordaran ustedes y mis siervas también están a disposición, y te garantizo que son buenas.-

-         ¿Seguís teniendo a la gorda?

-         Si

-         Quiero que me la prestes, desde aquella vez hace …

-         5 años…

-         Cierto, bueno desde aquella vez nunca pude cojerme a una gorda como esa, es una delicia.

-         Toda tuya mi amor  

-         Y si queres te presto a mi novia, le gustan los hombres tanto como las mujeres así que…

-         Bueno, vemos, si no se engancha con otra y quiere, me sacrifico…

-         Jajajajajajajajajaja.

 Y Alejandra se despidió de Don con un beso en la mejilla y se dirigió a la habitación asignada.-  

 -         ¡Raimunda!

-         Voy… Y la imponente humanidad de la nombrada apareció en el salón donde la aguardaba su AMO

-         Te vas a la habitación verde, allí esta Laura con una de mis invitadas, La Dra. Alejandra, la reemplazas a la Laura; me pidió especialmente que la atiendas vos,  porque te recuerda de una fiesta hace 5 años, me dijo que desde ese momento nunca se cojió a una gorda como vos, parece que la dejaste satisfecha, así que anda preparándote y haceme quedar bien.

-         Si Amo, ningún problema, ya me acuerdo, y te comento, coje como los dioses, tendrías que llevártela vos a la cama… jajajajajaja… pero me parece que esta noche es para mí, además le gusta que se la metan, asi que me voy a divertir…

-         Que puta sos… anda corre  que tal vez tenes suerte y te coje antes de cenar.

-         Ojalá. Y sonriente Raimunda se dirigió a la escalera.

                                                               -o0o-

          Cuando Raimunda entró a la habitación, Laura estaba acomodando los vestidos en perchas, y el resto de la ropa de ambas invitadas en los cajones de la cómoda.

 -         Laura, me dijo el AMO que la doctora pidió que la atienda yo, así que andá para abajo que yo sigo, ¿Trajo algo interesante?

-         Mirá. (Y le mostró a Raimunda un arnés con una pija falsa de por lo menos 20 centímetros, imitación exacta de una verdadera y un par de consoladores de la mejor calidad, ambas solo habían visto esos juguetes en Internet ya que en los sex  shop locales no se conseguían) Me parece que la vas a pasar bien…

-         ¿Dónde están?

-         Duchándose, vienen del club de jugar tenis.

-         ¿Y la novia? ¿o es esclava?

-         No, es novia, aunque sumisa

-         Bien. Dale rajá que están por llegar las otras.

 Toda esta conversación se desarrolló en voz muy baja y en menos de un minuto, finalizada la cual Laura dejo la habitación y Raimunda terminó de acomodar la ropa y los cosméticos en la cómoda, guardando los juguetes en el primer cajón, entre los corpiños y bombachas, como es de uso y practica.-

De la puerta entreabierta del baño salían los inconfundibles sonidos de la ducha y del combate amoroso, Alejandra y Daiana estaban aprovechando el tiempo. Raimunda se acercó  y parándose en el umbral se dedicó a deleitarse viendo como ambas mujeres estaban trenzadas con las bocas pegadas en un combate de lengua mientras las manos acariciaban culos y se metían en conchas, la ducha duró unos 5 minutos, hasta que Alejandra tuvo su primer orgasmo de la noche y se recostó en la pared para recuperar el aliento. Allí advirtió la presencia de Raimunda y sin inmutarse, con una sonrisa en los labios, dirigiéndose a su novia (Que no había llegado al orgasmo y se sentía totalmente frustrada) ella es Raimunda, la sierva de Don Arturo que nos atenderá mientras estemos aquí…

 -         Raimunda, querida, ella es Daiana, mi novia y necesita que la atiendas, no tiene la misma velocidad que yo y se quedó frustrada… ¿me entendes?

-         Por supuesto Señora…

 Ante la atónita mirada de Daiana, Raimuda tomo uno de los toallones y dirigiéndose a Daina venga mi belleza que la voy a calmar… Daiana salió de la ducha, se sintió envuelta en la tibieza de la toalla y el abrazo de Raimunda que con la delicadeza que la caracteriza la secó concienzudamente y llevó sus regordetes dedos a la dilatada vagina de la pendeja que, ya en transe dejó hacer. Prácticamente en el aire Raimunda llevo a joven a la amplia cama, la acostó y arrodillándose al costado comenzó a lamer sus pezones mientras sus dedos hurgaban entre los labios de la vagina hasta encontrar el punto de placer. Daiana con los ojos cerrados sonreía y se acariciaba las tetas, mientras la gorda sierva le provocaba un estruendoso orgasmo, rematado con un beso de lengua.

         Alejandra, había observado todo el espectáculo mientras se secaba y se acomodaba desnuda en el taburete frente al espejo del tocador, sonriendo y deleitándose no solo con lo que veía, sino también con el humo de un cigarrillo.

 -         Gracias Raimunda - alcanzó a decir Daiana, relajada en la cama – y gracias mi amor por pedirle que me atienda.

-         Siempre para servirla Señora, contestó Raimunda

-         Raimunda, no has perdido tus habilidades. Creo que vamos a tener un par de días muy agradables, ¿verdad Daiana?

-         Si mi amor… descanso un minuto y te ayudo a vestirte.

-         No hace falta… descansa, Raimunda me va a ayudar

-         A sus ordenes mi señora.

-         Raimunda querida, quisiera que me cepilles el pelo, me vistas y me maquilles como vos sabes hacerlo, mientras mi novia descansa y aprende como me gusta ser tratada por una experta. Después la ayudas a ella, yo voy a bajar  a tomar una copa con Don Arturo, antes que venga el resto de las invitadas.-

 Raimunda se dedicó a su tarea aprovechando la desnudez de Alejandra para – como al pasar -  acariciar sus tetas y finalizado el peinado besar la cabellera, el maquillaje duró pocos minutos, ya que las expertas manos de Raimunda dieron al rostro de Alejandra el realce que se necesita para una velada con luz artificial y su larga practica le permitió vestir a la invitada casi sin que esta necesitara levantarse de la comodidad del taburete. Alejandra se paró cuando estaba totalmente vestida y calzada, solo faltaba la tanga, con una mirada Raimuda interrogó y la señora, también con un gesto le ordenó ponérsela, oportunidad aprovechada por Raimunda para acariciar las piernas los muslos y la depilada concha de su asistida. Mientras duraba esta ceremonia, Daiana desnuda en la cama observaba atentamente los movimientos de ambas mujeres y automáticamente su mano bajo a la entrepierna y se masturbó mientras gozaba del espectáculo.

 -         Gracias Raimunda… voy a bajar, ayúdala a mi amorcito, pero mejor no le pongas bombacha, su vestido marca mucho y no queda elegante que se noten las tiras de la ropa interior.

-         A su servicio señora.

 Y Alejandra dejó la habitación fumando un nuevo cigarrillo mientras Daiana frenéticamente estaba tratando de conseguir un nuevo orgasmo.-

-         Ahora pendejita, te voy ha  hacer acabar de nuevo??  Y Raimunda tomo del cajón de la cómoda los dos consoladores y se dirigió a la cama.-

-         Siiiiiii gorda putaaaaaaaa, cojeme de nuevo que no puedo masssssss

-         ¿Te gusta insultar putita?

-         Si putaaaaaaaa…. yegua, rompeme toda….

-         Putita, la yegua sos vos y te voy a romper ese culo de perra en celo para que lo tengas bien dilatado para esta noche…

-         Si cerdaaaaaa… rompeme el culooooo

          Y “la cerda”, en un hábil movimiento colocó debajo de Daiana varias almohadas para levantar su culo y se dedico concienzudamente a hacer gozar a la hembra que tenia a su merced metiendo un consolador en su concha y un vibrador en el culo hasta que el orgasmo le provocó a  Daiana  un leve desmayo, seguido de sueño.  

          Minutos después, Raimunda despertó a Daiana con una serie de besos.-

-         Vamos linda, te tengo que vestir que hay que bajar a la cena.

-         Gracias Raimunda…

-         Para servirte

-         Raimunda, estoy muy feliz… mi amor me va a presentar a sus amigas y va a cumplir mi mayor fantasía…

-         ¿Si?

-         Me va a coger delante de todas y me va ha hacer acabar con el arnés y la pija falsa, como si fuera un macho y después me va a ofrecer a sus amigas para que me gocen… ya ahora, después de tus atenciones estoy en la gloria… ¿no es hermoso?

-         Bueno, parece que amas mucho a tu novia.

-         La adoro, y quisiera que me llevara a vivir con ella, para ser su sierva y esclava día y noche, pero es imposible, es casada y no va a dejar a su marido para satisfacer a una cualquiera como yo.

-         ¿una cualquiera?

-         Si, yo no soy nada al lado de ella, hasta que ella me levantó en la calle hace ya tres años, yo era una semi analfabeta y simple obrera en un taller de calzado que solo sabia trabajar y ser cojida por cuanto hombre se me acercaba. Ahora soy casi una dama, estoy en el colegio secundario, hago deportes, me dio un departamento, me enseñó un montón de cosas, trabajo en su empresa como recepcionista y nunca me pidió nada a cambio, soy su sierva-amante porque yo se lo pedí, se lo regué durante meses y al fin hace dos años lo conseguí. Hoy me va a presentar a sus amigas… estoy entrando en su circulo, ¿Eso no demuestra que me ama?

-         Pareciera - contestó Raimunda sin mucha convicción – pero igual siempre vas a ser “la segunda”, me parece que a lo mejor que podes aspirar es a ser una puta de lujo, una mantenida de Doña Alejandra, que – te comento por si no lo sabes – le gusta meter en su cama cuanto hombre o mujer  le gusta y puede convencer.-

-         Ya lo se… bastante seguido usa mi departamento para recibirlos y yo hago de mucama, pero no me importa, soy feliz porque después que se va su amante de turno yo la beso y me mete en la cama con ella y dormimos abrazadas hasta la madrugada, hasta que se va a su casa. Cuando el amante es un hombre, siempre le hace dejarme una propina de no menos de 200 dólares y ella se queda con la mitad ¿sabias? ¿que te parece?

-         Bueno, que son un par de buenas putas… vamos a vestirse que es hora.

-         ¿Raimunda?

-         ¿Qué?

-         Me encanta ser la puta de mi amor, vos acaso no sos la sierva puta de Don Arturo H.

-         Si, y muy puta… vamos, vamos,  a vestirse, se acabó la charla…

-         Gracias… (Y ágilmente Daina saltó de la cama y sonriendo se dirigió al baño después de dar un beso en la boca de la sorprendida Raimunda)   

                                                            -o0o-

         Cuando sonó nuevamente el timbre, Matilde – que aguardaba sentada en el porche – hizo pasar a la segunda pareja.

         Carmen, una morocha de mas de 50 años, acompañada por Liliana, de aproximadamente la misma edad. Ambas vestían Jean y campera, las botas estaban bastante embarradas, cada una traía su bolso y una percha de viaje.

-         Hola, saludó Liliana, ¿llegamos tarde?

-         No Señora… la cena está reprogramada para las 22:30 para aguardarlas.

-         ¿Don Arturo?

-         Ya viene Señora

-         ¡Hola mi amor! Saludó el dueño de casa, con un suave beso en la mejilla de Liliana

-         Ella es Carmen, mi socia de la que te hablé; presentó a su pareja

 La aludida y Don Arturo intercambiaron besos en la mejilla.

 -         La ruta estaba terrible y para salir de la estancia estuvimos lidiando como una hora con el barro. Por suerte llovió y se cortó la seca. Explicaba Carmen.

-         Necesitamos ducharnos y cambiarnos no queremos demorar la cena…

-         Matilde, acompaña a las señoras a la habitación amarilla y ponte a sus órdenes. Ordenó don Arturo.-

-         Síganme por favor…

 Y la pareja subió por la escalera siguiendo a la sierva. Don Arturo observó que ambas poseían un lindo culo que rítmicamente movían al subir y pensó que no estaría nada mal coger a alguna de ellas o a las dos, claro si se daba la oportunidad.

 -         Este es el cuarto – señaló Matilde – abriendo la puerta. Estoy a sus órdenes.

-         Prepará la ducha mientras acomodamos las cosas

-         Si señora, si lo prefiere yo las acomodo mientras se duchan.

-         No… gracias

Matilde entró al baño a cumplir lo ordenado mientras las dos señoras sentadas en la cama se despojaban de las botas, las camperas y comenzaban a desvestirse.-

 -         ¿Vos primero? Dijo Carmen

-          No, dale vos así descanso un minuto, estoy algo cansada de manejar. Contestó Liliana. Hecho lo cual se estiró desnuda en la cama, sobre el acolchado.

-         Que buena cama… como la voy a aprovechar esta noche. Comentó en voz alta para que su compañera desde la ducha la escuchara.-

-         ¿Conmigo?

-         No seas aburrida, a vos te cojo todos los días…

-         Y me gusta

-         Tal vez con ella, dijo señalando a Matilde que acomodaba toallas en el baño

-         Si a la señora le apetece, terció la aludida

-         Tal vez, sonriendo acordó Carmen. ¿A vos “te apetece”?

-         Tendría que verla en bolas -  Liliana agregó mientras se jabonaba  las tetas en la ducha - con la puerta abierta para que ambas mujeres pudieran verla desde la habitación.-

-         Callate, que últimamente estas perdiendo el gusto y te volteás a cada bagayo.

-         ¿Lo decís por vos? Sonriendo le retrucó ¿o por la putita de tu amante?

-         No, por la reventada de Mariclara que te cojiste ayer mientras yo estaba ocupada en la computadora 

-         Si, leyendo relatos porno en TR… Pero tenes que probarla, me dejó hecha una seda.

-         No parecía, cuando me acosté casi me violaste.

-         Bien que te gustó

-         Cambiando de tema

-         ¿Qué, no te gustó?

-         Si boluda… me encantó, como siempre. ¿En serio, es buena?

-         Un camión…

-         La semana que viene te toca a vos la PC y a mi la Mariclara… sonriendo agregó Carmen desde la cama. Cambiando de tema, ¿Quiénes son las otras invitadas, no me dijiste nada?

-         La Dra…. Que trajo a su sumisa para presentarla y ponerla a disposición, es una pendejita de 25 que está muy fuerte

-         ¿La conoces?

-         Si, la tiene de mucama en su departamento de soltera, la ví el otro día cuando estuve con ella.

-         ¿Y también te la cojiste?

-         No, solo cojimos nosotras.

-         No me contaste nada, ¿como te fue?

-         Buenísimo, no perdió las mañas, igual que cuando te tenia de amante a vos.

-         Me parece que hoy voy a querer recordar viejos tiempos.

-         Aprovecha si podes, que en cualquier momento me pongo celosa y se acaban las escapadas.-

-         ¿Y las tuyas?

-         Mmmmmmmmm

-         Viste, concluyó Carmen sonriente, levantándose de la cama y dirigiéndose a la ducha que Liliana había dejado.

 Matilde envolvió a Liliana en un toallon y la secaba cuidadosamente.

 -         Señora - le susurró al oído – la Dra. Le pidió a Don Arturo a la Gorda Raimunda, no creo que la Sra. Carmen tenga suerte.

-         Mejor, la pendejita para mí o mejor para Carmen que le gusta la carne tierna - Liliana metió su mano debajo de la mini falda de Matilde y acariciando su culo y concha agregó  -  y te meto a vos en mi cama.

-         Sería un honor señora.

-         Después vemos, pero prepara otra habitación para mandarlas a ellas.-

-         Si señora.

-         Andá trae Jugo de Naranja para tomar mientras nos vestimos que tenemos sed.

 Matilde bajó a la cocina a buscar lo pedido.

 -         Che Laura, me parece que voy a tener suerte, la Sra. Liliana ya me apalabró para la noche.

(continuará)