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Gorda (2)

en Lésbicos

Gorda (2)

Fue en verano, en la Ciudad de Buenos Aires.

Mi vida amoroso - sexual no era de lo mas promisoria, mandé al cuerno a mi último novio porque una amiga del gimnasio me contó - sin que supiera que era mi pareja – que había pasado un fin de semana espectacular cogiendo con él en Punta del Este (Justo la semana que yo viajé a mi pueblo por las fiestas de Fin de Año)

Y no es que yo sea celosa, lo que me puso loca (Un poco mas de lo que soy) es que me ocultara sus andanzas y se la diera del muchachito fiel y cariñoso que cuando no sale con la novia se va a dormir temprano.

Mi compinche de aventuras, con la que nos divertíamos de vez en cuando en su dormitorio o el mío se había ido de vacaciones a Brasil con su marido por dos meses (El cretino tiene mucho dinero, dicen las chismosas del gimnasio que mal habido durante su paso por la administración pública.) Creo que solo por la tarjeta de crédito mi amiga no lo manda al diablo, ya que la cornea habitualmente (Bueno, en realidad ella también… pero conmigo, eso no cuenta, aunque es muy puta… seguro que se monta a alguien mas)

Como consecuencia de estos hechos, del exceso de trabajo antes de empezar la feria de verano, las vacaciones en el pueblo y la ausencia de Buenos Aires (Por las vacaciones) de la mayoría de mis amigos/as y conocidas/os, hacia mas de dos meses que estaba de rigurosa abstinencia.-

Era jueves, el próximo lunes reabría Tribunales y solo quedaba este último fin de semana de Enero de vacaciones y yo sola en Buenos Aires, cagandome de calor. Recién ahora estaba descansada, la quincena en el pueblo sin hacer prácticamente nada, salvo comer, dormir, leer y tomar sol atendida por mi madre – Dios la conserve sana y fuerte como está ahora - cual una tierna adolescente, me había servido de terapia más que diez sesiones con la psi borrando el stres del año y agregando un par de kilos a mi físico y ya casi notoria pancita.

Pensé en viajar a la costa, pero a esta altura del mes y por tan pocos días era un desgaste de energía y plata que no se justificaba y – seguro – me traería de nuevo el stress. Conseguir hotel, manejar 1000 kilómetros en cuatro días… no, no va.

Bueno, mi departamento tiene buena refrigeración, así que decidí seguir NO HACIENDO NADA.

A las 8 y media de la noche, estaba no haciendo nada (Es decir mirando el Discovery en la TV) cuando sonó el teléfono.

No se me dio por atender (Eso cansa me dije), así que deje que la "maquinita" mandara el mensaje. En respuesta sentí la voz de Graciela que con su vocecita dulce y cariñosa y su vocabulario de camionero hincha de Boca, decía:

"maquina puta de mierda, decile a la turra de tu dueña si ya volvió del pueblo, que yo ya volví de la costa, que me llame así vamos a comer algo antes de que empiece el puto laburo en febrero"

Como les conté en mi anterior relato, Graciela es realmente gorda, no "gordita", Gorda, mas de 100 kilos en menos de 1 metro con sesenta.

Como también les conté, se mata con dietas y esas cosas, pero no va… no baja, y eso le trae grandes complicaciones con el sexo. Los hombres no le dan bola, y eso que no se puede decir que sea fea, pero… es gorda y entonces no consigue meter a nadie en su cama.

Después de nuestro primer "choque nocturno" pasaron varias semanas en que ninguna de las dos hizo comentario alguno sobre el tema, pese a que charlamos varias veces por teléfono e incluso nos encontramos en tres o cuatro oportunidades en su oficina o en la mía por razones profesionales (tenemos algunos clientes en común, ella es contadora y yo abogada) Después vinieron las fiestas y las vacaciones.

Bueno, era una buena opción, la Gorda siempre es divertida y comer algo (fuera de casa obviamente) es un buen programa cuando una está en plan de NO HACER NADA.

Así que antes que se cortara, levanté el teléfono.

- Salud turra! (Fue el saludo anarquista que mandé en respuesta a su mensaje de elevado contenido cultural y pureza idiomática)

Como te va.

Bien… no haciendo nada para no cansarme, miro la TV.

Tengo hambre - me dijo Graciela sin mas preámbulos - vamos a comer un asadito en la parrilla de la esquina de casa? Tiene buena refrigeración y tal vez nos levantemos un par de camioneros… jajajaja

Camioneros no… eso cansa… asadito si… pero temprano, no quiero volver tarde a casa que con este calor no hay taxis y no quiero manejar, eso también cansa.

No hay problema, te quedas en casa, yo también tengo buena refrigeración

Yo tardaré ½ hora en llegar, nos encontramos allí a las nueve.

OK sonó del otro lado.

Me vestí bien cómoda y fresquita, una solera de algodón con un buen escote y bastante corta, sin corpiño, tanga y sandalias…

El radio - taxi me recogió en la puerta y mientras hacíamos las casi 40 cuadras hasta el barrio de Graciela, vi que por el espejo que el conductor (un pibe de no mas de 20) me miraba con ganas de comerme, por lo que con una semi sonrisa me acomodé de forma que la mini se levantara un poco mas…

Cuando bajé el pendex se quedó con una calentura de aquellas y un bulto espectacular en el pantalón, yo le pagué por la ventanilla, para lo cual me incliné lo suficiente para que pudiera ver totalmente mis tetas…

Con una sonrisa me di vuelta y me alejé rumbo a la parrilla moviendo un poquito el culo, para terminar de calentarlo, pensando que no estaría mal meterlo en mi cama.

Graciela me espera adentro y desde su mesa en la ventana había visto la escena y se reía.

Sos una cretina, lo debes haber dejado al palo.

Obvio... era la idea…. Le conteste riendo también

Comimos muy bien, tomamos poco vino (Una botella de blanco entre las dos) y charlamos de todo un poco. Graciela me contó de sus vacaciones en Miramar y que allí conoció a un señor mayor (como de 50 y pico) viudo y con dinero, que se animó a llevarla a la cama. Terminamos la cena.

En casa te cuento como sigue.

Dale.

A las 11 estábamos en el living de Gra gozando del aire acondicionado y unas copas de blanco bien frío.

Y hubo sexo?

Seguro… no sabes que pedazo de macho resultó, me dejó hecha una seda. Y no me dejó preñada por pura casualidad.

Que?

Si… estuvimos tan calientes los tres días que el amoroso me acabó adentro como diez veces

Epa…

Menos mal que yo estaba fuera de época, sino ahora tenias a una amiga en "estado".

Jajajaja

Porque tres días?

Porque justo se tuvo que volver a Bahía Blanca, es de allí, pero tengo su teléfono, dirección, etc. Etc.

Te enamoraste turra?

No, pero hacia rato que estaba en ayunas, desde aquella noche, te acordas?

Como la vez anterior, la cena, el vino, la abstinencia, la conversación y el calor (Mas el recuerdo de aquella noche) me pusieron a mil y ahora fui yo la que sin decir palabra la empecé a desnudar. No fue difícil, solo tenia un vestido abotonado y las sandalias.

Cuando mis labios buscaron su boca las manos de Graciela bajaron los breteles de la solera que cayo al piso y sin dejar de besarme hábilmente me bajo la tanga que se hizo un rollo en mis tobillos.

Vamos a la cama. Le dije mientras tiraba las sandalias a un rincón y la arrastraba por el pasillo entre las risas de las dos, mientras le decía al oído todas las obscenidades que se me ocurrían… (Las dos somos muy mal habladas y había descubierto en nuestro entrevero anterior que nos gusta serlo más cuando cojemos)

La cama era imponente, hermosa (Le llaman King de 2 m x 2 m) y sobre la sabana color salmón se destacaba varios juguetes, entre ellos un consolador como el mío de casi un metro de largo y dos cabezas.

Puta de mierda, me esperabas... esto es una trampa

Si, te gusta?

Si, pero hoy primero te cojo yo

Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii gritó, mientras se acomodaba en el medio de la cama y comenzaba a chuponear una de las cabezas del inmenso falo.

Yo ya estaba a mil y me abalancé sobre sus inmensas tetas prendiéndome a su pezón izquierdo mientras mis manos buscaban su clítoris. No fue difícil de encontrar, su concha estaba totalmente mojada y mi mano se deslizaba fácilmente. Abri sus labios vaginales y con dos dedos presionaba el pequeño penecito de Graciela mientras ella gemía y seguía ensalivando la verga plástica como si fuera una verdadera pija de macho.

Tomá metemela…

Siiii

Es como la de tu bahiense yegua de mierda??

No… es mejor porque me la pones vos guacha mal parida. Me susurró, mientras con los ojos cerrados besaba mi pelo.

Subite

Me encaramé sobre aquellos pechos inmensos, voluptuosos y comencé a besar sus calientes labios, mientras mis pezones duros se clavaban en el suave acolchado de sus tetas. Las manos de Graciela acompañaban el movimiento de las mías en el entre y saca de la verga plástica en su concha.

Quiero más… quiero la otra punta en el culo como me gusta a mí…

Ya va… te voy a romper ese culo de puta relajada

Difícil… ya me desvirgaste el culo la otra vez… yegua de mierda.

Me deslicé mientras ella seguía acariciándose las tetas y suspirando, tomé la otra cabeza y la comencé a ensalivar como posesa, mientras Gra se acomodaba de costado y me ofrecía su abundoso culo. Y allí le clavé el consolador que fue entrando despacito y seguro como 20 centímetros en su interior. Graciela suspiraba y se retorcía en la cama, penetrada por ambos orificios mientras yo trataba de seguir mamando sus hermosos pezones y mojando toda su humanidad con los jugos que fluían de mi concha. Las dos estábamos re calientes y yo tuve un orgasmo sin siquiera tocarme. En poco más de diez minutos de entre – saca por ambos agujeros Gra estalló en un orgasmo espectacular, que hizo arquear su espalda y fue acompañado por un SONORO GRITO DE TRIUNFO.

SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

MASSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

YAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Ella se relajó, pero yo no, estaba muy caliente, así que saque la cabeza que tenía metida en su concha y la metí en la mía, entró hasta el fondo, sentía como golpeaba mi útero y sentía el hermoso roce de la rugosa piel plástica contra mi clítoris llevándome a las nubes. Varios orgasmos tuve apoyada en la espalda de Graciela, que seguía culeda por la monumental verga, aferrada a sus tetas y moviéndome adelante – atrás hasta que quede rendida de calor, placer y cansancio.

Graciela suavemente sacó de su humanidad una punta, de la mía la otra, me besó en los labios y corrió (siii… la gorda corrió) al baño donde se encerró a descargar intestinos y vejiga…

Minutos después, mientras yo gozaba del placer de tener un vibrador en el culo mientras me acariciaba la concha despatarrada en la inmensa y mojada cama, Graciela volvió sonriente del baño envuelta en una especie de pareo semi – transparente y acercándose sacó mis manos de mi concha y colocó su lengua entre mil labios vaginales lo que en instantes produjo en mi concha como el decimoquinto estallido de la noche.

El viernes a la mañana cuando me desperté el sol ya estaba alto, eran mas de las 10 de la mañana y mi cuerpo desnudo estaba prolijamente tapado con una sabana celeste (No se como hace esta guacha de Graciela para cambiar las sábanas sin despertarme)

A mi lado la Gorda, envuelta en su pareo dormía placidamente.

La desperté con un beso en la boca, que me respondió como ella sabe.

Y?

Bárbaro

Mejor que mi bahiense.

Mejor que el hijo de puta de mi ex – novio.

Que vamos ha hacer hoy?

Nada… como ayer... que te parece?

Genial le contesté, aunque queda pendiente el par de camioneros… pero eso cansa, mientras somnolienta y relajada acomodé mi cabeza entre sus enormes tetas que me servían de almohadón y con el control remoto encendí la TV y… puse el Discovery.

 

 

©29/05/05

adrianaabogada@yahoo.com