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Viajando por Argentina (2)

en Lésbicos

VIAJANDO (2)

Ya les conté que no vivo en Buenos Aires, sino en una pequeña Ciudad del sur de la Provincia de Buenos Aires, en donde paso parte del año, el resto viajando por todo el interior del País, verano e invierno, es mi trabajo.-

Soy auditora de una empresa con decenas de sucursales distribuidas por toda la hermosa geografía de Argentina y tengo la gran suerte de conocerla casi toda. Además de viajar gratis, me pagan por viajar.

El trabajo es bastante aburrido, pero es bastante bien pago y tiene sus gratificaciones.

Gracias a este trabajo conocí desde la quebrada de Humahuaca hasta las Pingüineras de Puerto Madryn, pasando por el Cañón de Atuel y Bahía San Blas.

Ya les conté que había acordado con ni amiga la contadora viajera - Ayelen - encontrarnos en la Ciudad donde coincidiríamos tres noches y dos días de trabajo.

Yo llegue antes, tal como habíamos acordado, llegué el miércoles por la tarde. A las 4 de la tarde ya me estaba registrando en el mejor hotel de Santa Rosa (La Pampa) y que - tal como les conté - es el mejor de este circuito.

La reserva la había hecho Ayelen por correo electrónico, a nombre de ella y mío. Era la mejor habitación del décimo tercer piso, con vista a la plaza, lastima que no podíamos pedir cama matrimonial. En estos lugares debemos guardar las apariencias. Pero no importa, las camas de una plaza se juntan y listo, queda una cama más grande que si fuera matrimonial.-

Ella estaría llegando como a las 7 así que tenia bastante tiempo para prepararme. Pocos preparativos, una buena ducha caliente, secarme el pelo, un ligero maquillaje y listo.

En contra de lo acordado, me puse un conjunto negro de encaje transparente y me vestí completamente, blusa blanca, chalequito, y un traje sastre verde agua, acorde a mi edad y profesión, pocas joyas, solo un pequeño collar de perlas blancas una pulserita, reloj y aros haciendo juego con el collar.

Así equipada bajé al bar del hotel. Tenía sed y quería pispiar si también coincidía algún amigo o amiga de nuestros circuitos laborales. No porque pensara que iba a necesitar compañía nocturna. Ya estaba asegurada, pero una nunca sabe...

Además, soy chusma por naturaleza.

El bar estaba desierto, a las 5 y media de la tarde todavía los pasajeros no habían vuelto de sus ocupaciones. La camarera – me conoce de viajes anteriores, por lo menos un par de años - me trajo el gran vaso de jugo de naranja que había pedido y me comentó que estaba parando en el hotel un amigo.

Con Raúl también coincidimos - a veces – en hoteles del interior (Él es viajante de artículos de ferretería, muy prosaico, no?) Pero es simpático, agradable y –fundamentalmente – la pasamos bien en la cama. Y eso lo sabía la camarera. Estas cosas no se pueden ocultar en ambientes tan reducidos como este. Ojo, que yo sé que ella también suele meterse en la cama de este caballerazo de 48 años. Por eso me llamó la atención el comentario.

Seguro que ella tenía la noche ocupada, sino, no creo que me pasara el dato... en fin... pero yo también tenía la noche ocupada!!!!

Mientras mi cabeza estaba en estas profundas meditaciones metafísicas, Raúl entró al bar, en una rápida mirada constató quien estaba, fue fácil, estaba solamente yo y el chico de la barra.

Con una sonrisa se acercó a mi mesa y luego de los saludos de rigor y en atención al desierto que nos circundaba, nos saludamos con un beso de lengua. Mmmm, que complicado. Yo estaba un poco calentita, el solo hecho de esperar a Ayelen y repasar lo planeado para la noche me había puesto en marcha.

Cómo le digo que esta vez no puedo aceptar su invitación cenar y ver TV en su habitación?

Y Uds. saben que esas invitaciones me gustan... pero Ayelen llega a las 7...

Mientras gozaba de su lengua que me puso a 1000 (no más de 20 segundos) trataba de pensar una buena excusa.

Y me salvó el timbre, como en el Box.

El timbre era del teléfono de la barra.

Dra. Adriana... teléfono.

Voy.

Era Ayelen que me llamaba de un teléfono a unos 250 kilómetros. El micro en que venia había tenido un inconveniente y llegaría recién a las 23:00 o 23:30, ya cenada. Quería saber si había llegado y sinó que me dejaran el mensaje. Fue una conversación muy escueta, le dije que se quedara tranquila, todo bien, hasta luego, etc. etc. (Ella estaba en un teléfono publico y yo en la barra del bar, no podíamos hacer ningún comentario adicional como el que hubiéramos hecho en otras circunstancias)

Mientras volvía a la mesa, tratando de armar alguna excusa, Raúl me atajó en el camino...

Dulce... me voy en el micro de las 23,00 a Río Cuarto, no me ayudarías ha preparar la valija?

No lo podía creer... mi rápido cálculo... son las 6, un par de horitas revolcándonos con Raúl... tiempo de sobra para una nueva ducha, cenar y estar lista para esperar a mi Ayelen.

Seguro... pero me invitas a cenar y te acompaño a la terminal... a las 11 llega una compañera para el trabajo de esta semana y quedé en ir a buscarla...

Uy... lo que me pierdo... que lástima... las dos viendo la TV en mi habitación.

Sos un cretino... Además ella es una chica de su casa... y vos sos un atorrante mujeriego.

Salimos del bar rumbo al ascensor...

Como es costumbre en estos lugares, nadie dice nada, ni siquiera hay miradas suspicaces. Solo una sonrisita de la camarera. La muy turra me pasó el dato sabiendo que yo tampoco pasaría la noche con Raúl, lo que no se imaginó es que "le ayudaría a preparar la valija" y menos aun que Ayelen no era una monja. Pero seguramente anoche la pasó bien. Jajajajajaja

En el ascensor nos besamos, la mano de Raúl rápidamente fue en busca de mi culo, mientras no dejábamos de besarnos. Intentó desabrochar mi blusa. Cuando logré zafar lo pare:

Pará, que no quiero arrugarme la ropa… no quiero tener que planchar de nuevo…

Bueno… yo tampoco…

Y como dos enamoraditos quinceañeros terminamos el corto viaje de ascensor tomados de la mano.-

En el pasillo, mientras él abría la puerta de su habitación, por detrás, metí mi mano en su bolsillo y le acaricié el precioso bulto, mientras le susurraba en la oreja: … me lo vas a dar???

Entramos a la habitación (Que tenía cama de dos plazas, seguro que "casualmente" cuando él llegó era la única habitación disponible) un largo beso en el medio mientras sentía contra mi concha la erección de mi amigo. Nos separamos y como dos prolijos viajeros frecuentes, nos desnudamos y colgamos la ropa para no arrugarla. En un minuto yo estaba solo con mi conjunto transparente y el con un slip que marcaba su jugosa pija, dura como una estaca, apetitosa para la calentura que yo tenia encima.

-Veni dulce (Siempre me llama así, creo que a todas igual para no equivocarse de nombre)… y nos trenzamos en un nuevo beso mientras ahora si… liberados nuestras manos acariciaban nuestros cuerpos…

Raúl es un experto, metió sus manos en mi tanga y comenzó a acariciar mi culo por debajo de la tela, mientras mi mano derecha aprisionaba su pija. Comencé a pajearlo, mientras nos besuqueabamos…

Comenzó a bajar besándome el cuello, y hábilmente soltó el broche del corpiño que cayó al piso junto con su slip… con los ojos cerrados, sentía mis pezones duros acariciados por la lengua de mi amante, mientras yo dirigía la punta de su pija hacia mi entrepierna totalmente mojada…

Vamos a la cama…

Vamos… y mientras daba los tres pasos que nos separaban de la cama me sacó la tanga y casi me hace caer… para que no me caiga me sostuvo agarrandome de las tetas… que placer.

Pará que me pongo un forro…

Dejame ponértelo a mi, mientras con ambas manos sujetaba su verga y besaba la roja punta, con suavidad, casi pajeandolo le puse un "camaleón" que apareció en mis manos de la nada.

No me gusta besar pijas con forro… él se lo perdió.

Nos tiramos en la cama, entre besos y caricias su pija se fue dirigiendo solita a mi concha… y sentí un golpe eléctrico cuando me empezó a penetrar… mis labios vaginales estaban dilatados y yo estaba totalmente mojada con lo cual su verga se deslizó suavemente y comencé a sentir el golpeteo de la misma contra el fondo de mi vagina… comenzamos el mete saca en la ortodoxa, antigua y cómoda posición del misionero con Raúl encima mío besándome y chuponeandome las tetas mientras me hacía gozar con su herramienta en mi interior.

Más de 10 minutos estuvimos cogiendonos como endemoniados hasta que entre jadeos me dijo:

estoy por acabar…

Dale… yo también….

Cuando sentí el calor de su leche dentro mío tuve un orgasmo espectacular… que le pague con un penetrada de lengua casi hasta la garganta mientas mis piernas atenazaban su cintura y mis talones se clavaron en su espalda.

Si bien había acabado aun su pija se mantenía rígida por lo que la dejé adentro, que placer…

Habían pasado… no se, no mas de 25 minutos desde que subimos al ascensor y ya habíamos logrado el primer orgasmo de la tarde - noche…

Me quede abrazada, sentía mis tetas contra su pecho y su verga adentro de mi vagina., no deje de besarlo y el respondía a mi lengua…

Casi no hablamos, solo el placer de sentir nuestros cuerpos y nuestros sexos unidos…

Ratito después el salió, y se fue al baño.

Me estiré el la cama… tratando de mostrar mi cuerpo desnudo en la postura que mas realza mis tetas… boca arriba y ligeramente recostada hacia la derecha.

Raúl volvió del baño con un cigarrillo en la boca…

Seguís fumando?

No siempre, pero ese que tenes en tus labios es para mí.

Sos una maquina, Lina…

(Se acordó del nombre… se estará enamorando… me reía para mi)

Vos también… no perdiste las mañas. Vení a la cama… quiero más.

Tenes que esperar un poco, me tengo que reponer, me ordeñaste yegua.

Jajajaj… vení padrillo…

Se acostó a mi lado, me puso el cigarrillo en la boca y mientras le daba la primera pitada, comencé a acariciar nuevamente su pija y sus huevos.

Apagamos el cigarrillo y con las manos libres Raúl jugaba con mis tetas, mi bello púbico (No me depilo totalmente) y acariciaba mis labios vaginales en busca del punto de placer…

Yo lo pajeaba suavemente hasta que logré una nueva erección… allí si me metí esta sabrosa verga en la boca y con las caricias de mi lengua logre que se volviera a poner dura como al principio.

- Me das el culo?

- Todavía no… quiero otro polvo en la concha.

- Sos una guacha…

- y muy puta…

Lentamente me di vuelta, mostrándole mi culo…

Cojeme desde atrás.

Veni al espejo

(El muy turro conoce mis gustos)

Nos paramos frente al espejo que tenia la habitación, era alto, reflejaba nuestros cuerpos desnudos y mientras el me sostenía de las tetas y metía su lengua en mi oreja, comencé a sentir su pija, entrando en mi concha, abrí un poco las piernas y con las manos ayude a que entrara inclinándome ligeramente hacia adelante… me pone a mil verme cojida y Raúl sonreía, seguramente por la cara de felicidad que yo misma me veía en el cristal.

En un rápido mete y saca, tuve un orgasmo fenomenal. La tranca de mi amante se mantenía dura y mis piernas temblaban de la tensión y el cansancio del placer.

Queres mi culo?

Si

Dale… culeame

Me tire boca abajo en la cama, las almohadas bajo mi vientre para levantar mas mi culo y cerré los ojos… segundos después sentí la lengua de mi amante lubricando mi ano y dilatando mi puerta trasera… Y me la metió de un solo golpe… el pequeño dolor que sentí fue seguido de estallidos de placer y sin casi bombeo, con sus dedos en mi vagina y su pija dentro de mi culo tuve un nuevo orgasmo, mientras sentía que el forro dentro de mi culo se llenaba del maravilloso elixir de Raúl.

Agotados nos estiramos en la cama a descansar.

Miré el reloj en la mesa de luz, eran casi las 8 de la noche.

Raúl tomó el teléfono y programó el despertador en una hora. Dormimos esa horita como troncos. Me desperté renovada y satisfecha.

Mi habitación estaba a dos puertas.

A las 9:15 abajo y me llevas a cenar?

Seguro dulce… lo pasaste bien?

Como hacía tiempo… me tenes que dar tu dirección electrónica para ver si coordinamos para encontramos mas seguido…

Seguro…

Me puse la blusa, la pollera y el saco, con la ropa interior y los zapatos en la mano, luego de espiar que no hubiera nadie en el pasillo, corrí las dos puertas hasta mi habitación.

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Me desnudé por tercera vez en el día (Y no sería la última, por suerte), volví a colocar en las perchas la ropa, que ni una arruga tenia… y me metí en la ducha.

Quince minutos debajo del agua y estaba nueva…

Cuando arregle esta cita con Ayelen, jamás se me ocurrió que podía suceder lo que paso… pero pasó y lo que pasó -pensaba - en nada va a afectar la noche de placer y sexo que voy a tener…

Me la voy a coger toda la noche… casi me mojo de nuevo de solo pensarlo.

Metí en la bolsa de la ropa sucia el conjunto usado y me puse uno limpio… también transparente, pero blanco. Mis pezones aun duros de la movida tarde se marcaban indecentemente a través de la tela del corpiño y la blusa blanca. Mejor.

Mientras me maquillaba comencé a sentir un hambre feroz… claro no había almorzado y mi cuerpo necesitaba reponer las energías gastadas en las dos horas que ocupé en "ayudar a preparar la valija" a Raúl.-

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Después de la cena, cerca de las 10:45, mientras en un taxi íbamos hacia la terminal, Raúl me dijo al oído:

No te cansé más, porque si no esta noche con tu amante no ibas a poder hacer nada.

Pero…

No me mientas… no importa… lo pasamos igual genial, pero la próxima me gustaría toda la noche con vos… y allí si te voy a cansar…

Difícil… más que seguro que al segundo polvo no puedas más…

El cuarto sin forro y acabo adentro? Me tiró como reto y apuesta.

Y el tercero? Le pregunté con mi mejor cara de niñita inocente.

En esa hermosa boca de mentirosa que tenes.

Hecho… Contesté sonriente.

Mientras esperábamos los dos ómnibus, el que Raúl tomaba para Río Cuarto y el que venia Ayelen de General Pico, le pregunté:

De donde sacaste que espero a mi amante, te dije que esperaba a una compañera de trabajo, una señora de su casa.

Vos también sos una señora de su casa. Y las señoras de su casa no se ponen ropa interior de encaje transparente para esperar a una compañera de trabajo.

Sos un turro… Y una amplia sonrisa iluminó su cara y la mía. Ambos sabíamos que él tenía razón.

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Minutos después el ómnibus de Raúl salió rumbo al Norte y casi simultáneamente llegaba desde Gral. Pico el que traía a Ayelen.

Bajó sonriente, pero con cara la cara de cansada típica de este tipo de viajes que empiezan siendo de 6 horas y terminan en 12 o 14.

No puedo decir que estaba impactante. Vestía de forma de lo más convencional, un simple jean, una polera gris oscuro, una campera negra amplia, zapatillas, sin maquillaje, joyas o adornos, toda ropa amplia, cómoda. Este tipo de ropa es el que usamos los viajeros frecuentes para soportar las largas horas en el ómnibus, poder dormir estirada en el asiento, poder moverse cómodamente en subidas y bajadas, paradas (programadas o imprevistas), transbordos, etc. etc. etc. Además este tipo de vestimenta desalienta a los carteristas y arrebatadores que pululan es estaciones y terminales de ómnibus. La idea es "el mas bajo perfil posible", pasar desapercibido, es lo mejor.

Pero igual, con esa ropa Ayelen o yo atraemos algunas miradas.

Nos vimos, nos abrazamos, los consabidos besos en la mejilla que aproveche para susurrarle al oído: "Estas espectacular, como vamos a coger esta noche", que fue contestado con un filosófico: "prepárate puta reventada, que te voy a romper el culo en cuatro", también al oído mientras nos abrazábamos como cualquier viajero que se encuentra con la persona que le espera y que él o ella espera encontrar en la terminal.

Levantamos las dos valijas y ya en el taxi rumbo al hotel mientras nos comentábamos las alternativas de los viajes, intercalado en la intrascendente conversación le dije:

Te tengo que contar lo que me pasó esta tarde... no lo vas a creer.

Bueno o malo?

Buenísimo. Me olvidaba, trajiste esas cosas que compraste no?

Por supuesto... vos no te habrás olvidado lo que te pedí.

Por supuesto che... estoy alguito vieja pero no he perdido la memoria.

Cuando llegamos al hotel ya eran como las 12 y media de la noche. Mientras Ayelen se registraba yo encendí un cigarrillo y eché una mirada al bar – de puro chusma nomás – pero no había nadie, en fin, casualidades como la de esta tarde no se dan dos veces en el mismo día.

Subimos a la habitación, con el botones que cargaba las valijas. Este detalle hizo que nos comportáramos en el ascensor cono dos monjas… que lastima, hubiera querido apretar a Ayelen allí mismo, ya que ya estaba caliente de nuevo.

Che… contame que te paso a la tarde, disparó Ayelen

Uy… lo conoces a Raúl?

No… quien es?

Un viajante, lo suelo encontrar a veces.

No, no lo conozco.

Llegamos al piso. El botones cargó las valijas, mientras yo abría la puerta.

Entramos y en el medio de la habitación nos besamos nuevamente, pero ahora si con las ganas que yo (y seguramente ella) teníamos.

- Pará, déjame que desensille, además me quiero bañar, hace como 15 horas que estoy viajando.

Mientras me baño me contas?

Y comenzó a desnudarse, cuando se sacó la polera me regaló con el espectáculo de sus tetas que trataban de salirse del corpiño, su pezones ya estaban duros. (Está caliente pensé) quedaron liberadas rápidamente y el corpiño voló a un ricos junto con la polera y el jean que se quitó también rapidito, la bombacha de algodón siguió el mismo camino y allí estaba ella erótica y cómica a la vez.

Desnuda, con medias de algodón caídas y zapatillas, deliciosa.

Yo también me había estado desvistiendo, estaba solo con la tanga y el corpiño transparentes. No pude contenerme y la abrace nuevamente y comenzamos un nuevo fran heleo de besos y caricias mientras íbamos hacia el baño.

Cuando finalmente nos soltamos, ya en el baño y mientas ella se agachaba (Que lindo culo, por Dios!!) para sacarse las zapatillas me dijo.

Dale... contame que pasó con Raul…

Nada… mirá llegué temprano, como a las 5 bajé al bar a tomar algo y me lo encuentro

Y?

Bueno, yo estaba calentita pensando en esta noche con mi amorcito Ayelen...

Ya se, puta… te lo cojiste!!!! Me contestó desde la ducha mientras se pasaba jabón por las tetas con cara libidinosa y riéndose.

Y… si. Me pidió que "lo ayudara a preparar la valija", se fue hace un rato, yo pensé… "que lastima no hay tiempo Ayelen llega a las 7, no me vendría mal un polvito para estar 10 puntos para la noche…" le dije: mirá no puedo estoy esperando a alguien. y bueno, cuando llamaste y aviste que tardarías más se me resolvió el problema.

Ayelen desde la ducha se cagaba de risa.

Y?

Bueno, le pregunté: Che Raúl, tenes muchas valijas para preparar? Tengo un rato para ayudarte.

Mas o menos me dijo, y bueno, le "ayude a preparar la valija" como tres horas. Tres orgasmos geniales, me cojió frente al espejo, como me gusta y le tuve que dar el culo… Pero después me llevó a cenar como un caballero que es.

Y a la putita no le gustó nada que la culearan. Dijo Ayelen sonriente mientras se secaba la concha con su mejor cara de puta.

Y además te garroneaste la cena. Mirá que sos puta.

Para nada, solo estaba ayudando a un amigo… contesté mintiendo descaradamente y entre risas de ambas. Pero te lo tenía que contar, las cosas claras entre nosotras si?

Si mi amor…

(Y desnuda como salió del baño me agarró de la mano y me llevó corriendo a la cama)

tengo frío… vení a darme calorcito, que en Pico tomé frío.

Que?

Nunca estuviste una hora en bolas dentro de una camioneta a esta altura del año? Al final me cagué de frío.

Ja Ja Ja Ja. Contame.

La verdad no tuve ningun problema con el ómnibus, directamente perdí el que tenía que tomar.

Por?

Veras… como te explico… Me encontré en la terminal con un ex – novio de cuando recien me separé, creo que nunca te conté, bueno, eso esta historia. Es de Pico tiene una estancia por alli cerca, habia ido a llevar a su hija a tomar el ómnibus para Córdoba. Nos pusimos a charlar… y charla va, charla viene, nos fuimos en su 4 x 4 a "ver el campo". Y te juro que estaba lindo el campo, recordamos viejos tiempos en la parte de atrás de la camioneta tuve un par de orgasmos buenísimos. Por eso me reia cuando me contase lo de Raúl…

Flor de puta sos vos tambien…

Una hace lo que puede.

Entre risas de las dos nos metimos en la cama, el frio ya se estaba notando.

Hablamos un poco mas sobre las noches frías, y las estrellas, y boludeces.... la miraba y veía sus pezones asomando bajo la sábana, y estaban deliciosos... sentía deseos de acariciarlos, pero no quería hacer un movimiento....no quería empezar yo. Levanté mi mano para apartar mi pelo de la frente y accidentalmente le toque las tetas... es que estaba tan cerca. Me tomó las manos y pude ver la espera en sus ojos... no pude soportar más, tomé su cara en mis manos y puse mis labios sobre los suyos. Ese momento fue increíble, comencé a sentir que me ponía mas húmeda, excitada...ella abrió la boca para que pudiera meter mi lengua y nos dimos un beso de lengua de aquellos, apasionado. Puse mis manos sobre sus tetas y masaje sus pezones erectos, ella se movió y gimió. Estaba tan caliente que no podía soportarlo... y ella evidentemente se sentía igual nos besamos suavemente al principio, mas apasionadas después, recorriéndonos con la lengua. Seguí besándola, luego bajé mi cabeza por tu cuello, besándola, mientras masajeaba sus pezones....hasta llegar con mi boca a ellos, los mordí suavecito y ella se estremeció.

Tiró su cabeza hacia atrás y disfrutó de la sensación... sólo ese roce de las dos me produjo un orgasmo... así que me puse de rodillas frente a ella. Besé la prominencia justo sobre su concha... luego la empuje suavemente para que se estirara bien en la cama. Lamí la cara interna de los muslos, lentamente...podía oler lo mucho que necesitaba mi lengua y yo volaba por complacerla. Ella abrió aún más sus piernas, para hacerme mas fácil el acceso......estaba recontra mojada... encontré su clítoris y lo besé...mientras mis manos volvían a sus tetas y las masajeaban fuerte.

Ella comenzó a mover sus caderas, la miré por un segundo y su mirada me volvió loca, empecé a lamer y chupar más y más fuerte. Ella gemía y yo le dije que quería que acabara en mi boca y en mi cara...eso la puso loca...acabó en mi cara, gimiendo como una poseída por el orgasmo.

Me arrastró hacia arriba y me besó cuando aún no terminaba de recuperarme. Mientras me besaba, me penetró con sus dedos... estaba tan excitada que me metió dos dedos dentro mío y los rotaba sintiendo cada centímetro de mi concha... empecé a respirar fuerte, pero no podía ayudar mucho porque estaba demasiado caliente.

Ella bajó su cabeza y comenzó a chupar mis pezones delicadamente...podía llorar por la sensación de placer.

Seguía penetrándome con sus dedos, más fuerte y acabé sobre su mano con un grito.

Nos quedamos sentadas, recuperando el aliento... ya no podíamos seguir, ambas estábamos agotadas. Habíamos tenido tardes "ocupadas" y el encontronazo fue rapidísimo, feroz y hermoso.

¿ Y los Juguetes que habíamos traído ?. Ni nos acordamos… pero teníamos dos noches mas. Así que nos acurrucamos bien abrazadas y nos dormimos placidamente.

adrianaabogada@yahoo.com

®25/07/05 01:11 a.m.