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Despues de la batalla de los 5 ejercitos (7)

en Grandes Series

DESPUES DE LA BATALLA DE LOS 5 EJERCITOS (Capitulo 13)

Esta es una historia de mediados de la segunda edad, donde todavía en la tierra habitaban numerosos Elfos, los reinos de los Hombres recién nacían y las fuerzas del Mal asechaban.

En antiguos pergaminos, escritos en el idioma común, con partes borrosas escritas en runas élficas se cuenta la historia de la defensa de los pasos del Río Hirviente y las andanzas de algunos de los Jefes Guerreros de los reinos de los hombres, de los que aun se nombran en las canciones y de algunas de sus mujeres, recordadas por su belleza y valentía.

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TRECE

Antes del amanecer Drina se despertó, a la débil luz de la lámpara vio a su amante durmiendo, con el típico sueño profundo y relajado de las jóvenes sanas y fuertes, sitió uno terribles deseos de besarla y de gozar nuevamente de su cuerpo pero estaba segura que no la había despertado el deseo, sino un leve rumor proveniente de la cercana senda, silenciosamente despertó a Tarsia, poniéndole un dedo sobre su boca, el que golosamente fue chupado por ella, que inmediatamente se preparó para un nueva noche de placer, pero el cuchicheo de Drina a su oído hizo que su cara de felicidad se borrara bruscamente. Después de apagar la linterna ambas tomaron sus espadas y se dirigieron al pequeño ventanuco. Entornando el rustico postigo vieron a lo lejos a la débil luz de las estrellas y la luna creciente una nutrida columna de infantes que se alejaba hacia la frontera, obviamente no se podía distinguir de que tropas se trataba, pero se veía que era numerosa y al frente se alcazaba a divisar un grupo con antorchas que iluminaba la senda siguiendo el rastro, sin duda no se trataba de invasores, ya que los caballos en el establo no mostraron señales de alarma, como habría sido en caso de tratarse de orcos u otras alimañas parecidas. Para mirar ambas se habían acercado a la pequeña ventanita y sus cuerpos desnudos se rozaron.

No hay peligro, de día investigaremos susurró Drina.

Aprovechemos, contestó también en un susurro Tarsia al oído de su amante mientras sus manos bajaron hasta la concha de Drina y su boca buscó los labios de la medio – elfo.-

Y sin soltarse del beso y el abrazo, ambas guerreras cerraron el ventanuco y se revolcaron nuevamente entre las pieles de oveja del piso. Drina recibió los dedos de Tarsia en su concha que automáticamente se mojó totalmente mientras sus pezones duros como espinas recibían los labios de su amante. En un 69 glorioso Drina recibió sobre su cuerpo el ligero peso de Tarsia, que con su lengua jugaba con los labios de la vagina de su amante que le respondía con largos lengüetazos buscando el punto de placer de su amante. La lengua de Tarsia encontró el clítoris de Drina y comenzó a lamerlo con fruición mientras recibía tres dedos en su culo que se dilataba para dar paso al placer. Entre gemidos controlados de ambas (Nunca olvidaban que estaban en territorio casi hostil) llegaron casi al mismo tiempo a un largo orgasmo que se prolongó porque ambas siguieron dándose placer hasta que rendidas se volvieron a dormir profundamente.-

Tarsia se despertó ya alto el sol, y con un beso de lengua en la entreabierta boca de su amante la arrancó del sueño.

Amor, con que soñabas?

Soñaba que nos besábamos mientras no bañábamos desnudas en una fuente de agua perfumada en los jardines del palacio de la Regente.-

Pero para eso falta mucho mi Ama, canturreo sonriente.

No me digas Ama

Pero me gusta Ama!

Uff, bueno, vamos que se nos hizo tarde, el sol nos va a achicharrar y falta mucho para la frontera.-

Vamos!!!

Y alegremente, con el vigor que da la juventud, Trasia - después de espiar y cerciorarse que no había nada a la vista – abrió la puerta de la cabaña y corrió desnuda hasta el barril de agua a darse un revitalizador baño antes de la cabalgata que les esperaba.-

Desde la puerta Drina, parada en la puerta -también desnuda- la observaba pensando si alguna vez el sueño que había tenido se haría realidad.-