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Recuerdan

en Lésbicos

Recuerdan, en “EL DIA DE LAS ELECCIONES” les conté que cuando fuimos al Shoping con Graciela, mi amiga “peso pesado”:

“En el local donde me compré las botas nos atendió una vendedora de unos 30 y pico de años, bastante bonita y muy atenta. Nos miraba de una forma no diría extraña, pero no era la mirada habitual de una vendedora. Me resultó raro. Uds. saben que en ese tipo de locales los vendedores siempre son muy jóvenes, sobre todo porque los sueldos no son importantes y no es un trabajo habitual para una persona de más de 30. Me quede pensando el tema, pero seguimos de compras.”

 

            Y me quede pensando…

            Ese martes, mientras viajaba rumbo al sur, descansada y satisfecha después de haber pasado el lunes completo en casa de Gra que me atendió como ella sabe, aunque no tuvimos sexo ya que con la noche del domingo quedamos “hechas”, me volvió a la memoria la escena de la zapatería. Y recordé a la atenta vendedora. Seria la dueña? Porque sino no se justificaba, en el viaje nada tenia que hacer y di rienda suelta a mi imaginación. Tal vez no era la dueña, era una ama de casa que fue abandonada por el marido que se fugó con la secretaria y no consiguió otro laburo que ese, o tal vez era una victima de la quiebra de la empresa donde trabajaba, o – lo más probable – era una profesional retornada después de una frustrada intentona de trabajar en Italia , o en Estado Unidos, deportada por indocumentada, o no se, una puta  que ya no era apetecible por sus clientes (La pendejas nos desplazan en todo, hasta en la antigua profesión… que mierda, no?) y de algo tenía que trabajar… y como me quedé con la intriga me puse como objetivo, cuando volviera a la capital de investigar el tema, solo por absoluta curiosidad o mas bien “de puro chusma nomás” como decimos en el interior.-

            Mis giras me llevaron de nuevo a la Capital a preparar el informe anual, (pre-balance)  el 10 de diciembre unos días en la Capital y después ya venían las fiestas y en enero las vacaciones, solo me quedaba una salida corta (dos días) a Rosario y de allí me iría al pueblo, a pasar la fiestas con mi madre, mis hermanos, cuñadas, sobrinos, etc. etc. Tenia casi una semana en Buenos Aires y no demasiado ocupada, así que me salió de nuevo el alma de “chusma” y decidí averiguar el temita este de la vendedora. El mismo lunes, después de estar todo el día en la oficina en el centro, me tomé el “D” hasta Agüero y me metí en el shoping, que, por ser lunes estaba bastante tranquilo, estuve viendo algunas cosas para comprarme y para los regalos, que mierda, todo está carísimo… y llegue a la zapatería. Y allí estaba, detrás del pequeño mostrador, con los lentes montados sobre la nariz facturando en la computadora. Bueno, pensé, es la dueña… o por lo menos la gerente o encargada… es más lógico. Pero no me conformó, mi alma de “chusma” no estaba tranquila, así que enfilé recto para el mostradorcito y cuando termino de facturar y cobrar a los clientes que estaba atendiendo (Una pendeja que estaba bastante fuerte, con un veterano que pagó la cuenta, en efectivo ¿sería el padre?, que mal pensada, no??) me le acerque.

-          Buenas tardes

-          Buenas tardes señora… en que le puedo ser útil…

-          Verá, hace un tiempo compré unas botas…

-          Algún problema? Me contestó, mientras me miraba con cara de que me había reconocido

-          No, todo bien… pero

-          Pero?

-          Hay algo que me llamó la atención y lo comenté con mi amiga, seguro que la recuerda, una chica gordita, bueno, más bien… 100 Kg.

-          Si… me acuerdo, me contestó con una amplia sonrisa, una señora bastante…

-          Gorda

-          Si,  pero muy simpática que le hacia bromas, y bajando la voz agregó: Con quien te las vas a sacar, o algo así? No?

-          Exacto

-          Si, y?

-          Que me llamó la atención que una señora como usted estuviera vendiendo zapatos, no me cierra… salvo, que sea la dueña, o la encargada, no la veo vendiendo zapatos…

-          No… que va, no soy la dueña, ahora estoy a cargo, pero soy una simple empleada… ¿pero que tiene de raro?

-          No se, me parece que no es un trabajo para usted, creo que está para algo mejor pagado…

-          Gracias… me contestó con una amplia sonrisa, estoy bien, perfectamente bien… obvio que el sueldo no es mucho, pero con las comisiones…

A medida que transcurría la conversación fui confirmando que su nivel cultural excedía en mucho el de una vendedora de zapatería, aun de una de nivel como esa. Cada vez estaba más intrigada y a riesgo de perecer una entrometida o de recibir una respuesta algo así como: ¿Y a vos que carajo te importa?? Insistí:

-          Me gustaría charlar con usted, si no le molesta, ¿a que hora se desocupa?

Con una sonrisa me contestó:

-          Cierro a las 10, ¿me va a ofrecer un trabajo?

-          No creo, pero me gustaría charlar… ¿la invito a cenar, puede ser?

-          ¿Por que no?

Esta última frase fue acompañada de otra sonrisa, la charla se interrumpió, una señora mayor, venia a pagar su compra, un par de zapatos que yo pensé que no se fabricaban mas, eran iguales a los que usaba mi abuela.

-          ¿La paso a buscar?

-          Hecho, a las 10 y 10 en la puerta de Santa Fe.

No faltaba mucho, eran las 9 y cuarto, así que me di un par de vueltas por los locales, lo que le costó un nuevo golpe a mi VISA (Me compré una blusa verde preciosa… bueno eso no importa) y a las 10 y 10 estaba fumando un cigarrillo apoyada de la baranda de la rampa de Santa Fe. Y allí apareció.

-          Hola -  me saludó con una sonrisa - me llamo Adriana.

-          ¿Que? Contesté sorprendida. Yo también, pero me dicen Lina

-          Menos mal, sino mire que problema

Ambas no reímos de la situación, pero en ambas noté un cierto nerviosismo… las dos nos dimos cuenta que la situación era por demás extraña… parecíamos dos quinceañeras en su primera cita, bueno esa fue – por lo menos - mi impresión…

-          ¿Que le gustaría cenar?

-          UD. invita, UD. manda… yo a esta altura de la noche como cualquier cosa que me pongan delante, hace 11 horas que salí de casa y 9 que comí algo.

-          Entonces vamos por aquí cerca… no sea que mi invitada me mastique… contesté sonriendo.

-          Y… no se… en cualquier momento me hago caníbal.

-          Vamos al de Cnel. Díaz y Güemes, no es nada del otro mundo, pero se come bien.

-          Vamos…

Y nos fuimos para allí… una cuadra y media

-          Adriana…

-          Si?

-          Tutéame…

Nos acomodamos en el Grill, nos sentamos y nos quedamos mirándonos, ella y yo no dimos cuenta que entre las dos había “algo”, ahora los chicos dicen “química”.

-          Lina?

 Rompió el hielo… aunque no era un hielo frío, sinó todo lo contrario.

-          Si?

-          Perdona la indiscreción, si no queres no me contestes, sos casada?

-          No, divorciada, vos?

-          Viuda

-          Uy, lo siento.

-          Hace mas de un año, lo estoy superando, por suerte.

-          ¿Por que la pregunta?

-          Porque me pareció que… no se, tómalo como quieras… que me estabas tratando de levantar.

-          ¿?

-          Y no me disgustó.

-          ¿Sos lesbiana?

-          No, ¿vos?

-          Ambidiestra, contesté con una sonrisa

-          Yo no se… creo que también.

Ambas nos reímos bastante fuerte, de la mesa vecina nos miraron como a dos bichos raros. El hielo estaba definitivamente roto, mientras cenábamos, y bastante contundente, ya que eran como las 11 de la noche y las dos estábamos con buen apetito, charlamos como dos viejas amigas - de años y no de dos horas -  nos contamos nuestras historias, o al menos partes de ellas. Allí me enteré por que una licenciada en historia trabajaba en una zapatería, en negro y sin figurar en ningún registro, de que su situación económico – financiera era un total desastre como consecuencia de los quilombos que heredó de su difunto, que tuvo un “novio” hasta hace unos meses cuando lo mandó al carajo al enterarse que era casado y con tres hijos, que tenia una hija casada que vivía en Barcelona y que estaba viviendo en un departamento alquilado a nombre de una prima para no ser ubicada por los acreedores. Bueno, una situación de mierda, como se podrán imaginar. Ella se enteró de mi vida trashumante y de mi especial predilección por no dormir sola,  de mis amigas, de mi relación con Gra y con Ayelen, en fin, de casi todo.

Cerca de la medianoche, bien comidas, pague y salimos. En la esquina, mientras encendíamos sendos cigarrillos (Para los que no lo saben, en Buenos Aires está prohibido fumar en lo locales cerrados de cualquier tipo)

-          ¿Donde vivís Lina?

-          En Versalles, ¿vos?

-          En Villa Martelli, es lo más barato que encontré.

-          Y ahora se te complica viajar, ¿o no?

-          A esta hora si, no es un lugar para llegar a la una.

-          Bueno, venite a dormir a casa, nos vamos en taxi.

-          No, no seas loca… Me contestó con una sonrisa.

-          ¿Por que no? Como me dijiste antes…

-          No, no corresponde, además me tengo que cambiar, mañana trabajo…

-          ¿Y?, yo también trabajo o pensas que vivo de rentas, que problema hay, algo mío te va a quedar…

-          No seas loca

-          Vos no seas boluda, como te vas a ir sola a esta hora hasta Villa Martelli… vamos, vení…

-          Con una condición…

-          ¿Si?

Se acerco, y me susurró al oído:

-          Hace meses que no tengo sexo… y me pusiste a mil, ¿me vas ha hacer el amor??

También susurrando, le contesté al oído:

-          ¿Antes o después que te bañe?

-          Antes y después…

Paramos un taxi…

                              

                                                                   -o0o-

            En el viaje seguimos charlando banalidades, pero mi mano se apoyo en su rodilla que con la suya la fue llevando despacito hacia su entrepierna. En el puente de la Juan B. Justo Adriana en voz más o menos alta (como para que escuche el chofer) me dijo:

-          Estoy molida… me hago una siestita hasta casa.

-          Dale

Y con la excusa de la siestita apoyó su cabeza en mi hombro, cerró los ojos y su brazo rodeó mi cintura, y sentí como su cuerpo se relajaba lentamente, ya al bajar del puente dormía placidamente. No tardamos mucho, en 20 minutos llegamos a mi casa. Cuando el auto se detuvo Adriana abrió los ojos y me sonrió:

-          Que bien me vino el sueñito… no veo la hora de estar en la cama

El taxista, mientras contaba los billetes para el vuelto, metió su comentario:

-          ¿Cansadas?

-          Muerta…

-          Bueno, ahora a dormir, ¿no?

-          Si… volando a la cama, contestó mi nueva amiga, mientras bajábamos.-

El taxista esperó que abriera la puerta y entráramos - muy atento el hombre - y partió raudamente, mientras Adriana me decía despacito:

-          Escuchó señora, volando a la cama (Mientras llevaba mi mano a su entrepierna y la apretaba con fuerza, por suerte yo tenia el llavero en la otra mano y pude abrir sin que el  chofer que nos miraba desde el volante lo notara)

-          Seguro

                                                                      -o0o-

-          Donde está el baño, no aguanto más.

-          Pasillo segunda puerta.

Y Adriana salio corriendo, mientras yo cerraba con la traba, encendía las luces, el aparato de aire, en fin lo que siempre una hace cuando llega a casa, sentí cerrarse la puerta del baño. Encendí la radio en FM AMADEUS. A los dos minutos desde el baño Adriana me llamó:

-          ya estoy lista para que me bañes… ¿o era un chiste?

-          Voy. (Mierda, que rápido que va esto, pensé mientras rumbo la baño me estaba sacando la blusa)

Cuando entré Adriana estaba desnuda, dentro de la bañera sonriente y con el jabón en la mano.

-          Estoy lista…

-          Ya voy… (Mientras me desvestía observe a mi nueva amiga. Su cuerpo no era deslumbrante, pero si bastante bien proporcionado. Tetas medianas, pero duritas, un culo redondo y parado, una mediana mata de vello castaño cubriendo su pubis, piel ligeramente bronceada, con las típicas marcas de la bikini, en fin una hembra apetecible)

-          Guauu, que belleza… Ojalá yo fuera hermosa como vos.

-          Dale bonita, veni a bañame de una vez que quiero sentir tus manos en mi cuerpo.

Termine de desnudarme ante la mirada libidinosa de Adriana que había abierto la ducha y hacía correr el agua sobre su cuerpo gozando de la refrescante corriente.

-          Guauu… que hermosura de veterana me va a cojer esta noche.

-          No es para tanto.

-          No seas boluda Lina, estas muy fuerte, con una amante como vos, me parece que me hago lesbiana.

Me metí en la ducha, bajo el agua nos trenzamos en un hermoso beso, ella metió su lengua en mi boca y jugó con mi lengua mientras me abrazaba con los ojos cerrados. Segundos después se despegó, sonriente me entregó el jabón.

-          Amor, bañame, desde que era chiquita que nadie me baña…

-          ¿No?

Mientras comencé a acariciar su cuerpo con el jabón y la esponja lo mas eróticamente que pude – como me enseño Graciela, que en eso es una experta - ella gozaba de la situación, con los ojos cerrados y las piernas ligeramente abiertas, los brazos alzados, lo que levantó sus tetas que fueron cuidadosamente lavadas con espuma y agua, lo mismo que su vientre, su espalda , acaricie su culo, metiendo la mano entre sus nalgas para acariciar su ano, mis manos acariciaron su concha formando espuma con su vello publico y mis dedos hurgaron entre sus labios vaginales, pajeandola abiertamente sin que mi nueva amante cambiara de posición, solo débiles quejidos salían de su sonriente boca y cuando encontré su pequeño clítoris y comencé a acariciarlo con mi índice su cuerpo entero comenzó a temblar, se abrazó a mi y sentí sus pezones clavarse en mis tetas, mientras me susurraba al oído… estoy acabandooooooo, seguí.. Cojeme mi amor. Su orgasmo duro unos segundos mientras su cabeza se apoyó en mi hombro…

-          gracias dulce… hacia años que nadie me hacia acabar tan rápido y tan lindo… dame un minuto y te lo pago con creces…

-          dulce… tomate el tiempo del mundo… ¿Así que nunca te bañaron amor? ¿Tu marido, tus novios o novias?

-          No nunca, es delicioso. Me contestó, sin aun abrir los ojos mientras con la toalla la secaba cuidadosamente, aprovechando para apretar sus tetas y acariciar su concha.

-          Ahora me toca a mi… dame la toalla que te seco,

Adriana abrió los ojos y sin que la sonrisa (Sonrisa que tenia desde que entramos a casa) la abandonara, me secó imitando todos y cada uno de los movimientos que yo había hecho, yo también deje hacer y también deje que sus dedos penetraran en mi concha, cerré los ojos y esperé el orgasmo que un minuto después estalló en mi útero y se derramó por mi vagina.-

-          Mi amor… ¿te gustó?

-          ¿Estas segura que no sos lesbiana? Le pregunté sonriente.-

-          Segura… pero te aclaro que no sos la primera mujer con la que cojo…

-          Se nota…

-          Esperá que vayamos a la cama y te demuestre lo que se hacer con la lengua…

-          Mira que sos puta

-          Putisima…

Del placard del baño tomé un perfume en aerosol, que me encanta y se lo ofrecí

-          Te gusta…

-          Si… me encanta… perfúmame donde mas te guste…

Rocié su concha, sus tetas, detrás su espalda y su culo, ahora pone vos…

-          ¿Donde?

-          Donde quieras…

Así bañadas, saciadas, secas y perfumadas, la tome de la mano y la llevé al dormitorio, abrí la cama y me estiré esperando su “ataque”, con las piernas ligeramente abiertas, poniendo a su disposición mi concha.

Adriana se quedo parada desnuda a los pies de la cama, sonriente y acariciándose suavemente las tetas…

-          ¿Te gusto aunque sea un poquito?

-          Me gustas un montón… dale, venía la cama…

-          Si estas muy caliente, voy, sinó quiero hacer algo que seguro va a gustar.

-          Te espero hace lo que quieras

-          Donde tenés tu ropa interior… ¿puedo?

-          Segundo y tercer cajón de la segunda puerta.

Y Adriana se puso a revolver los cajones, dándome la espalda y regalándome el espectáculo de su culo donde se notaba un agujerito negro que pintaba delicioso para ser penetrado.

-          Que hermosura de ropa… estaría horas probándomela toda

-          Cuando quieras…

-          Así como no vas a conquistar a tus parejas…

-          Cuando necesites alguna, veni y usa la que quieras

-          ¿En serio?

-          Seguro…

-          Te tomo la palabra. Esta… y en un segundo se puso una de mis tangas de encaje negro y el corpiño haciendo juego.

-          ¿Te gusto?

-          Estas hermosa…

-          Ahora te voy a chupar toda.

Cerró el cajón y la puerta y se volvió con su cara sonriente y un vibrador en cada mano.

-          Quiero que me desnudes y me cojas con estas bellezas…

-          Mira que sos puta…

-          ¿No queres?

-          Si… me encanta

Y Adriana, con su cara sonriente y los ojos brillantes de gata en celo se arrastró por la cama hasta que se puso frente a mi y prendió su boca en mis tetas, alternando succiones con pequeños mordiscos, fingiendo que se los comería por completo, mientras con sus manos masajeaba mi culo, comencé a jadear, presa de una completa excitación.

- Te gusta ¿eh?....te voy a volver loca esta noche... –

Quedé tendida de espaldas, sintiendo la boca de Adriana recorrer mi  cuerpo,  con besos, con largos lengüetazos, parecía una leona saboreando a su presa...bajó hasta mis muslos y los lamió...  atrapo mis labios vaginales en una succión, como si fuera un beso, para luego dejar que su lengua se metiera dentro de mi vagina, cada vez mas adentro, mas rápido y mas profundo, no pude resistir mucho sin tener el segundo orgasmo de la noche...

Adriana no se inmutó, sino que se concentró en mi clítoris, logrando que me excitara de tal manera que los líquidos salían de mi interior se escurrían hasta el ano.

Llevo con su lengua la humedad hasta el ano y después de jugar un ratito con su lengua en círculos alrededor, logró una pequeña dilatación, aprovecho y me metió  uno de los consoladores, que mi culo se trago inmediatamente.-

 Su mano libre armada con el otro consolador intentó llegar a mi concha, pero la paré...

- No...no  me cojas... todavía…

Entonces empecé yo… le saque la bombacha con los dientes y le solté el corpiño… quedo desnuda, sudada, brillante y lista para ser mi hembra, apreté mi mano sobre la concha caliente y palpitante de mi nueva amante, que no parecía dar señales de estar agotada y mantenía esa sonrisa que se dibujó en su cara cuando entramos a mi casa.

- Creo que hace mucho tiempo que nadie te coge bien....eh.... ¿no es cierto? - le dije al oído, mientras con mis dedo índice y mayor frotaba rápidamente la vagina de Adri, desde atrás y adentro hacia el clítoris, apretándolo para luego  volver hacia atrás... dejé que esos dos mismos dedos se metieran en el interior  de la vagina, metiéndolos y sacándolos rápidamente... Adriana se vino entre espasmos....

Quede reventada… nos estiramos en la cama a retomar el aliento, Adriana mantenía esa sonrisa… esa sonrisa…

-          ¿Y? le pregunté entre jadeo y jadeo…

-          Divino… me parece que me hago lesbiana…

-          No seas boluda, le contesté apenas en un susurro. Mientras sacaba mis dedos de adentro de su concha y los lamía cuidadosamente, con un gesto totalmente libidinoso...

Adriana cerró los ojos, su sonrisa no se borraba, se deslizó con su modo felino de moverse hacia mi concha, pero la volví a parar. Lentamente la hice subir hasta mi altura, ambas estábamos de costado, frente a frente, agarré de su mano  el juguete que ella intentó meterme…

-          Te dije que yo te quería montar… te quería coger.

-          Siiiii…

Y se acomodó boca arriba, abriendo ligeramente sus piernas y ofreciéndome su concha, que – obviamente – no desaproveché.

 El primer contacto de la punta de la pija falsa con su clítoris hizo que diera un gritito de gusto... con la mano libre abrí sus labios vaginales y metí consolador y la lengua dentro, profundamente, lo dejé allí unos segundos para luego moverlo con rapidez... sentí el orgasmo de Adriana... gemía y se retorcía sobre su cuerpo… no tardó en venirse en medio de grandes espasmos y gemidos de placer empapando mi mano y mi cara.

Nos quedamos unos minutos, descansado, ella con un consolador en la concha y yo con el mío en el culo.

Adriana se encargó de sacarlos con cuidado, primero el mío y luego en de ella.

Se quedo sentada en la cama mirándome con esa sonrisa…

- ¡Me cojiste!!

- ¿Te gustó?

- Me encantó, sos una vieja puta hermosa… desde hace meses que nadie me dejaba TOTALMENTE (Y remarcó la palabra) satisfecha.

Cerca de las 3 de la mañana nos pegamos una ducha, juntas y a los besos, nos secamos cuidadosamente y después de que entre las dos cambiáramos las sabanas de la cama, nos dormimos desnudas y abrazadas hasta que el puto despertador sonó a las 8 de la mañana…

                                                         -o0o-

            Pasaron las vacaciones, pasó el verano y yo volví a mis giras por el interior. Intercambiamos algunos correos electrónicos. Me contó que su situación económica había dado un vuelco con el descubrimiento de una cuenta que el marido abrió en Uruguay donde desviaba los fondos de los negocios semi-legales que tenia en Argentina. Hasta se había alquilado un departamento en el centro, a su nombre, estaba buscando un trabajo acorde a su profesión, pero mientras tanto seguía en la zapatería. Le conté sobre un par de encuentros con Ayelen. En fin nos mantenemos en contacto.

            Hace un tiempo, en marzo, viernes, tenía que volver a Buenos Aires. Obvio que no quería dormir sola, ya me conocen, además en todo la gira (más de 25 días) nada de nada… así que la llame a Gra… no estaba en su casa, llamé al celular… me atendió.

-          Hola boluda, ¿como está mi puta viajera? Me saludó con su culto lenguaje de camionero de la barra brava de boca.-

-          ¿Donde estas cretina??

-          En Bahía  Blanca, te mande un mail ayer, ¿no lo viste?

-          No, hoy no abrí el correo.

-          Me quedo hasta el viernes que viene… no sabes como la estoy pasando.-

-          Ya me imagino gorda putona

-          ¿Estas en Buenos Aires?

-          No estoy en San Nicolás…

-          ¿Nos encontramos en capital?

-          El domingo que viene salgo de nuevo…

-          No importa, tenemos el viernes a la noche, todo el sábado… dale, nos juntamos a comer,  charlar… y lo que te gusta…

-          ¿Y a vos no?

-          Seguro gorda puta…

-          Gorda será tu abuela…

-          Un besote

-          Otro.

O sea, que salvo que enganchara a mi amiga del gimnasio… la llamé no estaba, el celular apagado… a las 4 de la tarde ya estaba en la terminal para tomar el Chevallier cuando sonó el celular. En la pantallita salió “ADRIANA”

-          Hola ¿Lina?

-          Si…

-          Adriana.

-          ¿Estas en Capital?, llame a tu casa y me atendió el contestador

-          No, estoy en San Nicolás.

-          Uy… que macana, necesitaba pedirte un favor

-          Pero estoy volviendo, como a las 7 estoy en casa, este micro me deja en Liniers. ¿Que necesitas?

-          Mirá, mucho no puedo hablar, estoy en el trabajo, pero te llamo después…

-          Dale adelantame algo

-          Necesito… bueno me da cosa… necesito un gran favor… necesito que me prestes ropa…

-          ¿A que hora salís del laburo?

-          Me escapo a las 7 y ½

-           Venite derecho a casa, ¿tenés la dirección no?

-          Si.

-          Nos vemos.

Y a las 8 llegó.-

Entró como una tromba, pero con esa sonrisa… después de un saludo un poquito subido de tono, algo así como que me enterró la lengua hasta la garganta mientras me acariciaba el culo, me contó:

-          La primera vez que me invitaste a tu casa me ofreciste tu guardarropa cuando lo necesitara ¿no?

-          Seguro, está a tu  disposición

-          Mirá esta noche tengo un casamiento, se casa la hermana menor de la dueña del negocio y la muy turra me pidió que hiciera pareja con su hermano, pero el caso es que no tiene hermano, tiene solo hermanas y la mayor, que tiene mi edad mas o menos es una morocha bombonaza…  y que cada vez que viene al negocio, nos miramos raro, me gusta un montón.-

-          Ahá…

-          Es lesbiana hasta las manos… nunca la vi con pollera y tiene una pinta de bueno… de ser el macho de la película… ¿Te cuento?

-          Si, dale boluda…, le contesté mientras ambas nos reíamos de la situación… ¿y entonces??

-          Entonces que la quiero seducir… y no tengo ropa adecuada…y  vos si… necesito tu ayuda… no tengo a nadie de confianza para pedirle, ¿si?? (Su carita que no había perdido la sonrisa, mostraba la suplica hecha gesto)

-          Contá conmigo…

Mis ilusiones de tenerla en la cama se evaporaban rápidamente, no solo no la tendría sino que la ayudaría a seducir a otra… en fin… pero no tengo derecho a nada… no es mi novia, esposa, pareja, amante, solo una buena amiga y bueno…  

-          ¿A que hora es la fiesta?

-          A las 12.

-          Tenemos un montón de tiempo. Primero arreglemos un taxi que te venga a buscar 11 y media. Sino va a ser un problema, después comemos algo, te bañas, y te ayudo a maquillarte, peinarte y elegir el vestido que mejor te quede.

-          Y me vas a dar muchooooosssss consejos como hacer para seducirla.

Esta salida de Adriana me causó gracia…

-          ¿Desde cuando yo se como seducir mujeres?

-          Desde que me levantaste a mi y en la misma noche que nos conocimos me metiste en tu cama y me cojiste como los dioses.

-          Tatatatatata… está bien… le contesté sonriendo.

-          Che. Y si te la enganchas, ¿te vas a casar con ella? Le solté en todo de burla.

-          Ni en pedo…

-          ¿Por?

-          Por la misma razón que vos vivís sola. Me gusta un montón, pero para la cama, salir, noviar un poco, nada de compromisos, pasarla bien, además no se si va a funcionar y si no me va a mandar al carajo.

Entre las risas de ambas, nos fuimos para la cocina a preparar algo para comer.-

            A las 9 y ¼ habíamos comido, charlado y fumado un par de cigarrillos.

-          Dale, andá a bañarte así empezamos con el peinado, la ropa, etc., no sea que termines llegando tarde.

-          Cierto…. ¿Me bañas?? (Y me miró con esa carita sin dejar de sonreír)

-          ¿Que?

-          Que me bañes, me encanta.

 (¿Uy… y ahora??... o lo de la fiesta era una excusa? No creo, demasiado complicado para venir a coger, con solo decirlo… bueno… que se yo)

-          Dale, metete. Y Adriana se desnudó, dejándome ver ese cuerpo que me encanta, verla  desnuda me excitó un poquito más de lo que estaba y mientras ella manipulaba las canillas para lograr un chorro tibio me desnudé. Bueno, como se imaginarán la jaboné concienzudamente, mientras ella con los ojos cerrados y los brazos levantados gozaba de mis caricias. En segundos nomás mi mano estaba acariciando sus tetas y noté que su concha estaba perfectamente depilada.

-          ¿Preparada para esta noche? Ya te depilaste, había pensado en hacerlo yo.

-          Claro viejita puta – me susurró – para tocarme la concha.

-          Seguro…

-          Pero podes revisar si estoy bien depilada.

-          Seguro…

Y mis manos bajaron hacia su sexo y mientras mi dedo índice y mayor se abrían paso entre sus labios vaginales mi dedo gordo acariciaba su clítoris ligeramente excitado.

-          Estas perfectamente depilada

-          ¿Si? Pero seguí revisando… tal vez algún pelito. Mientras sin abrir los ojos se abrazó a mí y comenzó a buscar con su lengua  mi boca mientras sus pezones  - que se habían puesto duros de la excitación y del contacto con el agua – se clavaban en mis pechos.

-          Adriana, me vas a volver loca le susurre al oído cuando logré soltarme de su boca

-          Ya te calmo dulce, primero haceme acabar, no quiero ser una hembra desesperada cuando me encuentre con mi amorcito. Nada me relaja mejor que un buen orgasmo.

-          Seguro. Y comencé un mete saca veloz, mientras los quejidos de mi mojada pareja aumentaban de volumen, como su jadeo. Hasta que abrazada a mi estalló en una serie de pequeños orgasmos que hicieron temblar su cuerpo durante mas de un minuto.

-          Graciassss amor. Ahora me toca a mí…

-          No esperá, vamos a la cama… tenemos un ratito

-          SIIIIIIIIII, estalló en un grito de alegría, mientras con los toallones nos secamos rapidito… y corriendo nos fuimos a mi dormitorio, allí me tire en la cama, boca arriba y – como siempre – abrí ligeramente las piernas flexionadas ofreciendo mi concha al ataque de mi homónima.

-          Amor…

-          Si?, le contesté

-          No me hagas sudar, que no tenemos tiempo para bañarme de nuevo…

-          ¿Así que todavía con pretensiones?

-          Si… porque soy así, y vos sos una hermosura de buena y me estas ayudando, y…

Mientras revolvía entre mis corpiños hasta encontrar mi vibrador… como hace siempre… se volvió hacia la cama chupandolo libidinosamente se acurrucó entre mis piernas y después de un rápido trabajo de lengua comenzó a pajearme, primero suave, después solo la puntita del vibrador y luego puesto a máxima velocidad me cojió durante un largo rato. Dejé hacer… solo gozaba, no podía creer lo que estaba pasando, hace menos de una hora me lamentaba de tener que dormir sola y además preparar a esta hembrita para que coja con otra, y ahora me estaba haciendo acabar utilizando sus mejores armas… la lengua y sus dedos, ya que además del vibrador tenia dentro de mi vagina su lengua y en mi culo tres dedos. Con mis manos libres me acariciaba las tetas, o la cabeza de ella, o ambas cosas a la vez, hasta que sentí venir esa gran sensación de placer que desde mi cerebro comenzó a bajar por mi cuello, por mi pecho y siguiendo por mi vientre estallo en mi concha en un placentero orgasmo de no menos de dos minutos. Adriana, se apartó de mí… siempre sonriendo:

-          ¿Te gustó?

-          Un montón

-          Lo mismo que a mi en la ducha…

Me quede tirada en la cama mientras ella corría nuevamente al baño, por supuesto que no cerró la puerta para que yo la viera mientras se higienizaba y se paraba desnuda frente al espejo secándose concienzudamente.

-          ¿Elijo yo?

-          Por supuesto…

Y me divertí un rato viendo como Adriana se probaba varios conjuntos de ropa interior, se los ponía… se miraba en el espejo, me miraba a mi… se reía y se probaba otro… finalmente optó por un conjunto semi transparente negro, que – la verdad- le quedaba muy bien. Eligió un vestido de falda bien corta, cerrado hasta el cuello azul muy oscuro, con reflejos, hacia tiempo que yo no lo usaba, bueno, en realidad no me entra… en fin, esa es otra historia.

Cerca de las 11, con un par de medias de tul y unas sandalias charoladas preciosas, negras de taco altísimo (De esas que yo nunca en la puta vida pude usar porque me caigo) con una carterita haciendo juego que se había traído de la zapatería estaba lista, solo faltaba el peinado y maquillaje.

            Se sentó frente al tocador y mientras con el secador y el cepillo le acomodé el pelo, se maquilló (Usando mis cosméticos…)  un maquillaje suave pero que resaltaba aun mas sus ojos, la verdad estaba para “matar”.

            Mientras ella terminó de maquillarse le puse en el cuello una de mis gargantillas de plata peruana que resaltaba sobre el azul oscuro del vestido, y los aros haciendo juego.-

            Adriana se miraba al espejo y se reía, estaba mas contenta que una quinceañera en su primera cita.-

            A las 11,30 llegó el taxi.

-          Amor… estoy lista ¿? Que tal me veo ¿?

-          Preciosa… seguro que no vas a tener problemas… si no te la enganchas es porque no sabe lo que tiene delante…

-          Graciassssssssss… un último favor… ¿si?

-          Dale, ¿que?

-          Cuando termine la fiesta o mañana a la mañana, según …

-          Si según donde duermas

-          ¿Dormir?

-          Bueno, dale que se te hace tarde

-          Bueno, me vengo para acá, así te cuento como me fue, te devuelvo la ropa y me quedo a que me mimes hasta el lunes… mañana no trabajo… ¿me invitas… si?

-          Si, siempre sos bienvenida…

-          Te adoro…

No me dejó terminar de hablar, con un beso en la mejilla se despidió en la puerta y como tromba se metió en el taxi.

Y allí me quedé yo… me puse un pijama y me metí en la cama, estaba realmente fundida, a la mañana había trabajado en San Nicolás, después el viaje, y estas 3 horas con el huracán de Adriana. Me dormí casi inmediatamente.

                                                                          -o0o-

             A la mañana del sábado me desperté después de 8 horitas de reparador sueño, Adriana no vino… o se olvidó de la invitación, cosa poco probable, o está en la cama con… me quedé pensando que no me dijo el nombre. No importa. Seguro que me llamará o vendrá después del medio día. Así que me puse ha hacer lo de los sábados a la mañana… limpieza, ropa al lavarropas, encendí la PC, actualizar el anti virus, darle al desfragmentador… la lista del súper…  

            Cerca de la una de la tarde sonó el fijo:

-          ¿Tía Lina?

-          ¿Que?

-          Soy Adriana, voy para allí tía, a almorzar como habíamos quedado, Raquel me está llevando en su auto, llegaré en unos 15 minutos, ¿si?

-          ¿Tía?

-          Si tía, en unos 15 minutos…

-          Te voy a dar con lo de tía…

-          Un beso (y cortó el celular)

Me empecé a reír… que le habrá contado a la tal Raquel… y obvio que logró su objetivo.

            Llegó en menos tiempo, apenas yo tuve tiempo de vestirme decentemente, como una “tía”que espera a su sobrina a almorzar, una remera mas bien amplia, un jogging y zapatillas.

            Adriana se bajó descalza de un FORD K blanco. No alcancé a ver a la tal Raquel, solo vi el culo de Adriana cuando se agacho para saludarla metiendo medio cuerpo por la ventanilla, ya que traía puesto el vestido con la mini falda, sin ropa interior, traía en la mano una bolsa de zapatería.-

-          Hola tía, me saludo alegremente, mientras el auto partía raudamente rumbo a la General Paz.-

Entramos, no  bien cerré la puerta, Adri me dio un casto beso en la mejilla, tiró la bolsa en un rincón y se despatarró en el sofá del comedor:

-          Estoy muerta!!!! Dijo en voz baja, con una cara sonriente, sin maquillaje y señales más que obvias de falta de sueño.

-          Se nota, ¿Y, como te fue??

-           Bárbaro... genial… pero necesito dormir… después te cuento en detalle… no se como agradecerte, ¡¡Me la levante!!!

-          ¿Queres comer algo?

-          Quiero dormir, dale se buenita, llevame a la cama y acostame, me encanta como me cuidas como a una nena.

-          ¿Queres que te bañe también? Le solté entre risas.

-          No gracias, Raquel me bañó antes de salir.

Así que la llevé al dormitorio, ella se sentó en la cama y se dejo sacar el vestido, no tenia nada mas, abrí las sabanas, se estiró dentro, apoyo la cabeza en la almohada y antes que yo pudiera decir palabra se durmió.

Cerca de la 7 de la tarde yo estaba pasando en limpio en la PC los informes de la gira para entregar el lunes cuando sentí correr el agua en el baño y ruidos en la cocina, un minuto después Adriana se apareció en el cuarto de la computadora con mi salida de baño puesta y un vaso de leche en la mano.

-          Tía? Queres un café, puse a calentar, te veo muy ocupada.

-          Así que soy tu Tía?? Le contesté sonriendo… que invento es ese?

-          Si… una Tía muy degenerada que se coje a la sobrina.

-          O vos sos una sobrina degenerada que se coje a su tía…

-          También.

Puse “guardar”, giré con la silla.

- Dale llevá el café  al living mientras termino así me contas como te fue, dale que me muero de ganas.

            Nos acomodamos en el sofá.

-          No te gusta ser mi tía? Se me ocurrió anoche para tener una buena excusa que darle a Raquel para que me trajera, quería llevarme a mi casa y mi departamento es un desastre como para llevarla… no aguanta la comparación con el de ella… no sabes, además así no me tenia que vestir y quería venir si o si a contarte y a que me mimes todo le fin de semana, me quede con una gana de mimos… Terminó su explicación con esa sonrisa en la cara y un beso en mi cabeza.

-          ¿No te invitó a quedarte?

-          Si, pero no podía, de aquí se fue para el aeroparque… a las 5 viajaba a Córdoba.

-          Vamos, vamos, otra viajera…

-          Raquel vive en Villa Luro, es aquí cerquita, cuando te llamé estábamos saliendo, del otro lado de la vía, no se bien, pero es cerca de la barrera de Irigoyen, unas cuadras para adentro, sobre Falcón cuatro o cinco cuadras creo, en un edificio nuevo, el departamento es espectacular, inmenso, entras con el auto a las cocheras y desde el sótano tomas el ascensor, piso 10 al frente, da a una plaza, espectacular, amoblado y decorado con un lujo a cagarse…

-          Mirá vos, yo me la imaginaba en Recoleta o Palermo

-          Yo también, pero la familia es del barrio por lo que charlamos, parece es cerca de la casa de los viejos y de la fabrica de zapatos.

-          Uy, ya estas entrando en la familia… ¿cuado te casas? Le tiré entre risas de las dos…

-          Ya te dije, ni en pedo.

-          Bueno, como te la levantaste?, cojieron, no?

-          Obvio, “tía”

-          Boluda…

Mas risas, me levanté puse la radio bajito, en Amadeus,

-          Voy por más café.

-          Dale tía… tráeme.

Cuando volví de la cocina con dos tacitas, Adriana se había estirado en el sofá, y la salida de baño se había abierto dejando ver sus hermosas piernas y parte de sus tetas… yo ya estaba para comérmela… en fin

-          Dale

-          Bueno, la cosa fue mas o menos así, la fiesta estuvo de diez, normal, casamiento tipo barrio, con familia, chicos corriendo, etc. etc. comimos, tomamos, nos sentaron en la misma mesa como lo había programado mi jefa, ahora creo que fue a pedido de Raquel, bueno, charlamos un rato de banalidades, compartíamos la mesa con un par de tías viejas con mas oro encima que el banco central, ella estaba preciosa, con un conjunto de pantalón y blusa que debe costar una fortuna, unas botas de taco alto que valen al público 1500 pesos, en un momento sentí la mano de ella en mi rodilla, la agarre y me la metí debajo de la pollera. Era para reírse, porque las dos seguimos hablando como si nada. Cuado empezó el baile, me dijo como al pasar… “bailamos?”, yo también con mi mejor cara de boluda “bueno, dale”. En cuanto salimos a la pista me apretó y me susurró al oído… te llevo a tu casa… no, mejor a la tuya… le contesté… vamos.

-          Saludamos a todos, muy correctitas, ella se encargó de hacer saber a sus hermanas que como era tarde se encargaba de llevarme a mi casa… así que cerca de las 3 y ½ nos fuimos. No sabes, yo estaba re nerviosa, pero feliz, se me estaba dando…

-          Que puta sos…

-          Putisima, tía

-          Y?

-          En cuanto subimos al auto me pegó un chupón de aquellos mientras me metía la mano en el escote. Yo le contesté desabrochándole dos botones de la blusa y agarrándole una teta, ya me había dado cuenta que no tenia corpiño.

-          Che… me estoy excitando.

-          Esperá… que el cuento es largo.

-          Y como me voy ha aguantar?

Risas de las dos.

-          Después te calmo, tía

-          Entonces seguí.

Mas risas, mientras encendía un cigarrillo y se lo ponía en la boca (Es con la única de mis amigas que lo puedo hacer, las demás no fuman y es tan erótico, no?) y luego otro para mi.

-          Bueno, se puso el cinturón de seguridad, ya también, así que no podía hacer mucho y salimos zumbando. Casi no hablamos. Le quise poner la mano en la rodilla pero me paró en seco:”molesta para manejar”. Prácticamente lo único que me dijo en el viaje fue un “estas hermosa”  a lo que respondí “vos también” y “yo soy el macho”.

-          ¿Qué le contestaste?

-          Yo soy tu hembra…

-          Uyyyyyy… se está poniendo caliente

-          Eso fue el principio. Cuando llegamos al edificio entró con el auto directo al sótano, tiene esas puertas automáticas con control remoto. Estacionó y en cuanto se soltó el cinturón de seguridad me besó de nuevo mientras metía la mano debajo de la minifalda y me acariciaba las piernas. Yo estaba en la gloria, caliente como una perra. Ya estaba lista para que me desnudara y me cojiera allí mismo, pero me soltó y salió del auto con un “vamos”.

-          ¿Te abrió la puerta, como un caballero?

-          No, tuve que salir corriendo detrás de ella porque ya estaba llamando el ascensor.

-          Que guacha

-          No, que divina… es un macho…no un caballero

-          Estas enamorada.

-          No, pero me encanta

-          Y?

-          Ya en el ascensor transamos como descocidas, me apretó contra la pared y me metió la lengua hasta la garganta mientras nos manoseábamos. 

-          Te cogió en el ascensor?

-          No, esta bien que estábamos calientes pero no para tanto…

-          Yo te hubiera cogido allí nomás

-          Seguro “tía”

-          Dale boluda, seguí contando

-          Bueno, yo entré primero...mas bien, casi no terminé de entrar cuando sentí la puerta cerrarse, y el abrazo apasionado de ella, que comenzó a besarme el cuello mientras me tenía apretada contra su cuerpo, clavándome unos pezones duros como piedras en la espalda, dando rienda suelta a su calentura sin ninguna delicadeza. Quise darme vuelta pero no podía, me tenía atrapada, me siguió besando el cuello y agarró mis tetas con las dos manos, masajeándolas con bastante fuerza sobre la tela del vestido. Me dijo al oído algo así como: “Te dije que estabas como para comerte y es justo lo que voy ha hacer”. Yo ni le contesté...en ese momento no quería ni podía pensar en nada mas que lo caliente que me sentía, y en que Raquel estaba decidida a calmarme, quería tener sexo. Sentí sus manos bajar el cierre del vestido que cayó al piso dejándome en ropa interior.... se lució tu conjunto tía… la deje fascinada…

-          Jajaja no solo la ropa, es también quien la usaba. Dale seguí que me encanta, deberías escribir…

-          Bueno, en segundos me liberó las tetas, que estaban un poquito hinchadas por los masajes que habían recibido antes. Me  besó el cuello, la espalda, y bajó hasta el culo...se detuvo para bajar las medias, mientras me las bajaba me fue besando a lo largo de las piernas... me sacó los zapatos.... Yo me excitaba mas al estar de espaldas a Raquel, sin poder ver lo que hacía... siendo desnudada de a poco...después subió por las piernas lamiendo, para sacarme la tanga... cuando me desnudó por completo se puso frente a mi y con su boca se prendió a mis tetas, mientras con las manos me masajeaba el culo, yo jadeaba como loca, totalmente excitada.

-          Más o menos como estoy yo de escucharte.

-          Queres que te  calme “tía”, me dijo Adriana, mirándome con una cara de lujuria

-          No, dale terminá el cuento, si?

-          Bueno,  mientras me abrazaba me dijo al oído  algo así como:” Te gusta ¿eh?....te voy a volver completamente loca esta noche” y desvistiéndose tan rápidamente que en pocos segundos estuvo tan desnuda como yo, me agarró de la mano y me llevo casi corriendo al dormitorio, prácticamente me tiró sobre la cama...quedé tendida de espaldas, sintiendo la boca de Raquel recorrer todo mi  cuerpo, fue bajando hasta que metió la lengua dentro de la vagina, cada vez mas profundamente, mas rápido y mas profundo, no pude resistir mucho sin tener el primer orgasmo de la noche... Intenté con la mano llegar a la concha de Raquel, pero me paró... “- No...no  me toques...quiero ser yo quien te monte...” si, eso estaba pasando... Raquel me estaba cogiendo, esa era la definición justa y eso es lo que yo quería. Seguimos como ½ hora mas, yo boca arriba en la cama y ella besuquendome y lamiéndome toda, desde los pezones a la concha, pasando por el ombligo. Tuve otro orgasmo…

-          Y ella nada? O se pajeaba mientras

-          No… nada estaba dedicada totalmente ha hacerme gozar y yo estaba entre nubes de algodón, es una verdadera máquina “tía”, sigo?

-          Si dale

-          Bueno, cuando me dejó aplastada después del segundo orgasmo, yo la empecé a besar, quería darle placer, ella no parecía dar señales de cansancio, entonces se puso arriba mío de rodillas sobre la cama de forma su vagina quedó a la altura de mi cara... después darme tanto placer estaba que hervía y yo tenía que calmarla –no te parece?

-          Que puta sos…

-          Jjjjjaaaa, tía, no es lo que corresponde?

-          Por supuesto

-          Jamás la habría dejado con ganas.  Traté de hacer todo lo que ella había hecho conmigo, le metí la lengua lentamente...quería cansarla un poco para recuperarme...con las manos abrí los labios vaginales metí la lengua dentro, profundamente, la dejé allí unos segundos para luego moverla... sentí el primer orgasmo, saque la lengua y metí dos dedos adentro, los saque y metí tres, penetración lenta hasta que no podían  ir mas adentro... Raquel gemía y se retorcía arriba mío… no tardó en venirse en medio de grandes espasmos y gemidos de placer, me empapó la mano y parte del pecho, donde estaba sentada. Estaba agitada, descansó solo unos minutos sobre mi pecho, se paró y fue hasta el placard… recién allí la pude ver bien como es desnuda… es una belleza… bueno, a mi me lo parece… flaquita, musculosa, culito parado, tetas chicas pero duras… pezones chiquitos, rosa...  bueno, bueno mucho mas linda que yo…

-          Epa… debe ser una diosa

-          Mas o menos, no se como se fijó en mi.

-          Porque vos sos una diosa tambien.

-          Dale Tía… no es para tanto.

-          Seguí contando…

-          Bueno, volvió a la cama trayendo uno de esos "juguetes sexuales" que yo solo  había visto por Internet...era uno de esos consoladores con doble punta de un extraño color azul brillante, medianamente grueso...la mirada de Raquel era de pura lujuria mientras me lo mostraba...

-          Yo también tengo uno, pero negro…

-          Uyyyyyy, no lo vi… la tía lo esconde, la tía lo esconde – se burlaba- , ya lo vamos a probar, bueno, se vino con los ojos brillantes y esa mirada lujuriosa de perra en celo…

-          Debió ser la misma que pones vos cuando revolves entre mis corpiños y te venís a la cama con mis amiguitos a pila.

-          Tan cara de puta pongo?

-          Uyyyyy no sabes, te voy a fotografiar…

-          Dale… tenés máquina…

-          Si, pero mejor terminá de contarme que me muero de ganas de saber

-          Te estas calentando “tía”, me dijo con esa sonrisa.

-          Un poquito… dale

-          Bueno.  Raquel se paró a los pies de la cama “¿Jugamos un poco?” Yo me hice la boluda: “No usé nunca una de estas cosas...” “tranquila...déjame a mí... “mientras embadurnada ambas puntas con lubricante, pasó una de sus piernas debajo de una de las mías, como para una tijera...coloco una de las puntas en la entrada de su vagina, y la otra en la entrada de la mía, para luego empujar, cogiendome como a mi me gusta, consiguió que el implemento penetraba en ambas simultáneamente... empujaba cada vez mas rápido y yo también hacia el cuerpo de ella....el orgasmo nos llegó al mismo tiempo entre gritos y gemidos de placer. Estuvimos unos minutos de espaldas, descansado, con aquella hermosura dentro... Raquel se encargó de sacarlo con cuidado, primero de dentro mío y luego de ella. Se quedo sentada en la cama mirándome... “sí, definitivamente no me equivoque, sos una hembra magnifica” y  yo le dije  “sos el mejor macho que me cojió”. Nos abrazamos y nos dormimos hasta hoy a las 11 de la mañana.

-          Así que te cojió mejor que yo??

-          La Tía…estas celosa…, la tía está celosa…… me dijo mientras se reía y me hacia burla, le dije “sos el mejor macho” y vos sos una hermosa mujer…

-           Bueno… así me quedo mas tranquila.

-          Que vamos cenar Tía??

-          Uf… después de esto queres comer?

-          Por supuesto… tía, tengo un hambre de la puta madre… desde anoche que no como nada…. Y si no recupero fuerzas… no voy a poder calmarte…me contestó mientras se reía y tiraba de mi mano para levantarme del sillón.

-          Vamos a la cocina a ver que preparamos…

-          Dale… te ayudo…

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