miprimita.com

Sinfonia para dos (3)

en Grandes Series

                             PRIMEROS PASOS EN LA GRAN CIUDAD

( Para los que quieran seguir la Serie, ver  Sinfonia para dos (1) de Pelayo y Sinfonia para dos (2) de Gatacolorada)

 Su intención era ir a Valencia y de allí a Barcelona donde tenia una prima que hacia años que no veía pero con la que se había carteado y le había ofrecido una habitación para instalarse, previo pago de un pequeño alquiler claro. Había barajado la posibilidad de ir a vivir a Madrid  e intentar localizar a Pelayo en la ultima dirección que tenia de él, pues hacia dos años que habían perdido el contacto. Seguramente que el le podría facilitar trabajo, aunque esta idea no le cuadraba con el tener una aventura con él que era lo que realmente llevaba años soñando, no quería convertirse en la “querida”.

Al final se decidió por Barcelona, Madrid no tenia mar y ella necesitaba sentir la energía del mar.

La primera noche había dormido en un bar de carretera que daba habitaciones. Ya era tarde cuando salio de su casa y sobre la una de la mañana le había tentado ensueño y entonces se dio cuenta que estaba agotada y que no podía seguir conduciendo toda la noche, además no conocía la carretera.

Tardo dos días en llegar con su SEAT 600 pero el viaje le había servido para hacer un repaso a su vida, especialmente a todas las vivencias de su luna de miel y las fantasías que basadas en aquellos días tantas veces había creado, muchas de ellass pensando en Pelayo.

Pensó en los terrenos que no compraron, porque su marido no se fiaba de su amigo de la mili. Quizás había hecho bien, o quizás no. Ellos por su cuenta habian comprado uno con sus ahorros y luego la habían vendido con un buen beneficio

No les había ido mal con el negocio familiar de la fonda del pueblo, aunque tuvo que trabajar duro. Habían hecho unos ahorros de los que ella tomo una parte, menos de la mitad, no quería reproches por eso. El día de partir había abierto una cuenta en el Banco

Español de Crédito, solo a su nombre con doscientas mil pesetas que había traspasado de la cuenta de ahorro conjunta que tenían con un saldo de quinientas y pico mil pesetas. Con eso tendría suficiente para vivir hasta encontrar un trabajo y luego instalarse a vivir sola, o acompañada ¿ porque no?

Pero nunca había ido a Paris y las aventuras que había inventado con Pelayo, se tuvo que conformar con llevarlas a cabo con algún vecino del pueblo, porque aquellos libros que le había regalado Pelayo además de ayudarle a aprender inglés, habían despertado en ella una autentica gata caliente y a su marido le encantaba, aunque sabia que alguna vez no solo practicaba con él, pero era consciente que si intentaba frenarla corría el riesgo de perderla. Inés habia evolucionado no solo en sexo, sino como mujer decidida

e independiente que necesitaba ampliar su universo.

 Sin embargo aquellas aventuras no satisfacían a Inés, después de cada uno  de aquellos polvos furtivos persiguiendo ese nuevo universo, sentía un gran vacío en su interior. esos vacíos eran los que la sumían en profundas crisis que le llevaron a buscar consuelo en casa de la Señora enlutada, sin éxito.

No fue hasta que conoció aquella persona tan especial que le descubrió otro mundo, su amiga Lucia, que empezó a desaparecer aquel vacío. Ella le había ayudado a sentirse libre en su castillo de cristal, siempre junto a la orilla del mar.

 Durante el camino por la costa mediterránea, se había parado varias veces a contemplar el mar, cuando la carretera se acercaba a la playa.

Corría el mes de Mayo y en la zona de Levante ya había algunas personas en la playa, había chicas en bikini, muchachos luciendo pelo en el pecho y ajustados bañadores marcando paquete. Ella siempre había usado bañador.

Cuando este en Barcelona me comprare un bikini, quiero sentir esa sensación de estar en bragas en medio de la gente en la playa, allí nadie me conocerá, allí me sentiré libre. Aunque esos que llevan esas rubias son muy estrechos, no tendrán pelo en el chocho porque a mi se me saldría el pelo por el lado. Me lo recortaré con las tijeras.

El segundo dia de viaje sobre mediodía, estaba sentada en su coche en una playa de la provincia de Castellón, dando cuenta de un bocata y una gaseosa. Contemplando el mar y unos cuantos muchachos en bañador jugando a pelota sobre la arena. No podía quitar la mirada de sus bañadores ceñidos que les marcaban incluso el prepucio de sus penes.

Estarán calientes o es que la tienen grande. Uff me gustaría probar al menos con ese moreno de pelo en pecho que parece tenerla más grande que los demás. Ya me había olvidado de mi chocho. Bueno cuando lleguemos ya tendremos oportunidad de entretenerlo.

 

 Aquellas imágenes le acompañaron el resto del viaje.

 Se acordó  su relación con Lucia, se iba poniendo cachonda y casi sin querer de cuando en cuando una de sus manos acriciaba los pezones duros y bajaba a acariciar la entrepierna por debajo del vestido. Tentado estuvo de recoger algún  joven auto stopista, pero no lo hizo, debía centrarse en la carretera

A Lucia la había conocido una noche que ella y su marido habían salido a tomar unas copas a un Pub del pueblo: Su marido no paraba de mirar a aquella chica, que al mismo tiempo los miraba a ellos, hasta que Inés con su carácter decidió atacar de cara.

-         ¿Que pasa te gusta esa chica?

-          No, que va…-tartamudeo Ismael.

Será capullo, si se le esta cayendo la baba solo de pensar en follársela.

-         Venga, no seas bobo -. le dijo sensualmente al oído – dime la verdad, te

       gustaría follártela. Le estaba metiendo la lengua en la oreja mientras se lo decia,

       sabia que eso lo ponía muy caliente.

-         Pues  si , pero si… tu estuvieras de acuerdo.

-         Podríamos hacer un trío – le dijo mordisqueándole la oreja

-         ¿Serias capaz?

-         ¿Te gustaría?

-         Si – susurro simplemente Ismael

Ella se levanto de la mesa y se fue en busca de la chica

 -         Hola me llamo Inés

-         Hola yo Lucia

-         Te apetece sentarte con nosotros

-         Preferiría bailar un poco contigo si no te importa. Aquí no le sacan a una bailar sino se acaba la ginebra y me parece que tienen reserva - sonrío

-         No, vamos a la pista

Bailaron  muy juntas  insinuándose con el culo y las caderas, disfrutando de ver como las miraban los chicos que había en la barra con los cubatas en la mano.

Cansadas y sudadas decidieron sentarse junto a Ismael que abrió los ojos como platos cuando al sentarse Lucia enfrente suyo su minifalda se subió casi a la cintura, dejándole ver las bragas blancas que transparentaban un mancha negra debajo.

-         Nos vamos a mi casa, pregunto Inés

-         Por mi encantada – respondió Lucia

Por supuesto Ismael no dijo que no, no sabia que se propina Inés pero le encantaba la idea de establecer amistad con aquella chica.

 Estaba en esos recuerdos,  cuando se dio cuenta que estaba dentro de una ciudad y una señal de carretera indicaba BARCELONA 18 KM. Estaba llegando.

 Mientras estuvo en carretera el mapa le guiaba, pero al entrar en la ciudad se sintió perdida, no sabia para donde tirar, por un momento se sintió agobiada. Por fin un policía urbano le dio detalles. Esta usted en Molins de Rey siga por esta carreta, pasara usted San Feliu, San Justo Desvern, Esplugas de Llobregat y por fin estará Ud., en Hospitalet de Llobregat, pregunte allí por la calle .

Por fin encontró la Calle  Bovilas en el Barrio de la Florida. Un edificio estrecho y sin  balcones,  una calle sin asfaltar donde lo chiquillos jugaban al balón y las vecinas se hablaban por la ventana, en alguna reconoció el acento de su tierra andaluza, otras no tenían acento y otras tenían un acento extraño para ella, luego supo que era gallego.

¿Aquí vive mi prima? Pero si esto es peor que el pueblo. Joder, a ver si he salido del fuego para meterme en las brasas. Esto parece agobiante

 

Por un momento sintió un nudo en la garganta y ganas de llorar.¿Donde estaría el mar? Por un instante pensó que siempre podía volver a su casa, con su marido y a la monótona vida que había dejado.

Ni hablar, aquí llegue y aquí me voy a quedar. Tengo que triunfar y cumplir mis sueños. Tengo que amueblar mi palacio. No volveré si no es con la cara alta, no volveré si no es para demostrar que he tenido un par de ovarios.

Necesito un sitio para empezar, luego ya buscaré el mar.

 

Llamó al timbre del segundo tercera y una cabeza asomó por la ventana

-         ¿Quien es? – grito aquella cabeza mirando hacia la calle

-          ¡Carmen! ¡Prima! Soy Inés

-         ¡Dios mío, Inés!  No te esperaba aun. Espera que bajo- dijo nerviosa y su cabeza desapareció de la ventana.

¿Como que baja? ¿No seria yo la que tendría que subir?...Coño, a ver si ahora esta no tiene sitio para mi. Bueno, alguna pensión habrá por aquí.

 

Al momento apareció Carmen en la portería, la abrazo con tanta fuerza que un poco más le corta la respiración. Las dos tenían los ojos llenos de lágrimas. No iba muy elegante que digamos, vestía una bata de watiné azul y llevaba rulos en el pelo.

¿Su marido la follará por las noches con esa pinta?

-         ¿Como esta todo por el pueblo?, ¿como quedan mis padres?, ¿ Que tal fue la feria? ¿Todavía esta de cura Don  Mariano? ¿y mi amiga Purita cuantos hijos tiene?

Carmen era una ametralladora de preguntas, la ansiedad de la nostalgia de su tierra, oculta en su corazón salía a borbotones por su boca. Inés acababa de llegar, ella necesitaba absorber, devorar los frescos recuerdos que Inés traía, necesitaba sentir su tierra, necesitaba sentirse asomada a una ventana que le permitiera ver el nido de su nacimiento.

-         Vecinas – Grito mirando a las ventanas- esta es mi prima, acaba de llegar del pueblo ahora mismo.

 A Inés no le daba tiempo a contestar a su preguntas y atender a saludar con la mano a sus vecinas, que al mismo tiempo le hacían preguntas como si todas fueran viejas conocidas. Al mirar para arriba se dio cuenta que todas llevaban batas de watiné y su prima no era la única con rulos.

Juro por mi honor de gata caliente que nunca me pondré una de esas batas, ni usare rulos para el pelo. ¿Pero estas se han vuelto todas brujas al venir a Barcelona?

Después de las correspondientes salutaciones subieron los dos pisos más el entresuelo, con las maletas y los bultos, que tampoco eran muchos porque Inés había querido irse de casa “ ligera de equipaje”.

En la casa había otra pareja joven, recién casados, realquilados con habitación y derecho a cocina.

Cuando llego el marido de su prima se pusieron todos a cenar juntos aunque cada matrimonio de su propia comida, el matrimonio joven invito a Inés cortésmente a participar también de sus viandas. La cena conjunta fue en atención a Inés porque normalmente cada matrimonio cenaba  cuando creía conveniente, intentando respetarse la poca o ninguna intimidad que se podía tener en un espacio tan pequeño entre personas sin ninguna ligazón familiar.

Se fueron a dormir temprano, los unos estaban cansados de trabajar e Inés del viaje, no sin antes darle una llave del piso e indicarle como coger los autobuses, el metro podría ser más complicado, por si quería ir a Barcelona cuando los demás estarían trabajando. Le aconsejaron la plaza Cataluña, donde habia unos grandes almacenes llamados El corte Inglés, y la puerta del Angel y las Ramblas de las Flores.

A Inés le asignaron la habitación que quedaba libre al lado de la pareja de recién casados.

Se acostó y se quedo boca arriba en la oscuridad, volvió a retomar sus pensamientos sobre el día que conoció a Lucia.

Una vez  estuvieron en su casa, Inés preparó unos whiskys con hielo y empezó a sacar conversación sobre las fantasías eróticas. Con alguna excusa que ahora no recordaba

Se llevo a Lucia a la cocina

-         Lucia te gustaría follarte a mi marido

Lucia mostró cara de sorpresa e intento evitar la respuesta

-         No seas tonta dime la verdad, él lo esta deseando y a mi no me importaría, al

Contrario me gustaría convencerlo de que compartir sexo en pareja enriquece el matrimonio.

Aquellos libros que Pelayo le había regalado en Madrid hacia algunos años, le hacían ver la sexualidad de una forma más libre.

-         No me importaría follar con tu marido – contesto finalmente Lucia – pero si tu

Participas porque con quien deseo follar es contigo.

Inés se quedo sin habla por un momento. Eso no se le había pasado por la imaginación.

Después de unos momentos de descoloque, reaccionó

  Que coño y porque no, esta chica es agradable y podría ser una experiencia excitante.

 ¡Me estoy mojando!

 

-         De acuerdo, vamos. Follaremos los tres juntos.

  Estaba en estos pensamientos mientras su mano derecha empezaba a acariciar su vientre por dentro de las bragas, cuando algo llamo su atención. Se quedo quieta e inmóvil como si necesitara escuchar el silencio. Creyó oír gemidos, pego la oreja a la pared y efectivamente, la muchacha de la habitación de al lado estaba gimiendo al tiempo que  se oía el chirriar el somier con las embestidas de entrada y salida de la polla de su marido en su coño.

Aquello la acabo de poner muy cachonda y mojada, aquella sensación de Voyeur, de estar oyéndoles sin que ellos se dieran cuenta la había puesto a tope. Abrió las piernas, metió la mano debajo de las bragas y se masturbo al ritmo de los golpecitos que la cabecera de sus vecinos daba en la pared con cada embestida hasta que hoyo un largo y apagado gemido de la chica que se había corrido. Ella tardo dos segundos más en conseguir un intenso orgasmo.

Se quedo dormida con la mano sobre su coño recién disfrutado

A la mañana siguiente oyó como se levantaban los demás, miró el reloj y eran las 5 de la mañana, se dio media vuelta, se acurruco debajo de las sabanas abrazada a si misma y volvió a dormirse hasta las nueve de la mañana.

Se levantó, desayuno un café con leche y unas galletas María, se puso un mono negro con una cremallera por delante y un cinturón de tela a la cintura. Se pinto los labios y se dio un poco de colorete en los pómulos, se arreglo el pelo suelto y se miro al espejo. Se sentía guapa y vital aquel mono se ajustaba a su cuerpo marcando provocativamente sus curvas, ajusto la cremallera de forma que quedara justo encima del sujetador y que permitiera ver la insinuación de sus pechos bien formados. Cogio una rebeca  de lana roja, por si acaso, pues el mono no llevaba mangas.

Si me pongo tacones ya me voy a piropear yo misma, pero mejor me pondré unos zapatos cómodos para andar. Andar, a donde voy a ir si no conozco nada. Que coño,

Preguntando se llega a Roma, vamos a ver la plaza Cataluña y la Rambla de las Flores de la que tanto habla la gente…

 

Llegó a Coll-blanc donde era final y principio de varias líneas de autobuses, preguntó y se puso en la cola del 56. Eran las 10 de la mañana pero la cola era inmensa.

Subió y se sitúo en la plataforma trasera, en la esquina había un muchacho con pelo largo media melena, chaqueta de pana y camisa a cuadros. Llevaba en sus manos unos gruesos libros, no era guapo ni feo pero sus ojos y su expresión  inspiraban confianza y transmitían inteligencia. Estaba de frente a la entrada apoyando su espalda contra el lateral del autobús.

A medida que la gente fue entrando y empujando, los cuerpos se fueron juntando como las sardinas en una lata. Inés se sintió desplazada poco a poco hasta quedar pegada de espaldas a aquel muchazo, apenas llegaba a agarrarse a la barra que había en el centro de la plataforma. Era imposible moverse, la presión de unos contra otros hasta hacia difícil el respirar.

Vaya, ¿esto es la gran ciudad? Parecemos sardinas en escabeche y menos mal que no hace calor y no huele a sobaquillo.

No se dio cuenta de que su culo y su espalda estaban pegadas al estudiante hasta que arranco el autobús y con el vaivén su mano se soltó de la barra donde estaba asida y su cuerpo quedo sin equilibrio respaldada en el muchacho y sostenida por los que la rodeaban.

Interesante, ¿como reaccionará este jovencito cuando sienta durante un rato mi culo en su paquete? aprovechare los movimientos del autobús para provocarlo.

No me lo puedo creer, esta retirándose hacia atrás para no rozarme! Me encanta este joven caballero. Veamos hasta cuando aguanta.

 

Con cualquier movimiento que se producía en el autobús y eran muchos porque la calle de Sants por donde circulaba era de adoquines, aprovechaba para que su cuerpo rozara, casi aplastara al ya agobiado joven.

Vaya empieza a reaccionar, eso que crece tocando mi culo parece interesante.

 

Cuando ya estuvo segura de que el duro paquete del joven había alcanzado bastante excitación, haciendo malabarismo consiguió darse la vuelta y quedar de cara a él.

Lo miro a los ojos

-         Lo siento – balbuceo el muchacho, al tiempo que los colores subían debajo de su no poblada barba- ya no puedo echarme más hacia atrás….

-         Tranquilo, es imposible moverse….¿Eres estudiante?

-         Si, estoy haciendo segundo de Filosofía y Letras

-         Como te llamas

-         Jordi

-         Yo soy Inés. Acabo de llegar a Barcelona. Oye donde me puedo bajar para ir a la plaza Cataluña y a las Ramblas.

-         Si quieres puedes bajarte en Universidad, donde me bajo yo y te indico, esta al lado mismo.

-         Estupendo.

Entablo conversación con él sobre sus estudios y sobre Barcelona, mientras ya sin disimulo dejo que su cuerpo se pegara al del estudiante que seguía con el paquete duro ahora justo encima del vientre de ella. Ambos sentían el calor de sus cuerpos a trabes de la tela, mayormente ella que la tela del mono era muy fina y muy ajustada a sus curvas.

Me gusta este chico, supongo que será mayor de edad si esta en segundo de carrera. Quizas vea de encontrarlo “por casualidad” otro día en el autobús

 

-         ¿Siempre coges el autobús a esta hora?

-         Si, solo los lunes voy a las ocho de la mañana y aún hay más gente.

Pues deben de ir unos dentro de los otros. Ay!¿ en que estaré pensando?Me movere un poco para que su soldadito se entretenga. Soy una guarra, me estoy poniendo cachonda ( se sonrió para ella misma).