-En qué piensas cariño.- Me había distraído por rememorar aquellos húmedos recuerdos.

-La vez que me desvirgaste- respondí sonriente

- Bellos recuerdos. Ahora te has vuelto excelente en la cama.

- Todo gracias a mi mejor y sexy profesora

- Honor que me haces.- vi que me miro a un costado, algo le sucedía- ¿te pasa algo? pregunte

-Si. Me iré del país…Tengo una excelente propuesta- se me formo un nudo en la garganta. Se iría

- Eso quiere decir que no te volveré a ver- me miro a los ojos. Es muy hermosa

-Lamentablemente no- agache mi mirada

-No te pongas así. Ve el lado bueno, ahora podrás estar con cualquier chica, con lo que te he enseñado. Morirán de orgasmos.

-Que ego- sonreí

- Es la verdad, o aun dudas de mis habilidades- se me insinuó

-Tal vez un poco- jugué

-Esta ultima vez, te lo voy a demostrar y me vas a suplicar que pare- se aproximó mas

-Última vez. ¿Cuándo te vas?- pregunte intrigada

-Mañana – me cayó como un balde de agua fría- cambia esa carita. Mira yo no soy de sentimentalismos, pero si algún día vuelvo, me gustaría volver a verte. Pero solo será sexo, yo no busco nada serio con nadie.

Que idiota pensar que ella se enamoraría de mí, que se casaría conmigo y tendríamos un perrito. Julia no se enamora y menos de alguien como yo.

-Te voy a extrañar Julia- soy idiota en demostrar mis sentimientos, pero ya nada importa.

-Pienso que también lo hare, fuiste una alumna muy buena en todos los sentidos.- me dijo sonriendo mientras pasaba una mano por mi rostro, por simple reflejo cerré mis ojos.

-Si te vas a ir, quiero mi despedida- sonreí. No podía ofrecerle más que sexo

-Tendremos la mejor despida, cariño- se posó encima mío para besarme.

Comenzamos lentamente, como si fuera la primera vez que nos besábamos, reconociendo nuestras bocas. Incluyo su lengua, recorrió todo mi paladar, que placer se sentía. No me quede atrás y metí la mía en la suya. Quería comerme sus labios, absorbía su lengua, la mordía. Necesitaba grabarme sus labios por siempre, en el fondo sabía que nunca la volvería a ver.

Como estábamos desnudas por un encuentro anterior, me recorrió con sus dedos las piernas pasaba por mi centro pero sin profundizar. Su boca se fue a mi cuello, mordía, succionaba… de seguro dejaría unas marcas exquisitas.

Solo podía gemir, por sus caricias.

Bajo hasta mis pechos, se metió uno a la boca, lo chupaba, como si estuviera lactando. Que rico.

Su otra mano amasaba mi otra teta, pellizcaba mi pezón, el escozor que sentía me excitaba mucho más. Mis manos las mantenía en su trasero los amasaba y los abría. Ya quería meter mi rostro entre esas grandes nalgas.

Continúo besando mi abdomen; mordía cada parte de mi piel, mi coñito estaba más que mojado.

-Cómeme el coño de una puta vez- exigí. Ya no podía aguantar

-Paciencia, cariño. Si va ser la última vez debemos disfrutarlo como nunca.- contestaba tranquilamente, mientras pasaba un dedo por mi rajita de arriba a abajo.- Esto es lo que más extrañare, sabes tan bien.

Respondió, mientras se metía un dedo a su boca probando mis jugos.

-Si no te fueras, podrías  seguir probándome- como quisiera que no se fuera

-Buen intento.- replico.

Siguió jugando con mi sexo, mientras su dedo pulgar remolineaba en mi botoncito. Sentía como mi cuerpo comenzaba a quemar.

Lleve mis manos a sus grandes tetas y comencé a apretarlas, no me cabían en la mano, pero como me encantaban. Acerque  mi rostro y me hundí en medio de sus pechos. Que delicia.

 Me prendí de su pezón y comencé a succionar quería su lechita. Logre arrancarle un gemido.

Quise seguir pero la intromisión de sus dedos dentro de mi coñito me detuvo, me tomo por sorpresa.

-          Me encanta lo apretada que eres querida, comete mis dedos.- ronroneaba mientras besaba mi lóbulo derecho.

Cada vez sentía que iba más profundo, me cortaba la respiración con cada arremetida. Eche mi cabeza para atrás, ella aprovecho para lamer mi cuello, en cualquier momento estallaría.

Pero la muy desgraciada retiro sus dedos.

-          Tenemos toda la noche, no te adelantes.- respondía, cuando vio mi cara de molestia.

Bajo de su cama, no entendía que pasaba. Abrió su closet, miraba expectante que buscaba. Hasta que dio la vuelta y la vi con un arnés.

Su mirada de lujuria me volvía loca.

-          Te voy a destrozar ese rico coñito con esto, cariño.

Sonríe como una gatita.

Se paró al filo de la cama y me agarro de los pies para arrastrarme a su altura.

-          Date la vuelta y ponte en cuatro.

Hice lo que me pidió, levante mi culito para ella.

Hundió su rostro en mis nalgas. Cielos

-          Hoy te voy a dar por todos lados. Quiero abrirte cariño. Paso su lengua por mi culito y ese acto casi me provoca un orgasmo, estaba muy sensible.

Puso su mano en mi espalda. Mientras sentía como me penetraba lentamente. Gemí al sentir ese objeto dentro de mí.

Comenzó a bombearme, fuertemente, me embestía tan duro que sentía como su pelvis golpeaba con mi trasero.

Gritaba de placer. Estaba a punto de correrme. Me tomo de la cintura para que no pueda alejarme y su vaivén aumentó de ritmo.

Di un último grito y sentí mis piernas flaquear, y mi juguito chorrear. Sin embargo, Julia siguió embistiéndome.

-          Aun no termino cariño.- me volvió a sujetar de la cintura, y siguió empalmándome, vería las estrellas. Mi cabeza cayó a la cama, pero ella seguía dándome como si fuera una vil prostituta.

-          Voy a morir- gemí. Mi cuerpo estaba muy encendido.

-          De placer querida, morirás de placer.- Dio tres arremetidas más y volví a estallar, esta vez si caí a la cama, me palpitaba mi sexo. Abrió mis piernas para lamer los restos de jugo que quedaban. Alce mi cabeza para observarla, verla chuparme era sublime. Esa carita que ponía mientras su lengua paseaba por toda mi rajita.  

-          Recupérate que quiero comerme tu culito- hablo mientras seguía lamiéndome. Ya lo habíamos hecho por ahí, pero no fue tan brusca, comprendió que era mi primera vez.

-          Estoy lista para ti. – Le dije. Sin que me lo pida me puse en cuatro, mientras movía mi trasero para ella. Me dio una palmada fuerte, que me hizo gritar.

-          Vamos a ver si sigues jugueteando así cuando te destroce ese huequito, cariño.

Mire hacia atrás, la vi colocarle lubricante a su pene, y después aplicarlo en mi agujero.

Sentí como intentaba penetrarme, iba suave escabulléndose poco a poco. Hasta que lo hundió todo. Di un gritito.

Volvió a realizar la misma acción. Llego a mantener un ritmo adecuado, sus manos abrían mi trasero, mientras se clavaba más duro en mí. Un dedo lo hundió en mi coño, que rico se sentía ser penetraba por los dos lados, añadió otro dedo. Se escuchaba el chasquido que hacían sus dedos con mis jugos. Grite cuando me inundó el placer y un tercer orgasmo se hacía presente.

Caí rendida. Me ardían los dos agujeros.

-          Déjame respirar Julia- pedí

-          Te dije que te destrozaría- hablaba sonriente.

Se sacó su arnés, para acostarse encima de mí. Se ubicó en medio de mis piernas y comenzó a refregarse, mi sexo calzaba con el suyo, se movía rápidamente, nuestros jugos se estaban mezclando, mis mejilla ardían. Escuche su gritito, y como se corría en mi coñito.

La tome de su rostro y la bese con locura, tenía unas ganas irreparables de llorar, pero no podía hacerlo, solo arruinaría el momento.

Lo hicimos toda la noche, será el mejor recuerdo que tendría.

Mi profesora, mi primera mujer, mi primer amor.

Despedirme de ella fue muy duro.

-          No llores, cariño. No me gusta verte así. Fui solo tu profesara- si supiera todo lo que siento por ella.

-          La mejor que he tenido. Aprendí mucho contigo.

-          Muchas posiciones y claro, mi materia.-   Sonreímos.

-          Bueno Abigail. Hasta aquí llega nuestra historia. Espero que encuentras la felicidad

-          Espero lo mismo. Buen viaje Julia.

Nos dimos nuestro último beso. Y se marcho.

Tal vez en otra vida la vuelva a encontrar, porque esta vez no será. Sin embargo, estoy feliz. Descubrí los placeres del sexo, mis deseos se cumplieron y con quién los quería.

Gracias Julia.

Infinitas gracias a los que apoyaron este relato. Es primera vez que lo hago, me disculpo por las fallas que haya tenido. Espero mejorar con el tiempo.

Felices fiestas.

Nos veremos pronto.