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Deseos I

en Lésbicos

Quien diría que Julia se volvería mi amante. Estaba aprendiendo tantas cosas que jamás pensé hacer, porque según mis padres eran pecados. Que les den por el culo. No podía ser pecado tratar de divertirse, conocer placeres inigualables como es el sexo.

Había perdido mi virginidad gracias a esos dedos largos de mi profesora, aun lo recuerdo y comienzo a humedecerme.

Flashback

Terminamos la hora de clase, y como lo hacía cuando tenía clases con ella me quedaba hasta el último. Para nuestra sesión de besos y manoseos.

-          Hoy te quiero llevar a un lugar- hablaba mientras me tomaba de la cintura para besarme

-          -Así, y a donde, sí se puede saber- respondía sonriente. Le comenzaba a perder la vergüenza.

-          A mi casa. Hoy te voy hacer mía, ya me canse de que solo tú te comas mi tesorito.

-          Ahora quiero comerte el tuyo; arrancarte suspiros, gritos de placer mientras te como tu coñito.

Cómo me ponía escucharla hablar así, hasta ahora no me había entregado a ella, solo yo disfrutaba de lamerle su almeja.

Nos dirigimos a su auto. Yo camine, para disimular y en una esquina me subí a el.

Íbamos escuchando música random, nada interesante. Veía por la ventana un conjunto de casas muy grandes, ¿vivirá aquí? ¿Julia es millonaria?

-          Es la casa de mis padres, cuando murieron me la heredaron- sentí como si hubiera leído mi mente.

-          Lo siento mucho- no sabía que más decir

-          No te preocupes, ya llevan muchos años de muertos. Baja- dijo. Había estacionado en una de esas mansiones.

Entramos y vaya, era muy espaciosa. Miraba por todos los lados y veía objetos que deben costar lo que vale mi casa. Prometo no tocar nada. Seguía ensimismada viendo todo, cuando sentí que me abrazaron desde atrás

-          Te gusta mi casa- pregunto

-             Me encanta- respondí fascinada por sentir, su cuerpo con el mío

-          Vamos a mi cuarto no puedo esperar mas

Asentí. Y me llevo de la mano hasta su habitación. Entre y de nuevo quedaba con la boca abierta. Su habitación es el triple de la mía.

Me voltee a verla y ella ya se había desnudado. Me encantaba verla así, sus senos eran grandes, como me encantaba chuparlos. Su cintura fina, con unos abdominales bien trabajados. Y al final su sexo con aquel triangulito que me encanta.

Se acercó y comenzó a sacarme la ropa.

-          Tienes mucha ropa, y yo quiero verte desnuda solo para mi.- me susurro a mi oído mientras dejaba una mordida.

Me recostó en la cama y se posó encima de mí

-          Seré dócil ya que es tu primera vez, pero  créeme, después no tendré piedad contigo.

Trague saliva, pero de la excitación que tenía.

Comenzó a besar mis labios suavemente intercambiando mordidas con lamidas, hasta que metió su lengua empezando un juego con la mía. Recorría sutilmente con la punta de sus dedos mis piernas, mientras yo apretaba su trasero.

Me volvía loca

Descendió a mis pechos y se llevó uno a la boca. Solté un gemido, que bien se sentía. Lo chupaba y estiraba mi pezón, podría correrme solo con ese acto. Hizo lo mismo con el otro. Mientras su mano se escabullía a mi centro tentando mi hendidura, pasando su dedo de arriba para abajo, mi humedad se hacía presente.

-          Eso mójate para mí, quiero que sea lo menos doloroso para ti—decía, mientras seguía chupando mi pezón

Dejo mis pechos en paz y bajo a mi centro.

-          Por fin me comeré esta almejita que me estaba volviendo loca. Cambio sus dedos por su lengua. La deslizaba lentamente desde mi clítoris hasta mi entrada, hacia intentos de penetrarme con ella, yo solo alzaba mis caderas, quería que me penetrara ya.

-          Esto te dolerá un poco, pero será pasajero

Asentí, y me deje llevar por la pasión.

De a poco sentí como un dedo intruso se colaba dentro de mí. Era extraño, pero me gustaba. Se hundió hasta que sentí como mi pulso se aceleraba más de lo normal. Intente respirar pero se entrecorto cuando lo metió por completo. Eso dolió, cerré mis ojos y no puede evitar lagrimear.

-          Tranquila ya todo paso, ahora puedo disfrutar como me place.

Volvió a lamer, con sus dientes mordió mi botón, volvió arrancarme otro gemido, que rico se sentía. Abrió más mis labios y metió su lengua, la movía dentro de mí, y yo jadeaba arrítmicamente.

Me estaba matando, volvió a meter su dedo lo movía lentamente y hacia un especie de gancho dentro, me palpitaba todo. Metió otro dedo y volvió a hacer la misma acción, esa especie de gancho hizo que me corriera deliciosamente, apreté sus dedos mientras sentía como un líquido mojaba mis muslos. ¿Eso será el tan llamado squirt?

-          Cielos, si hubiera sabido de que eras de las chicas squirt te hubiera comido mucho antes. Eres sensacional cariño. Ahora que recuerdo, querías que te empalme con un dildo, ¿lo quieres ahora?

Continuara...