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Sé quien eres (2)

en Hetero: General

Sé quien eres (II)

Hacía semanas que no te veía. Pensaba que tras haberme hecho tuya habías perdido todo interés… así que cuando leí el mensaje que me dejaste prendido del limpiaparabrisas sentí un gran alivio y una gran excitación:

Hola mi niña:

Quiero verte en los Multicines Avenida ésta noche, a las 22:40, sala 15, última fila. Recuerda lo que te dije.

Pablo

Tu nombre es Pablo… me encanta.

He ido volando a casa, he anulado los planes que tenía y me he duchado rápidamente, luego he pasado más de media hora eligiendo la ropa; poniéndome y quitándome, combinando prendas de diferentes maneras… te quiero sorprender. Al final me decido por una falda negra corta que deja ver bien mis piernas, una blusa azul algo ajustada y escotada y unos zapatos de tacón alto… nada más…

Y aquí estoy, sin ropa interior, excitada, sentada en la última fila de la sala 15 de los Multicines Avenida, viendo comenzar una película que ya vi hace más de un mes. No hay nadie más en la sala.

Hace rato que empezó la película, no es demasiado buena, además ya sé cómo acaba… estoy a punto de levantarme e irme; pienso que no habrás podido acudir a la cita… pero parece que se abre la puerta… sí, ahí vienes.

Hola Pablo

Hola mi niña- me dices sentándote a mi lado.

Ya creía que no venías…

Shh, no digas nada más, levántate.

No se por qué, pero me excita mucho recibir ordenes tuyas y me encanta obedecerte; me levanto.

Pones las manos en mis caderas y me atraes hasta ponerme delante de ti, de espaldas. Desabrochas mi falda, que cae al suelo, me das la mano y me ayudas a salir de ella, la recoges y la echas al asiento de al lado. Acaricias mi culito desnudo.

¿Te ha gustado venir sin braguitas?

Me ha gustado mucho saber que venía a ti.

La verdad es que caminar por la calle sin bragas y sintiendo saltar mis tetas a cada paso ha sido fantástico... imaginar que todos los hombres con los que me cruzaba lo sabían y me miraban con deseo… eso… eso ha sido absolutamente genial.

Tus manos van hacia delante y me atraes, muerdes mis nalgas suavemente, mientras buscas y acaricias mis pezones erectos. Comienzas a quitar botones de mi blusa y te ayudo entre suspiros. Me ayudas a terminar de desnudarme y me sientas sobre ti, siento tu erección, me muevo sobre ella. Abres mis piernas y acaricias mis muslos, mi vientre, mis senos… mi cuerpo se estremece al sentir tu aliento en el cuello y al oírte susurrar:

Tu cuerpo me vuelve loco. Hoy voy a hacerte gritar.

Con un gesto me indicas que me levante un poco, oigo como bajas tu cremallera y de inmediato siento tu verga dentro de mí… que bueno… no puedo dejar de gemir al compás de tu vaivén, lento al principio pero aumentando poco a poco. Paras y alzas las caderas para hacer la penetración más profunda, te mueves en círculos para aumentar mi placer, una de tus manos juega con mi clítoris, la otra amasa uno de mis pechos, tu boca muerde mi hombro… me estas matando… Siento como me invade un intenso calor, me recorre toda por dentro, se escapa por cada poro y eriza cada vello y apenas me deja respirar, sólo puedo gritar con cada pulsión de mi orgasmo… afortunadamente el volumen de la película es suficientemente alto…

Llevo mi mano a tus testículos y los masajeo suavemente, pero la apartas y me levantas, apenas me sostengo en pie. Tú también te levantas y me giras, nos abrazamos, nos besamos apasionadamente. Te desabrocho el cinturón y te bajo el pantalón y la ropa interior hasta las rodillas. Te quito los botones de la camisa y la abro, te acaricio el vello del pecho, los pezones. Te masturbo lentamente. Beso tu cuello en el hueco que forman tus clavículas, y voy bajando y besando hasta llegar a tu pene. Lo cojo entre mis manos, lo acaricio tiernamente, lo humedezco con mi lengua y lo introduzco de golpe hasta mi garganta. Sientes lo caliente que está mi boca, mi lengua juega con el glande sin sacar totalmente tu polla y vuelvo a bajar. Hago esto varias veces y cuando estoy nuevamente abajo del todo, saco la lengua y lamo tus testículos. Me apartas.

Sé buena…

¿Crees que no estoy siendo buena?- te pregunto con cara traviesa

Es que si sigues así no voy a poderme aguantar, espera un poco.

Seguimos con los besos y los roces unos minutos. Los dos de pie, frente a frente, una de tus piernas entre las mías, froto mi entrepierna en ella, tu polla apretada contra mi cadera, tus manos en mis nalgas, nuestras lenguas explorando nuestras bocas… necesito que me penetres.

Me pongo de rodillas sobre la butaca y me apoyo en el respaldo, saco el culo todo lo que puedo, ofreciéndome. Apoyas el glande en la entrada de mi vagina, estoy chorreando y al mínimo movimiento tu verga entra dentro de mí con suma facilidad. Me sujetas por la cintura para contrarrestar tus fuertes embestidas, que alternas con movimientos más pausados en los que siento perfectamente como tu polla me recorre por dentro y me llena.

Tus manos agarran mis hombros, tu ritmo aumenta, tus dedos se clavan en mi piel, noto chocar tus huevos en mi clítoris… ahora eres tú el que grita. Saber que te estoy proporcionando todo ese placer aumenta el mío, inundada de ti me llega de nuevo esa dulce muerte que es el orgasmo…

Busco en el bolso y te alcanzo unos Kleenex. Nos vestimos. Me miras me dices que no con la cabeza y me quitas dos botones.

Pero así casi se me ven las tetas.

Así es como me gusta.

Salgo sola del cine cinco minutos después que tú, como me has pedido. La calle está repleta de gente, como es verano las terrazas están a tope. Me muero de vergüenza al ver como me miran los chicos, cuando iba hacia el cine era diferente, estaba caliente y me gustaba, ahora ya no tanto. Intento que mis tetas no boten demasiado andando más despacio… pero con los tacones no sirve de nada, así que vuelvo a apretar el paso. Mi coche está aparcado frente a un pub de moda, cuando me has dicho que debía dejar caer mis llaves y recogerlas, no caí en que a ésta hora el pub estaría repleto. La mayor parte de la gente está en la puerta con la bebida en la mano… Entre tanta gente no te veo, pero se que estás ahí, observándome.

Cuando voy llegando al coche muchos de los chicos me miran, los que están de espaldas a mi se vuelven, avisados por sus amigos… así que cuando dejo caer mis llaves soy consciente del espectáculo que voy a ofrecer y de la extensión de mi público… Por un momento parece que han callado todos, todos han visto mi coño al agacharme. Nerviosa meto rápidamente la llave en la cerradura, entro en mi coche y bajo los seguros. No quiero mirar, pero lo hago. Muchos de los chicos están sorprendidos todavía, algunos me sonríen. Yo les sonrío y me voy a casa, nuevamente excitada