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Tres

en Trios

Hoy es tres de marzo. Es perfecto. Te tengo justo dónde quería; en la cama, desnudo y con los ojos vendados. Te pido que esperes un segundo, no lo sabes pero tu sorpresa está a punto de llegar.

Abro la puerta y hago pasar a Eva pidiéndole, con un gesto, que no haga ruido.   Te mira y me sonríe con picardía.

Me encanta tu cuerpo, será duro compartirlo con ella, pero no quiero pensar en eso, quiero que los tres disfrutemos.

Es hora de que vuelvan a la luz tus preciosos ojos y te pido que te quites la venda. Cuando ves a Eva te tapas instintivamente con las sábanas y por un momento temo haber metido la pata. Nunca hemos hablado de hacer un trío, siempre hemos estado centrados el uno en el otro, aun así sospecho que es una potente fantasía para ti. Debo explicarte rápidamente que Eva está aquí para jugar con nosotros esta noche. Eso te relaja, aunque bajo las sábanas parece que las cosas no se han relajado, más bien al contrario.

No sé muy bien cómo continuar, menos mal que Eva tiene más experiencia con estas cosas. Es ella la que pone música suave y sugiere que sigas tumbado y observes mientras me desnuda.

Nunca me había desnudado otra mujer, me siento extraña pero excitada. Eva es muy guapa y huele genial. Tiene los ojos verdes, el pelo rojo y las manos suaves. Me coloca para que me veas bien mientras quita botones, abre cremalleras y corchetes y  me ayuda a salir de mi ropa. Me conduce a la cama, me tumbo junto a ti, bajo las sábanas. Tomas mi mano y me susurras un agradecimiento. Sí, parece que he acertado.

Eva deja caer su vestido al suelo y viene hacia nosotros, quiere que tú le quites la ropa interior. Te levantas con la mayor erección que te he visto nunca y te oigo suspirar cuando liberas sus pechos del sujetador. Eva tiene mucho más pecho que yo y siento una punzada de celos que aparto de mi mente con decisión. Ella coloca tus manos sobre ellos y te invita a acariciar y pellizcar. Yo me coloco detrás de ti y te acaricio suavemente la espalda y te amaso el culo, aguantando las ganas de rodearte y agarrarte la polla… prefiero que Eva dirija la acción.

Te inclinas sobre ella y, juntando sus pechos, comienzas a lamer sus pezones rápida y alternativamente. Ahora es Eva la que suspira y adelanta sus caderas hacia a ti, metes la mano en sus bragas y supongo que acaricias su clítoris. Quiero ver y acudo a quitarle esa  prenda, la última que le queda. Cuando levanta el pie para salir de su ropa interior aprovechas para introducir un dedo en su coño y se estremece, también me estremezco yo al recordar esa sensación, necesito tenerte dentro desesperadamente pero comprendo que quieras jugar con ella, ella es tu regalo.

Parece que me lees el pensamiento porque me llamas a tu lado y me besas con pasión, mientras le introduces a Eva otro dedo, y otro  más, llevándola al orgasmo.

Ella retira tu mano y la conduce a su boca, lame tus dedos y  te indica que te tumbes. La veo abalanzarse sobre tu miembro y la detengo, en ese juego sí que pienso participar activamente. Tu polla late en mi mano mientras la aprieto por la base y la golpeo contra sus mejillas, su barbilla y finalmente su lengua. A continuación te masturbo con la mano y dejo que ella lo haga con su boca. Dirijo la cabeza de Eva arriba y abajo sobre tu verga. Luego me coloco entre tus piernas abiertas y lamo tus testículos mientras ella chupa tu glande y acudo en su ayuda cuando ella me lo pide. Ahora somos dos lamiendo, chupando, succionando y mordiendo, a ratos a la vez y a ratos alternativamente.    

Nuestras lenguas coinciden a veces al recorrer tus venas y me hace sentir pequeñas corrientes eléctricas. Tú nos miras con llamas en los ojos, te estamos volviendo loco. Nosotras también estamos muy excitadas, colocadas una a cada lado de tu cuerpo alcanzas a acariciarnos a las dos. No sé qué haces con Eva pero a mí me estás follando lentamente con tus dedos y eso me hace desear que te corras en mi boca y empiezo a aumentar la presión y el ritmo. No puede ser. Eva me para, agarra tu polla por el glande y lo aprieta suave para que se te pase, ha faltado poco. Pero tú no te paras y haces que me corra.

Le pido a ella que se siente a los pies de la cama y a ti que te levantes y te coloques frente a ella. Empiezas a follarte su boca y yo junto a vosotros te acaricio. Acaricio el suave vello de tus piernas, que se concentra más en tus ingles, acaricio tus pubis, acaricio tu vientre. Me pone muchísimo verte empujar, me encanta cómo te mueves. Me coloco detrás y me aprieto contra ti. Mis pezones rozan tu espalda, muerdo suavemente tus hombros y mis manos juntan y separan tus nalgas. Dudo que me notes, debes estar concentrado en las sensaciones de su lengua rodeando tu glande, de tu glande tocando el fondo de su garganta, de sus dientes en la base de tu polla, de sus manos masajeando tus testículos…

Me concentro en tu culo. Acaricio, azoto suavemente, pellizco levemente, y separo tus nalgas para acariciar tu ano. Humedezco mi dedo corazón y te penetro lenta pero firmemente. Ahora sí me notas. Me acompaso a tus movimientos y consigo que mi dedo te llegue hasta el fondo cuando llegas hasta el fondo de Eva. Tardas poco en rendirte. No puedes aguantar más. Empujo aún más adentro y noto cada una de las contracciones de tu eyaculación.  Qué maravilla.        

Eva tiene semen en la cara y un poco se ha escurrido hasta su pecho. Recoges con el dedo lo que puedes y me lo ofreces, lo estaba esperando. Salgo de ti con suavidad y chupo tus dedos y te dirijo a la cama, sé que estarás agotado y te vamos a dejar descansar unos minutos, no muchos…

El juego aún no ha acabado…