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Dulce Angel (2)

en Jovencit@s

Haciendo un gran esfuerzo la pequeña Stella miraba hacia donde provenía la voz, pero la penumbra del cuarto le impedía ver con claridad, se acerco al interruptor de la lámpara que estaba sobre el buró, pero la voz la detuvo en seco.

"no enciendas la luz porque desapareceré"

¿Por qué no puedo verte? –Pregunto la chiquilla con inquietud-

"¿quieres verme?"

"…si….si"

De entre las sombras emergió una celestial visión con forma de hombre, un cuerpo completamente desnudo en plenitud de su forma, la pequeña no pudo mas que contener una exclamación al ver ese cuerpo que estaba a los pies de su cama, un cuerpo como el de las pinturas de la sala, cubierto únicamente con una sabana blanca y unos ojos que la miraban de una manera que ella solo veía en las telenovelas junto con su madre, pero no era una escena imaginada, ahí en su recamara estaba un bellísimo ángel materializado, sus ojos recorrieron el camino de vellos que salía desde mas abajo del ombligo y subía hasta el pecho, unos brazos que se adivinaban fuertes y lo mas inquietante…ese rostro, un rostro que le recordaba a alguien…quizás a un actor de cine…pero su ángel era mas bello, conciente del efecto que su físico provocaba, Bob tomo asiento a un lado de la cama…

"eres un ángel muy bonito" –comento la pequeña embobada-

"no preciosa el ángel aquí eres tu"

¿Dormirás conmigo…?

¿Quieres que me acueste contigo?

Con las mejillas encendidas la pequeña movió su grácil cuerpo haciendo lugar para que su "ángel" la acompañara en su sueño….

Despojándose de la sabana que cubría su desnudez Bob se metió bajo las sabanas infantiles ante los ojos de la pequeña que no le quitaba los ojos a su virilidad que mostraba una ligera erección por lo morboso del momento, apenas entro en la cama e incapaz de contenerse por mas tiempo, tomo a la pequeña de su rostro le dio un apasionado beso que dejo a Stella con la mente en blanco, nunca pensó que su primer beso seria con alguien mayor que ella, alguien mucho mayor, en su colegio ella y sus amigas observaban como los chicos mayores "pegaban" sus bocas y entre risas veían como se acariciaban sus cuerpos, todo esto provocaban extraños ardores en su tierna almejita, la pequeña se abandono a la caliente caricia que le propinaba su ángel que ya tenia una mano en su entrepierna adentro de su calzoncito y un dedo recorría el camino de su rajita a su delicado ano, en su abdomen una cosa dura intentaba atravesarla, en la oscuridad guió su mano y rodeó con sus dedos la virilidad de Bob que ya estaba botando abundante lubricante, alarmada soltó de inmediato eso que ella sabia que era el pene.

"no te alarmes, pues no te haré daño…"

Besando el aromático y tibio cuello fue bajando lentamente recorriendo con sus labios la tierna piel de una tibieza exquisita, su boca llego al sensible pezón y rodeándolo con su lengua lo succiono de una manera desquiciante provocando que el cuerpo de Stella respondiera a la audaz caricia masculina, Bob repitió la misma acción con el otro hermoso pezón, dando como resultado que los pequeños botones tomaran una sensual dureza.

Hhhhoooooooooooooommmmmmmmmmmmmmmmhhhhhhhh mmmmhhhh

"¿ángel que haces?"

Mmmmmmmmmhhhh

"te voy a dar lo que has estado deseando…."

Bob no detuvo su camino hasta llegar al hermoso triangulito que formaba la delicada prenda intima que mostraba ya una aromática mancha de humedad, eran los jugos que empapaban la prenda y que fueron lamidos por la ávida lengua adulta, moviendo la prenda hacia un lado quedo expuesta la cerrada vagina que despedía un calor inusual en alguien tan joven, imitando un cachorro que toma su agua, la lengua de Bob se movía con una habilidad enajenante y las manos de Stella apretaban la sabana ante una caricia desconocida que le provocaba corrientes de calor que recorrían todo su virginal cuerpo y la tenían con el corazón desbocado.

La prenda intima ya estaba a los pies de Stella quien tomaba a Bob de la cabeza para que no se moviera de ese punto de placer, quien experto en la anatomía femenina no soltó de sus labios el sensible botoncito hasta no provocar un delicioso orgasmo que se derramo en sus labios sedientos de los jugos femeninos…

"hhhhaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy hhhhhhhhaaaaaaaaaaaaaaa"

En medio de leves convulsiones el cuerpo de Stella se desparramo rendida en su cama.

Que hermosa se veía la pequeña que había tenido su primer orgasmo, sus manos entrelazadas intentaban cubrir sus pequeños senos mientras mantenía los ojos cerrados, las manos que la recorrían le decían que no era un sueño y Bob ya quería inaugurar esa almejita que se adivinaba estrecha y deliciosa…un platillo para los Ángeles.

Stella abrió los ojos cuando algo se poso en sus carnosos labios, tomando su garrote con una mano y la otra en la nuca de la pequeña, Bob la obligo a que abriera su tibia boca que nunca había chupado otra cosa que caramelos y paletas de dulce…

"chupame"

Obediente y deseosa de saber que sabor tenia un pene que venia del cielo, la pequeña abrió lo mas que pudo su boca para atrapar el sensible glande que se alojo en lo mas profundo de la garganta, provocando arcadas en la pequeña quien coloco ambas manos en el abdomen varonil para detener los empujes que Bob hacia para deleitarse con su boca, pero la acción mamadora duro solo lo suficiente para endurecer la herramienta que rompería su inocencia….

"vas a dejar de ser niña…para convertirte en una hermosa mujer…sentirás dolor, debes ser valiente"

Ignorante de lo que vendría la pequeña se limito a amover su cabeza afirmativamente.

Moviendo como una pluma ese cuerpo que se le ofrecía y abriendo las suaves y regordetas piernas para poder meterse en ella, Bob coloco la punta de su polla en medio de los cerrados labios vaginales y suavemente empujo un pedazo de polla, alojando en la entrada femenina el glande y una porción de su verga…

"ten muerde esto"

Bob le alcanzo un gracioso mono de peluche con forma de elefante y concentrando todo su poder en la cintura para ser lo mas cuidadoso posible empujo otro pedazo de verga que provoco que la pequeña mordiera su muñeco, conciente de que tenia que ser lo mas suave posible…empujo hasta sentir "el sello de garantía" que confirmaba el terreno virgen, con la saliva escurriendo por la comisura de sus labios y los brazos temblando casi acalambrados por la lentitud de sus acciones, Bob le dio el ultimo y definitivo empujón a su cadera rompiendo para siempre esa virginidad, mientras la pequeña sentía que algo duro la partía en dos y que mientras mas empujaba para sacarlo…mas entraba en su cuerpo…un dolor agudo lleno sus bellísimos ojos de lagrimas, mismas que fueron recogidas por la tierna boca de Bob quien esperaba que el cuerpo invadido se acostumbrara al duro invasor.

"dijiste que no me harías daño….mmmjjj" –lloriqueo la pequeña con un bello puchero, mientras sentía las piernas abiertas completamente rodeando al cuerpo que la poseía-

"espera un poco linda…"

Moviendo lentamente su cadera, Bob empezó a entrar y salir de esa tibia vulva que apresaba su polla con una exquisita firmeza "que rica panochita" pensaba mientras empezaba a tomar un poco de velocidad abriendo los labios vaginales en cada penetración, el duro tronco había empezado a estimular el sensible clítoris de Stella que empezó a disfrutar sentirse atravesada por la tranca masculina, pero el placer de mirar ese rostro bellísimo de Bob mientras movía su cuerpo entrando y saliendo de su cuerpo era algo que no podía explicar y el placer renació con mas ímpetu provocando que ella misma se empujara para hacer mas profundo la estocada varonil "todas son unas pequeñas putitas" se decía en voz baja para aplicarle mas potencia a sus embates sintiendo en sus huevos la revolución de los espermatozoides por inundar la pequeña cavidad femenina.

"hhhayyyyyyyyyyyy queee rico" –los gemidos de la pequeña eran mas intensos y roncos-

"quiero que me visites todos los días ángel"

Stella movía sin control su estrecha pelvis para alojar lo más profundo la verga que le daba placer a raudales, sabiendo que no podría vivir sin algo duro en su almejita.

"mmmmmmmmmjjjjjjjjjj me corro en tu conchita"

No fueron cuatro ni seis, diez potentes chorros de semen salieron disparados desde lo más profundo de sus testículos y llenaron de simiente masculina la almejita de Stella, quien solo sintió un ligero golpeteo en su interior y pensó que su ángel se había hecho pipi en su cuevita…

Bob se desplomo satisfecho a un lado de la pequeña quien con una mano tomo de lo que escurría por sus muslos, era una pegajosa sustancia color rojiza.

"es la sangre de tu conejito, no te preocupes, solo es como una herida que en dos días se te curara"

"aunque no pienso irme de aquí en una semana" –pensó Bob mientras ayudaba a la pequeña a conciliar el sueño, nada difícil pues Stella estaba agotada de tanta acción y un dulce sueño la envolvió…no sin antes decir sus oraciones-

"dulce ángel de la guarda de mi dulce compañía…"

Bob se limpiaba su polla mientras observaba la devoción de la pequeña por sus oraciones "ese culito tiene que ser mío…pero mañana será otro día"

Limpiando todo rastro delator y con una expresión de gozo en su rostro Bob abandono la recamara para regresar al ático y planear la siguiente visita, desde su escondite observo a la pequeña quien dormía profundamente sin imaginarse que al día siguiente recibiría la siguiente visita, pero esta ves en su delicioso culito, gracias a su juventud la verga de Bob ya empezaba a endurecerse de nuevo….

FIN