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Hijita...quiero ser el primero...!

en Amor filial

Mientras conducía mi automóvil rumbo a mi trabajo, en mi mente aun estaba fresco el recuerdo de la tarde del sábado, no pude evitar que mi verga se endureciera en mis pantalones, todavía puedo aspirar el aroma de su cuello, la suave textura de su piel parecida al terciopelo que al tacto de mi mano provocaban que su piel se erizara, ver como se endurecían sus pequeños pezones bajo mis ojos.

No lo pude evitar, apenas llegue a mi oficina y me fui directo al baño a jalarme la verga, con verdadera locura masajeaba mi tronco, mientras en mi mente las escenas mas eróticas se sucedían una tras otra hasta el delirio, tuve que morderme los labios para no gritar cuando una potente descarga de semen formaba telarañas en la taza del baño.

Me moje la cara y ya mas repuesto me fui a mi escritorio a ver los pendientes del día, apenas llegue a mi lugar y mis ojos se posaron en su rostro angelical, unos hermosos ojos del color de la miel me miraban con picardía y unos labios que no necesitaban de trucos para lucir sensuales mostraban al mundo la alegría de la vida.

Esa foto era de mi hija Laura, la misma que ya esta dejando de ser una linda niña para tomar todos los rasgos de una hermosa jovencita, la misma que ya se da cuenta del deseo que despierta en los hombres y entre los cuales estoy yo…su padre, como me enfurece cuando se pone esas minifaldas que al menor soplo de aire muestra el color de sus braguitas, aunque su ropa interior aun tenga dibujos infantiles, me enorgullece que los hombres volteen a verla cuando vamos al centro comercial, me gusta que me tome de la mano y ver como los demás tipos le lanzan miradas cargadas de deseo ¡imbeciles!

Si ellos vieran lo que han visto mis ojos, yo fui el primero que se dio cuenta de que mi nena ya necesitaba corpiño, pues sus pequeños pezones ya formaban unas deliciosas montañitas en su blusa escolar, he visto sus calzoncitos hechos bola en el cesto de la ropa sucia y me he dado cuenta de la humedad que deja impregnada en la delicada tela, que tiene un aroma que me enloquece y que provoca que su nombre este en mi mente al momento de estar follando con mi esposa.

La he visto fijar su vista en mi cuerpo sudoroso después de hacer ejercicio y me doy cuenta de que aprovecha que su madre esta descuidada para mostrarme lo blanco de sus calzoncitos cuando se da cuenta de que la observo mientras finjo leer el periódico, entre los dos ha nacido una secreta complicidad.

¡Voy a volverme loco!

Mi nena sonríe coqueta con unos chicos, con verdadero esfuerzo contengo las ganas de partirles la cara a esos jovencitos con cara de modelos, pero eso demuestra que mi niña ya tiene otro tipo de antojos, es el instinto sexual que todos llevamos dentro, hasta creo que la he sorprendido observándome el bulto que se forma en mi pantalón, ¿pero y en su colegio? ¿Quien será el afortunado joven que provoca ese ardor en su almejita? ¿De que hablara con sus amigas?... ¿de sexo? ¿Se posaran sus ojos en la bragueta a otros hombres? Me imagino que las niñas de hoy en día ya no son tan inocentes pues es tal el bombardeo sexual que reciben en el medio ambiente que la he escuchado comentarle a su mama que varias de sus amigas "ya lo hicieron" y preguntar acerca del sexo oral, tiemblo de pensar que mi hija se acueste con el primer chico que le guste…no lo podría soportar.

Después de un día en el que mil veces dije su nombre, recibo una llamada de mi esposa, es mi suegra la que se ha puesto mal del corazón, tiene que salir de inmediato a la ciudad vecina, después de varios comentarios, se despide no sin antes encargarme a la nena, que le prepare su cena, que la mande a bañarse y antes de las 10:00 de la noche ya tiene que estar en su cama, salgo disparado de mi oficina y me voy directo a comprar una pizza familiar, ya se que mi chiquilla enloquece por la pizza…y a mi me gusta complacerla en todo.

Cuando llego a mi casa, la encuentro enfundada en esos diminutos shorts de algodón y una pequeña blusa con un osito estampado, esta acostada en un sillón hablando por teléfono con alguna de sus amigas, la televisión esta en el canal de videos, la saludo de beso en la mejilla y ella muy cariñosa me lanza una de sus poderosas sonrisas, simulo estar buscando cualquier cosa y de reojo la observo, tiene una pierna levantada sobre el respaldo del sillón y la otra piernita con el pie apoyado en la alfombra, juguetea con su cabello mientras tiene los ojos cerrados, el pequeño short se ajusta a su cuerpecito como una segunda piel y dibuja muy bien su vagina, tiene un tirante de su blusa caído sobre su brazo y casi muestra un hermoso pezón, no se si ella esta conciente de que la observo, pero lentamente cambia de posición y se acomoda boca abajo en el sillón, lo que provoca que una suave nalguita quede casi descubierta en su totalidad…mi verga esta empezando a despertar, subo a mi recamara a darme un baño, después de ducharme impregno mi cuerpo de la mejor loción que tengo y esparzo una generosa cantidad en mi abdomen y en mi área genital "por si acaso" , cuando bajo aun esta hablando por teléfono, esta aprovechando que su madre no se encuentra, me he puesto únicamente mi bata de baño, tomo el control de la TV y le cambio al canal de deportes, me siento en mi sillón favorito el cual esta frente a mi hermosa hija y al hacerlo busco la manera de que mi bata se habrá mostrando una semi-erección, aparentando un accidente sin importancia acomodo mi bata, extiendo mi sillón y coloco el control arriba de mi entrepierna, de reojo observo que mi nena le lanza miradas a la montaña que se ha formado bajo mi ombligo, pero yo sigo concentrado en las acciones del partido de baloncesto.

Unos minutos después mi hija cuelga el teléfono y se estira como una gatita traviesa en el sillón, su fina cintura parece de goma de lo flexible que se ve.

¡Papito! –Ronronea llamando mi atención-

¿Qué pasa cariño?

¡Acuéstate conmigo, porfa!

Trago saliva al escuchar su ruego, quiero pensar que ella me ve aun como su papito lindo, aquel que pasaba las noches con su retoño acostada sobre mi cuerpo, pero ahora es diferente, mi hija despierta sensaciones prohibidas en mi cuerpo de la cintura para abajo, cuantas ocasiones la he visto salir envuelta en su toalla deseando que se le caiga, he luchado por no apretarla demasiado cuando me abraza cariñosa, no imaginaba lo equivocado que estaba, mi hija ya tenia sus propios planes para conmigo y me encontraba "indefenso" a sus deseos, me levanto obediente y me acuesto en el sillón, mientras me acomodo ella apaga la luz de la sala quedándonos en una semi-oscuridad muy peligrosa para una hija y su padre, cuando regresa a mi lado se acuesta sobre mi cuerpo y se acurruca como una frágil venadita, mete una de sus manitas bajo la bata y juguetea con los vellos de mi pecho, una de sus piernas ha quedado justamente sobre mi verga que ya esta mas dura, deslizo mi mano sobre su cuerpo acariciándola levemente, meto la punta de mis dedos bajo su short y me doy cuenta de no esta usando nada debajo de esa prenda, mi corazón esta latiendo a mil por hora, vuelvo a subir mi mano y la paso bajo su brazo de tal manera que mis dedos quedan justo sobre su pequeño pezón, disimuladamente le doy ligeros apretones provocando que se endurezcan rápidamente, mi niña no ha perdido tiempo y desliza su mano en línea recta hacia el nudo de mi bata y lentamente lo afloja, sin quitarlo completamente, tímidamente baja su mano, pero no se atreve a bajarla mas, y se detiene en el espeso pelambre que rodea mi verga, me empujo hacia delante de tal manera que sus dedos han topado con el grueso tronco de mi verga, retira la mano rápidamente, y un ligero temblor invade su cuerpo.

"papito tengo miedo…"

"-no tengas miedo, que no pasara nada que tu no quieras-"

El reloj de la sala detuvo su movimiento y en el ambiente empezó a flotar el dulce aroma del sexo incestuoso, de ese sexo que desde la antigüedad se ha practicado, pues es de todos conocido el matrimonio entre padres e hijas, madres e hijos para conservar el poder, pero nosotros no somos de la realeza, solo somos simples mortales a punto de realizar el acto mas intimo entre un hombre y una mujer…aunque esa mujer sea mi hija, mi pequeña hija que a pesar de su corta edad sabe que hoy dará el primer paso para ser mujer.

El sonido de un beso húmedo me trae de nuevo al mundo real y me abandono al natural instinto de apareamiento entre dos de una misma especie, olvidándome de parentescos rodeó con mis brazos su breve cintura mientras le acerco la dureza de mi masculinidad en su cuerpo que ya alcanzo el punto exacto para el acoplamiento sexual, pero retardo lo mas posible la penetración, pues esta será su primera vez y quiero que sea inolvidable, empiezo a besarle las suaves mejillas y meto mi lengua en su oído respirando de la manera mas erótica posible, la siento temblar incontrolable bajo mi cuerpo, me separo a una distancia donde pueda ver sus hermosos ojos y veo en ellos el brillo del deseo…

"hija, quiero ser el primero"-le comento con una débil voz quebrada por la calentura-

Por toda respuesta me vuelve a besar con la deliciosa torpeza que da la inexperiencia, poco a poco le voy mostrando como besar y le voy levantando la delgada blusa para dejar al descubierto los tiernos pezones que no han sido besados por boca alguna, rodeó con mi lengua la sensible piel que rodea el pezón, mientras con la otra mano checo la textura del otro seno, pongo ambas manos en cada uno e intento juntarlos para pasar de un pezón al otro y paso mi lengua por en medio de la unión que forman ambos senos, así estoy por unos minutos atacando la sensible piel, deslizo una mano y la introduzco por debajo de su short y siento una gran humedad, su cuerpo esta reaccionando a mis acciones y una gran cantidad de sus jugos mojan la suave tela formando una gran mancha, voy bajando pasando mi lengua por su piel y beso su hermoso ombligo que huele a jabón, me levanto de mi sitio para desprenderla de la única prenda que le queda, ella levanta sus nalguitas para ayudarme a desnudarla por completo, desde mi altura veo la hermosa vagina completamente carente de vello y tiene una apariencia de lo que nunca se ha usado, no puedo esperar mas, me pongo de rodillas ante tanta belleza y abriendo sus piernas ante mi, queda una estrecha rajita, acerco mi nariz y aspiro hasta lo mas hondo ese perfume virginal que se me ofrece sin resistencia, acerco mi lengua y la saboreo como un gatito sediento, apenas siente el contacto de mi lengua y contrae el cuerpo demostrándome el placer de ser estimulada en esa zona tan erógena, acerco un dedo e intento introducirlo un poco, sus labios atrapan mi dedo y lo empapan de una sustancia espesa y cristalina lo que permite que sin dificultad meta y saque mi dedo masturbándola dulcemente, con dos dedos separo sus finos labios exteriores e introduzco mi lengua hasta donde me es posible bebiendo todos sus fluidos, ya tengo dos dedos en su coñito que ya esta mas dilatado para el gran cañón de carne que pide a gritos penetrar esa cuevita inexplorada.

Acostado sobre mi pequeña hija voy trepando como un animal peligroso que tiene dominada su presa, apenas siente la dura cabeza topando en su intimidad y me voltea a ver temerosa, al ver las dimensiones de mi erecto pene.

-"papito…esta muy grande, no va a entrar todaaaa"-

-solo te voy a meter la punta…te lo prometo-

-"bueno"-

Tomo mi verga con la mano y la coloco exactamente en medio de sus labios vaginales que se abren para recibir el duro tolete de carne, me estremezco al sentir la tibia humedad que rodea mi pene, una lucha interior entre metérsela toda de golpe, o cumplir mi promesa de solo meter la cabeza de mi verga se desata en mi vientre, opto por lo segundo y me quedo quieto mientras observo el gesto de placer y dolor de mi hija al sentirse semi-penetrada por su adorado papito, con un profundo beso de lengua nos dedicamos a disfrutar del momento mientras con suaves movimientos de cadera formo círculos con mi pene para masajearle su clítoris con mi herramienta, en uno de esos movimientos se sale mi verga de su almejita acerco mi mano para volverla a meter, cuando siento que mi hija toma mi garrote y ella misma se lo acomoda en su coñito para seguir siendo estimulada por mi pene..!que ricura de nena!

Pero yo quiero más.

Apenas acomoda mi garrote en su vulva y empujo "accidentalmente" mi cuerpo para hacer un poco más profunda la penetración en esa estrecha rajita.

Mi hija tensa su cuerpo al sentir que su vulva es dilatada mas de la cuenta y solloza mientras encaja sus uñas en mis hombros –"papito…me duele"- exclama con su voz distorsionada por una mezcla de placer y dolor -¿quieres que me salga?-por toda respuesta mi hija abre mas sus piernas y se prepara para recibir la totalidad de mi verga, entiendo su gesto y colocando mis manos en el respaldo del sillón para tomar un punto de apoyo descargo mis 88 kilos sobre la frágil humanidad de mi hermosa nena que ahogando un grito de dolor se ha convertido en una mujercita al romper la delicada tela de su tierno himen…me quedo quieto mientras observo el brillo de sus lagrimas que resbalan sobre sus tersas mejillas, acerco mi boca y con mi lengua recojo una a una esas tiernas lagrimas, después de unos eternos momentos una ligera sonrisa en sus labios me indican que lo peor ya ha pasado y empiezo el conocido mete-saca de la estrecha vulva que rodea mi tronco succionándolo hacia adentro, para no dejarme ir, pero eso es lo que en menos pienso, lentamente saco mi verga hasta la mitad para dejarme caer de nuevo enterrándome en sus entrañas cubriendo su cuerpo con mi humanidad, veo que se muerde los labios para no gritar cuando siente su primer orgasmo explotar en su cuerpo convulsionándose de placer y un suave gemido se pierde en la sala de mi casa, la misma casa que vio a mi pequeña dar sus primeros pasos y que ahora es testigo de su primera vez, suavemente la tomo de la cintura y casi se tocan la punta de mis dedos de lo pequeña que es, no puedo creer que mi verga este alojada por completo en esa diminuta cavidad, pero mis ojos me demuestran lo elástica de su almejita que se abre para aceptar su primer miembro masculino…aunque este sea el mismo que la engendro.

No puedo aguantar mas y mis huevos ya están a punto de lanzar el primer chorro de semen, acelero mis movimientos y justo cuando ella esta en su segundo orgasmo, paso ambas manos por debajo de sus nalguitas para levantarla y atraerla mas hacia mi y hacer lo mas profundo la penetración, exploto en su interior una gran cantidad de leche tibia que fluye desde mis testículos hacia la libertad inundando la matriz femenina que recibe mi descarga Láctea, un ronco gruñido escapa de mi pecho ¡Puta madre! Que venida tan copiosa los espasmos en mi verga siguen aventando leche sin control lo que provoca una enorme sonrisa de satisfacción por ese regalo que recibo a mis 39 años…ser el primer hombre de mi hija en la primera década de su vida.

¡Ho Papito fue increíble!-exclama mi hijita con las mejillas teñidas de rojo por lo sucedido.

Antes de que mi verga se reduzca de tamaño me siento con mi hija sobre mis piernas, pero no dejo que se salga de su prisión y tomando a mi hija por su cintura la levanto sin dificultad para dirigirme al baño de mi recamara para meternos a la ducha y no manchar el sillón pues tales evidencias me hubieran metido en problemas con mi esposa, mi hija cruza sus piernas por mi cintura y se deja conducir dócilmente, abro la llave de el agua y nos metemos en la ducha para revitalizarnos después de ese agotador encuentro, despego a mi hija de mi cuerpo y al hacerlo se escucha es sonido acuoso que provoca tanto semen en su interior y la succión que su vulva hace en mi aun semi-dura verga, apenas pisa el suelo y empiezan a escurrir mis fluidos blanquecinos revueltos con su sangre virginal, abrazo a mi hija para evitar que vea como el agua lleva al resumidero la evidencia de su pureza, contrario a lo que pensaba, mi hija aun tiene mucha batería y poniéndose de puntitas para alcanzarme se prende de mi cuello para buscar mi boca y fundirnos en un apasionado beso, mis manos recorren sus nalguitas y busco su culito para meter un dedo en su otra cavidad inexplorada, le tomo una pierna y se la flexiono de tal manera que sin dificultad mi dedo llega hasta el segundo nudillo, veo mi reloj y me doy cuenta de que apenas son las 7 de la noche, mi esposa llegara hasta el día siguiente, tomo a mi niña de sus hombros y lentamente la voy bajando hasta ponerla de rodillas y quedar su rostro justo frente a mi ya pequeña verga, ella entiende mi deseo y abriendo su boquita mete mi verga hasta que su nariz topa con mis vellos, la atrapa y con su lengua le da suaves masajes, tomo mi verga y retraigo la piel del prepucio para liberar mi glande y que reciba todo el calor de esa tierna boquita que recibe la primer mamada de mi hija mi verga ya esta reaccionando para tomar su real grosor y tamaño…

Seré el primero en estrenar también su culito…

Fin