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Hombre con 12 cms. de verga...solo para nenas

en Jovencit@s

"Soy demasiada mujer para ti, que eres muy poco hombre"

Estas duras palabras aun retumbaban en los oídos de Esteban quien escuchaba canciones de una radiola, en un antro del centro de Monterrey llamado "Bar Napoleón"y se encuentra entre Garibaldi y Padre Mier, era Viernes 15 de Septiembre, en esa cantina se apreciaban varias pantallas con videos XXX, no lo pudo negar, vio con envidia los enormes penes que, potentes, llenaban hasta el tope las húmedas vaginas de las putas, sedientas de verga, comparo mentalmente su pene con las de los actores y no pudo evitar una sonrisa cínica.

"10 centímetros de verga, que suerte tan cabrona"

La naturaleza tan amable con otros hombres al dotarlos de una buena verga, descomunal en algunos casos, había dotado de un mini-pene a nuestro protagonista, quien podía cerrar su puño cubriendo casi totalmente su miembro viril, había usado cremas que agrandaban el pene sin resultado, pensó en un injerto en su pene, pero tenia miedo de las consecuencias posteriores.

"Nunca me has dado el placer que tengo con mi amante"

Esteban le dio un trago a su cerveza "Sol" la única cerveza que le gustaba, empleado de confianza en una oficina de gobierno, vio su reloj y vio la hora con desgano: las 5:00 de la mañana, pronto amanecería y prefirió marcharse de ese lugar, en la radiola sonaba la canción "bonita finca de adobe" con Ramón Ayala y con la música de fondo llamo al mesero para pagar su cuenta, la idea de llegar a su casa y encontrarla vacía le entristeció, de que le sirvió ser un esposo ejemplar, de cumplir los caprichos de su esposa, se amaban, es cierto, pero en la cama nunca la pudo satisfacer, las secretas escapadas de su esposa pronto se hicieron mas que evidentes, el rechazo en la intimidad y la sospecha de que le era infiel pronto las descubrió: un paquete de condones "extra grande" que obviamente no eran de el.

"Ricardo si es un hombre completo, además esta bien dotado"

Se dirigió al baño, antes de marcharse y no pudo evitar ver su reflejo en los amplios espejos del local, feo no era, con sus 27 años, un metro setenta y ocho de estatura y 75 kilos repartidos en un cuerpo bien proporcionado, excepto claro esta, en su polla "que es mas chica que la de un adolescente" al estar orinando se paro a su lado un sujeto con toda la facha de un marica de cantina, pelo pintado de rubio, pantalón entallado y varias cadenas de oro en su pecho "anda buscando verga" pensó Esteban mientras sacudía su miembro para soltar las ultimas gotas de orina, contrario a sus pensamientos el sujeto amanerado se limito a echar un vistazo y se retiro en busca de algo mas "pesado"

El aire de la madrugada le dio en el rostro y los primeros rayos del sol regiomontano se vislumbraban tras el cerro de la silla, una gran cantidad de alumnos de secundarias caminaban a toda prisa rumbo a la macroplaza para el desfile del 16 de septiembre, al ir caminando por la calle matamoros para buscar su auto, estuvo a punto de chocar con un grupo de colegialas que alegres caminaban con el barullo propio de su edad, las blusas blancas dejaban entrever unas pequeñas tetas de adolescente y las faldas al aire mostraban unas bellas piernas juveniles, el recuerdo de las películas porno que recién acaba de ver, lo golpearon como un relámpago y una corriente de lujuria le paro los pelos de la nuca "son casi unas niñas" pensó con un destello de madurez, pero sus huevos estaban a reventar de leche y el bóxer era incapaz de contener, aunque poco notable, la erección que levantaba la tela de su pantalón, que simulaba, no una carpa de circo, sino una "hinchazón" en su entrepierna.

En estas celebraciones patrias, es costumbre que gente de otros estados lleguen a la ciudad a ofrecer sus artesanías y cosas afines a la fecha como banderitas tricolores, trompetas, silbatos y demás pendejadas, toda la familia se dedica a la venta y es común ver niños y niñas que ofrecen su mercancía, son indígenas que hablan lo elemental del español, las mujeres son de una belleza natural, rasgos bien definidos, menuditas y con un suave caminar, numerosos matrimonios indígenas cargan con toda su familia y no es raro ver a las mujeres con niños en sus rebozos y con dos o tres retoños con muy poca diferencia entre ellos, Esteban casi llegaba al estacionamiento publico donde lo esperaba su auto, cuando la descubrió.

Una hermosa chiquilla como labrada en barro, el cabello peinado en dos hermosas trenzas adornadas con listones de brillantes colores, una blusa color rosa que resaltaba su tersa piel morena y que le quedaba algo grande por lo que al moverse, el amplio cuello de la blusa dejaba ver un botoncito moreno que coronaba un diminuto seno, la falda estaba sujeta por una banda color negro que marcaba una delicada cintura.

"me compra una banderita, señor"

La dulce voz de la chiquilla lo saco de su contemplación, la hermosa nena mostraba una sonrisa que mostraba unos dientes blancos como la leche.

¿Cuanto cuesta?

"diez pesos la chiquita y veinte pesos la mas grande"

"dame la mas grande, preciosa…¿Cómo te llamas?"

-"Citlali, señor"-

¿Ya te han dicho que eres muy linda?

El rubor que tiño las mejillas de la chiquilla le arranco una sonrisa a Esteban quien se puso de rodillas para estar a la altura de la vendedora, saco un billete de Cien pesos ante el asombro de la chiquilla poco acostumbrada a ver billetes de alta denominación…

"hay señor, no tengo cambio para ese billetote…"

¿Por qué no me acompañas a mi automóvil, quizás tengo monedas para comprarte la bandera?

La desconfianza que sintió la pequeña, se esfumo ante la agradable sonrisa de Esteban, además el aliento de alcohol era idéntico a como olía su padre cuando la acariciaba en su cama, cuando llegaba por las noches y le tocaba todo su cuerpo arrancándole risitas nerviosas todo esto con el conocimiento de su madre, acostumbrada a no reclamar nada y sometida al macho "tarde o temprano se la va a coger y le va a hacer un huerco".

Encaminándose al auto y viendo que la calle se había quedado desierta Esteban aprovecho la ocasión y disimuladamente se bajo el cierre de su pantalón, localizo su automóvil que estaba justo a un lado de una camioneta tipo suburban, por lo que la camioneta ocultaba muy bien su automóvil y por lo temprano que era, el estacionamiento estaba vació.

Esteban fingió buscar el dinero en su chaqueta y en la camisa ante la atenta mirada de la inocente chiquilla.

¿Puedes meter la mano en mi pantalón? no encuentro las monedas…

Animada por vender su banderita, Citlali introdujo la mano en el bolsillo del pantalón, provocando que la bragueta se abriera ante la curiosa mano de la pequeña que distinguió la blanca tela de la ropa interior de Esteban, sus ojos se posaron en la abertura del pantalón y en el bulto "enorme" del amable sujeto, Esteban cerro sus ojos ante el manoseo inocente de la chiquilla…

"Busca bien…quieres"

Entre mas buscaba, mas se habría la bragueta y mas se notaba el bulto.

"quizás estén adentro de aquí"

Esteban se toco el bulto con las dos manos y ante los ojos de la chiquilla el "enorme" bulto se veía mas llamativo y movida por la natural curiosidad toco la dura verga a través de la tela, que dio un respingo como si tuviera vida propia.

"hay, se movió"

-Ja j aja no te asustes linda ¿nunca has visto una verga adulta?

"no…señor" –contesto la pequeña volviendo a tomar la polla de Esteban en sus manos y siguiendo con el dulce manoseo que lo tenia al borde del éxtasis, un hombre adulto con una preciosa nena manoseando su intimidad.

¿Te quieres ganar un billete para ti solita?

"¿para mi solita, señor?"

"si bonita, me has caído bien y quiero darte un billete para que te compres una muñeca tan bonita como tu"

En su corta vida la pequeña había sido objeto de maltrato físico por parte de sus padres y el que alguien se mostrara amable con ella, le encanto de inmediato.

Al borde de la calentura Esteban se bajo sus calzoncillos, extrajo su verga y tomando a la pequeña de la cintura se metió al automóvil, la pequeña no le quitaba la vista a la dura verga, que aunque escasa de tamaño tenia la dureza requerida y la energía deseada.

"quiero que le des un beso" –moviendo la verga ante los asombrados ojos que miraban su pene hipnotizada, pensó que llegaría al cielo cuando la vio inclinarse tímidamente y posar sus dulces labios en el brilloso glande varonil.

"¿así, señor?"

"Si, así linda, pero muchos besos, muchos besos, recuerda que te voy a dar un billetote"

Con verdadera alegría Citlali tomo con su mano el duro tronco de la verga y empezó a darle un aluvión de besos, ante los jadeos de Esteban quien movía su pelvis para arriba y para abajo masturbándose con la mano de la pequeña.

Una idea mas pervertida se le ocurrió y bajándose del auto, llamo a la chiquilla que obediente a su llamado se paro a su lado.

"mira siéntate aquí"-señalando el asiento posterior del automóvil-

Esteban dejo caer su pantalón junto con sus calzoncillos quedando vestido únicamente de la cintura para arriba.

Los ojos de la chiquilla observaban los huevos del sujeto y los comparo con los de su hermanito, eran de un color rojizo y estaban cubiertos de muchos pelos negros, contrario a los de su hermanito que eran muy morenos casi negros, estos eran diferentes, mas grandes y colgaban pesados, las piernas eran duras y velludas, le parecieron como dos troncos, estiro su mano para tocarlos y acerco su nariz para olerlos

"mmmmmmmmmhhh" olían rico, a perfume caro.

-"chupame los huevos"-

Obediente Citlali acerco su boca y se metió una de esas pelotitas de carne, las chupo como cuando se chupa una rebanada de naranja y se le extrae el jugo, era la gloria para Esteban, la chiquilla chupaba un huevo y luego el otro, mientras el mismo se masturbaba lentamente.

A lo lejos se escuchaba una trompeta….

"ya preciosa, ahora la verga, así como me chupaste los huevos"

Abriendo su boca, Citlali alojo en su húmeda y tibia boquita el vibrante miembro de Esteban quien tomándola de las trenzas empezó a masturbarse en la boca de la ya no tan inocente chiquilla, dado el escaso tamaño en la virilidad de Esteban, la nariz de la pequeña topaba con sus vellos de la ingle, moviendo la pelvis simulando un coito y sin detenerse se derramo en lo profundo de esa boca en medio de un profundo gemido, tomo a la pequeña de su cabeza y no la soltó hasta que noto que ella se había tragado toda su descarga, en cada temblor de la verga expulsaba un abundante chorro de semen, inundado la tibia garganta.

"señor…se hizo pipi en mi boca"

"no linda no es pipi…es leche"

Después de ese momentáneo desahogo Esteban quería meter su verga en una vagina estrecha, a sabiendas de que era incapaz de darle placer a una mujer adulta, pensó que una almejita cerrada le daría el placer que su esposa había negado.

-¿a que horas pasan por ti?-

La pequeña aun saboreaba el semen adulto que se había impregnado en su boca.

"A mediodía tengo que estar aquí"

-¿Ya desayunaste?-

-"no señor"-

No me digas "señor" ¿Por qué no me llamas "tío"

-"no tío"-

-Ven acompáñame a mi casa para que desayunes-

Con algo de recelo, la pequeña se monto en el auto ultimo modelo, nunca en su vida se imagino que ella, una humilde chiquilla estaría adentro de un auto tan brillante.

Esteban encendió el auto y tomando la mano de la chiquilla la puso sobre su pantalón para que palpara su verga que ya estaba de nuevo tomando una rica erección, los vidrios oscuros del auto impedían ver las maniobras que ocurrían en su interior, mientras la chiquilla tenia su mano dentro de su bragueta, Esteban acariciaba los muslitos morenos y tibios de la pequeña quien sentía un rico cosquilleo en su cuerpo, en un audaz movimiento Esteban acaricio la estrecha rajita por arriba de la delgada y raída tela interior de la niña, quien se limitaba a sonreír tímidamente.

Llegaron a un McDonalds y compraron una "cajita feliz" y se dirigieron a un fraccionamiento a las afueras de la ciudad rumbo a la casa de Esteban, como la casa tenia cochera eléctrica y por lo temprano que era, las calles se encontraban desiertas.

Apenas entraron a la casa y la pequeña miro la casa asombrada, si bien no era lujosa estaba decorada con buen gusto.

Esteban encendió la tele en un canal infantil y dejo que la pequeña comiera sus alimentos mientras el se metió a la regadera a darse un baño para quitarse lo desvelado,

Cuando salio la pequeña ya había dado cuenta de toda la comida y miraba divertida las escenas que pasaban en la enorme pantalla, Esteban se había puesto únicamente una trusa color rojo y con el cabello aun escurriendo agua tomo asiento a un lado de la hermosa chiquilla, quien nunca había estado a solas con un adulto y menos con tan poca ropa y miraba de reojo la entrepierna de Esteban entrelazando nerviosa las piernas.

¿Puedo darte un beso?

Con una exquisita timidez Citlali ofreció su mejilla para recibir el beso, mas nunca se imagino que lo recibiría en la boca y que la lengua que luchaba por entrar en su boca recorriera toda su garganta.

-¿te gusto el beso?-

-"si…pero…"-

-¿pero?-

"Dice mi mamá que los besos se los dan únicamente los novios"

"bueno ese detalle no es problema ¿quieres ser mi novia?"

"ji ji ji ji pero tu estas muy grande para mi" –en verdad que la chiquilla tenia un encanto muy especial y la cristalina risa inundo la antes solitaria casa-

"recuerda que tu me chupaste aquí" –señalando su verga-

-"ji ji ji ji ji y te salio pipi"-

-"no linda no era pipi…es lechita"-

Sin rastro de maldad la pequeña estiro su manita y acaricio el paquete de Esteban.

-"esta duro ¿te duele?"-

Esteban se puso de pie despojándose de su prenda interior, ante la niña quedo expuesta su pequeña verga que era casi como una salchicha para Hot-Dog pero no tan larga.

"me duele porque la lechita que tengo aquí, quiere salirse" –señalando sus huevos-

Sin que Esteban se lo pidiera, la pequeña se puso a darle otra mamada, agradecida por el rico desayuno y era tanta la devoción con la que Citlali chupaba su verga que Esteban pensó que si no la detenía terminaría por derramarse de nuevo en la garganta de la pequeña, tomándola en sus brazos la llevo a su recamara y la acostó en la amplia cama matrimonial, le levanto la falda ante el asombro de la pequeña que inmediatamente hizo el intento de levantarse.

"somos novios ¿si o no?"

-"ji ji ji ji ¿eres mi novio?-

Por toda respuesta Esteban la volvió a besar mientras la acostaba de nuevo y con una mano acariciaba la tierna almejita que ante el constante dedeo ya empezaba a soltar sus jugos lubricando el dedo que tiernamente la acariciaba, cambiando de lugar su posición Esteban empezó a estimular con su lengua la cerrada vagina que tenia un ligero olor a orines y a sudor, mientras los hinchados labios exteriores respondían a su estimulo arrancando leves quejidos de la pequeña quien deseaba que aquello que la tenia trastornada no terminara nunca.

Bajándole únicamente los calzoncitos añejos por el uso, Esteban coloco la punta de su verga en la cerrada vulva, de un ligero empujón metió su glande, quedando apresado en la tibia cavidad que lo apretaba deliciosamente, observo la mirada de la pequeña y noto que a pesar de que tenia su glande adentro de su cuerpo, no mostraba ningún signo de dolor, empujo otro pedazo y la pequeña se estremeció ante la extraña invasión de que era objeto su virginal almeja, apoyando sus manos en la cama Esteban dejo caer sus 75 kilos de peso para romper la virginidad de Citlali que únicamente dio un respingo al sentir que algo se rompía en su interior, fue como un pellizco seguido inmediatamente de un calor corporal que la hacia abrir sus piernas para seguir recibiendo ese extraño placer que invadía su cuerpo, la dura verga estimulaba sus paredes internas provocando que abundante flujo vaginal lubricara la herramienta de Esteban que metía y sacaba su verga, no sin cierta decepción, pues imaginaba que al ser una vagina virgen, la pequeña patalearía y lloraría de dolor ante la "brutal" cogida, todo lo contrario en el rostro de la pequeña solo había placer, placer de ser cogida por un señor tan guapo, como los que ella veía en su pueblo, cuando había fiestas en la plaza, ver ese atractivo rostro y las manos que pellizcaban sus pezones morenos la llevaron a su primer orgasmo mojando las sabanas con sus deliciosos jugos, mismos que fueron tomados por Esteban con sus dedos y los llevo goloso a su boca.

¡Por fin una mujer había tenido un orgasmo gracias a su pene!

Estimulado por su desempeño y después de un rato de estar metiendo y sacando su verga sin descanso el característico hormigueo en sus huevos le anunciaba de la eminente descarga y tomando mas velocidad en su cadera Esteban inundo de semen el útero de Citlali, que sintió como el pene se hinchaba en su interior y la dejaba llena de "leche" masculina.

Esteban se dejo caer satisfecho y un sonido como el descorche se escucho al sacar su pene de la estrecha almeja que lo tenía succionado…

"Huf, que rico…"

La pequeña sintió como un torrente de semen escurría por sus muslos y pensó que se estaba haciendo pipi, vio la puerta del baño abierta y corrió a sentarse para hacer sus necesidades, pero lo único que desecho fueron los espesos chorros de esperma que caían pesadamente al agua del inodoro.

Cuando regreso a la cama, la verga de Esteban estaba mas chica, casi del tamaño de un dedo adulto, lo tomo con sus manitas y lo examinaba como la cosa mas linda del mundo, no podía creer que ese "dedo" le hubiera dado tanto placer, Esteban ya estaba roncando por la desvelada y las dos descargas de semen que había tenido, ahí estaba Citlali, con un extraño desnudo, en una casa extraña y con un extraño ardor en su entrepierna y las mejillas ardiendo por lo ocurrido, tomo la cobija que arrastraba en el suelo y maternalmente cobijo el cuerpo desnudo y se metió debajo de las cobijas junto con su "novio" , acariciaba extasiada el pecho masculino que estaba poblado de un vello negrísimo, toco su dureza y acaricio los pezones masculinos que eran parecidos a los de ella, pero no tan puntiagudos y estaban rodeados por pelos largos y negros.

La tibieza de la cama y la fatiga de los sucesos la durmieron abrazada a Esteban quien pasó una mano por su cintura y la apretó a su pecho.

Cuando Esteban despertó, y vio a Citlali abrazada a su pecho se dio cuenta de que no había tenido un sueño, allí estaba el, un hombre de 27 años con una chiquilla que apenas estaba pasando su primer década de vida y estaba desnudo en la cama con ella.

"¿Qué he hecho?"

Imagino con terror las noticias del día siguiente:

Hombre pervertido abusa de niña vendedora

Toda su vida nunca había tenido ningún tipo de problema y ahora por su calentura estaba a un paso de la cárcel, hizo a un lado el pelo de la pequeña que dormía placidamente y vio su rostro angelical, sus pequeños senos morenos y la espigada figura de suaves curvas, rápidamente se levanto, se vistió y se fue a la sala a fumarse un cigarrillo, tenia que encontrar la solución.

Del fondo del pasillo emergió la grácil figura de la pequeña quien lo buscaba por los cuartos de la casa.

Todos los remordimientos de Esteban se esfumaron al verla tan hermosa y tan inocente, le había quitado su virginidad y en su rostro no había un solo reproche por lo ocurrido.

"¿te gustaría vivir conmigo?"

-¿aquí?-

"Si preciosa, serias como mi hija, pues yo nunca he tenido hijos y me siento muy solo en esta casa"

"diremos que eres una sobrinita e iras a un buen colegio y por las noches dormirás conmigo"

-"¿y seremos novios?"-

"Ja ja ja ja claro que seguiremos siendo novios"

Esteban atrajo hacia su cuerpo a la pequeña y se fundieron en un apasionado beso, sus manos recorrían su espalda y se detuvieron en el redondo trasero de la pequeña.

Quien en un solo día había perdido y ganado al mismo tiempo.

Esteban estaba convencido que tenia que aprovechar a la pequeña pues si bien lograba satisfacerla por ahora…después quien sabe.

El haría lo posible por retrasar lo más posible su abandono…

 

FIN